Tras quedar huérfanos por un incendio, los niños Baudelaire van a vivir con el Conde Olaf, quien busca apoderarse de su fortuna. Klaus, Violet y Sunny permanecen unidos ante las maquinaciones de Olaf para robarles el dinero. Aunque otros personajes como la jueza Straus y sus tutores les brindan apoyo, Olaf los persigue disfrazado para obtener la herencia.