Doima declara a anglo gold ashanti minera non grata
1. Doima declara a AngloGold Ashanti minera non grata
Por la difícil geografía de Cajamarca, AngloGold Ashanti está
buscando otros lugares donde realizar el proceso de extracción del
oro que planea explotar en su proyecto de La Colosa a partir de
2019.
Por: Andrés Bermúdez Liévano, Alejo Pulido, 6 de Febrero, 2013
Desde el jueves pasado los habitantes de Doima bloquean el único
puente que da acceso a este pueblo para impedir el ingreso o la
salida de los funcionarios de la minera AngloGold Ashanti, que
contempla convertir esta zona del Tolima en el centro de
procesamiento del oro que explotará en Cajamarca a partir de 2019.
La oposición de este corregimiento del municipio de Piedras a
cualquier actividad minera evidencia no sólo los problemas que ha
tenido la multinacional sudafricana con sus proyectos en la zona, sino
también las dificultades de la locomotora minera a la hora de
interactuar con las comunidades locales.
Haciendo turnos de seis horas, grupos de cien habitantes controlan el
acceso sobre el río Opia, permitiendo el paso de vehículos pero
restringiendo el movimiento del puñado de locales que trabajan para
la AngloGold. A todos les une la misma preocupación: el impacto que
podría tener en Doima el proyecto aurífero de La Colosa, ubicado a
unos 100 kilómetros de distancia, ahora que saben que es una de las
áreas donde la multinacional estudia realizar el procesamiento del
oro.
Debido a que la pendiente en Cajamarca -donde Anglogold explotará
oro cuando reciba la licencia para hacerlo en unos años- es
2. demasiado pronunciada, la compañía ha estado buscando un lugar
apropiado donde situar el proceso de lixiviación del oro, que separa el
oro diseminado en la roca.
Aunque la empresa no lo ha confirmado, todo parece indicar que
AngloGold Ashanti estaría considerando utilizar la vereda de Camao
en Doima para llevar las rocas donde se encuentra el oro y hacer allí
la separación química. Este es un proceso que implica la utilización de
cianuro y de óxido de cinc y de grandes cantidades de agua, que
además libera los sulfuros que acompañan al oro en los yacimientos
del continente americano y que acidifican el agua. Como los arroceros
dependen del agua, este proyecto los tiene con los pelos de punta
seis años antes de que comience.
En mayo pasado Rafael Herz, entonces presidente de AngloGold
Ashanti y ahora vicepresidente de sostenibilidad, señaló que las
reservas de La Colosa eran de 24 millones de onzas de oro.
El último informe anual de recursos naturales de la Contraloría hace
advertencias sobre el impacto ambiental de La Colosa.
3. Desde el jueves pasado, los habitantes de Doima mantienen
bloqueado el paso a empleados de AngloGold Ashanti. Foto de El
Nuevo Día.
Por eso, tras enterarse que el presidente Juan Manuel
Santos realizaría un consejo de seguridad en Ibagué antes de ayer,
los habitantes de Doima le llevaron una carta -avalada por casi 700
firmas de los de 2.300 habitantes que tiene el corregimiento- en la
que le solicitaron convocar en el pueblo una reunión con los ministros
de Minas y Ambiente, para comunicarles su posición sobre la
actividad minera en la zona.
“Queremos alzar una voz de protesta e inconformismo en contra de
cualquier actividad minera que se pretenda desarrollar en nuestro
municipio”, le escribieron a Santos, quien prometió llevar a cabo el
conversatorio. “En nuestro municipio no queremos, ni pretendemos
cambiar nuestra vocación económica, basada en la agricultura,
ganadería y especialmente el turismo”.
Oro en los arrozales
AngloGold Ashanti -la tercera mayor productora de oro del mundo y
la empresa que más títulos mineros tiene en Colombia- comenzó a
explorar en Colombia en 2002. Hasta la fecha ha invertido, según su
propia información, 255 millones de dólares, que han resultado en
el descubrimiento de yacimientos en Cajamarca y Gramalote
(Antioquia). Ambos proyectos se encuentran en una fase de
prefactibilidad y no entrarían a explotación hasta 2019.
Pero hace un año la compañía anunció que La Colosa contiene
reservas de 24 millones de onzas -el doble del cálculo original-,
que equivaldrían a unos 36 mil millones de dólares (el equivalente al
10 por ciento del PIB anual colombiano) y la convertirían en uno de
sus proyectos bandera a nivel internacional.
La compañía le aclaró a La Silla que hasta ahora están estudiando
"opciones a 100 kilómetros a la redonda [de Cajamarca] para ubicar
la infraestructura que requiere un proyecto minero y que incluye la
planta industrial de recuperación de oro, mecanismos de transporte y
4. las zonas de depósito de Relaves".
Según los habitantes de Doima, desde hace cinco meses funcionarios
de AngloGold Ashanti han ido a la zona, ofreciéndoles invertir en
proyectos de interés comunitario como la pavimentación de la vía de
entrada al pueblo.
Y aunque la minera les ha explicado que hacer el procesamiento allí
es una opción entre varias, todos los pequeños y grandes agricultores
de la zona consultados por La Silla señalaron que la empresa ha sido
muy ambigua a la hora de explicar en qué consisten exactamente sus
posibles planes en Doima.
“Hace cinco meses me buscó una persona solicitándome permiso para
hacer un plan de manejo ambiental dentro de nuestros terrenos, que
apuntaba a evaluar la flora y la fauna en la zona. Inicialmente le di
permiso, pero me di cuenta de que era muy evasivo en sus
respuestas. Cuando finalmente me contó que esta minera -cuyo
nombre yo no conocía entonces- buscaba hacer su explotación en
Cajamarca y tener un punto de apoyo cerca de la quebrada en
Doima, de inmediato le retiré el permiso”, le contó a La Silla José
Pablo Gómez, un ingeniero agrícola bogotano que tiene una finca
arrocera en Doima. Según Gómez, los funcionarios de la minera se
instalaron en un predio aledaño y comenzaron a hacer estudios en el
suelo.
Doima contra la minería
Gómez no ha sido el único en cerrarle las puertas a la multinacional.
En diciembre, cuando empleados de la empresa convocaron
una reunión en el colegio del pueblo, los asistentes les pidieron que
se fueran prácticamente sin oírlos. (Este es el video de la reunión).
“La gran mayoría del pueblo -salvo unos poquitos que trabajan con
ellos- no queremos ninguna actividad de minería. Estamos muy
asustados de que nos contaminen el agua, la de la quebradas y la de
los pozos subterráneos que hay, con sus piscinas de cielo abierto y
que esto se convierta en un desierto”, le dijo a La Silla Marina
Guevara, una agricultora pensionada que venía de terminar su turno
en el puente y que también estuvo en la reunión de diciembre.
“Nos preocupa especialmente el deterioro ambiental, porque no son
diez volquetadas de tierra las que van a caer aquí sino todo el
material de extracción que sale de las 515 hectáreas que tiene
AngloGold Ashanti en Cajamarca”, le dijo a La Silla el concejal de
Cambio Radical Carlos Iván Olaya, uno de los líderes del paro cívico
en Doima y habitante del pueblo. "Ellos dicen que manejarán muy
bien el proceso, pero no tenemos garantías de que esos residuos no
vayan a parar en nuestra agua de consumo y de uso diario”.
AngloGold Ashanti estima que en La Colosa el tenor del oro es de
5. 0,86 partes por millón. Eso quiere decir que por cada 0,86 gramos de
oro que extraigan, se necesita trabajar con aproximadamente una
tonelada de roca. Si efectivamente las reservas son de 24 millones de
onzas de oro -equivalentes a unos 746 millones de gramos-, el
volumen de material transportado desde Cajamarca hasta Doima
podría rondar los mil millones de toneladas de roca, según cálculos de
la Contraloría.
Según un informe anual de la Contraloría sobre recursos naturales,
que le presentó al Congreso en julio, el proyecto de La Colosa podría
generar residuos y material excedente de piedra en el orden de 160
mil toneladas diarias, cálculo al que llega multiplicando las reservas
de oro anunciadas por el volumen de roca que debe ser procesado
para extraerlo. Según la Contraloría, Bogotá o Buenos Aires producen
en total 5 mil toneladas de residuos diarios.
La minera le señaló a La Silla que no necesariamente se tendría que
transportar toda la roca extraída, ya que diferentes factores
geológicos y de minado influyen en la cantidad de mineral que debe
ser transportado hasta la planta de metalurgia. Esos cálculos y el
método de transporte seleccionado -que pueden ser bandas
transportadoras, un mineroducto, camiones o trenes- no serían
determinados antes de 2016.
Además, AngloGold señaló que el uso de cianuro no conlleva ningún
impacto ambiental. "En la planta el cianuro se utiliza en circuito
cerrado, sin contacto con el medio ambiente, por eso no lo afecta.
Una vez usado es destruido o recuperado para reutilizarlo, como se
hace en la mina Cerro Vanguardia (en Argentina), donde más del 90
por ciento es reciclado y reutilizado, y el excedente es destruido
formando compuestos no tóxicos", le dijo a La Silla la minera.
La multinacional atribuye la preocupación en Doima a una falta de
información, que planea subsanar este año con una estrategia de
trabajo con las comunidades y con la apertura de una oficina de
información en Piedras. "Consideramos que gran parte de esa
oposición se debe a percepciones equivocadas y a falta de
conocimiento de la industria minera y de lo que un proyecto de
minería a gran escala significa, incluyendo importantes beneficios
para las comunidades, los municipios y el país", señaló.
AngloGold además disputa la validez de los cálculos hechos por la
Contraloría y el estudio del hidrogeólogo y geoquímico Robert
Moran para la ONG holandesa IKV-Pax Christi, en el que se basó el
organismo de control. (Se pueden leer aquí las respuestas completas
de AngloGold Ashanti a las preguntas que le hizo La Silla).
Encuentro de arroceros
El impacto que podrían tener este proceso ha llevado a que los
agricultores de la zona decidieran unir sus esfuerzos. Además del
6. paro cívico, varios de los principales empresarios arroceros de la zona
convocaron una reunión para mañana jueves en el auditorio de la
cooperativa Serviarroz en Ibagué.
Dos fuentes le confirmaron a La Silla que la idea es agrupar a todos
los sectores preocupados por el proceder de la multinacional
sudafricana, incluyendo a los pequeños y grandes agricultores y
ganaderos de la zona, al alcalde y los concejales de Piedras, a
geólogos y topógrafos del departamento.
“Estamos intentando crear un frente unido que nos permita enfrentar
la situación de manera coordinada y eficiente, compartir la
información que tenemos y tomar decisiones colectivas”, le dijo a La
Silla José Alejandro Gómez, otro empresario arrocero de la zona.
A eso se ha sumado una preocupación adicional. La semana pasada
apareció un video en el que Gustavo Bocanegra -alias 'Donald'- del
frente 21 de las Farc amenaza a la multinacional minera, declarando
a todos sus empleados y colaboradores como “objetivo militar”.
“Desde antes de que inicie la explotación, ya nos está generando un
problema de inseguridad”, dice Olaya. “Este ha sido tradicionalmente
un pueblo muy tranquilo, sin guerrilla ni paramilitares, por lo que nos
preocupa.