Este documento resume la geografía de las costas. Explica los diferentes tipos de accidentes costaneros como golfos, penínsulas e islas. Luego describe los procesos erosivos y sedimentarios que ocurren en las costas, incluyendo acantilados, playas y sedimentos. Finalmente, explica cómo los vientos influyen en las corrientes marinas y cómo estas corrientes afectan el clima.
Las costas: tipos de accidentes costaneros y procesos geográficos
1. UNIVERSIDAD DE CUENCA
FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y
CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
ESPECIALIDAD DE HISTORIA Y GEOGRAFÍA
Tercer Ciclo
LAS COSTAS
Trabajo previo a la obtención
de una calificación en la
asignatura de Geografía física
II. Climatología…
Autores:
Diego León
Fabricio Quichimbo
Ismael Ochoa
Profesor:
Dra. Ma. Leonor Aguilar G.
Cuenca, 09 de diciembre del 2011.
2. Introducción
El presente trabajo, trata de explicar de un modo sintético un capitulo muy extenso
como es el estudio de la geografía de las costas y los océanos. El estudio de esta parte
de la tierra es maravilloso por cuanto es donde se originan las diferentes corrientes
marinas, las que posteriormente influyen en el clima de los continentes y es la parte mas
extensa de la superficie terrestre. Primero se hará una referencia a los tipos de costas,
luego un recorrido por los sedimentos de las costas, y por último se hará una pequeña
referencia a las corrientes marinas y su relación con los vientos.
Este trabajo está desarrollado en base a fuentes de internet, obras de geografía y
material entregado por los profesores de geografía. Es un trabajo bibliográfico para
entender la geografía costanera.
Por último esta un ensayo, en el cual se desarrollan nuestros puntos de vista sobre el
tema desarrollado.
3. Accidentes costaneros
La costa puede presentar muchas irregularidades. Algunas de ellas son:
Los golfos: son parte del mar que penetra en la tierra.
Cuando esta entrada es muy pequeña se llama bahía.
Suele tener forma de arco o concha.
Península: es una porción de tierra rodeada de agua por todas
partes menos por una. La parte de tierra que une a la
península con el resto del continente se llama istmo.
Una bahía es una entrada a un mar, océano o lago,
rodeada por tierra excepto por una apertura, que
suele ser más ancha que el resto de la penetración
en tierra adentro. Es decir, una concavidad en la
línea costera formada por los movimientos del mar
o del lago. La bahía es el concepto geográfico
opuesto a un cabo o a una península. Las grandes
bahías suelen considerarse golfos.
Un cabo es un accidente geográfico formado por una
masa de tierra que se proyecta hacia el interior del mar;
recibe este nombre sobre todo cuando su influencia
sobre el flujo de las corrientes costeras es grande,
provocando dificultades para la navegación. Algunos
cabos son especialmente famosos por ello, como el
cabo de Hornos.
Istmo es una franja estrecha de tierra que une, a
través del mar, dos áreas mayores de tierra, en
general con orillas en ambos lados. Las áreas de
tierra pueden ser islas, continentes o una isla y un
continente o una península y un continente.
4. Estrecho: es una franja de mar que separa dos tierras
muy próximas entre si.
Isla: es una porción de tierra rodeada de agua por todas
partes. Cuando hay un conjunto de islas muy próximas
entre si, se dice que son un archipiélago. En España hay
dos archipiélagos: el canario y el balear.
Otros tipos de costas
De ría. Aquéllas en las cuales un valle fluvial queda inundado por el mar.
De fiordo Similares a las de ría, pero con una notable canalización del agua marina
penetrando en antiguos valles glaciares. También se denominan costas en emersión por
compensación giacioisostática.
De isla barrera y lagoon. Presentan su línea de ribera adelantada a un recinto acuoso
cerrado o semicerrado por una alineación arenosa de acreción marina o barrera. Muchas
zonas del Golfo de México pertenecen a esta topología.
Arenosas o de playas estabilizadas. Al contrario que las anteriores, aquí coinciden
línea de ribera y de costa. Se trata de una franja mixta de perfil tendido hacia el mar, en
la cual se produce removilización continua de material; tierra adentro abundan
formaciones dunares.
Llanuras de marea. Costas de fisonomía muy llana, con un gran desarrollo de la zona
intermareal, frecuentes ciénagas y zonas pantanosas, sedimentos de decantación, y
abundante cobertera vegetal circundante. La roca del sustrato a la morfología tienen
escasa participación en su dinámica, y las aguas son mixtas continentales-marinas
De delta. Corresponden a zonas donde las aguas continentales “invaden" el dominio
marino, dando lugar a una construcción cónica o en abanico. Son abundantes por todo el
mundo.
Arrecifales. Construcciones biogénicas que emergen en superficie definiendo barreras;
los casos más notables son las barreras anulares que forman atolones, características en
el cinturón de islas del Pacifico central.
5. Acantilados
Denominadas también tectónicas, estructurales y, a veces, de elevación, ya que suelen
estar controladas por actividad endógena reciente (tectónica o volcánica), o su estructura
y litología. Constituyen escarpes netos hacia el mar, en general "vivos"; es decir:
evolucionan debido a la acción directa de las aguas marinas, junta a otros procesos
característicos en estas fisonomías. Los escarpes pueden quedar abandonados tras una
playa o rasa marina, comúnmente originadas por retroceso del acantilado; en estos casos
su evolución es más lenta, al desaparecer
la acción directa del oleaje o, a lo sumo,
afectarles durante algunos temporales.
Buena parte del litoral hispano tiene este
carácter: tanto el insular canario y balear
como el peninsular en costas montañosas
de las Béticas, cadenas Costero Catalanas,
bordes pirenaicos, cántabro-astur y
altiplanicies gallegas.
Procesos erosivos
Si predomina el desgaste, arranque y transporte, terminarán por generarse notables
vaciados o denudaciones; tanto la meteorización como el arranque-removilización son
mayoritariamente las acciones responsables de estos vaciados.
El arranque-removilizacion lo ejercen el oleaje y sus corrientes asociadas;
desagregación, desmenuzamiento y arrastre, son los fenómenos más comunes. Todos
ellos se producen mediante la “transferencia” energética en la zona de rompiente, según
las modificaciones del flujo.
En costas acantiladas, la energía se concentra en el choque, zapamiento y evacuación de
material que compone el escarpe; su forma y evolución dependen en gran medida de la
litología y estructura.
Un caso particular de morfologías asociadas a fenómenos “destructivos” son los
estuarios, y corresponden a relieves deprimidos donde la línea de ribera presenta una
inflexión hacia la zona o dominio terrestre. Hacen posible este fenómeno, tanto la
morfología del terreno como las variaciones en el nivel del mar: normalmente son valles
continentales (terrestres) sumergidos en aguas marinas (o lacustres); las rías (con origen
fluvial) y fiordos (con origen glaciar), pueden considerarse casos particulares de
estuarios. Para todos ellos, el nivel y mezcla en las aguas, así como otros procesos
asociados, dependen de la magnitud que tengan las mareas en esa zona.
6. Procesos sedimentarios
Son acciones donde predominan “reagrupamientos y estabilizaciones” de los materiales,
es decir “acreción-agradación” más o menos localizada y transitoria. Por su procedencia
primaria, antes de incorporarse al ciclo litoral para formar sedimentos o acumulaciones.
Todo ese conjunto tan heterogéneo será removilizado a lo largo de la ribera mediante
corrientes litorales cuya incidencia global depende de la fisonomía y dinámica en cada
costa.
La playa, sea marina o lacustre, constituye una franja costera debida a la acumulación
de material. Este procede en su mayoría del dominio terrestre y, por lo general, es
fácilmente removilizable (grava, arena, arena limosa y similar), razón por la cual son
morfologías en continuo reajuste. Hasta tal punto es así, que su perfil característico,
escalonado y con decaimiento progresivo hacia el interior del mar, sufre notables
variaciones durante el año y según los sucesivos temporales.
Por tanto, otra característica en el lecho de una playa son los regueros o canales
derivados de las corrientes litorales, básicamente de resaca
.
7. Corrientes Marinas
Las corrientes marinas son movimientos de masas de agua marina en un sentido
determinado, producido por factores diversos, como la acción del viento, de las mareas
y de las diferencias de densidad (temperatura, salinidad, etc.) de 2 masas de agua.
Desde hace unas cuantas décadas se sabe que la estructura de las corrientes marinas a
escala global es tridimensional, con movimientos horizontales en la superficie, en los
que el viento y la inercia producida por la rotación terrestre juegan un importante papel
y con movimientos verticales, en los que la configuración del relieve submarino y de las
costas modifican los efectos de la rotación de la Tierra, que crea una fuerza centrífuga
tendente a "abultar" el nivel oceánico a lo largo de la circunferencia ecuatorial. Se trata
de la corriente ecuatorial que se dirige, por inercia, en sentido contrario a la rotación
terrestre. En el fondo submarino tanto del océano Atlántico como del Pacífico, el agua
acompaña a la litosfera en el movimiento de rotación terrestre y ello se debe a la enorme
presión que soportan esas aguas abisales. Pero al llegar a las costas occidentales de los
continentes, el talud continental, que constituye un plano inclinado, actúa como una
especie de "ascensor" para esas aguas profundas haciéndolas subir y creando lo que se
denomina surgencia de aguas frías, lo que viene a ocasionar una corriente, esta vez
superficial, en sentido contrario al que tenían las aguas profundas, es decir, de este a
oeste.
La rotación terrestre y las corrientes oceánicas
Los efectos de la rotación de la Tierra son visibles en la dirección de las corrientes
oceánicas, en los patrones que se observan en la dinámica atmosférica, en el efecto
Coriolis, en los patrones de los vientos, especialmente, de los planetarios, en la
dinámica fluvial y en el surgimiento de aguas frías de las profundidades submarinas en
las costas occidentales de los continentes, específicamente de la zona intertropical.
También es la responsable del abultamiento ecuatorial de nuestro planeta y, por ende,
del achatamiento polar, aunque probablemente, este abultamiento ecuatorial se produjo
en períodos de la historia geológica de nuestro planeta en los que su temperatura era
mayor, por lo que tenía una especie de consistencia mucho más plástica y fácil de
deformar.
8. Cálida: flujo de las aguas superficiales de los océanos que tiene su origen en las aguas
cálidas de la Zona Intertropical y se dirige, a partir de las costas orientales de los
continentes hacia las latitudes medias y altas en dirección contraria a la rotación
terrestre, como por ejemplo la Corriente del Golfo o la de Kuroshio o Corriente del
Japón
Fría: flujo de agua en el interior de los océanos que tiene su origen en las aguas frías de
las grandes profundidades de las latitudes medias y altas, en las costas occidentales de
los continentes y se dirigen hacia el este debido al movimiento de rotación terrestre.
Ejemplos de corrientes frías: la de Canarias, la de Benguela, la de Humboldt o del Perú,
la de California, la de Oyashio y la de Groenlandia o corriente del Labrador, todas ellas
desde las costas occidentales de los continentes (excepto el caso de la Corriente del
Labrador que tiene unas características especiales).
Corrientes marinas en el Ecuador
La Corriente de Humboldt o Corriente de Perú es una
corriente oceánica fría que fluye en dirección norte a lo
largo de la costa occidental de Sudamérica; también se la
conoce como corriente Peruana o del Perú. Fue descubierta
en 1800 por el naturalista y explorador alemán Alexander
von Humboldt (1769-1859), que la describe en su obra
Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente
(1799-1804). Humboldt hizo mediciones de la temperatura
de la zona oriental del océano Pacífico frente a las costas
de Callao (Perú).
La Corriente de El Niño es un fenómeno oceánico y
atmosférico localizado en el océano Pacífico durante el
cual aparecen, de forma inusual, condiciones cálidas a lo largo de la costa occidental de
Ecuador y Perú, lo que provoca alteraciones climáticas de distinta magnitud. Esta
corriente cálida se dirige hacia el sur y que se da en esta región cada mes de diciembre.
Tiene un denominado 'periodo de recurrencia' de entre siete a catorce años debido al
progresivo debilitamiento de los vientos alisios procedentes del Pacífico suroriental;
puede afectar a la climatología mundial durante más de un año.
RELACIÓN ENTRE VIENTO Y CORRIENTES MARINAS
Los vientos que soplan en la superficie empujan el agua desplazándola en la dirección
de donde provienen. Lo que ocasiona que el agua tienda a amontonarse en la dirección
que sopla el viento. Entonces, la gravedad tiende a halar el agua en contra del gradiente
de presión o sea descendiendo por la inclinación de la pendiente. Pero debido a la
rotación de la Tierra, la fuerza de Coriolis, causa que el movimiento del agua sea 45º
9. hacia la derecha de la dirección del viento, en el Hemisferio Norte y 45º a al izquierda
de la dirección del viento, en el Hemisferio Sur, alrededor de los centros de
amontonamiento. Este flujo de agua produce grandes corrientes circulares en las
cuencas oceánicas que se conocen como Giros
Los vientos constituyen fuerzas externas que pueden explicar la circulación general de
la superficie de los océanos. Así, las principales causas de las corrientes marinas son:
Vientos permanentes soplando sobre la superficie del agua (que producen fricción y
arrastre de las moléculas superficiales del agua oceánica).
Diferencias de densidad entre masas de agua.
Influencia de la disposición de los continentes y los litorales.
El oceanógrafo Munk propone una explicación general para la formación de las
corrientes, a partir de la consideración de un océano teórico. Si se consideran 3 casos
típicos, de complejidad creciente se observa lo que detallamos a continuación.
· De esta forma los vientos alisios y los del W determinan en cada hemisferio la
circulación en giros del agua superficial del océano.
· Cada uno de los circuitos tiene una rama ecuatorial en dirección E-W, y una rama
subpolar que va de W a E; las dos están unidas por circulaciones con una componente
meridiana más o menos paralela a los continentes.
· Entre las dos corrientes ecuatoriales (separadas por una zona de doldrums), se forma
una contracorriente ecuatorial de dirección inversa (con una pendiente de 4cm por 1000
km). Es una corriente de retorno que lleva a través de esta zona de calmas una parte de
las aguas acumuladas en el lado oeste por los alisios. Una parte más importante de estas
aguas es sacada por la rama oeste meridiana de la circulación en giros.
· En el Hemisferio Norte, entre los vientos del W y la circulación polar establecida por
vientos del N y NE relacionados con el anticiclón polar, aparece una circulación
ciclónica subpolar.
· Debido a la rotación de la Tierra hacia el E y también por la variación de la intensidad
del efecto de Coriolis con la latitud, el centro de los giros está desplazado hacia el lado
oeste y las corrientes son más fuertes en el lado oeste de los océanos que en el lado este.
· De esta manera, en cada giro hay una corriente fuerte persistente en el lado oeste y
una corriente de compensación en el sector central y Este.
Esto se puede reconocer en los océanos; por ejemplo la fuerte corriente del Golfo en el
Atlántico Norte; la de Kuro Shio en Pacífico Norte (10 km/hora) mientras que la de
California se mueve a una velocidad de menos de 2 km/hora. En el Atlántico Sur la
corriente de Brasil; la de Las Agujas en el océano Indico y la del Este de Australia en el
Pacífico Sur.