La segunda fase de la Revolución Industrial fortaleció y perfeccionó la primera, cambiando los sistemas de producción, medios de transporte, fuentes de energía, sistemas comunicacionales y materias primas. Aplicó la tecnología no solo a lo que usaría el ser humano, sino a todos los sistemas de producción como alimentos, bebidas y productos higiénicos. También modificó los sistemas comunicacionales.