La literatura española se originó en Hispania, la península Ibérica conquistada por los romanos. Inicialmente, los libros se escribieron en latín pero luego los visigodos establecidos en Hispania continuaron la literatura hispano-latina y también hubo comunidades judías que mantuvieron sus costumbres y lengua al escribir. Algunos códices contenían versiones de la Biblia en lenguas romances como el castellano.