El documento resume una misa del Sexto Domingo de Pascua. La homilía enfatiza el amor de Dios y el mandato de Jesús de amarnos los unos a los otros, así como la necesidad de mostrar compasión por los enfermos. La misa concluye con una bendición para vivir de acuerdo con la Palabra de Dios amando, perdonando y sirviendo a los demás.
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
GUIÓN SIN CANCIONES DE LA EUCARISTÍA DEL DOMINGO VI DE PASCUA. CICLO B.
1. SEXTO DOMINGO DE PASCUA
Un cartel preside la celebración “JESÚS ES LA SALUD”…
Monición de entrada:
El corazón es lo más bello y delicado que tenemos dentro de nosotros. Es como la raíz de nuestra
vida, como el manantial que da vida a las plantas.
Si nuestro corazón es puro, todo nuestro ser será transparente y limpio; si nuestro corazón es sencillo
y cariñoso, todo nuestro ser estará dispuesto al abrazo y al encuentro.
Vamos a sembrar en nuestro corazones semillas de amor y de paz y toda nuestra vida será una
primavera radiante y alegre y un otoño cargado de frutos abundantes. Vamos a llenar nuestros
Saludo
Padre, que tu amor, tu gracia y tu paz estén con todos vosotros…
Aspersión
(En lugar del acto penitencial de la eucaristía)
El mayor compromiso del cristiano es amarnos unos a otros. Renovamos, con la aspersión del agua
bendita nuestro bautismo, el momento en el que nos unimos a la comunidad cristiana.
Aspersión con el agua
Aspersión mientras se canta un canto bautismal. Al final, el sacerdote dice:
Que Dios nuestro Padre nos ayude a superar nuestro pecado y, nos haga dignos de participar de esta
Eucaristía.
Escuchamos la Palabra
del libro de los Hechos de los Apóstoles. (10, 25-26. 34-35. 44-48)
En aquel tiempo, entró Pedro en la casa del oficial Cornelio, y éste le salió al encuentro y se postró ante él en
señal de adoración. Pedro lo levantó y le dijo:
“Ponte de pie, pues soy un hombre como tú”.
Luego añadió:
“Ahora caigo en la cuenta de que Dios no hace distinción de personas, sino que acepta al que lo teme y
practica la justicia, sea de la nación que fuere”.
Todavía estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo descendió sobre todos los que estaban
escuchando el mensaje. Al oírlos hablar en lenguas desconocidas y proclamar la grandeza de Dios, los
creyentes judíos que habían venido con Pedro, se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se hubiera
derramado también sobre los paganos.
Entonces Pedro sacó esta conclusión:
“¿Quién puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?” Y
los mandó bautizar en el nombre de Jesucristo. Luego le rogaron que se quedara con ellos algunos días.
Palabra de Dios.
2. Salmo Responsorial Salmo 97
El Señor nos ha mostrado
su amor y su lealtad. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo
le han dado la victoria.
El Señor nos ha mostrado
su amor y su lealtad. Aleluya.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una
vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
El Señor nos ha mostrado
su amor y su lealtad. Aleluya.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y
naciones aclamen con júbilo al Señor.
El Señor nos ha mostrado
su amor y su lealtad. Aleluya.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (4, 7-10)
Queridos hijos:
Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido
de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor
que Dios nos tiene se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito, para que
vivamos por él.
El amor consiste en esto:
no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a
su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él.
Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según San Juan 15, 1-8.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más
fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en
vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmiento; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante;
porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los
echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que deseéis, y se
realizará.
3. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»
PALABRA DEL SEÑOR
Homilía
Oración de los fieles
Como aplicación del día de los enfermos, podríamos decir nombres de personas enfermas que
conocemos a las que nos tenemos que acercar como hacía Jesús.
– Te presentamos, Padre, a todas estas personas enfermas que hemos nombrado, y también aquellas
que tal vez se nos hayan olvidado. Que a través de nuestra amistad y nuestro cariño reciban tu cariño
de Padre, tu fuerza y la salud que trae Jesús. ROGUEMOS AL SEÑOR…
– Por todos los que formamos la Iglesia, para que seamos conscientes de que Jesús nos amó primero
y nos entrega su amor para que lo repartamos a los demás. ROGUEMOS AL SEÑOR…
– Por los países ricos y poderosos, para que reconozcan las injusticias que sufren los países pobres y
los traten como a sus propios países. ROGUEMOS AL SEÑOR…
– Por las personas que cuidan a los enfermos o están cerca de ellos, para que sean capaces de mostrar
el rostro de Jesús y amar a los que sufren como él lo hizo. ROGUEMOS AL SEÑOR…
– Por todos los que participamos en esta Eucaristía, para que sigamos el mandato de Jesús, y nos
amemos unos a otros como él nos ha amado. ROGUEMOS AL SEÑOR…
Te pedimos, Señor, que nos ayudes a hacerte un hueco entre nosotros, para que la fuerza de tu amor
nos inunde y seamos capaces de amar como tú nos amas. Por JNS…
Presentación de ofrendas
Pan y vino:
El pan y el vino, que en pocos minutos serán Amor con mayúscula, repartido a los hombres.
Velas:
Acercamos al altar las velas que nos dan luz para descubrir que tú nos amaste primero, y que ese
amor está vivo en cada uno de nosotros.
Prismáticos:
A veces el sufrimiento y las necesidades de los demás lo vemos como algo lejano que no va con
nosotros. Estos prismáticos sirven para que, lo que ocurre a nuestro alrededor, lo veamos muy cerca,
y lo arreglemos con mucho amor.
Prefacio…
Te damos gracias y te bendecimos, Señor,
por el amor que nos tienes,
4. por la entrega con la que tu Hijo Jesús
nos ha demostrado el amor que nos tenía.
Él no se volvió atrás
en el momento decisivo
y nos amó hasta el extremo.
Él mismo nos ha dado un mandato nuevo
de amarnos como Él nos amó.
Así nuestra vida entera
se renueva cada día.
Hoy, al celebrar tu nombre,
reconocemos nuestros límites y nuestro egoísmo,
que nos lleva a encerrarnos en nosotros mismos
y a levantar separaciones y divisiones.
Pero, dóciles a la fuerza de tu Espíritu,
caminamos hacia la unidad,
resurgiendo siempre del aislamiento
hacia un horizonte de fraternidad y unidad.
Con todos los que caminan hacia Ti
proclamamos sin cesar:
Santo, Santo, Santo…
Padrenuestro
A veces, la prueba, el dolor y la enfermedad nos llevan a pedir cuentas a Dios y nuestros corazones se
llenan de dudas y desconfianza. Hoy, en el Día del Enfermo, levantamos nuestra oración al Padre por
ellos, pero le pedimos que también nosotros seamos capaces de aceptar y vivir su voluntad: Padre
nuestro…
Nos damos la paz
Tampoco nosotros estamos exentos de tensiones, enfrentamientos y problemas. Pero ellos no se
enquistarán en nuestro corazón si dejamos que en ellos viva la paz que nos trae el Resucitado. Que la
paz del señor esté con todos vosotros…
Compartimos el pan
Comulguemos hoy el Cuerpo de Jesús como la energía que necesitamos en nuestra debilidad. Éste es
el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la mesa del Señor…
Oración
5. Señor, hoy me he dado cuenta
de que cuando los demás están tristes
Tú me envías para que les dé alegría.
Cuando mis hermanos tienen problemas,
Tú me has puesto para que les sirva de ayuda.
Cuando quienes me rodean sienten desánimo,
Tú me empujas a infundirles esperanza.
Cuando otros se sienten alejados de Ti,
Tú me incitas a que te sientan cercano.
Gracias, Señor, por dejarme ser tus pies,
tus brazos, tu boca y tu corazón.
Por JNS…
Bendición
Hermanos, amar a Dios exige cumplir sus mandamientos. Por ellos también la convivencia humana
resulta más fácil y se va construyendo la paz universal. Guardemos, a lo largo de estos días, la
Palabra de Dios, esforzándonos en amar, perdonar y servir, de forma especial a los mayores y a los
enfermos. Recordemos que nuestro mundo nos necesita para recuperar su corazón.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
Amén.
V. Podéis ir en paz. Aleluya, aleluya.
R/. Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.
6. Señor, hoy me he dado cuenta
de que cuando los demás están tristes
Tú me envías para que les dé alegría.
Cuando mis hermanos tienen problemas,
Tú me has puesto para que les sirva de ayuda.
Cuando quienes me rodean sienten desánimo,
Tú me empujas a infundirles esperanza.
Cuando otros se sienten alejados de Ti,
Tú me incitas a que te sientan cercano.
Gracias, Señor, por dejarme ser tus pies,
tus brazos, tu boca y tu corazón.
Por JNS…
Bendición
Hermanos, amar a Dios exige cumplir sus mandamientos. Por ellos también la convivencia humana
resulta más fácil y se va construyendo la paz universal. Guardemos, a lo largo de estos días, la
Palabra de Dios, esforzándonos en amar, perdonar y servir, de forma especial a los mayores y a los
enfermos. Recordemos que nuestro mundo nos necesita para recuperar su corazón.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
Amén.
V. Podéis ir en paz. Aleluya, aleluya.
R/. Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.