El documento describe la celebración de la Epifanía del Señor en una iglesia. Incluye lecturas y oraciones que conmemoran la adoración de Jesús por los Reyes Magos, quienes siguieron su estrella hasta Belén y le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra.
Epifanía del Señor. Ciclo a. Día 6 de enero del 2014
1. La Epifanía del Señor
6 de enero de 2014
Hemos visto su estrella en el oriente y venimos a
adorarlo.
2. MONICIÓN DE ENTRADA
Hoy, para pequeños y mayores es día de
ilusiones, de emociones y, también, de
desencantos.
Para todos nosotros, que nos reunimos
para la celebración de la Eucaristía, debe
ser un día especial de acción de gracias al
Señor por el gran regalo que Dios nos ha
hecho con el nacimiento de su Hijo Jesús:
la manifestación de Jesús como Salvador.
Si el día de Reyes es ocasión para:
3. * hacer "las paces" ofreciendo un regalo,
* manifestar un afecto con un obsequio,
* expresar los buenos deseos con un
recuerdo,
para nosotros, como miembros de la
familia de Dios, se nos ofrece la
oportunidad de rehacer y afianzar nuestra
amistad con Dios.
Por ello, en el día de Reyes, pedimos a
Dios el mejor regalo que podemos recibir:
"la alegría del perdón de Dios y de los
hermanos".
4. CANTO DE ENTRADA
Adeste Fideles, laeti triunphantes,
Venite, Venite in Bethlem.
Natun videte, regem angelorum.
Venite adoremus (3)
Dominum.
En grege relicto humiles ad cunas.
Vocati pastores apropperant,
Et nos ovanti, gradu festinemus.
Venite adoremus (3)
Dominum.
5. Saludo del Sacerdote:
En esta Celebración de hoy, Jesús
se presenta como la Luz del mundo
en un Niño recién nacido. Vamos a
hacernos por un día como niños,
para que la fe, el amor y la alegría
que Jesús nos trae por medio de los
Reyes Magos, esté con todos
vosotros...
6. Gloria:
Guiados por la estrella, los Magos
llegaron hasta el Portal, se llenaron de
inmensa alegría al conocer al Niño Dios
y le ofrecieron regalos: oro, incienso y
mirra. También nosotros ofrecemos
nuestra voz para unirlas a otras voces y
cantar juntos llenos de alegría...
7. Lectura del profeta Isaías 60, 1-6 del
profeta Isaías 60, 1-6
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que
llega tu luz; la gloria del Señor
amanece sobre ti!
Mira: las tinieblas cubren la tierra, y
la oscuridad los pueblos, pero
sobre ti amanecerá el Señor, su
gloria aparecerá sobre ti.
Y caminarán los pueblos a tu luz,
los reyes al resplandor de tu aurora.
8. Te inundará una multitud de
camellos, de dromedarios de
Madián y de Efá.
Vienen todos de Saba, trayendo
incienso y oro, y proclamando
las alabanzas del Señor.
Palabra de Dios.
10. Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al
hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con
justicia, a tus humildes con rectitud.
R. Se postrarán ante tí, Señor, todos los
reyes
de la tierra.
Que en sus días florezca la justicia y la paz
hasta que falte la luna; que domine de mar
a mar, del Gran Río al confín de la tierra.
R. Se postrarán ante tí, Señor, todos los
reyes de la tierra.
11. Que los reyes de Tarsis y de las islas le
paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia le
ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes, y
que todos los pueblos le sirvan.
R. Se postrarán ante tí, Señor, todos los
reyes de la tierra.
12. Él librará al pobre que clamaba, al afligido
que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente, y
salvará la vida de los pobres.
R. Se postrarán ante tí, Señor, todos los
reyes ra
13. Lectura de la carta de San Pablo a los
Efesios 3, 2-3a. 5-6
Hermanos: Habéis oído hablar de la
distribución de la gracia de Dios que se me ha
dado en favor vuestro.
Ya que se me dio a conocer por revelación el
misterio, que no había sido manifestado a los
hombres en otros tiempos, como ha sido
revela-do ahora por el Espíritu a sus santos
apóstoles y profetas: que también los gentiles
son coherede-ros, miembros del mismo
cuerpo y partícipes de la promesa en
Jesucristo, por el Evangelio. Palabra de Dios
15. Lectura del Santo Evangelio según San
Mateo 2, 1-12
Jesús nació en Belén de Judea en tiempos
del rey Herodes.
Entonces, unos magos de Oriente se
presentaron en Jerusalén preguntando: -«
¿Dónde está el Rey de los judíos que ha
nacido? Porque hemos visto salir su estrella
y venimos a adorarlo.»
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y
todo Jerusalén con él; convocó a los sumos
sacerdotes y a los escribas del país, y les
preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
16. Ellos le contestaron: -«En Belén de Judea,
porque así lo ha escrito el profeta:
"Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni
mucho menos la última de las ciudades de
Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el
pastor de mi pueblo Israel."»
Entonces Herodes llamó en secreto a los
magos para que le precisaran el tiempo en
que había aparecido la estrella, y los mandó
a Belén, diciéndoles:
-«Id y averiguad cuidadosamente qué hay
del niño y, cuando lo encontréis, avisadme,
para ir yo también a adorarlo.»
17. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en
camino, y de pronto la estrella que habían
visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino
a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa
alegría. Entraron en la casa, vieron al niño
con María, su madre, y cayendo de rodillas lo
adoraron; después, abriendo sus cofres, le
ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo,
para que no volvieran a Herodes, se
marcharon a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor
18. CANTO DE OFERTORIO
Noche de Dios, noche de paz:
claro sol brilla ya,
y los ángeles cantando
están:
"Gloria a Dios, gloria al
Rey eternal".
Duerme el Niño Jesús (bis)
2.Noche feliz de Navidad:
viene Dios a salvar.
Nochebuena en que
alumbra el Amor
el misterio escondido de
Dios.
Duerme el Niño Jesús (bis)
20. Canto de comunión
1.El camino que lleva a Belén. Baja hasta el valle
que la nieve cubrió. Los pastorcillos quieren ver a
su Rey;
Le traen regalos en su humilde zurrón;
rom pom pom pom (bis).
Ha nacido en un portal de Belén el Niño Dios.
2. Yo quisiera poner a tus pies, algún presente que
te agrade, Señor, más tú ya sabes que soy pobre
también
y no poseo más que un viejo tambor,
rom pom pom pom (bis).
En tu honor, frente al portal, tocaré con mi tambor.
21. Bendito seas, Señor Dios, Padre de todos
los hombres, porque tu amor salvador no
tiene fronteras de raza ni lengua.
Hoy alcanza a todos los pueblos tu salvación
por Cristo.
Él ha dejado su obra y evangelio en nuestras
manos, como ascuas encendidas para
prender fuego a la tierra. Pero nosotros
somos luz que se esconde y sal desvirtuada.
22. Perdona nuestra cobardía y comodidad que
todo lo malogra, y llénanos de la fuerza,
valentía y audacia de tu Espíritu para poder
manifestar hoy tu rostro a nuestros
hermanos que preguntan por ti en la desierta
soledad de tu ausencia.
Así te manifestaremos presente hoy entre los
hombres. Amén.