El pecado es una falta contra la razón, la verdad y la conciencia recta. También es una falta contra el amor verdadero de Dios, de nosotros mismos y del prójimo. No favorecer la equidad, explotar a los seres humanos o no hacer nada para evitar la injusticia son formas de pecado, al igual que no aceptar las consecuencias de nuestros actos. El pecado rompe la amistad con Dios y la unidad y armonía de la comunidad.