3. "mordía como un león y coceaba como un caballo. y podía llegar a
empalar a tres elefantes con su cuerno".
¿Ha existido o existe el unicornio? Las
enciclopedias dicen que se trata de un animal
mítico con cuerpo de caballo y un cuerno en
medio de la frente. Se le ha querido asociar con
el rinoceronte. Se habla de él como de un ser
heráldico, soporte del escudo real escocés, que
figura en el escudo de Inglaterra desde que
JACOBO I sustituyó con él al dragón rojo de
Gales que introdujo ENRIQUE VII en las armas
reales inglesas. Se dice también que, cuando se
le nombra en la Biblia hebrea, se está haciendo
referencia probablemente a una especie de
búfalo.
4.
5.
6. Olvidemos el principio "ver para creer".
Sería mejor decir "creer para ver".
Quien quiera analizar esta frase y
aplicar sus sentido a su conducta,
posiblemente esté en vías de comenzar
a ver con sus propios ojos todo ese
mundo que usted cree real y que, en mi
criterio, lo es, en principio, cualquiera
sea capaz de ver un día alguna criatura
increíble... quizás un unicornio, quizás
una sirena...”
7. GUSTOS, HÁBITOS Y
PERSONALIDAD DEL UNICORNIO
EL gentil unicornio también ha conocido el vacío de los
ecos y es, por eso, un ser salvaje e indomable. Nunca se
dejará domar o conducir. No tolera bridas doradas ni
aperos de seda. Se dice que el unicornio sólo se alimenta
de los frutos y granos maduros o de las hojas tiernas de los
árboles. Únicamente bebe agua en movimiento. No inclina
más la testuz para comer de la triera, sino que tan sólo
come de las ramas colgantes, de los tallos. Para beber
busca las caídas de agua y lo hace con la cabeza alta. Le
agradan las hierbas de olor suave, especialmente la
lavanda.
8. UNA CRIATURA ERRANTE
La visión de los unicornios es muy aguda y pueden ver lo que no ve
ninguna otra criatura. Todos ellos se inmovilizan al alba y contemplan el
sol naciente. Su potente vista es resistente al Astro Rey.
El unicornio no tiene morada fija. Su hogar es habitualmente el bosque o
un jardín y siempre recuerda a un mensajero llegado de una lejana tierra
extranjera.
la Vía Láctea, se encuentra la constelación del Unicornio, también
llamada Monoceros. La descubrió el astrólogo aleman Jakob Bartsch en el
siglo XVII y su estrella más rutilante se llama Alpha Monocerotes. Quizá esa
sea su única casa verdadera, entre las estrellas.