LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
Informe el duelo
1. El Duelo.
Desde un enfoque
constructivista y narrativo.
PROFUNDIZACIÓN PSICOLOGÍA CLÍNICA
Por:
Felipe Cisterna
Samaria Sobarzo
Danay Valenzuela
Gisela Vera
2. En base a la tesis de Agustina Loitegui (2008), realizada a partir de la revisión de diferentes
autores que tratan sobre la temática de este trabajo, el duelo, se define, como la reacción
que tiene un sujeto ante la pérdida de algo significativo, ya sea, perdida de una persona
amada, algo físico o simbólico relevante para el sujeto. El duelo, es una de las experiencias
más dolorosas del ser humano, a la vez, se comprende como un proceso normal y
adaptativo que es superado con el paso del tiempo o realizando ciertas acciones. Por lo
tanto, el duelo, es una respuesta normal que suele manifestarse como un estado de shock e
incertidumbre, donde el sujeto encuentra dificultades de incorporar lo ocurrido, transitando
por intensos sentimientos de tristeza, angustia e incluso culpa, acompañado por conductas
como el llanto, cambios en el apetito, el sueño y hasta una marcada disminución de la
energía y el interés hacia el mundo.
Se pueden identifican dos tipos de duelo: el duelo posterior y el duelo anticipado. El duelo
posterior, es aquel vivenciado posterior a la muerte del ser querido o a la perdida de algo
significativo. Algunos autores, a pesar que reconocen la individualidad al enfrentar esta
experiencia, identifican que este proceso transita por diferentes etapas, estas serian: fase de
evitación, caracterizada principalmente por la experimentar incredulidad, confusión y un
intenso sentimiento de incertidumbre, sentimientos de ira y la tendencia a la negación a
partir del impacto de la noticia, aquí el deudo desarrolla una explicación de la pérdida,
identificando algunas causas; fase de confrontación, caracterizada por la búsqueda de la
esperanza, la necesidad de encontrar y recuperar a la persona perdida, experimentando
emociones como la rabia, la desesperanza y conductas de llanto; por último, la fase de
restablecimiento, donde el deudo comprende su nuevo mundo sin la persona amada y que
se debe readaptar, reasignando nuevos roles a otras personas y adoptando nuevos él mismo.
(Loitegui 2008). A pesar de que el duelo es una experiencia normal y adaptativa del ser
humano, Bowlby citado en Loitegui (2008), define algunas de las variantes patológicas del
duelo, entre ellas: el duelo crónico, ausencia prolongada de aflicción consciente,
ubicaciones inapropiadas de la presencia del muerto y la euforia.
Por otro lado, el duelo anticipado, es definido como la respuesta emocional frente a la
amenaza de pérdida de una persona amada o de uno mismo. La diferencia principal, entre el
duelo posterior y el duelo anticipado es que éste puede ocurrir tanto en la familia como
3. también en el enfermo. Las pérdidas que suceden en el duelo anticipado son continuas, y
aluden a aspectos pasados, presentes y futuros de la vida del individuo, más que solo la
reacción emocional ante la anticipación de la muerte, el duelo anticipado se enfrenta a que
posibilita a la familia y al individuo a reorganizar su entorno a la futura pérdidas, concluir
asuntos pendientes y facilitar una muerte apropiada, permitiendo a la familia, además,
llevar a cabo un progresivo retiro de la investidura emocional del individuo, como un
sujeto con un futuro concreto (Loitegui, 2008).
Kehl citado en Loitegui (2008), identifica algunas diferencias entre estos dos tipos de
duelo, es en primer lugar, el factor tiempo, mencionando que el duelo anticipado es
limitado por el tiempo y puede ser hasta más intenso que el duelo posterior a una muerte,
por lo que el duelo posterior a la muerte, por otro lado, no tiene un desenlace claro, pues
indefinido. En segundo lugar, se menciona que, mientras el duelo posterior a la muerte es
vivenciado solo por aquellos allegados al difunto, el duelo anticipado es vivenciado por
ambas partes, tanto por el enfermo como por sus seres queridos. En tercer lugar, en el duelo
posterior, se espera que a medida que los deudos vivan su duelo, la pena va disminuyendo y
el dolor es cada vez menor, por otro lado en el duelo anticipado por lo general aumenta la n
intensidad a medida que la muerte se aproxima. Por último, sostiene que el duelo anticipado
resulta más complicado que el duelo posterior a la muerte, puesto que en primero, los
miembros de la familia no pueden reasignar los roles que usualmente se reasignan en el
duelo porque el enfermo aun está presente.
4. Duelo
Duelo anticipado
Aspectos
beneficiosos
Preparación hacia la
muerte de una manera
natural.
Resolver asuntos
pendientes y despedir.
Existen menos
posibilidades de aparición
de un duelo patológico.
Aspectos
perjudiciales
Puede llevar a que los
deudos se desapeguen de
manera prematura del
enfermo
Duelo Posterior
Duelo Normal
Experiencia normal y
adaptativo
Etapas específicas .
Manifestaciones físicas,
psicológicas y
conductuales particulares
Duelo Patológico
Duelo crónico
Ausencia prolongada
de aflicción
consciente
Ubicaciones
inapropiadas de la
presencia del muerto
La euforia
5. En el caso de la paciente, el tipo de duelo que está experimentando, es el duelo anticipado,
pues está experimentando una reacción emocional, ante la amenaza de una pérdida, en este
caso la vida de su actual pareja, aquejado por una enfermedad terminal. La paciente
manifiesta que vive pensando que todos los días cree que ese es el ultimo día junto a su
pareja, experimenta tanto perdidas pasadas, presentes y futuros, características del duelo
anticipado, en este sentido, la paciente siente angustia por la pérdida de la compañía, de la
vida en pareja, de el abandono y una vida de soledad que le espera con la muerte de su
pareja. La paciente, tiene dificultades en reasignarse un nuevo rol en su vida a partir de esta
pérdida, manifestando que solo en pareja ella puede afrontar la vida, sintiéndose incapaz de
reasignar un nuevo rol fuera de la vida en pareja, ya sea como mujer, como madre, hija etc.
En la paciente existe el reconocimiento de la inevitabilidad de la muerte de su pareja,
manifestado en frases como: “la lógica es que muere el antes que yo”, “tengo que ser un
puntal para el” y “es un cheque a fecha” (refiriéndose con esta expresión a la pareja) por lo
tanto, en la paciente, existe el reconocimiento o asimilación de que la pérdida es inevitable,
manifestando que por tal motivo, el mañana le produce angustia y dolor.
Uno de los aspectos beneficioso del duelo anticipado, es que da al deuda, la posibilidad de
comenzar el trabajo de duelo previo a la muerte del sujeto. Desde este punto de vista, la
paciente está experimentando el dolor antes de la pérdida real de su pareja, por lo que
debería estar más preparada para volver a su vida habitual, sin considerar, que la vida en sí
misma, es considerada por la paciente como hostil, pensando en su propia muerte como
solución a todos sus problemas.
Existe además, por otro lado, un desapego con su pareja, característica propia de un duelo
anticipado, esto no referido a un desapego físico, sino mas bien emocional, en donde la
paciente manifiesta que no quiere que su pareja viva en condiciones en que no pueda
valerse por sí solo, esperando que la muerte llegue antes que esto ocurra.
Randon citado en (Loitegui (2008), distingue cuatro aspectos principales del duelo
anticipado: en primer lugar depresión, donde la paciente presenta sentimiento de tristeza
profunda, desesperanza, dificultad para conciliar el sueño y anhedonía; en segundo lugar,
un aumento de la preocupación por el enfermo, donde la paciente manifiesta que tiene que
6. ser un apoyo para la pareja y queriendo evitar el sufrimiento de éste ante la posibilidad de
perder por completo la autonomía como ser humano; en tercer lugar, el ensayo de la
muerte, donde la paciente piensa en el cómo y cuándo experimentará la pérdida real de su
pareja, manifestando que todos los días cree que es el último, lo que lleva a sentimiento de
inseguridad y a no realizar planes futuros; y por último, intentos de ajustarse a las
consecuencias de ésta, aquí la paciente intenta imaginar la vida sin la pareja, sin embargo,
no tiene éxito al no verse o no concebir la vida sin él, en el sentido de su rol d mujer y de
vida en común.
La paciente a parte de estar experimentando un duelo anticipado por el diagnóstico terminal
que tiene su pareja, hay que considerar, los temas subyacentes en la vida de la paciente. Si
bien, la experiencia de duelo es un proceso normal y adaptativo, lo adaptativo de la
reacción del duelo dependerá de las capacidad y el éxito que la persona tenga en descargar
su afecto sobre la persona amada, por lo que en la paciente y según lo que ella manifiesta,
no tendría recursos que le permitan sobrellevar esta situación de una manera sana y
adaptativo, pues menciona que no tiene apoyo social (familia, amigos), experimenta la vida
de una manera hostil, pensando en la muerte como única solución a sus problemas, y
sintiendo que está perdida reafirma su estar en el mundo como una persona sola,
reiteradamente abandonada y rechazada.
7. b) Discutir en torno a la noción de duelo y reconstrucción de significado a la luz de lo
exhibido por ambos pacientes.
Caso Mujer
La paciente al estar viviendo un duelo anticipado, sólo es capaz de centrarse en el presente,
su mundo gira en torno al presente, pensar en el mañana le produce angustia, pues en el
mañana su pareja morirá, por ende, le causa inseguridad proyectarse, hacer planes y que su
esposo no este junto a ella, pensar en que se quedará sola le produce angustia que le es
difícil controlar y sobrellevar. En éste sentido el mundo visto a través de los ojos de la
paciente, tiene como eje central la angustia que se presenta en torno a la soledad y al
desamparo, viene desde su experiencia de vida, pues manifiesta al terapeuta que desde que
ella fue concebida, hubieron problemas, en primero lugar ella fue un embarazo no deseado,
su madre fue golpeada cuando estaba embarazada de ella, cuando nació mujer no la quiso
criar porque quería que fuese hombre y la dio en adopción. Con su madre adoptiva nunca
ha tenido una buena relación, por lo que manifiesta que ir a visitarla es para ella una
obligación o un compromiso que debe cumplir, y que no lo hace por placer de estar con su
madre. Así también, la paciente nunca ha vivido con sus hijos, manifiesta que no tiene y
que nunca ha tenido buenas relaciones con ellos. Por otro lado, menciona que desde
siempre ha debido complacer a los demás, por ende, siempre debe pensar primero en los
demás antes que ella.
Ahora bien, Neimeyer (2005), dirá que en el proceso de construcción narrativa se adoptan
diferentes formas de posicionarse frente a lo narrado, lo que están asociados a diferentes
niveles de conciencia narrativa, entre ellas, la externa, reflexiva y la interna. La importancia
del proceso narrativo radica en que permite al narrador obtener un significado de la historia,
lo que le permitirá sintetizar sus experiencias, y al mismo tiempo a identificar sus estilos de
afrontamiento, por tanto, “El reconocimiento de las pautas de experiencia, sentimiento y
pensamiento a menudo pueden motivar a los clientes a planificar nuevas estrategias de
afrontamiento y a examinar sus patrones conductuales.” (Neimeyer, 2005). En este caso, la
paciente posiciona su narrativa desde el nivel interno, pues en éste se “incluyen referencias
a procesos o estados mentales que sólo el narrador puede conocer” (Neimeyer, 2005, pp. 4),
es decir, el proceso narrativo interno, tiene matices de sentimientos, emociones y
8. pensamientos que le provoca al paciente esta situación de duelo. Por tanto, la paciente
inserta la pérdida anticipada en su narrativa aceptando, en forma de derrota la inevitabilidad
de la muerte de su esposo, y los efectos de angustia que provoca y provocará la soledad,
pues menciona que desde siempre se ha sentido sola, y ha tenido que luchar en la vida sin
recibir el apoyo o la ayuda de nadie, por ello, muchas veces ha sentido que la muerte es la
solución, así también menciona la pérdida del bienestar común que le acarreará esta perdida
en cuanto al ámbito económico. Por lo tanto, la narrativa representa el “Por qué”, y al
mismo tiempo proporciona un nivel de significado más profundo para los acontecimientos
narrativizados que la estructura superficial de la historia.
Ahora bien, como ya existen temas subyancentes en torno a la soledad y el desamparado en
la experiencia de vida de la paciente, esta perdida no cuestiona su sistema de creencias, es
decir, a pesar de que ha estado casada desde hace cuatro años, tiene integrado en su sistema
de creencias que siempre ha estado y a luchado sola, pues siente y piensa que nadie la
estima o la quiere. En base a lo anterior, los constructivistas dirán que tanto los individuos
como las colectividades otorgarán significados a los acontecimientos y situaciones en
función de sus experiencias previas, es decir, a medida que las personas vamos
experimentando nuevas situaciones, se irán creando nuevos constructos y con ello nuevas
narrativas, las cuales permitirán relacionar las nuevas situaciones con las que se han vivido
previamente. Por ende, se validan las construcciones narrativas que presenta la paciente,
pues su creencia central ha sido el desamparo y la soledad, y con la muerte de su esposo
que se aproxima, efectivamente se reafirma aquella creencia. En este sentido Neimeyer
(2005) dirá que asimilará la muerte dentro de los marcos preexistentes de significados, de
tal forma que se reafirmará el sistema de creencias que se había mantenido.
Para concluir, como se menciona anteriormente, la paciente sitúa su narrativa desde una
posición interna, pues se refiere a estados mentales que solo ella puede conocer. En este
sentido, Neimeyer (2005) dirá que esta narrativa podría contribuir a desarrollar un mayor
nivel de conciencia acerca de los sentimientos y emociones, lo que a su vez incide en la
exploración de nuevas opciones de respuestas y afrontamiento para hacer frente a la
situación que se está viviendo. Por lo tanto, el que la paciente se sitúe desde un nivel
interno al momento de construir una narrativa acerca de lo que le sucede, desde una
9. perspectiva terapeutica puede ser utilizado a favor, pues de esta manera se ayuda a la
paciente a encontrar nuevas – y como se menciona anteriormente- formas de afrontamiento,
si bien sería bastante complejo conseguir que esta mujer excluya de su narrativa esta idea
repetitiva de abandono, como terapeuta se puede guiar a la paciente a través de un proceso
de exploración interna, que encuentre nuevos significados a lo que le sucede actualmente y
a lo sucesos de su historia de vida, es decir, a sus creencias, sobre todo de abandono y
soledad que la ha perseguido durante toda su vida.
Caso Hombre
Para el paciente, el mundo es visto como un paralelo, en el sentido que dice vivir un mundo
distinto al de la mayoría de sus cercanos, esto se refiere explícitamente a un mundo
homosexual v/s un mundo heterosexual, en este mundo, él ha aprendido a valorarse, ha
desarrollado sus habilidades, capacidades y conocimientos, pues menciona que ha
aprendido a ser independiente, a tomar sus propias decisiones, y a relacionarse con todo
tipo de personas. Como así también, a valorar el día a día, pues dice “Da lo mismo todo, sé
feliz por ti y por tu gente. No vale la pena amargarse, quizá mañana no estemos aquí.”. Sin
embargo, durante su niñez y adolescencia menciona que, referirse a lo emocional para él
era como golpearse de cara contra la pared, en su niñez se percibía enajenado a su entorno
familiar, carente de afecto, con un padre ausente en su educación y con una madre rígida y
autoritaria. Por otro lado, su homosexualidad lo había condicionado aprender a buscar su
lugar en el mundo, para encontrar ese lugar en el mundo desarrolló habilidades de ser
reconocido y valorado por los otros, ejemplo, a pesar de que no gustaba ser líder, su
opinión tenia importante consideración en las decisiones del grupo, el mismo líder pedía de
su opinión, en general, siempre fue considerado como alguien importante y reconocido,
como una forma de contrarrestar las emociones sentidas respecto a su sexualidad.
En la narrativa presentada se observan algunas temáticas que se repiten y que pueden
reflejar un tema subyacente, en este caso sería la construcción de la identidad del autor, el
estar y ver el mundo desde una mirada, en este caso desde una posición correspondiente a
su identidad sexual, el narrador, en primer lugar, describe su descubrimiento y su miedo
10. ante este “nuevo mundo”, a pesar de ser una dificultad en un principio el aceptar esta
identidad, ésta se convierte en su sentido de vida, en una forma de vivir, de sentir y de
pensar, da un sentido de quien es en el mundo. Sin embargo, a partir de la pérdida de su
pareja, pareciera que esta identidad se ve fragmentada, interrumpida por esta experiencia
dolorosa, observada en la frase , “Había muerto Sergio y una gran parte de mí, se fue con
él”, y por otro lado, el retroceder a algo ya superado, como el miedo de enfrentar su
identidad sexual, observado en lo siguiente : “Supongo que lo más difícil fue volver a casa
de mis padres y, una vez allí, actuar como si nada pasara, salir corriendo de la cocina para
encerrarme a llorar en el lavabo para, poco después, salir de allí como si nada hubiera
pasado”.
Ahora bien, como se menciona en el caso anterior, para el construccionismo el narrador se
puede posicionar en tres niveles, nivel interno, externo y reflexivo. Este paciente posiciona
su narrativa, en un primer momento, desde una narrativa interna, donde reconoce
sentimientos y pensamientos a partir de la pérdida de su pareja. Al final de la narrativa, se
puede identificar que el autor se posiciona desde un nivel reflexivo, puesto que, a partir de
la experiencia vivida, extrae conclusiones, lo que implica reflexionar sobre la misma.
Neimeyer (2005) menciona que este ultimo nivel, hace referencia a procesos o estados
mentales propios del momento en que se está narrando la historia, y no tan sólo cuando
tuvieron lugar aquellos acontecimientos narrados. Esta es una narrativa auto-evaluativa, en
donde el narrador da sentido a los acontecimientos pasados, desde la perspectiva del
presente. Por ello, a pesar de que narra cada suceso que vivió el día de la muerte de su
pareja, por ejemplo, su despertar optimista de que todo estaría bien cuando llegara al
hospital, que recibiría buena noticias, hasta el momento que le dicen que su pareja había
muerto, el vacío existencial que le produjo, el quiebre emocional, la enajenación que sintió
de sí mismo, hasta finalmente despertar, pero un despertar de una nueva persona, con
nuevas experiencias, y sobre todo con una nueva visión del mundo. Por ende, menciona que
la pérdida de su pareja, a pesar de que fue y sigue siendo una importante pérdida en su vida,
tal ves la más importante hasta ahora, esto le ha permitido ver el mundo con otros ojos,
valorar el día a día como si fuera el último, valorar a las personas que le rodean, a sus
amigos y a su familias.
11. Esta pérdida, tiene una importante repercusión en la identidad y en el sistema de creencias
del paciente, pues el hombre independiente, sociable, valorado y auto-valorado había
caído, había vuelto al mundo donde su homosexualidad era un tabú que debía mantener al
margen, por tanto deja todo lo que tenía antes de la muerte de su pareja y vuelve en
busca de refugio a casa de sus padres, transformando todo su ideal de independencia
ganada, y teniendo que volver a tomar silencio perdiendo así su identidad con respecto a su
homosexualidad.
A través de la perdida, el paciente sufre una crisis en su identidad, que ha siso construida
hasta el momento de forma continua y coherente, y se ha permitido, a pesar del miedo y
dolor que le provocó asumir su sexualidad, construir su identidad y un “estar en el mundo”,
sin embargo, existe un acontecimiento crítico e incoherente en su historia de vida, que
invalida sus construcciones narrativas o creencias centrales en la vida, por lo que al final
del texto, se observa la necesidad de una recuperación de coherencia narrativa.
Como terapeuta, y desde el enfoque constructivistas, se debe trabaja en la reconstrucción
narrativa coherente en la historia del paciente. En este caso, el reafirmar la identidad
construida, a pesar de esta situación límite como el duelo, trabajando en al proceso ya
recorrido. Es necesario por tanto ayudar al paciente a integrar la nueva narrativa con la
anterior, con el fin de reconstruir el sí mismo futuro y la coherencia de identidad.
12. Bibliografía
Herrero, O. y Neimeyer, R. A. (2005). Duelo, pérdida y reconstrucción narrativa: Estudio
de un caso. En L. Botella (Ed.), Construcciones, narrativas y relaciones.
[Traducción en español]. Barcelona: Edebé.