B.F. Skinner fue un psicólogo estadounidense influyente cuyas teorías del conductismo se basaron en la observación experimental del comportamiento. Sus obras tuvieron un gran impacto y llevaron al desarrollo de programas de modificación de la conducta. A lo largo de su carrera, Skinner recibió tanto elogios como críticas por su rechazo a explicaciones mentales o subjetivas de la conducta humana.
Metodología didáctica de clase con lectura de comprensión
B.F. Skinner y el conductismo
1. B.F. SKINNER
FUENTE: TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD
JAMES FADIMAN, ROBERT FRAGER
EDITORIAL HARLA, HARPER AND R.O.W., LATINOAMERICANA, 1979
B. F. Skinner es tal vez el psicólogo de mayor influencia actual en Norteamérica. Sus obras se estudian y se conocen muy fuera
de los límites de la Sicología profesional. Las investigaciones que se han hecho sobre la base de sus ideas fundamentales están
ampliamente consolidadas. El impacto de Skinner en la Sicología, ha llevado al desarrollo de programas de enseñanza de
conducta dirigida, así como también al aumento permanente de libros y Clases sobre los principios y aplicaciones fundamentales
de la teoría del conductismo (Benassi y Lanson, 1972).
El enorme interés despertado por el conductismo corre al parejo del número cada vez mayor de instituciones que utilizan
técnicas para la modificación de la conducta, las cuales cambian las conductas específicas más que las actitudes globales.
Dichas instituciones comprenden los hospitales mentales, los centros correccionales juveniles, las guarderías, las clínicas
privadas y un creciente número de sistemas, escolares (Goodall, 1972b).
Presentamos aquí sus aportes debido a los inmensos efectos que sus obras han tenido sobre el pensamiento psicológico.
Quizá desde Freud, ningún autor ha sido tan elogiado, tan mencionado, tan citado erróneamente, tan atacado y tan defendido.
Skinner, a su vez, se deleita conociendo a sus críticos y con frecuencia ha discutido con los pensadores más importantes que se
oponen a sus teorías (Warri 1964). Su encanto personal, su deseo de tener en cuenta todas las implicaciones de su posición y
una absoluta fe en sus hipótesis iniciales, lo han convertido en una figura central del pensamiento psicológico contemporáneo.
Freud decía que sus detractores, en medio de la naturaleza emocional de sus críticas, manifestaban precisamente las
mismas facetas de la teoría psicoanalítica, cuya existencia rechazaban en forma tan vigorosa. De manera semejante, a Skinner
le parece que sus críticos revelan los medios de pensamiento no científicos e imprecisos, que tratan de superar en sus obras.
Ambos hombres han sido muy criticados y aplaudidos y a ambos se debe el desarrollo de visiones alternativas de la naturaleza
humana.
Skinner fundamenta su obra en las conductas observables de los hombres y de los animales. Su 1ª versión y
desconfianza de toda explicación mental, subjetiva, intermedia o "novelesca”, lo llevaron a formular distintos mecanismos de
observación, discusión y comprensión de la personalidad.
BIOGRAFÍA
B.F. Skinner (1904-) nació y creció en Susquebanna, Pensilvania, una pequeña población situada en la región noreste del
estado.
Su padre era abogado. Recuerda que su hogar "era cálido y estable. Viví en la casa en que nací hasta que fui a la
universidad” (Skinner, 1967, p. 387).
La fascinación que le causaban, cuando era niño, todos los inventos mecánicos, anunciaban el interés que mostró
posteriormente por modificar la conducta observable.
Algunas de las cosas que construí tenían una relación con la conducta humana. Como no se me permitía fumar, inventé
un artefacto que tenía por dentro una ampolleta atomizadora, a través de la cual podía “fumar" cigarrillos y hacer anillos de
humo higiénicamente. (Hoy habría mucha demanda de eso). En alguna ocasión mi madre inició una campaña para enseñarme a
colgar mi pijama. Todas las mañanas, mientras me desayunaba, ella subía a mi cuarto, veía que mi pijama no estaba colgada y
me ordenaba que subiera de inmediato. Esto duró varias semanas. Cuando ya el estímulo aversivo se hizo intolerable, construí
un aparato mecánico que resolvió mi problema. Conecté un gancho especial, en el armario de mi cuarto mediante un sistema de
cuerda y polea, a un rótulo que coloqué arriba de la puerta de mi cuarto. Cuando la pijama se encontraba en el gancho, el rótulo
quedaba colgando de frente justo en medio del marco de la puerta. En el cual dice "Cuelga tu pijama” (Skinner, 1976 a,p. 396).
Después de terminar sus estudios en la Universidad de Hamilton, donde mantuvo y enriqueció su interés por la Literatura
y las Artes, regresó a su casa e intentó volverse escritor. "Construí un pequeño estudio en el diván y me puse a trabajar. Los
resultados fueron desastrosos y perdí el tiempo lamentablemente. Leía sin un propósito fijo, construí barcos, tocaba el piano,
escuchaba el aparato de radio que acababa de inventarse, enviaba mis contribuciones a la columna humorística de un periódico
local, pero, casi no escribía más que eso, y entonces pensé ver a un Psiquiatra” (Skinner, 1967a. P, 394).
Terminó finalmente este experimento y se estableció en Nueva York durante seis meses; pasó el verano en Europa y a su
regreso entró a la escuela de graduados de Sicología, en Harvard. Su fracaso personal como escritor lo llevó a tener una
desconfianza total de los métodos literarios de observación.
"Había fracasado como escritor porque no tenía nada importante qué decir, pero no podía aceptar esa explicación. La
Literatura tenía que ser la culpable... Un escritor podría retratar la conducta humana en forma exacta, pero no por eso la
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2. entendería. Tenía que continuar con mi interés en la conducta humana, pero el método literario me había fallado; así que me
inclinaría por lo científico” (Skinner, 1967a, p. 395).
Durante sus estudios de postgrado se convirtió en un estudiante diligente y ponderado. "En Harvard emprendí el primer
régimen estricto de mi vida... sabedor de que me hallaba muy atrasado en un nuevo campo me fijé un programa riguroso y lo
mantuve durante casi dos años. Me levantaba a las seis, estudiaba hasta la hora del desayuno, asistía a clases, laboratorios y
bibliotecas, con sólo quince minutos de descanso durante el día, estudiaba exactamente hasta las nueve de la noche y me
acostaba. No iba al cine ni al teatro, rara vez asistía a conciertos, tenía muy pocas citas y no leía más que de Sicología y
Fisiología" (Skinner, 1967a, pp. 397-398).
Después de recibir su título, trabajó durante cinco años en la Escuela Médica de Harvard, haciendo investigaciones sobre
el sistema nervioso de los animales. En 1936 aceptó una cátedra en la Universidad de Minnesota, donde enseñó Sicología
experimental e introductoria. Anota, con orgullo, que varios de sus estudiantes hicieron estudios de posgrado y se han
convertido actualmente en importantes conductistas.
En 1938 publicó La Conducta de los organismos, lo cual consagró a Skinner como un importante teórico del aprendizaje y
asentó las bases para sus publicaciones posteriores. En la obra de Skinner se puede ver una ampliación, una elaboración y una
aclaración de las ideas elementales de su primer libro.
Después de haber trabajado nueve años en Minnesota, aceptó la dirección del Departamento de Sicología de la
Universidad de Indiana y tres años más tarde se trasladó a Harvard donde ha permanecido hasta ahora.
Mientras se dedica a las investigaciones de laboratorio con animales, su capacidad creadora se ha ocupado de vez en
cuando a otras cosas interesantes. Por ejemplo, inventó una "cuna de aire" (1945); se trata de una cuna de vidrio con control de
la temperatura y con fondo hecho de material absorbente. Allí, el niño puede moverse libremente sin tener que usar los molestos
pañales, pantalones u otra clase de ropa. El fondo absorbente puede ser reemplazado fácilmente cuando el niño lo ensucia.
Cuando se exhibió por primera vez la cuna, despertó un gran interés entre la gente. Sin embargo, el hecho de que el niño
estuviera entre vidrios en lugar de barrotes (como en las cunas convencionales), iba en contra de muchas tendencias
tradicionales sobre la crianza de los niños. A pesar de que Skinner la empleó con éxito para uno de sus hijos, nunca llegó a
popularizarse y él lamentaba que su utilidad no hubiera sido mejor comprendida.
En 1948 Skinner escribió una novela, Walden dos, en la cual describió una comunidad utópica con base en los principios
para el aprendizaje que él defendía. Se trataba de su primer esfuerzo importante para generalizar los descubrimientos que había
hecho en el laboratorio a situaciones humanas complejas. Desde su primera aparición, el libro ha sido muy controvertido y se
han vendido más de un millón de ejemplares. Para él, el hecho de escribirlo constituía la manera de aclarar una lucha interior.
"En general, yo escribo muy despacio y sin abreviaturas; necesité dos minutos para escribir cada palabra de mi tesis y aún
tengo esa velocidad. Después de escribir durante tres o cuatro horas diarias, finalmente se salvan unas cien palabras
publicables. Walden dos fue una experiencia totalmente distinta, pues la escribí a máquina en siete semanas. Resulta obvio que
se trataba de una aventura en el terreno de la autoterapia, en la cual luchaba por reconciliar dos aspectos de mi propia conducta
representados por Burris y Frazier, “Los dos personajes principales la novela” (Skinner, 1967a, p. 403).
Skinner ha escrito otros libros que son importantes para entender sus conceptos sobre la personalidad y la conducta del
hombre como: Ciencia y conducta humanas (1953), Registro acumulado (1959, 1961, 1972), La tecnología de la enseñanza
(1968), Más allá de la libertad y la dignidad (1971) y Sobre el conductismo (1974).
Su obra actual no incluye ni la enseñanza ni la investigación formal. Da algunas conferencias "para mantener vivo el
interés" tiene varios proyectos de libros que incluyen unas memorias científicas. Le gustaría escribir una novela con
terminología conductista sólo para probar que se puede hacer (Skinner, 1972d).
*ANTECEDENTES INTELECTUALES
Skinner afirma, como ya lo había hecho Francis Bacon, “Yo he estudiado la naturaleza, no los libros, haciendo
preguntas al organismo más que a quienes lo han estudiado... He estudiado a Bacon para organizar mis datos... clasifico, no
en razón de la clasificación misma, sino para revelar las propiedades" (Skinner, 1967a, p. 409). Esta posición llevó a Skinner a
empezar con los cuidadosos experimentos en el laboratorio y con la acumulación de datos visibles de conducta.
Cuando consideramos la riqueza potencial de la personalidad humana, esto puede parecer austero, pero es el fundamento
sobre el cual descansan firmemente todas las proposiciones de Skinner. Cuando se le presiona para que profundice aún más
sus explicaciones responde que la observación de los datos es un medio mucho mejor para resolver las diferencias que entrar
a discutirlas.
Darwinismo
La idea de que el trabajo y los estudios sobre animales podrían ser importantes para entender la conducta humana, es
un resultado indirecto de las investigaciones hechas por Darwin y el desarrollo posterior de las teorías de la evolución. Muchos
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3. psicólogos, Skinner inclusive, suponen actualmente que los hombres no son esencialmente distintos de otros animales
(Kantor, 1971).
Los primeros investigadores de la conducta de los animales pusieron mucho interés en descubrir la capacidad de
razonamiento de éstos, para lo cual trataron de elevar sus estatus al de seres pensantes. Esta idea de que los animales
tienen personalidades complejas siempre ha formado parte de nuestro folclore. Las creaciones de Walt Disney personifican la
idea de que los animales poseen características humanas, El Snoopy de Charles Schultz desarrolla más el tema cuando
pone a Snoopy como dueño de un Van Gogh y sólo una mesa de juegos en su perrera.
Preferimos imaginar que los animales son como nosotros y no al revés, pero los conductistas enfocan esto en el sentido
de que somos más parecidos a los animales de lo que hemos querido observar o admitir. El impulso inicial para examinar
procesos superiores de pensamiento en los animales fue desalentado por las sugerencias de Lloyid Morgan y las
investigaciones de Edward Thorndike. Morgan propuso un "cañón de parsimonia", aforismo que establece que, dadas dos
explicaciones, un científico debe siempre aceptar la más simple, Thorndike dirigió algunas investigaciones, las cuales
demostraron que aun cuando los animales parecían manifestar una capacidad de razonamiento, sus conductas podían
explicarse más parsimoniosamente, como el resultado de procesos no cognoscitivos (Skinner, 1964). En consecuencia, el
énfasis cambió. Los investigadores comenzaron a especular libremente sobre la teoría de que la conducta humana también
se podía entender sin tener en cuenta las complejidades de la conciencia poco comprendidas.
Watson
John B. Watson, considerado como el primer psicólogo conductista reconocido, definió la teoría del conductismo de la
siguiente manera: "La Sicología, según el punto de vista del conductismo, es una rama puramente objetiva de las ciencias
naturales. Su meta teórica es la predicción y el control de la conducta. La introspección no forma parte esencial de sus
métodos. . . El conductismo, al esforzarse por alcanzar un esquema unitario de la respuesta animal, no reconoce ninguna
línea divisoria entre el hombre y los animales" (Watson, 1913, p. 158). Watson sostenía la inexistencia de la conciencia,
afirmaba que todo aprendizaje dependía del ambiente externo y que toda actividad humana era condicionada y condicionable,
a pesar de la diversidad de su estructura genética. Watson fue un escritor popular y persuasivo. A Skinner le atraían los
lineamientos filosóficos generales de sus obras, pero también algunas de sus ideas más raras (Watson 1928). Por ejemplo, en
uno de sus libros más leídos, sobre la crianza de niños Watson aconseja: Nunca los abrace ni los bese (a los niños), nunca los
deje sentar en su regazo. Sí tiene que hacerlo, béselos una vez en la frente cuando se despidan y se dispongan a acostarse.
Estrécheles la mano por la mañana" (Watson, 1928b, pp. 81-82).
Aún en su época, el énfasis de Watson se consideraba extremo. Skinner critica a Watson por rechazar las
características genéticas, así como por su tendencia a generalizar sin apoyarse en datos reales. "Su nueva ciencia también
había nacido, por así decirlo, prematuramente. Se disponía de muy pocos datos científicos sobre la conducta, particularmente
sobre la humana. Una ausencia de datos es siempre un problema para una ciencia nueva, pero esto era particularmente
peligroso dentro del agresivo programa de Watson para un campo tan vasto como el de la conducta humana. Necesitaba
apoyarse en más hechos reales de los que podía encontrar y no nos sorprende que, gran parte de lo que decía, parecía sobre
simplificado y aun cándido" (Skinner, 1974, p. 6).
Pavlov
Ivan Pavlov fue el primero que realizó el trabajo moderno más importante sobre la conducta condicionada (1927). Sus
investigaciones demostraron que las funciones autónomas, como la salivación a acercar un alimento, se podían condicionar
en tal forma que podían provocarse mediante un estímulo distinto al alimento, como en el caso del destello de una luz. Era
capaz de hacer algo más que predecir estadísticamente la conducta de un animal. El análisis estadístico puede ayudar a
predecir las probabilidades de un suceso determinado pero no puede pronosticar los resultados de un solo ensayo. Pavlov no
solamente observaba y pronosticaba las conductas que estudiaba sino que podía provocarlas a su arbitrio.
Así como otras personas, que experimentan con animales, podrían contentarse con el análisis estadístico para predecir
la posibilidad de que se produzca una conducta, Skinner estaba fascinado con el paso que se daba más allá de la predicción:
el control. Los trabajos de Pavlov indujeron a Skinner a hacer experimentos en el laboratorio utilizando animales en
condiciones en que las variables estuviesen lo perfectamente controladas. Descubrió que, restringir el ambiente de un animal
a condiciones limitadas podía lograr resultados de reproducción casi perfectas. Las diferencias individuales podían controlar
efectivamente y seria posible descubrir leyes de la conducta con validez para cualquier miembro de una especie. Aseguraba
que, en esa forma la investigación psicológica podría dejar de ser, algún día, una ciencia probabilística para llegar a
convertirse en una ciencia exacta.
Filosofía de la ciencia
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4. Skinner se impresionó con las ideas de los filósofos de la ciencia, como Perey Brídgeman, Ernst Mach y Jules Henri
Poíncaré, quienes crearon nuevos modelos de pensamiento explicativo que no dependían de ninguna estructura metafísica.
Para Skinner, el conductismo es un caso especial de la filosofía de la ciencia; “no es la ciencia de la conducta humana, sino la
filosofía de dicha ciencia" (Skinner, 19 p. 3). El conductismo permite que las preguntas sean formuladas claramente para que
las respuestas se puedan encontrar. Por ejemplo sólo cuando la Biología deja atrás a la Metafísica, descartando relación con
los “fluidos vitales" y otros conceptos inmensurables indemostrables e impredecibles, puede llegar a ser una ciencia
experimental. Skinner sostiene que su posición no es esencialmente teórica Siente que ha trabajado con base en datos y nada
más.
A la luz de sus escritos, los cuales han traspasado sus estudios de laboratorio, puede decirse que la obra de Skinner se
ha vuelto cada vez más teórica. Es más, él debe ser considerado como un filósofo investigador que insiste en que las
diferencias se deben resolver sobre una base de evidencia real y no de especulaciones abstractas. Gracias a su formación
científica y filosófica, Skinner ha forjado un método sistemático para comprender la conducta humana, un enfoque que está
teniendo un considerable efecto sobre las prácticas y creencias culturales de la actualidad.
CONCEPTOS PRINCIPALES
Dentro del campo de la Sicología, SKinner era considerado como un teórico del aprendizaje. Sin embargo, sus últimas
publicaciones (1971, 1974) se han ocupado casi exclusivamente de amplios problemas culturales. La exposición de estos
problemas incluye aquellas variables que son importantes para una comprensión de las ideas de Skinner acerca de la
personalidad y la conducta social. Estas incluyen el análisis científico de la conducta, la personalidad, el condicionamiento, las
ficciones explicativas y el control de la conducta.
Análisis científico de la conducta
"La ciencia es un método para ocuparse de los hechos más que de lo que alguien haya dicho sobre ellos... Es una
búsqueda del orden de la uniformidad, de las relaciones legales entre los sucesos de la naturaleza. Empieza, al igual que
nosotros, con la observación de episodios únicos, pero pasa rápidamente a la regla general, a la ley científica" (Skinner, 1953,
pp. 12-13). Se supone que los eventos pasados constituyen datos suficientes para empezar a predecir eventos futuros similares.
La conducta, a pesar de ser tan compleja, se puede investigar como cualquier otro fenómeno observable. Como es un
proceso y no una cosa, no se puede mantener inmóvil para observarlo; es cambiante, fluido y evanescente, esta es la razón de
sus grandes exigencias técnicas respecto a la ingeniosidad y la energía del científico. Pero no hay nada esencialmente insoluble
acerca de los problemas que por este hecho surgen" (Skinner, 1953, p. 15). "La conducta es aquello que un organismo hace y
que puede ser observado. Es más acertado decir que la conducta es aquella parte del funcionamiento de un organismo que está
empeñada en actuar o tener trato con el mundo exterior" (Skinner, 1938, p. 6).
El análisis científico de la conducta se inicia con el aislamiento de las partes de un suceso complejo, de modo que se
pueda comprender mejor la parte separada. La investigación experimental de Skinner ha tomado este procedimiento analítico,
restringiéndose a las situaciones a las que es posible someter un análisis científico, riguroso. Los resultados de sus
experimentos se pueden verificar independientemente y sus conclusiones pueden comprobarse comparándolas con los datos
registrados.
A pesar de que Freud y los teóricos psicodinámicos se han interesado igualmente por la base ontológica de la acción,
Skinner ha adoptado una posición más extrema y afirma que la conducta es lo único que se puede estudiar. La conducta se
puede describir totalmente, es decir, es mensurable, observable y perceptible por medio de instrumentos de medición.
Personalidad
La personalidad, en el sentido de un sí mismo (self) separado, no tiene cabida en una análisis científico de la conducta.
Skinner define la personalidad como una colección de patrones de conducta. Las diferentes situaciones provocan distintos
patrones de respuesta.
Cada respuesta individual se basa únicamente en experiencias previas y en la historia genética. Skinner sostiene que si
fundamentamos la definición de nuestro sí mismo en la conducta observable, no es necesario analizar, de ninguna manera, el sí
mismo ni la personalidad. El budismo también concluye en la inexistencia de un sí mismo. La teoría budista no cree en una
entidad llamada "personalidad"; hay conductas y sensaciones que se sobreponen, pero ninguna es permanente. Skinner y los
budistas establecen sus ideas con base en la hipótesis de que no exista ningún ego, ni sí mismo (self), ni personalidad alguna,
excepto cuanto se caracteriza por una colección de conductas. Ambas teorías insisten en que una comprensión apropiada de las
causas de la conducta elimina la confusión y los malos entendidos. Las teorías difieren en cuanto a la explicación de las causas;
el análisis de Skinner no se interesa por los problemas éticos y motivacionales que sí son importantes en el budismo; a través de
toda su presentación, Skinner siempre enfoca la conducta en sí misma.
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5. Condicionamiento y reforzamiento
Condicionamiento respondiente
Una conducta respondiente es una conducta refleja. El organismo responde automáticamente a un estímulo. La rodilla se
sacude al golpear el tendón patelar, el cuerpo suda cuando la temperatura exterior aumenta; la pupila se contrae o se dilata
según la cantidad de luz que llega a su superficie. Pavlov descubrió que la conducta respondiente se puede condicionar. Su
experimentó clásico acopló un estímulo neutro, una campanilla, con la llegada de la comida de un perro, el perro normalmente
saliva cuando le muestran el alimento. Pavlov comprobó que, después de mostrar algunas veces el alimento y hacer sonar la
campanilla, el perro salivaba cuando la oía, a pesar de no ver el alimento. El perro había sido condicionado en tal forma, que
ahora respondía a un estímulo que antes no provocaba en él ninguna respuesta. Al igual que el perro de Pavlov, nosotros
podemos ser condicionados a salivar cuando entramos a un restaurante o cuando oímos la campanilla que indica la hora de la
comida. El condicionamiento respondiente se aprende y se manifiesta fácilmente; gran parte de la publicidad se basa en este
hecho.
Condicionamiento operante
Skinner siempre se ha interesado más por la conducta operante. "La conducta operante se fortalece o se debilita por medio de
los eventos que siguen a la respuesta. Así como la conducta respondiente es controlada por sus antecedentes, la conducta
operante es controlada por sus consecuencias" (Reese, 1969, p. 3). El condicionamiento que tiene lugar depende de lo que
ocurra después de que se haya completado la conducta.
El ejemplo siguiente ilustra algunas facetas del condicionamiento operante. Estoy tratando de enseñar a mi hija a nadar. A
ella le gusta el agua, pero no quiere, o le da miedo, mojarse la cabeza o la cara o hacer burbujas bajo el agua. Esto ha
obstaculizado considerablemente el proceso. He convenido con ella en darle un chocolate si se moja la cara. Una vez que pueda
mojarse libremente la cara se lo daré, pero solamente si sumerje toda su cara para que, una vez que pueda hacer esto, obtenga
el dulce siempre y cuando haga burbujas bajo del agua. Actualmente estamos todavía en la etapa inicial de este convenio. Unas
veces ella quiere ganarse el chocolate y mete la cabeza en el agua; en otras ocasiones no y se niega a realizar la conducta de
humedecerse la cara.2
El condicionamiento operante es el proceso de dar forma y mantener una conducta particular por medio de sus
consecuencias. Por eso tiene en cuenta no solamente lo que se presenta antes de que haya una respuesta, sino también lo que
sucede después de ella. Con mi hija estoy tratando de condicionar la conducta, dándole un chocolate después de que ejecute
ciertas acciones. El chocolate se utiliza para reforzar algunas de sus conductas en el agua. "Cuando cierta clase de
consecuencias siguen a una pequeña porción de conducta, es más probable que ocurran de nuevo; una consecuencia que
tenga este efecto se llama reforzado” (Skinner, 1971, p. 25).
Reforzamiento
Un reforzador es cualquier estímulo que aumenta la probabilidad de una respuesta. En el ejemplo anterior, el chocolate
era el reforzador. Se ofrecía sólo a condición de que se llevara a cabo, con éxito, una conducta determinada.
Los reforzadores pueden ser positivos o negativos. Un reforzador positivo hace que ocurra una conducta o una respuesta
deseada. Es un estímulo que produce un aumento de dicha conducta o respuesta. Un reforzador negativo es aquél que produce
la respuesta deseada mediante un estímulo aversivo. "Los reforzadores negativos se llaman aversivos en el sentido de que son
las cosas de las cuales nos apartamos " (Skinner, 1971, p. 25). Los reforzadores positivos y negativos regulan o controlan las
conductas. Éste es el meollo de la posición de Skinner, él piensa que toda conducta se puede comprender, que está
condicionada por una combinación de reforzadores positivos o negativos. Además, es posible explicar la ocurrencia de cualquier
conducta sí tenemos suficiente conocimiento de los reforzadores disponibles. La investigación original de Skinner se llevó a
efecto con animales; los reforzadores que él utilizó fueron: el alimento, el agua y los choques eléctricos. La conexión entre los
reforzadores y los animales así como las necesidades de éstos era directa. Un animal hambriento aprendía a realizar tareas
como abrir un postigo o empujar una palanca y recibía una recompensa. Los reforzamientos son más difíciles de percibir cuando
se investigan situaciones más abstractas complejas. ¿Cuáles son los refuerzos que inducen a comer demasiado? ¿Qué es lo
2
Mi hija es mejor conductista que yo, pues suponía que mojarse la cara significaba poner la cara en el agua. Pero
mi hija fue más precisa al definir la idea de "mojar mi cara"; ella exigió una recompensa por meter las manos en el
agua y por mojarse la cara; yo acepté su corrección corno un paso adicional en la secuencia del entrenamiento.
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6. que refuerza a una persona que se ofrece voluntariamente a desempañar un empleo y que probablemente le ocasionará la
muerte? ¿Qué hace que los estudiantes sigan un curso cuando no tienen ningún interés por la materia?,
Los reforzadores primarios son las recompensas físicas directas. Los reforzadores secundarios son los estímulos
neutrales que se han asociado con los reforzadores primarios, de modo que a su vez actúan como recompensas. El dinero es
un ejemplo de reforzador secundario. No tiene por sí mismo el valor de una recompensa, pero hemos aprendido a asociarlo
con muchos reforzadores primarios. El dinero o la promesa de él, constituye dentro de nuestra cultura uno de los reforzadores
más ampliamente utilizados y efectivos.
La efectividad del dinero como reforzador no se limita al hombre. Los chimpancés han aprendido a trabajar por fichas
que se les permitía "gastar” en máquinas expendedoras de bananas y otros premios. Cuando se les prohibía acercarse por un
rato a la máquina continuaban trabajando y acumulaban fichas hasta que podían usarla otra vez.
Ficciones explicativas
Las ficciones explicativas son aquellos términos que quienes no son conductistas usan para describir la conducta.
Skinner refiere a ellos como conceptos que la gente emplea cuando no entiende la conducta implícita o cuando se sabe qué
patrón de reforzamientos procedió o siguió a la conducta. Algunos ejemplos de ficciones explicativas son: un hombre
autónomo, la libertad, la dignidad y la creatividad. El uso de cualquiera de estos términos, como si ellos explicarán algo, es
dañino para todo el que se interesa. "Skinner cree que es el tipo de explicación más nocivo, sencillamente porque la falsa
apariencia de ser satisfactoria y, en consecuencia, tiende a retrasar la investigación de aquellas variables objetivas que originar
un auténtico control de la conducta" (Hall y Lindzey, 1970, p. 484).
El hombre autónomo
Skinner se refiere a la ficción explicativa como a "un agente residente", como a una persona interior movida por unas
fuerzas internas independientes de las contingencias conductuales. Ser autónomo es iniciar una conducta que "no ha sido
causada", que no proviene de conductas anteriores y que no se puede atribuir a sucesos externos. Como Skínner no descubre
pruebas de la existencia de un ser de esa naturaleza, lamenta mucho que tanta gente crea en eso.
Tan pronto como se destierra al agente residente es posible examinar, con libertad, las semejanzas entre los patrones
de aprendizaje de los hombres y de los animales. Las investigaciones de Skinner han demostrado que si uno hace una gráfica
de ciertas clases de experiencias del aprendizaje, la forma de la curva resultante (y la velocidad del aprendizaje) es la misma
para las palomas, las ratas, los monos, los gatos, los perros y los niños (Skinner, 1956). Este paralelismo, entre el aprendizaje
del hombre y de los animales constituye el fundamento para un análisis de la conducta humana a la manera de Skínner. Ya
desde su primer libro, La conducta de los organismos (1938), Skinner ha realizado y se ha interesado por los experimentos que
la, sostienen la inexistencia de una diferenciación importante entre los hombres y otras especies. En él escribe: Puedo decir
que las únicas diferencias que espero ver reveladas, entre la conducta de una rata y la de un hombre (fuera de las enormes
diferencias de complejidad), se hallan en el dominio de la conducta verbal. (P.442).
La libertad
Libertad es otra de las etiquetas que ponemos a la conducta cuando no estamos conscientes de sus causas. Aunque no
es posible presentar aquí el planteamiento completo, un ejemplo puede arrojar alguna luz sobre lo que Skinner entiende por
libertad. Una serie de estudios dirigidos por Milton Erikson (1939) demostraron que, por medio de la hipnosis, los sujetos
podían producir distintas clases de síntomas psicopatológicos.
Cuando un sujeto estaba en trance, Erickson hacía sugerencias posthipnóticas. En la mayoría de los casos, los sujetos
llevaban a cabo las sugerencias y presentaban el síntoma. En ningún caso, los sujetos recordaron, cuando se les preguntó, que
se les había hecho una sugerencia bajo hipnosis. Siempre que se les preguntaban las razones de su insólita conducta,
inventaban (y aparentemente creían) un sinnúmero de explicaciones. En todos los casos, si uno simplemente se limitaba a
escuchar la explicación del individuo, concluía que actuaban por su propia voluntad. Los sujetos estaban convencidos de que
su conducta se debía a decisiones propias. Los observadores, sabiendo que los sujetos no tenían memoria de los sucesos
anteriores, quedaban igualmente convencidos de que el "libre albedrío" tampoco constituía toda la explicación.
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7. Skinner sugiere que el "sentimiento de libertad no es la libertad; aún más, cree que las formas más represivas de control
son aquéllas que refuerzan el "sentimiento de libertad”, pero que en realidad restringen y controlan la acción de manera tan sutil
que la gente no descubre que está siendo controlada.
La dignidad
La dignidad (o crédito, o alabanza) es una ficción explicativa tan sutil como la libertad. "La cantidad de crédito que una
persona recibe está curiosamente relacionada con la visibilidad de las causas de su conducta. Negamos el crédito cuando las
causas son conspicuas no damos crédito por toser, estornudar, o vomitar, ni siquiera cuando el resultado puede ser valioso.
Por la misma razón, no damos mucho crédito por la conducta que está bajo control aversivo conspicuo, ni siquiera cuando
puede ser útil" (Skinner, 1971, p. 42).
Nosotros no alabamos los actos de caridad si sabemos que se ha hecho sólo para reducir los impuestos de la renta. No
alabamos confesión de un crimen si éste se ha hecho bajo presiones extrema. No censuramos a una persona cuyos actos
inadvertidamente causa daño a los demás. Skinner dice que debemos admitir nuestra ignorancia y suspender tanto los elogios
como las recriminaciones.
La creatividad
Con cierta dosis de placer malicioso, Skinner ha destruido último reducto del agente residente: el acto poético o creativo.
Para él, éste es todavía otro ejemplo de utilizar una etiqueta metafísica para eludir el hecho de que no sabemos las causas
específicas de una conducta dada.
Skinner descarta las opiniones de los artistas creativos que sostienen que sus obras son espontáneas o que provienen
de fuentes que están más allá de la experiencia vital del artista. Los testimonios brindados por la hipnosis, los testimonios
provenientes de la gran cantidad de literatura que nos habla de la efectividad de la propaganda y la publicidad, así como los
descubrimientos de la psicoterapia todo ello se une para que un individuo pueda no saber lo que detrás de su propia conducta.
No es probable que el poeta o cualquier otra persona, conozcan por completo su propia prehistoria Skinner pregunta; ¿el poeta
crea, origina e inicia la cosa llamada poema o es su conducta solamente el producto de sus historias genéticas y ambientales?
(Skinner, 1972 c,p. 34). Concluye que la actividad creativa no es diferente de las otras conductas excepto en que los elementos
conductuales que la preceden y la determinan, permanecen oscuros. Comparte la opinión de Samuel Butier, quien alguna vez
escribió que "el poeta escribe un poema como una gallina pone un huevo y ambos se sienten mejor después".
Skinner está convencido de que si volvemos a observar esta conducta ayudaríamos, no impediríamos, a la producción
de nuevas expresiones artísticas. "Aceptar una explicación equivocada sólo porque nos adula, es correr el riesgo de perder la
correcta, la que a la larga puede ofrecer más a manera de "satisfacción” (Skinner, 1972c, p. 35).
Control de la conducta
Muchos psicólogos se interesan por predecir la conducta, Skinner se preocupa por el control de la misma. Si podemos
hacer cambios en el medio ambiente, podemos empezar a controlar la conducta.
Todos estamos controlados por el mundo en que vivimos, y parte de ese mundo ha sido y será construida por los
hombres. La pregunta es ésta: ¿debemos ser controlados por el accidente, por los tiranos o por nosotros mismos, dentro de
un plan cultural efectivo?
El peligro de usar mal el poder es posiblemente mayor que nunca y no se puede mitigar disfrazando los hechos. No
podemos tomar decisiones sabias si continuamos presumiendo que la conducta humana no es controlada o si rechazamos
empeñarnos a controlarla cuando podrían producirse futuros resultados valiosos. Medidas de esta naturaleza nos debilitan sólo
a nosotros mismos, dejando el vigor de la ciencia a otros. El primer paso para una defensa contra la tiranía es la exposición
más completa posible de las técnicas de control...
No es hora de engañarnos a nosotros mismos, de tener indulgencia emocional o de asumir actitudes que ya no son
útiles. El hombre está frente a una prueba difícil y debe conservar la cabeza ahora o tendrá que empezar de nuevo desde muy
atrás. (Skinner, 1955, pp. 5 6-57)
DINÁMICA
Desarrollo psicológico
El desarrollo, según los términos de Skinner, consiste en minimizar las condiciones adversas y aumentar el control
benéfico de nuestro ambiente. Esclareciendo nuestro pensamiento, podemos utilizar mejor las herramientas de que
disponemos para predecir, mantener y controlar nuestra propia conducta.
7
8. *Análisis funcional
El análisis funcional consiste en un análisis de la conducta en términos de las relaciones entre causa y efecto. Trata
cada aspecto de la conducta como una “función" de una condición que se puede describir en términos físicos. De esta manera,
la conducta y su causa pueden definirse sin ficciones explicativas.
Las descripciones precisas de la conducta ayudan a hacer predicciones exactas de conductas futuras y a mejorar el
análisis de los refuerzos anteriores que condujeron a dicha conducta. Para entendemos a nosotros mismos, tenemos que
reconocer que nuestra conducta no es aleatoria ni arbitraria, sino un proceso en marcha, y legal, que se puede describir
teniendo en cuenta el ambiente en que está inmerso.
Skinner no niega el uso de términos como "voluntad", "imaginación", "inteligencia" o Iibertad", dice que las explicaciones, que
dependen de tales términos, no son funcionales. No describen verdaderamente lo que está ocurriendo; oscurecen, más que
aclarar, las causas de la conducta.
Recompensa
La acción de recompensar las respuestas correctas mejora el aprendizaje. Es un control más efectivo que el control
aversivo, (con base en el castigo) puesto que las recompensas dirigen la conducta hacia una meta. El uso de la recompensa es
un método altamente selectivo y eficaz para controlar la conducta.
Obstáculos para el desarrollo
Castigo
Los castigos solamente nos informan sobre lo que no debemos hacer, más que sobre lo que debemos hacer. No permite
saber cuál es la mejor conducta en una situación dada y constituye un serio impedimento para el aprendizaje efectivo.
Las conductas castigadas no se pierden. Casi siempre regresan disfrazadas o acompañadas de nuevas conductas, las
cuales pueden ser un medio para evitar más castigo o bien formas de retaliación contra el castigo original. La cárcel es un caso
típico que demuestra la ineficacia del castigo. La vida en prisión no enseña a los reos el camino socialmente más aceptable para
lograr las recompensas que ellos desean; simplemente los castiga por haber cometido varias conductas criminales. Si un
prisionero no ha aprendido nada nuevo, es razonable suponer que una vez en libertad -expuesto al mismo ambiente y todavía
dominado por las mismas tentaciones-, dicho prisionero va a repetir las mismas conductas. La alta proporción de criminales que
vuelven a presidio, por cometer los mismos crímenes, parece corroborar estas observaciones. Otro problema con el castigo
consiste en que refuerza selectivamente a la persona que castiga.
*Skinner concluye que el castigo, ni satisface las amplías exigencias de la persona que castiga, ni beneficia a quien lo
recibe.
*
Cuando vemos que un hombre camina por una habitación, abre cajones, mira debajo de las revistas, etc., podemos
describir su conducta en términos totalmente objetivos. "Ahora está en determinada parte de la habitación; ha tomado
un libro entre el pulgar y el índice de su mano derecha; levanta el libro e inclina la cabeza de tal manera que puede
ver cualquier objeto que esté debajo." También podemos interpretar su conducta, o Ieer un significado en ella", si
decimos que "está buscando algo" o, más específicamente, que "está buscando sus gafas". Lo que hemos añadido
no es una descripción más completa de su conducta, sino una inferencia sobre las variables que la causan. Esto es
así aunque preguntemos qué hace y él responda: "Busco mis gafas". Esto no es una descripción más completa de su
conducta, sino de las variables de las cuales su conducta es una función; equivale a "he perdido mis gafas”, "dejaré
de hacer esto cuando encuentre mis gafas “o "cuando haya hecho esto, en el pasado, habré encontrado mis gafas"
(Skinner en Fabun, 1968, p. 18).
*
En esta forma, un capataz de esclavos hace que éstos trabajen, azotándolos cuando dejan de hacerlo; al reanudar
el trabajo, el esclavo escapa de los azotes (y de paso refuerza la conducta del capataz respecto al uso del látigo). Un
padre regaña al hijo hasta que éste hace una tarea; al hacer la tarea, el muchacho escapa de los regaños (y refuerza
la conducta del padre). El chantajista amenaza con delatar a la víctima si ésta no paga; al pagar, la víctima se escapa
de sus amenazas (y refuerza esa práctica). Un profesor amenaza con la suspensión o con castigos corporales hasta
que los estudiantes prestan atención; al hacer esto, los estudiantes escapan de la amenaza de castigo (y refuerzan al
profesor en sus amenazas). En una forma u otra, el control aversivo intencional es el patrón de la mayor parte de la
coordinación social: en la ética, la religión, el gobierno, la economía, la educación, la psicoterapia y la vida en familia.
(Skinner, 1971, p. 26).
8
9. Ignorancia
Skinner define la ignorancia como el desconocimiento de las causas de una conducta dada. El primer paso para vencer la
ignorancia es reconocerla y el segundo, cambiar las conductas que la han mantenido. Un cambio que Skinner sugiere consiste
en dejar de describir los sucesos con palabras que no son descripciones de la conducta, sino términos mentales que no
describen nada. Skinner da un ejemplo para decimos cómo, la descripción que un individuo hace de un evento, no permite que la
persona vea las causas de la conducta que se observa.
La práctica está muy generalizada. En un experimento demostrativo, una paloma hambrienta fue condicionada a dar
vueltas en el mismo sentido de las agujas del reloj. Se formó un patrón final de conducta, de fácil ejecución, reforzando con
alimento las sucesivas aproximaciones. A los estudiantes que observaban la demostración se les pidió que escribieran un relato
de lo que habían visto. Sus respuestas fueron así:
(1) El organismo fue condicionado a esperar el reforzamiento para el tipo correcto de conducta.
(2) La paloma daba vueltas con la esperanza de que algo le volvería a traer alimento.
(3) La paloma observaba que una determinada conducta parecía producir un resultado particular.
(4) La paloma creía que se le daría el alimento debido a su acción, y
(5) El pájaro llegó a asociar su acción con el golpe en el surtidor de alimentos.
Los hechos observados podrían establecerse respectivamente como sigue:
(1) El organismo era reforzado cuando producía una determinada clase de conducta.
(2) La paloma daba vueltas hasta que el recipiente del alimento aparecía nuevamente.
(3) Una conducta determinada producía un resultado particular.
(4) El alimento se le daba a la paloma cuando actuaba de determinada manera, y
(5) El golpe en el surtidor de alimentos estaba temporalmente relacionado con la acción del pájaro.
Estas afirmaciones describen las contingencias del refuerzo. Las expresiones "espera”, "tener esperanza”, "observa”, "cree” y
"asocia”, van más allá de ellas mismas para explicar los efectos en la paloma. El efecto realmente observado era suficientemente
claro; la paloma daba vueltas con más destreza y frecuencia, pero ese no fue el efecto registrado por los estudiantes. (Si se les
hubiera presionado, hubieran dicho indudablemente que la paloma daba vueltas con más destreza y con más frecuencia porque
esperaba, tenía la esperanza y creía que si obraba así el alimento aparecería. (Skinner en Wahn, 1964, pp. 90-91)
ESTRUCTURA
El cuerpo
El papel del cuerpo, en un sistema que se basa únicamente en datos observables, es de primordial importancia. Sin
embargo, no es necesario conocer la neuroanatomía ni los procesos fisiológicos que ocurren junto con la conducta, para
entender cómo y por qué la gente se comporta como lo hace. Skinner trata al individuo como una caja sin abrir, pero que
ciertamente contiene algo. Los conductistas enfatizan los insumos (inputs) y los productos (outputs), puesto que ellos son todo
lo que se puede observar. "Más que suponer las necesidades que puedan impulsar una actividad particular, tratan de descubrir
los sucesos que fortalecen su futura probabilidad y que la mantienen o la cambian. En esta forma buscan las condiciones que
regulan la conducta más que hacer hipótesis sobre los estados de necesidad que hay dentro de la persona" (Michel, 1971, p.
62).
Las amplias investigaciones llevadas a cabo sobre las variables que afectan el condicionamiento operante han llegado a
las siguientes conclusiones:
1. El condicionamiento puede verificarse, y de hecho se da, sin saberlo. Numerosas demostraciones ponen en claro que
lo que percibimos depende, en gran parte, de nuestras percepciones pasadas, las cuales a su vez han sido parcialmente
condicionadas. Por ejemplo, se creía que las ilusiones ópticas utilizadas por Ames (1951) eran una función de la fisiología de la
vista. Sin embargo, al mostrar estas mismas ilusiones ópticas a personas que pertenecen a culturas donde las habitaciones y
las ventanas no presentan ángulos rectos, no las ven. Es una respuesta condicionada culturalmente. Un resumen de las
investigaciones concluye que el condicionamiento puede ocurrir "en los seres humanos... durante el estado de sueño y el de
9
10. vigilia, mientras el sujeto desconoce totalmente el hecho de que está aprendiendo a responder a un estímulo condicionado"
(Berelson y Steiner, 1964, P. 138).
2. El condicionamiento se mantiene a pesar del conocimiento. Es desconcertante darnos cuenta de que podemos ser
condicionados a pesar de saber lo que sucede y decidir conscientemente no permanecer condicionados. Un experimentador
adiestró sujetos para que levantaran un dedo al oír el sonido de un tono simultáneo a una descarga eléctrica. Los sujetos
seguían levantando el dedo aun después de que se les decía que la descarga ya había sido suspendida; seguían levantando el
dedo inclusive cuando el experimentador les decía que no lo hicieran y solamente después de quitar de sus dedos los
electrodos pudieron condicionar sus propias respuestas que acababan de ser condicionadas (Lindley y Moyer, 1961).
En un marco de referencia totalmente diferente, el indio hechicero americano, Don Juan, dice a su aprendiz, Carlos
Castañeda, que parte del entrenamiento le ha hecho solamente con el cuerpo de Carlos. Castañeda se da cuenta de que,
totalmente fuera de sus sentimientos emocionales, sus intenciones o la carencia de ellos, su cuerpo ha estado aprendiendo y
respondiendo a Don Juan (Castañeda, 1972). Una evidencia como ésta apoya la tesis de Skínner de que al aparato mental se
le ha dado un crédito indebido para el control de la conducta.
3. El condicionamiento, es más efectivo cuando el sujeto sabe y coopera (Goldfried y Merbaum, 1973), El
condicionamiento eficaz es una colaboración. El condicionamiento es intrínsecamente inestable cuando no se hace con una
cooperación total. La siguiente historia nos da un ejemplo del problema:
Hace algunos años se dio ese tratamiento de alcohol (3) a media docena de alcohólicos viejos y andrajosos, en un
hospital de la Administración de Veteranos del Medioeste. Los hombres estaban totalmente condicionados y el hecho mismo de
pensar en la bebida les causaba vómito.
Una tarde, los ancianos empezaron a hablar sobre su nueva vida y cada uno descubrió que los demás la odiaban. Tomaron la
decisión de que preferían correr el peligro de volver a ser unos ebrios, que dejarse aterrorizar por la botella.
Una noche, entonces, planearon escaparse. Salieron arrastrándose hasta un bar, se apiñaron en la barra y, en medio del sudor,
las sacudidas, y el vómito, se apoyaron e increparon mutuamente para beber cada trago. Bebieron lo suficiente para perder su
temor (Hilts, 1973)
El cuerpo es el que se comporta. La conducta es todo lo que puede ser observado y todo lo que responde al cambio en las
contingencias del refuerzo. Simultáneamente con los observables, otros procesos están ocurriendo. Hasta el momento en que
nuevos métodos nos permitan observar dichos procesos, éstos se pueden tratar como todas las demás conductas.
Las relaciones sociales
Se presta poca atención a la dinámica que pueda existir o situaciones sociales. Se insiste en las fuerzas que forman,
seleccionan y dirigen a los individuos desde un ambiente exterior. En realidad la teoría no parece considerar las relaciones
como una clase de actividad distinta. No hay una "significación especial para la conducta social como distinta de otra conducta".
La conducta social se caracteriza solamente por el hecho de que lleva implícita una interacción dos o más personas"
(Hall y Lindzey, 1970, p. 497).
Skinner prestó gran atención a la importancia que tiene la comunidad verbal y a su papel en la formación de casi toda la
conducta, especialmente el desarrollo del primer lenguaje y conductas en los niños. La comunidad verbal se define como
aquellas personas (incluso uno mismo) del medio ambiente que responden a la conducta verbal en formas que plasman y
mantienen la conducta. Las demás personas del medio modifican y dan forma continuamente a la conducta de una persona.
Esto pertenece al sentido común, pero Skinner continúa diciendo que no hay ninguna otra variable importante más allá de la
historia pasada de la persona, de su dotación genética y de los factores externos de la situación inmediata.
Un aspecto de las situaciones sociales es que los reforzamientos que recibe una persona dependen, sólo en forma parcial
conducta. En una conversación, decimos algo y luego recibimos una retroalimentación. Pero, la retroalimentación que
recibimos se basa no solamente en lo que dijimos, sino en la forma como la percibió la otra persona. Así pues, nosotros
modificamos nuestras conductas en las relaciones interpersonales, tanto sobre la base de las reacciones de los demás como
sobre nuestras propias percepciones. En esto consiste la comunidad verbal en acción.
A pesar de que Skinner no analiza las relaciones sociales, sus personajes de la novela Walden dos sí lo hacen
ampliamente. Fraizer, quien idea la comunidad utópica, analiza el lugar de la familia convencional.
Una comunidad tiene que resolver el problema de la familia a través de la revisión de ciertas prácticas ya establecidas.
Esto es absolutamente inevitable. La familia es una antigua forma de la comunidad y las costumbres y los hábitos que se
hayan establecido para perpetuarla, quedan fuera de lugar en una sociedad que no se basa en vínculos de sangre. Walden dos
reemplaza a la familia, no solamente como unidad económica, sino también, hasta cierto punto, como una unidad psicológica y
social. Lo que perdura es un interrogante experimental. (Skinner, 1962, p. 138)
10
11. La voluntad
La voluntad, el libre albedrío y el poder de la voluntad, son términos que Skinner denomina ficciones explicativas
mentales e inobservables. La alternativa, para creer en un sentido interior que ayude a determinar la acción, es suponer que
ninguna conducta es libre. "Cuando reconocemos esto, existe la posibilidad de abandonar totalmente el concepto de
responsabilidad y con él la doctrina del libre albedrío como un agente causal interno" (Skinner, 1953, P. 116).
Pero, existen algunas pruebas experimentales de que una persona, al creer que las fuerzas externas condicionan la
conducta, se comporta de manera diferente a aquélla que se siente responsable personalmente.
Davidson y Valins hallaron que "sí una persona se da cuenta de que el cambio en su conducta depende absolutamente
de una recompensa o castigo externo, no hay razón para que la nueva conducta persista una vez que las contingencias
ambientales cambien" (1969, p. 33).
Lefcourt hizo una revisión de algunos estudios en que los sujetos eran sometidos a prueba cuando actuaban bajo la
creencia de que podían controlar los resultados y también cuando no actuaban en estas circunstancias. Los resultados indican
que la privación de la "ilusión" de la libertad, en hombres o animales, tiene efectos mensurables en la conducta. "El sentido del
control, la ilusión de que uno puede hacer una elección personal, es algo que desempeña un papel definitivo y positivo para
mantener la vida. La ilusión de la libertad no se puede quitar fácilmente sin prever consecuencias indeseables" (Lefcourt, 1973,
pp. 425-426).
Skinner dice que el concepto dé "voluntad" es una manera confusa e irreal de considerar la conducta. La naturaleza
discutible de esta creencia no está muy bien establecida, ni siquiera entre los conductistas.
Las emociones
*Podernos,definir una emoción hasta donde así queramos hacerlo “como un estado particular de fuerza o debilidad de
una o más respuestas provenientes de cualquier clase de operaciones" (Skinner 1953, p. 166). Skinner propugna por un
enfoque de las emociones esencialmente descriptivo y dice que incluso una emoción bien definida, como la ira, va a inducir
conductas diferentes en ocasiones distintas aun para un mismo individuo.
En lugar de considerar las emociones como vagos estados interiores, Skinner propone el enfoque más pragmático de
observar conductas asociadas.
Las actuales dificultades para entender, predecir y controlar las conductas emocionales podrían reducirse observando
patrones de conducta, Skinner duda que se puedan clasificar mediante referencias a estados internos desconocidos.
El intelecto
Skinner define el conocimiento como un repertorio de conductas. "Un hombre se sabe las tablas en el sentido de que, en
circunstancias convenientes, las recita, hace las correspondientes substituciones en el curso de las operaciones, etc. Conoce
su historia en el sentido de poseer otro repertorio sumamente complejo... El conocimiento pone al individuo en condiciones de
reaccionar con éxito, ante el mundo que lo rodea, precisamente porque es con la conducta misma con la cual él obra así"
(Skinner, 1953, pp. 408-409).
El conocimiento es la conducta que se manifiesta al aplicar un estímulo específico. Otros autores se inclinan a explicar
conductas tales como nombrar el personaje principal en Hamlet o explicar influencia de la producción minera de Alemania en
la historia medieval de Europa, como "señales" o evidencias de los conocimientos; Skinner las considera como el conocimiento
mismo. Otra de sus formas para definir el conocimiento es la de la probabilidad de una conducta diestra. Si una persona "sabe
leer', Skinner interpreta esto como una ocasión en que se refuerza la lectura; entonces, la persona exhibe el repertorio de la
conducta que se llama lectura. Skínner opina que las formas de enseñanza convencionales se menoscaban al no comprender
o utilizar las herramientas para el análisis de la conducta. Su interés lo llevó idear situaciones de aprendizaje y máquinas que
aceleraran el ritmo y ampliaran el alcance del aprendizaje propuesto.
Aprendizaje programado
*
Cuando alguien en la calle dice que una persona está asustada, enojada o enamorada, generalmente se refiere
a la predisposición para actuar de determinada forma. El hombre "enojado” tiene mayor probabilidad de pelear,
insultar o de alguna otra manera perjudicar y tiene menos probabilidad de ayudar, favorecer, consolar o enamorar.
El hombre "enamorado" muestra mayor inclinación a ayudar, favorecer acompañar y acariciar alguna manera
tiene una menor inclinación a perjudicar. Un hombre “asustado”, tiende a reducir o evitar el intacto con estímulos
específicos corriendo, ocultándose o tapándose los, ojos y los oídos; al mismo tiempo, menos probabilidades de
avanzar hacia tales estímulos o de entrar en un terreno desconocido. Estos son hechos útiles, y algo parecido al
mecanismo de clasificación del ego tiene lugar en un análisis científico. (Skinner, 1953 p. 162)
11
12. La obra de Skinner ha sido definitiva en el establecimiento del aprendizaje programado como uno de los medios de
presentar el material educativo. Su forma más usual consiste en sentar al estudiante delante de una "máquina de enseñanza"
diseñada especialmente. Se presenta al estudiante un solo cuadro o una sola frase; éste casi siempre responde rápidamente
por escrito; entonces se le muestra la respuesta correcta y se compara con la suya. La retroalimentación ocurre antes de que la
siguiente frase pueda presentarse. Siempre se muestra al estudiante la respuesta correcta.
En los programas simples, el estudiante continúa con la siguiente aseveración y tiene la oportunidad de repetir
posteriormente los reactivos que tuvieron errores (Skinner, 1958). Cuando se trata de programas más complejos, la respuesta
lleva al estudiante a decidirse por una de estas opciones: seguir con el siguiente reactivo, hacer referencia a un reactivo
anterior, referirse a reactivos que tienen una explicación más detallada del reactivo anterior, o bien referirse a reactivos que
incluyen una explicación del material del reactivo que se contestó mal. Las personas aprenden más fácilmente si se les da una
retroalimentación inmediata y precisa a medida que avanzan.
El aprendizaje se va acelerando si el material se presenta en unidades independientes. Cada unidad del contenido debe
darse como una entidad distinta, si bien está formando parte de un programa de aprendizaje más amplio y más complejo. Así
pues, mientras que 4 X 7 = 28 es una sola unidad, es parte de las tablas de multiplicación del 4 y del 7. Estas tablas son, a su
vez, parte de un grupo de métodos que se utilizan para hacer cálculos matemáticos, En el aprendizaje programado, las
unidades más simples se presentan primero y las unidades más amplias sólo se dan después de que aquéllas se hayan
aprendido. Por el contrario, las conferencias, los libros de texto y sus equivalentes mecánicos, siguen su ritmo sin la seguridad
de que el estudiante comprenda, permitiendo así que se atrase" (Skinner, 1958, p. 971).
El estudiante debe dar una respuesta. Hay más probabilidad de que el estudiante retenga lo que se aprende si participa
activamente en el proceso del aprendizaje. En la enseñanza programada, el estudiante escoge una respuesta, la escribe,
oprime un botón, abre una tapa o da alguna otra respuesta. Si el estudiante no está suficientemente interesado en responder a
la pregunta del programa, éste puede esperar hasta que aquél decida continuar. Holland y Skinner (1961) resumen, en el
prefacio de su texto de aprendizaje programado, las tesis en favor de este sistema.
Los programas con máquinas y el tutor individual comparten muchas ventajas sobre las demás técnicas de aprendizaje:
(1) Cada estudiante avanza según su propio ritmo; el alumno veloz progresa rápidamente y el lento se mueve a la
velocidad que le conviene.
(2) El alumno pasa a un material más avanzado sólo después que domina totalmente las etapas anteriores.
(3) En virtud de su progreso gradual y con la ayuda de ciertas técnicas de sugerencia y algunas pistas, el estudiante casi
siempre responde acertadamente.
(4) El estudiante siempre está activo y recibe la confirmación inmediata de su éxito.
(5) Los reactivos están construidos de tal forma que el estudiante debe comprender el punto decisivo para poder dar la
respuesta.
(6) Él “concepto" está representado, en el programa, por medio de muchos ejemplos o arreglos sintácticos, con el
propósito de maximizar la generalización a otras situaciones.
(7) El registro de las respuestas de los estudiantes proporciona, al programador, información de mucho valor para
revisiones futuras. [El presente programa ha sido revisado totalmente dos veces, y, de vez en cuando, se han hecho
pequeños cambios; como resultado de la primera revisión, los errores cometidos por los estudiantes se redujeron a la
mitad (se redujeron en un diez por ciento).] (Pp. V-vi)
Si la campanilla se toca muchas veces, sin que nada moleste el Destruirá
ojo, el reflejo condicionado del párpado sé -. (TT) 5-6 5-6
Después de un número suficiente de acciones simultáneas de (1) Estímulo condicionado
sonido y alimento, el sonido se convierte en un (1)-- que (2)- (2) Producirá
salivación. 5-15 5-15
Las condiciones que suscitan las llamadas emociones de temor, Disminución (descanso)
ira y ansiedad, producen una ---- de la resistencia eléctrica de la (cambio aceptable)
piel. 5-24
5-24
Si la conducta de un dentista sigue dando estímulos Destruirá
incondicionados para los reflejos de temor, el temor del niño, 5-33
condicionado por el consultorio del dentista no se ----, (TT) 5-33
Una predisposición favorable hacia un candidato político podría Estímulo incondicionado
condicionarse sirviendo un almuerzo gratis durante una reunión 5-42
política. El alimento es un - utilizado para condicionar muchas
12
13. respuestas reflejas “favorables” 5-42
El estímulo que ha adquirido la habilidad de provocar una (1) Estímulo condicionado reflejo
respuesta es él (1)-«, la respuesta que provoca es la (2)--. 5-51 (2) Respuesta condicionada
5-51
Tal vez una de las partes más novedosas del aprendizaje programado es el cambio que sufre el papel del profesor. El
autor del programa es el responsable de organizar el contenido en tal forma que se pueda aprender. El profesor es libre de
prestar ayuda a los alumnos en forma individual o de desarrollar actividades en la clase, fuera de la esfera de acción del
material programado.
Existen objeciones contra el aprendizaje programado. Primero, porque crea un aislamiento social; mientras aprenden, los
estudiantes están encerrados en su mundo privado, como si estuviesen en una cápsula. Faltan los beneficios brindados por la
experiencia en grupo y la utilización de la energía y el entusiasmo de dicho grupo (como también los efectos negativos de la
presión y la competencia en el mismo). Por otra parte, el aprendizaje que se base en una jerarquía de conceptos encadenados,
ideada cuidadosamente, es cada vez menos útil en las áreas que se pueden definir claramente. Así mismo, los estudiantes no
tienen ninguna oportunidad de objetar los prejuicios del autor del programa.
Incremento en el aprendizaje
El desarrollo del aprendizaje en interacción con los computadores es un paso que va más allá del simple aprendizaje
programado. El alumno continúa trabajando con unidades independientes, continúa respondiendo y obteniendo
retroalimentación inmediata, pero la retroalimentación del computador es mucho más detallada, individual y compleja, que la
que consigue con las máquinas de enseñanza. La experiencia del aprendizaje se convierte en un diálogo entre el estudiante y
el computador, y no es simplemente un informe dado a los estudiantes sobre sus aciertos o errores. Así, pueden recibir
estímulos, imágenes, sugerencias, enfoques alternativos, recordatorios de éxitos anteriores que se han tenido con preguntas
similares, o explicaciones de la pregunta en formas distintas. Así como algunos textos programados, y algunas máquinas de
enseñanza han fracasado en cuanto a mantener el interés de los estudiantes, en las situaciones ampliadas mediante
computadora no se han presentado estos problemas.
La flexibilidad del computador también tiene otras implicaciones.
Como resultado de una aplicación más imaginativa, empezamos a darnos cuenta de otro aspecto de la máquina de enseñanza
que se va a convertir, su debido tiempo, en el más importante de todos. El niño, al desarrollar un diálogo íntimo con la
máquina, se encuentra a sí mismo en una situación psicológica única. El computador se transforma en un reflector imparcial
de sus pensamientos. Se le anima para abrir su imaginación, para ensayar algunas de las posibilidades improbables y a seguir
su curiosidad y ver qué pasa. Una respuesta incorrecta tiene tanto valor como una correcta cuando se pueden explorar las
alternativas y cuando es posible demostrar por qué es incorrecta. (Brown y El-Ghannam, 1971, p. 2)
Este tipo de aprendizaje no se limita al material correspondiente, a los hechos reales, sino que también puede estimular
la expresión creativa. Veamos una parte de una situación de enseñanza que utiliza, un computador, el cual emplea un
programa que fue elaborado inicialmente para cursos iniciales de escritura en la Universidad de Stanford. En este caso, la
estudiante se describe como "alguien que nunca escribe poesías".
COMPUTADORA: ¡Hola! ¿Cómo te voy a llamar hoy?
ESTUDIANTE: Gail
COMPUTADORA: Bien Gail, en esta ocasión vamos a hablar acerca de lo que puedes o no puedes ver, oír, tocar, gustar y
sentir. Acabas de tocar la terminal del computador, ¿cómo de qué la sentiste?
ESTUDIANTE: Como de plástico y acero, gris y gruñona.
COMPUTADORA: Muy bien. Ahora dilo de otra manera. Parece como.
ESTUDIANTE: Cuerdas de acero que lamen las yemas de mis dedos.
COMPUTADORA: Bien, ¿quizá algo más?. Parece como sí...
ESTUDIANTE: Un ruido, no sé de dónde, resonara en un cuarto vacío.
COMPUTADORA: Créelo o no, acabas de escribir un poema. Heló aquí:
LA TERMINAL
13
14. Como de plástico y acero, gris y gruñona. Como cuerdas de acero que lamen las yemas de los dedos. Como si un ruido, no
sé dónde, resonará en un cuarto vacío.
COMPUTADORA: ¿Quieres cambiar el poema y mejorarlo?
ESTUDIANTE: Sí.
COMPUTADORA: Bueno. Usa las tres líneas siguientes para escribir tus cambios.
ESTUDIANTE: Gris y gruñona, la terminal lame mis dedos. Cuerdas de acero con guantes grises. Ruidos de ninguna parte
cantan en los cuartos vacíos.
COMPUTADORA- ¡Perfecto! Ahora Gail, ¿te gustaría dar un paseo por el bosque? ESTUDIANTE: Seguro, buena idea.
COMPUTADORA: Bien; estamos en otoño y tú caminas por el bosque, ¿qué colores ves? ESTUDIANTE: Amarillo, marrón,
líneas rosas y rojas, el cielo azul.
COMPUTADORA: ¿Qué te recuerdan el amarillo, el marrón, las pinceladas rosas y rojas y el cielo azul?
ESTUDIANTE: Un tarro de, pintura dibujado por una carreta del sol.
COMPUTADORA: Caminar por el bosque puede hacer pensar en ideas abstractas como la muerte, el cambio, la belleza, los
ciclos. ¿Puedes pensar en otros más? Escríbelos.
ESTUDIANTE: Renovación, quietud, maravilla, silencio.
COMPUTADORA: ¿Qué sientes cuando piensas en la renovación, en la quietud, en la maravilla y en el silencio?
ESTUDIANTE: Siento miedo y admiración por la belleza perfecta de lo desconocido.
COMPUTADORA: ¿Te gustaría escribir un poema corto, Gail?
ESTUDIANTE: Claro.
COMPUTADORA: Muy bien, una sugerencia es que escribas tres líneas utilizando los colores amarillo, Marrón, pinceladas
rosas y rojas, y el cielo azul que mencionaste; renovación, quietud, maravilla, silencio, tus ideas abstractas y tus sentimientos
en relación con la renovación, la quietud, la maravilla, el silencio...
EL POEMA DE GAIL
ESTUDIANTE: Amarillo como el trigo que muere para renovarse en pan. Marrón de la tierra que vive aún en el silencio y en la
muerte. Silencio que sólo es roto en algunos momentos por el zumbido de las hojas rojas al caer.
COMPUTADORA: ¡Qué bonito Gail!
(Nold, 19 74, usado con autorización)
El sí mismo (self)
Como probablemente puede prever el lector, Skinner considera el término "sí mismo" como una ficción explicativa. "Si no
podemos demostrar a qué se debe la conducta de un hombre, decimos que depende de él mismo. Los precursores de la Física
siguieron alguna vez la misma práctica, pero Eros ya no sopla el viento, ni Júpiter arroja la lluvia... La práctica resuelve nuestra
ansiedad en relación con los fenómenos no explicados y por eso se perpetúa... concepto del sí mismo no es esencial en un
análisis de la conducta. . ." (Skinner 1953, pp. 283, 285)
Además de que Skínner explora el repertorio de la conducta denominado autoconocimiento, también describe varios
casos en los cuales éste hace falta. "Un hombre puede no saber que ha hecho algo... puede no saber que está haciendo algo...
puede no saber que trato o que va a hacer algo. , puede no conocer las variables las cuales su conducto es una función”
(Skinner, 1958, pp. 228), Estos casos son de gran interés para quienes no son conductistas se dice que son manifestaciones de
distintos estados internos (por ejemplo, complejos, patrones de hábitos, represiones, fobias). Skinner denomina estos incidentes
simplemente como conductas para las cuales no ha habido ningún refuerzo positivo para observarías o recordarlas. "La
cuestión definitiva no es saber si la conducta que un hombre falla en comunicar ha sido realmente observable por él, sino más
bien si alguna vez hubo alguna razón para observarla" (Skinner p. 289).
El terapeuta
Las terapias que han venido evolucionando a partir del conductismo se han convertido en una fuerza importante para el
desarrollo de nuevos métodos y nuevas tecnologías de tratamiento. Los profesionales llamados "modificadores de la conducta"
o terapeutas de la conducta" han explorado áreas de tratamiento que van mucho más allá de las que generalmente se tienen
en cuenta dentro del dominio propio de los psicoterapeutas psicodinámicos. Por ejemplo, el programa para una conferencia
sobre la modificación de la conducta (1972) incluía sesiones de entrenamiento y presentaciones sobre defectos en el habla,
14
15. educación de los profesores, pacientes cardiacos, problemas médicos y dentales, abuso de drogas, frigidez, obesidad y
depresión.
Si bien existen varios enfoques, para la práctica de la terapia de la conducta, ya está plenamente aceptado que un
terapeuta de la conducta se interesa principalmente por las conductas reales y no por los estados internos o en los
antecedentes históricos. Según los conductistas, el síntoma es la enfermedad, no una manifestación de una dolencia
fundamental. El "síntoma" -un tic facial, la eyaculación prematura, el alcoholismo, el temor a las multitudes o una úlcera
péptica-, por ejemplo, se trata directamente. Los síntomas no se utilizan a manera de palanca para investigar los recuerdos
pasados o la perspectiva existencial de los pacientes.
El terapeuta ofrece al paciente una entrevista que excluye todo elemento amenazante, tal como sucede en las terapias
psicodinámicas. El cliente tiene entonces libertad para expresar sus conductas expresadas anteriormente, como el llanto, los
sentimientos hostiles, las fantasías sexuales. Pero, el terapeuta no se interesa por reforzar tales expresiones, sino por enseñar,
adiestrar y recompensar las conductas que puedan competir y eliminar efectivamente las conductas desagradables o
ínhabílítantes. Por ejemplo, se puede enseñar la relajación progresiva para contrarrestar las reacciones específicas de
ansiedad, o bien se puede utilizar un adiestramiento afirmativo para sobreponerse a la conducta tímida.
Las siguientes aseveraciones describen la naturaleza especial de la terapia de la conducta, así como también los puntos
que tiene en común con otras formas de terapía:
1. La terapia de la conducta trata de ayudar a la gente a estar en condiciones de responder a situaciones vitales en la
forma en que les gustaría hacerlo. Esto incluye aumentar la frecuencia y/o la clase de conducta de una persona, de
sus pensamientos y sus sentimientos, así como disminuir o eliminar conductas, pensamientos y sentimientos que no
se desean.
2. La terapia de la conducta no trata de modificar un núcleo emocional de actitudes o sentimientos dentro de la
personalidad.
3. La terapia de la conducta supone que una relación terapéutica positiva es una condición necesaria, pero no suficiente
para hacer psicoterapia efectiva.
4. En la terapia de la conducta, las quejas del cliente se aceptan como un material válido para enfocar la psicoterapia
misma no como síntomas de algún problema básico.
5. En la terapia de la conducta, el cliente y el terapeuta llegan a una comprensión explícita del problema que se
presenta, función de la conducta real del diente (por ejemplo, acciones, pensamientos, sentimientos). Ellos deciden,
de común acuerdo, las metas específicas de la terapia, las cuales deben establecerse de tal manera que tanto el
cliente como el terapeuta puedan saber cuándo se han alcanzado (Jacks, 1973).
Skinner describe la terapia como una agencia de control con poderes casi ilimitados. En la relación, el terapeuta es
señalado como una fuente de alivio sumamente probable; cualquier promesa o alivio se convierte en un reforzamiento positivo,
incrementándose de esa forma la influencia del terapeuta.
Otros autores que reconocen el efecto que el papel del terapeuta tiene en el proceso de curación, lo tribuyen, en gran
parte, al sistema de creencia del paciente (Frank, 1961); Skínner vuelve a interpretar estas ideas en los paradigmas del
condicionamiento operante.
El rechazo permanente de Skínner, respecto a la utilidad del trabajo con los estados internos, ha hecho que algunos
terapeutas de la conducta se aparten de sus ideas y de la teoría del aprendizaje en general.
London dice que los terapeutas de la conducta se han aferrado innecesariamente a una ideología que tiene poco que ver
con su práctica clínica.
Queda, al final de todo, una tradición de acatar los principios del aprendizaje como la fuente última de las buenas
modificaciones y un ceremonial paralelo de golpear a los psicoanalistas, a los que siguen a Rogers, a los existencialistas y a los
psiquiatras generales que aún dominan o respaldan la jerga de respondientes, operantes y reforzamientos... Con propósitos
públicos, los modificadores de la conducta de la década de los sesentas se referían generalmente a sus actividades como
corolarios lógicamente inevitables de los teoremas o principios del aprendizaje y de los descubrimientos permanentes sobre la
forma como los aplicaban a la conducta humana en desorden. En realidad, solamente había cerca de tres principios a los cuales
hacían referencia, los cuales pueden reducirse a uno sólo o a uno y medio, a saber, que el aprendizaje depende de las
conexiones de tiempo, espacio y atención entre lo que hacemos y lo que nos sucede subsecuentemente. (London, 1972, p. 913)
Cualesquiera que sean sus pretensiones, los terapeutas de la conducta constituyen el grupo más ecléctico y de más
rápido crecimiento entre los terapeutas de los E.U., particularmente en los medios institucionales.
15
16. Aplicaciones institucionales
Las teorías de Skinner se originaron en sus trabajos con animales, Los resultados, y sus ramificaciones, se han extendido
a una diversidad de instituciones, como las correccionales y los sistemas escolares totales.
Análisis conductual aplicado
Antes que reprochar y castigar al individuo cuando manifiesta una conducta equivocada, puede resultar más realista
modificar los reforzadores en el medio donde se encuentra. Si la conducta se debe a un reforzador selectivo, entonces la
conducta errada es una función del medio. Esta línea de pensamiento ha llevado al desarrollo de un análisis conductual
aplicado, en el cual se presta atención al medio total más que a la psicodinámica de la conducta que se desvía.
Si los reforzadores se cambian en forma tal que la conducta errada ya no se pueda recompensar, se debe salir del
repertorio de la conducta. Por otra parte, el medio se puede ajustar a la recompensa, cualesquiera que sean las nuevas
conductas que se juzguen más convenientes (Gocidball, 1972, 1972c). El énfasis se da en tratar de eliminar las conductas que
sean malas de por sí o que conduzcan a actividades desviadas o criminales. Estas ideas se están llevando a cabo en las
instituciones educativas y de custodia, como los hospitales, prisiones, departamentos de vigilancia juvenil y en las escuelas.
Los críticos han sostenido que la cantidad de control necesario para eliminar las conductas indeseables es excesiva; sus
defensores, en cambio, se oponen al señalar que su enfoque es simplemente una extensión más amplia y formal de aquello para
lo cual fueron creadas sus instituciones. La universidad se ha establecido para educar a los estudiantes, pero opera en forma
deficiente. La prisión se ha creado para tratar de persuadir y reformar a las personas que manifiestan una conducta criminal,
pero en esto suelen fallar. El hospital mental existe para ayudar a que la gente vuelva a tener un funcionamiento normal, pero
con frecuencia no logra su cometido. La inefectivídad permanente de nuestras instituciones tradicionales facilita más la
implementación de modelos de conducta que imponen controles más estrictos sobre una mayor parte del medio. Si, por ejemplo,
un catatóníco retardado puede ser recompensado para que hable, para que se alimente por sí mismo, para que se vista y cuide
de sus necesidades personales, se trata claramente de una mejoría del paciente y de un alivio para el personal responsable de
cuidarlo.
La práctica del control general de la conducta ha suscitado problemas éticos y legales (Robinson, 1973). La efectividad de
los programas no se pone en tela de juicio, pero existe la preocupación de que los derechos de los jóvenes delincuentes, de los
prisioneros y de los pacientes mentales, incluyan ciertas libertades y comodidades mínimas, como un lecho o la comida. En
algunos sitios donde se aplica el análisis de la conducta, estas comodidades fundamentales se usan como recompensas, de tal
manera que es posible negarle a un paciente el acceso a la cama; en cambio se le puede ofrecer solamente el suelo para que
duerma, como un primer paso para cambiar las contingencias generales. Los ataques y contraataques, por el tratamiento cruel e
inhumano, pueden ensombrecer los propósitos generales de estos programas. Se trata de enfoques de la conducta que
pretenden extinguir las conductas improductivas y estimular el aprendizaje de nuevas conductas.
Aprendizaje por contrato
El aprendizaje por contrato es una expresión que se aplica a un convenio que se celebra entre un sistema escolar y una
"corporación de aprendizaje". La corporación se encarga de una parte o de toda la enseñanza, dentro del sistema, durante un
cierto periodo de tiempo. La compañía recibe su remuneración si, al final del tiempo contratado, los puntajes que los estudiantes
obtienen, en una prueba, están cerca o por encima de un nivel preconvenido. Ambas partes se ponen de acuerdo en cuanto a
las metas antes de iniciar cualquier trabajo; luego, el personal docente de la corporación, utilizando cualquier recurso,
programas o los auxiliares educativos que estime necesarios, toma bajo su control el campo de instrucción. Establecen una
situación de enseñanza en que se refuerzan selectivamente las conductas deseadas para mejorar la velocidad y la calidad del
aprendizaje. Los experimentos se están llevando a cabo en una gran área de establecimientos escolares a través de varias
compañías que emplean métodos diferentes. Los resultados han sido diferentes, pues mientras algunos distritos quedan
satisfechos y pagan, otros, al decepcionarse, no han pagado. El método se preocupa menos por el enriquecimiento del mundo
general del niño que por hacerlo aprender la materia que se le enseña. El aprendizaje por contrato promete elevar el nivel
promedio de comprensión en un sistema escolar, sin tener en cuenta el resto del ambiente del niño. La promesa se fundamenta
en un control cuidadoso y selectivo de los reforzadores en el medio escolar.
EVALUACIÓN
La obra de Skinner ha tenido efectos enormes en la Sicología y ha originado la creación de nuevas escuelas de
psicoterapia, de sistemas institucionales novedosos y de una nueva tecnología de la enseñanza. Se han formado comunas de
acuerdo con los principios de Skinner (Roberts, 1971; Kinkade, 1973) y las industrias se han apresurado a poner en marcha sus
proposiciones.
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17. Ya sucedió lo planteado por Skinner, pues decía que si empezábamos a observar la conducta humana de un modo
diferente, también la trataríamos en otra forma. Si pensáramos en términos de predicción y control, desarrollaríamos métodos
más complejos para llevarlos a cabo, Skinner nos presenta una visión inflexible de la naturaleza humana que deja poco a las
fuerzas ocultas y nada al azar. Una de las cosas más llamativas es que pasa por alto o no les da importancia a los interrogantes
relacionados con la naturaleza del ser interior que tanto ha preocupado a los psicólogos, filósofos y teólogos durante muchas
generaciones.
La prensa ha criticado a Skinner por el hecho de rechazar ideas preferidas y estimadas acerca de la libertad, la
creatividad, la personalidad y otras parecidas. Como tales criticas suelen ser persuasivas, generalmente se reducen a simples
preferencias personales. Uno puede describir el mundo como lo hace Skinner, o de alguna otra forma, y cada descripción nos
llevará a diferentes conclusiones.
Los críticos de Skinner, en el campo de la Sicología experimental, no difieren en cuanto a sus conclusiones filosóficas,
sino en la evidencia experimental sobre la cual, según él, ha basado su obra. Algunos se oponen a sus generalizaciones, las
cuales parten desde los estudios experimentales en animales hasta los planteamientos más absolutos sobre la conducta
humana o animal.
Estes culpa a Skinner de pasar por alto los efectos que explican más fácilmente otras teorías del aprendizaje. "Hemos
hallado razones poderosas para dudar que la ley del efecto, o el principio del reforzamiento, se puedan generalizar con bases
firmes más allá de una clase específica de situaciones experimentales... En el caso de un alumno humano normal, ni una
recompensa vigoriza necesariamente, ni el castigo debilita la respuesta que produce" (Estes, 1972, pp. 728-729). Bolles (1972)
concluye que el aprendizaje se puede explicar sin tener que acudir al reforzamiento y que hay suficientes explicaciones más
sencillas. Breland y Breland (1961) han descubierto, a través de sus estudios, que los animales pueden aprender con los
métodos del condicionamiento operante, pero que si la conducta está muy lejos del alcance normal de la especie en estudio, los
refuerzos son pasados por alto y no hay aprendizaje. En uno de los casos se enseñó a un mapache a tomar una moneda de
madera, llevarla a una alcancía y depositaria. Cuando el mapache tenía que coger dos monedas y llevarlas a la alcancía,
respondía con una conducta más propia de su especie, las frotaba una con otra y las empujaba dentro y fuera de la alcancía.
Finalmente, 'hubo que descontinuar el aprendizaje. El entrenamiento falló porque los animales no respondieron a los
reforzamientos; respondieron a lo que Bolles llama "una ley superior”. Los animales "actuaban como actúa un animal de su
especie cuando espera el alimento" (Bolles, 1972, p. 397). Lo que Bolles saca como conclusión, después de revisar varios
estudios, es que la conducta del animal tiende a volver hacia los patrones instintivos normales. Los animales pueden ser
enseñados sólo para ejecutar conductas que ellos llevan a cabo, con menos frecuencia, sin entrenamiento alguno. Bolles cree
que extender este limitado conjunto de resultados a todos los animales, y a toda conducta, es menos que prudente.
Estas clases de resultados sugieren que lo inevitable del reforzamiento, que es punto central en las ideas de Skinner
sobre la predicción social y el control, no constituyen una verdad biológica universal. Skinner, como anteriormente hizo
Watson, puede haber subestimado seriamente la importancia de los factores genéticos. Es preciso observar que Skinner y
otros conductistas han realizado muchas investigaciones que demuestran las situaciones en las cuales el reforzamiento es
efectivo y se puede generalizar. Las críticas no se refieren a que los efectos no sean válidos, sino sólo a que ellos no
constituyen una explicación tan general como la obra de Skinner quiere hacemos creer.
A pesar de las críticas tanto técnicas como polémicas a que ha sido sometida la obra de Skinner, no podemos negar que
ha demostrado tener aplicaciones efectivas que van más allá de las de sus comienzos (con ratas y palancas para el alimento).
Lo curioso sobre una idea es que sus efectos no son determinados a corto plazo por su verdad o falsedad, sino por la forma en
que afecta la vida.
En su afán por volver más comprensible la vida, Skinner ha propuesto una visión de la naturaleza humana que es
íntimamente atrayente por su densidad, su orientación y el abandono de toda especulación metafísica. Está firmemente
arraigada en la metodología de la ciencia moderna y nos brinda una esperanza de entendemos a nosotros mismos sin acudir a
la intuición o a la intervención divina.
LA TEORÍA DE PRIMERA MANO
Humanismo y conductismo
Parece que existen dos formas de conocer, o de saber algo, acerca de otra persona. La primera está asociada con el
existencialismo, la fenomenología y el estructuralismo. Se trata de saber qué es una persona o cómo es o qué va a ser.
Tratamos de conocer a otra persona, en este sentido, cuando nos conocemos a nosotros mismos. Compartimos sus
sentimientos por medio de la simpatía o de la empatía. Mediante la intuición descubrimos sus actitudes, intenciones y otros
estados mentales. Nos comunicamos con él, en el sentido etimológico de hacer que las ideas y los sentimientos sean
comunes para ambos, lo cual se logra en forma más efectiva si hemos establecido buenas relaciones interpersonales. Esta es
una clase de conocimiento pasivo y contemplativo: si queremos predecir qué hace una persona o qué es lo que probablemente
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18. hará, suponemos que ella, al igual que nosotros, se va a comportar según lo que es; su conducta, como la nuestra, será una
expresión de sus sentimientos, de su estado de ánimo, de sus intenciones, actitudes, etc.
La segunda forma de conocer es cuestión de saber qué hace una persona. Generalmente, podemos observar esto en
forma directa, como cualquier otro fenómeno en el mundo; no se necesita un tipo especial de conocimiento. Nosotros
explicamos por qué una persona se comporta como lo hace, volviendo los ojos al medio más que a los estados o actividades
interiores. El medio fue efectivo durante la evolución de las especies y al resultado lo llamamos dotación genética del hombre,
Un miembro de la especie está expuesto a otra parte de ese medio durante toda la vida y de el obtiene un repertorio de
conductas que convierten a un organismo con dotación genética en una persona. Al analizar estos efectos del medio, nos
acercamos hacia la predicción y control de la conducta.
Pero nos preguntamos, ¿puede este planteamiento, de lo que una persona hace, despreciar
cualquier información disponible sobre lo que ella es? Hay vacíos de tiempo y espacio, entre la
conducta y los sucesos ambientales, a los cuales se atribuye y es natural tratar de llenarlos con
una relación del estado del organismo que interviene. Logramos esto si reunimos una larga historia evolutiva al hablar de la
dotación genética. ¿No haremos lo mismo con una historia personal?
Un fisiólogo omnisciente deberá ser capaz de decirnos, por ejemplo, cómo se cambia una persona
cuando refuerza un poco su conducta y así, en lo que se convierte deberá ser explicación de por
qué se comporta, enseguida, de una manera diferente. Nosotros hacemos planteamientos semejantes cuando nos referimos, por ejemplo
que la vacuna hace menos probable que uno atraiga posteriormente una enfermedad. Decimos
que se vuelve inmune y hablamos de un estado inmunidad que luego procedemos a examinar. Un fisiólogo omnisciente debe
ser capaz de hacer lo mismo, con estados comparables, en el dominio de la conducta. También deberá ser capaz de cambiar
la conducta cambiando
directamente al organismo más que cambiando el medio.
¿El existencialista, el fenomenologista o el estructuralista, no dirige su atención precisamente hacia un estado mediador de
esta naturaleza?
Un dualista completo diría que no, pues para él, lo que una persona observa por introspección y lo que un fisiólogo
observa en sus técnicas especiales, se encuentran en universos distintos. Pero decir que aquello que percibimos, cuando
tenemos sensaciones, son estados de nuestro propio cuerpo al igual que los estados de la mente, los cuales percibimos por
introspección en otras variedades de las mismas clases de cosas, constituyen un punto de vista razonable. ¿Acaso no
podemos entonces, adelantarnos a la aparición de un fisiólogo omnisciente y explorar el vacío que hay entre el medio y la
conducta, conociendo más exactamente lo que somos?
Es precisamente en este momento cuando un análisis conductista sobre el autoconocimiento se vuelve más importante
y, desafortunadamente, tiene más probabilidad de malentenderse. Cada uno de nosotros tiene dentro de su piel una pequeña
parte del universo. No por esa razón diferente del resto del universo, sino que es una propiedad privada: tenemos medios para
conocer lo que para los demás está vedado. Sin embargo es un error concluir que la intimidad que así gozamos significa una
clase especial de entendimiento. Naturalmente, nosotros somos estimulados directamente por nuestro propio cuerpo. El
llamado sistema nervioso interceptor responde a las condiciones que son importantes en la privación y la emoción. El sistema
propíoceptor participa en la posición y el movimiento y, si no lo tuviéramos, apenas nos podríamos conducir en forma
coordinada. Estos dos sistemas junto con el sistema nervioso exteroceptor, son esenciales para una conducta efectiva. Pero
saber es algo más que responder a los estímulos. Un niño responde a los colores de las cosas antes de "conocer los colores”.
El conocimiento requiere de contingencias especiales de reforzamiento que la demás gente debe organizar y, las
contingencias que entrañan los sucesos privados nunca son muy precisas porque los demás están efectivamente en contacto
con ellas. A pesar de la intimidad con nuestro propio cuerpo, lo conocemos con menos exactitud que el mundo que nos rodea.
Además, existen, por supuesto, otras razones de por qué conocemos, aún con menos precisión, el mundo privado de los
demás.
No obstante, el problema principal no consiste en la precisión, sino en la materia de estudio. Pero, ¿qué es
precisamente lo que se puede conocer cuando "nos conocemos a nosotros mismos"?. Los tres sistemas nerviosos que
acabamos de mencionar han evolucionado bajo contingencias prácticas de supervivencia, la mayoría de las cuales no son
sociales. (Las contingencias sociales, que son importantes para la supervivencia, tienen que haber surgido de campos tales
como la conducta sexual y la materna.) Seguramente, éstos eran los únicos dos sistemas disponibles cuando la gente empezó
a "conocerse a sí misma" como resultado de responder a las preguntas sobre su conducta, al contestar preguntas como: “¿ve
eso?" u "¿oyó eso?“, o "¿qué es eso?"; una persona aprende a observar sus propias respuestas a los estímulos. Al contestar
preguntas como "¿tiene hambre? " o “¿tiene miedo? ", la persona aprende a observar los estados de su cuerpo relacionados
con la privación y el despertamiento emocional. Al responder preguntas como, “¿va a ir?” o "¿piensa ir?” o "¿tiene ganas de
ir?” o “¿está inclinado a ir?", aprende a observar la fuerza o probabilidad de su conducta, la comunidad verbal hace ese tipo de
preguntas porque las respuestas le son importantes y, en cierto sentido, de esa manera da respuestas que son importantes
para la persona misma. El hecho importante es que tales contingencias, sociales o no sociales, no implican más que estímulos
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