10. Nació en Córdoba, en el año 994. Era de una familia aristocrática musulmana que no pertenecía a la raza árabe. Su padre era alto funcionario al servicio del gran Almanzor, Visir todopoderoso de la corte cordobesa. Luego, Vivió toda su infancia cerca de la corte, incluso después de la muerte de el gran Almanzor y sucesores.
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14. HERIDA INCURABLE La herida que me has hecho tiene cura y no hay reproche. La que es incurable es la herida del amor. En medio de su tez blanca son los lunares como nenúfares en un jardín de narcisos. Cuántas veces aquel por cuyo amor me muero de triste me dijo con palabras cortantes y despectivas, cuando mis peticiones se hacían más apremiantes, insistiendo unas veces y otras adulándolo: “ ¿No basta mi desvío para aplacar tu sed y ahuyentar el deseo que te anda por el pecho?” Yo le contestaba: “Si así fuese, no habría entre los hombres dos vecinos enemigos. Los ejércitos se miran uno a otro antes de reñir y luego la muerte abre entre ellos caminos de ruina.
16. Sobre Al-Mutamid - nació en Beja, en el año 1040 - murió en Agmat, Marruecos, en el año 1905 - fue el rey de la taifa de Sevilla de 1069 a 1090
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27. El paso de las perdices Lloré al paso de las perdices en bandada, libres, sin cárcel, no lastradas por grilletes, y no fue, Dios me libre, de pura envidia, que fue melancolía, ¡si me pareciera a ellas! y volase suelto, sin la familia dispersa, y las entrañas en carne viva, ni hijos muertos haciendo manar el llanto de mis ojos. ¡Tengan buena suerte! Que no se rompió su grupo ni saboreó ninguna la separación de los suyos, que no han pasado-como yo-la noche, el corazón en un puño, a cada estremecerse de la puerta de la cárcel, o gemir de los cerrojos. Y no es esto algo que haya discurrido. Solo describo lo que desde siempre alberga el corazón del hombre. Mi alma anhela el encontronazo con la muerte: otro quizás amaría la vida cargado de grilletes. Que Dios preserve a las perdices en sus crías, que a las mías las traicionaron el agua y la sombra. El exilio