Este documento describe la naturaleza espiritual de la lucha entre el bien y el mal. Explica que nuestra batalla no es contra personas de carne y hueso, sino contra fuerzas espirituales malignas como Satanás. También advierte que amar al mundo es oponerse a Dios y que debemos seguir a Cristo, no a las corrientes del mundo, para vencer al diablo y sus obras.
4. Efesios 6:12 Porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores
de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes.
5. Santiago 4:4 ¡Oh almas
adúlteras! ¿No sabéis que la
amistad del mundo es enemistad
contra Dios? Cualquiera, pues,
que quiera ser amigo del mundo,
se constituye enemigo de Dios.
8. Juan 8:44 Vosotros sois de vuestro padre
el diablo, y los deseos de vuestro padre
queréis hacer. Él ha sido homicida desde
el principio, y no ha permanecido en la
verdad, porque no hay verdad en él.
Cuando habla mentira, de suyo habla;
porque es mentiroso, y padre de mentira.
9. 1 Juan 3:8 El que practica el
pecado es del diablo; porque el
diablo peca desde el principio.
Para esto apareció el Hijo de
Dios, para deshacer las obras del
diablo.
15. 1 Cor. 2:12 Y nosotros no hemos
recibido el espíritu del mundo,
sino el Espíritu que proviene de
Dios, para que sepamos lo que
Dios nos ha concedido.