(abril.2012) La mayoría de los seres humanos somos tan proclives a decir lo que no debemos de quien no debemos cuando no debemos (y muy frecuentemente a quien no debemos), que se ha convertido en el pasatiempo más común, al punto que para muchos ha pasado a ser un hábito constante del que ya ni siquiera se dan cuenta…
Producción original: Carlos Rangel
2. En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el
gran respeto que profesaba a todos.
Nació en la Antigua Atenas, donde vivió
durante los dos últimos tercios del siglo
V a. C., la época más espléndida en la
historia de su ciudad natal, y de toda
la antigua Grecia.
3. Desde muy joven, llamó la atención de los que lo rodeaban por
la agudeza de sus razonamientos y su facilidad de palabra,
además de la fina ironía con la que salpicaba sus tertulias con los
jóvenes aristocráticos de Atenas, a quienes les preguntaba sobre
su confianza en opiniones populares. Muy a menudo él no les
ofrecía aparentemente ninguna enseñanza concreta, pero sin
decirlo, sí les hacia reflexionar sobre lo que ellos mismos decían.
4. Tuvo por maestro al filósofo Arquelao quien lo introdujo en las
reflexiones sobre la física y la moral. Arquelao había tenido como
maestro a Anaxágoras, quien a su vez fuese uno de los brillantes
discípulos de Pythagoras.
La sabiduría de Sócrates no consiste en la simple acumulación de
conocimientos, sino en revisar los conocimientos que se tienen y a
partir de ahí construir conocimientos más sólidos.
5. Un día un conocido se encontró
con el gran filósofo y le dijo:
¿Sabes lo que escuché
acerca de tu amigo?
Espera un minuto -replicó Sócrates-,
antes de decirme nada, quisiera
que pasaras un pequeño examen.
Yo lo llamo el examen del triple filtro.
¿Triple filtro?
Correcto -continuó Sócrates-.
Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea
filtrar tres veces lo que vas a decir, es por eso que lo llamo el examen
del triple filtro.
6. El primer filtro es LA VERDAD
¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y...
Está bien -dijo Sócrates-.
Entonces realmente no
sabes si es cierto o no…
7. El segundo filtro es LA BONDAD
¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
No, por el contrario, él...
Entonces, entiendo que deseas
decirme algo malo sobre él, pero
no estás seguro de que sea
cierto…
8. El tercer filtro es LA UTILIDAD
¿Me servirá de algo saber lo
que vas a decirme acerca
de mi amigo?
…No, la verdad es que no.
Bien -concluyó Sócrates-.
Si lo que deseas decirme
no es cierto, ni bueno,
e incluso no es útil,
entonces te pregunto:
¿para qué querría yo saberlo?
9.
10. “La cosa más difícil
es conocernos a nosotros mismos.
La más fácil: hablar mal de los demás”.
Tales de Mileto