En el marco de una intensa y extensa gira por Europa, mujeres referentes de organizaciones ambientalistas y feministas guatemaltecas llegaron hasta Galicia, España donde este martes participarán de una acción de denuncia contra la trasnacional Hidralia Energía SA, responsable de violaciones a derechos humanos en comunidades de Santa Cruz Barillas.
Mujeres guatemaltecas llegan hasta la sede de Hidralia en protesta contra transnacional
1. Mujeres guatemaltecas llegan hasta la sede de Hidralia en
protesta contra transnacional
Adital. 30.04.13
En el marco de una intensa y extensa gira por Europa, mujeres
referentes de organizaciones ambientalistas y feministas
guatemaltecas llegaron hasta Galicia, España donde este martes
participarán de una acción de denuncia contra la trasnacional Hidralia
Energía SA, responsable de violaciones a derechos humanos en
comunidades de Santa Cruz Barillas.
Se trata de la coordinadora de CEIBA-AT Guatemala Natalia Atz y de
Paula Irene del Cid Vargas del colectivo feminista "La Cuerda”
también del país centroamericano.
En Galicia, donde se encuentran por estos días, ambas dirigentes
mantendrán contactos y reuniones con di versas organizaciones
sociales y políticas difundiendo el accionar de Hidralia (o Hidro Santa
Cruz según su denominación en Guatemala).
2. Este martes, cuando se cumple un año del estado de sitio decretado
en el municipio de Santa Cruz Barillas que culminó con un líder
asesinado y decenas de detenciones arbitrarias por parte del propio
personal de la empresa, en el mediodía de España tendrá lugar la
acción pública frente a la sede de la empresa, aunque la actividad
continuará durante toda la jornada dijo a Radio Mundo Real Mariola
Mourelo de Feminismo Coruña.
La acción tendrá lugar en una plaza significativa de esa ciudad
gallega que se encuentra a escasos metros de la sede empresarial.
Mariola destacó que la empresa tiene una "historia delictiva” en su
propio país con cargos en su contra por tráfico de influencias.
El propietario de Hidralia, Luis Castro Valdivia irrumpió en los medios
de comunicación locales en 2007 al ser imputado junto a su cuñado
Ramón Ordás Badía al ser imputados por una fiscalía local por el
delito de tráfico de influencias relacionado a la concesión de parques
eólicos y minicentrales eléctricas.
Hidralia Energía SA forma parte de la Cámara Oficial Española de
Comercio en Guatemala, entidad financiada por el Ministerio de
Industria, Energía y Turismo de España, lo cual le brinda una posición
estratégica de favoritismo por parte de las autoridades
guatemaltecas.
Mariola resaltó la importancia de contar con presencia
latinoamericana en España para mostrar el "otro rostro” de las
empresas españolas. "Necesitamos hacer conocer las situaciones a
ambos lados del Atlántico y aprender unos de otros para ver cómo
hacemos frente a este sistema neoliberal que nos afecta tanto a las
gentes de aquí como a gentes de otros países”, reflexionó Mariola.
"No somos totalmente ajenos, pero es en estos últimos años, con
motivo de la crisis, que se comienza a conocer más claramente el
comportamiento de las empresas españolas en el mundo”, indicó la
militante feminista gallega.
"La resistencia comunitaria en países de Latinoamérica es un gran
ejemplo para nosotros. Tenemos mucho que aprender del sur y ya
muy poco para enseñar. La verdad es que para nosotras es un regalo
tener a las compañeras de Barillas”, concluyó.
Fuente: Radio Mundo Real
QUIERE CONSTRUIR EN UNA ZONA DE HISTÓRICO VALOR
SAGRADO
3. Indígenas guatemaltecas denuncian a una hidroeléctrica
coruñesa
Foto: REMITIDA
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las líderes indígenas guatemaltecas Natalia Atz Sunuc y Paula
Irene del Cid Vargas permanecerán en Galicia entre este martes, 30
de abril, y el 3 de mayo con el fin de denunciar la violación de
derechos humanos que supuestamente perpetra una hidroeléctrica
coruñesa en la construcción de una presa.
En el marco de una intensa gira que les ha llevado por diversos
países europeos en los últimos tiempos, la coordinadora de la
Asociación para la Promoción y el Desarrollode la comunidad Ceiba,
Natalia Atz, y la representante de la asociación feminista La Cuerda,
Paula Irene del Cid, mantendrán reuniones con colectivos y
organizaciones sociales con el fin de dar a conocer los abusos "que
están teniendo en Guatemala" por motivo de una presa
hidroeléctrica.
Según denuncian, "la empresa Hidro Santa Cruz, también conocida
como Hidralia Energía o Ecoener, propiedad del empresario coruñés
Luis Castro Valdivia, quiere construir en un área de histórico valor
4. sagrado y cultural perteneciente a comunidades indígenas
guatemaltecas".
"Dicho proyecto cuenta con la clara oposición de las comunidades
afectadas, quienes después de un minucioso proceso de consultas
comunitarias iniciadas en el año 2007, en el que participaron casi
50.000 personas, dictaminaron su total negativa a la construcción de
la presa a través del documento 'Actas de las comunidades 2012',
trasladado tanto a la empresa, como a representantes políticos y
opinión pública", según censuran en un comunicado.
JORNADA DE DENUNCIA
Por este motivo, a lo largo del martes 30 de abril, se llevará a cabo
una jornada en A Coruña reivindicativa bajo el lema 'Hidralia: Cantas
mulleres precisan violar para producir luz?' con diversos actos como
concentraciones o una rueda de prensa informativa.
Asimismo, se llevará a cabo un coloquio con afectados por la mina
de Corcoesto bajo el nombre 'Unha mesma situación, unha mesma
resistencia. Guatemala e Galiza'.
Las acciones de denuncia programada en A Coruña están
convocadas por Amigos da Terra, A Coruña en Loita, Comité de
Solidariedade con América Latina (Cosal), Coordinación por los
Derechos de los Pueblos Indígenas (Codpi) y Feminismos Corunha.
El proyecto de una firma gallega desata una cruenta represión en
Guatemala
ONG denuncian un homicidio y violaciones de derechos humanos
contra los opositores a unas obras promovidas por la familia
coruñesa Castro Valdivia
SONIA VIZOSO Santiago
5. Manifestación en Barillas contra el proyecto hidroeléctrico de la
empresa coruñesa.
La empresa Hidralia Energía, fundada en A Coruña hace siete años,
crece como la espuma en América Latina, de Nicaragua a Panamá,
pasando por Ecuador, Venezuela o Guatemala. En este último país,
esta firma de ingeniería impulsa un proyecto hidroeléctrico que lleva
un año salpicado de sangre: un opositor a la instalación proyectada
en el municipio de Barillas fue asesinado el 1 de mayo de 2012 y los
violentos disturbios que estallaron tras su muerte se saldaron con la
declaración del estado de sitio por parte del Ejército de Guatemala y
el encarcelamiento de una decena de vecinos. “La naturaleza es
básica para nuestra forma de vida y nosotros la defendemos. Dicen
que somos conflictivos, pero lo que queremos es vivir en paz”, afirma
Natalia Atz Sunuc, una activista de derechos humanos llegada de
Guatemala que esta semana visita Galicia para denunciar la cruenta
represión sufrida por las comunidades indígenas de Barillas que se
oponen a los planes de la empresa coruñesa.
Este municipio guatemalteco de 130.000 habitantes está enclavado
en plena selva, en la frontera con Chiapas, en uno de los parajes más
golpeados por la descarnada guerra civil que dejó en este país
centroamericano unos 200.000 muertos y desaparecidos. ONG y
líderes de las comunidades vecinales aseguran que son ahora los
planes de explotación del río Cambalam por parte de Hidralia Energía
los que han resucitado la violencia. “Todo indica que se está
6. produciendo una persecución desde las instituciones de justicia
guatemaltecas dirigida contra todo aquel que suponga un obstáculo a
la inversión”, concluye un reciente informe de Intermón Oxfam
firmado por los investigadores independientes Arantxa Guereña y
Ricardo Zepeda tras entrevistarse con vecinos y autoridades.
Estos investigadores relatan que los propietarios de las tierras en el
entorno del Cambalam las vendieron sin saber que se destinarían a
una explotación hidroeléctrica. A ellos les dijeron que las fincas
seguirían acogiendo cultivos de café y cardamomo. Cuando
empezaron las obras, se desencadenó el descontento: en 2009 un
grupo de vecinos retuvo a un ingeniero y a 14 trabajadores de
seguridad de Hidralia, les quitaron las armas y les obligaron a firmar
un papel comprometiéndose a dejar la zona. Pero la firma coruñesa
siguió adelante y los incidentes fueron a más. El pasado 1 de mayo,
tres vecinos que se oponían al proyecto fueron tiroteados por dos
personas que los testigos identificaron como empleados de Hidralia,
que siempre lo negó. Una de las víctimas del ataque murió y
estallaron unos violentos altercados que, según los líderes indígenas,
fueron provocados por encapuchados.
600 policías y militares tomaron Barillas. Las ONG denuncian que el
municipio se convirtió en un infierno de abusos sexuales, detenciones
arbitrarias y hostigamiento a niños para que desvelaran el paradero
de sus padres. Los 11 vecinos detenidos pasaron ocho meses en
prisión.
Los habitantes de Barillas votaron mayoritariamente contra el
proyecto en una consulta popular realizada en 2008, un modelo de
referendum de origen milenario que está amparado por diversos
acuerdos internacionales sobre los derechos de los pueblos indígenas.
La voluntad popular no logró parar la construcción de la explotación
hidroeléctrica, que permitirá extraer del río y las cataratas de
Cambalam una energía que en ningún caso abastecerá a Barillas, un
territorio campesino de profundas raíces mayas donde la mitad de los
hogares vive sin luz. “El Gobierno de Guatemala considera que el
proyecto supone progreso, pero es un modelo que a la población de
Barillas no le reporta ningún beneficio”, explica Víctor Barro, de
Amigos da Terra. “Luchamos por nuestra economía local y por el
planeta. En Europa ya saben los daños que genera este modelo
económico”, remacha la activista guatemalteca Natalia Atz Sunuc.
Varias ONG han convocado esta mediodía una concentración de
protesta en la sede coruñesa de Hidralia Energía, una firma
administrada por la familia Castro Valdivia. A esta estirpe de
empresarios pertenece Luis Castro Valdivia, uno de los selectos y
afortunados gallegos en cuyos bolsillos cayeron las jugosas
7. concesiones eólicas e hidroeléctricas que repartió discrecionalmente
el Gobierno de Fraga durante años y que ahora se ha lanzado a
explotar los ríos de América Latina.