advertencia en mateo 24. esta profecia de jesus es importante
Doc bolet. 58 eufrasio
1. Nº 58 Boletín Informativo
Enero / febrero
2011 Burgos
Porche 114 º aniversario del nacimiento del mártir
El autor del cuadro que a vuestra derecha
contempláis es de un pintor iraní. La “obra
maestra” del pintor se transforma en la “obra
maestra” del pequeño: Sobre un muro ciego ha
abierto una ventana virtual –para él infinitamente
más real- y ha creado un sol, luz y calor. Todo un
reclamo a la sencillez, a la sana ingenuidad y a
la llaneza más originaria.
Al redactar la primera página de nuestro Boletín
(58) en el 114º aniversario del nacimiento de
nuestro mártir carmelita, desearía que tuviese el
candor de la tiza y sobre todo de ese pequeño
embelesado que ha trazado el disco solar tan
irregularmente y la luminosidad del momento
transferido. No se le ven los ojos, pero ese
cuerpo levemente girado y sentado sobre un
cajón de hortalizas, con el rostro vuelto hacia el
sol… son un poema plástico. Su cabello
ensortijado… Todo es un verso. Y verso quiere
ser este porche para alivio de los calores y
aguante de las lluvias. ¿Mensaje? El de siempre.
Alabanza al Creador por tanto siervo fiel como
atesora la humanidad en la Iglesia. Él, Eufrasio, es uno entre muchos. Que por su intercesión
nuestras bendiciones y súplicas alcancen el beneplácito de Dios Padre.
Redactor del Boletín
P. Antonio Mingo
Causa de Canonización
Beato Eufrasio Barredo del Niño Jesús
mártir carmelita asturiano
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2. En Lisieux de la mano de santa Teresita
[Apuntes para una biografía anunciada]
Fue larga la travesía de Eufrasio por la
planicie europea, tristemente renombrada a
causa de la primera guerra, en su regreso a
España. Del 17 de julio, puerta de salida al 5
de agosto, puerto de llegada a Bilbao. Claro
que hubo visitas no inesperadas, sino
programadas. Las citas de Praga y Lisieux
eran inexcusables. Indagamos en sus
escritos, que vieron la luz de la imprenta. De
Lisieux nos dice llanamente que estuvo y que
desearía repetir la visita; la huella que marca
su sentir fue similar a la que le hizo vibrar en
el momento de ir a Polonia, a su paso por
Lourdes. “Entre ambos santuarios –dice- hay
algo de común, aunque no sea más que
aquella atmósfera de fe que en uno y otro a pecho franco se respira”. Ignoro si juega con la
palabra… en Francia ¿cabe un pecho que no sea franco? Eufrasio “encontró –apostilla-
verdaderos peregrinos en Lisieux, pero pocos.” Es el tono interior que se necesita para cobijarse
en estos lugares de recogimiento. Y deja caer una observación: “la expresión ¡qué bonito!, sin
más añadiduras, aplicada a Lourdes (en Lisieux apenas si habían plantado la primera piedra de
la basílica que hoy se alza al cielo) es para dar pena.” La naturaleza en el entorno lexoviense no
se ha mostrado pródiga, aun sin ser avara. Y este dato topónimo, árido, conduce a nuestro
peregrino a metas más altas. La cicatera tierra “hace que el espíritu más distraído se recoja a
pensamientos elevados. Allí todo lo llena santa Teresita”.
Esto lo escribía Eufrasio en 1928, a la altura del mes de noviembre, una vez tomadas las
bridas de las dos revistas que se acuñaban en Burgos.
No fueron muchas las cosas que vio el peregrino “polaco” –había aprendido bastante
aceptablemente la lengua eslava- durante su breve
estancia en Lisieux, suponemos. Buissonets y los
recuerdos de infancia de la pequeña Teresa; el convento
de benedictinas que guardan con mimo lo relativo a la
primera comunión de su colegiala. Sin duda, la meta de
todo el que llega a ese rincón de la Normandía, era la
capilla de las carmelitas descalzas, “cuyas bóvedas
recogieron los anhelos de la angelical santita …
prisionera del Amor misericordioso”. Lástima que el
próximo beato de la Iglesia, Juan Pablo II, no cayera en
la cuenta de que unos años antes que santa Faustina
(1905-1938), la denominada por el propio Pío XI estrella
de su pontificado, había consagrado su vida al Amor
misericordioso de Dios.
“Mucha devoción y muchas lágrimas” vio allí,
desbordadas, el fraile llegado de una patria que no era
la suya y que ahora sendereaba caminos hacia la tierra
que le vio crecer y le vería morir en aras del ideal de
todo cristiano: ser testigo.
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3. Como crítico de buen gusto, no le entusiasmó demasiado el sepulcro de la santa. En
fotografía ni por asomo y en vivo saltan a la vista detalles que le rechinaron; “pero el conjunto…
descríbalo quien sepa y pueda”. El artista que pululaba dentro, se escapa por la tangente y hace
mutis.
Parece ser que hizo, al menos, una noche en Lisieux. Al día siguiente, muy de mañana,
celebró la santa misa. Y para gozo íntimo, “una agradable sorpresa en el sacristán”. Léanlo los
sacristanes y los miembros actuales de la Orden seglar del Carmelo, antes llamados terciarios.
El elogio que Eufrasio hace del de Lisieux no puede ser más abierto y enjundioso. “Llego a la
sacristía, y, no dándome tiempo a dejar el sombrero –la teja clerical obligada entonces, aclaro-
ya estaba de rodillas el simpático sacristán besándome el escapulario y deshaciéndose en
muestras de júbilo por la visita de un padre carmelita, y ¡los que habrá visto!... ¡Carmelita!, decía,
yo también soy terciario de la Orden desde los veinte años y […] me preparó los ornamentos
señalándome el altar de ‘santa Teresa de España’ […] No sé cómo he escrito que el buen
sacristán me sirvió a mí sin atender a los demás sacerdotes. Aquel hombre a todos atiende con
una serenidad y puntualidad que asustan. Ya había leído yo algunas ponderaciones acerca de
él, pero he visto que sí, que es hombre de Dios, y que donde otro se atosigaría, él se
desenvuelve con la mayor calma del mundo. […] Cuando ya estaban todos los altares ocupados
y otros tantos sacerdotes preparados para salir, me fijo y estaba allí junto a mí rezando con el
aspecto y devoción de un santo.
Para mí este incidente es para contarlo de propósito… Si otra vez vuelvo a Lisieux,
después de visitar el sepulcro de santa Teresita, mi primer saludo va a ser para mi buen
sacristán, uno de los pocos que en lugares parecidos no gasta ceño sombrío.”
El texto se comenta por sí mismo.
Noticias, noticias, noticias
114º aniversario del nacimiento del beato Eufrasio.-
Al recordar, el 8 de febrero del 2011 este doméstico acontecimiento –nacimiento del beato
Eufrasio- a uno le sale del alma agradecer a Dios la presencia de este, primero hombre, nacido
en las Asturias de D. Pelayo y luego carmelita por el oeste y el este de Europa, desembocando
como los buenos y acaudalados ríos en el mar del martirio. Se llamó Eufrasio y era uno de los
nuestros; ¡perdón!, sigue siendo hoy más que ayer de los nuestros, ("eis ta ídia") “como algo
propio”, es decir, propiedad del carmelita burgense. Es memoria histórica, de la sana, de la
chipén. Y al conmemorar esta fecha, que ya fue gozosa para sus padres José y Josefa en el
lejano 1897, ha caído en mis manos el libro -bestseller- "Luz del mundo". Nadie ignora que se
trata de la entrevista que Peter Seewald mantuvo con S. S. Benedicto XVI. El entrevistador, en
un momento dado de la entrevista, le enumera datos del Anuario Pontificio. Todos ellos
satisfactorios. Al responderle el Papa, dice:
"Ante todo debo decir que lo que acaba usted de enumerar es un signo de que la Iglesia
vive. Contemplada sólo desde Europa pareciera que se encuentra en decadencia. Pero
esto es sólo parte del conjunto."
Hasta aquí la cita del Pontífice. Pero hacia los años 30 el P. Eufrasio escribió un texto que hoy
podemos contemplar y admirar como profecía y referido a lo que acontecía en España entonces.
Escribía Eufrasio:
“Parece cundir en las almas cierto desaliento, al ver que en lo exterior es perseguida con
saña la Iglesia y en lo interior se nos revela cansada, por no decir decadente. Ni lo uno ni
lo otro es verdad.”
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4. ¿Pura coincidencia? Los subrayados de ambos textos es mío. Sólo he pretendido resaltar la
similitud de uno y otro. Entiendo que si Benedicto XVI leyera el texto de nuestro mártir, estaría
plenamente de acuerdo. Hacen falta brotes de entrega en la vida, generosidad existencial en el
día a día.
Hermanos y hermanas que leéis este Punto de Encuentro, festejemos en “la interior
bodega” al Señor que puso en el P. Eufrasio la semilla de una intensa vocación carmelita.
Desde Burgos, a 8 de febrero del año de gracia 2011.
El cuadro de fr. Angélico Cabañas Mecoleta.- Siempre estuvieron los frailes en la posesión de
que el cuadro, que aún hoy sirve para la difusión y devoción de nuestro mártir burgense, P.
Eufrasio, convertido en estampa, propiedad de los carmelitas descalzos de Oviedo, fue pintado
por el también mártir carmelita fr. Angélico Cabañas. De ello nunca se dudó. No obstante, algún
malinformado, presupuso gratuitamente que el autor
no era tal sino una autora. Hay argumentos de peso
para reafirmarnos en el primer presupuesto: la firma
autógrafa del propio padre Angélico, que soporta la
base del cuadro; y sobre todo el testimonio del P.
Eleuterio... Ya el 2 de febrero de 1935 escribe al P.
Bruno de san José: “El P. Angélico, de Valencia, va a
pintar un cuadro del P. Eufrasio a base de fotografías
suyas”. Y es evidente que también Eleuterio y Amalio,
carmelita que intimó con el P. Eufrasio, intercambiaron
opiniones sobre el referido y entonces todavía en
ciernes, cuadro, pues Amalio dedica un párrafo a su
carta (9 de agosto de 1935) en los siguientes
términos: “He leído las observaciones que hace al P.
Angélico, y no puedo por menos de admirar la
minuciosidad y precisión con que va anotando los más
pequeños detalles fisonómicos del P. Eufrasio. Yo no
soy capaz de hacer otro tanto sino teniendo delante el
modelo. Supongo que con las fotografías y sus
observaciones, el P. Angélico podrá hacer algo
aceptable.” Indudablemente es más que aceptable.
Respecto a la pretendida autora, aventuro la hipótesis de que ella fue más bien quien
costeó la obra de arte. Marcelina (Marcela) Victorero, es su nombre. Mujer muy vinculada a la
comunidad y embarcada en cuerpo y alma por la causa del P. Eufrasio. De esta señora habla el
P. Eugenio de san José en carta al P. Guillermo de san Alberto. “Hay aquí [en Oviedo] una
persona de buena posición y muy buen nombre, que se está desviviendo por todo lo que se
relaciona con el P. Eufrasio… Es persona de cierta edad y se llama Marcelina Victorero.” No es
preciso agregar más opiniones. El cuadro pertenece al pincel del P. Ángélico. ¡Y basta!
Talleres Aznarez (Madrid).- De nuevo los talleres Aznarez de Madrid vuelven a la palestra, con
mayor profusión y plataforma de alcance de lo que pudiera ofrecer este humilde Boletín. Se trata
de “Vida Nueva”, revista de divulgación religiosa. Hace unas fechas, -la revista se dimensiona
por semanas- publicaba un reportaje sobre los referidos talleres, aludiendo a la característica
que los define de manera singular: al arte religioso. Los hermanos Aznarez (cuatro jóvenes, dos
varones y dos mujeres) avalados por el patriarca de la familia, dedican su profesión de artistas a
plasmar en arcilla, en madera, en bronce, la “idea” cristiana. Por este camino llegaron a nuestro
encuentro. En un momento del reportaje mencionan los lugares carmelitas del entorno de la
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5. Provincia de san Juan de la Cruz (Burgos) donde han ido dejando huella y marchamo de su
firma: Oviedo, Burgos, Coruña. Y para Burgos han tallado una hermosa imagen del beato
Eufrasio, que reproducíamos en blanco y negro en el pasado número de este Boletín. Un bravo
por estos jóvenes artistas. ¿La Conferencia Episcopal Española no se acordaré de este taller
callado de otorgarles el premio “Bravo” a las artes plásticas? Se lo merecen. No es cuestión de
que tengan o no ya un renombre; el asunto es que su manera ‘orante’, es decir, creyente de
hacer arte religioso es uno de los modos de evangelizar. Sus imágenes transmiten ‘acercanza’,
de verdad.
Díptico bizantino.- Tenemos a disposición de los devotos del beato Eufrasio y de los que
puedan llegar a serlo, ese díptico –comercialmente apelado ‘bizantino’-. Sus dimensiones son
muy manejables: 12,5 cms. x 8 cms. estuche
incluido. La calidad de la reproducción
fotográfica adjunta, no responde a la calidad del
díptico. Los pedidos pueden hacerlos a la
dirección de este Boletín Informativo. Su precio
es muy asequible. Se trata de poner al alcance
del Pueblo de Dios, la cercanía de este ‘hijo de la
Iglesia’ que se ofrece –como todos los santos,
beatos y siervos de Dios- como intercesor de
nuestras necesidades.
Argentina, vía www.- Saludos en Jesús y María. Les escribo desde Argentina; una amiga que
viajó a España trajo una estampa del Beato Eufrasio del Niño Jesús y me la mostró y me gustó
mucho la historia de su vida. En Internet investigando vi en su página web datos mas precisos.
Nuestra labor en Internet que hace 7 años llevamos adelante, contamos con muchos grupos de
oración en todo el mundo. Por ello les escribimos para solicitarles tuvieran a bien de enviarnos
una reliquia del Beato Eufrasio del Niño Jesús para poder tenerla en nuestros grupos para
devoción y difusión, así como algún folleto con meditaciones suyas.
Si necesitan tener testimonios de nuestra labor pueden leer en estas dos paginas
http://arcangelgabriel.net/page/tu_opinion; http://arcangelgabriel.net/page/tu_opinion2 sobre lo
que distintos hermanos del Mundo que están unidos piensan sobre la labor que llevamos para
que tengan la seguridad de que tan valioso tesoro que estamos solicitándoles será para Gloria
de Dios y por la pronta Canonización del Beato Eufrasio del Niño Jesús por quien ya estamos
pidiendo.
Quedo a la espera de una pronta respuesta que ojala, es nuestro deseo ferviente fuera
positivo.Ya que deseamos ayudar a su difusión.
Un abrazo fraterno, quedando a su disposición para servirles.
En unión de oraciones. Si tienen alguna cuenta de banco donde colaborar con la causa
de canonización, les pido nos la envíen para difundirla y así lograr que muchos apoyen.
Favores y agradecimiento.- A decir verdad, cada día nos vamos haciendo más perezosos para
tomar el boli, la pluma o lo que sea para poner unas letras. Esa puede ser la causa de que no
tengamos demasiados testimonios, no de la santidad martirial del beato Eufrasio, sino de su
intercesión. Oralmente algunos casos nos llegan, otros confiamos que lleguen, porque la oración
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6. al cielo de la mano del P. Eufrasio, sé que son constantes. ¡Querrá el Señor concedernos sus
gracias…!
Y en cuanto a ser agradecidos, no quisiera que me tomase la delantera nadie, ¡somos
hijos de Teresa, la de España, como le decía el sacristán de Lisieux al P. Eufrasio! Hoy lo quiero
hacer de modo general, a todos, porque se me han escapado las teclas del ordenador y he
escrito más de la cuenta. De todos modos, ¡gracias. Muchas gracias!
CONDICIONES PARA PEDIR LA INTERCESIÓN DEL BEATO EUFRASIO.- Dios es el dador
de todo bien, y en consecuencia de ‘cualquier milagro’. Los milagros o hechos
extraordinarios, inexplicables desde el punto de vista de la medicina, se obtienen
pidiendo a Dios por intercesión de un santo, o beato o siervo de Dios. El Omnipotente
es quien escucha nuestras oraciones.
Ahora bien, para que un milagro lo reconozca la Iglesia
como tal en orden a la beatificación o canonización de un beato
se requiere:
1º.- Que se invoque únicamente la intercesión de dicho beato o
Siervo de Dios. Suplicar a varios en una misma necesidad o
enfermedad grave, invalidaría la atribución del hecho portentoso
al canonizando.
2º.- Es oportuno y necesario que se dé a conocer esta intención:
que estamos pidiendo a Dios tal gracia por intercesión de tal
beato.
3º.- Que se establezca una comunión de oración y súplica entre
personas (familiares, amigos), para acrecentar la fuerza de la oración: con confianza y
perseverancia. ¡Los milagros existen y Dios los concede… sin nos convienen y son para
su mayor honra y gloria.
Quienes deseen contribuir a la difusión de la Causa para obtener con la gracia y la
voluntad de Dios, la canonización del beato Eufrasio, pueden entregar sus ofrendas
en:
Banco Santander Central Hispano
Provincia
Titular: Carmelitas Descalzos. Provincia san Juan de la Cruz
Causa P. Eufrasio
CCC – 0049-6738-52-2495031223
0049-6738-52-
**
Redacción, edición y pedidos a:
P. Antonio Mingo Navarro
Apdo.19
Apdo.19 -09080 Burgos
Tf.-
Tf.- 675 023 243
mail: mng941@yahoo.es
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