Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
La Guerra En El Medioevo
1. LA GUERRA EN
LA EDAD MEDIA
Daniel Vega
Ucero
N.I.U 100073872
2. La Edad Media es un periodo histórico que comienza con la
caída del Imperio Romano de Occidente (476) y finaliza en el
siglo XV, con el descubrimiento de América (1492).
Si bien es cierto que hubo una cierta evolución a lo largo de los
más de mil años que duró esta etapa, podemos afirmar que la
guerra se basaba en lograr el control de plazas fuertes. Los
enfrentamientos más comunes eran los asedios de
fortificaciones y guerras de desgaste (“cabalgadas” con el
objetivo de debilitar al enemigo y obtener un botín). Por su parte,
las batallas campales eran muy poco habituales. Sólo tenían
lugar cuando se buscaba aplastar al ejército enemigo o frenar su
avance (este tipo de batallas fue muy común durante la Guerra
de los Cien Años).Las operaciones para tomar castillos o
ciudades resultaban mucho más efectivas y suponían un número
de pérdidas mucho menor.
La estrategia militar consistía básicamente en acceder al control
de las fuentes de riqueza. Durante la Alta Edad Media, esta
táctica quedaba reducida a proteger o arrasar los campos y
huertos, y a asaltar los castillos que las protegían, dado que la
agricultura y la ganadería eran las únicas fuentes de caudales.
Los castillos servían de protección contra los ataques. Estaban
construidos en alturas, para poder divisar la proximidad del
enemigo. Contaban con muros altos, puentes levadizos y
murallas. Con el paso del tiempo, los objetivos fueron
centrándose en las emergentes ciudades, que gracias al
comercio y la artesanía suponían mayores riquezas. Al igual que
los castillos, las ciudades fortificaron sus muros para resistir a
los ataques de enemigos.
EL EJÉRCITO MEDIEVAL
Los ejércitos de la Edad Media eran muy simples, y no solían
tener una estructura sofisticada. Los regimientos permanentes
no aparecieron hasta finales del siglo XV. Durante la Alta Edad
Media, las batallas consistían en caóticos enfrentamientos entre
grupos de infantería desorganizados.
Los pueblos bárbaros que atacaron el Imperio Romano eran
bandas armadas con espadas y hachas que avanzaban y
combatían a pie y carecían de una estrategia u organización
compleja, simplemente buscaban hacerse con los alimentos y
posesiones del enemigo.
3. Con Carlomagno aparecen los primeros ejércitos, compuestos
por infantería y caballería armada. Es aquí donde aparece la
figura del caballero medieval.
Siglos después, en pleno feudalismo, al ser convocado el
ejército, los vasallos se reunían con los caballeros, arqueros y
demás hombres de armas. Una vez allí, eran reagrupados
atendiendo a su función en la batalla. Así, los caballeros
marchaban junto con los escuderos, y los arqueros con la
infantería. Las unidades especiales, como los artilleros, solían
ser expertos contratados para la campaña en cuestión.
En la Baja Edad Media gana peso la imagen del mercenario.
Estos guerreros se agruparon en compañías al servicio de la
ciudad o el señor feudal que los contratara.
El inicio de los ejércitos modernos permanentes se encuentra en
el año 1439, cuando el rey Carlos VII de Francia creó las
Compañías Reales de Ordenanza, compuestas por caballeros o
por soldados de infantería, y que eran pagadas con dinero
procedente de los impuestos.
COMPONENTES DEL EJÉRCITO
-Infantería:
En un principio, la única táctica de la infantería era aproximarse
al enemigo y atacarle con las diversas armas de las que se
disponía en la época. Se trataba de un cuerpo mal formado y
poco disciplinado, y es que lo componían campesinos mal
armados y sin instrucción. Ésto facilitó el auge de la caballería.
Las tácticas anglosajonas consistentes en agrupar a los
luchadores con sus escudos, permitiendo de este modo resistir
a los ataques tanto de la caballería como de los arqueros,
supuso el punto de inflexión del papel de la infantería en el
campo de batalla. Por otra parte, en zonas de terreno escabroso
o accidentado, como Escocia, la necesidad de encontrar tropas
eficaces que no dependieran en demasía de la caballería
propició el resurgimiento de la infantería. Una formación de
lanceros podía frenar a la caballería noble de mucho más poder,
y por una pequeña parte del coste del mantenimiento de la
caballería pesada. Es el caso de las guerras de independencia
escocesas, donde se emplearon círculos de lanceros para
repeler los ataques de la caballería enemiga, o los famosos
escuadrones de piqueros suizos.
-Caballería:
Por lo general, la caballería se organizaba en varias divisiones
que eran lanzadas una detrás de la otra al combate. El primer
cuerpo debería romper las líneas enemigas y dejar el paso al
4. resto. Cuando el enemigo huía, comenzaría la persecución y
masacre de sus tropas en retirada. Sin embargo, en la práctica,
los caballeros solían actuar indiviudalmente en detrimento de la
estrategia planeada por el dirigente. Buscaban alcanzar la gloria
y el hono, por lo que procuraban situarse en las posiciones de
primera fila en los ataques. La victoria en sí no era tan
importante como alcanzar la gloria. Un ejemplo de la conducta
indisciplinada de los caballeros medievales es la batalla de
Crécy, donde un ejército francés de 40.000 hombres fue vencido
por 10.000 ingleses. La falta de paciencia de la caballería
francesa le llevó a cargar arrollando a sus propios ballesteros y
arruinando el plan de combate.
A finales de la Edad Media, la fuerza de la caballería pesada era
similar a la de la infantería y los tiradores, y es que había
quedado más que demostrada la inutilidad de cargar contra una
tropa disciplinada y bien emplazada. Atacar a un grupo
numeroso de piqueros y arqueros resultaba desastroso para los
caballeros, por lo que se vieron obligados a luchar a pie o a
esperar el momento oportuno.
-Arqueros:
Se trataba de hombres libres y profesionales, pues recibían un
salario a cambio de su trabajo, aunque solían ligarse por
generaciones a sus señores, traspasando hereditariamente esta
obligación a sus hijos. Normalmente, junto con los hombres de
armas y escuderos, formaban las guarniciones fijas de los
castillos. El amplio desarrollo en flechas y puntas permitió un alto
poder de penetración en cotas de malla, por lo que las bajas que
causaban eran muy numerosas.
-Ballesteros:
Los ballesteros, por su parte, eran generalmente mercenarios,
gente de bajo nivel de vida sin adiestramiento específico. La
ballesta era un arma con un gran poder de penetración, pero
escasa precisión en tiro largo, por lo que solía usarse
prácticamente “a quemarropa”. Eran un arma especialmente
destructiva y muy usada en lugares como Inglaterra o la
península Ibérica, hasta su prohibición por la Carta Magna
(aunque siguió usándose en contiendas como las de las
Cruzadas). Estaban constituidas por el arco, la cureña, la nuez,
que sostenía la cuerda para que se mantuviera tensa, y la llave
que servía para accionar el mecanismo que disparaba la flecha.
Fue sustituida por el arco grande a finales del siglo XIII.
5. -Artillería:
La artillería se mostró como la única forma verdaderamente
eficaz de discolver los compactos cuadros de piqueros. Se
componía de primitivos cañones que rompían las filas de las
formaciones de soldados aglutinados. Los castellanos fueron los
primeros en desarrollarla. Se habla del sitio de Algeciras (1342)
como el punto de partida de la Artillería.
LA GUERRA EN EL MAR
Las batallas navales a lo largo de toda la Edad Media fueron muy
poco frecuentes.
El Imperio Bizantino fue famoso por su superioridad naval. Su
flota, tras la caída del Imperio Romano de Occidente, controló el
mar Mediterráneo. Tener una importante flota era crucial para
defender Constantinopla, la capital, pues tenía el puerto más
importante del mundo en ese momento. A la defensa de la
capital contribuyó también el uso del “fuego griego”, una
sustancia incendiaria que, aunque no explosionaba, se extendía
rápidamente por la superficie del agua quemando los barcos
enemigos. En las batallas navales era lanzado en brulotes
(buques de vela no tripulados repletos de materiales
inflamables). El navío modelo de la flota bizantina era el dromon,
evolución de los trirremes clásicos. Es un barco de remo, similar
a la galera, de un solo mástil. El velamen era latino (de vela
cuadrada) como herencia de las técnicas de navegación
precedentes.
Los vikingos asolaron Europa con sus drakkar, embarcaciones
largas y estrechas y con remos en casi toda la longitud del
casco. Se trataba de barcos muy maniobrables, pues les
permitían llegar a poblaciones interiores remontando ríos. Los
nórdicos también lucharon en muchas batallas navales entre
ellos mismos. Esto se hacía normalmente atando los barcos de
ambos bandos uno contra el otro, intentando emular sobre el
mar la situación en tierra firme.
En la Guerra de los Cien Años la actividad naval quedó limitada al
transporte de los caballeros.
ARMAS
6. Alabarda: arma enastada de astil de madera de unos dos metros
de longitud y que tiene en su quot;cabeza de armasquot; una punta de
lanza como peto superior, una cuchilla transversal con forma de
hoja de hacha por un lado, y otro peto de punza más pequeño
por su opuesto. Fue utilizada con grandísimo éxito como arma
de infatería.
Pica: arma de asta que fue muy usada por la infantería,
principalmente para hacer frente a los ataques y cargas con
caballería. Son similares a una lanza, pero mucho más grandes
en longitud, midiendo entre tres y cuatro metros normalmente.
En el campo de batalla se usaban en formaciones de falange o
de quot;erizoquot;. Fueron reemplazadas como arma para el campo de
batalla por las bayonetas.
Hacha de Petos: hacha larga de a dos manos, con cabeza armada
de distintos petos(cuchillas y púas), cuya asta está ferrada
(refuerzos metálicos sobre la vara) y que posee una especie de
rodela sobre el tercer y último tercio para proteger y sujetar la
mano de asir. La usaban los infantes de a pie sobre todo en
Francia, para duelos y justas.
Partesana: lanza cuya hoja es grande y recta, ancha por la base,
con filo por ambos lados y que se va angostando hacia la punta.
La base posee dos aletas corvadas en punta, o bien en forma de
media luna. Su astil medía sobre los 2 metros y tenía regatón de
hierro.
Bracamante: espada muy empleada por la infantería de un solo
filo y curvada en la parte superior, cerca de la punta.
Espada jineta: espada de producción genuinamente nazarí.
Correspondía a un tipo de espadas rectas, de doble filo con
canal hasta la mitad y de una sola mano. Su característica más
importante era el grandioso trabajo y calidades de los materiales
con los que se fabricaban las empuñaduras.
Estoque: espada cuya hoja se va estrechando desde la
empuñadura hasta la punta, y que se usaba más de punta que
de corte.
Mangual: arma compuesta de una vara cadenada que finalizaba
en una cabeza de maza que en realidad era una bola plomada
con púas.
Maza: arma compuesta por una sencilla bola de corazón de
bronce o hierro, con cuchillas o puntas, colocadas en el extremo
7. de un corto mango. En realidad fue más usada como insignia
ceremonial y símbolo de poder.
Alfanje: espada de hoja ancha y curva y con filo en un único lado
muy habitual en la península Ibérica.
Shamsir: alfanje musulmán. De hoja curva y cruz de cortos
gavilanes, su estilizada hoja se curva regularmente desde su
primer tercio. De un solo filo por norma, salvo en su último
tramo, era un arma de una sola mano.
Rodela: escudo redondo y de una sola asa, de uso muy extendido
en la Edad Media. Se usaba sobre todo para luchar con espada.
Ballista: arma de asedio de aspecto y mecanismo similares a los
de una ballesta, pero de un tamaño mucho mayor. Disparaba
grandes jabalinas. Debido a su tamaño, debía sostenerse sobre
un trípode y era manejada por varios hombres encargados de
poner los proyectiles, tensar la máquina por un mecanismo de
torsión y liberar finalmente el proyectil. En el siglo XV, la llegada
del cañón al escenario europeo hizo que la ballista y muchas
otras armas de asedio, como las catapultas, fuesen relegadas al
olvido.
Trabuquete: arma de funcionamiento similar a la catapulta pero
con un radio de fuego mucho mayor.
Mortero: instrumento de artillería en vuyo interior se colocaba
pólvora que, al detonar, lanzaba una piedra anteriormente
colocada en él. Era de poca velocidad y escasos efectos.
Pedrero: pieza de mayor longitud que el mortero y más
redondeado.
Lombarda: cañones primitivos de ánima cilíndrica que disparaban
proyectiles regularizados.