El documento describe a Dios como un buscador de lo perdido que ama y acepta a todos, incluso a aquellos que son considerados inútiles o indeseables por los humanos. Señala que para Dios, nada es insignificante y que su actitud es perdonar y tener compasión en lugar de condenar. El documento invita a los lectores a adoptar la actitud acogedora y compasiva de Dios.