En una negociación, primero debemos conocer cuáles son nuestros intereses y, después, cuáles son los intereses del otro, qué necesita. En este sentido aplicar el modelo BANT a nuestra metodología de ventas contribuye en ambos sentidos a trabajar de forma más eficiente. Por un lado, porque está totalmente enfocado a conocer cuáles son las necesidades y motivaciones del posible cliente, y por otro, porque nos ayudará a saber qué probabilidades reales tenemos de cerrar una venta y, por tanto, hacer más eficientes nuestros recursos de ventas.