Este poema describe la influencia de la luna en la persona que habla. La luna frota suavemente la piel con su luz y cae sobre el pelo con la suavidad de una sirena. Su luz excita la sangre y enciende la locura, dando una piel fosforescente y convirtiendo al hablante en agua hirviendo y fauna. El poema celebra el poder transformador de la luna.
1. LA LUNA, SIEMPRE
Redonda, hinchada de frotarse contra el cielo
rasga mi piel con su delgada luz
Cae sobre mi pelo
con la levedad de una sirena
que no se hubiera dado cuenta
que no posee piernas
Solivianta mi sangre
me enciende de locura
me regala una piel fosforescente
y me convierte
aceite hirviendo
en fauna
Poema cambiado
Redonda, hinchada de rasgarse contra el cielo
Frota mi piel con su suave luz
Cae en mi cabello
Con la suavidad de una sirena
Que no se hubiera dado cuenta que no tenia piernas
Exaltada mi sangre
Me enciende la locura
Me da una piel brillante
Y ma convierte en agua hirviendo
En fauna.
Ana María rodas