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12 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
Desde que en el año 1900 se creó por primera vez un ministerio específico para el
ámbito educativo, denominado entonces «de Instrucción Pública y Bellas Artes»,
multitud de avatares han protagonizado la carrera educativa. El artículo analiza los
avances y retrocesos de esta evolución en dos grandes bloques: por un lado, describe
el marco general en el que se iban sucediendo las distintas políticas y tendencias
ideológicas; y, por otro, hace un repaso de las corrientes de innovación pedagógica
ensayadas en este siglo a punto de concluir. De forma simultánea a ambos
planteamientos, una minuciosa cronología permite situar con exactitud los
acontecimientos a los que se hace referencia en el texto.
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
La educación en España,
en el siglo XX
Jordi Monés i Pujol-Busquets*
IMEB.
educación en el siglo XX, educación en
España, Historia de la Educación
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 13
Es evidente que este siglo no
puede presentarse cronológica-
mente de manera unitaria. Sin em-
bargo, creemos que, desde una órbi-
ta educativa, el siglo XX en España
viene marcado fundamentalmente
por dos acontecimientos. El primero
de ellos de carácter político-militar:
la victoria de las tropas del general
Franco, y el segundo, un hecho edu-
cativo, la Ley General de Educación
de 1970; todo ello nos permite dibu-
jar tres períodos diferentes, que estu-
diaremos de manera separada: 1900-
1939; 1940-1969; y 1970-1999.
El período 1900-1939
Desde la perspectiva políticosocial,
esta época viene definida por tres eta-
pas que conviene precisar de antema-
no: el primer período constitucional
(1900-1923), la dictadura de Primo
de Rivera (1923-1930), y la Segun-
da República (1931-1939). A pesar
de sus diferencias, forman, de hecho,
un bloque que configura un marco
educativo común.
Evolución de la educación
en el contexto económico y
políticosocial
Con la entrada del siglo se produ-
ce un cambio esencial; la educación
contará, a partir de este momento,
con un ministerio específico, con lo
cual los problemas surgidos en este
ámbito serán más fáciles de plan-
tear. España vivía, en general, al mar-
gen de los países avanzados de Euro-
pa y América; sus déficit escolares
abarcaban distintos campos, desde
el políticosocial al socioeconómico,
incidiendo también en el ámbito
socioeducativo.
Los problemas fundamentales en
este ámbito podrían resumirse de la
siguiente manera: déficit de equi-
pamientos escolares en todos los
niveles, con la consiguiente baja es-
colarización en los tres grados de la
enseñanza y una alta tasa de analfa-
betismo; el carácter eminentemente
urbano de la educación, que en una
sociedad agraria creaba muchos pro-
blemas relacionados con el ámbito
educativo en el mundo rural; a pe-
sar de que se igualaban los porcen-
tajes de escolarización primaria en-
tre los chicos y las chicas, el por-
centaje de mujeres en la Enseñanza
Secundaria y superior era práctica-
mente inexistente; el unitarismo
religioso, cultural, lingüístico, pro-
gramático, etc., fruto de la centrali-
zación política, considerada como
un sinónimo de progreso, impedía
la inserción de la escuela en el con-
texto sociocultural. (Véase en este
mismo número de Cuadernos de Pe-
dagogía el artículo «El proceso de es-
colarización».)
Estos déficit venían determina-
dos, en buena parte, por la escasa
inversión pública y privada realizada
en el terreno educativo. Así, la es-
tructura educativa y la baja inver-
sión en este ámbito comportaban
grandes diferencias sociales entre los
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
El marco general
1. Claudio Moyano
Samaniego (1809-1890).
Padre de la primera ley de
educación dictada en
España (1857).
2. Antonio García Alix
(1852-1911). Creó el
primer ministerio
específicamente
educativo y preparó
la primera reforma en
profundidad de la
Ley Moyano.
3. Marcel.lí Domingo
y Sanjuán (1884-
1939). Conocido
como el «Jules Ferry»
español, fue el primer
ministro de Instrucción
Pública de la Segunda
República y marcó las
líneas de actuación de la profunda renovación que llevaron a cabo los republicanos.
4. José Luis Villar Palasí (1922-...). Desde su entrada en el MEC, se propuso impulsar
una ley general en materia educativa.
5. José Ma
Maravall (1943-...). Hemos de considerarle el padre de la LOGSE, aunque
esta ley no se aprobó en la época en que dirigía el MEC.
12
4 5
3
14 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
receptores de la educación. Gozar
de los beneficios de la educación
generaba dificultades, ya que mu-
chos padres necesitaban el concur-
so económico de sus hijos desde
muy jóvenes, sobre todo en el cam-
po y en las barriadas obreras de las
zonas industriales; por otro lado,
las ventajas que podían derivarse de
la enseñanza se veían aún menos cla-
ras en las chicas, pues se considera-
ba que debían dedicarse casi en ex-
clusiva a la procreación y la educa-
ción de los hijos. (Véase el artículo
«De las escuelas de niñas a las polí-
ticas de igualdad».)
Grupos y sectores implicados en
el mundo educativo
A pesar de una cierta inercia, apare-
cida ya desde finales del siglo XIX,
había algunos sectores sociales que
estaban preocupados por el proble-
ma de la enseñanza, dentro de los
cuales se encontraban diversos polí-
ticos, sindicalistas, filántropos, fe-
ministas, etc., y muy especialmente
un cierto número de enseñantes, el
grupo social más preocupado por el
problema educativo.
A comienzos del siglo XX, el má-
ximo interés de estos grupos con-
sistía en trasladar las inquietudes de
finales del XIX —expresadas en los
congresos pedagógicos, en los ce-
náculos de formación del profeso-
rado y en las propias Cortes— del
terreno teórico a la cotidianeidad.
(Véase el artículo «El profesorado».)
La problemática socioideológica,
uno de los ejes centrales en este sen-
tido y a la cual nos referiremos más
adelante, se resumía en dos cuestio-
nes: quién tenía derecho a enseñar y
qué era lo que se debía enseñar. El
primero de estos casos constituía una
derivación de la lucha por el control
de la enseñanza entre la Iglesia y el
Estado. Aunque la libertad de en-
señanza proclamada en la Constitu-
ción de 1876 favorecía a ambas cor-
poraciones, posibilitaba también la
existencia de grupos minoritarios
interesados en la modernización de
la escuela.
En cada una de las etapas citadas,
las diferencias entre el Estado, la
Iglesia y una serie de sectores des-
vinculados, en mayor o menor me-
dida, del sistema vendrán determi-
nadas por el papel que desempeñará
cada uno de estos ámbitos. Así pues,
la evolución general del período que
estudiamos se puede considerar co-
mo una resultante de la pugna man-
tenida entre los tres grupos antes
citados, que al margen de su ads-
cripción socioeconómica, se dife-
renciaban claramente en sus obje-
tivos educativos y en los valores y
pautas propugnados.
Las luchas partidistas y una con-
cepción poco definida de la acción
del Estado, en cuanto a la gestión y
el control, daban como resultado el
hecho de que éste ni hiciera ni deja-
ra hacer, a pesar de ser determinan-
te en el mundo educativo. En este
sentido, cabe señalar que el Gobier-
no intentaba dar solución a los pro-
blemas más acuciantes, aunque el
balance final es decepcionante: con
pocos recursos y un exiguo porcen-
taje del presupuesto dedicado a la
educación, situado muy por debajo
del de los países europeos que se en-
contraban a la vanguardia, era impo-
sible hacer milagros, aunque los re-
sultados variaron de forma ostensible
en cada una de las etapas anterior-
mente descritas.
Los conservadores procuraban con-
servar sus privilegios, algunos de
raíces históricas y otros que habían
recuperado a raíz de la Restauración
de 1875. No obstante, cabe decir
que, en comparación con períodos
anteriores, se pueden observar una
serie de cambios importantes, por
ejemplo en la Iglesia, que no se reple-
gaba a la defensiva, sino que presenta-
ba batalla dentro de lo que podríamos
considerar la modernización de la
enseñanza, aunque en líneas genera-
les seguía los métodos y las concep-
ciones más tradicionales.
En efecto, algunos de sus secto-
res lanzaban una ofensiva socioedu-
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
Cronología
Período 1900-1939
ll1900
18-IV. Creación del Minis-
terio de Instrucción Pública
y Bellas Artes.
1901
Establecimiento de la Aso-
ciación Nacional del Magis-
terio Primario.
31-XII. Los maestros que co-
braban de los ayuntamien-
tos con pocos recursos, sobre
todo en las zonas deprimi-
das, pasarán a cobrar del Es-
tado, a pesar de que sus ha-
beres no serán incluidos en
los presupuestos generales
del Estado hasta 1911. Con
esta medida, los maestros,
que muchas veces sólo co-
braban en especias, comen-
zarán a percibir cierta canti-
dad en metálico.
17-VIII. Romanones inicia
cambios en el Bachillerato.
La reforma era limitada y
contradictoria, introducía
las Ciencias Experimenta-
les y unificaba, en parte, los
institutos de Bachillerato y
las escuelas normales. Los
institutos se denominarán
«generales y técnicos».
La Compañía de Jesús crea
la revista Razón y Fe, que
con argumentos modernos,
atacará el laicismo escolar y
la secularización de la en-
señanza.
ll1902
21-X. R.D. que obliga a que
la enseñanza del catecismo
se haga en castellano; será
revocado el 2-XII debido a
las protestas que se produ-
cen en Cataluña.
Celebración del IV cente-
nario de la fundación de la
Universidad de Valencia, du-
rante el cual tiene lugar una
Asamblea Pedagógica Re-
gional y la I Asamblea Uni-
versitaria.
ll1905
Manjón instala al pie del
Albaicín un Seminario de
Maestros, para formar do-
centes que trabajarán en las
«La instrucción
elemental sólo sirve
para engendrar
ambición en
el pecho del pobre».
Padre Ruiz Amado
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 15
cativa mediante el establecimiento
de asociaciones vinculadas a la en-
señanza; la formulación de progra-
mas educativos; y, especialmente,
mediante una serie de experiencias
renovadoras, las cuales no sólo abra-
zaban los establecimientos docentes
dedicados al alumnado procedente
de las clases adineradas, sino que se
preocupaban, en parte, por los gru-
pos menos favorecidos.
Por lo que se refiere a las agru-
paciones que cuestionaban el papel
del Estado y el de la Iglesia, podría-
mos hablar de dos segmentos socia-
les bien definidos: una serie de gru-
pos intelectuales que se integrarán
de una forma prácticamente total en
el movimiento de la Escuela Nueva,
y un conjunto de sectores críticos
con el sistema, tanto desde el punto
de vista social como religioso y mo-
ral, representantes, generalmente, de
las clases subalternas.
El primer grupo se había desarro-
llado por medio de una dinámica
propia, cuyo máximo exponente era
la Institución Libre de Enseñanza
(ILE) establecida en 1876, que ac-
tuó en todo momento en dos ámbi-
tos: el mundo social y el entorno
político. En el primero, se trataba
de formar distintos grupos, espe-
cialmente entre el profesorado, que
además de luchar contra los déficit
anteriormente expuestos, aceptaran,
entre otras cosas, la neutralidad ideo-
lógica y el activismo escolar, lo que
representaba, en cierto modo, la au-
toformación del alumnado. En cuan-
to al segundo, intentaba que las au-
toridades adoptaran algunas de sus
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
escuelas del Ave María, crea-
das en el siglo XIX.
ll1907
11-I. Creación de la Junta
para la ampliación de estu-
dios.
Maria Montessori funda en
Roma las Case dei Bambini.
Por otro lado, Ovide Decro-
lyestableceenBruselasl’Éco-
le de l’Ermitage.
18-XI. R.D. sobre inspec-
ción, que en el fondo, perse-
guía la supresión de las es-
cuelas laicas.
ll1908
24-IV. Se aprueba el Pre-
supuesto Extraordinario de
Cultura del Ayuntamiento
de Barcelona. Prevé el esta-
blecimiento de cuatro es-
cuelas graduadas. Noveda-
des: neutralidad religiosa,
bilingüismo, dignificación
del maestro, coeducación.
Suspensión gubernativa el
25-II-1909.
ll1909
3-VI. Creación de la Escuela
de Estudios Superiores del
Magisterio. Reforma 20-XI-
1911. Se trata de preparar a
los inspectores de primera
enseñanza y al profesorado
de las escuelas normales.
23-VI. Se extiende la obliga-
toriedad de la escolarización
hasta los doce años. La Ley
Moyano sólo la preveía de
los seis a los nueve años.
13-X. Ejecución del edu-
cador racionalista Ferrer y
Guardia, acusado sin prue-
bas fehacientes de instigador
de la Semana Trágica (26-
VI.3-VII).
26-XI. Documento metro-
politano «Contra la existen-
cia de las escuelas laicas».
Fundación de la FETE (Fe-
deración de Trabajadores de
la Enseñanza), adscrita a la
UGT.
ll1910
R.D. reiterado por una R.O.
1-II-1912; en él se da el
nombre de «escuelas nacio-
nales» a las elementales. En
1924, los institutos se lla-
marán institutos nacionales
de enseñanza media.
Niños y niñas cumplen
con el saludo franquista
en grupos separados.
IMEB.
16 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
propuestas, que mayormente serían
de carácter experimental.
Dentro de unos parámetros si-
milares aparecería en Cataluña un
movimiento pedagógico específico
claramente vinculado al regionalis-
mo catalán, el cual, a pesar de pre-
sentar diferencias políticas sustan-
ciales en relación a la ILE, utilizaba
una táctica y estrategia similares, pero
con la salvedad de que las relaciones
con la Administración se vehicula-
ban a través de las diputaciones y la
Mancomunidad de Cataluña en un
primer momento, y con la Genera-
litat y el ayuntamiento de Barcelo-
na durante la etapa de la Segunda
República, época en la cual las re-
laciones de dichos políticos y peda-
gogos con la ILE fueron muy flui-
das. Como podremos observar en el
apartado dedicado a la innovación pe-
dagógica, el movimiento catalán se
situó, en estos años, a la vanguardia
de dicha innovación.
En cuanto a los movimientos críti-
cos con el sistema, cabe señalar que
su cualificación resulta muy com-
pleja, porque aunque existía un de-
nominador común, el laicismo, és-
te abarcaba desde el anticlericalismo
militante hasta diferentes posiciones
moderadas que, en determinadas zo-
nas del Estado, incluían a los sectores
vinculados a la ILE.
Aunque a finales del siglo XIX
se apuntaban diversos movimien-
tos concomitantes, con la entrada
del nuevo siglo lo que podríamos
cualificar como «escuela raciona-
lista», vinculada al socialismo li-
bertario —con gran incidencia en
buena parte de España, sobre todo
en ciertas zonas, como Cataluña,
el País Valenciano, Andalucía y Gali-
cia—, constituiría el grupo más co-
herente en este sentido.
Por otro lado, no podemos silen-
ciar el republicanismo, que derivó
en determinados casos hacia el so-
cialismo marxista, y que cobró im-
portancia en diversas zonas, espe-
cialmente en la capital, con una ma-
yor presencia en el campo teórico.
En el marco de los diversos grupos
mencionados anteriormente, debe-
mos señalar también como agentes
educativos a diversas asociaciones
populares, desde los ateneos obre-
ros hasta las Casas del Pueblo, etc.
(Véase «La educación informal del
siglo XX»; «Enseñanza pública-pri-
vada. Un debate permanente».)
Con matices de todo tipo, este
marco abarca las tres etapas antes
mencionadas, con la salvedad de la
guerra civil, que constituye un pe-
ríodo con características propias.
Entre 1900 y 1923 se dibuja prác-
ticamente todo el contexto teórico, a
pesar de que las innovaciones en la
práctica educativa tuvieran un carác-
ter minoritario. Debemos recordar
al respecto la labor llevada a cabo en
algunas instituciones dependientes
de la Iglesia, algunos ensayos intere-
santes vinculados a las formulacio-
nes especulativas de la ILE con inci-
dencia en diversas regiones españo-
las, los proyectos puestos en marcha
en los centros educativos que se
crearon en Cataluña, en estos dos
últimos casos en el terreno público
y privado, y las experiencias esco-
lares protagonizadas por el movi-
miento obrero y campesino, a pesar
de la censura y/o la persecución gu-
bernamental.
La dictadura de Primo de Rive-
ra ejerció un control ideológico muy
superior al que el propio Estado
había realizado anteriormente, di-
rigido especialmente a los sectores
que cuestionaban mayormente el
carácter uniformizador, coercitivo y
clasista gubernamental. Así, se inicia-
ron una serie de reformas —cuestio-
nables en parte— en los distintos
niveles de la enseñanza y se dieron
mayores facilidades a los grupos es-
colares confesionales; en contrapo-
sición, y como factor positivo, se ob-
serva por primera vez que se presta
una mayor atención a las construc-
ciones escolares, especialmente de
la escuela primaria.
A pesar de los vaivenes políticos,
en el período de 1931-1936 la Re-
pública recogió todos los proyectos
formulados por los grupos conside-
rados como progresistas, algunos de
los cuales figuraban incluso en la pro-
pia Constitución republicana: crea-
ción de 27.000 escuelas primarias;
extensión del Bachillerato; dignifi-
cación del profesorado, en especial
de los maestros, tanto en el terreno
económico como en el profesional,
gracias a la reforma de los estudios
de Magisterio; la escuela unificada
como fórmula para garantizar la
igualdad de oportunidades; la ex-
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
Se reconoce el derecho de
las mujeres a matricularse
libremente en los centros
oficiales y el de desempeñar
cátedras vinculadas al MIP-
BA. Se trata de una medida
sin consecuencias prácticas.
Fundación en Madrid de la
Escuela Nueva de Núñez de
Arenas, vinculada a la ILE.
ll1911
Febrero. Primer número de
la Revista de Educación. Di-
rectores: Joan Bardina y Ela-
di Homs. Da mucha infor-
mación sobre el nuevo mo-
vimiento pedagógico.
ll1912
Se celebra en Barcelona el I
Congreso Español de Hi-
giene Escolar. Se trata de un
movimiento que comenzó a
adquirir importancia a me-
diados del siglo XIX, y que
dio lugar a una importan-
te legislación al respecto en
esta época, sin resultados
apreciables.
El pedagogo Joan Palau
Vera participa en Roma en
el I Congreso Internacional
Montessori. Al II Congre-
so, celebrado en 1914 en la
misma capital, asisten seis
maestras pensionadas por
las diputaciones de Barce-
lona y Lleida.
ll1913
Se crean en Barcelona las
primeras escuelas montes-
sorianas. Su expansión en
Cataluña y luego en Balea-
res será muy rápida.
Se declara como voluntaria
la enseñanza del catecismo
en las escuelas nacionales.
18-XII. R.D., que crea las
Mancomunidades provin-
ciales, lo cual permitía la or-
ganización propia como di-
putación única en las regio-
nes históricas. Sólo se acoge
a ella Cataluña.
ll1914
Julio-agosto. I Escola d’Es-
tiu, Barcelona 1914-1923.
Suprimida por la dictadura
de Primo de Rivera y por la
dictadura franquista, se ce-
lebró también en 1930-1935
y se reanudó en 1966.
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 17
tensión de la coeducación a la En-
señanza Secundaria y la tolerancia
en la Primaria; el neutralismo reli-
gioso; la descentralización adminis-
trativa; el bilingüismo en Cataluña,
con proyectos de extensión a otras
zonas; la autonomía universitaria,
etc. (Véase en este número de Cua-
dernos el conjunto de los artículos
sobre la educación en España.)
Los problemas económicos deri-
vados del crack del 1929, los cam-
bios políticos que, a raíz del triunfo
de las derechas, originaron que en
los años 1934 y 1935 se frenara la
reforma o los propios errores de los
gobiernos republicano-liberales de-
terminaron, en buena parte, que la
mayoría de los proyectos o no se
realizaran o quedaran a mitad de
camino, aunque las diferencias en
este sentido con respecto a los perío-
dos anteriores resultan significativas,
especialmente en lo que hace refe-
rencia a la participación popular en
la problemática educativa.
La existencia de dos Españas du-
rante la guerra civil configuró dos
mundos escolares diferentes. En
cuanto a la llamada «zona nacio-
nal», nos referiremos a ella al hablar
del período 1940-1969. Por lo que
concierne a la zona republicana,
además de intentar mantener la
esencia de la escuela republicana,
se plantearon cambios profundos
que daban prioridad a las cuestiones
socioeducativas, y en particular a una
mayor participación de la mujer en el
entorno socioeducativo; esta políti-
ca tuvo especial relieve en Cataluña,
el País Valenciano y algunas zonas
de Aragón, pero no llegó a solidifi-
carse debido al triunfo del ejército
franquista.
Pensamiento escolar y discusión
ideológica
Dada la importancia que adquiere
el discurso y la controversia ideo-
lógica, creemos pertinente definir,
aunque someramente, las grandes
corrientes en este sentido que carac-
terizan el período que estamos estu-
diando, agrupándolas en tres grandes
bloques: el pensamiento conserva-
dor, las corrientes republicano-libe-
rales y las propuestas de los sectores
subalternos.
Cabe hablar, pues, en primer tér-
mino del pensamiento conserva-
dor, con una gran influencia en el
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
30-VIII. Reforma de la en-
señanza normal. Primer in-
tento de profesionalizar la
carrera de Magisterio, aun-
que la reforma se queda a
mitad de camino.
ll1915
Adolphe Ferrière publica los
30 puntos que definen «la
Escuela Nueva», aceptados
en 1921.
ll1916
A lo largo del verano, se
celebra en Barcelona el III
Curso Internacional Mon-
tessori, bajo la dirección de
la doctora Montessori, quien
continuará vinculada a Bar-
celona como catedrática de
Pedagogía y también como
directora del Laboratorio de
Piscología Experimental de
la Diputación.
ll1917
12-IV. R.D. que regula el I
Estatuto del Magisterio Na-
cional Primario.
Fundación de la Institución
Teresiana del Padre Poveda,
aprobada por la Santa Sede
en 1924.
ll1918
10-V. Se crea el Instituto
Escuela de Madrid, una ins-
titución piloto que desvin-
cula la Enseñanza Secunda-
ria clásica de la universidad
y la considera una continua-
ción de la escuela primaria.
Diciembre. Ponencia de
enseñanza presentada en el
Congreso del PSOE cele-
brado en Madrid, que ejer-
cerá una cierta influencia
durante el período de la Se-
gunda República.
ll1919
21-IV. R.D. de autonomía
universitaria; no se aplica
hasta 1921, aunque de for-
ma tímida.
ll1920
El educador suizo Edouard
Claparède dicta cinco lec-
ciones en l’Escola d’Estiu de
Barcelona.
ll1921
Se funda en Ginebra la Li-
gue Internationale de l’Édu-
cation Nouvelle.
Dirigida por Lorenzo Luzu-
Escuela activa: tiempo para el ajedrez
en la Escola Regionalista
del Poble Nou (Barcelona), en 1929.
IMEB.
18 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
período 1900-1923, y que se va
transformando a lo largo de estos
años para adaptarse a las nuevas rea-
lidades, pero sin sufrir grandes cam-
bios en su esencia, aunque el carácter
ultramontano de finales del siglo
XIX volvería a aparecer durante la
dictadura de Primo de Rivera. El
eje fundamental de este pensamien-
to giraba en torno a la idea de la in-
movilidad del orden establecido y
la inmutabilidad de las pautas y va-
lores tradicionales.
A partir de estas ideas, se dibuja-
ba un mundo escolar específico ba-
sado en la autoridad, que requería
orden y disciplina en todos los ám-
bitos; en este contexto, el educa-
dor, o en su defecto el programa,
se erigía en el centro del proceso
educativo, en el cual el educando
desempeñaba un papel pasivo; en
este sentido, la formación y la mi-
sión del maestro era más moral que
profesional. Los niveles superiores
estaban reservados a determinados
grupos socioeconómicos, siempre
dentro del género masculino, y las
clases subalternas se veían conde-
nadas, en el mejor de los casos, a la
enseñanza Primaria, no siempre
completa.
Se insistía asimismo en la peligrosi-
dad de las doctrinas que atentaban
contra la unidad política del Estado
tradicional en sus vertientes religiosa,
moral, lingüística, etc.; es decir, en
todo aquello que ponía en entredi-
cho los valores fundamentales: patria,
religión y familia. No resulta extraño,
pues, que se propugnase que doctri-
nas como el evolucionismo, el positi-
vismo, el socialismo, el regionalismo,
etc., debían ser prohibidas e incluso
perseguidas.
El pensamiento republicano-libe-
ral representado por la ILE y ciertos
sectores afines, que tuvo su momen-
to álgido en el período 1931-1936,
partía de la base de la separación de
la Iglesia y el Estado dentro de un
concepto de libertad compartida,
el cual, aplicado a la educación,
tenía que dar como resultado un
mundo escolar distinto, puesto que
el educando pasaba a convertirse
en el centro del proceso educativo,
en el que la actividad se convertía en
el eje fundamental sobre el que bas-
culaba la nueva metodología. Por
otro lado, la educación tenía que es-
tar abierta a todos los descubri-
mientos científicos.
Por lo que compete a los grupos
vinculados a los movimientos po-
pulares, resulta difícil su caracteri-
zación, dada la existencia de una
cierta heterogeneidad. Como ya he-
mos indicado anteriormente, nos
centraremos más concretamente en
el socialismo libertario, más común-
mente llamado escuela racionalista,
y en el socialismo marxista.
Los libertarios, al margen de una
concepción igualitarista de la en-
señanza que debía reflejarse en los
programas educativos, tenían una
fe casi ciega en la ciencia, y mostra-
ban un gran interés en aplicar su
concepción sobre la libertad indivi-
dual al mundo de los escolares, lo
que comportaba una serie de con-
tradicciones. Cabe señalar, por otro
lado, la lucidez crítica de algunos
educadores del socialismo libertario
por lo que se refiere al carácter ca-
sernario de la escuela tradicional, a
las limitaciones del republicanismo
—especialmente las reformas de la
Tercera República francesa—, y al
idealismo del movimiento de la Es-
cuela Nueva, aunque recogían mu-
chos de los postulados de este últi-
mo movimiento.
El socialismo marxista, por su
parte, perseguía objetivos similares,
y partía de un aparato crítico simi-
lar al del movimiento racionalista
en lo que respecta a la escuela tra-
dicional y la Escuela Nueva, aun-
que se diferenciaba primordial-
mente de la escuela racionalista en
el papel determinante que había de
asumir el Estado o, en su defecto,
las instituciones públicas en gene-
ral en la estructura educativa, tanto
en materia de programación como
en la gestión. (Véase «La educación
informal del siglo XX».)
Período 1940-1969
Durante la guerra, la educación en
la España nacional ocupará un lugar
secundario, algo que contrasta con
el interés suscitado por este ámbito
en la zona republicana, una postura
que presagiaba las futuras políticas
adoptadas en torno a la educación.
Podemos considerar que la escuela
franquista se comenzó a configurar
a partir del curso 1939-1940, a pe-
sar de que ya existían unas bases im-
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
riaga, sale en Madrid el pri-
mer número de la Revista de
Pedagogía, que además inicia
una serie de publicaciones.
Al margen de su nivel cien-
tífico y cultural, desempeña
un papel determinante co-
mo portavoz de la Liga In-
ternacional de la Escuela
Nueva.
ll1922
Se celebra en Barcelona el II
Congreso Internacional de
Psicotecnia, bajo la presi-
dencia del profesor Edouard
Claparède y con la asistencia
del doctor Decroly.
ll1923
13-IX. Golpe de Estado del
general Primo de Rivera.
Se suspenden las garantías
democráticas. Supresión o
control de las instituciones
escolares renovadoras crea-
das en los años anteriores.
ll1924
12-II. R.D. sobre la inspec-
ción de Enseñanza Primaria.
Control ideológico en las es-
cuelas públicas y privadas.
ll1925
13-IX. R.O. para sancio-
nar a los maestros que aten-
ten contra la sacrosanta uni-
dad de la patria.
Se convocan oposiciones
controvertidas, debido al
anacronismo de los cues-
tionarios.
ll1926
Son desterrados diversos
profesores de los distintos
grados educativos por cues-
tiones políticas.
El doctor Decroly dicta va-
rias conferencias en Madrid.
26-VIII. Reforma del Ba-
chillerato. Plan Callejo de
la Cuesta. Se divide en dos
grados: elemental y supe-
rior; el primero común, el
segundo subdividido en dos:
ciencias y letras.
ll1929
Fundación de la Confedera-
ción Católica de Padres de
Familia, de carácter ultra-
conservador.
Jesús Sanz, profesor de la
Normal de Lleida, introdu-
ce en España las técnicas
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 19
portantes que se habían establecido
a lo largo del período bélico, de en-
tre las cuales destacaríamos la depu-
ración política del profesorado, el
control político subsiguiente, y la
Ley de Enseñanza Media, que resta-
blecía una especie de clasicismo ya
muy caduco.
Reinstauración de los esquemas
decimonónicos
La derrota de las tropas republica-
nas significó el desmantelamiento
de la estructura educativa que se
había venido forjando desde 1931.
La alianza que se produjo durante
estos años entre los sectores que
dieron el golpe de Estado —bauti-
zado con el nombre de «Alzamien-
to Nacional»— y la Iglesia, que se
sumó al movimiento elevándolo a
la supuesta categoría de «Cruzada
de Liberación», intentaba dar con-
sistencia ideológica al Régimen,
que acabó adaptando lo que se de-
nominó nacional-catolicismo, es
decir, poner la escuela al servicio de
la patria y de la religión.
El nuevo Régimen reinstauró los
esquemas decimonónicos, a los que
añadió algunos componentes nazis
y fascistas. A la escuela tradicional,
burocrática, centralista, conservado-
ra y uniformizadora se le añadía una
extrema politización basada en la
doctrina totalitaria de los países del
eje Berlín-Roma-Tokio. La nueva
realidad escolar, plasmada en la re-
ciente legislación, podría resumirse
en los siguientes puntos:
- Subsidiariedad educativa del Es-
tado en materia de gestión, una doc-
trina que presuponía una escasa in-
versión educativa, todo ello enmar-
cado dentro de un rígido control
programático e ideológico.
- Un renovado papel de la Iglesia
como agente educativo.
- Depuración política del profe-
sorado, sustituyéndolo por personal
adicto al sistema.
- Separación de sexos en la en-
señanza Primaria y Secundaria y
una educación diferenciada según
el sexo.
- Uso exclusivo de la lengua cas-
tellana y prohibición de las demás.
- Enseñanza autoritaria, que con-
cedía una gran importancia al or-
den y la disciplina, con lo cual la ac-
titud del alumno volvía a ser total-
mente pasiva.
Contradicciones del sistema
en el marco del neocapitalismo:
triunfo del tecnocratismo
La expansión de las fuerzas pro-
ductivas creó una serie de contra-
dicciones en un sistema que no se
adaptaba al mundo socioeconómi-
co. No nos ha extrañar, pues, que a
finales de la década de los cuarenta
aparezcan los primeros síntomas de
un cambio en lo que respecta a la
educación, un conjunto de actitu-
des de la clase dominante que ve-
nían también determinadas por el
triunfo de los aliados en la Segunda
Guerra Mundial.
Gracias a la presión de determi-
nados grupos capitalistas, el Estado
empezaba a interesarse por los pro-
blemas educativos; asimismo, el pac-
to Iglesia-Estado sellado en 1939 co-
menzaba a mostrar fisuras, con lo
cual la Iglesia intentará buscar nue-
vas formas de organización, y se crea-
rán ciertos grupos de presión para
ejercer una influencia social e ideo-
lógica sobre la sociedad española, que
se concretaría, a la larga, en una po-
lítica gubernamental de subvencio-
nes a la iniciativa privada.
El cambio ministerial de 1951
supuso también una serie de trans-
formaciones en la orientación so-
ciocultural, lo cual tendrá conse-
cuencias directas o indirectas en to-
dos los sectores de la enseñanza. La
presión de distintos grupos económi-
cos, sociales, políticos, profesionales
e incluso educativos, liderados por el
Opus Dei y con la participación di-
recta o indirecta de sectores del viejo
franquismo, imposibilitaba una am-
pliación aún mayor de los intentos de
reforma.
El cambio ministerial de 1957,
que consagraba la política formula-
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
«La disciplina es el
nervio de la
educación y el alma
de la escuela».
1940.
20 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
da por los grupos antes citados, sa-
cralizaba la ideología tecnocrática,
que podríamos resumir en los si-
guientes puntos: gusto por la efi-
ciencia; exaltación del desarrollo
económico; desideologización; pa-
ternalismo político y fe en la inicia-
tiva privada. Aunque en un princi-
pio los postulados tecnocráticos se
aplicaron a los ministerios econó-
micos, de manera paulatina irán
derivando hacia nuevas propuestas
educativas y pedagógicas siguiendo
el modelo de la Europa neocapita-
lista, sin que ello afecte a la esencia
de la llamada «escuela tradicional»,
ya totalmente superada por aquel
entonces.
Esta nueva situación se puede
concretar en una serie de carac-
terísticas: el intento de superar el
viejo autoritarismo de carácter fas-
cista por la paternidad familiar y so-
cial como ejemplo viviente, el mito
del hombre de empresa responde a
esta idea; la sustitución de las medi-
das que prohibían totalmente la
educación sexual por una política
escolar que preconizaba una cierta
iniciación a la sexualidad, con el
matrimonio como única finalidad;
la incorporación de la mujer al pro-
ceso productivo como consecuen-
cia del desarrollo económico, lo
que comportó una extensión cuan-
titativa y cualitativa de la escolari-
zación femenina, aunque no impli-
caba, sin embargo, una igualdad so-
ciocultural entre el hombre y la
mujer; el inicio de una cierta tole-
rancia o incluso la potenciación de
actitudes críticas con respecto al
unitarismo estatal, partiendo de la
idea del «regionalismo bien enten-
dido», lo que suponía una tímida
introducción de las denominadas
lenguas vernáculas, consideradas, en
todo caso, disciplinas de segundo o
tercer orden.
Las nuevas concepciones impli-
caban asimismo una serie de cam-
bios profundos en el campo de la
inversión publica y privada, dado
que hasta aquel momento el Estado
español invertía por alumno una
proporción de 1/20, por ejemplo
en relación a los Estados Unidos.
Aunque continuaron los déficit du-
rante mucho tiempo, los cambios
en este terreno empezaron a ser per-
ceptibles. El liberalismo económico
entraría en contradicción con el
monolitismo político, lo cual pro-
vocaría ciertas tensiones dentro de
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
Freinet. Este educador fran-
cés dará dos conferencias en
l’Escola d’Estiu de Barcelo-
na de 1933, y casi paralela-
mente se creará, con sede en
Barcelona, La Cooperativa
Freinet.
ll1930
29-I. Dimisión del gene-
ral Primo de Rivera, lo que
conlleva el restablecimien-
to de la normalidad acadé-
mica.
Se crea la FAE (Federación
de Amigos de la Enseñan-
za), vinculada directa o in-
directamente a las órdenes
religiosas de enseñanza. En-
tre sus fundadores se cuenta
el Padre Poveda.
Piaget da una conferencia
en la Residencia de Estu-
diantes de Madrid, y otra en
Barcelona.
ll1931
14-IV. Proclamación de la
Segunda República espa-
ñola.
17-IV. Restitución de la an-
tigua Generalitat de Ca-
talunya y aprobación, por
parte de las Cortes republi-
canas, de un Estatuto para
Cataluña el 15-IX-1932. En
junio de 1931, el pueblo ca-
talán había aprobado un Es-
tatuto con mayores atribu-
ciones. En 1936 se aproba-
ron los Estatutos de Euskadi
y Galicia, y existen otros en
proyecto.
30-IV. Decreto sobre bi-
lingüismo.
13-V. Restablecimiento pro-
visional del Plan Romano-
nes de Bachillerato.
23-VI. Decreto que prevé el
establecimiento de 27.000
escuelas primarias, de las
cuales sólo se pudieron es-
tablecer unas 12.000.
29-VI. Creación de las Mi-
siones Pedagógicas. Se tra-
ta de impulsar una cultura-
lización del mundo rural.
Su actuación fue muy des-
tacada, aunque su perspec-
tiva urbana le restó eficacia.
15-IX. Decreto de ensayo
de autonomía para las facul-
tades de Filosofía y Letras de
Escuela tradicional: clase de
labores en la Escuela de Formación
Doméstica (Barcelona).
IMEB.
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 21
los grupos económicos y sociales li-
gados al franquismo.
Así, las necesidades de mano de
obra, la urgencia de llevar a cabo
una serie de cambios estructurales
en las relaciones laborales, la nueva
mentalidad fruto de un mayor con-
tacto con el exterior gracias sobre
todo al turismo, que empieza a ser
importante a partir de los años se-
senta, el aumento continuado de la
población activa y la consiguiente
integración de la mujer en el pro-
ceso productivo, eran todos ellos
aspectos que requerían ciertas re-
formas en el marco educativo, fru-
to de las necesidades de un capita-
lismo en expansión.
Asimismo, el establecimiento del
MEC, en 1966, comportaba una
nueva percepción de los problemas.
El cambio ministerial de 1967 sig-
nificaba una transformación total
en cuanto a su orientación; si los
anteriores ministerios tecnocráticos
habían apostado por las reformas
parciales en cada uno de los grados
y sectores de la enseñanza, el nuevo
equipo ministerial proponía, desde
el primer momento, una reforma
global del sistema educativo.
Pero el momento álgido del idea-
rio tecnocrático debe situarse en
1969, en el momento en el que sa-
le a la luz la publicación del MEC
La educación en España. Bases para
una política educativa, el llamado Li-
bro Blanco, preludio de la Ley Ge-
neral de Educación aprobada el año
siguiente, y en el que se planteaba
un marco educativo esencialmente
distinto; por primera vez desde
una plataforma oficial se hacen crí-
ticas veladas al sistema vigente y
una serie de referencias a la escuela
republicana.
La gestación de los grupos de
oposición
Estas mutaciones, pues, tendrán una
serie de efectos a medio plazo sobre
la educación, que a pesar del inmo-
vilismo del Régimen comenzaron
a influir también en la propia cla-
se dirigente, y especialmente en los
que tenían una relación directa con
la enseñanza —profesores, alum-
nos, padres de familia—, que empe-
zarán a configurar un nuevo univer-
so escolar, con lo que el Gobierno se
verá obligado a aceptar algunos de
los fallos de la estructura educativa,
tanto desde el punto de vista cuan-
titativo como cualitativo.
La oposición al sistema aprove-
chará esta situación para desenmas-
carar la política educativa del fran-
quismo. En este sentido, cabe con-
signar que desde 1957 las grandes
universidades españolas vivían en
tensión, puesto que llegaba a estos
centros académicos una generación
que no había vivido directamente la
guerra civil. A finales de la década
de los sesenta, el malestar se exten-
dió al Bachillerato, y llegó incluso a
la Enseñanza Primaria. Los colecti-
vos de oposición no sólo recorda-
ban las experiencias educativas an-
teriores a la guerra civil, sino que
incluso formulaban alternativas que
tuvieran presentes los nuevos retos
que se presentaban como problemas
de un próximo futuro, principal-
mente la democratización educati-
va sin exclusiones sociales, de clase,
género, lengua, etc.
La situación política no permitió
públicamente la discusión ideoló-
gica, ni tan sólo lo que el Régimen,
en sus últimos estertores, calificaba
de «contraste de pareceres». A par-
tir de los años sesenta aparecen mo-
vimientos independientes, aunque
no adquirirán su verdadero sentido
hasta la década de los setenta, como
intentaremos explicar más adelante.
Las únicas corrientes oficiales, el
pensamiento conservador que per-
vivía después de 1939 y su evolu-
ción hacia el tecnocratismo, que-
dan ya suficientemente dibujadas,
por lo que no insistiremos nueva-
mente sobre ello.
Período 1970-1999
La falta de perspectiva histórica nos
impide fijar una serie de etapas que
caracterizarían ciertos cambios es-
pecíficos durante los últimos trein-
ta años, aunque podemos señalar la
fecha de 1978 como final de la edu-
cación franquista, cuando se propug-
na desde las Cortes que es necesario
adaptar la estructura educativa a la
nueva configuración política.
La agonía del franquismo
y la transición
La Ley General de Educación nacía
en un marco político contradicto-
rio, a pesar del aparente uniformis-
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
las universidades de Madrid
y Barcelona.
29-IX. Plan profesional de
Magisterio. Por primera vez,
se exige el Bachillerato para
ingresar.
Creación de diversos insti-
tutos escuela en Barcelona,
Valencia, Bilbao y Málaga y
de las escuelas normales ex-
perimentales en Madrid y
Barcelona.
Diciembre. Se aprueba la
nueva Constitución repu-
blicana.
ll1932
23-I. Disolución de la Com-
pañía de Jesús y consiguien-
te supresión de sus centros
de enseñanza.
27-I. Se suprime la Escuela
de Estudios Superiores del
Magisterio y se crean las fa-
cultades de Pedagogía, pri-
mero en Madrid y después
en Barcelona.
ll1933
17-III. Presentación de la
Ley de Bases de Enseñanza
Universitaria, que al igual
que las Leyes de Bases de la
Enseñanza Primaria y Se-
cundaria, no se llegará a
aprobar.
Marzo. Tiene lugar en Bar-
celona el XIII Curso Inter-
nacional Montessori.
1-VI. Se aprueba el Estatuto
de la Universidad Autóno-
ma de Barcelona.
2-VI. Se aprueba la Ley de
Congregaciones y Asocia-
ciones Religiosas, que prevé
que la Iglesia sólo podrá re-
gentar escuelas para la for-
mación de sus miembros.
25-IX. Creación de los Con-
sejos Regionales de Prime-
ra y Segunda Enseñanza. Se
trata de delegar funciones
para descentralizar la Admi-
nistración educativa.
Noviembre-diciembre. Las
derechas ganan las eleccio-
nes generales.
ll1934
Marzo. Se suspende sine die
la Ley de Congregaciones y
Asociaciones Religiosas.
1-VIII. Se prohíbe la coedu-
cación en la escuela prima-
22 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
mo existente, que no favorecía la
aplicación de la nueva normativa.
Por un lado, existía un grupo de
tecnócratas del MEC dispuestos a
poner al día el sistema educativo; y,
por otro, un contexto políticosocial
que generaba una degradación pau-
latina. La nueva ley, impulsada por
los sectores más conscientes del ca-
pitalismo español y que contaba
con el visto bueno de los organis-
mos internacionales, principalmen-
te la OCDE y el Banco Mundial,
resultaba demasiado revolucionaria
para los grupos de presión que, di-
recta o indirectamente, apoyaban el
Régimen. Además, no resultaba fá-
cil obtener el concurso de los que
teóricamente estaban a favor de la
nueva organización escolar, y más
que nada llevar a cabo los proyecta-
dos cambios sin la implantación de
la democracia formal y, especial-
mente, la aprobación de una refor-
ma tributaria.
En cuanto al articulado de la Ley,
la primera constatación que se hace
tras proceder a su lectura es que,
por primera vez desde 1939, se afir-
ma desde las esferas gubernamenta-
les que la educación es un servicio
público de primer orden, aunque
se prevé la existencia de un sector
privado subvencionado en buena
parte por el Estado; la Ley partía de
la base de la gratuidad de la en-
señanza, que se había de conseguir
en un plazo de diez años con las pre-
visiones presupuestarias pertinen-
tes, aunque éstas no tenían en cuenta
algunos factores que podían desvir-
tuar dichas previsiones.
La nueva estructura, basada en las
realidades educativas de la Europa
comunitaria, representaba un cam-
bio sustancial. Las orientaciones
pedagógicas que dividían la nueva
EGB en áreas presentaban tres apar-
tados en cada una de ellas: objetivos
y directrices metodológicas, niveles
y contenidos, y evaluación. De he-
cho, a pesar de que no representa-
ban una gran novedad en relación a
los antiguos cuestionarios, se podía
percibir una mayor precisión y sis-
tematización de las materias.
En esta época, que hemos califi-
cado como la «agonía del franquis-
mo», los intentos de cambio tutela-
do por el propio sistema acabarían
fracasando, por lo menos en lo que
se refiere a la gratuidad, la demo-
cratización y la renovación pedagó-
gica. No es extraño, pues, que la
Reforma educativa, uno de los pi-
lares de la mutación del sistema des-
de su interior, acabe siendo desna-
turalizada.
A partir del importante giro que
se produce en materia de gobierno
en 1973, centrado en la política de
subvenciones a la iniciativa privada
—recordemos al respecto que en
1957 y 1964 se habían establecido
respectivamente la FERE y el sin-
dicato de enseñanza no estatal— se
vive una época muy conflictiva, a la
espera de cambios profundos; los
grupos del propio sistema empie-
zan a tomar posiciones, y algunos
de ellos adoptan posturas de aper-
tura, incluso en el seno de la oposi-
ción. Todo ello hace presagiar una
serie de cambios sustanciales. (Véa-
se el artículo «Pública-privada, un
debate permanente».)
La muerte del general Franco y el
período de transición subsiguiente,
caracterizada por una serie de vaci-
laciones y pactos que desvirtuarían,
en parte, los cambios, acabarían dan-
do lugar, en junio de 1977, a las pri-
meras elecciones democráticas desde
1936, con lo cual serán objeto de
discusión todos los problemas laten-
tes desde 1960, tanto los de orden
político-escolar como los educativos
en sus vertientes tanto cuantitativa
como cualitativa.
Nuevo marco constitucional
e integración a las corrientes
americano-europeas
Antes de penetrar en este terreno,
cabe señalar el papel creciente de-
sempeñado por el Estado y los gran-
des organismos —sobre todo inter-
nacionales—, como por ejemplo, la
UNESCO que habían afianzado su
control sobre la estructura educativa,
especialmente la organización esco-
lar, y como consecuencia de ello so-
bre todo el proceso educativo, gene-
rando un aparato burocrático de nue-
vo cuño, servido por profesionales de
distintas áreas y materias provenien-
tes primordialmente de las Ciencias
de la Educación, así como también
del ámbito de la economía.
En el caso español, la nueva orga-
nización política tendrá consecuen-
cias casi inmediatas en la estructura
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
ria. Los gobiernos republi-
canos anteriores la habían
tolerado.
29-VIII. Plan Villalobos de
Bachillerato, con carácter
cíclico.
ll1936
16-II. El Frente Popular ga-
na las elecciones generales,
convocadas a raíz de una cri-
sis propiciada por una co-
rrupción de los organismos
gubernamentales.
Marzo. Restablecimiento de
los organismos escolares su-
primidos en el período an-
terior.
18-VII. Alzamiento militar,
que aunque fracasa en las
grandes ciudades, constitu-
ye el comienzo de la guerra
civil española.
Período de la guerra civil
Zona republicana
ll1936
27-VII. Creación en Cata-
luña del CENU. (Consell de
l’Escola Nova Unificada).
Su organigrama es un pre-
cedente de la LGE de 1970 y
de la LOGSE de 1990.
31-VII. Decreto de la Pre-
sidencia, hecho efectivo el
19-IX, por el cual se depura
el personal dependiente del
MIPBA.
ll1937
El MIPBA se convierte en el
Ministerio de Educación y
Sanidad.
Zona nacional
ll1936
8-XI. D.M., que establece
las comisiones depuradoras,
al que siguieron otros más
sobre el mismo tema.
ll1937
19-IV. Creación como par-
tido unificado de Falange
Española Tradicionalista y
de las JONS.
Reorganización del SEU
(Sindicato Español Univer-
sitario), que formaba parte
de la Falange, fundada el 29-
X-1934.
ll1938
1-II. Pedro Sainz Rodrí-
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 23
educativa. La división de España en
comunidades autónomas, así como
el papel que desempeñarán muchos
ayuntamientos después de las elec-
ciones de 1979, comportará una
descentralización de la gestión, aun-
que se mantendrá un marco gene-
ral. En esta situación de descentrali-
zación, se pueden distinguir, en el
marco autonómico, dos tipos: las
que no tardarán en gestionarse autó-
nomamente, y las que dependerán
del Ministerio de Educación y
Ciencia (territorio MEC), aunque
paulatinamente se irá completando
la descentralización.
Por lo que hace referencia a los
problemas cuantitativos, debía solu-
cionarse en primer término el déficit
estructural; las nuevas construcciones
no habían subsanado los grandes
problemas. Las necesidades deriva-
das de la urbanización y la consi-
guiente inmigración interna, la ma-
yor demanda educativa en los altos
niveles, la necesidad de democrati-
zación, etc., habían de suponer una
serie de cambios profundos en la es-
tructura político-económica de los
poderes públicos, y muy especial-
mente del sistema fiscal.
En un primer momento, a nivel
cualitativo, la discusión político-pe-
dagógica se polarizará en dos frentes:
la organización de la nueva escuela
pública y la concepción de la libertad
de enseñanza. En realidad, la EGB
—actualmente Enseñanza Prima-
ria— y la Secundaria quedarán divi-
didas en tres sectores: escuela pública
propiamente dicha, escuela subven-
cionada o concertada, en la cual el
Estado se encarga primordialmente
de los haberes del profesorado, y fi-
nalmente escuela privada.
En cuanto a la libertad de enseñan-
za, el debate se ha centrado en dos
cuestiones separadas y, al mismo
tiempo, complementarias: conside-
rando dicha libertad desde una pers-
pectiva global del sistema, y con el
tratamiento de este mismo problema
dentro de cada establecimiento do-
cente en particular. La cuestión re-
sulta muy compleja, dadas las coor-
denadas históricas, que desempeñan
un papel de primer orden, si tenemos
en cuenta sobre todo la presión de la
Iglesia y otros grupos privados; se tra-
ta de una discusión que aún presen-
ta muchos interrogantes, si pensa-
mos en las propuestas elaboradas por
los grandes partidos políticos.
Se evidenciaba, asimismo, que la
oferta educativa había de ser capaz de
satisfacer la demanda, y que la educa-
ción, sobre todo en el sector público,
había de desempeñar un papel pree-
minente en la nueva sociedad de-
mocrática, especialmente a partir del
triunfo del PSOE en las elecciones
generales de 1982.
Debemos señalar que, a pesar de
que puedan hacerse críticas a un
sistema prisionero de la relativa es-
casez de recursos, la obsesión por la
eficacia y el rendimiento, los cam-
bios cualitativos y cuantitativos en
el equipamiento escolar —desde las
construcciones escolares hasta el
material, etc.— que se han produ-
cido en estos últimos años en todos
los niveles educativos son especta-
culares. (Véase «El proceso de esco-
larización».)
Si tenemos en cuenta que una de
las grandes preocupaciones de las
nuevas instituciones democráticas
es el ingreso en la Comunidad Eu-
ropea, las variaciones en el marco
legal, primordialmente en el ámbi-
to estructural, vendrán condiciona-
das en buena parte por este nuevo
marco; es decir, que se podrá hablar
de un antes y un después del ingre-
so en dicha Comunidad.
Los cambios anunciados en 1982
comenzarán a plasmarse en 1983 con
la aprobación de la Ley de Reforma
Universitaria (LRU), que al margen
de cuestiones específicas, como la
adecuación de la universidad al au-
mento continuo de la demanda o el
papel otorgado a los departamentos
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
guez, ministro de Educa-
ción Nacional (nueva de-
nominación) del primer go-
bierno franquista.
3-V. Restablecimiento de
los jesuitas.
13-VIII. Ley de Ordenación
de la Enseñanza Media. Re-
torno a los esquemas tradi-
cionales.
1939
28-I. Supresión de todas las
instituciones escolares de-
pendientes de la Generali-
dad de Cataluña.
Período 1939-1969
ll1939
1-IV. Finaliza la guerra ci-
vil, con el triunfo de las tro-
pas nacionales.
9-VIII. Ibáñez Martín, nue-
vo ministro de Educación
Nacional.
ll1940
17-II. Para sustituir a los
maestros depurados, se dan
muchas facilidades para ob-
tener el título.
6-XII. El Frente de Juventu-
des se encarga de la prepara-
ción física y política de los
alumnos de Enseñanza Pri-
maria.
ll1941
Fundación del Instituto «San
José de Calasanz» para la in-
vestigación pedagógica, ads-
crito al Consejo Superior de
Investigaciones Científicas
creado en 1940.
Ley de Sanidad Infantil y
Maternal, que centraliza y
unifica todos los servicios.
ll1943
29-VII. Se aprueba la Ley
de Ordenación Universi-
taria. Centralización y con-
trol administrativo, políti-
co, ideológico, etc.
ll1944
Obligatoriedad de la afilia-
ción al SEU para los univer-
sitarios y alumnos de las es-
cuelas especiales.
Se crean las secciones de
Pedagogía en las facultades
de Filosofía y Letras. Se es-
tablece la de Madrid.
ll1945
17-VII. Ley de Enseñanza
«El currículo es algo
más que la
transmisión de
informaciones,
supone un proyecto
para desarrollar
modos peculiares y
genuinos de
pensamiento»
24 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
como eje de la vida universitaria, ha
dictado fórmulas sobre la autonomía
universitaria y su relación con las
propias autonomías y con respecto a
los nexos de unión entre las distintas
universidades, con lo que el Estado
continúa desempeñando un papel de
primer orden en este ámbito.
Al cabo de poco tiempo, se aprobó
la LODE para regular el Régimen de
conciertos, que no había quedado
muy bien definido y que fijó además
el carácter imperativo de la libertad
de cátedra en cualquier tipo de cen-
tro y el marco de participación de la
comunidad educativa —padres, pro-
fesores y alumnos— a través de los
Consejos Escolares.
Un capítulo especial merece la
LOGSE —aprobada en 1990— y
su puesta en marcha, que recoge
muchas de las reivindicaciones ya
planteadas, de las que señalamos las
más significativas: educación per-
manente; planificación y organiza-
ción del sistema, evitando los pro-
blemas derivados de las transiciones
entre niveles, etapas, ciclos, etc.;
educación personalizada; participa-
ción y colaboración de los padres de
los alumnos; igualdad total de dere-
chos entre los dos géneros, sin dis-
criminaciones de ninguna clase;
desarrollo de las capacidades creati-
vas y del espíritu crítico; fomento
de los hábitos democráticos de com-
portamiento; autonomía pedagógi-
ca de los centros y fomento de la
investigación a partir de la práctica
docente; atención psicopedagógica
y orientación profesional; partici-
pación del alumnado en su proceso
de enseñanza y aprendizaje a partir
del activismo escolar; relación con
el entorno económico y sociocul-
tural; y formación del respeto al
medio ambiente.
A partir de esta Ley, y de acuer-
do con una serie de cambios es-
tructurales, la enseñanza se ha con-
vertido en obligatoria hasta los die-
ciséis años. Después de esta edad se
producen también una serie de va-
riaciones sustanciales que afectan
especialmente a la educación profe-
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
Primaria. Enseñanza obli-
gatoria de los seis a los doce
años. Sigue la tónica de las
leyes de enseñanza media y
universitaria. La Iglesia pue-
de establecer escuelas nor-
males.
ll1949
Se celebra en Santander el I
Congreso Internacional de
Pedagogía, con la presencia
de importantes pedagogos
vinculados al Opus Dei.
ll1951
18-VII. Joaquín Ruiz Jimé-
nez, ministro de Educación
Nacional. Nueva orienta-
ción ministerial, con cierta
apertura.
ll1952
España ingresa en la UNES-
CO.
ll1953
26-II. Nueva Ley de Orde-
namiento de la Enseñanza
Media. Sigue el 12-VI un
nuevo plan de Bachillerato,
desdoblado en ciencias y le-
tras. Reformado por otro
D.M. del 5-VI-1957.
22-X. BOE 24-X. Ley de
Construcciones Escolares,
que no comienza a aplicarse
hasta la aprobación del Plan
Nacional de Construcciones
Escolares en 1956.
Fundación del Estudio Ge-
neral de Navarra del Opus
Dei, que adquiere categoría
de universidad de la Iglesia
en 1960. Al cabo de poco
tiempo se crea la Univer-
sidad de Deusto.
ll1955
27-V. Creación de la Secre-
taría Técnica del MEN. Ini-
cio de la modernización del
ministerio.
ll1957
24-XII. La FERE (Federa-
ción Española de Religiosos
de Enseñanza) aprueba sus
estatutos.
ll1958
Creación del CEDODEP
(Centro de Orientación Di-
dáctica de la Enseñanza Pri-
maria).
ll1959
11-V. Se aprueba la Ley de
Protección de los Colegios
Escuela nueva:
visita extraescolar
a una granja.
A.RAHOALA/IMEB.
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 25
sional, que adquiere por primera
vez una entidad propia. La educa-
ción queda dividida así en dos gran-
des grupos: educación universitaria
y no universitaria.
Se regulan además los sistemas de
evaluación, que se encontraban ya en
proceso de evolución. Se trata de un
seguimiento continuo del alumno
desde todos los ángulos, de acuerdo
con los principios que se venían pre-
conizando desde comienzos de siglo.
Así pues, la evaluación se extiende al
profesorado, a los centros escolares y
a la propia Administración educativa,
en este último caso por lo menos de
manera teórica.
Sin embargo, en la práctica, se per-
cibe que al final de la puesta en mar-
cha de la Ley, y teniendo en cuenta
que con el tiempo la adecuación de
la legislación a la realidad educativa
ha mejorado mucho, aún se detec-
tan situaciones que sería oportuno
superar. Las omisiones o la falta de
precisión del articulado, los proble-
mas políticos, la falta de tacto a la
hora de poner en marcha la Ley, es-
pecialmente en relación al profeso-
rado de la antigua Enseñanza Se-
cundaria, etc., son situaciones que
han dado lugar a una serie de pro-
blemas que intentaremos precisar:
tal y como se deriva del propio arti-
culado de la Ley, y siguiendo la tra-
dición, no se valora suficientemente
la Educación Infantil, un problema
que se extiende también a la Prima-
ria, y se concede mayor importancia
al continente que al contenido; a
pesar del interés por cambiar el sen-
tido de la Formación Profesional, la
matrícula del Bachillerato aún su-
pera la de este sector de la enseñan-
za, lo que añadido a la poca sensibi-
lidad social mostrada en relación a
este problema genera una serie de
dificultades; a pesar de las mejoras
sustanciales en la formación inicial
y permanente del profesorado, se
observan bastantes lagunas, y el de-
sencanto de los docentes está facili-
tando una cierta tendencia al corpo-
rativismo; el despliegue curricular,
la eficacia de la evaluación en todos
los terrenos y la exigencia de calidad
resultan insuficientes; la idea de
vehicular una enseñanza crítica y de
vincular la docencia a la investiga-
ción no funciona como debiera, ya
que la meritocracia supera con cre-
ces el espíritu de investigación; re-
sulta muy difícil potenciar el traba-
jo en equipo; la enseñanza esencial-
mente memorística y libresca, ma-
nifestada en la existencia del libro
de texto tradicional, no ha desapa-
recido; la relación de la escuela con
el entorno social no se puede con-
siderar como algo generalizado; la
participación de los diferentes sec-
tores de la comunidad educativa es
más formal que real, y la discusión
en profundidad de los problemas que
les afectan revela una serie de in-
comprensiones. (Véase «La educa-
ción informal del siglo XX».)
En un capítulo aparte indicaremos
además que en estos últimos quince
o veinte años se han producido cier-
tos cambios trascendentales que tie-
nen implicaciones en el mundo
educativo, como por ejemplo el he-
cho de la generalización en la escue-
la de los cambios tecnológicos, que
hasta los años ochenta habían sido
prácticamente ignorados.
Debemos recordar también la cre-
ciente presencia de la mujer en la vi-
da social y en la esfera privada y, so-
bre todo, familiar; el porcentaje de
alumnado femenino, que sólo podía
equipararse al masculino en la en-
señanza elemental, es ahora práctica-
mente igual en todos los niveles de la
enseñanza, y algo similar podríamos
decir del profesorado femenino, que
si empezaba a ser superior al mascu-
lino en los años veinte en la En-
señanza Primaria, ahora lo es tam-
bién en la superior.
A este respecto, cabe señalar que
en las carreras técnicas mejor retri-
buidas es mayor el porcentaje de
estudiantes y profesores masculi-
nos, así como en los altos cargos de
la Administración educativa, en los
que predominan los hombres, pero
el cambio en este sentido ha sido
no obstante sorprendente. (Véase el
artículo «De las escuelas de niñas a
las políticas de igualdad».) Tampoco
se puede silenciar el hecho de la exis-
tencia de un profesorado mayorita-
riamente de mediana edad, lo que
acarrea una serie de problemas de in-
tegración de las nuevas generaciones
a la actividad docente. (Véase «El
profesorado».)
Finalmente nos referiremos a las
migraciones procedentes de África
y de América Latina, que han gene-
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
Mayores. Habían estado re-
gulados por la Ley de Orde-
nación Universitaria de 1943
y por un Decreto Orgánico
de 1956.
Se comienzan a crear diver-
sos institutos de Enseñanza
Media.
ll1960
23-VII. Los ingresos proce-
dentes del impuesto sobre la
renta se consignan al Fondo
para el Fomento del Princi-
pio de Igualdad de Oportu-
nidades (PIO).
ll1961
18-XI. D.M. que trata de
dar respuesta a las revuel-
tas estudiantiles, intentan-
do una cierta liberalización
del SEU, sindicato que será
suprimido en 1965 con la
consiguiente creación de las
APE (Asociaciones Profe-
sionales de Estudiantes), más
tarde AE.
ll1962
Lora Tamayo, próximo al
Opus Dei, es designado mi-
nistro de Educación Nacio-
nal.
El Estudio General de Na-
varra y la Universidad de
Deusto pueden otorgar títu-
los oficiales.
Las revueltas estudiantiles se
extienden a diversas univer-
sidades. Vinculación con el
movimiento obrero clan-
destino.
ll1964
23-IV. Creación del Sindi-
cato de Enseñanza para la
enseñanza privada.
Se declara obligatoria la en-
señanza de los seis a los ca-
torce años.
ll1965
22-XII. Reforma de la En-
señanza Primaria, comple-
tada el 2-II-1967.
Los estudios del Instituto
Químico de Sarrià (Barce-
lona) adquieren carácter ofi-
cial.
ll1966
31-V. BOE 2-VI. El MEN
se convierte en Ministerio
de Educación y Ciencia
(MEC).
Julio. Primera Escola d’Es-
26 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
rado una serie de problemas de difí-
cil solución. Esta corriente migrato-
ria, procedente en su mayor parte
del Magreb, forma parte de una pro-
blemática que afecta a la mayor parte
de Europa, especialmente al sector
meridional, y que está dando lugar
a una serie de propuestas específi-
cas que se inscriben en el marco del
complicado mundo pedagógico y
didáctico actual, dentro del cual los
complejos problemas que se derivan
de la multiculturalidad se sitúan en
un primer plano.
Los nuevos planteamientos
ideológicos
En el terreno de las corrientes ideo-
lógicas, al margen de las posturas
oficiales, cabe señalar que a partir
de la segunda mitad de la década de
los años sesenta los grupos de opo-
sición al franquismo formularon
diversos programas político-educa-
tivos correspondientes a una serie
de planteamientos ideológicos de-
terminados.
Dada la diversidad de programas,
nos limitaremos a resumir los que
tenían mayor peso dentro de la clan-
destinidad política, unos programas
que pierden valor o se reestructuran
a partir de los años ochenta. En este
sentido, los grupos vinculados direc-
ta o indirectamente a los grupos mar-
xistas son los que tuvieron, dentro de
dicho marco, una mayor aceptación,
sin olvidar el papel que desempeña-
ron los sectores relacionados con la
democracia cristiana y los católicos
progresistas.
En cuanto a los programas políti-
cos, se centraban, en general, en los
siguientes puntos: gratuidad de la
enseñanza; revalorización de la en-
señanza pública sin suprimir la pri-
vada, aunque bajo el control de la
Administración; ausencia de mono-
polio ideológico, lo que implicaba
libertad religiosa y neutralismo ideo-
lógico; coeducación; escolarización
obligatoria hasta los dieciséis o los
dieciocho años, según los casos; le-
galización de las asociaciones y sin-
dicatos relacionados con el mundo
de la enseñanza, etc.; programas de
reformas en la formación del profe-
sorado; cambios en las relaciones
alumno-profesor, aunque las deci-
siones básicas debían recaer en el
profesorado; adecuación de los con-
tenidos a la realidad sociocultural y
al progreso científico; viabilización
de la autogestión y la cogestión, etc.
(Véase «El profesorado».)
En referencia a las tendencias
que empiezan a manifestarse a par-
tir de los ochenta y que paulatina-
mente van desplazando los anterio-
res planteamientos, no resulta fácil
caracterizarlas, puesto que vienen
determinadas por procesos exter-
nos e internos cambiantes. Tenien-
do en cuenta, pues, la complejidad
del tema, nos limitaremos a esbozar
los programas de mayor coherencia
formulados en los últimos tiempos.
Al centrarnos concretamente en
dichas corrientes, podríamos aventu-
rar la hipótesis de que se ha produci-
do un cambio de 180o
en el terreno
ideológico, pasando del enfoque so-
cioideológico o político-ideológico
con condicionantes económicos a la
problemática económico-ideológi-
ca, determinada además por ciertos
factores sociopolíticos.
En este sentido, podríamos hablar
de la consolidación de dos grandes
corrientes, en ambos casos con ma-
tices que pueden llegar a resultar
significativos. Nos referiremos, en
primer lugar, a la tendencia o ten-
dencias que han desempeñado un
papel decisivo en la elaboración del
marco legislativo actual; en cierto
modo, un intento de adaptación de
los planteamientos de los sectores
de oposición al franquismo antes
estudiados.
Estos grupos consideran que las
instituciones públicas han de de-
sempeñar un papel determinante en
el control y gestión de la enseñanza,
de acuerdo con una serie de crite-
rios sociales y dentro de un contex-
to de calidad de la enseñanza, aun-
que en sus proposiciones ocupan un
lugar preeminente las cuestiones di-
recta o indirectamente relacionadas
con la eficacia económica de la ges-
tión y del sistema en general.
Existe, además, otra gran tenden-
cia, que partiendo de la ideología
tradicional ya esbozada, derivó ha-
cia al tecnocratismo, preconizando
la muerte de las ideologías, y que
tras una adaptación al marco de-
mocrático, continúa desempeñan-
do un papel decisivo en el mundo
del pensamiento escolar. Este gru-
po se ha visto reforzado en los últi-
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
tiu de después de la guerra.
Al cabo de unos años se ex-
tienden por toda España.
ll1967
4-V. Ley sobre retribucio-
nes de los funcionarios de la
Administración civil del Es-
tado.
Reforma de las escuelas
normales. Por primera vez
después de la guerra se exige
el Bachillerato para poder
ingresar en ellas.
27-XI. Se aprueba el Libro
de Escolaridad para la En-
señanza Primaria.
En el X Congreso de la FE-
RE se solicita oficialmente
la subvención estatal para las
escuelas de la Iglesia.
ll1968
Abril. José Luis Villar Pala-
sí es nombrado ministro de
Educación y Ciencia.
ll1969
Libro Blanco de la Iglesia.
Publicación del Libro Blanco
del MEC.
Creación de los ICEs (Insti-
tutos de Ciencias de la Edu-
cación).
Período 1970-1999
ll1970
4-VIII. BOE 6-VIII-. Ley
General de Educación y de
Financiación de la Reforma
Educativa.
ll1971
Agosto. Orientaciones pe-
dagógicas para la primera y
segunda etapa de la EGB.
ll1973
Febrero. Primera huelga de
los maestros nacionales des-
pués de la guerra civil, se-
cundada por los privados.
Los movimientos huelguís-
ticos se mantendrán prácti-
camente hasta 1977.
Junio. Julio Rodríguez sus-
tituye a Villar Palasí. Se con-
cede prioridad a la política
de subvenciones.
ll1974
A partir de este curso, se co-
mienza a impartir el BUP.
ll1975
30-V. D.M., que regula la
incorporación de las llama-
das lenguas vernáculas a los
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 27
mos años por la irrupción a escala
mundial del neoliberalismo econó-
mico, que parte de la base de la ine-
ficacia del Estado y de las institucio-
nes públicas como órganos de ges-
tión, con lo cual la educación en su
conjunto e incluso en el propio que-
hacer de los centros escolares, antes
que para evitar la descapitalización
y la fuga de material humano, debe
funcionar como un agente econó-
mico de carácter empresarial que
compite en el seno de un mercado
determinado.
Para superar el problema de la
igualdad de oportunidades, se pre-
tende extender el uso del cheque
escolar, una nueva forma de beca, a
cargo en parte o totalmente de los
poderes públicos, una propuesta no
exenta de riesgos a la hora de su ver-
dadera aplicación. En este contexto,
se ofrecen grandes facilidades para la
libre elección de establecimiento
docente, en el marco de unas sub-
venciones poco controladas.
Es evidente que, a grandes rasgos,
hemos delineado el trasfondo ideoló-
gico de los grandes partidos políticos
españoles, que no son impermeables
a las discusiones que tienen lugar a
este respecto en el ámbito europeo, y
que representan, de hecho, las co-
rrientes europeas y americanas que
pueden adaptarse, mayormente, a su
propia tradición histórica. o
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
La innovación pedagógica
Marco español e influencia internacional
Ya desde el Renacimiento, y
sobre todo a partir de finales
del siglo XVIII y a lo largo del siglo
XIX, se ponían las bases teóricas de
la Pedagogía como disciplina inde-
pendiente, ya que durante mucho
tiempo había estado, en buena par-
te, prisionera de la Filosofía.
Siguiendo una tradición que en-
cuentra en Comenius y la pedagogía
de los jesuitas una de sus primeras
bases teórico-prácticas, la educación
tenía como objetivo desarrollar en
los alumnos las virtudes fundamen-
tales, tanto morales como materia-
les. El proceso de aprendizaje se
centraba en la adquisición de cono-
cimientos, con lo cual el ejercicio
de la memoria desempeñaba un pa-
pel determinante, un objetivo que
se conseguía mediante la disciplina
y el trabajo, expresados en los ejer-
cicios escolares.
Los espacios cerrados y los pro-
gramas y contenidos acríticos dibu-
jaban el panorama de una escuela
que vivía al margen del entorno in-
mediato, contexto en el cual el pro-
fesor, con el auxilio del texto y del
programa, se constituía en el centro
del proceso pedagógico; el alum-
no, por el contrario, debía mante-
ner una actitud pasiva, adaptándose
a un modelo pensado para el estu-
diante ideal, en realidad el alumno
medio.
El período 1900-1939
El descubrimiento de que los niños
y los adolescentes presentaban una
serie de rasgos específicos supondría
un giro copernicano en la concep-
J. Dewey. M.B. Cossío. F. Giner de los Ríos
C.deP.
C.deP.
C.deP.
28 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
ción del proceso de aprendizaje. El
nacimiento, a finales del siglo XIX,
de las llamadas «escuelas nuevas»
venía posibilitado no sólo por el nue-
vo entorno científico, sino también
por una serie de condicionantes que
incidieron en los ensayos que surgían
en diferentes países de Europa y
América.
Podríamos hablar del mundo so-
ciopolítico a través del desarrollo
del liberalismo económico y políti-
co, las preocupaciones sociales, la
profundización en relación a los de-
rechos democráticos, etc.; por otro
lado, no hemos de olvidar que en
estos años, en diferentes sectores
educativos se creía firmemente que
la escuela había de desempeñar un
papel esencial en el cambio social y
moral, en la línea de los ilustrados
del siglo XVIII.
Las coincidencias que existían en-
tre las citadas escuelas condujo al flo-
recimiento del movimiento de la Es-
cuela Nueva, que partía esencial-
mente de una serie de principios: la
actividad escolar basada en la en-
señanza de la observación y en la ex-
perimentación, lo que presuponía, a
su vez: la autoeducación de los esco-
lares; la educación cívica y moral; la
solidaridad; el aprendizaje de la con-
vivencia y, por consiguiente, de la
democracia; y la superación de la cul-
tura libresca como único medio de
formación. Todo ello con un claro
significado: la escuela salía al exterior
para integrarse en el mundo social.
Después de los primeros ensayos
y de la consiguiente reflexión teó-
rica, que desempeñó un papel de-
cisivo, se darán a conocer las pri-
meras experiencias, que considera-
mos pioneras, y que, a pesar de sus
diferencias —incluso conceptua-
les—, tenían una base común: que
planteaban programas educativos de
carácter global. Se trataba de los mé-
todos Montessori, Decroly, el méto-
do de proyectos, el Plan Dalton, el
sistema Vinnetka, etc., una serie de
trabajos que encontrarán, con mayor
o menor incidencia, su propia ex-
presión en España.
En nuestro país, esta tradición, a
pesar de contar con pocos seguido-
res, se iniciaba ya, a nivel socioedu-
cativo, con el movimiento pestaloz-
ziano de principios del siglo XIX, y
encontró en la ILE, establecida en
1876, y un grupo escogido de edu-
cadores una magnífica palanca para
el desarrollo de lo que hemos consi-
derado como la «Pedagogía cientí-
fica»; gracias, pues, a estas minorías
se seguirían en algunos círculos las
orientaciones que marcaban los paí-
ses que se encontraban a la vanguar-
dia en este ámbito.
En este caso, en el que la refle-
xión teórica tuvo una escasa enti-
dad, el conocimiento previo de di-
chos métodos en sus vertientes teó-
rica y teórico-práctica y su puesta
en práctica siguió por los cauces nor-
males, y se inició la concesión de una
serie de becas de estudio para es-
tudiar en instituciones pedagógicas
extranjeras, la asistencia de pedago-
gos españoles a los congresos inter-
nacionales, etc.
En referencia al primero de los ca-
sos citados, cabe señalar como pione-
ra la Diputación de Barcelona, que ya
a principios de siglo concedió becas
de estudio para conocer el movi-
miento pedagógico norteamericano,
unas actuaciones que se abrirán más
adelante a otras actividades, como
la experimentación pedagógica, los
cursos de estudio, la creación de in-
fraestructuras, la publicación de re-
vistas, etc. Otras instituciones pú-
blicas, como el propio Ayuntamien-
to de Barcelona, la Diputación de
Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao
desempeñaron también un papel
digno de mención.
Capítulo aparte merecen la Junta
de Ampliación de Estudios y la Es-
cuela de Estudios Superiores del
Magisterio, organismos que tuvie-
ron un papel decisivo en la forma-
ción de unas élites pedagógicas, ya
sea a través de las becas de estudios
concedidas a muchos educadores
para estudiar en el extranjero, o por
medio de otros tipos de formación.
A través de la política educativa y
cultural de estas instituciones, las
relaciones de los grupos de van-
guardia con los sectores que lleva-
ban a cabo experiencias renovado-
ras resultarán cada vez más fluidas, a
medida que avance el siglo XX.
En el terreno de la experimenta-
ción práctica, la influencia de las
citadas corrientes en el período an-
terior a la República quedó limita-
da a unas zonas específicas. A este
respecto, debemos referirnos ante
J. Holt.
I. Illich
O. Decroly.
C.deP.C.deP.C.deP.
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 29
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
todo al método Montessori, dado
que Barcelona, junto con Chicago,
devino uno de los grandes centros
montessorianos; cabe destacar a es-
te respecto la gran cantidad de es-
cuelas en las que se aplicaron las téc-
nicas montessorianas, especialmen-
te en Cataluña y Baleares. Durante
la República, el método Montesso-
ri se extendió profusamente por to-
da España.
Mientras Maria Montessori via-
jaba por todo el mundo para dar a
conocer su pedagogía, el doctor
Ovide Decroly recibía en l’École
de l’Ermitage a pedagogos llegados
de todos los rincones del globo, en-
tre los cuales se encontraban mu-
chos españoles, que se dieron cita en
Bruselas, especialmente a partir de
1912. A pesar de su aislamiento bru-
seliano, el doctor Decroly visitó Bar-
celona en 1921 y Madrid en 1926.
Las experiencias decrolianas llegaron
a su momento álgido en el período
republicano, en el que destacan es-
pecialmente los ensayos de Segovia
y Barcelona.
Dentro de los países de habla fran-
cesa se ha de recordar la gran influen-
cia ejercida por el Instituto Rousseau
de Ginebra, por donde pasaron mul-
titud de pedagogos españoles que be-
bieron en las fuentes de dicha Insti-
tución, gracias fundamentalmente
al magisterio d’Edouard Claparède,
Adolphe Ferrière y más adelante de
Jean Piaget.
De la propia Francia, sin olvidar
la influencia de Roger Cousinet,
especialmente durante la Repúbli-
ca, debe señalarse especialmente la
figura de Célestine Freinet, cuyo
método se extendió rápidamente,
en especial después de que Freinet
dictara tres lecciones en l’Escola
d’Estiu de Barcelona en 1933. En
el terreno práctico, las experiencias
que se llevaron a cabo durante la
guerra civil y la relevancia que ad-
quiere el movimiento además de en
Cataluña en el País Valenciano y
Galicia, constituyen los hechos más
destacados en este sentido.
De los pedagogos y psicólogos de
habla inglesa, cabría recordar a los
psicopedagogos norteamericanos, en
un principio William James y sobre
todo John Dewey, cuyas experien-
cias tuvieron un gran eco en Es-
paña, de manera especial a partir de
1925, cuando se inició la publica-
ción de sus obras más emblemáti-
cas. Este pedagogo alcanzó a nivel
práctico su punto culminante du-
rante el período republicano, en el
cual se organizaron repúblicas esco-
lares en ciertas escuelas de vanguar-
dia, como las del Patronat Escolar
de Barcelona, y se ensayó el método
de proyectos. También se llevaron a
cabo algunos ensayos del método de
Vinnetka.
En cuanto a la influencia específi-
camente británica, muy importante
durante el siglo XIX, cabe señalar
que no tuvo demasiado incidencia
en España por lo que se refiere a las
escuelas nuevas inglesas; Abbost-
holme y Bedales, y más adelante
Summerhill, para citar unos cuan-
tos ejemplos, estaban demasiado
alejados de los intereses de los edu-
cadores españoles, aunque encon-
tramos diversas referencias teóricas
a su obra. Por otro lado, no debe
olvidarse a Helene Parkurst, ex co-
laboradora de Maria Montessori,
cuyas investigaciones, materializa-
das en el Dalton Laboratory Plan,
dieron origen a un sistema de edu-
cación individualizada que interesó
en los años veinte en el campo teó-
rico, y durante la República en el
ámbito escolar.
Las influencia alemana, especial-
mente de Kerschensteiner, se dejó
sentir en el período republicano, es-
pecialmente en el terreno teórico;
por otro lado, del ámbito soviético
podemos hablar mayormente de la
información propagandística, que tu-
vo una incidencia real, aunque se
encuentran también interesantes re-
ferencias al período pre-estaliniano
y en relación a la pedagogía de los
huérfanos de la Revolución.
Todo este movimiento, aunque de
carácter minoritario antes de 1931 y
programas de Preescolar y
EGB.
20-XI. Muerte del general
Franco y sucesión automá-
tica de Juan Carlos I como
rey.
ll1977
15-VI. Se celebran las pri-
meras elecciones democrá-
ticas, con el triunfo de la
UCD.
ll1978
Abril. Tiene lugar una huel-
ga general de maestros con-
tra la política educativa de la
UCD.
7-XII. Se aprueba en re-
feréndum la nueva Cons-
titución española que, es-
pecialmente en su artículo
25, regula los derechos y el
funcionamiento de la edu-
cación en una sociedad de-
mocrática de tipo occiden-
tal.
ll1979
3-I. Acuerdo entre el Go-
bierno de la UCD y la San-
ta Sede sobre enseñanza y
asuntos culturales para ade-
cuar el Concordato de 1953
a la nueva realidad política,
preservando, en parte, los
intereses de la Iglesia.
Abril. Primeras elecciones
democráticas municipales.
La constitución de los nue-
vos ayuntamientos da un
nuevo impulso a la educa-
ción.
ll1980
19-VI. 5/1980. Aprobación
de la LOECE (Ley Orgánica
del Estatuto de Centros Es-
colares), reformada en parte
por el Tribunal Constitu-
cional y aprobada definiti-
vamente el 13-II-1981. Se
trata de una de las principa-
les iniciativas de los gobier-
nos de la UCD por lo que
hace referencia a los órga-
nos colegiados de gobierno
en los centros docentes.
Se inicia el proceso de trans-
ferencia de las competen-
cias educativas en Cataluña
y el País Vasco. Un proceso
que afectará progresivamen-
te a las demás comunidades
autónomas. Las últimas en
«Nunca educación
directa, sino
indirecta por medio
del ambiente».
J. Dewey
30 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
limitado a determinadas zonas ur-
banas, recibió un gran impulso, co-
mo hemos dejado entender, duran-
te la etapa republicana e incluso en
la época de la guerra, en la zona le-
al al Gobierno. Pero el triunfo de
las «tropas nacionales» terminó brus-
camente con un intento de adapta-
ción singular de la pedagogía es-
pañola a las corrientes europeas
vanguardistas.
Dada la heterogeneidad de la es-
cuela confesional, resulta difícil pre-
cisar las aportaciones de la Iglesia
como corporación en el campo de
la innovación pedagógica. A nivel
personal, hablaremos de la integra-
ción a la Escuela Nueva de muchos
educadores directa o indirectamen-
te vinculados a la Iglesia, y de las
pedagogías específicas del Padre
Manjón para la educación cristiana
de los marginados, así como la del
Padre Poveda dentro de dichos pa-
rámetros, a favor de la educación de
la mujer.
En cuanto a las órdenes religio-
sas, en el marco de dicha hetero-
geneidad destacaríamos el papel de
los escolapios como precursores, en
buena medida, de la Educación Fí-
sica y del deporte, la de los jesuitas
en el campo de la educación inte-
lectual, y la de los salesianos en el
terreno de la educación manual, sin
olvidar el interés de algunas órdenes
femeninas por elevar el nivel cultu-
ral de las chicas.
El período 1940-1980
Aproximadamente entre 1940 y
1960 se produce una especie de
vacío, una marcha atrás hacia la lla-
mada «escuela tradicional decimo-
nónica». Todas las experiencias an-
tes señaladas fueron anatemizadas
por extranjerizantes, recurriendo a
una tradición española que resulta-
ba muy alejada en el tiempo y que
sólo tenía en el Padre Poveda y el
Padre Manjón y las experiencias pe-
dagógicas de algunas órdenes reli-
giosas algún aire de modernidad.
Por otro lado, de las escuelas confe-
sionales se recordaba mucho más su
discutible corpus ideológico que su
quehacer en el terreno escolar.
A pesar de que desde el sistema
político se intentó una readaptación
al mundo moderno, el balance po-
sitivo posee un carácter individual,
integrarse han sido Asturias,
Castilla-La Mancha, Casti-
lla-León y Extremadura.
ll1981
23-II. Fracasa el intento de
ocupación del Parlamento
para propiciar un golpe de
Estado.
R.D. 69/81. Se establece la
ordenación de la EGB en
tres ciclos (inicial, medio y
superior). Progresivamen-
te, se irán redactando las
enseñanzas mínimas de los
tres ciclos citados. Ello su-
pone la revisión de los «pro-
gramas renovados».
ll1982
28-X. El PSOE gana las
elecciones generales. J. Ma
Maravall, nuevo ministro
de Educación.
ll1983
Agosto. Se aprueba la L.R.U.
que regula la autonomía y
democratización de la uni-
versidad.
Diciembre. Se celebra en
Barcelona el I Congreso Es-
tatal de Movimientos de
Renovación Pedagógica.
ll1984
27-III. Las Cortes aprue-
ban la LODE (Ley Orgáni-
ca del Derecho a la Educa-
ción), que deroga la LOE-
CE. Aprobación definitiva:
3-VII. BOE 4-VII. Previa-
mente, el 27-VI-1985, el Tri-
bunal Constitucional fallaba
el recurso de inconstitucio-
nalidad interpuesto por el
Grupo Popular.
2-VIII. Ley según la cual se
adoptan medidas para la re-
forma de la función pública.
ll1986
1.I. El Estado español in-
gresa en la Comunidad Eu-
ropea.
ll1987
Junio. El MEC presenta el
Proyecto para la Reforma
de la Enseñanza.
ll1988
13-IV. Huelga del profeso-
rado que afecta a 5 millo-
nes de alumnos; la tensión
se mantiene hasta la firma
de los acuerdos en noviem-
bre. Javier Solana sustituye
Maria Montessori.
J. Piaget.
L.S. Vygotski.
C.deP.C.deP.C.deP.
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 31
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
más que colectivo. A este respecto,
señalaremos el Congreso Interna-
cional de Pedagogía de Santander
en 1949 como primer síntoma de
este fenómeno, y la progresiva inte-
gración a algunas corrientes moder-
nas —preferentemente norteame-
ricanas— vinculadas al aprendizaje,
a través de las facultades de Peda-
gogía y Psicología que se fueron
creando.
Los últimos años del franquis-
mo, en medio de una especie de
caos, serán ricos en contrastes pe-
dagógicos y político-pedagógicos,
especialmente a raíz de la aproba-
ción de la LGE; todas estas tenden-
cias encontrarán un marco mucho
más adecuado a partir de la muerte
del general Franco. En contraposi-
ción al mundo oficial, aparecen co-
rrientes de recuperación de las ex-
periencias pasadas, especialmente
en Cataluña y en algunas zonas ur-
banas, que aun así no tendrán posi-
bilidades de una mínima expresión
hasta la década de los sesenta; los
nuevos horizontes quedarán mejor
delimitados a partir de 1975.
En realidad, no se trataba única-
mente de una recuperación, sino de
una lenta readaptación a las van-
guardias europeas y americanas. El
universo educativo que surge des-
pués del final de la Segunda Guerra
Mundial se mostrará muy crítico
con la Escuela Nueva por su idealis-
mo y sus limitaciones a la hora de
aplicar las políticas de educación de
carácter universal, máxime tenien-
do en cuenta los efectos de la des-
colonización y la necesidad de pla-
nes de escolarización acelerada a
causa de las migraciones internas y
externas y los problemas de infraes-
tructura generados por la guerra.
En un primer momento, se trata-
ba simplemente de recuperar las
experiencias de los años anteriores
a la guerra civil, aunque con una se-
rie de readaptaciones, y la inclusión
de nuevas experiencias procedentes
de la Unión Soviética —principal-
mente de Makarenko— y de Italia;
de este último país cobran impor-
tancia sobre todo ciertos aspectos
socioeducativos vinculados al mar-
xismo gramsciano, así como las
nuevas aportaciones realizadas en el
campo de la Didáctica.
Respecto a los planteamientos pe-
dagógico-ideológicos, recordaremos
que en el marco de los postulados
de la Escuela Nueva se otorgaba es-
pecial importancia al respeto mos-
trado en relación la conciencia del
niño y al desarrollo de sus facultades
motrices, psíquicas e intelectuales,
con una atención específica a la pro-
blemática social, con lo cual vuelven
a interesar Montessori —con una
importante presencia en Madrid—
y las experiencias de Decroly, que
con el visto bueno de la UNESCO
iban penetrando en la nueva peda-
gogía desde finales de la década de
los cincuenta, un movimiento que
interesó también en su conjunto a
algunos sectores, evidentemente mi-
noritarios, de la Iglesia.
Un capítulo especial debe de-
dicarse a las técnicas Freinet, que
desde mediados de la década de los
sesenta se extienden por toda Es-
paña a través de la cooperativa fun-
dada en Valencia. Son también pro-
tagonistas de estos años las doctrinas
piagetianas, que adquieren una gran
importancia a partir de la década de
los setenta, y que perviven en la ac-
tualidad.
Ya dentro de las aportaciones
más contemporáneas, cabe recordar
la incidencia de la pedagogía insti-
tucional, especialmente de origen
francés, del movimiento italiano de
cooperativas, y el alcance de algunas
influencias personales, como por
ejemplo el caso del brasileño Paulo
Freire, el italiano Francesco Ton-
nuci, etc.
Nos interesa especialmente la fi-
gura del educador brasileño recien-
temente fallecido, dada la influencia
que como persona y como educa-
dor ha ejercido y ejerce todavía en
España, sobre todo si tenemos en
cuenta la vigencia de muchas de sus
«Será necesario que la
escuela respete la
evolución del niño en el
sentido de no imponerle
ninguna convicción política
o religiosa de la realidad»
32 Cuadernos de Pedagogía / N.0
286 / Diciembre
M
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
consideraciones y experiencias. Su
concepción radical de la educación
comporta una teoría del cambio y
del compromiso social, lo que con-
lleva la lucha contra la opresión en
aras a evitar el sufrimiento humano.
Su filosofía de la educación se ba-
sa en el pensamiento del oprimido,
y no para el oprimido; su escuela
popular llega a la reflexión teórica a
través de la práctica y su credo edu-
cativo se dirige a una acción cultu-
ral para el cambio. La escuela de-
mocrática que propugna está cen-
trada en el educando por medio de
la práctica pedagógica.
Los cambios de los años
ochenta
A pesar de que en algunos círculos
el conocimiento de las nuevas con-
cepciones del sistema educativo y
de su expresión terminológica debe
situarse alrededor de los años se-
senta, nos hemos de trasladar apro-
ximadamente a principios de la dé-
cada de los ochenta para que se
produzca la verdadera integración
de las nuevas corrientes americanas
y europeas, tanto en el terreno de la
estructura educativa —lo hemos
visto en el párrafo anterior— como
en el caso del universo pedagógi-
co y psicológico, en el que desem-
peñan un papel determinante las
instituciones públicas, ayudadas por
un entorno favorable a las nuevas
tendencias.
En este sentido, no podemos ol-
vidar que se han producido cam-
bios sustanciales en las institucio-
nes políticas y en sus proyecciones
en el mundo educativo, en la eco-
nomía, la cultura, la distribución
de la población, etc., con lo cual ha
variado el discurso sobre la reno-
vación pedagógica, que tiene aho-
ra lecturas, actores y referentes esen-
cialmente distintos en comparación
con épocas anteriores.
Antes, pues, de referirnos a los
cambios acaecidos en los últimos
tiempos, hemos de señalar la genera-
lización de los conceptos «estructura
cognoscitiva» y «proceso cognosciti-
vo» y la importancia que se otorga al
constructivismo para que el niño
construya su propia forma de pen-
sar y de conocer de un modo acti-
vo, así como lo que conocemos co-
mo «aprendizaje significativo», que
parte de la base de relacionar los nue-
vos conceptos adquiridos con los co-
nocimientos previamente asumidos.
En los nuevos procesos, desem-
peña también un papel muy desta-
cado lo que se conoce como «inves-
tigación en la acción». En realidad,
se trata de integrar la experimen-
tación científica en la acción social,
mediante un proceso cíclico de ex-
ploración, actuación y valoración de
resultados. Esta concepción, pues,
no se limita a la aplicación práctica
de unos determinados conocimien-
tos teóricos, sino que en el contex-
to de una expresión dinámica, la
propia práctica deviene un proceso
de investigación.
Es a partir de la asunción de este
complejo universo educativo por
parte de un sector significativo del
profesorado donde hemos de situar
los nuevos modelos de currículo y de
desarrollo curricular, basados en la
idea de que cualquier acción educati-
va debe apoyarse en una teoría curri-
cular integrada en una teoría de la
educación que, en realidad, abarca
un contexto más amplio.
El currículo se sitúa entre una
propuesta teórica y su traducción
práctica, entre la planificación y la
acción, otorgando un especial énfa-
sis a la formación inicial y perma-
nente del profesorado en una cuida-
da organización de los centros edu-
cativos y del material didáctico, etc.
Podemos considerar que la teoría
curricular se sitúa a mitad de cami-
no entre la teoría de la educación y
la práctica educativa.
Desde la óptica tradicional, este
modelo se ha considerado como un
método de organización de las acti-
vidades educativas y de aprendizaje
en función de los contenidos, los
métodos y las técnicas. En realidad,
se contempla sin embargo como el
intento de viabilizar los principios y
las características de una propuesta
educativa que permanezca abierta a
la reflexión para que pueda trasla-
darse a la práctica educativa.
Este modelo ha propiciado el
análisis psicopedagógico de la insti-
tución escolar, aunque ha dejado en
un segundo término las organiza-
ciones macroeducativas, y princi-
palmente el análisis sociológico glo-
bal de la problemática escolar. A
partir de las nuevas teorías del apren-
a J. Ma
Maravall al frente del
MEC.
ll1990
3-X. 24/72 Ley Orgánica
1/1990. Se aprueba la LOG-
SE (Ley de Ordenación Ge-
neral del Sistema Educati-
vo), que comienza a aplicar-
se el año siguiente.
ll1995
Noviembre. Se aprueba la
LOPEGCE (Ley Orgánica
de la Participación, Evalua-
ción y Gobierno de los Cen-
tros Educativos).
ll1996
3-VI. El Partido Popular,
que había puesto muchos
reparos a la Reforma edu-
cativa, gana las elecciones
generales. Esperanza Agui-
rre, la primera ministra de
Educación del PP, intenta
imponer proyectos neoli-
berales y de privatización y
dicta el polémico Decreto
de Humanidades. Aunque
muchos de sus proyectos
son rechazados, la Refor-
ma se ralentiza y se pone
en cuestión el principio de
comprensividad en la En-
señanza Secundaria.
ll1999
Enero. Mariano Rajoy es
nombrado nuevo ministro
de Educación.
L. Stenhouse.
C.deP.
Diciembre / N.0
286 / Cuadernos de Pedagogía 33
dizaje, basadas en la aplicación del
método experimental, y en las que
se incluye ahora el mundo del aula,
no hace mucho impenetrable, se
está originando una revolución pe-
dagógica pragmática, en detrimen-
to de su signo filosófico-político.
De hecho, se trata de un modelo
que implica diversas interpretacio-
nes, según la educación se oriente
hacia un proceso de aprendizaje o
de desarrollo o presente un carác-
ter integrador. Partir de una u otra
perspectiva comportará objetivos
diferentes, vías distintas y, por con-
siguiente, propuestas curriculares
diversas.
Interesa señalar que los nuevos
modelos implican la participación
en el proceso educativo de los di-
versos sectores relacionados con la
enseñanza. La Administración de-
sempeña, a este respecto, un papel
determinante en las propuestas cu-
rriculares y en sus diseños; el profe-
sorado, además de participar en los
citados diseños, tiene un papel tam-
bién decisivo en el proceso de in-
vestigación en la acción; el alumna-
do participa en la construcción de
su propio aprendizaje; y, finalmen-
te, los demás sectores ejercen una
acción de tutela y de control, en el
marco de unos determinados meca-
nismos de participación.
Este nuevo contexto, al margen de
la necesidad de dar respuesta a los di-
ferentes currículos y hacer frente a las
distintas formas de constructivismo,
nos plantea problemas de diversos
tipos, desde el desarrollo profesio-
nal de la docencia hasta la utiliza-
ción de las nuevas tecnologías, los
modernos medios de comunicación
y la potenciación de la investigación
educativa como preludio de la ac-
ción en la escuela.
Teniendo en cuenta la especifici-
dad de las teorías de la educación,
quizá estos modelos determinen que
las finalidades educativas queden to-
talmente relegadas, lo que puede
conducir a un falso cientifismo en
apariencia neutral, aunque orientado
desde el punto de vista ideológico.
Por ello, a nuestro entender, di-
cho proceso debe ir acompañado,
como ya hemos apuntado, de una
verdadera democracia participativa,
dado que la intervención creciente
de las élites tecnocráticas, totalmen-
te justificable en determinados ca-
sos, puede frenar la participación de
los distintos sectores de la comuni-
dad educativa, una participación
que, en muchos casos, resulta más
formal que real.
La desglobalización del universo
educativo constituye uno de los
cambios más significativos de estos
últimos tiempos; los educadores
de la Escuela Nueva, a pesar de sus
diferencias, presentaban un rasgo
común: un proyecto global. Con
los nuevos planteamientos, ya no
podemos hablar de pedagogía o de
proyecto educativo sin más, sino
que todo este universo pasa a tener
un carácter plural.
En la actualidad, el hecho de ha-
blar de educación ambiental, edu-
cación sanitaria, educación para la
paz, para el consumo, ciudad y edu-
cación, ecología y educación, diver-
sidad, multiculturalidad, etc., posee
una entidad propia, al mismo tiem-
po que la significación global del
proyecto educativo resulta comple-
ja y con significados diversos.
Al hablar de pedagogías específi-
cas, aunque se trata de un proble-
ma ya apuntado a lo largo del siglo
XIX, especialmente en los países
anglosajones, debemos recordar de
forma especial el interés mostrado
por la pedagogía de la cultura física
y, en general, el conocimiento del
cuerpo, algo que a pesar de que en
España comienza a interesar a prin-
cipios de siglo, con una nutrida par-
ticipación de las congregaciones re-
ligiosas, como hemos señalado, ha
adquirido en los últimos treinta años
una importancia capital.
Ya para terminar, al margen de
constatar que la aplicación práctica
de los nuevos modelos se encuentra
en un estado embrionario, no po-
demos pasar por alto que a pesar de
la aceptación o el rechazo acrítico
de dichos modelos, que parten de
objetivos excesivamente tecnifica-
dos, existe una inquietud que se po-
ne de manifiesto a través de algunas
propuestas representativas de ten-
dencias o movimientos específicos
que buscan nuevas utopías para su-
perar la actual atonía general. o
* Jordi Monés i Pujol-Busquets es pro-
fesor jubilado de la Universitat Autònoma
de Barcelona.
L A E D U C A C I Ó N
ENTRE DOS SIGLOS
M O N O G R Á F I C O
C. Freinet.
P. Freire.
F. Tonucci.
C.deP.C.deP.C.deP.

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  • 1. 12 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre Desde que en el año 1900 se creó por primera vez un ministerio específico para el ámbito educativo, denominado entonces «de Instrucción Pública y Bellas Artes», multitud de avatares han protagonizado la carrera educativa. El artículo analiza los avances y retrocesos de esta evolución en dos grandes bloques: por un lado, describe el marco general en el que se iban sucediendo las distintas políticas y tendencias ideológicas; y, por otro, hace un repaso de las corrientes de innovación pedagógica ensayadas en este siglo a punto de concluir. De forma simultánea a ambos planteamientos, una minuciosa cronología permite situar con exactitud los acontecimientos a los que se hace referencia en el texto. M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS La educación en España, en el siglo XX Jordi Monés i Pujol-Busquets* IMEB. educación en el siglo XX, educación en España, Historia de la Educación
  • 2. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 13 Es evidente que este siglo no puede presentarse cronológica- mente de manera unitaria. Sin em- bargo, creemos que, desde una órbi- ta educativa, el siglo XX en España viene marcado fundamentalmente por dos acontecimientos. El primero de ellos de carácter político-militar: la victoria de las tropas del general Franco, y el segundo, un hecho edu- cativo, la Ley General de Educación de 1970; todo ello nos permite dibu- jar tres períodos diferentes, que estu- diaremos de manera separada: 1900- 1939; 1940-1969; y 1970-1999. El período 1900-1939 Desde la perspectiva políticosocial, esta época viene definida por tres eta- pas que conviene precisar de antema- no: el primer período constitucional (1900-1923), la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), y la Segun- da República (1931-1939). A pesar de sus diferencias, forman, de hecho, un bloque que configura un marco educativo común. Evolución de la educación en el contexto económico y políticosocial Con la entrada del siglo se produ- ce un cambio esencial; la educación contará, a partir de este momento, con un ministerio específico, con lo cual los problemas surgidos en este ámbito serán más fáciles de plan- tear. España vivía, en general, al mar- gen de los países avanzados de Euro- pa y América; sus déficit escolares abarcaban distintos campos, desde el políticosocial al socioeconómico, incidiendo también en el ámbito socioeducativo. Los problemas fundamentales en este ámbito podrían resumirse de la siguiente manera: déficit de equi- pamientos escolares en todos los niveles, con la consiguiente baja es- colarización en los tres grados de la enseñanza y una alta tasa de analfa- betismo; el carácter eminentemente urbano de la educación, que en una sociedad agraria creaba muchos pro- blemas relacionados con el ámbito educativo en el mundo rural; a pe- sar de que se igualaban los porcen- tajes de escolarización primaria en- tre los chicos y las chicas, el por- centaje de mujeres en la Enseñanza Secundaria y superior era práctica- mente inexistente; el unitarismo religioso, cultural, lingüístico, pro- gramático, etc., fruto de la centrali- zación política, considerada como un sinónimo de progreso, impedía la inserción de la escuela en el con- texto sociocultural. (Véase en este mismo número de Cuadernos de Pe- dagogía el artículo «El proceso de es- colarización».) Estos déficit venían determina- dos, en buena parte, por la escasa inversión pública y privada realizada en el terreno educativo. Así, la es- tructura educativa y la baja inver- sión en este ámbito comportaban grandes diferencias sociales entre los L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O El marco general 1. Claudio Moyano Samaniego (1809-1890). Padre de la primera ley de educación dictada en España (1857). 2. Antonio García Alix (1852-1911). Creó el primer ministerio específicamente educativo y preparó la primera reforma en profundidad de la Ley Moyano. 3. Marcel.lí Domingo y Sanjuán (1884- 1939). Conocido como el «Jules Ferry» español, fue el primer ministro de Instrucción Pública de la Segunda República y marcó las líneas de actuación de la profunda renovación que llevaron a cabo los republicanos. 4. José Luis Villar Palasí (1922-...). Desde su entrada en el MEC, se propuso impulsar una ley general en materia educativa. 5. José Ma Maravall (1943-...). Hemos de considerarle el padre de la LOGSE, aunque esta ley no se aprobó en la época en que dirigía el MEC. 12 4 5 3
  • 3. 14 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre receptores de la educación. Gozar de los beneficios de la educación generaba dificultades, ya que mu- chos padres necesitaban el concur- so económico de sus hijos desde muy jóvenes, sobre todo en el cam- po y en las barriadas obreras de las zonas industriales; por otro lado, las ventajas que podían derivarse de la enseñanza se veían aún menos cla- ras en las chicas, pues se considera- ba que debían dedicarse casi en ex- clusiva a la procreación y la educa- ción de los hijos. (Véase el artículo «De las escuelas de niñas a las polí- ticas de igualdad».) Grupos y sectores implicados en el mundo educativo A pesar de una cierta inercia, apare- cida ya desde finales del siglo XIX, había algunos sectores sociales que estaban preocupados por el proble- ma de la enseñanza, dentro de los cuales se encontraban diversos polí- ticos, sindicalistas, filántropos, fe- ministas, etc., y muy especialmente un cierto número de enseñantes, el grupo social más preocupado por el problema educativo. A comienzos del siglo XX, el má- ximo interés de estos grupos con- sistía en trasladar las inquietudes de finales del XIX —expresadas en los congresos pedagógicos, en los ce- náculos de formación del profeso- rado y en las propias Cortes— del terreno teórico a la cotidianeidad. (Véase el artículo «El profesorado».) La problemática socioideológica, uno de los ejes centrales en este sen- tido y a la cual nos referiremos más adelante, se resumía en dos cuestio- nes: quién tenía derecho a enseñar y qué era lo que se debía enseñar. El primero de estos casos constituía una derivación de la lucha por el control de la enseñanza entre la Iglesia y el Estado. Aunque la libertad de en- señanza proclamada en la Constitu- ción de 1876 favorecía a ambas cor- poraciones, posibilitaba también la existencia de grupos minoritarios interesados en la modernización de la escuela. En cada una de las etapas citadas, las diferencias entre el Estado, la Iglesia y una serie de sectores des- vinculados, en mayor o menor me- dida, del sistema vendrán determi- nadas por el papel que desempeñará cada uno de estos ámbitos. Así pues, la evolución general del período que estudiamos se puede considerar co- mo una resultante de la pugna man- tenida entre los tres grupos antes citados, que al margen de su ads- cripción socioeconómica, se dife- renciaban claramente en sus obje- tivos educativos y en los valores y pautas propugnados. Las luchas partidistas y una con- cepción poco definida de la acción del Estado, en cuanto a la gestión y el control, daban como resultado el hecho de que éste ni hiciera ni deja- ra hacer, a pesar de ser determinan- te en el mundo educativo. En este sentido, cabe señalar que el Gobier- no intentaba dar solución a los pro- blemas más acuciantes, aunque el balance final es decepcionante: con pocos recursos y un exiguo porcen- taje del presupuesto dedicado a la educación, situado muy por debajo del de los países europeos que se en- contraban a la vanguardia, era impo- sible hacer milagros, aunque los re- sultados variaron de forma ostensible en cada una de las etapas anterior- mente descritas. Los conservadores procuraban con- servar sus privilegios, algunos de raíces históricas y otros que habían recuperado a raíz de la Restauración de 1875. No obstante, cabe decir que, en comparación con períodos anteriores, se pueden observar una serie de cambios importantes, por ejemplo en la Iglesia, que no se reple- gaba a la defensiva, sino que presenta- ba batalla dentro de lo que podríamos considerar la modernización de la enseñanza, aunque en líneas genera- les seguía los métodos y las concep- ciones más tradicionales. En efecto, algunos de sus secto- res lanzaban una ofensiva socioedu- M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS Cronología Período 1900-1939 ll1900 18-IV. Creación del Minis- terio de Instrucción Pública y Bellas Artes. 1901 Establecimiento de la Aso- ciación Nacional del Magis- terio Primario. 31-XII. Los maestros que co- braban de los ayuntamien- tos con pocos recursos, sobre todo en las zonas deprimi- das, pasarán a cobrar del Es- tado, a pesar de que sus ha- beres no serán incluidos en los presupuestos generales del Estado hasta 1911. Con esta medida, los maestros, que muchas veces sólo co- braban en especias, comen- zarán a percibir cierta canti- dad en metálico. 17-VIII. Romanones inicia cambios en el Bachillerato. La reforma era limitada y contradictoria, introducía las Ciencias Experimenta- les y unificaba, en parte, los institutos de Bachillerato y las escuelas normales. Los institutos se denominarán «generales y técnicos». La Compañía de Jesús crea la revista Razón y Fe, que con argumentos modernos, atacará el laicismo escolar y la secularización de la en- señanza. ll1902 21-X. R.D. que obliga a que la enseñanza del catecismo se haga en castellano; será revocado el 2-XII debido a las protestas que se produ- cen en Cataluña. Celebración del IV cente- nario de la fundación de la Universidad de Valencia, du- rante el cual tiene lugar una Asamblea Pedagógica Re- gional y la I Asamblea Uni- versitaria. ll1905 Manjón instala al pie del Albaicín un Seminario de Maestros, para formar do- centes que trabajarán en las «La instrucción elemental sólo sirve para engendrar ambición en el pecho del pobre». Padre Ruiz Amado
  • 4. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 15 cativa mediante el establecimiento de asociaciones vinculadas a la en- señanza; la formulación de progra- mas educativos; y, especialmente, mediante una serie de experiencias renovadoras, las cuales no sólo abra- zaban los establecimientos docentes dedicados al alumnado procedente de las clases adineradas, sino que se preocupaban, en parte, por los gru- pos menos favorecidos. Por lo que se refiere a las agru- paciones que cuestionaban el papel del Estado y el de la Iglesia, podría- mos hablar de dos segmentos socia- les bien definidos: una serie de gru- pos intelectuales que se integrarán de una forma prácticamente total en el movimiento de la Escuela Nueva, y un conjunto de sectores críticos con el sistema, tanto desde el punto de vista social como religioso y mo- ral, representantes, generalmente, de las clases subalternas. El primer grupo se había desarro- llado por medio de una dinámica propia, cuyo máximo exponente era la Institución Libre de Enseñanza (ILE) establecida en 1876, que ac- tuó en todo momento en dos ámbi- tos: el mundo social y el entorno político. En el primero, se trataba de formar distintos grupos, espe- cialmente entre el profesorado, que además de luchar contra los déficit anteriormente expuestos, aceptaran, entre otras cosas, la neutralidad ideo- lógica y el activismo escolar, lo que representaba, en cierto modo, la au- toformación del alumnado. En cuan- to al segundo, intentaba que las au- toridades adoptaran algunas de sus L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O escuelas del Ave María, crea- das en el siglo XIX. ll1907 11-I. Creación de la Junta para la ampliación de estu- dios. Maria Montessori funda en Roma las Case dei Bambini. Por otro lado, Ovide Decro- lyestableceenBruselasl’Éco- le de l’Ermitage. 18-XI. R.D. sobre inspec- ción, que en el fondo, perse- guía la supresión de las es- cuelas laicas. ll1908 24-IV. Se aprueba el Pre- supuesto Extraordinario de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona. Prevé el esta- blecimiento de cuatro es- cuelas graduadas. Noveda- des: neutralidad religiosa, bilingüismo, dignificación del maestro, coeducación. Suspensión gubernativa el 25-II-1909. ll1909 3-VI. Creación de la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio. Reforma 20-XI- 1911. Se trata de preparar a los inspectores de primera enseñanza y al profesorado de las escuelas normales. 23-VI. Se extiende la obliga- toriedad de la escolarización hasta los doce años. La Ley Moyano sólo la preveía de los seis a los nueve años. 13-X. Ejecución del edu- cador racionalista Ferrer y Guardia, acusado sin prue- bas fehacientes de instigador de la Semana Trágica (26- VI.3-VII). 26-XI. Documento metro- politano «Contra la existen- cia de las escuelas laicas». Fundación de la FETE (Fe- deración de Trabajadores de la Enseñanza), adscrita a la UGT. ll1910 R.D. reiterado por una R.O. 1-II-1912; en él se da el nombre de «escuelas nacio- nales» a las elementales. En 1924, los institutos se lla- marán institutos nacionales de enseñanza media. Niños y niñas cumplen con el saludo franquista en grupos separados. IMEB.
  • 5. 16 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre propuestas, que mayormente serían de carácter experimental. Dentro de unos parámetros si- milares aparecería en Cataluña un movimiento pedagógico específico claramente vinculado al regionalis- mo catalán, el cual, a pesar de pre- sentar diferencias políticas sustan- ciales en relación a la ILE, utilizaba una táctica y estrategia similares, pero con la salvedad de que las relaciones con la Administración se vehicula- ban a través de las diputaciones y la Mancomunidad de Cataluña en un primer momento, y con la Genera- litat y el ayuntamiento de Barcelo- na durante la etapa de la Segunda República, época en la cual las re- laciones de dichos políticos y peda- gogos con la ILE fueron muy flui- das. Como podremos observar en el apartado dedicado a la innovación pe- dagógica, el movimiento catalán se situó, en estos años, a la vanguardia de dicha innovación. En cuanto a los movimientos críti- cos con el sistema, cabe señalar que su cualificación resulta muy com- pleja, porque aunque existía un de- nominador común, el laicismo, és- te abarcaba desde el anticlericalismo militante hasta diferentes posiciones moderadas que, en determinadas zo- nas del Estado, incluían a los sectores vinculados a la ILE. Aunque a finales del siglo XIX se apuntaban diversos movimien- tos concomitantes, con la entrada del nuevo siglo lo que podríamos cualificar como «escuela raciona- lista», vinculada al socialismo li- bertario —con gran incidencia en buena parte de España, sobre todo en ciertas zonas, como Cataluña, el País Valenciano, Andalucía y Gali- cia—, constituiría el grupo más co- herente en este sentido. Por otro lado, no podemos silen- ciar el republicanismo, que derivó en determinados casos hacia el so- cialismo marxista, y que cobró im- portancia en diversas zonas, espe- cialmente en la capital, con una ma- yor presencia en el campo teórico. En el marco de los diversos grupos mencionados anteriormente, debe- mos señalar también como agentes educativos a diversas asociaciones populares, desde los ateneos obre- ros hasta las Casas del Pueblo, etc. (Véase «La educación informal del siglo XX»; «Enseñanza pública-pri- vada. Un debate permanente».) Con matices de todo tipo, este marco abarca las tres etapas antes mencionadas, con la salvedad de la guerra civil, que constituye un pe- ríodo con características propias. Entre 1900 y 1923 se dibuja prác- ticamente todo el contexto teórico, a pesar de que las innovaciones en la práctica educativa tuvieran un carác- ter minoritario. Debemos recordar al respecto la labor llevada a cabo en algunas instituciones dependientes de la Iglesia, algunos ensayos intere- santes vinculados a las formulacio- nes especulativas de la ILE con inci- dencia en diversas regiones españo- las, los proyectos puestos en marcha en los centros educativos que se crearon en Cataluña, en estos dos últimos casos en el terreno público y privado, y las experiencias esco- lares protagonizadas por el movi- miento obrero y campesino, a pesar de la censura y/o la persecución gu- bernamental. La dictadura de Primo de Rive- ra ejerció un control ideológico muy superior al que el propio Estado había realizado anteriormente, di- rigido especialmente a los sectores que cuestionaban mayormente el carácter uniformizador, coercitivo y clasista gubernamental. Así, se inicia- ron una serie de reformas —cuestio- nables en parte— en los distintos niveles de la enseñanza y se dieron mayores facilidades a los grupos es- colares confesionales; en contrapo- sición, y como factor positivo, se ob- serva por primera vez que se presta una mayor atención a las construc- ciones escolares, especialmente de la escuela primaria. A pesar de los vaivenes políticos, en el período de 1931-1936 la Re- pública recogió todos los proyectos formulados por los grupos conside- rados como progresistas, algunos de los cuales figuraban incluso en la pro- pia Constitución republicana: crea- ción de 27.000 escuelas primarias; extensión del Bachillerato; dignifi- cación del profesorado, en especial de los maestros, tanto en el terreno económico como en el profesional, gracias a la reforma de los estudios de Magisterio; la escuela unificada como fórmula para garantizar la igualdad de oportunidades; la ex- M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS Se reconoce el derecho de las mujeres a matricularse libremente en los centros oficiales y el de desempeñar cátedras vinculadas al MIP- BA. Se trata de una medida sin consecuencias prácticas. Fundación en Madrid de la Escuela Nueva de Núñez de Arenas, vinculada a la ILE. ll1911 Febrero. Primer número de la Revista de Educación. Di- rectores: Joan Bardina y Ela- di Homs. Da mucha infor- mación sobre el nuevo mo- vimiento pedagógico. ll1912 Se celebra en Barcelona el I Congreso Español de Hi- giene Escolar. Se trata de un movimiento que comenzó a adquirir importancia a me- diados del siglo XIX, y que dio lugar a una importan- te legislación al respecto en esta época, sin resultados apreciables. El pedagogo Joan Palau Vera participa en Roma en el I Congreso Internacional Montessori. Al II Congre- so, celebrado en 1914 en la misma capital, asisten seis maestras pensionadas por las diputaciones de Barce- lona y Lleida. ll1913 Se crean en Barcelona las primeras escuelas montes- sorianas. Su expansión en Cataluña y luego en Balea- res será muy rápida. Se declara como voluntaria la enseñanza del catecismo en las escuelas nacionales. 18-XII. R.D., que crea las Mancomunidades provin- ciales, lo cual permitía la or- ganización propia como di- putación única en las regio- nes históricas. Sólo se acoge a ella Cataluña. ll1914 Julio-agosto. I Escola d’Es- tiu, Barcelona 1914-1923. Suprimida por la dictadura de Primo de Rivera y por la dictadura franquista, se ce- lebró también en 1930-1935 y se reanudó en 1966.
  • 6. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 17 tensión de la coeducación a la En- señanza Secundaria y la tolerancia en la Primaria; el neutralismo reli- gioso; la descentralización adminis- trativa; el bilingüismo en Cataluña, con proyectos de extensión a otras zonas; la autonomía universitaria, etc. (Véase en este número de Cua- dernos el conjunto de los artículos sobre la educación en España.) Los problemas económicos deri- vados del crack del 1929, los cam- bios políticos que, a raíz del triunfo de las derechas, originaron que en los años 1934 y 1935 se frenara la reforma o los propios errores de los gobiernos republicano-liberales de- terminaron, en buena parte, que la mayoría de los proyectos o no se realizaran o quedaran a mitad de camino, aunque las diferencias en este sentido con respecto a los perío- dos anteriores resultan significativas, especialmente en lo que hace refe- rencia a la participación popular en la problemática educativa. La existencia de dos Españas du- rante la guerra civil configuró dos mundos escolares diferentes. En cuanto a la llamada «zona nacio- nal», nos referiremos a ella al hablar del período 1940-1969. Por lo que concierne a la zona republicana, además de intentar mantener la esencia de la escuela republicana, se plantearon cambios profundos que daban prioridad a las cuestiones socioeducativas, y en particular a una mayor participación de la mujer en el entorno socioeducativo; esta políti- ca tuvo especial relieve en Cataluña, el País Valenciano y algunas zonas de Aragón, pero no llegó a solidifi- carse debido al triunfo del ejército franquista. Pensamiento escolar y discusión ideológica Dada la importancia que adquiere el discurso y la controversia ideo- lógica, creemos pertinente definir, aunque someramente, las grandes corrientes en este sentido que carac- terizan el período que estamos estu- diando, agrupándolas en tres grandes bloques: el pensamiento conserva- dor, las corrientes republicano-libe- rales y las propuestas de los sectores subalternos. Cabe hablar, pues, en primer tér- mino del pensamiento conserva- dor, con una gran influencia en el L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O 30-VIII. Reforma de la en- señanza normal. Primer in- tento de profesionalizar la carrera de Magisterio, aun- que la reforma se queda a mitad de camino. ll1915 Adolphe Ferrière publica los 30 puntos que definen «la Escuela Nueva», aceptados en 1921. ll1916 A lo largo del verano, se celebra en Barcelona el III Curso Internacional Mon- tessori, bajo la dirección de la doctora Montessori, quien continuará vinculada a Bar- celona como catedrática de Pedagogía y también como directora del Laboratorio de Piscología Experimental de la Diputación. ll1917 12-IV. R.D. que regula el I Estatuto del Magisterio Na- cional Primario. Fundación de la Institución Teresiana del Padre Poveda, aprobada por la Santa Sede en 1924. ll1918 10-V. Se crea el Instituto Escuela de Madrid, una ins- titución piloto que desvin- cula la Enseñanza Secunda- ria clásica de la universidad y la considera una continua- ción de la escuela primaria. Diciembre. Ponencia de enseñanza presentada en el Congreso del PSOE cele- brado en Madrid, que ejer- cerá una cierta influencia durante el período de la Se- gunda República. ll1919 21-IV. R.D. de autonomía universitaria; no se aplica hasta 1921, aunque de for- ma tímida. ll1920 El educador suizo Edouard Claparède dicta cinco lec- ciones en l’Escola d’Estiu de Barcelona. ll1921 Se funda en Ginebra la Li- gue Internationale de l’Édu- cation Nouvelle. Dirigida por Lorenzo Luzu- Escuela activa: tiempo para el ajedrez en la Escola Regionalista del Poble Nou (Barcelona), en 1929. IMEB.
  • 7. 18 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre período 1900-1923, y que se va transformando a lo largo de estos años para adaptarse a las nuevas rea- lidades, pero sin sufrir grandes cam- bios en su esencia, aunque el carácter ultramontano de finales del siglo XIX volvería a aparecer durante la dictadura de Primo de Rivera. El eje fundamental de este pensamien- to giraba en torno a la idea de la in- movilidad del orden establecido y la inmutabilidad de las pautas y va- lores tradicionales. A partir de estas ideas, se dibuja- ba un mundo escolar específico ba- sado en la autoridad, que requería orden y disciplina en todos los ám- bitos; en este contexto, el educa- dor, o en su defecto el programa, se erigía en el centro del proceso educativo, en el cual el educando desempeñaba un papel pasivo; en este sentido, la formación y la mi- sión del maestro era más moral que profesional. Los niveles superiores estaban reservados a determinados grupos socioeconómicos, siempre dentro del género masculino, y las clases subalternas se veían conde- nadas, en el mejor de los casos, a la enseñanza Primaria, no siempre completa. Se insistía asimismo en la peligrosi- dad de las doctrinas que atentaban contra la unidad política del Estado tradicional en sus vertientes religiosa, moral, lingüística, etc.; es decir, en todo aquello que ponía en entredi- cho los valores fundamentales: patria, religión y familia. No resulta extraño, pues, que se propugnase que doctri- nas como el evolucionismo, el positi- vismo, el socialismo, el regionalismo, etc., debían ser prohibidas e incluso perseguidas. El pensamiento republicano-libe- ral representado por la ILE y ciertos sectores afines, que tuvo su momen- to álgido en el período 1931-1936, partía de la base de la separación de la Iglesia y el Estado dentro de un concepto de libertad compartida, el cual, aplicado a la educación, tenía que dar como resultado un mundo escolar distinto, puesto que el educando pasaba a convertirse en el centro del proceso educativo, en el que la actividad se convertía en el eje fundamental sobre el que bas- culaba la nueva metodología. Por otro lado, la educación tenía que es- tar abierta a todos los descubri- mientos científicos. Por lo que compete a los grupos vinculados a los movimientos po- pulares, resulta difícil su caracteri- zación, dada la existencia de una cierta heterogeneidad. Como ya he- mos indicado anteriormente, nos centraremos más concretamente en el socialismo libertario, más común- mente llamado escuela racionalista, y en el socialismo marxista. Los libertarios, al margen de una concepción igualitarista de la en- señanza que debía reflejarse en los programas educativos, tenían una fe casi ciega en la ciencia, y mostra- ban un gran interés en aplicar su concepción sobre la libertad indivi- dual al mundo de los escolares, lo que comportaba una serie de con- tradicciones. Cabe señalar, por otro lado, la lucidez crítica de algunos educadores del socialismo libertario por lo que se refiere al carácter ca- sernario de la escuela tradicional, a las limitaciones del republicanismo —especialmente las reformas de la Tercera República francesa—, y al idealismo del movimiento de la Es- cuela Nueva, aunque recogían mu- chos de los postulados de este últi- mo movimiento. El socialismo marxista, por su parte, perseguía objetivos similares, y partía de un aparato crítico simi- lar al del movimiento racionalista en lo que respecta a la escuela tra- dicional y la Escuela Nueva, aun- que se diferenciaba primordial- mente de la escuela racionalista en el papel determinante que había de asumir el Estado o, en su defecto, las instituciones públicas en gene- ral en la estructura educativa, tanto en materia de programación como en la gestión. (Véase «La educación informal del siglo XX».) Período 1940-1969 Durante la guerra, la educación en la España nacional ocupará un lugar secundario, algo que contrasta con el interés suscitado por este ámbito en la zona republicana, una postura que presagiaba las futuras políticas adoptadas en torno a la educación. Podemos considerar que la escuela franquista se comenzó a configurar a partir del curso 1939-1940, a pe- sar de que ya existían unas bases im- M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS riaga, sale en Madrid el pri- mer número de la Revista de Pedagogía, que además inicia una serie de publicaciones. Al margen de su nivel cien- tífico y cultural, desempeña un papel determinante co- mo portavoz de la Liga In- ternacional de la Escuela Nueva. ll1922 Se celebra en Barcelona el II Congreso Internacional de Psicotecnia, bajo la presi- dencia del profesor Edouard Claparède y con la asistencia del doctor Decroly. ll1923 13-IX. Golpe de Estado del general Primo de Rivera. Se suspenden las garantías democráticas. Supresión o control de las instituciones escolares renovadoras crea- das en los años anteriores. ll1924 12-II. R.D. sobre la inspec- ción de Enseñanza Primaria. Control ideológico en las es- cuelas públicas y privadas. ll1925 13-IX. R.O. para sancio- nar a los maestros que aten- ten contra la sacrosanta uni- dad de la patria. Se convocan oposiciones controvertidas, debido al anacronismo de los cues- tionarios. ll1926 Son desterrados diversos profesores de los distintos grados educativos por cues- tiones políticas. El doctor Decroly dicta va- rias conferencias en Madrid. 26-VIII. Reforma del Ba- chillerato. Plan Callejo de la Cuesta. Se divide en dos grados: elemental y supe- rior; el primero común, el segundo subdividido en dos: ciencias y letras. ll1929 Fundación de la Confedera- ción Católica de Padres de Familia, de carácter ultra- conservador. Jesús Sanz, profesor de la Normal de Lleida, introdu- ce en España las técnicas
  • 8. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 19 portantes que se habían establecido a lo largo del período bélico, de en- tre las cuales destacaríamos la depu- ración política del profesorado, el control político subsiguiente, y la Ley de Enseñanza Media, que resta- blecía una especie de clasicismo ya muy caduco. Reinstauración de los esquemas decimonónicos La derrota de las tropas republica- nas significó el desmantelamiento de la estructura educativa que se había venido forjando desde 1931. La alianza que se produjo durante estos años entre los sectores que dieron el golpe de Estado —bauti- zado con el nombre de «Alzamien- to Nacional»— y la Iglesia, que se sumó al movimiento elevándolo a la supuesta categoría de «Cruzada de Liberación», intentaba dar con- sistencia ideológica al Régimen, que acabó adaptando lo que se de- nominó nacional-catolicismo, es decir, poner la escuela al servicio de la patria y de la religión. El nuevo Régimen reinstauró los esquemas decimonónicos, a los que añadió algunos componentes nazis y fascistas. A la escuela tradicional, burocrática, centralista, conservado- ra y uniformizadora se le añadía una extrema politización basada en la doctrina totalitaria de los países del eje Berlín-Roma-Tokio. La nueva realidad escolar, plasmada en la re- ciente legislación, podría resumirse en los siguientes puntos: - Subsidiariedad educativa del Es- tado en materia de gestión, una doc- trina que presuponía una escasa in- versión educativa, todo ello enmar- cado dentro de un rígido control programático e ideológico. - Un renovado papel de la Iglesia como agente educativo. - Depuración política del profe- sorado, sustituyéndolo por personal adicto al sistema. - Separación de sexos en la en- señanza Primaria y Secundaria y una educación diferenciada según el sexo. - Uso exclusivo de la lengua cas- tellana y prohibición de las demás. - Enseñanza autoritaria, que con- cedía una gran importancia al or- den y la disciplina, con lo cual la ac- titud del alumno volvía a ser total- mente pasiva. Contradicciones del sistema en el marco del neocapitalismo: triunfo del tecnocratismo La expansión de las fuerzas pro- ductivas creó una serie de contra- dicciones en un sistema que no se adaptaba al mundo socioeconómi- co. No nos ha extrañar, pues, que a finales de la década de los cuarenta aparezcan los primeros síntomas de un cambio en lo que respecta a la educación, un conjunto de actitu- des de la clase dominante que ve- nían también determinadas por el triunfo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Gracias a la presión de determi- nados grupos capitalistas, el Estado empezaba a interesarse por los pro- blemas educativos; asimismo, el pac- to Iglesia-Estado sellado en 1939 co- menzaba a mostrar fisuras, con lo cual la Iglesia intentará buscar nue- vas formas de organización, y se crea- rán ciertos grupos de presión para ejercer una influencia social e ideo- lógica sobre la sociedad española, que se concretaría, a la larga, en una po- lítica gubernamental de subvencio- nes a la iniciativa privada. El cambio ministerial de 1951 supuso también una serie de trans- formaciones en la orientación so- ciocultural, lo cual tendrá conse- cuencias directas o indirectas en to- dos los sectores de la enseñanza. La presión de distintos grupos económi- cos, sociales, políticos, profesionales e incluso educativos, liderados por el Opus Dei y con la participación di- recta o indirecta de sectores del viejo franquismo, imposibilitaba una am- pliación aún mayor de los intentos de reforma. El cambio ministerial de 1957, que consagraba la política formula- L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O «La disciplina es el nervio de la educación y el alma de la escuela». 1940.
  • 9. 20 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre da por los grupos antes citados, sa- cralizaba la ideología tecnocrática, que podríamos resumir en los si- guientes puntos: gusto por la efi- ciencia; exaltación del desarrollo económico; desideologización; pa- ternalismo político y fe en la inicia- tiva privada. Aunque en un princi- pio los postulados tecnocráticos se aplicaron a los ministerios econó- micos, de manera paulatina irán derivando hacia nuevas propuestas educativas y pedagógicas siguiendo el modelo de la Europa neocapita- lista, sin que ello afecte a la esencia de la llamada «escuela tradicional», ya totalmente superada por aquel entonces. Esta nueva situación se puede concretar en una serie de carac- terísticas: el intento de superar el viejo autoritarismo de carácter fas- cista por la paternidad familiar y so- cial como ejemplo viviente, el mito del hombre de empresa responde a esta idea; la sustitución de las medi- das que prohibían totalmente la educación sexual por una política escolar que preconizaba una cierta iniciación a la sexualidad, con el matrimonio como única finalidad; la incorporación de la mujer al pro- ceso productivo como consecuen- cia del desarrollo económico, lo que comportó una extensión cuan- titativa y cualitativa de la escolari- zación femenina, aunque no impli- caba, sin embargo, una igualdad so- ciocultural entre el hombre y la mujer; el inicio de una cierta tole- rancia o incluso la potenciación de actitudes críticas con respecto al unitarismo estatal, partiendo de la idea del «regionalismo bien enten- dido», lo que suponía una tímida introducción de las denominadas lenguas vernáculas, consideradas, en todo caso, disciplinas de segundo o tercer orden. Las nuevas concepciones impli- caban asimismo una serie de cam- bios profundos en el campo de la inversión publica y privada, dado que hasta aquel momento el Estado español invertía por alumno una proporción de 1/20, por ejemplo en relación a los Estados Unidos. Aunque continuaron los déficit du- rante mucho tiempo, los cambios en este terreno empezaron a ser per- ceptibles. El liberalismo económico entraría en contradicción con el monolitismo político, lo cual pro- vocaría ciertas tensiones dentro de M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS Freinet. Este educador fran- cés dará dos conferencias en l’Escola d’Estiu de Barcelo- na de 1933, y casi paralela- mente se creará, con sede en Barcelona, La Cooperativa Freinet. ll1930 29-I. Dimisión del gene- ral Primo de Rivera, lo que conlleva el restablecimien- to de la normalidad acadé- mica. Se crea la FAE (Federación de Amigos de la Enseñan- za), vinculada directa o in- directamente a las órdenes religiosas de enseñanza. En- tre sus fundadores se cuenta el Padre Poveda. Piaget da una conferencia en la Residencia de Estu- diantes de Madrid, y otra en Barcelona. ll1931 14-IV. Proclamación de la Segunda República espa- ñola. 17-IV. Restitución de la an- tigua Generalitat de Ca- talunya y aprobación, por parte de las Cortes republi- canas, de un Estatuto para Cataluña el 15-IX-1932. En junio de 1931, el pueblo ca- talán había aprobado un Es- tatuto con mayores atribu- ciones. En 1936 se aproba- ron los Estatutos de Euskadi y Galicia, y existen otros en proyecto. 30-IV. Decreto sobre bi- lingüismo. 13-V. Restablecimiento pro- visional del Plan Romano- nes de Bachillerato. 23-VI. Decreto que prevé el establecimiento de 27.000 escuelas primarias, de las cuales sólo se pudieron es- tablecer unas 12.000. 29-VI. Creación de las Mi- siones Pedagógicas. Se tra- ta de impulsar una cultura- lización del mundo rural. Su actuación fue muy des- tacada, aunque su perspec- tiva urbana le restó eficacia. 15-IX. Decreto de ensayo de autonomía para las facul- tades de Filosofía y Letras de Escuela tradicional: clase de labores en la Escuela de Formación Doméstica (Barcelona). IMEB.
  • 10. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 21 los grupos económicos y sociales li- gados al franquismo. Así, las necesidades de mano de obra, la urgencia de llevar a cabo una serie de cambios estructurales en las relaciones laborales, la nueva mentalidad fruto de un mayor con- tacto con el exterior gracias sobre todo al turismo, que empieza a ser importante a partir de los años se- senta, el aumento continuado de la población activa y la consiguiente integración de la mujer en el pro- ceso productivo, eran todos ellos aspectos que requerían ciertas re- formas en el marco educativo, fru- to de las necesidades de un capita- lismo en expansión. Asimismo, el establecimiento del MEC, en 1966, comportaba una nueva percepción de los problemas. El cambio ministerial de 1967 sig- nificaba una transformación total en cuanto a su orientación; si los anteriores ministerios tecnocráticos habían apostado por las reformas parciales en cada uno de los grados y sectores de la enseñanza, el nuevo equipo ministerial proponía, desde el primer momento, una reforma global del sistema educativo. Pero el momento álgido del idea- rio tecnocrático debe situarse en 1969, en el momento en el que sa- le a la luz la publicación del MEC La educación en España. Bases para una política educativa, el llamado Li- bro Blanco, preludio de la Ley Ge- neral de Educación aprobada el año siguiente, y en el que se planteaba un marco educativo esencialmente distinto; por primera vez desde una plataforma oficial se hacen crí- ticas veladas al sistema vigente y una serie de referencias a la escuela republicana. La gestación de los grupos de oposición Estas mutaciones, pues, tendrán una serie de efectos a medio plazo sobre la educación, que a pesar del inmo- vilismo del Régimen comenzaron a influir también en la propia cla- se dirigente, y especialmente en los que tenían una relación directa con la enseñanza —profesores, alum- nos, padres de familia—, que empe- zarán a configurar un nuevo univer- so escolar, con lo que el Gobierno se verá obligado a aceptar algunos de los fallos de la estructura educativa, tanto desde el punto de vista cuan- titativo como cualitativo. La oposición al sistema aprove- chará esta situación para desenmas- carar la política educativa del fran- quismo. En este sentido, cabe con- signar que desde 1957 las grandes universidades españolas vivían en tensión, puesto que llegaba a estos centros académicos una generación que no había vivido directamente la guerra civil. A finales de la década de los sesenta, el malestar se exten- dió al Bachillerato, y llegó incluso a la Enseñanza Primaria. Los colecti- vos de oposición no sólo recorda- ban las experiencias educativas an- teriores a la guerra civil, sino que incluso formulaban alternativas que tuvieran presentes los nuevos retos que se presentaban como problemas de un próximo futuro, principal- mente la democratización educati- va sin exclusiones sociales, de clase, género, lengua, etc. La situación política no permitió públicamente la discusión ideoló- gica, ni tan sólo lo que el Régimen, en sus últimos estertores, calificaba de «contraste de pareceres». A par- tir de los años sesenta aparecen mo- vimientos independientes, aunque no adquirirán su verdadero sentido hasta la década de los setenta, como intentaremos explicar más adelante. Las únicas corrientes oficiales, el pensamiento conservador que per- vivía después de 1939 y su evolu- ción hacia el tecnocratismo, que- dan ya suficientemente dibujadas, por lo que no insistiremos nueva- mente sobre ello. Período 1970-1999 La falta de perspectiva histórica nos impide fijar una serie de etapas que caracterizarían ciertos cambios es- pecíficos durante los últimos trein- ta años, aunque podemos señalar la fecha de 1978 como final de la edu- cación franquista, cuando se propug- na desde las Cortes que es necesario adaptar la estructura educativa a la nueva configuración política. La agonía del franquismo y la transición La Ley General de Educación nacía en un marco político contradicto- rio, a pesar del aparente uniformis- L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O las universidades de Madrid y Barcelona. 29-IX. Plan profesional de Magisterio. Por primera vez, se exige el Bachillerato para ingresar. Creación de diversos insti- tutos escuela en Barcelona, Valencia, Bilbao y Málaga y de las escuelas normales ex- perimentales en Madrid y Barcelona. Diciembre. Se aprueba la nueva Constitución repu- blicana. ll1932 23-I. Disolución de la Com- pañía de Jesús y consiguien- te supresión de sus centros de enseñanza. 27-I. Se suprime la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio y se crean las fa- cultades de Pedagogía, pri- mero en Madrid y después en Barcelona. ll1933 17-III. Presentación de la Ley de Bases de Enseñanza Universitaria, que al igual que las Leyes de Bases de la Enseñanza Primaria y Se- cundaria, no se llegará a aprobar. Marzo. Tiene lugar en Bar- celona el XIII Curso Inter- nacional Montessori. 1-VI. Se aprueba el Estatuto de la Universidad Autóno- ma de Barcelona. 2-VI. Se aprueba la Ley de Congregaciones y Asocia- ciones Religiosas, que prevé que la Iglesia sólo podrá re- gentar escuelas para la for- mación de sus miembros. 25-IX. Creación de los Con- sejos Regionales de Prime- ra y Segunda Enseñanza. Se trata de delegar funciones para descentralizar la Admi- nistración educativa. Noviembre-diciembre. Las derechas ganan las eleccio- nes generales. ll1934 Marzo. Se suspende sine die la Ley de Congregaciones y Asociaciones Religiosas. 1-VIII. Se prohíbe la coedu- cación en la escuela prima-
  • 11. 22 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre mo existente, que no favorecía la aplicación de la nueva normativa. Por un lado, existía un grupo de tecnócratas del MEC dispuestos a poner al día el sistema educativo; y, por otro, un contexto políticosocial que generaba una degradación pau- latina. La nueva ley, impulsada por los sectores más conscientes del ca- pitalismo español y que contaba con el visto bueno de los organis- mos internacionales, principalmen- te la OCDE y el Banco Mundial, resultaba demasiado revolucionaria para los grupos de presión que, di- recta o indirectamente, apoyaban el Régimen. Además, no resultaba fá- cil obtener el concurso de los que teóricamente estaban a favor de la nueva organización escolar, y más que nada llevar a cabo los proyecta- dos cambios sin la implantación de la democracia formal y, especial- mente, la aprobación de una refor- ma tributaria. En cuanto al articulado de la Ley, la primera constatación que se hace tras proceder a su lectura es que, por primera vez desde 1939, se afir- ma desde las esferas gubernamenta- les que la educación es un servicio público de primer orden, aunque se prevé la existencia de un sector privado subvencionado en buena parte por el Estado; la Ley partía de la base de la gratuidad de la en- señanza, que se había de conseguir en un plazo de diez años con las pre- visiones presupuestarias pertinen- tes, aunque éstas no tenían en cuenta algunos factores que podían desvir- tuar dichas previsiones. La nueva estructura, basada en las realidades educativas de la Europa comunitaria, representaba un cam- bio sustancial. Las orientaciones pedagógicas que dividían la nueva EGB en áreas presentaban tres apar- tados en cada una de ellas: objetivos y directrices metodológicas, niveles y contenidos, y evaluación. De he- cho, a pesar de que no representa- ban una gran novedad en relación a los antiguos cuestionarios, se podía percibir una mayor precisión y sis- tematización de las materias. En esta época, que hemos califi- cado como la «agonía del franquis- mo», los intentos de cambio tutela- do por el propio sistema acabarían fracasando, por lo menos en lo que se refiere a la gratuidad, la demo- cratización y la renovación pedagó- gica. No es extraño, pues, que la Reforma educativa, uno de los pi- lares de la mutación del sistema des- de su interior, acabe siendo desna- turalizada. A partir del importante giro que se produce en materia de gobierno en 1973, centrado en la política de subvenciones a la iniciativa privada —recordemos al respecto que en 1957 y 1964 se habían establecido respectivamente la FERE y el sin- dicato de enseñanza no estatal— se vive una época muy conflictiva, a la espera de cambios profundos; los grupos del propio sistema empie- zan a tomar posiciones, y algunos de ellos adoptan posturas de aper- tura, incluso en el seno de la oposi- ción. Todo ello hace presagiar una serie de cambios sustanciales. (Véa- se el artículo «Pública-privada, un debate permanente».) La muerte del general Franco y el período de transición subsiguiente, caracterizada por una serie de vaci- laciones y pactos que desvirtuarían, en parte, los cambios, acabarían dan- do lugar, en junio de 1977, a las pri- meras elecciones democráticas desde 1936, con lo cual serán objeto de discusión todos los problemas laten- tes desde 1960, tanto los de orden político-escolar como los educativos en sus vertientes tanto cuantitativa como cualitativa. Nuevo marco constitucional e integración a las corrientes americano-europeas Antes de penetrar en este terreno, cabe señalar el papel creciente de- sempeñado por el Estado y los gran- des organismos —sobre todo inter- nacionales—, como por ejemplo, la UNESCO que habían afianzado su control sobre la estructura educativa, especialmente la organización esco- lar, y como consecuencia de ello so- bre todo el proceso educativo, gene- rando un aparato burocrático de nue- vo cuño, servido por profesionales de distintas áreas y materias provenien- tes primordialmente de las Ciencias de la Educación, así como también del ámbito de la economía. En el caso español, la nueva orga- nización política tendrá consecuen- cias casi inmediatas en la estructura M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS ria. Los gobiernos republi- canos anteriores la habían tolerado. 29-VIII. Plan Villalobos de Bachillerato, con carácter cíclico. ll1936 16-II. El Frente Popular ga- na las elecciones generales, convocadas a raíz de una cri- sis propiciada por una co- rrupción de los organismos gubernamentales. Marzo. Restablecimiento de los organismos escolares su- primidos en el período an- terior. 18-VII. Alzamiento militar, que aunque fracasa en las grandes ciudades, constitu- ye el comienzo de la guerra civil española. Período de la guerra civil Zona republicana ll1936 27-VII. Creación en Cata- luña del CENU. (Consell de l’Escola Nova Unificada). Su organigrama es un pre- cedente de la LGE de 1970 y de la LOGSE de 1990. 31-VII. Decreto de la Pre- sidencia, hecho efectivo el 19-IX, por el cual se depura el personal dependiente del MIPBA. ll1937 El MIPBA se convierte en el Ministerio de Educación y Sanidad. Zona nacional ll1936 8-XI. D.M., que establece las comisiones depuradoras, al que siguieron otros más sobre el mismo tema. ll1937 19-IV. Creación como par- tido unificado de Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Reorganización del SEU (Sindicato Español Univer- sitario), que formaba parte de la Falange, fundada el 29- X-1934. ll1938 1-II. Pedro Sainz Rodrí-
  • 12. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 23 educativa. La división de España en comunidades autónomas, así como el papel que desempeñarán muchos ayuntamientos después de las elec- ciones de 1979, comportará una descentralización de la gestión, aun- que se mantendrá un marco gene- ral. En esta situación de descentrali- zación, se pueden distinguir, en el marco autonómico, dos tipos: las que no tardarán en gestionarse autó- nomamente, y las que dependerán del Ministerio de Educación y Ciencia (territorio MEC), aunque paulatinamente se irá completando la descentralización. Por lo que hace referencia a los problemas cuantitativos, debía solu- cionarse en primer término el déficit estructural; las nuevas construcciones no habían subsanado los grandes problemas. Las necesidades deriva- das de la urbanización y la consi- guiente inmigración interna, la ma- yor demanda educativa en los altos niveles, la necesidad de democrati- zación, etc., habían de suponer una serie de cambios profundos en la es- tructura político-económica de los poderes públicos, y muy especial- mente del sistema fiscal. En un primer momento, a nivel cualitativo, la discusión político-pe- dagógica se polarizará en dos frentes: la organización de la nueva escuela pública y la concepción de la libertad de enseñanza. En realidad, la EGB —actualmente Enseñanza Prima- ria— y la Secundaria quedarán divi- didas en tres sectores: escuela pública propiamente dicha, escuela subven- cionada o concertada, en la cual el Estado se encarga primordialmente de los haberes del profesorado, y fi- nalmente escuela privada. En cuanto a la libertad de enseñan- za, el debate se ha centrado en dos cuestiones separadas y, al mismo tiempo, complementarias: conside- rando dicha libertad desde una pers- pectiva global del sistema, y con el tratamiento de este mismo problema dentro de cada establecimiento do- cente en particular. La cuestión re- sulta muy compleja, dadas las coor- denadas históricas, que desempeñan un papel de primer orden, si tenemos en cuenta sobre todo la presión de la Iglesia y otros grupos privados; se tra- ta de una discusión que aún presen- ta muchos interrogantes, si pensa- mos en las propuestas elaboradas por los grandes partidos políticos. Se evidenciaba, asimismo, que la oferta educativa había de ser capaz de satisfacer la demanda, y que la educa- ción, sobre todo en el sector público, había de desempeñar un papel pree- minente en la nueva sociedad de- mocrática, especialmente a partir del triunfo del PSOE en las elecciones generales de 1982. Debemos señalar que, a pesar de que puedan hacerse críticas a un sistema prisionero de la relativa es- casez de recursos, la obsesión por la eficacia y el rendimiento, los cam- bios cualitativos y cuantitativos en el equipamiento escolar —desde las construcciones escolares hasta el material, etc.— que se han produ- cido en estos últimos años en todos los niveles educativos son especta- culares. (Véase «El proceso de esco- larización».) Si tenemos en cuenta que una de las grandes preocupaciones de las nuevas instituciones democráticas es el ingreso en la Comunidad Eu- ropea, las variaciones en el marco legal, primordialmente en el ámbi- to estructural, vendrán condiciona- das en buena parte por este nuevo marco; es decir, que se podrá hablar de un antes y un después del ingre- so en dicha Comunidad. Los cambios anunciados en 1982 comenzarán a plasmarse en 1983 con la aprobación de la Ley de Reforma Universitaria (LRU), que al margen de cuestiones específicas, como la adecuación de la universidad al au- mento continuo de la demanda o el papel otorgado a los departamentos L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O guez, ministro de Educa- ción Nacional (nueva de- nominación) del primer go- bierno franquista. 3-V. Restablecimiento de los jesuitas. 13-VIII. Ley de Ordenación de la Enseñanza Media. Re- torno a los esquemas tradi- cionales. 1939 28-I. Supresión de todas las instituciones escolares de- pendientes de la Generali- dad de Cataluña. Período 1939-1969 ll1939 1-IV. Finaliza la guerra ci- vil, con el triunfo de las tro- pas nacionales. 9-VIII. Ibáñez Martín, nue- vo ministro de Educación Nacional. ll1940 17-II. Para sustituir a los maestros depurados, se dan muchas facilidades para ob- tener el título. 6-XII. El Frente de Juventu- des se encarga de la prepara- ción física y política de los alumnos de Enseñanza Pri- maria. ll1941 Fundación del Instituto «San José de Calasanz» para la in- vestigación pedagógica, ads- crito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas creado en 1940. Ley de Sanidad Infantil y Maternal, que centraliza y unifica todos los servicios. ll1943 29-VII. Se aprueba la Ley de Ordenación Universi- taria. Centralización y con- trol administrativo, políti- co, ideológico, etc. ll1944 Obligatoriedad de la afilia- ción al SEU para los univer- sitarios y alumnos de las es- cuelas especiales. Se crean las secciones de Pedagogía en las facultades de Filosofía y Letras. Se es- tablece la de Madrid. ll1945 17-VII. Ley de Enseñanza «El currículo es algo más que la transmisión de informaciones, supone un proyecto para desarrollar modos peculiares y genuinos de pensamiento»
  • 13. 24 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre como eje de la vida universitaria, ha dictado fórmulas sobre la autonomía universitaria y su relación con las propias autonomías y con respecto a los nexos de unión entre las distintas universidades, con lo que el Estado continúa desempeñando un papel de primer orden en este ámbito. Al cabo de poco tiempo, se aprobó la LODE para regular el Régimen de conciertos, que no había quedado muy bien definido y que fijó además el carácter imperativo de la libertad de cátedra en cualquier tipo de cen- tro y el marco de participación de la comunidad educativa —padres, pro- fesores y alumnos— a través de los Consejos Escolares. Un capítulo especial merece la LOGSE —aprobada en 1990— y su puesta en marcha, que recoge muchas de las reivindicaciones ya planteadas, de las que señalamos las más significativas: educación per- manente; planificación y organiza- ción del sistema, evitando los pro- blemas derivados de las transiciones entre niveles, etapas, ciclos, etc.; educación personalizada; participa- ción y colaboración de los padres de los alumnos; igualdad total de dere- chos entre los dos géneros, sin dis- criminaciones de ninguna clase; desarrollo de las capacidades creati- vas y del espíritu crítico; fomento de los hábitos democráticos de com- portamiento; autonomía pedagógi- ca de los centros y fomento de la investigación a partir de la práctica docente; atención psicopedagógica y orientación profesional; partici- pación del alumnado en su proceso de enseñanza y aprendizaje a partir del activismo escolar; relación con el entorno económico y sociocul- tural; y formación del respeto al medio ambiente. A partir de esta Ley, y de acuer- do con una serie de cambios es- tructurales, la enseñanza se ha con- vertido en obligatoria hasta los die- ciséis años. Después de esta edad se producen también una serie de va- riaciones sustanciales que afectan especialmente a la educación profe- M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS Primaria. Enseñanza obli- gatoria de los seis a los doce años. Sigue la tónica de las leyes de enseñanza media y universitaria. La Iglesia pue- de establecer escuelas nor- males. ll1949 Se celebra en Santander el I Congreso Internacional de Pedagogía, con la presencia de importantes pedagogos vinculados al Opus Dei. ll1951 18-VII. Joaquín Ruiz Jimé- nez, ministro de Educación Nacional. Nueva orienta- ción ministerial, con cierta apertura. ll1952 España ingresa en la UNES- CO. ll1953 26-II. Nueva Ley de Orde- namiento de la Enseñanza Media. Sigue el 12-VI un nuevo plan de Bachillerato, desdoblado en ciencias y le- tras. Reformado por otro D.M. del 5-VI-1957. 22-X. BOE 24-X. Ley de Construcciones Escolares, que no comienza a aplicarse hasta la aprobación del Plan Nacional de Construcciones Escolares en 1956. Fundación del Estudio Ge- neral de Navarra del Opus Dei, que adquiere categoría de universidad de la Iglesia en 1960. Al cabo de poco tiempo se crea la Univer- sidad de Deusto. ll1955 27-V. Creación de la Secre- taría Técnica del MEN. Ini- cio de la modernización del ministerio. ll1957 24-XII. La FERE (Federa- ción Española de Religiosos de Enseñanza) aprueba sus estatutos. ll1958 Creación del CEDODEP (Centro de Orientación Di- dáctica de la Enseñanza Pri- maria). ll1959 11-V. Se aprueba la Ley de Protección de los Colegios Escuela nueva: visita extraescolar a una granja. A.RAHOALA/IMEB.
  • 14. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 25 sional, que adquiere por primera vez una entidad propia. La educa- ción queda dividida así en dos gran- des grupos: educación universitaria y no universitaria. Se regulan además los sistemas de evaluación, que se encontraban ya en proceso de evolución. Se trata de un seguimiento continuo del alumno desde todos los ángulos, de acuerdo con los principios que se venían pre- conizando desde comienzos de siglo. Así pues, la evaluación se extiende al profesorado, a los centros escolares y a la propia Administración educativa, en este último caso por lo menos de manera teórica. Sin embargo, en la práctica, se per- cibe que al final de la puesta en mar- cha de la Ley, y teniendo en cuenta que con el tiempo la adecuación de la legislación a la realidad educativa ha mejorado mucho, aún se detec- tan situaciones que sería oportuno superar. Las omisiones o la falta de precisión del articulado, los proble- mas políticos, la falta de tacto a la hora de poner en marcha la Ley, es- pecialmente en relación al profeso- rado de la antigua Enseñanza Se- cundaria, etc., son situaciones que han dado lugar a una serie de pro- blemas que intentaremos precisar: tal y como se deriva del propio arti- culado de la Ley, y siguiendo la tra- dición, no se valora suficientemente la Educación Infantil, un problema que se extiende también a la Prima- ria, y se concede mayor importancia al continente que al contenido; a pesar del interés por cambiar el sen- tido de la Formación Profesional, la matrícula del Bachillerato aún su- pera la de este sector de la enseñan- za, lo que añadido a la poca sensibi- lidad social mostrada en relación a este problema genera una serie de dificultades; a pesar de las mejoras sustanciales en la formación inicial y permanente del profesorado, se observan bastantes lagunas, y el de- sencanto de los docentes está facili- tando una cierta tendencia al corpo- rativismo; el despliegue curricular, la eficacia de la evaluación en todos los terrenos y la exigencia de calidad resultan insuficientes; la idea de vehicular una enseñanza crítica y de vincular la docencia a la investiga- ción no funciona como debiera, ya que la meritocracia supera con cre- ces el espíritu de investigación; re- sulta muy difícil potenciar el traba- jo en equipo; la enseñanza esencial- mente memorística y libresca, ma- nifestada en la existencia del libro de texto tradicional, no ha desapa- recido; la relación de la escuela con el entorno social no se puede con- siderar como algo generalizado; la participación de los diferentes sec- tores de la comunidad educativa es más formal que real, y la discusión en profundidad de los problemas que les afectan revela una serie de in- comprensiones. (Véase «La educa- ción informal del siglo XX».) En un capítulo aparte indicaremos además que en estos últimos quince o veinte años se han producido cier- tos cambios trascendentales que tie- nen implicaciones en el mundo educativo, como por ejemplo el he- cho de la generalización en la escue- la de los cambios tecnológicos, que hasta los años ochenta habían sido prácticamente ignorados. Debemos recordar también la cre- ciente presencia de la mujer en la vi- da social y en la esfera privada y, so- bre todo, familiar; el porcentaje de alumnado femenino, que sólo podía equipararse al masculino en la en- señanza elemental, es ahora práctica- mente igual en todos los niveles de la enseñanza, y algo similar podríamos decir del profesorado femenino, que si empezaba a ser superior al mascu- lino en los años veinte en la En- señanza Primaria, ahora lo es tam- bién en la superior. A este respecto, cabe señalar que en las carreras técnicas mejor retri- buidas es mayor el porcentaje de estudiantes y profesores masculi- nos, así como en los altos cargos de la Administración educativa, en los que predominan los hombres, pero el cambio en este sentido ha sido no obstante sorprendente. (Véase el artículo «De las escuelas de niñas a las políticas de igualdad».) Tampoco se puede silenciar el hecho de la exis- tencia de un profesorado mayorita- riamente de mediana edad, lo que acarrea una serie de problemas de in- tegración de las nuevas generaciones a la actividad docente. (Véase «El profesorado».) Finalmente nos referiremos a las migraciones procedentes de África y de América Latina, que han gene- L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O Mayores. Habían estado re- gulados por la Ley de Orde- nación Universitaria de 1943 y por un Decreto Orgánico de 1956. Se comienzan a crear diver- sos institutos de Enseñanza Media. ll1960 23-VII. Los ingresos proce- dentes del impuesto sobre la renta se consignan al Fondo para el Fomento del Princi- pio de Igualdad de Oportu- nidades (PIO). ll1961 18-XI. D.M. que trata de dar respuesta a las revuel- tas estudiantiles, intentan- do una cierta liberalización del SEU, sindicato que será suprimido en 1965 con la consiguiente creación de las APE (Asociaciones Profe- sionales de Estudiantes), más tarde AE. ll1962 Lora Tamayo, próximo al Opus Dei, es designado mi- nistro de Educación Nacio- nal. El Estudio General de Na- varra y la Universidad de Deusto pueden otorgar títu- los oficiales. Las revueltas estudiantiles se extienden a diversas univer- sidades. Vinculación con el movimiento obrero clan- destino. ll1964 23-IV. Creación del Sindi- cato de Enseñanza para la enseñanza privada. Se declara obligatoria la en- señanza de los seis a los ca- torce años. ll1965 22-XII. Reforma de la En- señanza Primaria, comple- tada el 2-II-1967. Los estudios del Instituto Químico de Sarrià (Barce- lona) adquieren carácter ofi- cial. ll1966 31-V. BOE 2-VI. El MEN se convierte en Ministerio de Educación y Ciencia (MEC). Julio. Primera Escola d’Es-
  • 15. 26 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre rado una serie de problemas de difí- cil solución. Esta corriente migrato- ria, procedente en su mayor parte del Magreb, forma parte de una pro- blemática que afecta a la mayor parte de Europa, especialmente al sector meridional, y que está dando lugar a una serie de propuestas específi- cas que se inscriben en el marco del complicado mundo pedagógico y didáctico actual, dentro del cual los complejos problemas que se derivan de la multiculturalidad se sitúan en un primer plano. Los nuevos planteamientos ideológicos En el terreno de las corrientes ideo- lógicas, al margen de las posturas oficiales, cabe señalar que a partir de la segunda mitad de la década de los años sesenta los grupos de opo- sición al franquismo formularon diversos programas político-educa- tivos correspondientes a una serie de planteamientos ideológicos de- terminados. Dada la diversidad de programas, nos limitaremos a resumir los que tenían mayor peso dentro de la clan- destinidad política, unos programas que pierden valor o se reestructuran a partir de los años ochenta. En este sentido, los grupos vinculados direc- ta o indirectamente a los grupos mar- xistas son los que tuvieron, dentro de dicho marco, una mayor aceptación, sin olvidar el papel que desempeña- ron los sectores relacionados con la democracia cristiana y los católicos progresistas. En cuanto a los programas políti- cos, se centraban, en general, en los siguientes puntos: gratuidad de la enseñanza; revalorización de la en- señanza pública sin suprimir la pri- vada, aunque bajo el control de la Administración; ausencia de mono- polio ideológico, lo que implicaba libertad religiosa y neutralismo ideo- lógico; coeducación; escolarización obligatoria hasta los dieciséis o los dieciocho años, según los casos; le- galización de las asociaciones y sin- dicatos relacionados con el mundo de la enseñanza, etc.; programas de reformas en la formación del profe- sorado; cambios en las relaciones alumno-profesor, aunque las deci- siones básicas debían recaer en el profesorado; adecuación de los con- tenidos a la realidad sociocultural y al progreso científico; viabilización de la autogestión y la cogestión, etc. (Véase «El profesorado».) En referencia a las tendencias que empiezan a manifestarse a par- tir de los ochenta y que paulatina- mente van desplazando los anterio- res planteamientos, no resulta fácil caracterizarlas, puesto que vienen determinadas por procesos exter- nos e internos cambiantes. Tenien- do en cuenta, pues, la complejidad del tema, nos limitaremos a esbozar los programas de mayor coherencia formulados en los últimos tiempos. Al centrarnos concretamente en dichas corrientes, podríamos aventu- rar la hipótesis de que se ha produci- do un cambio de 180o en el terreno ideológico, pasando del enfoque so- cioideológico o político-ideológico con condicionantes económicos a la problemática económico-ideológi- ca, determinada además por ciertos factores sociopolíticos. En este sentido, podríamos hablar de la consolidación de dos grandes corrientes, en ambos casos con ma- tices que pueden llegar a resultar significativos. Nos referiremos, en primer lugar, a la tendencia o ten- dencias que han desempeñado un papel decisivo en la elaboración del marco legislativo actual; en cierto modo, un intento de adaptación de los planteamientos de los sectores de oposición al franquismo antes estudiados. Estos grupos consideran que las instituciones públicas han de de- sempeñar un papel determinante en el control y gestión de la enseñanza, de acuerdo con una serie de crite- rios sociales y dentro de un contex- to de calidad de la enseñanza, aun- que en sus proposiciones ocupan un lugar preeminente las cuestiones di- recta o indirectamente relacionadas con la eficacia económica de la ges- tión y del sistema en general. Existe, además, otra gran tenden- cia, que partiendo de la ideología tradicional ya esbozada, derivó ha- cia al tecnocratismo, preconizando la muerte de las ideologías, y que tras una adaptación al marco de- mocrático, continúa desempeñan- do un papel decisivo en el mundo del pensamiento escolar. Este gru- po se ha visto reforzado en los últi- M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS tiu de después de la guerra. Al cabo de unos años se ex- tienden por toda España. ll1967 4-V. Ley sobre retribucio- nes de los funcionarios de la Administración civil del Es- tado. Reforma de las escuelas normales. Por primera vez después de la guerra se exige el Bachillerato para poder ingresar en ellas. 27-XI. Se aprueba el Libro de Escolaridad para la En- señanza Primaria. En el X Congreso de la FE- RE se solicita oficialmente la subvención estatal para las escuelas de la Iglesia. ll1968 Abril. José Luis Villar Pala- sí es nombrado ministro de Educación y Ciencia. ll1969 Libro Blanco de la Iglesia. Publicación del Libro Blanco del MEC. Creación de los ICEs (Insti- tutos de Ciencias de la Edu- cación). Período 1970-1999 ll1970 4-VIII. BOE 6-VIII-. Ley General de Educación y de Financiación de la Reforma Educativa. ll1971 Agosto. Orientaciones pe- dagógicas para la primera y segunda etapa de la EGB. ll1973 Febrero. Primera huelga de los maestros nacionales des- pués de la guerra civil, se- cundada por los privados. Los movimientos huelguís- ticos se mantendrán prácti- camente hasta 1977. Junio. Julio Rodríguez sus- tituye a Villar Palasí. Se con- cede prioridad a la política de subvenciones. ll1974 A partir de este curso, se co- mienza a impartir el BUP. ll1975 30-V. D.M., que regula la incorporación de las llama- das lenguas vernáculas a los
  • 16. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 27 mos años por la irrupción a escala mundial del neoliberalismo econó- mico, que parte de la base de la ine- ficacia del Estado y de las institucio- nes públicas como órganos de ges- tión, con lo cual la educación en su conjunto e incluso en el propio que- hacer de los centros escolares, antes que para evitar la descapitalización y la fuga de material humano, debe funcionar como un agente econó- mico de carácter empresarial que compite en el seno de un mercado determinado. Para superar el problema de la igualdad de oportunidades, se pre- tende extender el uso del cheque escolar, una nueva forma de beca, a cargo en parte o totalmente de los poderes públicos, una propuesta no exenta de riesgos a la hora de su ver- dadera aplicación. En este contexto, se ofrecen grandes facilidades para la libre elección de establecimiento docente, en el marco de unas sub- venciones poco controladas. Es evidente que, a grandes rasgos, hemos delineado el trasfondo ideoló- gico de los grandes partidos políticos españoles, que no son impermeables a las discusiones que tienen lugar a este respecto en el ámbito europeo, y que representan, de hecho, las co- rrientes europeas y americanas que pueden adaptarse, mayormente, a su propia tradición histórica. o L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O La innovación pedagógica Marco español e influencia internacional Ya desde el Renacimiento, y sobre todo a partir de finales del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX, se ponían las bases teóricas de la Pedagogía como disciplina inde- pendiente, ya que durante mucho tiempo había estado, en buena par- te, prisionera de la Filosofía. Siguiendo una tradición que en- cuentra en Comenius y la pedagogía de los jesuitas una de sus primeras bases teórico-prácticas, la educación tenía como objetivo desarrollar en los alumnos las virtudes fundamen- tales, tanto morales como materia- les. El proceso de aprendizaje se centraba en la adquisición de cono- cimientos, con lo cual el ejercicio de la memoria desempeñaba un pa- pel determinante, un objetivo que se conseguía mediante la disciplina y el trabajo, expresados en los ejer- cicios escolares. Los espacios cerrados y los pro- gramas y contenidos acríticos dibu- jaban el panorama de una escuela que vivía al margen del entorno in- mediato, contexto en el cual el pro- fesor, con el auxilio del texto y del programa, se constituía en el centro del proceso pedagógico; el alum- no, por el contrario, debía mante- ner una actitud pasiva, adaptándose a un modelo pensado para el estu- diante ideal, en realidad el alumno medio. El período 1900-1939 El descubrimiento de que los niños y los adolescentes presentaban una serie de rasgos específicos supondría un giro copernicano en la concep- J. Dewey. M.B. Cossío. F. Giner de los Ríos C.deP. C.deP. C.deP.
  • 17. 28 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS ción del proceso de aprendizaje. El nacimiento, a finales del siglo XIX, de las llamadas «escuelas nuevas» venía posibilitado no sólo por el nue- vo entorno científico, sino también por una serie de condicionantes que incidieron en los ensayos que surgían en diferentes países de Europa y América. Podríamos hablar del mundo so- ciopolítico a través del desarrollo del liberalismo económico y políti- co, las preocupaciones sociales, la profundización en relación a los de- rechos democráticos, etc.; por otro lado, no hemos de olvidar que en estos años, en diferentes sectores educativos se creía firmemente que la escuela había de desempeñar un papel esencial en el cambio social y moral, en la línea de los ilustrados del siglo XVIII. Las coincidencias que existían en- tre las citadas escuelas condujo al flo- recimiento del movimiento de la Es- cuela Nueva, que partía esencial- mente de una serie de principios: la actividad escolar basada en la en- señanza de la observación y en la ex- perimentación, lo que presuponía, a su vez: la autoeducación de los esco- lares; la educación cívica y moral; la solidaridad; el aprendizaje de la con- vivencia y, por consiguiente, de la democracia; y la superación de la cul- tura libresca como único medio de formación. Todo ello con un claro significado: la escuela salía al exterior para integrarse en el mundo social. Después de los primeros ensayos y de la consiguiente reflexión teó- rica, que desempeñó un papel de- cisivo, se darán a conocer las pri- meras experiencias, que considera- mos pioneras, y que, a pesar de sus diferencias —incluso conceptua- les—, tenían una base común: que planteaban programas educativos de carácter global. Se trataba de los mé- todos Montessori, Decroly, el méto- do de proyectos, el Plan Dalton, el sistema Vinnetka, etc., una serie de trabajos que encontrarán, con mayor o menor incidencia, su propia ex- presión en España. En nuestro país, esta tradición, a pesar de contar con pocos seguido- res, se iniciaba ya, a nivel socioedu- cativo, con el movimiento pestaloz- ziano de principios del siglo XIX, y encontró en la ILE, establecida en 1876, y un grupo escogido de edu- cadores una magnífica palanca para el desarrollo de lo que hemos consi- derado como la «Pedagogía cientí- fica»; gracias, pues, a estas minorías se seguirían en algunos círculos las orientaciones que marcaban los paí- ses que se encontraban a la vanguar- dia en este ámbito. En este caso, en el que la refle- xión teórica tuvo una escasa enti- dad, el conocimiento previo de di- chos métodos en sus vertientes teó- rica y teórico-práctica y su puesta en práctica siguió por los cauces nor- males, y se inició la concesión de una serie de becas de estudio para es- tudiar en instituciones pedagógicas extranjeras, la asistencia de pedago- gos españoles a los congresos inter- nacionales, etc. En referencia al primero de los ca- sos citados, cabe señalar como pione- ra la Diputación de Barcelona, que ya a principios de siglo concedió becas de estudio para conocer el movi- miento pedagógico norteamericano, unas actuaciones que se abrirán más adelante a otras actividades, como la experimentación pedagógica, los cursos de estudio, la creación de in- fraestructuras, la publicación de re- vistas, etc. Otras instituciones pú- blicas, como el propio Ayuntamien- to de Barcelona, la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao desempeñaron también un papel digno de mención. Capítulo aparte merecen la Junta de Ampliación de Estudios y la Es- cuela de Estudios Superiores del Magisterio, organismos que tuvie- ron un papel decisivo en la forma- ción de unas élites pedagógicas, ya sea a través de las becas de estudios concedidas a muchos educadores para estudiar en el extranjero, o por medio de otros tipos de formación. A través de la política educativa y cultural de estas instituciones, las relaciones de los grupos de van- guardia con los sectores que lleva- ban a cabo experiencias renovado- ras resultarán cada vez más fluidas, a medida que avance el siglo XX. En el terreno de la experimenta- ción práctica, la influencia de las citadas corrientes en el período an- terior a la República quedó limita- da a unas zonas específicas. A este respecto, debemos referirnos ante J. Holt. I. Illich O. Decroly. C.deP.C.deP.C.deP.
  • 18. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 29 L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O todo al método Montessori, dado que Barcelona, junto con Chicago, devino uno de los grandes centros montessorianos; cabe destacar a es- te respecto la gran cantidad de es- cuelas en las que se aplicaron las téc- nicas montessorianas, especialmen- te en Cataluña y Baleares. Durante la República, el método Montesso- ri se extendió profusamente por to- da España. Mientras Maria Montessori via- jaba por todo el mundo para dar a conocer su pedagogía, el doctor Ovide Decroly recibía en l’École de l’Ermitage a pedagogos llegados de todos los rincones del globo, en- tre los cuales se encontraban mu- chos españoles, que se dieron cita en Bruselas, especialmente a partir de 1912. A pesar de su aislamiento bru- seliano, el doctor Decroly visitó Bar- celona en 1921 y Madrid en 1926. Las experiencias decrolianas llegaron a su momento álgido en el período republicano, en el que destacan es- pecialmente los ensayos de Segovia y Barcelona. Dentro de los países de habla fran- cesa se ha de recordar la gran influen- cia ejercida por el Instituto Rousseau de Ginebra, por donde pasaron mul- titud de pedagogos españoles que be- bieron en las fuentes de dicha Insti- tución, gracias fundamentalmente al magisterio d’Edouard Claparède, Adolphe Ferrière y más adelante de Jean Piaget. De la propia Francia, sin olvidar la influencia de Roger Cousinet, especialmente durante la Repúbli- ca, debe señalarse especialmente la figura de Célestine Freinet, cuyo método se extendió rápidamente, en especial después de que Freinet dictara tres lecciones en l’Escola d’Estiu de Barcelona en 1933. En el terreno práctico, las experiencias que se llevaron a cabo durante la guerra civil y la relevancia que ad- quiere el movimiento además de en Cataluña en el País Valenciano y Galicia, constituyen los hechos más destacados en este sentido. De los pedagogos y psicólogos de habla inglesa, cabría recordar a los psicopedagogos norteamericanos, en un principio William James y sobre todo John Dewey, cuyas experien- cias tuvieron un gran eco en Es- paña, de manera especial a partir de 1925, cuando se inició la publica- ción de sus obras más emblemáti- cas. Este pedagogo alcanzó a nivel práctico su punto culminante du- rante el período republicano, en el cual se organizaron repúblicas esco- lares en ciertas escuelas de vanguar- dia, como las del Patronat Escolar de Barcelona, y se ensayó el método de proyectos. También se llevaron a cabo algunos ensayos del método de Vinnetka. En cuanto a la influencia específi- camente británica, muy importante durante el siglo XIX, cabe señalar que no tuvo demasiado incidencia en España por lo que se refiere a las escuelas nuevas inglesas; Abbost- holme y Bedales, y más adelante Summerhill, para citar unos cuan- tos ejemplos, estaban demasiado alejados de los intereses de los edu- cadores españoles, aunque encon- tramos diversas referencias teóricas a su obra. Por otro lado, no debe olvidarse a Helene Parkurst, ex co- laboradora de Maria Montessori, cuyas investigaciones, materializa- das en el Dalton Laboratory Plan, dieron origen a un sistema de edu- cación individualizada que interesó en los años veinte en el campo teó- rico, y durante la República en el ámbito escolar. Las influencia alemana, especial- mente de Kerschensteiner, se dejó sentir en el período republicano, es- pecialmente en el terreno teórico; por otro lado, del ámbito soviético podemos hablar mayormente de la información propagandística, que tu- vo una incidencia real, aunque se encuentran también interesantes re- ferencias al período pre-estaliniano y en relación a la pedagogía de los huérfanos de la Revolución. Todo este movimiento, aunque de carácter minoritario antes de 1931 y programas de Preescolar y EGB. 20-XI. Muerte del general Franco y sucesión automá- tica de Juan Carlos I como rey. ll1977 15-VI. Se celebran las pri- meras elecciones democrá- ticas, con el triunfo de la UCD. ll1978 Abril. Tiene lugar una huel- ga general de maestros con- tra la política educativa de la UCD. 7-XII. Se aprueba en re- feréndum la nueva Cons- titución española que, es- pecialmente en su artículo 25, regula los derechos y el funcionamiento de la edu- cación en una sociedad de- mocrática de tipo occiden- tal. ll1979 3-I. Acuerdo entre el Go- bierno de la UCD y la San- ta Sede sobre enseñanza y asuntos culturales para ade- cuar el Concordato de 1953 a la nueva realidad política, preservando, en parte, los intereses de la Iglesia. Abril. Primeras elecciones democráticas municipales. La constitución de los nue- vos ayuntamientos da un nuevo impulso a la educa- ción. ll1980 19-VI. 5/1980. Aprobación de la LOECE (Ley Orgánica del Estatuto de Centros Es- colares), reformada en parte por el Tribunal Constitu- cional y aprobada definiti- vamente el 13-II-1981. Se trata de una de las principa- les iniciativas de los gobier- nos de la UCD por lo que hace referencia a los órga- nos colegiados de gobierno en los centros docentes. Se inicia el proceso de trans- ferencia de las competen- cias educativas en Cataluña y el País Vasco. Un proceso que afectará progresivamen- te a las demás comunidades autónomas. Las últimas en «Nunca educación directa, sino indirecta por medio del ambiente». J. Dewey
  • 19. 30 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS limitado a determinadas zonas ur- banas, recibió un gran impulso, co- mo hemos dejado entender, duran- te la etapa republicana e incluso en la época de la guerra, en la zona le- al al Gobierno. Pero el triunfo de las «tropas nacionales» terminó brus- camente con un intento de adapta- ción singular de la pedagogía es- pañola a las corrientes europeas vanguardistas. Dada la heterogeneidad de la es- cuela confesional, resulta difícil pre- cisar las aportaciones de la Iglesia como corporación en el campo de la innovación pedagógica. A nivel personal, hablaremos de la integra- ción a la Escuela Nueva de muchos educadores directa o indirectamen- te vinculados a la Iglesia, y de las pedagogías específicas del Padre Manjón para la educación cristiana de los marginados, así como la del Padre Poveda dentro de dichos pa- rámetros, a favor de la educación de la mujer. En cuanto a las órdenes religio- sas, en el marco de dicha hetero- geneidad destacaríamos el papel de los escolapios como precursores, en buena medida, de la Educación Fí- sica y del deporte, la de los jesuitas en el campo de la educación inte- lectual, y la de los salesianos en el terreno de la educación manual, sin olvidar el interés de algunas órdenes femeninas por elevar el nivel cultu- ral de las chicas. El período 1940-1980 Aproximadamente entre 1940 y 1960 se produce una especie de vacío, una marcha atrás hacia la lla- mada «escuela tradicional decimo- nónica». Todas las experiencias an- tes señaladas fueron anatemizadas por extranjerizantes, recurriendo a una tradición española que resulta- ba muy alejada en el tiempo y que sólo tenía en el Padre Poveda y el Padre Manjón y las experiencias pe- dagógicas de algunas órdenes reli- giosas algún aire de modernidad. Por otro lado, de las escuelas confe- sionales se recordaba mucho más su discutible corpus ideológico que su quehacer en el terreno escolar. A pesar de que desde el sistema político se intentó una readaptación al mundo moderno, el balance po- sitivo posee un carácter individual, integrarse han sido Asturias, Castilla-La Mancha, Casti- lla-León y Extremadura. ll1981 23-II. Fracasa el intento de ocupación del Parlamento para propiciar un golpe de Estado. R.D. 69/81. Se establece la ordenación de la EGB en tres ciclos (inicial, medio y superior). Progresivamen- te, se irán redactando las enseñanzas mínimas de los tres ciclos citados. Ello su- pone la revisión de los «pro- gramas renovados». ll1982 28-X. El PSOE gana las elecciones generales. J. Ma Maravall, nuevo ministro de Educación. ll1983 Agosto. Se aprueba la L.R.U. que regula la autonomía y democratización de la uni- versidad. Diciembre. Se celebra en Barcelona el I Congreso Es- tatal de Movimientos de Renovación Pedagógica. ll1984 27-III. Las Cortes aprue- ban la LODE (Ley Orgáni- ca del Derecho a la Educa- ción), que deroga la LOE- CE. Aprobación definitiva: 3-VII. BOE 4-VII. Previa- mente, el 27-VI-1985, el Tri- bunal Constitucional fallaba el recurso de inconstitucio- nalidad interpuesto por el Grupo Popular. 2-VIII. Ley según la cual se adoptan medidas para la re- forma de la función pública. ll1986 1.I. El Estado español in- gresa en la Comunidad Eu- ropea. ll1987 Junio. El MEC presenta el Proyecto para la Reforma de la Enseñanza. ll1988 13-IV. Huelga del profeso- rado que afecta a 5 millo- nes de alumnos; la tensión se mantiene hasta la firma de los acuerdos en noviem- bre. Javier Solana sustituye Maria Montessori. J. Piaget. L.S. Vygotski. C.deP.C.deP.C.deP.
  • 20. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 31 L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O más que colectivo. A este respecto, señalaremos el Congreso Interna- cional de Pedagogía de Santander en 1949 como primer síntoma de este fenómeno, y la progresiva inte- gración a algunas corrientes moder- nas —preferentemente norteame- ricanas— vinculadas al aprendizaje, a través de las facultades de Peda- gogía y Psicología que se fueron creando. Los últimos años del franquis- mo, en medio de una especie de caos, serán ricos en contrastes pe- dagógicos y político-pedagógicos, especialmente a raíz de la aproba- ción de la LGE; todas estas tenden- cias encontrarán un marco mucho más adecuado a partir de la muerte del general Franco. En contraposi- ción al mundo oficial, aparecen co- rrientes de recuperación de las ex- periencias pasadas, especialmente en Cataluña y en algunas zonas ur- banas, que aun así no tendrán posi- bilidades de una mínima expresión hasta la década de los sesenta; los nuevos horizontes quedarán mejor delimitados a partir de 1975. En realidad, no se trataba única- mente de una recuperación, sino de una lenta readaptación a las van- guardias europeas y americanas. El universo educativo que surge des- pués del final de la Segunda Guerra Mundial se mostrará muy crítico con la Escuela Nueva por su idealis- mo y sus limitaciones a la hora de aplicar las políticas de educación de carácter universal, máxime tenien- do en cuenta los efectos de la des- colonización y la necesidad de pla- nes de escolarización acelerada a causa de las migraciones internas y externas y los problemas de infraes- tructura generados por la guerra. En un primer momento, se trata- ba simplemente de recuperar las experiencias de los años anteriores a la guerra civil, aunque con una se- rie de readaptaciones, y la inclusión de nuevas experiencias procedentes de la Unión Soviética —principal- mente de Makarenko— y de Italia; de este último país cobran impor- tancia sobre todo ciertos aspectos socioeducativos vinculados al mar- xismo gramsciano, así como las nuevas aportaciones realizadas en el campo de la Didáctica. Respecto a los planteamientos pe- dagógico-ideológicos, recordaremos que en el marco de los postulados de la Escuela Nueva se otorgaba es- pecial importancia al respeto mos- trado en relación la conciencia del niño y al desarrollo de sus facultades motrices, psíquicas e intelectuales, con una atención específica a la pro- blemática social, con lo cual vuelven a interesar Montessori —con una importante presencia en Madrid— y las experiencias de Decroly, que con el visto bueno de la UNESCO iban penetrando en la nueva peda- gogía desde finales de la década de los cincuenta, un movimiento que interesó también en su conjunto a algunos sectores, evidentemente mi- noritarios, de la Iglesia. Un capítulo especial debe de- dicarse a las técnicas Freinet, que desde mediados de la década de los sesenta se extienden por toda Es- paña a través de la cooperativa fun- dada en Valencia. Son también pro- tagonistas de estos años las doctrinas piagetianas, que adquieren una gran importancia a partir de la década de los setenta, y que perviven en la ac- tualidad. Ya dentro de las aportaciones más contemporáneas, cabe recordar la incidencia de la pedagogía insti- tucional, especialmente de origen francés, del movimiento italiano de cooperativas, y el alcance de algunas influencias personales, como por ejemplo el caso del brasileño Paulo Freire, el italiano Francesco Ton- nuci, etc. Nos interesa especialmente la fi- gura del educador brasileño recien- temente fallecido, dada la influencia que como persona y como educa- dor ha ejercido y ejerce todavía en España, sobre todo si tenemos en cuenta la vigencia de muchas de sus «Será necesario que la escuela respete la evolución del niño en el sentido de no imponerle ninguna convicción política o religiosa de la realidad»
  • 21. 32 Cuadernos de Pedagogía / N.0 286 / Diciembre M L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS consideraciones y experiencias. Su concepción radical de la educación comporta una teoría del cambio y del compromiso social, lo que con- lleva la lucha contra la opresión en aras a evitar el sufrimiento humano. Su filosofía de la educación se ba- sa en el pensamiento del oprimido, y no para el oprimido; su escuela popular llega a la reflexión teórica a través de la práctica y su credo edu- cativo se dirige a una acción cultu- ral para el cambio. La escuela de- mocrática que propugna está cen- trada en el educando por medio de la práctica pedagógica. Los cambios de los años ochenta A pesar de que en algunos círculos el conocimiento de las nuevas con- cepciones del sistema educativo y de su expresión terminológica debe situarse alrededor de los años se- senta, nos hemos de trasladar apro- ximadamente a principios de la dé- cada de los ochenta para que se produzca la verdadera integración de las nuevas corrientes americanas y europeas, tanto en el terreno de la estructura educativa —lo hemos visto en el párrafo anterior— como en el caso del universo pedagógi- co y psicológico, en el que desem- peñan un papel determinante las instituciones públicas, ayudadas por un entorno favorable a las nuevas tendencias. En este sentido, no podemos ol- vidar que se han producido cam- bios sustanciales en las institucio- nes políticas y en sus proyecciones en el mundo educativo, en la eco- nomía, la cultura, la distribución de la población, etc., con lo cual ha variado el discurso sobre la reno- vación pedagógica, que tiene aho- ra lecturas, actores y referentes esen- cialmente distintos en comparación con épocas anteriores. Antes, pues, de referirnos a los cambios acaecidos en los últimos tiempos, hemos de señalar la genera- lización de los conceptos «estructura cognoscitiva» y «proceso cognosciti- vo» y la importancia que se otorga al constructivismo para que el niño construya su propia forma de pen- sar y de conocer de un modo acti- vo, así como lo que conocemos co- mo «aprendizaje significativo», que parte de la base de relacionar los nue- vos conceptos adquiridos con los co- nocimientos previamente asumidos. En los nuevos procesos, desem- peña también un papel muy desta- cado lo que se conoce como «inves- tigación en la acción». En realidad, se trata de integrar la experimen- tación científica en la acción social, mediante un proceso cíclico de ex- ploración, actuación y valoración de resultados. Esta concepción, pues, no se limita a la aplicación práctica de unos determinados conocimien- tos teóricos, sino que en el contex- to de una expresión dinámica, la propia práctica deviene un proceso de investigación. Es a partir de la asunción de este complejo universo educativo por parte de un sector significativo del profesorado donde hemos de situar los nuevos modelos de currículo y de desarrollo curricular, basados en la idea de que cualquier acción educati- va debe apoyarse en una teoría curri- cular integrada en una teoría de la educación que, en realidad, abarca un contexto más amplio. El currículo se sitúa entre una propuesta teórica y su traducción práctica, entre la planificación y la acción, otorgando un especial énfa- sis a la formación inicial y perma- nente del profesorado en una cuida- da organización de los centros edu- cativos y del material didáctico, etc. Podemos considerar que la teoría curricular se sitúa a mitad de cami- no entre la teoría de la educación y la práctica educativa. Desde la óptica tradicional, este modelo se ha considerado como un método de organización de las acti- vidades educativas y de aprendizaje en función de los contenidos, los métodos y las técnicas. En realidad, se contempla sin embargo como el intento de viabilizar los principios y las características de una propuesta educativa que permanezca abierta a la reflexión para que pueda trasla- darse a la práctica educativa. Este modelo ha propiciado el análisis psicopedagógico de la insti- tución escolar, aunque ha dejado en un segundo término las organiza- ciones macroeducativas, y princi- palmente el análisis sociológico glo- bal de la problemática escolar. A partir de las nuevas teorías del apren- a J. Ma Maravall al frente del MEC. ll1990 3-X. 24/72 Ley Orgánica 1/1990. Se aprueba la LOG- SE (Ley de Ordenación Ge- neral del Sistema Educati- vo), que comienza a aplicar- se el año siguiente. ll1995 Noviembre. Se aprueba la LOPEGCE (Ley Orgánica de la Participación, Evalua- ción y Gobierno de los Cen- tros Educativos). ll1996 3-VI. El Partido Popular, que había puesto muchos reparos a la Reforma edu- cativa, gana las elecciones generales. Esperanza Agui- rre, la primera ministra de Educación del PP, intenta imponer proyectos neoli- berales y de privatización y dicta el polémico Decreto de Humanidades. Aunque muchos de sus proyectos son rechazados, la Refor- ma se ralentiza y se pone en cuestión el principio de comprensividad en la En- señanza Secundaria. ll1999 Enero. Mariano Rajoy es nombrado nuevo ministro de Educación. L. Stenhouse. C.deP.
  • 22. Diciembre / N.0 286 / Cuadernos de Pedagogía 33 dizaje, basadas en la aplicación del método experimental, y en las que se incluye ahora el mundo del aula, no hace mucho impenetrable, se está originando una revolución pe- dagógica pragmática, en detrimen- to de su signo filosófico-político. De hecho, se trata de un modelo que implica diversas interpretacio- nes, según la educación se oriente hacia un proceso de aprendizaje o de desarrollo o presente un carác- ter integrador. Partir de una u otra perspectiva comportará objetivos diferentes, vías distintas y, por con- siguiente, propuestas curriculares diversas. Interesa señalar que los nuevos modelos implican la participación en el proceso educativo de los di- versos sectores relacionados con la enseñanza. La Administración de- sempeña, a este respecto, un papel determinante en las propuestas cu- rriculares y en sus diseños; el profe- sorado, además de participar en los citados diseños, tiene un papel tam- bién decisivo en el proceso de in- vestigación en la acción; el alumna- do participa en la construcción de su propio aprendizaje; y, finalmen- te, los demás sectores ejercen una acción de tutela y de control, en el marco de unos determinados meca- nismos de participación. Este nuevo contexto, al margen de la necesidad de dar respuesta a los di- ferentes currículos y hacer frente a las distintas formas de constructivismo, nos plantea problemas de diversos tipos, desde el desarrollo profesio- nal de la docencia hasta la utiliza- ción de las nuevas tecnologías, los modernos medios de comunicación y la potenciación de la investigación educativa como preludio de la ac- ción en la escuela. Teniendo en cuenta la especifici- dad de las teorías de la educación, quizá estos modelos determinen que las finalidades educativas queden to- talmente relegadas, lo que puede conducir a un falso cientifismo en apariencia neutral, aunque orientado desde el punto de vista ideológico. Por ello, a nuestro entender, di- cho proceso debe ir acompañado, como ya hemos apuntado, de una verdadera democracia participativa, dado que la intervención creciente de las élites tecnocráticas, totalmen- te justificable en determinados ca- sos, puede frenar la participación de los distintos sectores de la comuni- dad educativa, una participación que, en muchos casos, resulta más formal que real. La desglobalización del universo educativo constituye uno de los cambios más significativos de estos últimos tiempos; los educadores de la Escuela Nueva, a pesar de sus diferencias, presentaban un rasgo común: un proyecto global. Con los nuevos planteamientos, ya no podemos hablar de pedagogía o de proyecto educativo sin más, sino que todo este universo pasa a tener un carácter plural. En la actualidad, el hecho de ha- blar de educación ambiental, edu- cación sanitaria, educación para la paz, para el consumo, ciudad y edu- cación, ecología y educación, diver- sidad, multiculturalidad, etc., posee una entidad propia, al mismo tiem- po que la significación global del proyecto educativo resulta comple- ja y con significados diversos. Al hablar de pedagogías específi- cas, aunque se trata de un proble- ma ya apuntado a lo largo del siglo XIX, especialmente en los países anglosajones, debemos recordar de forma especial el interés mostrado por la pedagogía de la cultura física y, en general, el conocimiento del cuerpo, algo que a pesar de que en España comienza a interesar a prin- cipios de siglo, con una nutrida par- ticipación de las congregaciones re- ligiosas, como hemos señalado, ha adquirido en los últimos treinta años una importancia capital. Ya para terminar, al margen de constatar que la aplicación práctica de los nuevos modelos se encuentra en un estado embrionario, no po- demos pasar por alto que a pesar de la aceptación o el rechazo acrítico de dichos modelos, que parten de objetivos excesivamente tecnifica- dos, existe una inquietud que se po- ne de manifiesto a través de algunas propuestas representativas de ten- dencias o movimientos específicos que buscan nuevas utopías para su- perar la actual atonía general. o * Jordi Monés i Pujol-Busquets es pro- fesor jubilado de la Universitat Autònoma de Barcelona. L A E D U C A C I Ó N ENTRE DOS SIGLOS M O N O G R Á F I C O C. Freinet. P. Freire. F. Tonucci. C.deP.C.deP.C.deP.