1. Oración retiro fraterno Jueves 6 de Diciembre
Dios viene
y habita .
Lector 1: La inmediatez de la Navidad nos lleva a olvidar el
proceso del Adviento. La liturgia de estos días nos acompaña
para poner orden en el corazón y en la vida entera. Por eso,
dejemos que Dios obre y nos dé la ilusión de querer esperarle.
Exposición del Santísimo.
Lector 2: Ante la inminente llegada de alguien tan señalado como Dios, hay que preparar
nuestra casa interior para que se sienta a gusto. Pero ¿estamos a gusto con nosotros mismos?
Por tu imposibilidad para quererte y dar todo de tí... pedimos perdón.
Lector 3: – Porque ponemos nuestro interés en las cosas más que en las personas y no
valoramos bien tu nacimiento. Canto.
Lector 3: – Porque confundimos la sencillez con la inutilidad y seguimos esperando un Dios de
grandeza y portentos que nos supere. Canto.
Lector 3: – Porque nuestros preparativos son más externos que internos, como si fueras a venir
por las calles a lo grande. Canto.
Música de fondo.
Lector 4: Lectura del segundo libro de SAMUEL 7,1-5.8b-11.16
Lector 2: Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los
enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán:
Lector 3: –Mira: yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una
tienda.
Lector 2: Natán respondió al rey:
Lector 4: –Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.
Lector 2: Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor:
Lector 3: –Ve y dile a mi siervo David: «¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite
en ella? Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo
Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso
como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que
viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que animales lo aflijan como antes, desde
el día que nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus
enemigos, te haré grande y te daré una dinastía. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi
presencia y tu trono durará por siempre».
Lector 4: Palabra de Dios.
Música de fondo.
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2. Oración retiro fraterno Jueves 6 de Diciembre
Lector 1: La profecía de Natán es una enseñanza sobre el modo en el que Dios está presente en
medio del pueblo; y también una promesa que perdurará en la historia de Israel, recordada en
los momentos de mayor dificultad, como el exilio.
Lector 2: Las reticencias del profeta a construir una casa proceden del rechazo a poner la
presencia divina en un espacio cerrado y fijo, una idea que aparece en muchas ocasiones en las
narraciones bíblicas.
Lector 3: El Dios de Israel es el Dios que habita en la historia, algo que en esta tradición es
representado por la teología de la dinastía davídica. Dado que el pueblo se identifica con la
monarquía, Israel hará memoria siempre de esta promesa para mantener viva su esperanza.
Canto.
Lector 1: Pero los profetas advierten. ¡Cuidado! Dios no está en un lugar ni encerrado en una
casa. Dios vive, está, habita y pasea por toda la creación. Dios no tiene unos tiempos concretos
en los que recibe, como hace el rey, con cita previa. Dios tiene todo el tiempo. Es el Señor de la
Historia y de la Vida y del Universo.
Lector 2:Los lugares que ponemos con Él son para que nosotros tengamos unas referencias
suyas. Son signos de que está entre nosotros. Señales que nos recuerdan su presencia en
cualquier lugar y momento. Monumentos que significan un mensaje de unión entre Dios y
nosotros, entre Él y la vida, de Él y la belleza, la bondad, la apertura.
Lector 3: Son signos que nos recuerdan una labor histórica mucho más seria e importante y
bella. Construir personas para que sean templos de Dios, signos de esperanza, señales de su
presencia, referencias de su sentir, estrellas del camino que nos indiquen la dirección adecuada
para el encuentro con Él.
Lector 4:Mucho más importante que el templo de Jerusalén era, y sigue siendo, la construcción
de una comunidad que sea el signo de la vitalidad de Dios. Eso, es lo que siguen hoy diciendo los
profetas.
Salmo responsorial 88.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Anunciaré tu fidelidad a todas las edades...
Lector 5: Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Lector 5: Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad».
Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Lector 5: Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades».
Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Lector 5: Él me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora».
Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Música de fondo.
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3. Oración retiro fraterno Jueves 6 de Diciembre
Lector 4: Del Evangelio de San Lucas 1, 30- 38.
Lector 1: El ángel le contestó:
Lector 2: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por
eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar
de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para
Dios nada hay imposible.
Lector 1: María contestó:
Lector 3: Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.
Lector 1: Y la dejó el ángel.
Lector 4: Palabra del Señor.
Canto.
Lector 1: La inmediatez de la Navidad nos hace centrar la atención en los aspectos externos de
las fiestas que vamos a celebrar en medio de la crisis. Pero en los internos descubrimos que hay
mucho necesidad de Dios; sin adornos y sin bullas.
Lector 2: María lo creyó posible. No pidió varitas mágicas. Se puso a colaborar con Dios. Dijo sí a
Dios, y Dios la cambió. La hizo Madre. Y ella cambió, como persona, e hizo posible el cambio del
mundo. Eso es lo que esperamos en Navidad.
Lector 3: Alguien que nos cambie, que nos haga más personas, más humanos, porque así
seremos más signos de la presencia, y del nacimiento de Dios entre nosotros.
Lector 4: Más templos que señalan a un Dios que está entre nosotros, que no nos ha
abandonado y que nos trae la esperanza de un futuro mejor.
Peticiones.
Lector 5: Le dirigimos a Dios nuestras peticiones al prepararnos para recibirlo entre nosotros: VEN
SEÑOR A NUESTRA CASA.
Lector 3: Por los que celebramos la Navidad con más signos externos que vivencia interior,
para que nos cambies por dentro y nos hagas personas sensibles e inquietas ante los
acontecimientos del mundo. Roguemos.
Lector 3: Por quienes te piensan lejano, distante e indiferente a nuestra realidad, para que
descubran tu interés por nosotros y por todo lo que nos ocurre. Roguemos.
Lector 3: Por quienes esperan milagros físicos o químicos como actos de transformación de la
realidad, para que todos hagamos posible el cambio de la humanidad. Roguemos.
Lector 3: Por quienes viven en la soledad y la indiferencia de sus vecinos. Por quienes tienen
miedo de estas fiestas por sus evocaciones familiares.
Lector 3: Por quienes trabajarán por los demás con sus servicios de guardia. Roguemos.
Lector 3: Por quienes no tendrán turrones ni pan ni una mesa para comer con alegría. Por
quienes viven la crisis con sus consecuencias de paro, depresión y sufrimiento familiar.
Roguemos.
Lector 5: Escucha, Dios bueno, que vas a nacer entre nosotros, las peticiones que reflejan las
necesidades de un mundo que te añora y te espera.
Canto.
Padrenuestro.
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4. Oración retiro fraterno Jueves 6 de Diciembre
Bendición y Reserva.
Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendito sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la Madre de Dios la Santísima Virgen María.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José su casto esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
Oremos:
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de Tú pasión; Te pedimos
nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de Tu Cuerpo y de Tu Sangre, que
experimentemos constantemente en nosotros el fruto de Tu redención. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amén.
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