7. “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?” 1ª de Corintios, 12: 27-30
8. I. LOS SACERDOTES “…Yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá” (Números 18:7).
9. REPARTO DE TAREAS Cada creyente tiene una labor que realizar para el servicio común de la Iglesia. Las diversas tareas o ministerios son necesarias para el correcto desarrollo de la obra de la Iglesia. Igualmente, en el antiguo Israel Dios delimitó el trabajo que cada uno debía realizar en su Santuario. Sacerdotes y levitas tenían tareas distintas. Cada cual debía realizar su tarea sin entrometerse en las labores del otro grupo.
10. Dios marcó una línea divisoria que delimitaba las labores de los sacerdotes: “Mas tú y tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio en todo lo relacionado con el altar, y del velo adentro, y ministraréis. Yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño quese acercare, morirá” (Números, 18: 7)
12. EL REGALO DE DIOS Los levitas eran un regalo (don) dado por Dios a los sacerdotes para que les ayudaran en las labores del Santuario. Para los levitas era un privilegio realizar sus tareas de apoyo en el Santuario ya que esto les ponía en un contacto más cercano con Dios. Esto les ayudaba a entender más plenamente el sacrifico de Cristo representado en las labores diarias del Tabernáculo y los capacitaba para enseñarlo al pueblo.
13. EL MANTENIMIENTO DE LOS SACERDOTES Los sacerdotes no tenían heredad en el pueblo de Israel; por ello debían ser mantenidos con una parte de las ofrendas y sacrificios del pueblo. (Lv. 7: 8; Lv. 10: 12-15; Lv. 23: 17-20; Nm. 18: 11-20; Dt. 18: 3-5)
14. II. LOS LEVITAS “Yo he tomado a vuestros hermanos los levitas de entre los hijos de Israel, dados a vosotros en don de Jehová, para que sirvan en el ministerio del tabernáculo de reunión” (Números 18:6)
15. EL MANTENIMIENTO DE LOS LEVITAS Dado que los levitas se debían consagrar al servicio del tabernáculo, y más tarde del templo, no recibieron territorio en Canaán como las demás tribus. Sin embargo, se los ubicó por todo el país en ciudades que les fueron asignadas especialmente a ellos: 13 ciudades para los sacerdotes en los territorios de Judá, Simeón y Benjamín, y 35 a los levitas entre las otras tribus; 48 ciudades en total (Jos. 21:4-8).
16. EL MANTENIMIENTO DE LOS LEVITAS Los levitas no recibían salario por su trabajo ni tenían parte en las ofrendas y sacrificios, sino que vivían de los diezmos que todos los israelitas debían dar de sus ingresos (Números. 18:24) “De todos vuestros dones ofreceréis toda ofrenda a Jehová; de todo lo mejor de ellos ofreceréis la porción que ha de ser consagrada” (Números, 18: 29) Debían dar como diezmo para los sacerdotes lo mejor de lo recibido. Dios quiere que le ofrezcamos lo mejor de lo que de Él recibimos.
17. II. EL PUEBLO Los Diezmos “…yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión” (Números 18:21).
18. DIEZMO “Dios quiere que todos sus administradores sigan exactamente las instrucciones dadas. No deben burlar el plan de Dios haciendo algunas obras de caridad, presentando un obsequio o dando alguna ofrenda, en el momento y en la forma como ellos, los agentes humanos, lo ven conveniente. Dios ha dado a conocer su plan, y todos los que colaboren con él lo llevarán a cabo en lugar de atreverse a cumplirlo según su propia conveniencia… Dios los honrará y trabajará para beneficio de ellos, porque tenemos su promesa de que abrirá las ventanas del cielo y derramará sus bendiciones en forma más abundante de lo que podemos recibir”. E.G.W. (A fin de conocerle, 3 de agosto)
20. LA VACA ALAZANA Una vaca rojiza, símbolo de Cristo. No debía haber tenido yugo. Cristo se sometió voluntariamente, sin ser obligado a ello, ya que no estaba bajo la ley. Un hombre sacrificaba la vaca (no el sacerdote) El sacerdote rociaba la sangre hacia el santuario 7 veces. Purificaba el lugar santo. El sacerdote añadía a la hoguera: Madera de cedro: Símbolo de incorrupción. Hisopo: Símbolo de purificación (“Purifícame con hisopo y seré limpio” Salmo 51: 7) Escarlata: Símbolo del pecado (Isaías, 1: 18) Tanto el sacerdote como el que quemó la vaca quedaban ceremonialmente inmundos. Un hombre limpio recogía y guardaba las cenizas. 1 2 3 4 5 6 7
22. LA VACA ALAZANA ¿Para qué y cómo se usaban las cenizas? Contacto con cadáveres humanos, huesos o sepulcros. Cuando alguien moría en una tienda todas las personas y todos los utensilios eran inmundos. Las cenizas de la vaca se mezclaban con agua para crear el agua de la purificación. Las vasijas abiertas o mal tapadas eran quebradas. Todo lo demás era rociado con el agua de la purificación al tercer y séptimo día. Aquel que no era purificado, era cortado del pueblo. También se purificaba el botín de guerra (Números, 31: 22-23) 1 2 3 4 5 6 7
26. ADAPTalo!Enfoque de Enseñanza Efectivo para GRUPOS PEQUEÑOS ASOCIARla verdad ¿Por qué debería estudiar esta lección?DESCUBRIRla verdad ¿Qué dice la Biblia acerca de esta verdad? APLICAR la verdad ¿De qué manera esta verdad impacta en mi vida? PLANIFICAR la práctica de la verdad ¿Cómo puedo usar esta lección? TRANSFERIRla verdad ¿Qué cambios necesito hacer en mi vida? Te invito a bajar y estudiar todas las 13 lecciones que tratan sobre el Libro de Números Slideshare.net/chucho1943