Ponencia de Mercedes Subirana y Octavio García en las VI Jornadas Integrales, celebradas en octubre de 2008.
Para la difusión de la Visión Integral de Ken Wilber y otros.
“A fin de cuentas, si el pequeño ego sigue dirigiendo nuestra vida no es porque sea indispensable sino porque todavía no hemos descubierto una instancia superior en la que apoyarnos.” (Welwood, 2002) (...)
PP_Comunicacion en Salud: Objetivación de signos y síntomas
Autoinvestigación de la motivación transpersonal
1. AUTOINVESTIGACION DE LA MOTIVACION TRANSPERSONAL.
VI. Jornadas Integrales. Octubre 2008
“A fin de cuentas, si el pequeño ego sigue
dirigiendo nuestra vida no es porque sea
indispensable sino porque todavía no hemos
descubierto una instancia superior en la que
apoyarnos.” (Welwood, 2002)
La proyección.
E.F. Hammer, una reconocida autoridad en el ámbito de las técnicas proyectivas
afirma que el valor de las mismas reside “en su capacidad de revelar cosas que el
examinado no está dispuesto a decir o es incapaz de decir porque no tiene conciencia de
ellas.” “Los sentimientos que penetran en los tests proyectivos nunca pueden negarse, si
su presencia es firme y confiable. El problema consiste, simplemente, en qué hace el
examinado con esos sentimientos.”
En su texto Totem y Tabú escribe Freud: “La proyección no ha sido especialmente
creada como medio de defensa; también existe donde no hay conflictos”. “La proyección
de percepciones internas al exterior esun mecanismo primitivo al que se hallan sometidas
también nuestras percepciones sensoriales y que, por lo tanto, desempeña un papel
decisivo en nuestro modo de representación del mundo externo.Bajo condiciones todavía
no bastante aclaradas, las percepciones internas de nuestros procesos afectivos e
intelectuales, en lugar de permanecer localizadas en nuestro mundo interno, son
proyectadas de adentro hacia fuera.”
A lo enunciado por Freud también podríamos añadir que nuestra búsqueda espiritual,
nuestro anhelo de un sentido más profundo y una conexión más vital, amplia e
integradora con la existencia al modo en que suele ser planteado por las tradiciones
espirituales de sabiduría, puede ser también objeto de proyección, puesto por ejemplo de
manifiesto en el escenario de un relato surgido de un estímulo sugerente. Desde luego
2. siempre y cuando consideremos que lo que podemos llamar espiritualidad,
transpersonalidad, desarrollo contemplativo, crecimiento o expansión de la conciencia, no
sólo se trata de una búsqueda legítima y auténtica, sino que da cuenta de la existencia de
un potencial y una posibilidad real de nuestras facultades de inteligencia, sensibilidad y
realización. Sea que, utilizando la conceptualización de K.Wilber, hablemos de la
espiritualidad en términos de los estadios más elevados de cualquiera de las múltiples
líneas del desarrollo, como el discernimiento, el amor, los valores, la intimidad o la
identidad; lo hagamos en términos de una línea única del desarrollo espiritual en sus
escalonados niveles, todos ellos expresión de anhelos, búsquedas y preocupaciones
espirituales muy diferentes entre sí, o que contemplemos la espiritualidad en términos de
estados de la conciencia o refinamiento de nuestras percepciones, conciencia test go o
i
conciencia no dual, todo ello entre otras posibles formas de concebirla, el ámbito de las
transformaciones, experiencias, necesidades o preocupaciones y valores últimos existe, y
es de vital importancia considerarla como un potencial y realidad accesible y motivador
de la vida humana. En realidad se trata de considerar en que grado la llamada interior de
nuestras facultades, preocupaciones o necesidades más elevadas, de un alcance más
universal, incluyente y generoso, son motivaciones que orientan nues vida y la
tra
estimulan desde sus profundidades. Como vamos a escuchar, esta categoría de
motivaciones no aparecerán necesariamente de forma nítida y evidente, sino fácilmente
entrelazadas, inmersas o confundidas con motivaciones básicas o conflic diversos,
tos
intrincadas en el profundo entramado de nuestros vínculos y relaciones con la existencia.
De ahí la sensibilidad y discernimiento necesarios para impulsarlas hacia el
reconocimiento consciente y con ello hacia una mayor libertad e inspiración, desarrollos
que en su madurez otorgan profundidad y ligereza a la conciencia más despierta. Sin
embargo, paradójicamente, esa motivación nos orienta hacia el territorio de la no
motivación, de la presencia y realidad en sí sin ninguna otra búsqueda de logro ni
beneficio. En este sentido en uno de sus trabajos en el camino de su investigación,
Merche escribe sobre el valor de
“tener en cuenta el factor expresivo, gratuito, de gracia, que existe en
algunas conductas inmotivadas. Aspectos como la belleza, el arte, la
contemplación, la alegría, el éxtasis, etc. pueden comprenderse muy bien desde
un estar en el ser sin esfuerzo, un ser en sí mismo, un recibir la inspiración sin
mediar acción ninguna y todo ello nos habla de un ser en el mundo sin
funcionalidad, un ser en el mundo por el hecho en sí mismo de expresarse.
3. Nuestro estudio –escribe Merche- atiende a este tipo de conducta inmotivada
tal como la enuncia Maslow, entendida como aquella que es en sí misma un
estar en los valores superiores sin esfuerzo ni mediación. La motivación por la
dimensión trascendente lanza a las personas hacia un estado interior que a
menudo es expresado en estos términos de no utilidad y gratuidad.”
Todo lo mencionado nos conduce a la consideración de que una utilidad evidente
de emplear las láminas de tipo proyectivo en contextos psicoterapéuticos,
independientemente de su más extendido uso diagnóstico, consiste en usarlas como
medio de exploración conjunta con el paciente-cliente, como un estímulo que permite
servir de espejo en el cual la persona puede inspeccionar su interioridad en compañía y
extraer posibles comprensiones sobre sí mismo. Son así utilizadas las láminas como
pretexto o estímulo de partida cuyo fruto será objeto de investigación conjunta y de
potencial revelación. A continuación Merche nos presenta su propia formulación sobre
las láminas que ha elaborado como uno de los frutos tangibles de su trabajo sobre la
motivación en sus horizontes más elevados, y así mismo el fundamento conceptual y el
uso práctico que en su ejercicio terapéutico ella realiza.
Octavio García Pereiro
La motivación transpersonal. Una herramienta para ayudarnos a descubrir el
movimiento motivacional propio.
La otra mañana desayunando mi hijo de doce años hablaba en voz alta en un juego
conocido por los que recordamos momentos de infancia. -¿Imaginas que hubiera un chico
igual que yo en algún lugar del mundo, un clon como yo? ¿Imaginas que fuera eso lo que
hay que hacer en la vida, encontrarse a sí mismo? ¿Imaginas que fuera esa la misión de la
vida, encontrarlo y así no me moriría? ¿Podría ser, no, mama?…
Imaginar vosotros cómo podría estar yo de perpleja ante semejante juego imaginativo
conectando con esa intuición de eternidad que solo depende de encontrase a sí mismo. La
imaginación de este hijo se concretó seguidamente con los obstáculos que él podía
sospechar que impedirían este juego suculento que le presentaba aquella mañana su
imaginación. -Tal vez si lo encontrara en la china no sería como yo porque tendría los
4. ojos alargados. Él mismo se contestaba y calmaba ante tremenda dificultad, -seguro que
tendría que encontrarlo en Colombia o en Argentina o tal vez en EEUU.
Yo presenciaba ese deambular imaginativo con una reverencia ante lo que ocurría y sin
poder reaccionar mucho le pregunté: la vida es misteriosa y puede que ocurran cosas
como las que imaginamos, ¿tú lo buscarías si supieras que es verdad? Mi hijo contestó
con una condescendencia de quien escucha una evidencia, -pues claro que lo buscaría, lo
buscaría hasta encontrarlo.
El ser humano, el adulto, el anciano y por supuesto también los niños, somos seres
teleológicos, seres con un impulso de totalidad que nos dirige a sentirnos llamados por el
misterio, por la totalidad; somos impulsados por una fuerza que nos lleva hacia la
búsqueda de Unidad, una Unidad que somos y a la que pertenecemos más allá de ser
conscientes de ello.
En el contexto en el que se sitúa este trabajo, el psicológico hemos visto recorrer las
diferentes perspectivas teóricas acerca de los motivos que mueven a los seres humanos a
realizar sus proyectos de vida. La teoría de la motivación ha pasado de presentar al placer
y la libido según Freud como movilizadora de la acción humana a la imperiosa fuerza del
poder y necesidad de superioridad versus inferioridad que nos expone Adler.
Seguidamente a estos dos grandes enfoques de motivación humana como son el placer y
el poder encontramos en Frankl un tercer enfoque motivacional más abarcador como es la
búsqueda de sentido. Sin dejar de aceptar como válidas estas fuerzas movilizadoras y,
notando que cada una de ellas resulta más amplia que las anteriores y que, a su vez, las
incluye, podemos considerar que todas ellas son asumidas en la visión integral. La visión
integral considera que la fuerza motivadora última de la vida humana es la búsqueda de
Unidad, la necesidad de actualizar cada ser humano, cada adulto, anciano y niño la
naturaleza divina a la que pertenece y le es dada como propia.
Esta perspectiva teórica la podemos ver en diferentes autores como son Assagioli,
Maslow, James y por supuesto todos los incluidos en la psicología transpersonal con
Wilber como máximo representante.
Al impulso que lleva a actualizar la naturaleza divina en cada ser humano, Wilber lo
llama el proyecto Atman, se trata de una búsqueda que va a presentar una forma particular
5. de actualizarse en cada uno de nosotros. Así cada hombre, mujer, niño, anciano resuelve
su vida, sus relaciones, la organización del tiempo, los proyectos en los que se va a
implicar, el sentido que cobrará la vida, etc. de acuerdo a esta motivación y las
posibilidades de gestionarla.
Recordemos cómo en el niño de doce años con el que iniciamos la presentación se da este
anhelo de eternidad, esta necesidad de no morir se proyecta en el encuentro con un igual a
él, un clon que encontrará en algún lugar del mundo y al que estaría dispuesto a buscar si
supiera que existe de verdad. En un terreno intuitivo e imaginativo según yo lo veo, él
conecta con este anhelo de Unidad, de Plenitud y le da la forma particular posible para su
momento evolutivo.
En palabras de Wilber “Cada estadio es una búsqueda de Dios que tiene lugar en unas
condiciones que no llegan a alcanzar a Dios. El alma aspira a la Unidad a través de las
limitaciones del estadio presente, un estadio que todavía no es la Unidad.” (Wilber, 1996)
En cada estadio las circunstancias que vive una persona le impiden y a la vez muestran
caminos y soluciones a sus necesidades, por supuesto a las necesidades básicas: de
seguridad, de pertenencia, de logro, afiliación, etc. y asimismo a las necesidades
transpersonales o metamotivaciones según Maslow: de Belleza, Bondad, Verdad, Justicia,
Integridad, Unidad…
El precio del desarrollo es el enfrentamiento continuo a esta tensión existente entre la
polaridad que se nos presenta de continuo en el vivir: vida-muerte; quietud-movimiento;
equilibrio-desequilibrio; luz-oscuridad; seguridad-inestabilidad, etc. Cada nuevo
desarrollo, cada nueva etapa que enfrentamos en la vida incluye una pérdida, una muerte
que nos duele y en consecuencia, normalmente tratamos de evitar, pero sin ella no hay
nueva vida. En este proceso de búsqueda y encuentro, de renuncia y superación de las
etapas, de enfrentamiento a las crisis y sus dificultades algo que hacemos es dirigirnos
hacia el encuentro de satisfacciones y gratificaciones simbólicas que sustituyen
temporalmente el dolor y sufrimiento que conlleva el madurar, gratificaciones variadas
que nos llenan temporalmente como pueden ser el sexo, la comida, el dinero, la fama, la
erudición, el poder, etc.
6. Detrás de muchas de las energías puestas en este tipo de logros y satisfacciones que sin
duda son legítimas, se encuentra una búsqueda de la naturaleza última esencial, una
búsqueda de Unidad. De esta manera el desarrollo humano va recorriendo su trayecto de
vida trasladando esta búsqueda de Unidad de un objeto de satisfacción (necesidades
básicas) a otro. Ante aquello que le satisface, la persona se queda hasta saciarse, hasta
agotarlo; cuando esto ocurre, si no hay estancamiento se produce un traslado del proyecto
de vida dirigido en este caso a la satisfacción de un nuevo motivo de alimento vital.
Siguiendo a Maslow podemos ver el proceso motivacional como un continuo de
necesidades jerárquicas a satisfacer como son las fisiológicas, de seguridad, de
pertenencia, autoestima (estima y logro), autorrealización y finalmente las
metanecesidades que inclu a las trascendentes. (Maslow, 1991, 2001)
yen
Resulta muy gráfico en nuestro contexto clínico y formativo observar el trabajo con las
biografías personales y descubrir cómo se suceden los entusiasmos que van de dar la vida
por una nueva pareja a otra, de estar volcada en un rol profesional envidiable a una
maternidad abnegada, de una conquista por bienes y seguridad boyante a encontrar que
todo ello es hueco y no estimula para nada con esa pregunta tan temida en la franja de los
45 años ¿todo esto para qué?...
Si volvemos a Wilber veremos que esta es una de las líneas de desarrollo en su teoría
integral y que correlaciona con otras líneas como pueden ser la moral, la cognitiva, la
afectiva y la de identidad. (Wilber, 1996)
Este dato es una gran ayuda para nuestras láminas y su aplicación; a través del relato
escrito de una persona podemos observar las necesidades que están reflejándose y de qué
manera se presenta su satisfacción o insatisfacción. El umbral de necesidades que están
siendo atendidas en principio establece la hipótesis de correlación con otras líneas de
desarrollo como son la afectiva, la interrelacional, la moral, etc. Una persona puede
descubrir pistas de su nivel de desarrollo evolutivo a través de estos relatos. Este es un
presupuesto con el que funcionan las láminas que mostramos como herramienta.
Las láminas y su utilización didáctica así como lo proponemos ofrecen una oportunidad
de exponerse uno mimo a un estímulo que favorece la emergencia y expresión de material
inconsciente en forma de un relato personal. El pos
terior “diálogo” con este relato permite
ir dando cuenta a la persona de la órbita motivacional en la que se encuentra en este
momento. El trabajo con las láminas favorece encontrarse ante las respuestas de nuestro
7. inconsciente a la pregunta indirecta y subjetiva ¿por dónde me corre la vida en este
momento?
Las láminas son una invitación a descubrir la dimensión relacional de una persona. De
cómo se relaciona consigo misma, de cómo con los demás y por supuesto con la vida así
como con la trascendencia. El ser humano es un ser relacional, un ser que se relaciona
continuamente y observar cómo y desde dónde nos relacionamos resulta una clave
reveladora. Las láminas ofrecen algunas pistas de esta dimensión humana.
El movimiento que puede detectarse en las láminas de aproximación y separación, de
encuentro y desencuentro, de individualidad y pertenencia a lo grupal, entre otras,
resultan una clave diagnóstica. La búsqueda de Unión conlleva una vivencia de
separación. Nadie buscaría aquello que reconoce tener y es por ello que nos sentimos
individuos incompletos y separados incluso en muchos casos aislados. Cada etapa, cada
nivel de conciencia, desde cada diferente momento vital las necesidades de unión y
desunión, la necesidad de pertenecer o no, de que me des y de darte yo…son diferentes.
Cada etapa presenta un nuevo conflicto de relación a resolver que precisa unos recursos
diferentes para enfrentarlo. En las láminas vemos esto reflejado. Descubrimos a través del
“diálogo” con el relato y con la profundización de sus símbolos los diferentes grados que
presentan las fronteras internas, con lo que puede una persona y con lo que le duele
demasiado, con lo que reconoce de sí misma y lo que le es tan ajeno que no puede
contemplar, lo que anhela y no llega a reconocer sin embargo se siente impulsada por
ello, lo que evita, etc.
La necesidad de sentirnos formar parte de algo, de alguien, de todo, de la Totalidad de ser
UNO en la UNIDAD es un derecho y una pauta en nuestro camino de evolución personal.
Ayudarnos en este proceso es una amabilidad que nos debemos y que podemos hacer por
nosotros mismos. Reconociendo las diferentes heridas de las tantas separaciones que
hemos tenido, tenemos y tendremos nos acerca al Camino de búsqueda de sí mismo, al
encuentro de ese clon que alguno imagina perdido en algún lugar del mundo y sin
embargo se encuentra dentro de cada uno de nosotros.
El trabajo con estas láminas en primer lugar ha sido y son una gran ayuda para mí, para
mi búsqueda de sentido, de reconocimiento propio, para descubrir por dónde me corre la
vida y por dónde me escapo. Pero ha sido y es un privilegio acompañar procesos que se
8. han visto estimulados y catapultados por estas imágenes y lo que han producido a partir
de ellas. Agradezco este aprendizaje que ahora comparto con vosotros y os animo a
descubrir con ellas algunas de sus posibilidades.
Mercedes Subirana García
9. En el marco de las VI JORNADAS INTEGRALES para la
difusión de la Visión Integral de Ken Wilber y otros.
Barcelona, octubre de 2008.
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