Un delegado de padres y madres del alumnado representa a las familias de un grupo-clase, implicándolas en mejorar la convivencia y rendimiento educativo del grupo en coordinación con el tutor. Sus funciones incluyen recoger inquietudes de las familias, asesorarles sobre sus derechos, y facilitar la comunicación entre familias, tutor y centro escolar. No debe actuar como fiscalizador del profesorado ni defender solo los intereses de sus propios hijos.