2. El niño miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó: -¿Estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es quizá una historia sobre mí?
3. El abuelo dejó de escribir, sonrió y dijo al nieto: -Estoy escribiendo sobre ti, es cierto.Sin embargo, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.
4. El niño miró el lápiz intrigado y no vió nada de especial.-¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!.
5. -Todo depende del modo como mires las cosas. Hay en él cinco cualidades, que si consigues mantenerlas harán de ti una persona por siempre en paz con el mundo.
6. Primera cualidad: Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos...
7. A esta mano nosotros lellamamos conciencia, y ella deberá conducirte en la dirección correcta.
8. Segunda: De vez en cuando, necesita dejar de escribir y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final esté más afilado...
9. Por lo tanto debes de ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.
10. Tercero: El lápiz siempre permite que usemos una goma de borrar. Porque entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia
11. Cuarta: Lo que realmente importa en el lápiz, no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
12. Finalmente, la quinta cualidad del lápiz es que siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que, todo lo que hagas en la vida dejará trazos. Intenta ser consciente de cada acción.
13. Ya ha transcurrido el tiempo... Pasó mi infancia, mi adolescencia, ahora en mi madurez, alguien me recordó esta vieja historia. Representada esta vez en forma de un bolígrafo rojo, ese bolígrafo que reune las cinco cualidades mencionadas en el relato, y que me siguen sirviendo de ejemplo en este cuaderno que es la vida. Me enseña a mantenerme en paz con mis semejantes, me corrige en mis errores y borrones, es tolerante y paciente con mis fallos. Y, lo mas importante, está dejando un trazo imborrable en garabatos. Gracias, “Sr.D” (Apodo de mi estimado boli). Garabatos_2002 (a.s.b)