Este documento ofrece consejos sobre cómo orar y cultivar una relación de amistad con Jesús a través de la oración. Recomienda comenzar la oración con decisión y generosidad, y enfocarse en seguir a Jesús a través de la solidaridad, reconciliación y servicio a los demás. Además, aconseja buscar la tranquilidad interior y el silencio para adentrarse en la presencia de Jesús a través de la contemplación o la repetición de frases significativas.
4. PARA EMPEZAR Recuerda que el camino de la oración es camino de AMISTAD con JESÚS La oración será medio de cultivarla en el encuentro personal, en el silencio Importa comenzar con decisión, con generosidad y valentía, con “determinada determinación” Lo primero a cuidar para el orante no es su rincón de oración, sino…
5. TU VIDA DE SEGUIMIENTO Y eso marca tu forma de relacionarte con los demás, también contigo Como orante, cultiva: Solidaridad, reconciliación, servicio, perdón, acogida, diálogo… Tanto como: Libertad interior, verdad, aceptación…
6. Busca el SILENCIO Para orar Toma una postura relajada que te ayude a situarte desde dentro Ve tomando conciencia de tu respiración de tu cuerpo de tu interior
8. Para abrirte al misterio de Jesús busca el modo según tu sensibilidad y situación: Represéntalo vivo en tu interior o introdúcete en una escena evangélica. Puedes contemplar una imagen o repetir una frase significativa, quizá saboreando el Padre nuestro…
10. “ Estáte allí, acallado el entendimiento mira que te mira, acompáñale y habla y pide y regálate con Él. Pídele que aciertes a contentarle siempre porque de Él te ha venido todo bien”. Teresa de Jesús
11. Este tiempo de oración es momento de: Recibir… la vida de Jesús Responder… con palabra, gesto, sentimiento, petición… Reconocer… sus dones y obras Agradecer… ¡todo! Descubrir… la luz y el querer de Dios ¿Se acabó todo? No, ahora empieza…
12. Cada momento de oración puede ser alegría, paz, luz… o sequedad, inquietud, interrogantes… Lo importante se está tejiendo más adentro:
13. Algo nuevo nace en ti “ “ La oración deja dejos confirmados con obras” Amar en verdad a Cristo “ es servirle con justicia, fortaleza y humildad”