1. Entrevista a Gabriel Álvarez, geógrafo. Documento extraído de publicación del Suplemento
de Cultura del Diario La Capital, de la ciudad de Mar del Plata, del 4 de diciembre de 2012.
De qué hablamos cuando hablamos de sentido de lugar?
El sentido de lugar es todo aquel sentimiento, experiencia e incluso conocimiento que une a
las personas con determinados espacios…Estos últimos, por lo general, definidos de acuerdo
a una relación de pertenencia, afecto e identidad…Por lo que si hay algo que distingue su
diferenciación con relación a otros conceptos es su impronta y génesis de fuerte orientación
subjetiva. Para introducirnos en esta línea de pensamiento, probablemente debiéramos
asumir como legítimos algunos argumentos que dan forma a estas ideas. Entre ellos, que
la existencia humana tiene un carácter significativamente espacial…Por lo cual, se puede
deducir que es impensable la existencia humana por fuera de la espacialidad y con ello, que la
conformación de sentidos subjetivos sobre los espacios forman parte de cualquier cultura…De
este modo, debe advertirse que los sentidos de lugar son poco o nada probables de definir
por fuera de las personas o de modo independiente a sus conciencias…Los sentidos de lugar
pueden corresponder tanto a los rincones de una casa, a la casa, el barrio, una región o un país
–o todos estos espacios a la vez- según la escala geográfica que se ponga en juego…
Cómo se configura la identidad de los paisajes? Podríamos hablar de que el paisaje cobra
sentido o, mejor dicho identidad, a través de la percepción profunda de aquellos que lo
habitan o lo transitan. Y qué les pasa a ellos, también configuran las propias identidades en
este proceso?
Sí, claro. En principio no cabe la posibilidad de imaginar paisajes que no lo sean para alguien
o algunos…Del mismo modo que antes hacíamos referencia a que los sentidos de lugar
existen siempre en función de quién o quiénes lo significan…De esta forma, los paisajes
pueden ser, un marco de vida, un patrimonio de la memoria colectiva, un espacio plagado
de signos que permite a las personas identificarse culturalmente con él, una “tonalidad
espiritual”, entre otras posibilidades…o como en el caso anterior, todas estas atribuciones a
la vez. Lo cierto es que ha caído casi en desuso las referencias al paisaje como una morfología
regional o un ecosistema…es decir las connotaciones dominantemente morfológicas y
naturalistas…pero bueno…esto ha ocurrido, en general, con cualquiera de las tradiciones de
la Geografía…Como preocupación de la Geografía Cultural, los “usos” del término paisaje
son múltiples, pero quizás tengan en común la exposición de la sensibilidad y la belleza, la
búsqueda de la emoción, su articulación con la literatura, aunque también ha existido una
especial preocupación sobre su función política. Esto es, el paisaje como un conjunto de
imágenes fuertemente identificadas con la construcción imaginaria de una nación, promovida
por los estados nacionales desde diferentes ámbitos de la cultura…Volviendo a una parte de
tu pregunta, la conformación de las identidades culturales debiera contemplar al paisaje como
condición de posibilidad para su conformación…
2. La mirada fenomenológica, qué es puntualmente?
Existen múltiples formas de acercarse a la naturaleza de la mirada fenomenológica. Una
manera de hacerlo es aquella que sostiene que para alcanzar el conocimiento verdadero,
se debe poner por delante –en primer lugar- la experiencia y las experiencias vividas sin
intervención alguna de ideas previas, entre ellas las científicas en general y del racionalismo
moderno en particular. De alguna manera, es una puesta en suspenso de las ideas previas
para dar lugar a la intuición en la acción de captar la esencia de las cosas. En la Geografía, la
“mirada fenomenológica” es, dicho rápidamente, el descubrimiento de la dimensión subjetiva
y de todos aquellos fenómenos directamente relacionados con la conciencia espacial y la
recuperación de la experiencia personal. No obstante lo innovador y aparentemente novedoso
de sus planteos para la disciplina, lo cierto es que la recepción de estas ideas encuentra
condiciones previas en las tradiciones historicistas y antipositivistas que se pueden rastrear
por lo menos desde fines del siglo XIX. La mirada fenomenológica en Geografía tiene como
materia de sus estudios, los espacios vividos, los espacios cotidianos, los sentidos de lugar,
las identidades y los imaginarios territoriales (tanto urbanos como rurales), el arraigo y el
desarraigo, la proxémica de los espacios…Con el aporte de los Estudios Culturales es una
perspectiva que ha crecido muchísimo en las últimas décadas de la Geografía Cultural…
Está reñida con el pensamiento científico positivista?
En rigor, no me considero fenomenólogo… En cambio, sí, suscribo –tal como sostenes- a la
adopción de algunas de sus herramientas de análisis, y las condiciones que brindan sus marcos
interpretativos para pensar en preguntas de investigación y en dimensiones de análisis que
son improbables fuera de esta perspectiva…Mis intereses en torno a los Estudios Urbanos
y a la enseñanza de la Geografía van en ese sentido…Resumidamente, el interés por todo
aquello que permita indagar en la dimensión subjetiva del espacio, de la producción de
espacio, me parece imposible de dejar de lado…Sin embargo, creo poco fructífero prestar
atención sólo a “lo objetivo” o exclusivamente a “lo subjetivo”, por ponerlo en términos
dicotómicos… En el caso de los Estudios Urbanos, es simplificador considerar la producción
de los espacios urbanos sin tomar en cuenta el lugar de la imaginación y las representaciones
sociales alimentando los procesos culturales, políticos y económicos de la urbanización…Del
mismo modo, es insuficiente, sólo prestar atención o anclarme en la dimensión subjetiva sin
tomar en cuenta la conflictividad social y las luchas sociales en la producción de espacio…Por
ejemplo, desde hace algún tiempo me encuentro investigando las desigualdades sociales y
urbanas de algunas localidades del Conurbano Bonaerense –el partido de San Martín y de Tres
de Febrero en el oeste del AMBA- desde una perspectiva que se interroga por la subjetividad
espacial urbana tanto como por las condiciones materiales de existencia…Entiendo que existe
una relación profunda entre hegemonía y espacio por lo cual los sentidos del espacio y la
experiencia de habitar allí no pueden desvincularse de los cambios en la estructura social con
sus efectos en la cuestión urbana…
3. Qué aporte hace la geografía a la comprensión de lo social, y al complejidad del fenómeno
humano?
Creo que durante las últimas décadas aquello que se ha dado en llamar como el giro espacial
de las ciencias sociales y humanas ha enriquecido a la Geografía, y aún antes o después, la
Geografía ha contribuido a complejizar y problematizar de modo diferente hacia las mismas
ciencias. Actualmente, hay un importante acuerdo en que los procesos culturales, políticos,
económicos y ambientales, no pueden desconocer la naturaleza espacial de su historicidad…Si
uno observa las agendas políticas del Estado, de las organizaciones sociales, de los temas
de investigación de la Antropología, la Sociología y hasta de la crítica cultural –entre otras-
está en claro que las preocupaciones territoriales y ambientales gozan de una inocultable
preferencia, tanto en el plano de las geografía materiales como de las geografías imaginadas.
Creo que podemos preguntarnos si estamos ante un presente que se exhibe con inocultables
transformaciones territoriales y ambientales –tanto en el campo como en la ciudad- o bien,
si este tipo de transformaciones siempre existieron y ahora estamos ante una sensibilidad
espacial –por ejemplo, por parte de los académicos- antes inexistente…
En este sentido, creo que los aportes que la Geografía está haciendo a la comprensión de
lo social son múltiples y valiosos en cada una de las dimensiones en que se ha dividido “lo
social” –me refiero a los “reinos” de la cultura, la política y la economía- desde al menos el
siglo XIX…Considero que hay tres atributos del espacio que resumen el aporte que la Geografía
está haciendo al estudio de la complejidad humana…y Doreen Massey entre otras y otros, lo
resumen muy bien…Desde estas perspectivas, el espacio es un referente político clave para la
explicación y comprensión de las problemáticas sociales contemporáneas, ya que condensa
todas las interrelaciones sociales posibles, así como resulta un producto y una condición para
el desarrollo de la multiplicidad y las diferencias socioculturales…