SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 18
Baixar para ler offline
1
2
Helbrock es un duende muy egoísta: no
le gusta prestar sus juguetes ni compar-
tir nada con sus compañeros de la es-
cuela. Un día, Helbrock pierde la mo-
neda de oro que se le regala a todos los
duendes cuando nacen. Feliz, su ma-
dre le cuenta el secreto de la moneda:
cuando un duende la pierde, volverá
a su dueño en manos de su verdadero
amor.
3
Helbrock volvió de la escuela muy enfadado.
Tenía la cara roja e hinchada como un tomate y su
pequeña nariz había desaparecido entre sus labios
y sus ojos. Él siempre había sido un duende muy
feliz: su papá, el duende leñador, lo quería mu-
cho; su madre, pastelera de profesión, le prepa-
raba pasteles enormes; y su pequeño hermano…
bueno, con su hermano siempre peleaba porque a
Helbrock no le gustaba prestar sus juguetes.
Su casa era un gran roble con panza en forma
de manzana, la más bonita
del bosque. Siempre que vol-
vía de la escuela, Helbrock se
sentaba durante horas a ver
el atardecer entre las hojas
verdes del árbol.
Pero hoy era diferente. Hel-
brock, el duende, quería pa-
sarse toda la tarde encerrado
en casa.
Llegó al roble, abrió la puer-
ta redonda y se tiró sobre el
sofá, arrojando su mochila y
el gorrito verde en forma de
triángulo que llevaba siempre
en la cabeza.
4
Su madre, que lo escuchó llegar desde la cocina,
asomó la cabeza por la puerta, pero Helbrock, que
refunfuñaba e inflaba sus cachetes como un sapo,
no la vio.
—Mi amor, ¿estás bien? —le preguntó ella, sin ale-
jarse del horno.
El pequeño duende, con sus cachetes inflados, no
respondió.
—¿Quieres un vaso de leche con galletas?
Helbrock tampoco contestó. Eso hizo que su ma-
dre se preocupara: Helbrock se moría por las ga-
lletas recién horneadas... excepto cuando estaba
enfermo.
—Cariño, ¿estás bien?
Su madre le puso las manos por todos lados: en
la frente, en el pecho, en la cara.
—No, mamá. Estoy bien, ¡estoy bien! —le res-
pondió él, tratando de zafarse.
Ella lo miró fijamente, pero Helbrock escondió la
mirada tras el cabello castaño que le caía sobre la
cara en forma de picos.
—¿Entonces qué es lo que te ocurre? —preguntó
ella, sentándose a su lado.
Su madre lo miraba atentamente.
Helbrock no quería contarle, pero después de tan-
tas dudas, se decidió. Con alguien tenía que des-
ahogarse de tanto enojo.
—Alguien robó mi moneda.
Con una enorme sonrisa, ella preguntó:
—¿Se te perdió la moneda?
5
Él la miró aterrado… No lo podía creer. ¡Su madre
se estaba burlando de su pérdida!
—¡No, mamá! ¡Alguien la tomó! —gritó él, enoja-
dísimo. Su estomago rugió como un león y, desde
la cocina, las galletas crujieron en el horno llenando
el ambiente de olor a vainilla, canela y jengibre—.
Tuvo que haber sido ese brócoli apestoso, con su
hermana.
—¿Cuántas veces te he dicho que no les pongas
apodos a Brouck Collins y a Paz? ¿Te gustaría que
te pusieran apodos a tus espaldas?
Él sacudió la cabeza, aspirando profundamente.
—¡Hay que hacer un pastel! ¡Esto es…!
—Pero, mamá… —chilló él con un hilo de voz, a
punto de largarse a llorar.
6
—Hay que hacer una gran fiesta, invitaremos a
toda la familia… ¡A la familia y a los vecinos! ¡Estoy
tan feliz!
—Pero… ¡Mamá! —exclamó Helbrock, perplejo,
hundiéndose en el sofá, volviendo a hinchar su cara,
que estaba tan roja como una cereza. No podía
creer lo que estaba ocurriendo. Su madre quería
hacer una fiesta sobre los cimientos de su tragedia.
Y sobre todo, invitaría a toda la familia, incluyendo
a su odioso primo Brouck y su inseparable herma-
na, Paz.
—Pero, cariño, ¿por qué estás tan enfadado? Este
es un momento de felicidad. Has perdido tu mo-
neda, mi amor. ¡Has perdido tu moneda, ay! Es el
momento que todo duende espera durante toda su
vida. A algunos ni siquiera les ocurre. Pero a ti…
¡Mírate! Tan joven, tan bello, con eso ojos grandes y
brillantes y esas orejitas puntiagudas… has sido tan
afortunado… ¡Ay, Cariño, tenemos que ir a contár-
selo a tu padre!
La madre de Helbrock corrió hacia el horno, sacó
las galletas y con sumo cuidado las puso sobre la
7
mesa. Las galletas tenían forma de moneda y eran
de un color dorado crujiente. Su aroma endulzaba
el aire, pero a Helbrock se le revolvía el estómago.
Quería comerlas, pero sabía que el enojo no le de-
jaría masticarlas.
—¡Vamos, cariño! Hay que ir a ver a tu padre. Él
se pondrá tan contento como yo —le susurró su
madre, tomándolo de la mano después de darle un
fortísimo abrazo.
Lo arrastró fuera de casa.
La cara de Helbrock brillaba como la luz de un se-
máforo en rojo y sus orejitas puntiagudas parecían
dos antenas que bailaban al ritmo del viento. Su
madre lo zarandeaba y sobre ellos el sol bañaba la
tarde.
—¿Pero, cariño? ¿Aún estás molesto? —le pregun-
tó su madre a Helbrock, mientras se arrodillaba
para arreglarle la camisa que se le había desabo-
tonado—. Debes estar feliz como el rey Farum. —Y
volvió a sonreír, tratando de estirarle una sonrisa
con la punta de sus dedos sobre los cachetes a
punto de reventar.
“Hace mucho, mucho tiempo, el primer rey del los
duendes había almacenado toda las riquezas del
mundo. El pueblo lo apreciaba porque nuestro rei-
no había progresado —decía ella, con una resplan-
deciente sonrisa y sus ojos negros llenos de ale-
gría—, pero aun así, él se sentía triste y solitario,
sobre todo cuando, desde la parte más alta del
castillo, veía la felicidad que reinaba en su pue-
8
blo. Un hada que lo miraba desde el aire advirtió
su pesar. Así que una tarde, junto a la ventana,
lo fue visitar.
El rey se sorprendió al verla, porque jamás ha-
bía visto a un hada, pero no se asustó. Era muy
conocido por su amabilidad y bondad, así que la
invitó a pasar.
Ella entró muy complacida y se maravilló con el
esplendor con el que el rey vivía: su cama era
de marfil; sus almohadas, hechas con plumas de
fénix; las velas que lo alumbraban las habían en-
cendido con la flama de un dragón; las sillas y
todos los muebles eran de oro; y el espejo que
estaba junto a la ventana era de diamante pulido.
“Sin embargo, el hada advirtió que el rey esta-
ba triste. Él miraba a través de la ventana… Veía
9
a las personas cogidas de las manos, alegres,
abrazándose con cariño y regalándose besos con
gran ternura. Tristemente, el rey le respondió:
—He almacenado todas las riquezas del mundo,
todo el oro, toda la plata, toda y cada una de las
piedras preciosas. Pero aún no he encontrado lo
que más deseaba encontrar.
Ella lo miró atónita: ¿qué podría querer alguien
que lo poseía todo y que era tan amado por su
pueblo?
10
—¡Oh, mi rey! ¿Qué podrías querer que no tengas ya?
Él desvió la mirada, un poco apenado, y sus mejillas
se ruborizaron antes de responder:
—El amor. He almacenado todas estas riquezas
buscando el amor. Lo he buscado bajo cada piedra,
donde solo encontraba rubíes y diamantes; en el
fondo del mar, donde solo hallé perlas; en las mon-
tañas, de donde solo brotaba oro y plata. Hasta
dentro de las fauces de un dragón, donde solo hay
fuego. Pero sin importar mis esfuerzos, siempre fa-
llaba. Ahora tengo el cabello blanco y muchos años
encima, he perdido las fuerzas de los jóvenes y los
caminos se me hacen cada vez más largos.
El rey suspiró largamente y el corazón del hada de
estremeció.
—Has sido muy fuerte, mi rey. Has vagado por
toda la tierra, buscando, buscando —dijo ella con
ternura—, …buscando algo que nunca encontrarías.
Porque el amor no se busca, sino que siempre te
encuentra primero.
El rey sintió tanto pesar que se largó a llorar. Ha-
bía desperdiciado su vida, su juventud y sus fuer-
zas en algo que nunca sería suyo. Pero mientras el
rey sollozaba, el hada se colocó a su lado y le lim-
pió las lágrimas.
—Yo… daría lo que fuera para que el amor me en-
contrara.
El hada lo miró indecisa, luego le preguntó:
—¿Estás seguro? ¿Lo que fuera?
El rey no lo pensó dos veces y movió su cabeza,
11
mientras el hada lo miraba satisfecha. Luego le dijo:
—Ya que me has dado tu palabra, dame tu objeto
más preciado y yo te ayudaré.
El rey sacó de su pecho una medalla de oro en for-
ma de moneda.
—Este es el objeto más valioso que poseo. Es pe-
queña, pero la mantengo siempre junto a mi co-
razón. Fue el primer objeto que encontré en mi
búsqueda y me prometí a mí mismo que se la daría
como obsequio a quien me robara el corazón. Pero
esa persona nunca llegó.
El hada la tomó en su mano, agitó su varita y la
moneda empezó a levitar, brillando como una es-
trella. Cuando el rey intentó sujetarla, la medalla
salió volando como un cometa a través de la ven-
tana, perdiéndose en el horizonte, mientras el rey
gritaba por haber perdido lo más preciado que te-
nía.
Luego, el hada sonrió y le dijo:
—Ya que has sido un buen buscador de objetos
perdidos, te doy la oportunidad de encontrar lo
que más has buscado: el amor. Cuando encuentres
tu moneda, tu alma gemela, el verdadero y único
amor de tu vida, la estará sosteniendo dentro de
sus manos.
Helbrock miraba a su madre emocionado, escu-
chándola atentamente, sin interrumpir, mientras
sus ojos brillaban como dos pepitas de oro.
—Por eso, desde ese momento hasta nuestros
días, a cada duende se le regala una moneda al
12
nacer, con la esperanza de que la pierda algún día
y al encontrarla, el amor lo encuentre a él.
Helbrock desinfló sus cachetes y su piel tomó un
color más amigable. Después de todo, al parecer
no era tan terrible que hubiese perdido su moneda,
porque así encontraría algo mucho más valioso.
—Entonces, ¿tú y papá encontraron sus monedas?
—le preguntó el pequeño duende, emocionado.
—¡Oh, sí! ¡Claro que sí! Y no he dejado de ser
feliz.
Unos pasos tras ellos les hicieron levantar la mira-
da y un hombre de cabello negro y ojos marrones
fue a su encuentro.
—Eso espero, que nunca deje de hacerte feliz.
El padre de Helbrock se acercó y lo levantó del
suelo, acurrucándolo junto a su pecho mientras
dejaba caer el hacha de su mano y la barba pun-
tiaguda raspaba la frente del pequeño duende.
—¿Y por qué están tan felices? ¡Cuéntenme! ¿Qué
me he perdido?
Helbrock sonrió y le contó todo al oído.
—¡Felicidades, campeón! Hay que hacer una enor-
me fiesta. Invitaremos a todos tus amigos.
El niño lo miró apenado. ¿Qué amigos? Él no tenía
amigos, todos los chicos del bosque se negaban a
jugar con él. Incluso sus compañeros de escuela,
ya que al duende no le gustaba prestar sus jugue-
tes. Hasta lo llamaban: el duende egoísta; aunque
algunos niños más canallas lo llamaban “Helbrock,
el avaro”.
13
Cuando llegaron a casa, Helbrock corrió a su cuar-
to. Estaba extremadamente feliz y sus ojos color
miel brillaban como dos soles al mediodía. Su ma-
dre sirvió la comida y, a pesar de que él odiaba los
vegetales, esa noche los comió con alegría.
Su madre, que estaba sentada en la sala prepa-
rando los detalles de la celebración del día siguien-
te, escuchaba los ruidos que venían del cuarto de
Helbrock. Cuando abrió la puerta, encontró dos
enormes pilas de juguetes:
—Cariño, ¿qué es lo que haces?
Helbrock estaba sumergido entre montones de ju-
guetes.
—No quiero que cuando llegue el amor de mi vida
piense que soy egoísta y no quiera jugar conmigo,
como los demás niños del bosque.
La madre le sonrió tiernamente.
—Nadie piensa que seas egoísta, pero claro que es
bueno compartir.
El pequeño duende volvió a sumergir la cabeza en
la pila de juguetes, apenado, y dijo:
—¡Sí lo piensan! Porque soy así, pero ya no lo seré
más, ¡quiero que el amor de mi vida esté orgulloso
de mí y sea tan feliz como lo son tú y papá!
Y, sonriendo, volvió a sacar la cabeza del montón
de juguetes.
A la mañana siguiente, el duendo salió de casa
con sus libros en la mochila y un manojo de invi-
taciones. Su madre prepararía manzanas con miel,
dulces de todos los colores y tamaños, gelatina,
14
helado, y hasta una enorme piñata. Él repartiría
todas las invitaciones al llegar al colegio. Les contó
a sus compañeros las fascinantes cosas que habría
en su fiesta. Aunque al principio los duendes no es-
tuvieron muy convencidos, la enorme felicidad de
Helbrock terminó por animarlos.
Al salir de la escuela, el duende se fue por el cami-
no que siempre tomaba, junto a las grandes casas
de los humanos que residían muy cerca y por los
que no tenía que dejarse ver.
Sin embargo, algo atrajo su curiosidad. Un animal
parecía estar atorado entre los arbustos, pero para
su gran sorpresa, al acercarse observó que se tra-
taba de un niño humano de cabello negro y ojos
azules.
El niño tenía la mano enterrada dentro de un agu-
jero. El duende se acercó silenciosamente, mien-
tras el niño forcejeaba para meter más la mano en
la tierra. Qué extraño. Su madre le había contado
innumerables veces que los humanos hacían cosas
muy raras, pero nunca se había imaginado ver a un
niño humano intentar meterse dentro del hoyo de
un conejo.
El niño no parecía haber visto a Helbrock, hasta que
por fin decidió sacar su mano del agujero. Cuando
el pequeño humano levantó sus ojos azules, dos
enormes pepitas de oro lo miraban fijamente entre
las frondosas ramas del arbusto. El niño le sonrió
y el duende no supo qué hacer. Se puso nervioso y
tembló. Lo habían visto. Pero el humano, que tenía
15
la cara sucia de tierra, estiró la mano mostrando
una enorme moneda de oro.
¡Una moneda de oro! ¡La moneda de Helbrock! El
niño era el amor de su vida, su alma gemela, su
único y verdadero amor. El corazón del pequeño
duende comenzó a latir con ímpetu, tanto que pen-
só que se le saldría volando del pecho.
—¿Te gustaría venir conmigo a una fiesta? —dijo
el duende, sin querer perderlo de vista. El pequeño
humano asintió con la cabeza.
El niño lo miraba fijamente, contemplando sus pe-
queñas orejas puntiagudas.
Helbrock lo tomó suavemente de la mano y juntos
se fueron caminando rumbo a la casa bajo el viejo
roble con forma de manzana.
16
17
Bajo el arcoíris Editorial
Helbrock, el duende egoísta y la moneda de oro
Cuento de Juan Ismael Ruiz
Primera edición: Febrero 2012
Ilustraciones de Astrid Rodríguez
Diseño de portada y maquetación: Sofía Olguín
Sitio web: www.bajoelarcoiris-editorial.blogspot.com
Correo electrónico: cuentosarcoiris@hotmail.com
En este libro se han utilizado los siguientes fondos gratuitos:
Plant in the rain (pp. 2 y 17)
Summerfloral (p. 6)
Spring air green pattern (p. 7)
Sweet floral pattern (p. 8)
Fairyland (p. 9)
Blue no glitter (p. 10)
Sweet flower pattern design (p. 11)
Free spring vectors 08 (pp. 12 y 13)
Free spring vectors 06 (pp. 14 y 15)
Floral background 03 (p. 16)
Helbrock, el duende egoísta y la moneda de oro se encuentra bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Un-
ported.
Estás absolutamente autorizado para imprimir este libro, fotocopiarlo y dis-
tribuirlo gratuitamente. No estás autorizado para modificar las historias y/o
las ilustraciones.
Este libro fue distribuido por cortesía de:
Para obtener tu propio acceso a lecturas y libros electrónicos ilimitados GRATIS
hoy mismo, visita:
http://espanol.Free-eBooks.net
Comparte este libro con todos y cada uno de tus amigos de forma automática,
mediante la selección de cualquiera de las opciones de abajo:
Para mostrar tu agradecimiento al autor y ayudar a otros para tener
agradables experiencias de lectura y encontrar información valiosa,
estaremos muy agradecidos si
"publicas un comentario para este libro aquí".
INFORMACIÓN DE LOS DERECHOS DEL AUTOR
Free-eBooks.net respeta la propiedad intelectual de otros. Cuando los propietarios de los derechos de un libro envían su trabajo a Free-eBooks.net, nos están dando permiso para distribuir dicho
material. A menos que se indique lo contrario en este libro, este permiso no se transmite a los demás. Por lo tanto, la redistribución de este libro sín el permiso del propietario de los derechos, puede
constituir una infracción a las leyes de propiedad intelectual. Si usted cree que su trabajo se ha utilizado de una manera que constituya una violación a los derechos de autor, por favor, siga nuestras
Recomendaciones y Procedimiento de Reclamos de Violación a Derechos de Autor como se ve en nuestras Condiciones de Servicio aquí:
http://espanol.free-ebooks.net/tos.html

Mais conteúdo relacionado

Destaque

Lecturas del 7 al 11 de abril 2014 segundo ciclo
Lecturas del 7 al 11 de abril 2014 segundo cicloLecturas del 7 al 11 de abril 2014 segundo ciclo
Lecturas del 7 al 11 de abril 2014 segundo cicloBIBLIOTECA BIBLIOTECA EPORA
 
El cómic en el aula
El cómic en el aulaEl cómic en el aula
El cómic en el aulaRaAM87
 
Historieta y sus elementos equipo 3
Historieta y sus elementos equipo 3Historieta y sus elementos equipo 3
Historieta y sus elementos equipo 3Fan Gamer
 

Destaque (20)

Material complementario tercer ciclo superlola
Material complementario tercer ciclo superlolaMaterial complementario tercer ciclo superlola
Material complementario tercer ciclo superlola
 
Elfos (2)
Elfos (2)Elfos (2)
Elfos (2)
 
La odisea-comic
La odisea-comicLa odisea-comic
La odisea-comic
 
Las siete maravillas del mundo, 5º B
Las siete maravillas del mundo, 5º BLas siete maravillas del mundo, 5º B
Las siete maravillas del mundo, 5º B
 
El lado-sagrado-comic
El lado-sagrado-comicEl lado-sagrado-comic
El lado-sagrado-comic
 
Cómic Taj Mahal
Cómic Taj MahalCómic Taj Mahal
Cómic Taj Mahal
 
Lecturas del 7 al 11 de abril 2014 segundo ciclo
Lecturas del 7 al 11 de abril 2014 segundo cicloLecturas del 7 al 11 de abril 2014 segundo ciclo
Lecturas del 7 al 11 de abril 2014 segundo ciclo
 
Lecturas del 7 al de 11 de abril 2014
Lecturas del 7 al de 11 de abril 2014Lecturas del 7 al de 11 de abril 2014
Lecturas del 7 al de 11 de abril 2014
 
Haiku de las vocales
Haiku de las vocalesHaiku de las vocales
Haiku de las vocales
 
Lecturas del 7 al 11 de abril 2014 primer ciclo
Lecturas del 7 al 11 de abril 2014 primer cicloLecturas del 7 al 11 de abril 2014 primer ciclo
Lecturas del 7 al 11 de abril 2014 primer ciclo
 
SUPER LOLA
SUPER LOLASUPER LOLA
SUPER LOLA
 
El cómic en el aula
El cómic en el aulaEl cómic en el aula
El cómic en el aula
 
El quijote (cómic)
El quijote (cómic)El quijote (cómic)
El quijote (cómic)
 
Actividades propuestas para el día 8 de marzo
Actividades propuestas para el día 8 de marzoActividades propuestas para el día 8 de marzo
Actividades propuestas para el día 8 de marzo
 
Historieta y sus elementos equipo 3
Historieta y sus elementos equipo 3Historieta y sus elementos equipo 3
Historieta y sus elementos equipo 3
 
Rosa Caramelo
Rosa CarameloRosa Caramelo
Rosa Caramelo
 
Rosa caramelo
Rosa carameloRosa caramelo
Rosa caramelo
 
Derechos humanos-amnistia-pollo-rollo
Derechos humanos-amnistia-pollo-rolloDerechos humanos-amnistia-pollo-rollo
Derechos humanos-amnistia-pollo-rollo
 
Guía didáctica rosa caramelo
Guía didáctica rosa carameloGuía didáctica rosa caramelo
Guía didáctica rosa caramelo
 
Ficha arturo y clementina
Ficha arturo y clementinaFicha arturo y clementina
Ficha arturo y clementina
 

Semelhante a Helbrock el-duende-egoista-y-la-moneda-de-oro

Semelhante a Helbrock el-duende-egoista-y-la-moneda-de-oro (20)

Melisanda
MelisandaMelisanda
Melisanda
 
La Princesa Y El Sapote
La Princesa Y El SapoteLa Princesa Y El Sapote
La Princesa Y El Sapote
 
Goethe aprendizaje wilhelm-meister
Goethe aprendizaje wilhelm-meisterGoethe aprendizaje wilhelm-meister
Goethe aprendizaje wilhelm-meister
 
Cuentos valor
Cuentos valorCuentos valor
Cuentos valor
 
Cuentos
CuentosCuentos
Cuentos
 
Cuentos
CuentosCuentos
Cuentos
 
La Bella y la Bestia.pdf
La Bella y la Bestia.pdfLa Bella y la Bestia.pdf
La Bella y la Bestia.pdf
 
La bella y la bestia cuenta la historias
La bella y la bestia cuenta la historiasLa bella y la bestia cuenta la historias
La bella y la bestia cuenta la historias
 
La bella y la bestia
La bella y la bestiaLa bella y la bestia
La bella y la bestia
 
El amigo fiel-wilde_oscar
El amigo fiel-wilde_oscarEl amigo fiel-wilde_oscar
El amigo fiel-wilde_oscar
 
El círculo de los noventa y nueve
El círculo de los noventa y nueveEl círculo de los noventa y nueve
El círculo de los noventa y nueve
 
Goethe los-años-de-aprendizaje-de-wilhelm-meister
Goethe los-años-de-aprendizaje-de-wilhelm-meisterGoethe los-años-de-aprendizaje-de-wilhelm-meister
Goethe los-años-de-aprendizaje-de-wilhelm-meister
 
El principe feliz
El principe felizEl principe feliz
El principe feliz
 
Circulo 99
Circulo 99Circulo 99
Circulo 99
 
La bella y la bestia
La bella y la bestiaLa bella y la bestia
La bella y la bestia
 
Comentario del cuento
Comentario del cuentoComentario del cuento
Comentario del cuento
 
El Collar - Guy de Mansappant
El Collar - Guy de MansappantEl Collar - Guy de Mansappant
El Collar - Guy de Mansappant
 
Principe rana
Principe ranaPrincipe rana
Principe rana
 
Cuentos
CuentosCuentos
Cuentos
 
el_rey_de_los_topos_y_su_hija_leeresmicuento_10.pdf
el_rey_de_los_topos_y_su_hija_leeresmicuento_10.pdfel_rey_de_los_topos_y_su_hija_leeresmicuento_10.pdf
el_rey_de_los_topos_y_su_hija_leeresmicuento_10.pdf
 

Mais de BIBLIOTECA BIBLIOTECA EPORA

Lecturas de la semana ciclo tercero 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana ciclo tercero 25 al 29 01 2016Lecturas de la semana ciclo tercero 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana ciclo tercero 25 al 29 01 2016BIBLIOTECA BIBLIOTECA EPORA
 
Lecturas de la semana segundo ciclo 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana segundo ciclo 25 al 29 01 2016Lecturas de la semana segundo ciclo 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana segundo ciclo 25 al 29 01 2016BIBLIOTECA BIBLIOTECA EPORA
 
Lecturas de la semana primer ciclo semana del 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana primer ciclo semana del 25 al 29 01 2016Lecturas de la semana primer ciclo semana del 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana primer ciclo semana del 25 al 29 01 2016BIBLIOTECA BIBLIOTECA EPORA
 
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre de 2015 ciclo seg...
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre de 2015 ciclo seg...Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre de 2015 ciclo seg...
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre de 2015 ciclo seg...BIBLIOTECA BIBLIOTECA EPORA
 
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre 2015 ciclo tercero
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre 2015 ciclo terceroLecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre 2015 ciclo tercero
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre 2015 ciclo terceroBIBLIOTECA BIBLIOTECA EPORA
 

Mais de BIBLIOTECA BIBLIOTECA EPORA (19)

Zapa 3
Zapa 3Zapa 3
Zapa 3
 
Cuaderno-de-verano-infantil-3-anos
Cuaderno-de-verano-infantil-3-anosCuaderno-de-verano-infantil-3-anos
Cuaderno-de-verano-infantil-3-anos
 
Cuadernillo vaciones 3 años
Cuadernillo vaciones 3 añosCuadernillo vaciones 3 años
Cuadernillo vaciones 3 años
 
LECTURAS SEGUNDO CICLO 1 AL 5 02 DE 2016
LECTURAS SEGUNDO CICLO 1 AL 5 02 DE 2016LECTURAS SEGUNDO CICLO 1 AL 5 02 DE 2016
LECTURAS SEGUNDO CICLO 1 AL 5 02 DE 2016
 
Lecturas de la semana ciclo tercero 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana ciclo tercero 25 al 29 01 2016Lecturas de la semana ciclo tercero 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana ciclo tercero 25 al 29 01 2016
 
Lecturas de la semana segundo ciclo 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana segundo ciclo 25 al 29 01 2016Lecturas de la semana segundo ciclo 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana segundo ciclo 25 al 29 01 2016
 
Lecturas de la semana primer ciclo semana del 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana primer ciclo semana del 25 al 29 01 2016Lecturas de la semana primer ciclo semana del 25 al 29 01 2016
Lecturas de la semana primer ciclo semana del 25 al 29 01 2016
 
Lecturas para tercer ciclo
Lecturas para tercer cicloLecturas para tercer ciclo
Lecturas para tercer ciclo
 
Lecturas para segundo ciclo
Lecturas para segundo cicloLecturas para segundo ciclo
Lecturas para segundo ciclo
 
Lecturas para segundo de primaria
Lecturas para segundo de primariaLecturas para segundo de primaria
Lecturas para segundo de primaria
 
Lecturas para primero de primaria
Lecturas para primero de primariaLecturas para primero de primaria
Lecturas para primero de primaria
 
LECTURAS PRIMER CICLO
LECTURAS PRIMER CICLOLECTURAS PRIMER CICLO
LECTURAS PRIMER CICLO
 
Lecturas de la semana para todos los ciclos
Lecturas de la semana para todos los ciclosLecturas de la semana para todos los ciclos
Lecturas de la semana para todos los ciclos
 
Lecturas segundo ciclo 9 al 11 diciembre 2015
Lecturas segundo ciclo 9 al 11 diciembre 2015Lecturas segundo ciclo 9 al 11 diciembre 2015
Lecturas segundo ciclo 9 al 11 diciembre 2015
 
Lecturas tercer ciclo 9 al 11 diciembre 2015
Lecturas tercer ciclo 9 al 11 diciembre 2015Lecturas tercer ciclo 9 al 11 diciembre 2015
Lecturas tercer ciclo 9 al 11 diciembre 2015
 
Lectura 2º de primaria 9 al 11 diciembre 2015
Lectura 2º de primaria 9 al 11 diciembre 2015Lectura 2º de primaria 9 al 11 diciembre 2015
Lectura 2º de primaria 9 al 11 diciembre 2015
 
Lecturas 1º 9 al 11 diciembre
Lecturas 1º 9 al 11 diciembreLecturas 1º 9 al 11 diciembre
Lecturas 1º 9 al 11 diciembre
 
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre de 2015 ciclo seg...
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre de 2015 ciclo seg...Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre de 2015 ciclo seg...
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre de 2015 ciclo seg...
 
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre 2015 ciclo tercero
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre 2015 ciclo terceroLecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre 2015 ciclo tercero
Lecturas de la semana del 30 de noviembre al 4 de diciembre 2015 ciclo tercero
 

Último

PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).pptPINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).pptAlberto Rubio
 
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptxConcepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptxFernando Solis
 
TIENDAS MASS MINIMARKET ESTUDIO DE MERCADO
TIENDAS MASS MINIMARKET ESTUDIO DE MERCADOTIENDAS MASS MINIMARKET ESTUDIO DE MERCADO
TIENDAS MASS MINIMARKET ESTUDIO DE MERCADOPsicoterapia Holística
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOluismii249
 
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICABIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICAÁngel Encinas
 
Análisis de los Factores Externos de la Organización.
Análisis de los Factores Externos de la Organización.Análisis de los Factores Externos de la Organización.
Análisis de los Factores Externos de la Organización.JonathanCovena1
 
Tema 17. Biología de los microorganismos 2024
Tema 17. Biología de los microorganismos 2024Tema 17. Biología de los microorganismos 2024
Tema 17. Biología de los microorganismos 2024IES Vicent Andres Estelles
 
Los avatares para el juego dramático en entornos virtuales
Los avatares para el juego dramático en entornos virtualesLos avatares para el juego dramático en entornos virtuales
Los avatares para el juego dramático en entornos virtualesMarisolMartinez707897
 
RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptx
RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptxRESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptx
RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptxpvtablets2023
 
semana 4 9NO Estudios sociales.pptxnnnn
semana 4  9NO Estudios sociales.pptxnnnnsemana 4  9NO Estudios sociales.pptxnnnn
semana 4 9NO Estudios sociales.pptxnnnnlitzyleovaldivieso
 
CONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptx
CONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptxCONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptx
CONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptxroberthirigoinvasque
 
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR MERC 2024-2.docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR MERC 2024-2.docxPLAN DE REFUERZO ESCOLAR MERC 2024-2.docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR MERC 2024-2.docxiemerc2024
 
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdfFeliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdfMercedes Gonzalez
 
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptxINSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptxdeimerhdz21
 
La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La Sostenibilidad Corporativa. Administración AmbientalLa Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La Sostenibilidad Corporativa. Administración AmbientalJonathanCovena1
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxYadi Campos
 
Biografía de Charles Coulomb física .pdf
Biografía de Charles Coulomb física .pdfBiografía de Charles Coulomb física .pdf
Biografía de Charles Coulomb física .pdfGruberACaraballo
 

Último (20)

PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).pptPINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
 
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptxConcepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
 
TIENDAS MASS MINIMARKET ESTUDIO DE MERCADO
TIENDAS MASS MINIMARKET ESTUDIO DE MERCADOTIENDAS MASS MINIMARKET ESTUDIO DE MERCADO
TIENDAS MASS MINIMARKET ESTUDIO DE MERCADO
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
 
Interpretación de cortes geológicos 2024
Interpretación de cortes geológicos 2024Interpretación de cortes geológicos 2024
Interpretación de cortes geológicos 2024
 
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICABIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
 
Análisis de los Factores Externos de la Organización.
Análisis de los Factores Externos de la Organización.Análisis de los Factores Externos de la Organización.
Análisis de los Factores Externos de la Organización.
 
Tema 17. Biología de los microorganismos 2024
Tema 17. Biología de los microorganismos 2024Tema 17. Biología de los microorganismos 2024
Tema 17. Biología de los microorganismos 2024
 
Los avatares para el juego dramático en entornos virtuales
Los avatares para el juego dramático en entornos virtualesLos avatares para el juego dramático en entornos virtuales
Los avatares para el juego dramático en entornos virtuales
 
RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptx
RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptxRESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptx
RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 2024 - ACTUALIZADA.pptx
 
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptxPower Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
 
semana 4 9NO Estudios sociales.pptxnnnn
semana 4  9NO Estudios sociales.pptxnnnnsemana 4  9NO Estudios sociales.pptxnnnn
semana 4 9NO Estudios sociales.pptxnnnn
 
CONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptx
CONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptxCONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptx
CONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptx
 
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR MERC 2024-2.docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR MERC 2024-2.docxPLAN DE REFUERZO ESCOLAR MERC 2024-2.docx
PLAN DE REFUERZO ESCOLAR MERC 2024-2.docx
 
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdfFeliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
 
Tema 11. Dinámica de la hidrosfera 2024
Tema 11.  Dinámica de la hidrosfera 2024Tema 11.  Dinámica de la hidrosfera 2024
Tema 11. Dinámica de la hidrosfera 2024
 
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptxINSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
 
La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La Sostenibilidad Corporativa. Administración AmbientalLa Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
 
Biografía de Charles Coulomb física .pdf
Biografía de Charles Coulomb física .pdfBiografía de Charles Coulomb física .pdf
Biografía de Charles Coulomb física .pdf
 

Helbrock el-duende-egoista-y-la-moneda-de-oro

  • 1. 1
  • 2. 2 Helbrock es un duende muy egoísta: no le gusta prestar sus juguetes ni compar- tir nada con sus compañeros de la es- cuela. Un día, Helbrock pierde la mo- neda de oro que se le regala a todos los duendes cuando nacen. Feliz, su ma- dre le cuenta el secreto de la moneda: cuando un duende la pierde, volverá a su dueño en manos de su verdadero amor.
  • 3. 3
  • 4. Helbrock volvió de la escuela muy enfadado. Tenía la cara roja e hinchada como un tomate y su pequeña nariz había desaparecido entre sus labios y sus ojos. Él siempre había sido un duende muy feliz: su papá, el duende leñador, lo quería mu- cho; su madre, pastelera de profesión, le prepa- raba pasteles enormes; y su pequeño hermano… bueno, con su hermano siempre peleaba porque a Helbrock no le gustaba prestar sus juguetes. Su casa era un gran roble con panza en forma de manzana, la más bonita del bosque. Siempre que vol- vía de la escuela, Helbrock se sentaba durante horas a ver el atardecer entre las hojas verdes del árbol. Pero hoy era diferente. Hel- brock, el duende, quería pa- sarse toda la tarde encerrado en casa. Llegó al roble, abrió la puer- ta redonda y se tiró sobre el sofá, arrojando su mochila y el gorrito verde en forma de triángulo que llevaba siempre en la cabeza. 4
  • 5. Su madre, que lo escuchó llegar desde la cocina, asomó la cabeza por la puerta, pero Helbrock, que refunfuñaba e inflaba sus cachetes como un sapo, no la vio. —Mi amor, ¿estás bien? —le preguntó ella, sin ale- jarse del horno. El pequeño duende, con sus cachetes inflados, no respondió. —¿Quieres un vaso de leche con galletas? Helbrock tampoco contestó. Eso hizo que su ma- dre se preocupara: Helbrock se moría por las ga- lletas recién horneadas... excepto cuando estaba enfermo. —Cariño, ¿estás bien? Su madre le puso las manos por todos lados: en la frente, en el pecho, en la cara. —No, mamá. Estoy bien, ¡estoy bien! —le res- pondió él, tratando de zafarse. Ella lo miró fijamente, pero Helbrock escondió la mirada tras el cabello castaño que le caía sobre la cara en forma de picos. —¿Entonces qué es lo que te ocurre? —preguntó ella, sentándose a su lado. Su madre lo miraba atentamente. Helbrock no quería contarle, pero después de tan- tas dudas, se decidió. Con alguien tenía que des- ahogarse de tanto enojo. —Alguien robó mi moneda. Con una enorme sonrisa, ella preguntó: —¿Se te perdió la moneda? 5
  • 6. Él la miró aterrado… No lo podía creer. ¡Su madre se estaba burlando de su pérdida! —¡No, mamá! ¡Alguien la tomó! —gritó él, enoja- dísimo. Su estomago rugió como un león y, desde la cocina, las galletas crujieron en el horno llenando el ambiente de olor a vainilla, canela y jengibre—. Tuvo que haber sido ese brócoli apestoso, con su hermana. —¿Cuántas veces te he dicho que no les pongas apodos a Brouck Collins y a Paz? ¿Te gustaría que te pusieran apodos a tus espaldas? Él sacudió la cabeza, aspirando profundamente. —¡Hay que hacer un pastel! ¡Esto es…! —Pero, mamá… —chilló él con un hilo de voz, a punto de largarse a llorar. 6
  • 7. —Hay que hacer una gran fiesta, invitaremos a toda la familia… ¡A la familia y a los vecinos! ¡Estoy tan feliz! —Pero… ¡Mamá! —exclamó Helbrock, perplejo, hundiéndose en el sofá, volviendo a hinchar su cara, que estaba tan roja como una cereza. No podía creer lo que estaba ocurriendo. Su madre quería hacer una fiesta sobre los cimientos de su tragedia. Y sobre todo, invitaría a toda la familia, incluyendo a su odioso primo Brouck y su inseparable herma- na, Paz. —Pero, cariño, ¿por qué estás tan enfadado? Este es un momento de felicidad. Has perdido tu mo- neda, mi amor. ¡Has perdido tu moneda, ay! Es el momento que todo duende espera durante toda su vida. A algunos ni siquiera les ocurre. Pero a ti… ¡Mírate! Tan joven, tan bello, con eso ojos grandes y brillantes y esas orejitas puntiagudas… has sido tan afortunado… ¡Ay, Cariño, tenemos que ir a contár- selo a tu padre! La madre de Helbrock corrió hacia el horno, sacó las galletas y con sumo cuidado las puso sobre la 7
  • 8. mesa. Las galletas tenían forma de moneda y eran de un color dorado crujiente. Su aroma endulzaba el aire, pero a Helbrock se le revolvía el estómago. Quería comerlas, pero sabía que el enojo no le de- jaría masticarlas. —¡Vamos, cariño! Hay que ir a ver a tu padre. Él se pondrá tan contento como yo —le susurró su madre, tomándolo de la mano después de darle un fortísimo abrazo. Lo arrastró fuera de casa. La cara de Helbrock brillaba como la luz de un se- máforo en rojo y sus orejitas puntiagudas parecían dos antenas que bailaban al ritmo del viento. Su madre lo zarandeaba y sobre ellos el sol bañaba la tarde. —¿Pero, cariño? ¿Aún estás molesto? —le pregun- tó su madre a Helbrock, mientras se arrodillaba para arreglarle la camisa que se le había desabo- tonado—. Debes estar feliz como el rey Farum. —Y volvió a sonreír, tratando de estirarle una sonrisa con la punta de sus dedos sobre los cachetes a punto de reventar. “Hace mucho, mucho tiempo, el primer rey del los duendes había almacenado toda las riquezas del mundo. El pueblo lo apreciaba porque nuestro rei- no había progresado —decía ella, con una resplan- deciente sonrisa y sus ojos negros llenos de ale- gría—, pero aun así, él se sentía triste y solitario, sobre todo cuando, desde la parte más alta del castillo, veía la felicidad que reinaba en su pue- 8
  • 9. blo. Un hada que lo miraba desde el aire advirtió su pesar. Así que una tarde, junto a la ventana, lo fue visitar. El rey se sorprendió al verla, porque jamás ha- bía visto a un hada, pero no se asustó. Era muy conocido por su amabilidad y bondad, así que la invitó a pasar. Ella entró muy complacida y se maravilló con el esplendor con el que el rey vivía: su cama era de marfil; sus almohadas, hechas con plumas de fénix; las velas que lo alumbraban las habían en- cendido con la flama de un dragón; las sillas y todos los muebles eran de oro; y el espejo que estaba junto a la ventana era de diamante pulido. “Sin embargo, el hada advirtió que el rey esta- ba triste. Él miraba a través de la ventana… Veía 9
  • 10. a las personas cogidas de las manos, alegres, abrazándose con cariño y regalándose besos con gran ternura. Tristemente, el rey le respondió: —He almacenado todas las riquezas del mundo, todo el oro, toda la plata, toda y cada una de las piedras preciosas. Pero aún no he encontrado lo que más deseaba encontrar. Ella lo miró atónita: ¿qué podría querer alguien que lo poseía todo y que era tan amado por su pueblo? 10
  • 11. —¡Oh, mi rey! ¿Qué podrías querer que no tengas ya? Él desvió la mirada, un poco apenado, y sus mejillas se ruborizaron antes de responder: —El amor. He almacenado todas estas riquezas buscando el amor. Lo he buscado bajo cada piedra, donde solo encontraba rubíes y diamantes; en el fondo del mar, donde solo hallé perlas; en las mon- tañas, de donde solo brotaba oro y plata. Hasta dentro de las fauces de un dragón, donde solo hay fuego. Pero sin importar mis esfuerzos, siempre fa- llaba. Ahora tengo el cabello blanco y muchos años encima, he perdido las fuerzas de los jóvenes y los caminos se me hacen cada vez más largos. El rey suspiró largamente y el corazón del hada de estremeció. —Has sido muy fuerte, mi rey. Has vagado por toda la tierra, buscando, buscando —dijo ella con ternura—, …buscando algo que nunca encontrarías. Porque el amor no se busca, sino que siempre te encuentra primero. El rey sintió tanto pesar que se largó a llorar. Ha- bía desperdiciado su vida, su juventud y sus fuer- zas en algo que nunca sería suyo. Pero mientras el rey sollozaba, el hada se colocó a su lado y le lim- pió las lágrimas. —Yo… daría lo que fuera para que el amor me en- contrara. El hada lo miró indecisa, luego le preguntó: —¿Estás seguro? ¿Lo que fuera? El rey no lo pensó dos veces y movió su cabeza, 11
  • 12. mientras el hada lo miraba satisfecha. Luego le dijo: —Ya que me has dado tu palabra, dame tu objeto más preciado y yo te ayudaré. El rey sacó de su pecho una medalla de oro en for- ma de moneda. —Este es el objeto más valioso que poseo. Es pe- queña, pero la mantengo siempre junto a mi co- razón. Fue el primer objeto que encontré en mi búsqueda y me prometí a mí mismo que se la daría como obsequio a quien me robara el corazón. Pero esa persona nunca llegó. El hada la tomó en su mano, agitó su varita y la moneda empezó a levitar, brillando como una es- trella. Cuando el rey intentó sujetarla, la medalla salió volando como un cometa a través de la ven- tana, perdiéndose en el horizonte, mientras el rey gritaba por haber perdido lo más preciado que te- nía. Luego, el hada sonrió y le dijo: —Ya que has sido un buen buscador de objetos perdidos, te doy la oportunidad de encontrar lo que más has buscado: el amor. Cuando encuentres tu moneda, tu alma gemela, el verdadero y único amor de tu vida, la estará sosteniendo dentro de sus manos. Helbrock miraba a su madre emocionado, escu- chándola atentamente, sin interrumpir, mientras sus ojos brillaban como dos pepitas de oro. —Por eso, desde ese momento hasta nuestros días, a cada duende se le regala una moneda al 12
  • 13. nacer, con la esperanza de que la pierda algún día y al encontrarla, el amor lo encuentre a él. Helbrock desinfló sus cachetes y su piel tomó un color más amigable. Después de todo, al parecer no era tan terrible que hubiese perdido su moneda, porque así encontraría algo mucho más valioso. —Entonces, ¿tú y papá encontraron sus monedas? —le preguntó el pequeño duende, emocionado. —¡Oh, sí! ¡Claro que sí! Y no he dejado de ser feliz. Unos pasos tras ellos les hicieron levantar la mira- da y un hombre de cabello negro y ojos marrones fue a su encuentro. —Eso espero, que nunca deje de hacerte feliz. El padre de Helbrock se acercó y lo levantó del suelo, acurrucándolo junto a su pecho mientras dejaba caer el hacha de su mano y la barba pun- tiaguda raspaba la frente del pequeño duende. —¿Y por qué están tan felices? ¡Cuéntenme! ¿Qué me he perdido? Helbrock sonrió y le contó todo al oído. —¡Felicidades, campeón! Hay que hacer una enor- me fiesta. Invitaremos a todos tus amigos. El niño lo miró apenado. ¿Qué amigos? Él no tenía amigos, todos los chicos del bosque se negaban a jugar con él. Incluso sus compañeros de escuela, ya que al duende no le gustaba prestar sus jugue- tes. Hasta lo llamaban: el duende egoísta; aunque algunos niños más canallas lo llamaban “Helbrock, el avaro”. 13
  • 14. Cuando llegaron a casa, Helbrock corrió a su cuar- to. Estaba extremadamente feliz y sus ojos color miel brillaban como dos soles al mediodía. Su ma- dre sirvió la comida y, a pesar de que él odiaba los vegetales, esa noche los comió con alegría. Su madre, que estaba sentada en la sala prepa- rando los detalles de la celebración del día siguien- te, escuchaba los ruidos que venían del cuarto de Helbrock. Cuando abrió la puerta, encontró dos enormes pilas de juguetes: —Cariño, ¿qué es lo que haces? Helbrock estaba sumergido entre montones de ju- guetes. —No quiero que cuando llegue el amor de mi vida piense que soy egoísta y no quiera jugar conmigo, como los demás niños del bosque. La madre le sonrió tiernamente. —Nadie piensa que seas egoísta, pero claro que es bueno compartir. El pequeño duende volvió a sumergir la cabeza en la pila de juguetes, apenado, y dijo: —¡Sí lo piensan! Porque soy así, pero ya no lo seré más, ¡quiero que el amor de mi vida esté orgulloso de mí y sea tan feliz como lo son tú y papá! Y, sonriendo, volvió a sacar la cabeza del montón de juguetes. A la mañana siguiente, el duendo salió de casa con sus libros en la mochila y un manojo de invi- taciones. Su madre prepararía manzanas con miel, dulces de todos los colores y tamaños, gelatina, 14
  • 15. helado, y hasta una enorme piñata. Él repartiría todas las invitaciones al llegar al colegio. Les contó a sus compañeros las fascinantes cosas que habría en su fiesta. Aunque al principio los duendes no es- tuvieron muy convencidos, la enorme felicidad de Helbrock terminó por animarlos. Al salir de la escuela, el duende se fue por el cami- no que siempre tomaba, junto a las grandes casas de los humanos que residían muy cerca y por los que no tenía que dejarse ver. Sin embargo, algo atrajo su curiosidad. Un animal parecía estar atorado entre los arbustos, pero para su gran sorpresa, al acercarse observó que se tra- taba de un niño humano de cabello negro y ojos azules. El niño tenía la mano enterrada dentro de un agu- jero. El duende se acercó silenciosamente, mien- tras el niño forcejeaba para meter más la mano en la tierra. Qué extraño. Su madre le había contado innumerables veces que los humanos hacían cosas muy raras, pero nunca se había imaginado ver a un niño humano intentar meterse dentro del hoyo de un conejo. El niño no parecía haber visto a Helbrock, hasta que por fin decidió sacar su mano del agujero. Cuando el pequeño humano levantó sus ojos azules, dos enormes pepitas de oro lo miraban fijamente entre las frondosas ramas del arbusto. El niño le sonrió y el duende no supo qué hacer. Se puso nervioso y tembló. Lo habían visto. Pero el humano, que tenía 15
  • 16. la cara sucia de tierra, estiró la mano mostrando una enorme moneda de oro. ¡Una moneda de oro! ¡La moneda de Helbrock! El niño era el amor de su vida, su alma gemela, su único y verdadero amor. El corazón del pequeño duende comenzó a latir con ímpetu, tanto que pen- só que se le saldría volando del pecho. —¿Te gustaría venir conmigo a una fiesta? —dijo el duende, sin querer perderlo de vista. El pequeño humano asintió con la cabeza. El niño lo miraba fijamente, contemplando sus pe- queñas orejas puntiagudas. Helbrock lo tomó suavemente de la mano y juntos se fueron caminando rumbo a la casa bajo el viejo roble con forma de manzana. 16
  • 17. 17 Bajo el arcoíris Editorial Helbrock, el duende egoísta y la moneda de oro Cuento de Juan Ismael Ruiz Primera edición: Febrero 2012 Ilustraciones de Astrid Rodríguez Diseño de portada y maquetación: Sofía Olguín Sitio web: www.bajoelarcoiris-editorial.blogspot.com Correo electrónico: cuentosarcoiris@hotmail.com En este libro se han utilizado los siguientes fondos gratuitos: Plant in the rain (pp. 2 y 17) Summerfloral (p. 6) Spring air green pattern (p. 7) Sweet floral pattern (p. 8) Fairyland (p. 9) Blue no glitter (p. 10) Sweet flower pattern design (p. 11) Free spring vectors 08 (pp. 12 y 13) Free spring vectors 06 (pp. 14 y 15) Floral background 03 (p. 16) Helbrock, el duende egoísta y la moneda de oro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Un- ported. Estás absolutamente autorizado para imprimir este libro, fotocopiarlo y dis- tribuirlo gratuitamente. No estás autorizado para modificar las historias y/o las ilustraciones.
  • 18. Este libro fue distribuido por cortesía de: Para obtener tu propio acceso a lecturas y libros electrónicos ilimitados GRATIS hoy mismo, visita: http://espanol.Free-eBooks.net Comparte este libro con todos y cada uno de tus amigos de forma automática, mediante la selección de cualquiera de las opciones de abajo: Para mostrar tu agradecimiento al autor y ayudar a otros para tener agradables experiencias de lectura y encontrar información valiosa, estaremos muy agradecidos si "publicas un comentario para este libro aquí". INFORMACIÓN DE LOS DERECHOS DEL AUTOR Free-eBooks.net respeta la propiedad intelectual de otros. Cuando los propietarios de los derechos de un libro envían su trabajo a Free-eBooks.net, nos están dando permiso para distribuir dicho material. A menos que se indique lo contrario en este libro, este permiso no se transmite a los demás. Por lo tanto, la redistribución de este libro sín el permiso del propietario de los derechos, puede constituir una infracción a las leyes de propiedad intelectual. Si usted cree que su trabajo se ha utilizado de una manera que constituya una violación a los derechos de autor, por favor, siga nuestras Recomendaciones y Procedimiento de Reclamos de Violación a Derechos de Autor como se ve en nuestras Condiciones de Servicio aquí: http://espanol.free-ebooks.net/tos.html