SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 20
Baixar para ler offline
Algunas reflexiones sobre los estudios rurales
en América Latina
Some Reflections on Rural Studies in Latin America
Cristóbal Kay
Institute of Social Studies, La Haya

Email: kay@iss.nl

Fecha de recepción: febrero de 2007
Fecha de aceptación final: julio de 2007


Resumen
En este ensayo se analizan algunos de los principales temas de investigación en los estudios ru-
rales sobre América Latina durante las últimas dos a tres décadas. Las transformaciones en la
economía y sociedad rural provocadas por el proceso de la globalización neoliberal y las pro-
testas socio-políticas de campesinos, indígenas y mujeres contra la discriminación y las políti-
cas neoliberales impregnan los estudios rurales. La perspectiva de análisis de la “nueva rurali-
dad” es vista por muchos investigadores como la mejor forma de captar los cambios y para di-
señar políticas públicas pro-campesinas. También se examina la diferenciación campesina, la
brecha entre la economía campesina y la empresarial, la feminización y precarización del tra-
bajo rural, las relaciones rural-urbanas, el movimiento campesino e indígena, la reforma agra-
ria y la pobreza rural.

Palabras clave: Campesinado, indígenas, nueva ruralidad, cambio agrario, movimientos
campesinos, sociología rural, neoliberalismo, América Latina.

Abstract
This essay analyses some of the principal research themes of rural studies on Latin America dur-
ing the last two to three decades. The transformations in the rural economy and society en-
gendered by the process of neoliberal globalization and the sociopolitical protests of peasants,
indigenous peoples and women against discrimination and neoliberal policies infuse rural stud-
ies. The analytical perspective of the “new rurality” is seen by many researchers as the best ap-
proach for capturing these changes and designing pro-peasant public policies. Other themes
examined here are peasant differentiation, the gap between peasant and capitalist farming, the
feminization and flexibilization of rural labour, urban-rural relations, peasant and indigenous
movements, agrarian reform and rural poverty.

Keywords: Peasantry, Indigenous Peoples, New Rurality, Agrarian Change, Peasant Movements,
Rural Sociology, Neoliberalism, Latin America.




               Iconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 29, Quito, septiembre 2007, pp. 31-50
                 © Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador.
                                               ISSN: 1390-1249
Cristóbal Kay


        l propósito de este artículo es presen-           estudios rurales disminuye y surgen diversas

E       tar una reflexión sobre los estudios ru-
        rales en América Latina desde el giro
neoliberal y a partir de la década de los
                                                          interpretaciones nuevas entre las cuales figura
                                                          el postmodernismo con su visión relativista,
                                                          culturalista e individualista. Los análisis es-
ochenta del siglo pasado. No se pretende                  tructuralistas y totalizadores son criticados
hacer un balance ya que ello requeriría un ar-            como dogmáticos o tautológicos y son des-
tículo de mayor envergadura y profundidad.                plazados por los nuevos estudios que enfati-
Para tal efecto se puede consultar las excelen-           zan la agencia y las capacidades de los sujetos
tes compilaciones editadas por Piñeiro                    para crear sus propias estrategias de vida y a
(2000), Bendini et al. (2003) y Ramírez y                 través de sus múltiples intervenciones trans-
Rubio (2006) así como también los trabajos                formar su entorno y quizás el más allá.
de Gómez (1992), Murmis (1994a, 1994b),
Plaza (1998), Kay (2001), Bengoa (2003),
Brass (2003) y Brumer y Piñeiro (2005). El                Neoliberalismo
objetivo de este ensayo es más bien analizar              y nueva ruralidad
algunos de los temas principales de investiga-
ción y enfoques que se han desarrollado en las            Las políticas económicas neoliberales acelera-
últimas décadas sobre la cuestión agraria en la           ron procesos de transformación ya en marcha
región. Sin duda, mi visión es parcial y otros            y a su vez produjeron nuevos cambios. Un as-
autores tendrán diferentes énfasis e interpre-            pecto central del giro neoliberal y de la glo-
taciones sobre los estudios rurales. Pero tam-            balización es la liberalización de los mercados
bién se pretende estimular el debate para así             que significa tanto extender como profundi-
reforzar las reflexiones sobre la temática.               zar las relaciones mercantiles en todos los ám-
    Con la creciente aplicación de políticas              bitos posibles. Para captar dichos fenómenos
neoliberales y el fin de la guerra fría, las gran-        surgen una serie de estudios desde los 1990s
des teorías y abstracciones pierden influencia.           que se pueden englobar bajo el término de la
Los polémicos e interminables debates sobre               “nueva ruralidad” y que ha adquirido cierta
los modos de producción y las formaciones                 popularidad en los estudios rurales (Llambí
sociales se desvanecen y surgen estudios más              1994, Arias 2006). El énfasis principal en di-
específicos sobre una gran diversidad de                  chas investigaciones está en ampliar la visión
temas. Por cierto que dichos cambios a nivel              del campo de lo agrario a lo rural, en enfati-
teórico y de las temáticas de investigación de            zar la multifuncionalidad de los espacios ru-
alguna manera reflejan ciertas transformacio-             rales debido a la creciente importancia de las
nes de la realidad tanto a nivel nacional como            actividades no agrarias y de la más fluida e in-
global. La creciente presencia del movimien-              tensa interrelación entre lo rural y lo urbano
to de las mujeres y de las movilizaciones de              y lo local con lo global, y en remarcar los sig-
los pueblos indígenas se refleja en la explosión          nificativos cambios en los patrones culturales
de los estudios sobre género e indígenas. La              y de vida rurales (Llambí 2004). Aunque no
crisis del socialismo real con el colapso de los          se podría decir que estos estudios representan
sistemas de planificación centralizada y la ex-           un cambio paradigmático, ya que en general
tensión de las relaciones capitalistas por todos          no pretenden generar una nueva teoría, pero
los rincones del mundo y su profundización a              sí indican un cambio de visión que se sinteti-
raíz de la globalización neoliberal dificultan            za en el concepto de la “nueva ruralidad”
cualquier alternativa al sistema capitalista.             (Giarracca 2001, Pérez et al. 2001, Clemens y
Así, la influencia de la teoría marxista en los           Ruben 2001, Pérez y Farah 2004).


                                                     32
                                      ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina


    Los nuevos ruralistas llaman la atención a          de reproducción y tales actividades sólo les
la pluriactividad de los hogares campesinos             permiten la sobrevivencia y por tanto no es
que están involucrándose cada vez más en                una política de desarrollo. Sólo una minoría
una variedad de actividades no agrícolas pro-           de campesinos, aquellos con suficiente acceso
ductivas y de servicios en el ámbito rural,             a recursos productivos, pueden a través de di-
tales como artesanías, pequeños talleres y mi-          chas actividades no agropecuarias lograr me-
croempresas manufactureras, comercio y tu-              jorar sus niveles y calidad de vida (Martínez
rismo. Algunos miembros de los hogares fa-              2000). En cierto modo, la nueva ruralidad es
miliares trabajan también como jornaleros en            el resultado del neoliberalismo y promover la
empresas agroindustriales, obras de construc-           pluriactividad sin cambiar el contexto es re-
ción de caminos y viviendas, granjas capita-            producir el neoliberalismo y con ello la ex-
listas y otras actividades. Cada vez más muje-          plotación y el despojo campesino.
res participan en el mercado de trabajo asala-              Hay otra vertiente en los estudios sobre la
riado, especialmente en las nuevas exporta-             nueva ruralidad que elaboran alternativas con
ciones de productos agrícolas no tradicionales          un cuestionamiento más explícito de las polí-
frutihortícolas y florícolas, aunque muy a me-          ticas neoliberales y con el afán de alentar un
nudo en forma precaria y con salarios míni-             proceso de desarrollo centrado en la agricul-
mos (ver artículo de Korovkin y Sanmiguel               tura campesina. O sea plantean una visión
en este número).                                        “campesinista” que, sin desconocer el mérito
    Sin embargo, algunos autores cuestionan             de las actividades no agropecuarias, enfatiza
la trascendencia de la nueva ruralidad, argu-           la producción de alimentos de mejor calidad,
mentando que los fenómenos descritos son                la agricultura orgánica, la promoción de los
más bien una expresión de viejos rasgos en el           conocimientos y habilidades productivas, la
contexto de la globalización y no representan           creación de nuevos mercados nicho, entre
necesariamente nuevos elementos (Riella y               otras propuestas (Barkin 2001). El propósito
Ro m e ro 2003, Bendini 2006). Según Se r g i o         es fortalecer la economía campesina dentro
Gómez (2002), la mayoría de los aspectos de             de un modelo alternativo en el cual se apoyan
la así denominada “n u e va ruralidad” estaban          las iniciativas locales y se propugna el desa-
ya presentes con anterioridad al neolibera-             rrollo endógeno para lograr una mayor parti-
lismo.                                                  cipación social, control local y autogestión
    A mi juicio, existe cierta ambigüedad               sobre el territorio por parte de la comunidad
entre los nuevos ruralistas en cuanto al diseño         campesina (North y Cameron 2003).
de las políticas públicas. Algunos autores cri-             Se puede observar cierta influencia en esta
tican a los gobiernos y a las organizaciones no         visión de la literatura sobre descentralización
gubernamentales (ONGs) por seguir priori-               y desarrollo territorial rural y en especial de
zando las actividades productivas agropecua-            las propuestas del movimiento zapatista en
rias en sus proyectos de desarrollo rural (en la        Chiapas. Pero para que tal visión campesinis-
medida que todavía existen en el contexto ne-           ta de la nueva ruralidad se logre materializar
oliberal), en vez de fomentar las nuevas acti-          y para que beneficie a todos los campesinos es
vidades no agropecuarias que ofrecen mayo-              necesario una nueva reforma agraria que
res perspectivas de empleo y de generación de           transfiera no sólo tierra a los sin o con insufi-
ingresos. Dicha posición me parece paradóji-            ciente tierra sino también recursos financie-
ca en el sentido que para la mayoría de los             ros y tecnológicos. También es necesaria una
campesinos su creciente participación en acti-          inserción más equitativa de los campesinos en
vidades no-agropecuarias obedece a su crisis            los mercados tanto de productos como de los


                                                   33
                                    ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Cristóbal Kay


factores productivos que sólo se puede lograr           de los grandes granjeros, muchos de ellos de
desarrollando sus organizaciones. Sólo con el           origen latifundista (Kay 1988).
empoderamiento de los campesinos, en alian-                 En la búsqueda del sustento de vida, un
za con otros sectores sociales progresistas, es         número creciente de pobladores rurales em-
posible que ellos negocien mejores condicio-            prenden migraciones temporales o a más
nes en sus relaciones tanto con el mercado              largo plazo a otras áreas rurales o hacia áreas
como con el Estado.                                     urbanas. También las migraciones a otros pa-
                                                        íses, donde la mayoría trabaja como asalaria-
                                                        dos, son cada vez más frecuentes. Aquellos
La diferenciación campesina                             que emigran, envían remesas a los miembros
                                                        de sus familias campesinas. De este modo, las
Las políticas neoliberales han dado un nuevo            actividades y fuentes de ingresos de los hoga-
impulso a la diferenciación campesina. La               res campesinos se han diversificado
creciente pauperización de los campesinos               significativamente. Para muchos hogare s
debido a su cada vez menor acceso a los re-             campesinos los ingresos no agropecuarios ya
cursos productivos, especialmente la tierra,            superan los ingresos provenientes de las acti-
los obliga a buscar otras oportunidades de              vidades agropecuarias del predio. Entre los
empleo e ingresos. Generalmente sólo logran             ingresos extra-parcelarios predominan cada
asalariarse en condiciones muy precarias, es            vez más los ingresos provenientes de activida-
decir en empleos temporales mal remunera-               des asalariadas y las remesas de los emigrantes
dos. Por tanto la pluriactividad es sólo un me-         (Reardon et al. 2001). Los pocos estudios que
canismo de sobrevivencia para los campesinos            existen sobre el uso de las remesas indican
pobres. En cambio aquellos hogares campesi-             que generalmente son destinadas a la compra
nos con mayores recursos productivos y con              de bienes de consumo y al mejoramiento de
mejores niveles de educación logran insertar-           las viviendas en vez de invertirse en activida-
se en otras actividades productivas más renta-          des productivas. Se crea así una dependencia
bles que la agropecuaria a través de sus activi-        de los hogares campesinos de las remesas.
dades micro e m p resariales y comerc i a l e s         Algo similar ocurre a nivel nacional. En va-
(Dirven 2004a). En caso de asalariarse logran           rios países las remesas ya constituyen la se-
acceso a empleo de mayor calidad y producti-            gunda fuente de ingresos de divisas del país
vidad, que requiere mayores niveles de califi-          superando en algunos casos el valor de las ex-
cación y, por tanto, redunda en mayores sala-           portaciones agropecuarias. Los gobiernos se
rios que los obtenidos por los campesinos               han percatado tardíamente de esta situación y
más pobres (Reardon et al. 2001).                       por lo general todavía no se han diseñado po-
    Por lo tanto, para los campesinos ricos la          líticas públicas para proveer incentivos para el
pluriactividad es una oportunidad para la               uso productivo de tales remesas.
acumulación de capital y para su ascenso eco-
nómico y social. Debido a que son una mi-
noría y a la luz de la gran desigualdad en la           La brecha entre la economía empresarial
distribución de la tierra, esta oportunidad de          y la economía campesina
acumular capital es insuficiente para generar
un proceso de desarrollo capitalista en el agro         Las políticas neoliberales han profundizado
desde abajo. O sea, la vía campesina al capi-           las desigualdades entre las granjas capitalistas
talismo agrario sigue subordinada, incluso              y las parcelas campesinas (Rubio 2003). La
cada vez más, a la vía capitalista desde arriba         promesa de los neoliberales era que la libera-


                                                   34
                                    ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina


lización de los mercados beneficiaría al sector        bientales aún son inciertos. La soya también
agrícola, que según ellos sufrió discrimina-           ha desplazado otros cultivos, tales como el
ción durante el período de industrialización           trigo que es el ingrediente básico para los pro-
por sustitución de importaciones (ISI), por-           ductos alimenticios basados en la harina. La
que se reforzarían las ventajas comparativas           gran demanda por tierra de la soya también
del sector agropecuario. Con ello se dinami-           ha provocado el desplazamiento de cientos de
zaría la agricultura y en especial sus exporta-        miles de productores campesinos, ya sea por
ciones que también beneficiaría a los campe-           la venta de sus tierras o por otros medios de
sinos tanto a través del crecimiento de sus ex-        presión, que no siempre son legítimos. Todo
portaciones en su calidad de productores               esto ha afectado la seguridad alimentaria en
como por las mayores oportunidades de em-              dichos países y ha creado inseguridad en las
pleo y aumento en los salarios en su calidad           zonas rurales (Teubal et al. 2005).
de asalariados. Sin embargo, el desempeño                  En el caso de la fruticultura la situación
del sector agropecuario en cuanto a creci-             también favorece a los productores con capi-
miento económico y creación de empleos ha              tal, pero a través de los contratos con la
sido inferior en el período neoliberal compa-          agroindustria frutícola existen ciertas posibili-
rado con el período del desarrollo hacia aden-         dades para la economía campesina. Sin em-
tro o de la ISI (David 2001).                          bargo, en la mayoría de los casos dichos con-
    Es cierto que las exportaciones agropecua-         tratos favorecen a la agroindustria y los ries-
rias no tradicionales, tales como las frutas,          gos son generalmente asumidos por los cam-
hortalizas, flores y la soya han prosperado en         pesinos. La evidencia indica que son pocos
las últimas décadas y en algunos casos inclu-          los campesinos capaces de insertarse en la fru-
so han superado el valor de las exportaciones          ticultura y aquellos que logran hacerlo a tra-
tradicionales tales como el azúcar, café y ba-         vés de los años entran en quiebra por las deu-
nano. Pero los beneficiarios fueron los pro-           das acumuladas o revierten a sus cultivos tra-
d u c t o res capitalistas y los conglomerados         dicionales (Murray y Silva 2004).
agroindustriales transnacionales. Sólo en al-              En los cultivos hortícolas la economía
gunas instancias puntuales algunos producto-           campesina tiene mejores posibilidades com-
res campesinos lograron captar parte de los            petitivas, pero éstas se manifiestan más en la
beneficios.                                            producción para el mercado doméstico. El
    La soya ha tenido un crecimiento explosi-          mercado de exportación es más exigente en
vo, siendo los productores principales Brazil y        términos de calidad, controles fitosanitarios,
Argentina quienes dominan el mercado mun-              acceso a los compradores tales como las gran-
dial, habiendo desplazado a los Estados                des cadenas de supermercados, etc. Todos
Unidos (EEUU). Bolivia, Paraguay y Uru-                estos requerimientos favorecen a la agroin-
guay también son exportadores importantes              dustria que tiene los capitales y conocimien-
del producto. El cultivo de la soya favorece la        tos, realiza el procesamiento y otras etapas de
gran agricultura por la existencia de econo-           la cadena productiva donde captura la mayor
mías de escala y por ser un cultivo extensivo          parte del valor agregado y de las ganancias.
y por la mecanización, se crean muy pocos              Cuando contrata la producción prefiere ha-
empleos por hectárea cultivada. Además, las            cerlo con los grandes productores. Aquellos
consecuencias ecológicas son preocupantes,             pequeños productores que entran en una re-
ya que su expansión ha ampliado la frontera            lación con la agroindustria están expuestos a
agrícola destrozando bosques y por el domi-            sus abusos. Las relaciones de poder de nego-
nio de la soya transgénica cuyos efectos am-           ciación son muy desiguales y el Estado gene-


                                                  35
                                    ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Cristóbal Kay


ralmente no se interesa en reglamentar los             La feminización del trabajo
contratos o es incapaz de hacerlo.                     asalariado rural
    La otra cara de la liberalización es que ha
facilitado la importación de alimentos. Es re-         El surgimiento del movimiento feminista ha
conocido que los altos subsidios recibidos por         estimulado una serie de estudios sobre la
los productores en los países desarrollados            mujer rural y ha presionado a los gobiernos a
crean una competencia desleal con los de los           introducir legislación a favor de la equidad de
países subdesarrollados. La creciente importa-         género. Destacan los trabajos sobre las histo-
ción de alimentos baratos, especialmente de            rias de vida, tanto de líderes campesinas e in-
los EEUU y la Unión Europea (UE), ha lle-              dígenas como de otras mujeres en sus varios
vado a la ruina a muchísimos productores               quehaceres, los análisis sobre su creciente par-
campesinos e incluso ha provocado dificulta-           ticipación en el mercado laboral, las relacio-
des para los productores capitalistas. Pero los        nes domésticas, la violencia contra la mujer,
granjeros capitalistas han tenido más posibili-        su discriminación en cuanto al acceso a los re-
dades de responder frente al reto de las im-           cursos productivos, su doble jornada de tra-
portaciones baratas ya que tienen los medios           bajo, entre otros aspectos de sus vidas. Las
económicos para incrementar la eficiencia              agencias internacionales de cooperación y las
productiva o reconvertir su producción hacia           instituciones nacionales ofrecen más recursos
p roductos más re m u n e r a t i vos como, por        para la investigación sobre las relaciones de
ejemplo, cambiar del cultivo de cereales al            género y también para proyectos de desarro-
cultivo de los productos de agroexportación            llo enfocados a aumentar las capacidades de
no tradicionales.                                      las mujeres en sus varios contextos tanto pro-
    En breve, los productores campesinos son           ductivos como sociales y políticos. Muchos
asediados en el mercado doméstico tanto por            países introducen legislación para eliminar la
las importaciones de alimentos baratos como            discriminación contra la mujer y facilitar su
por los productores capitalistas internos que          empoderamiento. Así, por ejemplo, en los
logran ser más competitivos que los campesi-           proyectos de registro, saneamiento y titula-
nos a través de la biotecnología y otras inno-         ción de tierras que se han introducido en la
vaciones tecnológicas que requieren de una             mayoría de los países latinoamericanos en las
serie de recursos de difícil acceso para los           últimas décadas, se ha estimulado la titula-
campesinos. A su vez las nuevas oportunida-            ción conjunta o mancomunada del predio a
des abiertas a las exportaciones agropecuarias         nombre de la pareja y en caso de los hogares
no tradicionales son de difícil acceso directo         dirigidos por mujeres reforzar sus derechos
para los campesinos. En caso de lograr su in-          sobre la propiedad (Deere 2001, Deere y
serción en dicho mercado es a través de la             León 2001, Lastarria et al. 2003).
agroindustria que capta la mayor parte de los              La feminización de la agricultura se debe a
posibles beneficios. La participación campesi-         la crisis de la economía campesina causada
na en dichas exportaciones es principalmente           tanto por la creciente escasez de tierra a su
como asalariados de las empresas productoras           disposición como por la política neoliberal
y procesadoras de dichos productos. Por                que no la favorece. Ello ha forzado a los
todas estas razones la globalización neoliberal        miembros del hogar a ampliar sus opciones
está generando una “agricultura a dos veloci-          de ingreso lo que ha tenido varios efectos
dades” aumentando así la brecha entre los              sobre las mujeres. Con los ajustes estructura-
productores capitalistas y los campesinos.             les de los 1980s, los gobiernos trataron de es-
                                                       timular las agroexportaciones para lograr ma-


                                                  36
                                    ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina


yores ingresos en divisas para el pago de la            laborales. Ello ha llevado a muchos abusos
deuda externa. Con el arranque de las agroex-           por parte de los empleadores que se han apro-
portaciones no tradicionales, que tienden a             vechado de la mano obra barata para mejorar
ser intensivas en el uso de mano de obra, se            su competitividad en el mercado y aumentar
abrieron nuevas posibilidades de trabajo asa-           sus ganancias. Sin embargo, muchas mujeres
lariado para la mujer, aunque muchas veces              valoran su participación en el mercado laboral
sólo temporalmente. Muchos hombres se                   ya que les da una fuente de ingreso propia con
d e s p l a z a ro geográficamente emigrando a
                 n                                      la cual pueden negociar mejores relaciones
otras regiones o a otros países en busca de em-         con los hombres y les da un espacio de acción
pleo con lo cual la jefatura del hogar campe-           fuera de la dominación patriarcal en el hogar.
sino fue asumida por la mujer quien general-                Es difícil saber en qué medida ha mejora-
mente se hizo cargo de las actividades agrope-          do la situación de la mujer rural y si las re l a-
cuarias en la finca campesina.                          ciones de género se han vuelto más equitati-
     Con el despegue de las agroexportaciones           vas. Sin duda que la mujer tiene hoy en día
no tradicionales, la participación de la mujer          una mayor presencia en los estudios y en la so-
en la horticultura, floricultura y fruticultura         ciedad y es probable que algunos progresos en
es especialmente evidente y particularmente             su condición se hayan materializados
en la agroindustria de empaque y procesado-             (Hamilton 1998). O sea, lo nuevo reside en
ra. Se estima que las mujeres proporcionan al-          que la participación de la mujer en el trabajo
rededor de la mitad de la mano de obra en las           se ha hecho notoriamente más visible al ocu-
actividades agrícolas y la gran mayoría de la           par una posición tan clave en el sector más di-
mano de obra en las actividades agroindus-              námico de la agroexportación comparado con
triales de estos cultivos (Deere 2006). Los             su invisibilidad o subvaloración de su trabajo
empleadores favorecen el empleo de las muje-            no remunerado tanto en los quehaceres del
res por su mayor disposición a trabajar tem-            hogar como en las actividades en el predio.
poralmente, su mejor rendimiento en el tra-             Sin embargo, se ha observado que en muchos
bajo, manipulación más cuidadosa de los pro-            casos la mayor incorporación de la mujer en el
ductos perecederos como las flores, su perci-           m e rcado laboral ha significado una mayor in-
bida mayor docilidad y menor presión por                tensidad de su trabajo y una jornada más larga
organizarse en sindicatos y porque sus salarios         -“la doble jornada”- ya que el hombre gene-
tienden a ser más bajos que los percibidos por          ralmente no ha aumentado significativamente
los hombres. Las condiciones de empleo son              su participación en las actividades del hogar.
muy precarias. Los contratos, si es que exis-
ten, favorecen al empleador y dan poca pro-
tección laboral. Los pocos empleos perma-               La precarización del trabajo rural
nentes tienden a ser reservados para los hom-
bres (Barrientos et al. 1999, Korovkin 2003,            La precarización y flexibilización del mercado
y Korovkin y Sanmiguel en este número de                laboral es una característica notoria de la glo-
Iconos).                                                balización neoliberal que afecta a todos los
     La legislación social en cuanto a salario          s e c t o res pro d u c t i vos y a ambos géneros
mínimo, maternidad, accidentes de trabajo,              (Rubio et al. 2002). Con la transformación
jubilación, seguro social, derecho a sindicali-         de la hacienda tradicional en empresa capita-
zación y a la huelga, etc. es muy deficiente. El        lista, que está expuesta a la competencia del
Estado por lo general no asume una actitud              mercado global y que ha perdido muchos de
activa en cuanto a la defensa de los derechos           los privilegios económicos, sociales y políticos


                                                   37
                                    ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Cristóbal Kay


de los antiguos latifundistas, se han modifica-            lizadas en el sector rural. Ello ha atraído no
do profundamente las relaciones de trabajo                 solamente a las mujeres al mercado laboral,
en la agricultura. La cesión de un pedazo de               sino también a trabajadores urbanos, ya que
tierra a los campesinos de la hacienda (lláme-             muchas veces los pobladores de bajos ingresos
se inquilino, pongo, peón acasillado, colono,              viven en la periferia de los centros urbanos y
etc.) para su usufructo, como forma de pago                en ciudades intermedias, y son a veces mi-
por sus servicios de trabajo para el patrón, y             grantes recientes del campo a la ciudad y -por
la mediería casi han desaparecido. Las relacio-            la falta de oportunidad de empleo en la ciu-
nes de servidumbre, a pesar de su carácter                 dad- trabajan temporalmente en el campo
abusivo, proporcionaban a la familia campe-                compitiendo con la mano de obra rural. Ello
sina un medio de subsistencia y cierta estabi-             ha llevado a la proliferación de los contratis-
lidad. La expulsión de los trabajadores con                tas que se especializan en buscar trabajadores
derechos de usufructo a la tierra y su trans-              para las empresas.
formación en asalariados los ha expuesto a los                 A veces el empleador o contratista tienden
vaivenes y caprichos del mercado. Las políti-              a desarrollar relaciones clientelares con el tra-
cas neoliberales incluso han modificado la le-             bajador, para disciplinarlos e incentivarlos
gislación laboral quitando derechos ya adqui-              con el fin de asegurarse una oferta de mano
ridos por los trabajadores para facilitar su ex-           de obra segura y de buena calidad. En tales si-
plotación, aumentar las ganancias, estimular               tuaciones es posible hablar de “trabajo tem-
la inversión y con ello el crecimiento.                    poral permanente” que, por cierto, es muy
    Algunos autores han caracterizados esta                ventajosa para el empresario ya que no nece-
nueva agricultura como “posfordista”, que está             sita cargar con los costos de mano de obra du-
integrada al mercado mundial, produciendo                  rante el tiempo muerto, evita o evade los cos-
una variedad de nuevos productos para los                  tos de seguro social, maternidad, indemniza-
mercados cada vez diversificados, cambiantes               ción, jubilación, entre otros, y le facilita el
y sofisticados, especialmente en los países de-            control social sobre los trabajadores.
sarrollados (Lara 1999, Phillips 2006). Se tra-                Debido al excedente de mano de obra, la
taría de una agricultura sometida a las cadenas            situación de los trabajadores es muy vulnera-
productivas controladas por los conglomera-                ble y por ello se ven obligados a someterse a
dos agroindustriales, en la cual diversos esla-            las condiciones más precarias y flexibles del
bones del proceso pro d u c t i vo están localiza-         mercado neoliberal. Las empresas buscan la
dos en los lugares más competitivos del                    mayor flexibilidad ya que con la globalización
mundo. La re volución en el transporte, re f r i-          la competencia internacional es más intensa,
geración y distribución (con el creciente con-             por la estacionalidad de la producción agríco-
trol de los supermercados) junto a los cambios             la, por las fluctuaciones las cosechas y en la
en los hábitos de consumo exigen una mayor                 demanda y por el carácter más perecible de
flexibilización, coordinación e integración de             las agroexportaciones no tradicionales. Con
los varios eslabones de la cadena pro d u c t i va.        ello las empresas buscan minimizar los riesgos
Ello ha conducido a la modificación de las re-             y lograr una mayor capacidad de reacción
laciones laborales haciéndolas más flexible,               frente a las situaciones cambiantes con el ob-
precarias y temporales (Lara 1998).                        jetivo de siempre de maximizar sus ganancias.
    Con el desarrollo de las cadenas producti-             Los mercados laborales se han vuelto más seg-
vas, el trabajo en el predio asume menor im-               mentados con la segregación ocupacional por
portancia y se abren posibilidades de trabajo              sexo que permite el empleo de mujeres en
fuera del predio que parcialmente están loca-              condiciones más desfavorables que el empleo


                                                      38
                                       ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina


de hombres. También se ha vuelto más                    visión y la explosión de los nuevos medios de
común la remuneración a destajo o por tarea,            comunicación tales como los teléfonos móvi-
lo que tiende a intensificar el ritmo de traba-         les o celulares y el internet intensifican la in-
jo y/o a alargar la jornada de trabajo con el           fluencia de la cultura urbana y global en el
consiguiente mayor desgaste físico de la per-           medio rural. Pero, a su vez, el campo también
sona. No sorprende por tanto que algunos                logra una mayor difusión en las ciudades.
autores denominen esta situación de “flexibi-           Varios programas de gobierno también tratan
lización primitiva o salvaje” ya que el costo de        de comunicar una nueva imagen del campo,
la globalización neoliberal lo asumen los tra-          por ejemplo, a través de los programas educa-
bajadores y las ganancias las empresas, repro-          tivos e interculturales. El desarrollo del turis-
duciéndose así la ya muy desigual distribu-             mo rural y ecológico es otra fuente de comu-
ción del ingreso (Lara 1995).                           nicación rural-urbana. También crecen y sur-
                                                        gen nuevas ciudades intermedias con el con-
                                                        tinuo crecimiento demográfico y con la trans-
Las nuevas relaciones rurales-urbanas                   formación de la hacienda en empresa capita-
                                                        lista. Los trabajadores permanentes, los cuales
La dualidad rural-urbano tan notoria en el              eran parcialmente remunerados con acceso a
pasado, aunque todavía no se desvanece, sí              una vivienda, a un pedazo de tierra y/o pastos
adquiere nuevas características por la mayor            de la hacienda y por tanto residían dentro de
interrelación y fluidez rural-urbana, la forma-         la hacienda, son expulsados. Algunos de ellos
ción de los nuevos espacios periurbanos y la            se trasladan a dichas ciudades intermedias o a
c reciente pluriactividad (Neimann y                    pequeños centros urbanos porque quedan
Craviotti 2005). Con las altas tasas de migra-          más cercanos a sus lugares de trabajo, incluso
ción rural-urbanas durante el último medio              trabajando para el antiguo patrón, pero ahora
siglo, ya hace tres décadas atrás Bryan Roberts         en condición de asalariado temporal o en
(1978) hablaba de las ciudades de campesi-              otras actividades rurales y urbanas.
nos. Por cierto que los recientes inmigrantes a              La creciente cercanía de lo rural y urbano
las ciudades vivían en condiciones miserables           con la formación de espacios “rururbanos”
en la periferia de las ciudades.                        también ha resultado en una serie de acciones
    Con el desarrollo de la infraestructura de          c o l e c t i vas entre los pobladores rurales y urba-
transporte y las transformaciones del merca-            nos (Giarracca y Teubal 2005). Esta mayor in-
do laboral descritas anteriormente, se intensi-         terrelación rural-urbana lleva a algunos cientí-
fica el movimiento de personas entre la ciu-            ficos sociales a pronosticar el fin de la sociolo-
dad y el campo y ya no sólo en una dirección            gía rural. Pero estas transformaciones pueden
sino en ambas. También el capital adquiere              dar un nuevo impulso a los estudios rurales re-
una nueva movilidad y origen ya que no sólo             quiriendo quizás una redefinición del campo
penetran nuevos capitales extranjeros sino              teórico y práctico de la sociología rural.
que también fluyen nuevos capitales urbanos
nacionales al sector rural, en especial relacio-
nado con la agroindustria. Surgen nuevos                El surgimiento del movimiento
empresarios en el campo que son de origen               campesino e indígena
urbano y su capital proviene de actividades fi-
nancieras, comerciales e industriales.                  Uno de los grandes temas que ha irrumpido
    La mayor difusión de los tradicionales me-          en los estudios rurales es la emergencia del
dios de comunicación como la radio y la tele-           movimiento indígena desde los años ochenta


                                                   39
                                    ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Cristóbal Kay


del siglo pasado. El resurgimiento de los mo-           subsistencia. Dichas políticas junto con el
vimientos sociales en el campo tales como el            ajuste estructural tuvieron repercusiones ne-
movimiento zapatista liderado por el Ejército           gativas sobre los niveles de vida de la pobla-
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en              ción indígena y campesina. La pobreza rural
Chiapas, el Movimento dos Trabalhadores                 aumenta notoriamente durante la década de
Rurais Sem Terra (MST) en Brasil y el movi-             los ochenta. En varios países también se in-
miento indígena en Ecuador, Bolivia y en                troducen nuevas legislaciones que ponen fin a
otros países, ha inspirado a muchos investiga-          la reforma agraria e incluso revierten tierras
dores sociales y vigorizado a los estudios rura-        del sector reformado a los antiguos dueños o
les (Zamosc 1994, Veltmeyer 1997, Harvey                las venden a nuevos capitalistas. Los jóvenes
1998, Petras y Veltmeyer 2001, Bretón y                 indígenas y campesinos ya no logran visuali-
García 2003, Giarracca y Levy 2004, ALAS-               zar un futuro mejor en el campo.
RU 2005). El interés por investigar a los pue-              La represión al movimiento campesino y
blos indígenas ya no se limita a los antropó-           de los partidos políticos que los representa-
logos sino que abarca también a otras ciencias          ban durante el periodo de las dictaduras en
sociales y a los historiadores. Se revaloriza la        muchos países del continente, junto el pa-
cultura indígena, su tecnología y conocimien-           quete de las medidas neoliberales con sus
tos ancestrales, su sentido comunitario y eco-          leyes antisindicales y la transformación del
lógico, entre otros aspectos de la vida indíge-         mercado de trabajo, debilitan e incluso des-
na. Las acciones colectivas de los campesinos,          mantelan a las organizaciones campesinas y a
indígenas y las mujeres rurales, junto con las          sus aliados del movimiento obrero. Ello ha
n u e vas experiencias migratorias, provocan            debilitado enormemente al movimiento cam-
una serie de estudios sobre la identidad y la           pesino tradicional. A su vez, la opción socia-
cultura (León y otros 1999, Piñeiro 2004).              lista pierde credibilidad con el derrumbe del
Las corrientes de pensamiento postmodernis-             socialismo real en los países de Eu ro p a
tas que ponen el énfasis sobre lo étnico, cul-          Oriental. En general, los movimientos popu-
tural y la identidad logran mayor influencia            lares pierden el apoyo que recibían del Estado
en los estudios rurales y se establecen nuevas          populista y desarrollista con su transforma-
revistas especializadas sobre la temática.              ción en un Estado tecnocrático y neoliberal.
Algunos de estos escritos dentro de esta co-                Frente a tal cercamiento, el campesino in-
rriente postmodernista asumen posiciones                dígena rescata su identidad indígena con sus
demasiado idealizadas o utópicas (Burbach               organizaciones comunitarias, lo que les per-
1994, Brass 2000). Sin embargo, el vuelco               mite una mayor protección y autonomía de
sobre la temática indígena ha enriquecido los           acción para enfrentar los nuevos desafíos de la
estudios rurales (Lee Van Cott 1995, Assies et          globalización neoliberal. El indígena, con la
al. 2000, Bengoa 2000, Yashar 2005, Assies et           reforma agraria y la sindicalización campesina
al. 2005).                                              en la época del Estado desarrollista y los go-
    Son varios los posibles factores que expli-         biernos populistas, se transformó en campesi-
can el reforzamiento de la identidad indígena           no, proceso que se podría denominar la
por sobre la identidad campesina de la pobla-           “campesinización” del indígena, adquiriendo
ción indígena rural. Las políticas neoliberales         con ello ciertos derechos ciudadanos. Pero
con su política de privatizaciones y de libera-         frente al vuelco neoliberal se transforma nue-
lización de los mercados han sido percibidas            vamente en indígena. Pero esta vez su vuelta
por parte de la población indígena como un              a lo indígena, o sea, su “descampesinización”
asalto a su modo de vida y a las bases de su            o “re-indigenización”, no es por la acción pa-


                                                   40
                                    ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina


ternalista del Estado, sino que proviene de sus             El caso boliviano se presenta por el mo-
propias bases, alimentado por su nueva con-             mento más optimista. El movimiento de los
ciencia, sus propias organizaciones y una               campesinos cocaleros formó la base de apoyo
nueva intelectualidad indígena que ha pasado            de su líder Evo Morales, quien logró formar
generalmente por una experiencia urbana                 un partido, el Movimiento al Socialismo
(Bengoa 2003). Sin embargo, tal énfasis en              (MAS), que aglutina tanto a indígenas como
las demandas exclusivamente étnicas tiene sus           a mestizos y forja alianzas con otras organiza-
limitaciones a la larga, tal como se ha visto en        ciones sociales. A través de movilizaciones li-
el caso ecuatoriano (Bretón 2005).                      deradas principalmente por el MAS logró que
    Se puede observar, en base de la contribu-          renuncie el Presidente Carlos Mesa en 2005 y
ción de Victor Bretón a este número de                  en las elecciones posteriores ganó por mayo-
Iconos, que con el viraje de la demanda por             ría absoluta la presidencia, la cual asume a co-
tierra y de apoyo a la producción campesina             mienzos de 2006. Gran parte de su apoyo se
hacia la demanda indígenas con énfasis prin-            debe a su programa de nacionalización del gas
cipalmente en lo étnico como la plurinacio-             y petróleo, su promesa de refundar el país con
nalidad y la autodeterminación, el movi-                una nueva constitución a través de una asam-
miento indígena no logra mantener la alianza            blea constituyente que termine con la discri-
con los sectores campesinos mestizos y popu-            minación contra los pueblos indígenas y de-
lares en las ciudades, perdiendo así su centra-         sarrolle su plena ciudadanía, y su intención
lidad en los acontecimientos políticos recien-          de renovar y acelerar la reforma agraria en las
tes. Al triunfar el etnicismo, el movimiento            tierras bajas del oriente del país. O sea, su
perdió de vista el problema de la tierra y de la        programa es nacionalista y popular y no se li-
producción campesina que siguen siendo los              mita exclusivamente a lo étnico (Urioste y
principales problemas en el campo (Martínez             Kay 2005).
2006a).                                                     El MST en Brasil es el movimiento cam-
    Por cierto que las luchas de clase y de             pesino más grande de América Latina. Surgió
identidad indígena del movimiento campesi-              a mediados de los 1980 en el sur del país pero
no indígena no se pueden separar, pero a su             rápidamente logró establecerse en casi todas
vez el justo equilibrio entre ambos tampoco             las regiones. Tal como su nombre lo indica, su
asegura el éxito de sus demandas ya que ello            lucha principal es por la tierra a través de una
depende de varios otros factores. Esto se               reforma agraria (Aznárez y Arjona 2002). Su
puede ejemplificar a través de las luchas del           táctica principal ha sido la ocupación de tie-
movimiento zapatista en Chiapas que, ade-               rra para movilizar a sus bases a la acción y así
más de las demandas étnicas y de mayor au-              presionar al gobierno a que expropie la tierra
tonomía, plantea demandas que van más allá              y la distribuya a los campesinos necesitados
de lo étnico con su programa de democrati-              (Branford y Rocha 2002). Es fundamental-
zación de la sociedad mexicana y de apoyo a             mente un movimiento clasista, con una
la economía popular tanto rural como urba-              membresía variada; incorpora a trabajadores
na. El movimiento zapatista, que nació en               asalariados rurales, minifundistas empobreci-
1994 en contra de la política económica neo-            dos con insuficiente tierra, aparceros o me-
liberal, logró al principio el apoyo de vastos          dieros, ocupantes individuales ilegales de tie-
sectores de la sociedad mexicana y una amplia           rra, residentes de las poblaciones periféricas
solidaridad internacional, sin embargo, hoy             urbanas, desempleados y personas en busca
día está lejos de conseguir sus objetivos prin-         de un sustento de vida, entre otros sectores
cipales (Bartra y Otero 2006).                          sociales. Actualmente tiene casi dos millones


                                                   41
                                    ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Cristóbal Kay


de miembros y el movimiento organizó más                 La vigencia de la reforma agraria
de 1.500 invasiones de tierras no trabajadas o
mal explotadas por los latifundistas. A través           El gran auge de los estudios sobre la estructu-
de sus acciones logró el establecimiento de              ra y la reforma agraria ocurrió durante el pe-
más de 1.300 asentamientos, un logro muy                 ríodo inmediatamente antes y especialmente
notable (Meszaros 2000, Na va r ro 2000,                 durante el período de la implementación de
Stédile 2002).                                           las reformas agrarias en la mayoría de los paí-
    Un aspecto importante del éxito del MST              ses de América Latina, desde los 1960s a los
se debe a su estrategia de establecer alianzas           1970s. El legado de las reformas agrarias fue
con organizaciones obreras, aunque estas a               mixto. Aunque la promesa a los campesinos
veces se han resquebrajado por diferencias               de acceso a la tierra sólo se cumplió muy par-
políticas y tácticas. También ha logrado obte-           cialmente, las reformas agrarias señalaron el
ner y mantener el apoyo de vastos sectores ur-           comienzo del fin del latifundio y tuvieron el
banos a través de sus campañas. Incluso el               efecto de acelerar la transformación capitalis-
MST apoyó la fundación en 1992 del movi-                 ta en el agro (Baumeister 2001, Kay 2002a,
miento internacional de campesinos y granje-             Alegrett 2003 y Teubal 2003).
ros Vía Campesina, y ha sido un activo parti-                Con el ajuste estructural, las reformas
cipante de este movimiento logrando así una              agrarias desaparecieron de la agenda política
proyección y soporte internacional. Aunque               en la década de los 1980s y parte de los
el MST apoyó la candidatura presidencial de              1990s. Al contrario, se puso fin a la reforma
Luiz Inácio Lula da Silva, se crearon tensiones          agraria en varios países e incluso hubo proce-
porque la esperanza era grande a la expectati-           sos parciales de contra reforma agraria.
va que su gobierno acelere la reforma agraria                A mediados de la década de los noventa,
(al principio sucedió todo lo contrario, con la          estudiosos y políticos pusieron nuevamente el
consiguiente frustración de aquellos que to-             tema de la reforma agraria en la agenda polí-
davía están luchando por un pedazo de tie-               tica, influenciados por la creciente preocupa-
rra). Tal situación llevó a nuevas movilizacio-          ción pública sobre la pobreza y también por
nes, presionando al gobierno a aumentar el               la renovada movilización de los campesinos
ritmo de la distribución de tierra. Ello se              sin tierra y los pueblos indígenas que, entre
logró pero se está todavía lejos de satisfacer la        otros derechos, también reclamaban tierras.
demanda por tierra (Leite 2006, Deere y                  En la era actual de la globalización neoliberal,
Madeiros 2007). El MST ha tenido bastante                el clima político para una reforma agraria ra-
éxito en mediar entre sus asociados y el go-             dical es desfavorable debido a que el papel y
bierno y en crear un sentido de comunidad                el poder del Estado están más limitados,
entre sus miembros (Wolford 2003). Sin em-               mientras que es mayor el alcance y el poder
bargo, con el tiempo también se están crean-             de las fuerzas del mercado. Es por ello que en
do algunas divisiones al interior del movi-              este nuevo contexto neoliberal se están pro-
miento por la diversidad de intereses de sus             poniendo reformas más amigables con el
miembros, especialmente entre aquellos que               mercado.
ya lograron el acceso a la tierra y aquellos que             El Banco Mundial ha reconocido la im-
todavía luchan por obtenerla (Wright y                   portancia del acceso a la tierra y sus ventajas
Wolford 2003).                                           para reducir los conflictos sociales y la pobre-
                                                         za rural, de manera que ha propuesto políti-
                                                         cas de reforma agraria “asistidas por el merca-
                                                         do” o “negociadas” (Deininger 2003). Ya an-


                                                    42
                                     ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina


teriormente habían propuesto un conjunto                socio-político para abrazar las dimensiones
de medidas de registro y titulación de tierras          étnicas, de género, ecológicas y culturales así
dentro de una perspectiva neoliberal de afian-          como la multifuncionalidad del territorio.
zar los derechos sobre la propiedad privada y           Segundo, la solución de la cuestión agraria,
para estimular al mercado de tierras. Dichas            entendida en términos de lograr un nivel de
políticas crearían un “campo de juego más ni-           vida digno para los pobres rurales, requiere
velado”, reducirían los costos de la transac-           una nueva estrategia de desarrollo que supere
ción, evitarían sobreprecios y facilitarían el          el patrón de desarrollo excluyente y desigual
acceso a la tierra, vía compra o arrendamien-           del modelo neoliberal actual. Finalmente, no
to, a un segmento más amplio de campesinos,             se puede obtener una solución sostenible al
a la vez que alentaría la inversión, productivi-        problema de la tierra y de la desigualdad den-
dad, producción y los ingresos de los peque-            tro de los confines del Estado-nación por la
ños productores (de Janvry et al. 2001, Carter          globalización y, por tanto, se necesita refor-
2006). La realidad ha resultado ser diferente.          mar el sistema mundial para establecer rela-
Numerosos estudios indican que la experien-             ciones más justas y equitativas entre el Norte
cia de las reformas agrarias asistidas por el           y el Sur.
mercado en Brasil, Colombia, Guatemala y
otros países ha sido más bien limitada, si no
es que decepcionante (Borras Jr., 2003,                 Conclusiones
Rosset 2006, Sauer y Mendes 2006). Sin em-
bargo, todas estas posibilidades alternativas           Como se puede apreciar del análisis realizado
para ampliar el acceso a la tierra deberían ser         en este ensayo, los estudios rurales en
exploradas. Pero, debido al contexto de mer-            América Latina están realizando un aporte
cado de estas políticas, es absolutamente ne-           importante al conocimiento de la realidad del
cesario para el Estado aplicar una variedad de          mundo rural de la región. Aunque algunas re-
innovaciones institucionales que protejan los           vistas pioneras como Estudios Rurales
derechos adquiridos de campesinos y comu-               Latinoamericanos, que en su primer número
nidades indígenas, así como proporcionar los            en 1976 publicó el artículo pionero de
recursos y los estímulos económicos para ase-           Eduardo Archetti “Una visión general de los
gurar que tal proceso de ensanchamiento del             estudios sobre el campesinado”, y los
acceso a la tierra adquiera el ímpetu suficien-         Cuadernos Agrarios (Nueva Época) han desa-
te para llegar a ser posible, sostenible e irre-        p a recido, otras revistas sobre la temática
vocable.                                                rural, tales como la Revista ALASRU Nueva
    Debido a las limitaciones de las reformas           Época: Análisis Latinoamericano del Medio
agraria de mercado y la persistente demanda             Rural, han surgido. El VII Congreso
por tierra de los campesinos es necesario re-           Latinoamericano de Sociología Rural efectua-
plantearse la reforma agraria conducida por el          do del 20 al 25 de noviembre de 2006 en
Estado, pero aprendiendo las lecciones del              Quito (en la sede de FLACSO Ecuador) reci-
pasado y asegurando esta vez una mayor par-             bió 920 propuestas y resúmenes, reunió a más
ticipación campesina en su diseño y ejecución           de 600 investigadores y se presentaron más de
(Chonchol 2006, Eguren 2006, Borras et al.              500 ponencias en 30 Grupos de Trabajo,
2007). A mi juicio, hay tres temas clave a ser          Mesas Redondas y Conferencias Magistrales.
considerados hoy con respecto a las reformas            Ello indica el gran interés que hay por los es-
agrarias. Primero, hay que situarla en un con-          tudios rurales hoy en día a pesar de la cre-
texto que vaya más allá de lo económico y               ciente urbanización del continente.


                                                   43
                                    ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Cristóbal Kay


    Hay otras temáticas que han sido aborda-              erosionando aún más la biodiversidad. La in-
das por los estudiosos de la realidad rural que           dustrialización de la agricultura empresarial,
no he analizado en absoluto o sólo parcial-               cuya punta de lanza son los conglomerados
mente. Son temas también de importancia                   a g roindustriales transnacionales, aumentan
pero que por razones de espacio no he logra-              aún más la fragilidad de los ecosistemas de la
do abordarlos en el presente ensayo. La pro-              región y son una amenaza para los campesi-
blemática de la pobreza rural con sus diferen-            nos y las comunidades rurales (Bartra 2006).
tes enfoques analíticos la he estudiado am-                    Otra temática que requiere a mi juicio
pliamente en un ensayo reciente, ver Kay                  mayor atención son las políticas públicas.
(2006). En cuanto a los estudios sobre la glo-            Aunque existe un buen número de estudios es
balización y sus varios impactos sobre la eco-            necesario seguir trabajando esta temática para
nomía y sociedad rural, ver, por ejemplo,                 seguir rescatando el rol del Estado en los pro-
Teubal (1995), Valdivia de Ortega (1998),                 cesos de desarrollo rural (Quintana et al.
Edelman (1999), Renard y Espinosa (1999),                 2003 y Assies 2003). Se requieren nuevas for-
Sánchez y Niño (2002), Teubal y Rodríguez                 mas de interacción entre los campesinos y el
(2002), Barbosa y Neiman (2005) y Bonanno                 Estado y otros actores claves con el propósito
(2006). Un aspecto muy debatido son los tra-              de aumentar las capacidades campesinas, de-
tados de libre comercio (TLCs), especialmen-              sarrollar sus potencialidades, democratizar las
te por su impacto negativo sobre los campesi-             prácticas sociales y crear relaciones más pro-
nos y la seguridad alimentaria (Rubio 1999,               vechosas con el sistema mundial para que se
Pérez 2003, Llambí 2005 y Martínez 2006b).                correspondan a los intereses de la mayoría de
    Otra de las cuestiones que han sido anali-            la población rural y del país.
zadas por los estudiosos del mundo rural es la                 Una de las grandes deficiencias para los es-
temática de los territorios y se relaciona tam-           tudios rurales es la falta de estadísticas. El
bién con el asunto de la globalización. Se exa-           aparato público todavía no genera suficientes
minan las relaciones entre lo local y lo global           y buenas estadísticas que permitan fortalecer
incluso creándose el término “glocalización”              el sustento empírico de las investigaciones.
para indicar la estrecha relación que se estable-         En varios países de América Latina no se rea-
ce en algunas regiones entre ambos. Se pre s e n-         lizan censos agropecuarios desde ya hace dé-
tan propuestas de desarrollo local, muchas                cadas y muchos de los que existen adolecen
veces con énfasis en lo endógeno, y de desa-              de ciertas deficiencias o no se ejecutan con la
rrollo territorial rural dentro del ámbito nacio-         frecuencia necesaria como para poder captar
nal con el fin de buscar su complementación.              los rápidos cambios que se están generando a
La literatura sobre la temática del desarrollo te-        raíz de la mundialización. A pesar de la im-
rritorial rural es muy amplia y se puede con-             portancia que ha adquirido la temática de gé-
sultar a Llambí y Du a rte (2006), Schejtman y            nero gracias al movimiento feminista,
Be rdegué (2003), Bendini y St e i m b re g e r           Carmen Diana Deere (2006) llama la aten-
(2003), Sepúlveda et al. (2003), Giarracca                ción sobre la persistente falta de datos sobre
(2003) y Manzanal et al. (2006), entre otras.             los múltiples aspectos de las relaciones de gé-
    La problemática ecológica sigue presente              nero en el mundo rural. Algo similar ocurre
en los estudios rurales y también en las otras            en otras áreas de la vida rural. Una base em-
disciplinas. Preocupa en especial la deforesta-           pírica sólida es una de las condiciones necesa-
ción, el asunto del agua y la continua erosión            rias para seguir avanzando en los estudios ru-
de los suelos. Con la penetración de la bio-              rales y para mejorar el diseño y la implemen-
tecnología y las semillas transgénicas se está            tación de políticas públicas.


                                                     44
                                      ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina

Bibliografía                                                     Bartra, Armando y Gerardo Otero, 2006, “Indian
                                                                    peasant movements in Mexico: the struggle for
ALASRU, editor, 2005, Revista ALASRU Nueva                          land, autonomy and democracy”, en Sam Moyo
    Época, Análisis Latinoamericano del Medio Rural,                y Paris Yeros, editores, Reclaiming the Land: The
    No. 2, Tema: “Movimientos Sociales en América                   Resurgence of Rural Movements in Africa, Asia and
    Latina”, ALASRU, Chapingo.                                      Latin America, Zed Books, Londres.
Alegrett, Raúl, 2003, “Evolución y tendencias de las             Baumeister, Eduardo, 2001, “Peasant initiatives in
    reformas agrarias en América Latina”, Land                      land reform in Central America”, en Krishna B.
    Reform, Land Settlements and Cooperatives, No.                  Gh i m i re, editor, Land Re f o rm and Peasant
    2, FAO, Roma, pp. 112-126.                                      Livelihoods: The Social Dynamics of Rural Poverty
Arias, Eliézer, 2006, “Reflexión crítica de la nueva                and Agrarian Reform in Developing Countries,
    ruralidad en América Latina”, en Revista ALAS-                  ITDG Publishing, Londres.
    RU Nueva Época, Análisis Latinoamericano del                 Bendini, Mónica, 2006, “Modernización y persis-
    Medio Rural, No. 3. Asociación Latinoamericana                  tencias en el campo latinoamericano”, en Revista
    de Sociología Rural, Chapingo, pp. 139-168.                     ALASRU Nueva Época, Análisis Latinoamericano
Assies, Willem, editor, 2003, Gobiernos locales y re-               del Medio Rura l, No. 4, Asociación
    forma del Estado en América Latina, El Colegio                  Latinoamericana de Sociología Rural, Chapingo,
    de Michoacán, Zamora.                                           pp. 221-241.
Assies, Willem, Marco A. Calderón y Ton Salman,                  Bendini, Mónica y Norma Steimbreger, editores,
    editores, 2005, Citizenship, Political Culture and              2003, Territorios y organización social de la
    State Transformation in Latin America. Dutch                    Ag r i c u l t u ra, Editorial La Colmena, Buenos
    University Press, Amsterdam.                                    Aires.
Assies, Willem, Gemma van der Haar y André                       Bendini, Mónica, Salete Cavalcanti, Miguel Murmis
    Hoekema, editores, 2000, The Challenge of                       y Pedro Tsakoumagkos, editores, 2003, El campo
    Diversity: Indigenous Peoples and Re f o rm of the              en la sociología actual. Una Pe r s p e c t i va
    State in Latin Am e r i c a,Thela Thesis, Ámsterdam.            Latinoamericana, Editorial La Colmena, Buenos
Aznárez, Carlos y Javier Arjona, 2002, Rebeldes sin                 Aires.
    tierra. Historia del MST de Brasil, Txalaparta,              Bengoa, José, 2003, “25 años de estudios rurales”,
    Tafalla, Nafarroa.                                              en Sociologías, Vol. 5, No. 10, Universidade
Barbosa, Josefa S. y Guillermo Neiman, editores,                    Federal do Rio Grande do Sul, Porto Alegre, pp.
    2005, Ac e rca de la Globalización en la                        36-98.
    Agricultura: territorios, empresas y desarrollo local        Bengoa, José, 2000, La Emergencia Indígena en
    en América Latina, Ediciones CICCUS, Buenos                     América Latina, Fondo de Cultura Económica,
    Aires.                                                          Santiago.
Barkin, D., 2001, “La nueva ruralidad y la globali-              Bonanno, Alessandro, 2006, “La globalización agro-
    zación”, en Edelmira Pérez y María Adelaida                     alimentaria: elementos empíricos y reflexiones
    Farah, editores, La Nueva Ruralidad en América                  teóricas”, en Revista ALASRU Nu e va Época,
    Latina, Pontificia Un i versidad Ja ve r i a n a ,              Análisis Latinoamericano del Medio Rural, No. 4,
    Bogotá, Tomo 2.                                                 Asociación Latinoamericana de So c i o l o g í a
Barrientos, Stephanie, Anna Bee, Ann Matear e                       Rural, Chapingo, pp. 243-263.
    Isabel Vogel, 1999, Women and Agribusiness:                  Borras Jr., Saturnino, 2003, “Questioning market-
    Working Miracles in the Chilean Export Sector,                  led agrarian reform: experiences from Brazil,
    Londres, Macmillan                                              Colombia and South Africa”, en Journal of
Bartra, Armando, 2006, “Del capitán Swing a José                    Ag rarian Change, Vol. 3, No. 3, Bl a c k we l l
    Buvé: los trabajadores del campo contra el hom-                 Publishing, Oxford, pp. 367-394.
    bre de hierro”, en Revista ALASRU Nueva Época,               Borras Jr., Saturnino, Cristóbal Kay y A. Haroon
    Análisis Latinoamericano del Medio Rural, No. 4,                Akram-Lodhi, 2007, “Agrarian reform and rural
    Asociación Latinoamericana de Sociología                        development: historical overview and current is-
    Rural, Chapingo, pp. 137-156.                                   sues”, en A. Haroon Akram-Lodhi, Saturnino


                                                            45
                                           ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Cristóbal Kay

   M. Borras Jr. y Cristóbal Kay, editores, Land,               Latinoamericano del Medio Rura l, No. 4,
   Pove rty and Li velihoods in an Era of                       Asociación Latinoamericana de Sociología
   Globalization: Perspectives from Developing and              Rural, Chapingo, pp. 15-28.
   Transition Countries, Londres y Nueva York,               CEPAL, 2005, Panorama Social de América Latina
   Routledge.                                                   2005, Naciones Unidas, CEPAL, Santiago.
Branford, Sue y Jan Rocha, 2002, Cutting the Wire:           Clemens, Harry y Raúl Ruben, editores, 2001,
   The Story of the Landless Movement in Brazil,                Nueva ruralidad y política agraria: una alternati-
   Latin America Bureau, Londres.                               va neoinstitucional para Centroamérica, Nueva
Brass, Tom, 2003, “Latin American peasants – new                Sociedad, Caracas.
   paradigms for old?”, en Tom Brass, editor, 2003,          David, María Beatriz de Albuquerque, editor, 2001,
   Latin American Peasants, Frank Cass, Londres.                Desarrollo rural en América Latina y el Caribe,
Brass, Tom, 2000, Peasants, Populism and                        Alfaomega, Bogotá.
   Postmodernism, Frank Cass, Londres.                       de Janvry, Alain, Gustavo Gordillo, Jean-Philippe
Bretón, Víctor, 2005, “Los paradigmas de la ‘nueva’             Platteau y Elizabeth Sadoulet, editores, 2001,
   ruralidad a debate: el proyecto de desarrollo de             Access to Land, Rural Poverty, and Public Action,
   los pueblos indígenas y negros del Ecuador”, en              Oxford University Press, Nueva York.
   Revista Europea de Estudios Latinoamericanos y            Deere, Carmen Diana, 2006, “¿La feminización de
   del Caribe, No. 78, CEDLA, Ámsterdam, pp. 7-                 la agricultura? Asalariadas, campesinas y rees-
   30.                                                          tructuración económica en la América Latina
Bretón, Víctor, 2001, Cooperación al desarrollo y de-           rural?, Revista ALASRU Nueva Época, Análisis
   mandas étnicas en los Andes ecuatorianos, FLAC-              Latinoamericano del Medio Rura l, No. 4,
   SO-Ecuador, Quito.                                           Asociación Latinoamericana de Sociología
Bretón, Víctor y Francisco García, editores, 2003,              Rural, Chapingo, pp. 77-136.
   Es t a d o, etnicidad y movimientos sociales en           Deere, Carmen Diana, 2001, “Who owns the land?
   América Latina, Icaria, Barcelona.                           Gender and land titling programmes in Latin
Brumer, Anita y Diego Piñeiro, 2005, “Uma visão                 America”, Journal of Agrarian Change, Vol. 1,
   panorâmica da Sociologia rural na América                    No. 3, pp. 440-467.
   Latina”, en Anita Brumer y Diego Piñeiro,                 Deere, Carmen Diana y Leonilde Se rvolo de
   editores, Agricultura Latino-Americana: Novos                Madeiros, 2007, “Agrarian reform and poverty
   Arranjos e Velhas Questões, Editora da UFRGS,                reduction: lessons from Brazil”, en A. Haroon
   Porto Alegre.                                                Akram-Lodhi, Saturnino M. Borras Jr. y
Burbach, Roger, 1994, “Roots of the postmodern                  Cristóbal Kay, editores, Land, Pove rty and
   rebellion in Chiapas”, en New Left Review, No.               Livelihoods in an Era of Globalization: Perspec-
   205, Londres, pp. 113-124.                                   tives from Developing and Transition Countries,
Burchardt, Hans-Jürgen, 2004, “El nuevo combate                 Londres y Nueva York, Routledge.
   internacional contra la pobreza: ¿perspectivas            Deere, Carmen Diana y Magdalena León, 2001,
   para América Latina?”, Nueva Sociedad, No.                   Gé n e ro, propiedad y empoderamiento: tierra ,
   193, Caracas, pp. 119-132.                                   Estado y mercado en América Latina, Te rc e r
Carter, Michael R., 2006, “Land markets and pro-                Mundo, Bogotá.
   poor growth: from neo-structuralist skepticism            Deininger, Klaus, 2003, Land Policies for Growth
   to policy innovation”, Ensayo presentado a la                and Poverty Reduction: A World Bank Policy
   conferencia internacional Land, Poverty, Social              Re s e a rch Re p o rt, World Bank y Oxford
   Justice and Development, 9-14 de enero,                      University Press, Nueva York.
   Institute of Social Studies, La Haya, disponible          Dirven, Martine, 2004a, “El empleo rural no agrí-
   en www.iss.nl.                                               cola y la diversidad rural”, en Revista de la
Chonchol, Jacques, 2006, “Por una nueva concep-                 CEPAL, No. 83, Santiago, pp. 49-69.
   ción de la reforma agraria y del desarrollo rural:        Dirven, Martine, 2004b, Alcanzando las metas del
   asegurar la multifuncionalidad de la tierra”, en             milenio: una mirada hacia la pobreza rural y agrí-
   Revista ALASRU Nueva Época, Análisis                         cola, Comisión Económica para América Latina


                                                        46
                                        ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina

   y el Caribe, División de Desarrollo Productivo y           Kay, Cristóbal, 2002a, “Agrarian reform and the ne-
   Empresarial, Serie Desarrollo Productivo, No.                 oliberal counter-reform in Latin America”, en
   146, Santiago.                                                Jacqueline Chase, editor, The Space of Neoliberal-
Edelman, Marc, 1999, Peasants against globalization:             ism: Land, Place and Family in Latin America,
   Rural Social Movements in Costa Rica, Stanford                Kumarian Press, Bloomfield, Connecticut.
   University Press, Stanford, California.                    Kay, Cristóbal, 2002b, “Reforma agraria, industria-
Eguren, Fernando, editor, 2006, Reforma agraria y                lización y desarrollo: ¿porqué Asia Oriental su-
   desarrollo rural en la región andina, Centro                  peró a América Latina?”, en Debate Agrario, No.
   Peruano de Estudios Sociales, Lima.                           34, CEPES, Lima, pp. 45-94.
Giarracca, Norma, editor, 2003, Territorios y lugares.        Kay, Cristóbal, 2001, “Los paradigmas de desarrollo
   Entre las fincas y la ciudad lules en Tucumán,                rural en América Latina”, en Francisco García
   Editorial La Colmena, Buenos Aires.                           Pascual, editor, El mundo rural en la era de glo-
Giarracca, Norma, editor, 2001, ¿Una nueva rurali-               balización: incert i d u m b res y potencialidades,
   dad en América Latina?, Consejo Latinoameri-                  Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
   cano de Ciencias Sociales, CLACSO, Buenos                     y Universitat de Lleida, Madrid y Lleida.
   Aires.                                                     Kay, Cristóbal, 1988, “The landlord road and sub-
Giarracca, Norma y Miguel Teubal, editores, 2005,                ordinate peasant road to capitalism in Latin
   El campo argentino en la encrucijada: estrategias y           America”, Etudes rurales, No. 77, Paris, pp. 5-20.
   resistencias sociales, eco en la ciudad, Alianza           Korovkin, Tanya, 2003, “Cut-flower explorts, fe-
   Editorial, Buenos Aires.                                      male labor, and community participation in
Giarracca, Norma y Bettina Levy, editores, 2004,                 highland Ec u a d o r, en Latin Am e r i c a n
   Ruralidades Latinoamericanas: identidades y lu-               Perspectives, Vol. 30, No. 4, Thousand Oaks,
   chas sociales, Consejo Latinoamericano de                     California, pp. 18-42.
   Ciencias Sociales, CLACSO, Buenos Aires.                   Lara, Sara María, 1999, “Criterios de calidad y em-
Gómez, Sergio, 2002, La “Nueva ruralidad”: ¿Qué                  pleo en la agricultura latinoamericana: un deba-
   tan nueva?, LOM Ediciones, Santiago.                          te con el postford i s m o”, en Hu b e rt C. de
Gómez, Sergio, 1992, “Dilemas de la sociología rural             Grammont, editor, Empresas, re e s t ru c t u ración
   frente a la agricultura y el mundo rural en la                productiva y empleo en la agricultura mexicana,
   América Latina de hoy”, en Revista Latinoameri-               Plaza y Valdés Editores, Ciudad de México.
   cana de Sociología Rura l, No. 1, Universidad              Lara, Sara María, 1998, Nuevas experiencias produc-
   Austral de Chile, Valdivia, pp. 75-87.                        tivas y nuevas formas de organización flexible del
Hamilton, Sarah, 1998, The Two-Headed Household:                 trabajo en la agricultura mexicana, Juan Pablos
   Gender and Rural Development in the Ecuadorean                Editores, México, D.F.
   An d e s, Un i versity of Pittsburgh Pre s s ,             Lara, Sara María, 1995, “La feminización del traba-
   Pittsburgh.                                                   jo asalariado en los cultivos de exportación no
Harvey, Neil, 1998, The Chiapas Rebellion: The                   tradicionales en América Latina: efectos de una
   Struggle for Land and De m o c ra c y, Duke                   flexibilidad salvaje”, en Sara María Lara Flores,
   University Press, Durham, North Carolina.                     editor, Jornaleras, temporeras y Bóias-Frias: el ros-
Hidalgo, Francisco, 2006, “Reprimarización expor-                tro femenino del mercado de trabajo rural en
   tadora y resistencia indígena-campesina frente al             América Latina, Editorial Nueva Sociedad,
   TLC”, en Revista ALASRU Nueva Época, Análisis                 Caracas.
   Latinoamericano del Medio Ru ra l, No. 4,                  Lastarria-Cornhiel, Susana, Sonia Agurto, Jennifer
   Asociación Latinoamericana de Sociología                      Brown y Sara Elisa Rosales, 2003, Titulación
   Rural, Chapingo, pp. 423-438.                                 mancomunada en Ni c a ragua, Indonesia y
Kay, Cristóbal, 2006, “Una reflexión sobre los estu-             Honduras, Land Tenure Center, University of
   dios de pobreza rural y estrategias de desarrollo             Wisconsin, Madison.
   en América Latina”, en Revista ALASRU Nueva                Lee van Cott, Donna, editora, 1995, Indigenous
   Época, Análisis Latinoamericano del Medio Rural,              Peoples and Democracy in Latin America, St.
   No. 4, Chapingo, pp. 29-76.                                   Martin’s Press, Nueva York.


                                                         47
                                         ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Cristóbal Kay

Leite, Sérgio, 2006, “Agrarian Reform, Social Justice          Martínez, Luciano, 2006b, “Pequeños productores
    and Sustainable Development”, documento pre-                   rurales frente a la globalización”, ponencia pre-
    sentado al International Conference on Agrarian                sentada en el XXVI Congreso Internacional de la
    Reform and Rural Development (ICARRD),                         Asociación de Estudios Latinoamericanos
    Issue Paper Four, FAO, Roma y Porto Alegre,                    (LASA), 15-18 de marzo, San Juan, Puerto Rico.
    disponible en www.iccard.org.                              Martínez, Luciano 2005, “El movimiento indígena
León, Art u ro, Carlos Cortez, Elisa Gómez y                       ecuatoriano en la encrucijada”, en Revista ALAS-
    Roberto Diego Quintana, 1999, Cultura e iden-                  RU Nueva Época, Análisis Latinoamericano del
    tidad en el campo Latinoamericano, Universidad                 Medio Rural, No. 2, Asociación Latinoamericana
    Autónoma Metropolitana, Xochimilco.                            de Sociología Rural, Chapingo, pp. 121-141.
Llambí, Luis, 2005, “Tratados de libre comercio y              Martínez, Luciano, 2000, Economías rurales: activi-
    pequeña agricultura en los países andinos”, en                 dades rurales no agrícolas en Ecuador, Centro
    Revista ALASRU Nueva Época, Análisis                           Andino de Acción Popular (CAAP), Quito.
    Latinoamericano del Medio Ru ra l, No. 1,                  Meszaros, George, 2000, “No ordinary revolution:
    Asociación Latinoamericana de Sociología                       Barzil’s landless worker’s movement”, en Race
    Rural, Chapingo, pp. 219-247.                                  and Class, Vol. 42, No. 2, Londres, pp. 1-18.
Llambí, Luis, 2004, “Nueva ruralidad, multifuncio-             Murmis, M., 1994a, ‘Algunos temas para la discu-
    nalidad de los espacios rurales y desarrollo local             sión en la sociología rural latinoamericana: rees-
    endógeno”, en Edelmira Pérez y María Adelaida                  tructuración, desestructuración y problemas de
    Farah, editores, Desarrollo rural y nueva rurali-              excluidos e incluidos’, en Revista Latinoameri-
    dad en América Latina y la Unión Europea,                      cana de Sociología Ru ra l, No. 2, ALASRU,
    Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá.                      Universidad Austral de Chile, Valdivia, pp. 5-28.
Llambí, Luis, 1994, “Globalización y nueva rurali-             Murmis, Miguel, 1994b, ‘Incluidos y excluidos en la
    dad en América Latina: Una agenda teórica y de                 re e s t ructuración del agro Latinoamericano’,
    investigación”, en R evista Latinoamericana de                 Debate Agrario, No. 18, CEPES, LIma, pp.
    Sociología Rural, No. 2, Asociación Latinoameri-               101-133.
    cana de Sociología Rural, Universidad Austral de           Murray, Warwick E. y Eduardo Silva, 2004, “The
    Chile, Valdivia, pp. 29-39.                                    political economy of sustainable development”,
Llambí, Luis y Magda Duarte, 2006, “Procesos de                    en Robert N. Gwynne y Cristóbal Kay, editores,
    crecimiento endógeno y desarrollo territorial                  Latin America Transformed: Globalization and
    rural en América Latina: enfoques teóricos y                   Modernity, segunda edición, Hodder Arnold y
    propuestas de política”, en R evista ALASRU                    Oxford University Press, Londres y Nueva York.
    Nueva Época, Análisis Latinoamericano del Medio            Navarro, Zander, 2000, “Breaking new grounds:
    Rural, No. 3, Asociación Latinoamericana de                    Br a z i l’s MST”, en NACLA Re p o rt on the
    Sociología Rural, Chapingo, pp. 223-250.                       Americas, Vol. 33, No. 5, North American
López, Ramón y Alberto Valdés, editores, 2000,                     Congress on Latin America (NACLA), Nueva
    Rural Poverty in Latin Am e r i c a. Macmillan,                York, pp. 36-39.
    Londres.                                                   Neimann, Guillermo y Clara Craviotti , 2005, Entre
Manzanal, Mabel, Guillermo Neiman y M r i o        a               el campo y la ciudad: desafíos y estrategias de la
    Lattuada, editores, 2006, Desarrollo rural: orga-              pluriactividad en el agro, Ediciones CICCUS,
    nizaciones, instituciones y territorios, Ediciones             Buenos Aires.
    CICCUS, Buenos Aires.                                      North, Liisa y John D. Cameron, editors, 2003,
Martínez, Luciano, 2006a, “Empleo y desigualdad                    Rural Progress, Rural Decay: Neoliberal Adjust-
    social en el medio rural: reflexiones desde el caso            ment Policies and Local Initiatives, Kumarian
    ecuatoriano”, en Revista ALASRU Nueva Época,                   Press, Bloomfield, Connecticut.
    Análisis Latinoamericano del Medio Rural, No. 4,           Pérez, Edelmira y María Adelaida Farah, 2004,
    Asociación Latinoamericana de Sociología                       Desarrollo rural y nueva ruralidad en América
    Rural, Chapingo, pp. 205-220.                                  Latina y la Unión Europea, Pontifia Universidad
                                                                   Javeriana, Bogotá.


                                                          48
                                          ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina

Pérez, Edelmira, María Adelaida Farah, y otros, edi-                lidad y empleo no-agrícola en Uruguay”, en
    tores, 2001, La nueva ruralidad en América                      Mónica Bendini y Norma Steimbreger, editores,
    Latina. Maestría en Desarrollo Rural 20 Años,                   Territorios y organización social de la agricultura,
    Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá.                       Editorial La Colmena, Buenos Aires.
Pérez, Mamerto, 2003, Apertura comercial y sector               Roberts, Bryan R., 1978, Cities of Peasants: The
    agrícola campesino. La otra cara de la pobreza del              Political Economy of Urbanization in the Third
    campesino andino, Centro de Estudios para el                    World, Edward Arnold, Londres.
    Desarrollo Laboral y Agrario, La Paz.                       Rosset, Peter, Raj Patel y Michael Courville, edi-
Petras, James y Henry Veltmeyer, 2001, “Are Latin                   tores, 2006, Promised Land: Competing Visions of
    American peasant movements still a force for                    Ag rarian Reform, Food First, Oakland,
    change? Some new paradigms revisited”, en The                   California.
    Jo u rnal of Peasant St u d i e s, Vol. 28, No. 2,          Rubio, Blanca, 2006, “Exclusión rural y resistencia
    Londres, pp. 83-118.                                            social en América Latina”, en Revista ALASRU
Phillips, Lynne, 2006, “Food and Globalization” en                  Nueva Época, Análisis Latinoamericano del Medio
    Annual Review of Anthropology, Vol. 35, No. 1,                  Rural, No. 4, Asociación Latinoamericana de
    pp. 37-57.                                                      Sociología Rural, Chapingo, pp. 1-28.
Picari, Nina, 1996, “Ecuador: taking on the neolib-             Rubio, Blanca, 2003, Explotados y excluidos: los cam-
    eral agenda”, en NACLA Report on the Americas,                  pesinos Latinamericanos en la fase agroexportadora
    Vol. 29, No. 5, North American Congress on                      neoliberal, Plaza y Valdés Editores, México, D.F.
    Latin America, Nueva York, pp. 23-32.                       Rubio, Blanca, 1999, “Las consecuencias de los tra-
Piñeiro, Diego E., 2004, En busca de la identidad. La               tados comerciales sobre los campesinos latinoa-
    acción colectiva en los conflictos agrarios, Consejo            mericanos: los casos del TLC y el MERCO-
    Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLAC-                     SUR”, en Raymond Bu ve y M r i a n n e     a
    SO , Buenos Aires.                                              Wiesebron, editores, Procesos de integración en
Piñeiro, Diego, 2000, 30 Años de sociología rural en                América Latina: perspectivas y experiencias
    América Latina, Asociación Latinoamericana de                   Latinoamericanas y Eu ro p e a s, CEDLA,
    Sociología Rural , Montevideo.                                  Amsterdam y Universidad Ib e roamericana,
Plaza, Orlando, 1998, Desarrollo rural: enfoques y                  México, D.F.
    métodos alternativos, Fondo Editorial Pontificia            Rubio, Blanca, Cristina Martínez, Mercedes Jimé-
    Universidad Católica del Perú, Lima.                            nez y Eloísa Valdivia, editores, 2002, Reestructu-
Quintana, Roberto Diego y Luciano Concheiro y                       ración productiva, comercialización y reorganiza-
    Patricia Couturier, editores, 2003, Políticas pú-               ción de la fuerza de trabajo agrícola en América
    blicas para el desarrollo rural, Casa Juan Pablos,              Latina, Plaza y Valdés Editores, México, D.F.
    México, D.F.                                                Sá n c h ez, Armando y Ed i l b e rto Niño, editores,
Ramírez, César Adrián y Blanca Rubio, editores,                     2002, Globalización y cambio social en América
    2006, “El debate teórico rural contemporáneo”,                  Latina, ALASRU y Un i versidad Autónoma
    en Revista ALASRU Nueva Época, An á l i s i s                   Metropolitana-Azcapotzalco, México, D.F.
    Latinoamericano del Medio Ru ra l, No. 4,                   Sauer, Sérgio y João Márcio Mendes, editores, 2006,
    Asociación Latinoamericana de Sociología                        Capturando a Terra: Banco Mundial, Políticas
    Rural, Chapingo.                                                Fundiárias Ne o l i b e rais e Reforma Ag rária de
Re a rdon, Thomas, Julio Berdegué y Germán                          Mercado, Editora Expressão Popular, São Paulo.
    Escobar, 2001, “Rural nonfarm employment                    Schejtman, Alexander y Julio A. Berdegué, 2003,
    and incomes in Latin America”, en Wo rl d                       Desarrollo territorial rural, RIMISP, Santiago,
    Development, Vol. 29, No. 3, pp. 395-409.                       Chile.
Renard, María Cristina y Gisela Espinosa, coordina-             Se p ú l veda, Sergio, Adrián Rodríguez, Rafael
    doras, 1999, “Globalización y sociedades rura-                  Echeverri y Melania Portilla, 2003, El enfoque te-
    les”, Cuadernos Agrarios Nueva Época, No. 17-                   rritorial del desarrollo rural, Instituto
    18, Tlalpan D.F.                                                Interamericano de Cooperación para la
Riella, Alberto y Juan Romero, 2003, “Nueva rura-                   Agricultura , San José, Costa Rica.


                                                           49
                                          ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
Cristóbal Kay

Stédile, João Pedro, 2002, “Landless batallions: the              Valdivia de Ortega, Martha Eloísa, coordinadora,
   Sem Terra movement”, en New Left Review, No.                       1998, Globalización, crisis y desarrollo ru ral en
   15, Londres, pp. 77-105.                                           América Latina: memorias de sesiones plenarias,
Teubal, Miguel, 2003, “La tierra y la reforma agra-                   Comité Organizador del V Congreso de ALA S-
   ria en América Latina”, en Realidad Económica,                     RU y Un i versidad Autónoma Chapingo, México.
   No. 200, IADE, Buenos Aires, pp. 130-162.                      Veltmeyer, Henry, 1997, “New social movements in
Teubal, Miguel, 1995, Globalización y expansión                       Latin America: the dynamics of class and identi-
   a g roindustrial: ¿Superación de la pobreza en                     ty”, en The Journal of Peasant Studies, Vol. 25,
   América Latina?, Ediciones Corregidor, Buenos                      No. 1, Londres, pp. 139-169.
   Aires.                                                         Wolford, Wendy, 2003, “Producing community:
Teubal, Miguel, Diego Domínguez y Pablo                               The MST and land reform settlements in Brazil”,
   Sabatino, 2005, “Transformaciones agrarias en                      en Journal of Agrarian Change, Vol. 3, No. 4,
   la Argentina. Agricultura industrial y sistema                     Blackwell Publishing, Londres, pp. 500-520.
   agroalimentario”, en Norma Giarracca y Miguel                  Wright, Andy and Wendy Wolford, 2003, To Inherit
   Teubal, editores, El campo argentino en la encru-                  the Ea rth: The Landless Movement and the
   cijada: estrategias y resistencias sociales, ecos en la            Struggle for a New Brazil. Food Fi r s t
   ciudad, Alianza Editorial, Buenos Aires.                           Publications, Oakland, California.
Teubal, Miguel y Javier Rodríguez, 2002, Agro y ali-              Yashar, Deborah J., 2005, Contesting Citizenship in
   mentos en la globalización: una perspectiva crítica,               Latin America: The Rise of Indigenous Movements
   Editorial La Colmena, Buenos Aires.                                and the Po s t l i b e ral Challenge, Cambridge
Urioste, Miguel y Cristóbal Kay, 2005, Latifundios,                   University Press, Cambridge.
   avasallamientos y autonomías: la reforma agraria               Zamosc, León, 1994, “Agrarian protest and the
   inconclusa en el oriente de Bolivia, Fundación                     Indian movement in the Ecuadorean highlands”,
   TIERRA, La Paz.                                                    en Latin American Research Review, Vol. 29, No.
                                                                      3, Austin, Texas, pp. 37-68.




                                                             50
                                            ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50

Mais conteúdo relacionado

Mais procurados

873 sociología rural
873 sociología rural873 sociología rural
873 sociología ruralChamoy Santos
 
Trabajo de sociologia rural.
Trabajo de sociologia rural.Trabajo de sociologia rural.
Trabajo de sociologia rural.Noreidis Alvarado
 
Texto de luz marina proceso de elitización
Texto de luz marina   proceso de elitizaciónTexto de luz marina   proceso de elitización
Texto de luz marina proceso de elitizaciónHypnos Stan
 
Arizaga Murallas Y Barrios Cerrados
Arizaga   Murallas Y Barrios CerradosArizaga   Murallas Y Barrios Cerrados
Arizaga Murallas Y Barrios Cerradoslady helen
 
Centros Históricos y las nuevas dinámicas metropolitanas en ALC, Daniel Hiern...
Centros Históricos y las nuevas dinámicas metropolitanas en ALC, Daniel Hiern...Centros Históricos y las nuevas dinámicas metropolitanas en ALC, Daniel Hiern...
Centros Históricos y las nuevas dinámicas metropolitanas en ALC, Daniel Hiern...Graciela Mariani
 
Dialnet-IntroduccionALaGeografiaHistorica-6581670.pdf
Dialnet-IntroduccionALaGeografiaHistorica-6581670.pdfDialnet-IntroduccionALaGeografiaHistorica-6581670.pdf
Dialnet-IntroduccionALaGeografiaHistorica-6581670.pdfLIDAFLORTRINIDADCOND
 
Marxistas clásicos de sociología rural clase de sociología rural UABC
Marxistas clásicos de sociología rural    clase de sociología rural   UABCMarxistas clásicos de sociología rural    clase de sociología rural   UABC
Marxistas clásicos de sociología rural clase de sociología rural UABCIGAEL
 
Sevilla alvaro central park y la produccion del espacio publico
Sevilla alvaro central park y la produccion del espacio publicoSevilla alvaro central park y la produccion del espacio publico
Sevilla alvaro central park y la produccion del espacio publicoPedro Martinez
 
La propuesta analítica de Stavenhagen
La propuesta analítica de StavenhagenLa propuesta analítica de Stavenhagen
La propuesta analítica de Stavenhagengusesteban
 
Colegio tecnico integrado
Colegio tecnico integradoColegio tecnico integrado
Colegio tecnico integradoEdith_Vega
 
Fundamentos teóricos de sociología urbana
Fundamentos teóricos de sociología urbanaFundamentos teóricos de sociología urbana
Fundamentos teóricos de sociología urbanaPablo Minda
 
Sociologia xochimilco
Sociologia xochimilcoSociologia xochimilco
Sociologia xochimilcoPepe Sosa
 
LOS USOS Y SENTIDOS DEL TERRITORIO, MODOS DE PRODUCCIÓN EN DISPUTA EN EL PASO...
LOS USOS Y SENTIDOS DEL TERRITORIO, MODOS DE PRODUCCIÓN EN DISPUTA EN EL PASO...LOS USOS Y SENTIDOS DEL TERRITORIO, MODOS DE PRODUCCIÓN EN DISPUTA EN EL PASO...
LOS USOS Y SENTIDOS DEL TERRITORIO, MODOS DE PRODUCCIÓN EN DISPUTA EN EL PASO...Pablo Ruiz
 
Georg simmel la metrópolis y la vida mental
Georg simmel la metrópolis y la vida mentalGeorg simmel la metrópolis y la vida mental
Georg simmel la metrópolis y la vida mentalPablo Minda
 
Apropiación y división social del espacio
Apropiación y división social del espacioApropiación y división social del espacio
Apropiación y división social del espaciokuauhzitonalteotl
 

Mais procurados (20)

873 sociología rural
873 sociología rural873 sociología rural
873 sociología rural
 
Trabajo de sociologia rural.
Trabajo de sociologia rural.Trabajo de sociologia rural.
Trabajo de sociologia rural.
 
Texto de luz marina proceso de elitización
Texto de luz marina   proceso de elitizaciónTexto de luz marina   proceso de elitización
Texto de luz marina proceso de elitización
 
Arizaga Murallas Y Barrios Cerrados
Arizaga   Murallas Y Barrios CerradosArizaga   Murallas Y Barrios Cerrados
Arizaga Murallas Y Barrios Cerrados
 
Centros Históricos y las nuevas dinámicas metropolitanas en ALC, Daniel Hiern...
Centros Históricos y las nuevas dinámicas metropolitanas en ALC, Daniel Hiern...Centros Históricos y las nuevas dinámicas metropolitanas en ALC, Daniel Hiern...
Centros Históricos y las nuevas dinámicas metropolitanas en ALC, Daniel Hiern...
 
11503205
1150320511503205
11503205
 
tierra y conflicto
tierra y conflictotierra y conflicto
tierra y conflicto
 
3696 1
3696 13696 1
3696 1
 
Dialnet-IntroduccionALaGeografiaHistorica-6581670.pdf
Dialnet-IntroduccionALaGeografiaHistorica-6581670.pdfDialnet-IntroduccionALaGeografiaHistorica-6581670.pdf
Dialnet-IntroduccionALaGeografiaHistorica-6581670.pdf
 
Marxistas clásicos de sociología rural clase de sociología rural UABC
Marxistas clásicos de sociología rural    clase de sociología rural   UABCMarxistas clásicos de sociología rural    clase de sociología rural   UABC
Marxistas clásicos de sociología rural clase de sociología rural UABC
 
Sevilla alvaro central park y la produccion del espacio publico
Sevilla alvaro central park y la produccion del espacio publicoSevilla alvaro central park y la produccion del espacio publico
Sevilla alvaro central park y la produccion del espacio publico
 
La propuesta analítica de Stavenhagen
La propuesta analítica de StavenhagenLa propuesta analítica de Stavenhagen
La propuesta analítica de Stavenhagen
 
Colegio tecnico integrado
Colegio tecnico integradoColegio tecnico integrado
Colegio tecnico integrado
 
Fundamentos teóricos de sociología urbana
Fundamentos teóricos de sociología urbanaFundamentos teóricos de sociología urbana
Fundamentos teóricos de sociología urbana
 
Sociologia xochimilco
Sociologia xochimilcoSociologia xochimilco
Sociologia xochimilco
 
geo social
 geo social geo social
geo social
 
LOS USOS Y SENTIDOS DEL TERRITORIO, MODOS DE PRODUCCIÓN EN DISPUTA EN EL PASO...
LOS USOS Y SENTIDOS DEL TERRITORIO, MODOS DE PRODUCCIÓN EN DISPUTA EN EL PASO...LOS USOS Y SENTIDOS DEL TERRITORIO, MODOS DE PRODUCCIÓN EN DISPUTA EN EL PASO...
LOS USOS Y SENTIDOS DEL TERRITORIO, MODOS DE PRODUCCIÓN EN DISPUTA EN EL PASO...
 
Georg simmel la metrópolis y la vida mental
Georg simmel la metrópolis y la vida mentalGeorg simmel la metrópolis y la vida mental
Georg simmel la metrópolis y la vida mental
 
Apropiación y división social del espacio
Apropiación y división social del espacioApropiación y división social del espacio
Apropiación y división social del espacio
 
3 taller geo social_2019
3 taller geo social_20193 taller geo social_2019
3 taller geo social_2019
 

Semelhante a Estudios rurales en al

Salas la nueva ruralidad en los estudios territoriales
Salas la nueva ruralidad en los estudios territorialesSalas la nueva ruralidad en los estudios territoriales
Salas la nueva ruralidad en los estudios territorialesanalisisregional
 
_El Rol del Profesor en la Educación Rural.pdf
_El Rol del Profesor en la Educación Rural.pdf_El Rol del Profesor en la Educación Rural.pdf
_El Rol del Profesor en la Educación Rural.pdflorenafarias31
 
Comunidades Alternativas
Comunidades AlternativasComunidades Alternativas
Comunidades Alternativasalmelini
 
El sistema Social Capitalista y el Campo
El sistema Social Capitalista y el CampoEl sistema Social Capitalista y el Campo
El sistema Social Capitalista y el CampoPablo Martínez
 
Territorio y nuevas ruralidades
Territorio y nuevas ruralidadesTerritorio y nuevas ruralidades
Territorio y nuevas ruralidadesISFD N° 117
 
2º parte material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...
2º parte  material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...2º parte  material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...
2º parte material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...hantuschgeografias
 
2º parte material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...
2º parte  material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...2º parte  material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...
2º parte material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...hantuschgeografias
 
Libro apoyo agricultura
Libro apoyo agriculturaLibro apoyo agricultura
Libro apoyo agriculturaAlexandroFavio
 
Los nuevos Movimientos Sociales - Boaventura de Sousa
Los nuevos Movimientos Sociales - Boaventura de SousaLos nuevos Movimientos Sociales - Boaventura de Sousa
Los nuevos Movimientos Sociales - Boaventura de SousaMarcos Eduardo Villa Corrales
 
Raúl Zibechi - Los Movimientos Sociales Latinoamericanos, tendencias y desafíos
Raúl Zibechi - Los Movimientos Sociales Latinoamericanos, tendencias y desafíosRaúl Zibechi - Los Movimientos Sociales Latinoamericanos, tendencias y desafíos
Raúl Zibechi - Los Movimientos Sociales Latinoamericanos, tendencias y desafíosMarcos Eduardo Villa Corrales
 
Expansión territorial agroindustrial
Expansión territorial agroindustrialExpansión territorial agroindustrial
Expansión territorial agroindustrialPablo Ruiz
 
Victor toledo
Victor toledoVictor toledo
Victor toledogatopavo
 
El giro territorial en las ciencias sociales peruanas. Balance de estudios so...
El giro territorial en las ciencias sociales peruanas. Balance de estudios so...El giro territorial en las ciencias sociales peruanas. Balance de estudios so...
El giro territorial en las ciencias sociales peruanas. Balance de estudios so...InfoAndina CONDESAN
 
SEMANA 14 Globalizacion Criticas.pdf
SEMANA 14 Globalizacion Criticas.pdfSEMANA 14 Globalizacion Criticas.pdf
SEMANA 14 Globalizacion Criticas.pdfREYESRUMAYERICK
 

Semelhante a Estudios rurales en al (20)

Salas la nueva ruralidad en los estudios territoriales
Salas la nueva ruralidad en los estudios territorialesSalas la nueva ruralidad en los estudios territoriales
Salas la nueva ruralidad en los estudios territoriales
 
_El Rol del Profesor en la Educación Rural.pdf
_El Rol del Profesor en la Educación Rural.pdf_El Rol del Profesor en la Educación Rural.pdf
_El Rol del Profesor en la Educación Rural.pdf
 
Comunidades Alternativas
Comunidades AlternativasComunidades Alternativas
Comunidades Alternativas
 
El sistema Social Capitalista y el Campo
El sistema Social Capitalista y el CampoEl sistema Social Capitalista y el Campo
El sistema Social Capitalista y el Campo
 
Territorio y nuevas ruralidades
Territorio y nuevas ruralidadesTerritorio y nuevas ruralidades
Territorio y nuevas ruralidades
 
2º parte material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...
2º parte  material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...2º parte  material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...
2º parte material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...
 
2º parte material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...
2º parte  material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...2º parte  material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...
2º parte material agro latinoamericano + secuencia didactica revolución verd...
 
Libro apoyo agricultura
Libro apoyo agriculturaLibro apoyo agricultura
Libro apoyo agricultura
 
Los nuevos Movimientos Sociales - Boaventura de Sousa
Los nuevos Movimientos Sociales - Boaventura de SousaLos nuevos Movimientos Sociales - Boaventura de Sousa
Los nuevos Movimientos Sociales - Boaventura de Sousa
 
Raúl Zibechi - Los Movimientos Sociales Latinoamericanos, tendencias y desafíos
Raúl Zibechi - Los Movimientos Sociales Latinoamericanos, tendencias y desafíosRaúl Zibechi - Los Movimientos Sociales Latinoamericanos, tendencias y desafíos
Raúl Zibechi - Los Movimientos Sociales Latinoamericanos, tendencias y desafíos
 
Nuevo movimiento campesino ecológico foro 246[1]
Nuevo movimiento campesino ecológico foro 246[1]Nuevo movimiento campesino ecológico foro 246[1]
Nuevo movimiento campesino ecológico foro 246[1]
 
Foro 246[1]
Foro 246[1]Foro 246[1]
Foro 246[1]
 
Expansión territorial agroindustrial
Expansión territorial agroindustrialExpansión territorial agroindustrial
Expansión territorial agroindustrial
 
Victor toledo
Victor toledoVictor toledo
Victor toledo
 
Ecología política redacción final risdell mathews
Ecología política redacción final risdell mathewsEcología política redacción final risdell mathews
Ecología política redacción final risdell mathews
 
Presentación Geo Social
Presentación Geo Social Presentación Geo Social
Presentación Geo Social
 
Cara y contracara de una noticia
Cara y contracara de una noticiaCara y contracara de una noticia
Cara y contracara de una noticia
 
El giro territorial en las ciencias sociales peruanas. Balance de estudios so...
El giro territorial en las ciencias sociales peruanas. Balance de estudios so...El giro territorial en las ciencias sociales peruanas. Balance de estudios so...
El giro territorial en las ciencias sociales peruanas. Balance de estudios so...
 
SEMANA 14 Globalizacion Criticas.pdf
SEMANA 14 Globalizacion Criticas.pdfSEMANA 14 Globalizacion Criticas.pdf
SEMANA 14 Globalizacion Criticas.pdf
 
La dialéctica local global
La dialéctica local globalLa dialéctica local global
La dialéctica local global
 

Mais de analisisregional

La dimensión social del análisis
La dimensión social del análisisLa dimensión social del análisis
La dimensión social del análisisanalisisregional
 
Bocco naturaleza y sociedad escalas de espacio y tiempo
Bocco naturaleza y sociedad   escalas de espacio y tiempoBocco naturaleza y sociedad   escalas de espacio y tiempo
Bocco naturaleza y sociedad escalas de espacio y tiempoanalisisregional
 
Desarrollo local y regional
Desarrollo local y regionalDesarrollo local y regional
Desarrollo local y regionalanalisisregional
 
Mota capital social en grupos indígenas
Mota capital social en grupos indígenasMota capital social en grupos indígenas
Mota capital social en grupos indígenasanalisisregional
 
Léonard un paisaje de las relaciones de poder
Léonard un paisaje de las relaciones de poderLéonard un paisaje de las relaciones de poder
Léonard un paisaje de las relaciones de poderanalisisregional
 
Iturralde tierras y territorios indígenas
Iturralde tierras y territorios indígenasIturralde tierras y territorios indígenas
Iturralde tierras y territorios indígenasanalisisregional
 
La competitividad territorial leader
La competitividad territorial leaderLa competitividad territorial leader
La competitividad territorial leaderanalisisregional
 
Merchand agroindustria del limón y su hinterland agrícola
Merchand agroindustria del limón y su hinterland agrícolaMerchand agroindustria del limón y su hinterland agrícola
Merchand agroindustria del limón y su hinterland agrícolaanalisisregional
 
Cardenas barajas. touraine
Cardenas barajas. touraineCardenas barajas. touraine
Cardenas barajas. touraineanalisisregional
 
Lambin cambios en el uso del suelo
Lambin cambios en el uso del sueloLambin cambios en el uso del suelo
Lambin cambios en el uso del sueloanalisisregional
 
Fuente el aprecio por el paisaje
Fuente el aprecio por el paisajeFuente el aprecio por el paisaje
Fuente el aprecio por el paisajeanalisisregional
 
Fuente el aprecio por el paisaje
Fuente el aprecio por el paisajeFuente el aprecio por el paisaje
Fuente el aprecio por el paisajeanalisisregional
 
EXPOSION DE MARTHA PERALES
EXPOSION DE MARTHA PERALESEXPOSION DE MARTHA PERALES
EXPOSION DE MARTHA PERALESanalisisregional
 

Mais de analisisregional (20)

La dimensión social del análisis
La dimensión social del análisisLa dimensión social del análisis
La dimensión social del análisis
 
Los recursos naturales 1
Los recursos naturales 1Los recursos naturales 1
Los recursos naturales 1
 
Desarrollo por cuencas
Desarrollo por cuencasDesarrollo por cuencas
Desarrollo por cuencas
 
Bocco naturaleza y sociedad escalas de espacio y tiempo
Bocco naturaleza y sociedad   escalas de espacio y tiempoBocco naturaleza y sociedad   escalas de espacio y tiempo
Bocco naturaleza y sociedad escalas de espacio y tiempo
 
Manejo de rn cisjnp
Manejo de rn cisjnpManejo de rn cisjnp
Manejo de rn cisjnp
 
Desarrollo local y regional
Desarrollo local y regionalDesarrollo local y regional
Desarrollo local y regional
 
Mota capital social en grupos indígenas
Mota capital social en grupos indígenasMota capital social en grupos indígenas
Mota capital social en grupos indígenas
 
Léonard un paisaje de las relaciones de poder
Léonard un paisaje de las relaciones de poderLéonard un paisaje de las relaciones de poder
Léonard un paisaje de las relaciones de poder
 
Iturralde tierras y territorios indígenas
Iturralde tierras y territorios indígenasIturralde tierras y territorios indígenas
Iturralde tierras y territorios indígenas
 
La competitividad territorial leader
La competitividad territorial leaderLa competitividad territorial leader
La competitividad territorial leader
 
Merchand agroindustria del limón y su hinterland agrícola
Merchand agroindustria del limón y su hinterland agrícolaMerchand agroindustria del limón y su hinterland agrícola
Merchand agroindustria del limón y su hinterland agrícola
 
Jiménez +..
Jiménez +..Jiménez +..
Jiménez +..
 
Cardenas barajas. touraine
Cardenas barajas. touraineCardenas barajas. touraine
Cardenas barajas. touraine
 
Wieviorka..
Wieviorka..Wieviorka..
Wieviorka..
 
Ochman mendez zalapa2010
Ochman mendez zalapa2010Ochman mendez zalapa2010
Ochman mendez zalapa2010
 
Presentac..
Presentac..Presentac..
Presentac..
 
Lambin cambios en el uso del suelo
Lambin cambios en el uso del sueloLambin cambios en el uso del suelo
Lambin cambios en el uso del suelo
 
Fuente el aprecio por el paisaje
Fuente el aprecio por el paisajeFuente el aprecio por el paisaje
Fuente el aprecio por el paisaje
 
Fuente el aprecio por el paisaje
Fuente el aprecio por el paisajeFuente el aprecio por el paisaje
Fuente el aprecio por el paisaje
 
EXPOSION DE MARTHA PERALES
EXPOSION DE MARTHA PERALESEXPOSION DE MARTHA PERALES
EXPOSION DE MARTHA PERALES
 

Estudios rurales en al

  • 1. Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina Some Reflections on Rural Studies in Latin America Cristóbal Kay Institute of Social Studies, La Haya Email: kay@iss.nl Fecha de recepción: febrero de 2007 Fecha de aceptación final: julio de 2007 Resumen En este ensayo se analizan algunos de los principales temas de investigación en los estudios ru- rales sobre América Latina durante las últimas dos a tres décadas. Las transformaciones en la economía y sociedad rural provocadas por el proceso de la globalización neoliberal y las pro- testas socio-políticas de campesinos, indígenas y mujeres contra la discriminación y las políti- cas neoliberales impregnan los estudios rurales. La perspectiva de análisis de la “nueva rurali- dad” es vista por muchos investigadores como la mejor forma de captar los cambios y para di- señar políticas públicas pro-campesinas. También se examina la diferenciación campesina, la brecha entre la economía campesina y la empresarial, la feminización y precarización del tra- bajo rural, las relaciones rural-urbanas, el movimiento campesino e indígena, la reforma agra- ria y la pobreza rural. Palabras clave: Campesinado, indígenas, nueva ruralidad, cambio agrario, movimientos campesinos, sociología rural, neoliberalismo, América Latina. Abstract This essay analyses some of the principal research themes of rural studies on Latin America dur- ing the last two to three decades. The transformations in the rural economy and society en- gendered by the process of neoliberal globalization and the sociopolitical protests of peasants, indigenous peoples and women against discrimination and neoliberal policies infuse rural stud- ies. The analytical perspective of the “new rurality” is seen by many researchers as the best ap- proach for capturing these changes and designing pro-peasant public policies. Other themes examined here are peasant differentiation, the gap between peasant and capitalist farming, the feminization and flexibilization of rural labour, urban-rural relations, peasant and indigenous movements, agrarian reform and rural poverty. Keywords: Peasantry, Indigenous Peoples, New Rurality, Agrarian Change, Peasant Movements, Rural Sociology, Neoliberalism, Latin America. Iconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 29, Quito, septiembre 2007, pp. 31-50 © Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador. ISSN: 1390-1249
  • 2. Cristóbal Kay l propósito de este artículo es presen- estudios rurales disminuye y surgen diversas E tar una reflexión sobre los estudios ru- rales en América Latina desde el giro neoliberal y a partir de la década de los interpretaciones nuevas entre las cuales figura el postmodernismo con su visión relativista, culturalista e individualista. Los análisis es- ochenta del siglo pasado. No se pretende tructuralistas y totalizadores son criticados hacer un balance ya que ello requeriría un ar- como dogmáticos o tautológicos y son des- tículo de mayor envergadura y profundidad. plazados por los nuevos estudios que enfati- Para tal efecto se puede consultar las excelen- zan la agencia y las capacidades de los sujetos tes compilaciones editadas por Piñeiro para crear sus propias estrategias de vida y a (2000), Bendini et al. (2003) y Ramírez y través de sus múltiples intervenciones trans- Rubio (2006) así como también los trabajos formar su entorno y quizás el más allá. de Gómez (1992), Murmis (1994a, 1994b), Plaza (1998), Kay (2001), Bengoa (2003), Brass (2003) y Brumer y Piñeiro (2005). El Neoliberalismo objetivo de este ensayo es más bien analizar y nueva ruralidad algunos de los temas principales de investiga- ción y enfoques que se han desarrollado en las Las políticas económicas neoliberales acelera- últimas décadas sobre la cuestión agraria en la ron procesos de transformación ya en marcha región. Sin duda, mi visión es parcial y otros y a su vez produjeron nuevos cambios. Un as- autores tendrán diferentes énfasis e interpre- pecto central del giro neoliberal y de la glo- taciones sobre los estudios rurales. Pero tam- balización es la liberalización de los mercados bién se pretende estimular el debate para así que significa tanto extender como profundi- reforzar las reflexiones sobre la temática. zar las relaciones mercantiles en todos los ám- Con la creciente aplicación de políticas bitos posibles. Para captar dichos fenómenos neoliberales y el fin de la guerra fría, las gran- surgen una serie de estudios desde los 1990s des teorías y abstracciones pierden influencia. que se pueden englobar bajo el término de la Los polémicos e interminables debates sobre “nueva ruralidad” y que ha adquirido cierta los modos de producción y las formaciones popularidad en los estudios rurales (Llambí sociales se desvanecen y surgen estudios más 1994, Arias 2006). El énfasis principal en di- específicos sobre una gran diversidad de chas investigaciones está en ampliar la visión temas. Por cierto que dichos cambios a nivel del campo de lo agrario a lo rural, en enfati- teórico y de las temáticas de investigación de zar la multifuncionalidad de los espacios ru- alguna manera reflejan ciertas transformacio- rales debido a la creciente importancia de las nes de la realidad tanto a nivel nacional como actividades no agrarias y de la más fluida e in- global. La creciente presencia del movimien- tensa interrelación entre lo rural y lo urbano to de las mujeres y de las movilizaciones de y lo local con lo global, y en remarcar los sig- los pueblos indígenas se refleja en la explosión nificativos cambios en los patrones culturales de los estudios sobre género e indígenas. La y de vida rurales (Llambí 2004). Aunque no crisis del socialismo real con el colapso de los se podría decir que estos estudios representan sistemas de planificación centralizada y la ex- un cambio paradigmático, ya que en general tensión de las relaciones capitalistas por todos no pretenden generar una nueva teoría, pero los rincones del mundo y su profundización a sí indican un cambio de visión que se sinteti- raíz de la globalización neoliberal dificultan za en el concepto de la “nueva ruralidad” cualquier alternativa al sistema capitalista. (Giarracca 2001, Pérez et al. 2001, Clemens y Así, la influencia de la teoría marxista en los Ruben 2001, Pérez y Farah 2004). 32 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 3. Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina Los nuevos ruralistas llaman la atención a de reproducción y tales actividades sólo les la pluriactividad de los hogares campesinos permiten la sobrevivencia y por tanto no es que están involucrándose cada vez más en una política de desarrollo. Sólo una minoría una variedad de actividades no agrícolas pro- de campesinos, aquellos con suficiente acceso ductivas y de servicios en el ámbito rural, a recursos productivos, pueden a través de di- tales como artesanías, pequeños talleres y mi- chas actividades no agropecuarias lograr me- croempresas manufactureras, comercio y tu- jorar sus niveles y calidad de vida (Martínez rismo. Algunos miembros de los hogares fa- 2000). En cierto modo, la nueva ruralidad es miliares trabajan también como jornaleros en el resultado del neoliberalismo y promover la empresas agroindustriales, obras de construc- pluriactividad sin cambiar el contexto es re- ción de caminos y viviendas, granjas capita- producir el neoliberalismo y con ello la ex- listas y otras actividades. Cada vez más muje- plotación y el despojo campesino. res participan en el mercado de trabajo asala- Hay otra vertiente en los estudios sobre la riado, especialmente en las nuevas exporta- nueva ruralidad que elaboran alternativas con ciones de productos agrícolas no tradicionales un cuestionamiento más explícito de las polí- frutihortícolas y florícolas, aunque muy a me- ticas neoliberales y con el afán de alentar un nudo en forma precaria y con salarios míni- proceso de desarrollo centrado en la agricul- mos (ver artículo de Korovkin y Sanmiguel tura campesina. O sea plantean una visión en este número). “campesinista” que, sin desconocer el mérito Sin embargo, algunos autores cuestionan de las actividades no agropecuarias, enfatiza la trascendencia de la nueva ruralidad, argu- la producción de alimentos de mejor calidad, mentando que los fenómenos descritos son la agricultura orgánica, la promoción de los más bien una expresión de viejos rasgos en el conocimientos y habilidades productivas, la contexto de la globalización y no representan creación de nuevos mercados nicho, entre necesariamente nuevos elementos (Riella y otras propuestas (Barkin 2001). El propósito Ro m e ro 2003, Bendini 2006). Según Se r g i o es fortalecer la economía campesina dentro Gómez (2002), la mayoría de los aspectos de de un modelo alternativo en el cual se apoyan la así denominada “n u e va ruralidad” estaban las iniciativas locales y se propugna el desa- ya presentes con anterioridad al neolibera- rrollo endógeno para lograr una mayor parti- lismo. cipación social, control local y autogestión A mi juicio, existe cierta ambigüedad sobre el territorio por parte de la comunidad entre los nuevos ruralistas en cuanto al diseño campesina (North y Cameron 2003). de las políticas públicas. Algunos autores cri- Se puede observar cierta influencia en esta tican a los gobiernos y a las organizaciones no visión de la literatura sobre descentralización gubernamentales (ONGs) por seguir priori- y desarrollo territorial rural y en especial de zando las actividades productivas agropecua- las propuestas del movimiento zapatista en rias en sus proyectos de desarrollo rural (en la Chiapas. Pero para que tal visión campesinis- medida que todavía existen en el contexto ne- ta de la nueva ruralidad se logre materializar oliberal), en vez de fomentar las nuevas acti- y para que beneficie a todos los campesinos es vidades no agropecuarias que ofrecen mayo- necesario una nueva reforma agraria que res perspectivas de empleo y de generación de transfiera no sólo tierra a los sin o con insufi- ingresos. Dicha posición me parece paradóji- ciente tierra sino también recursos financie- ca en el sentido que para la mayoría de los ros y tecnológicos. También es necesaria una campesinos su creciente participación en acti- inserción más equitativa de los campesinos en vidades no-agropecuarias obedece a su crisis los mercados tanto de productos como de los 33 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 4. Cristóbal Kay factores productivos que sólo se puede lograr de los grandes granjeros, muchos de ellos de desarrollando sus organizaciones. Sólo con el origen latifundista (Kay 1988). empoderamiento de los campesinos, en alian- En la búsqueda del sustento de vida, un za con otros sectores sociales progresistas, es número creciente de pobladores rurales em- posible que ellos negocien mejores condicio- prenden migraciones temporales o a más nes en sus relaciones tanto con el mercado largo plazo a otras áreas rurales o hacia áreas como con el Estado. urbanas. También las migraciones a otros pa- íses, donde la mayoría trabaja como asalaria- dos, son cada vez más frecuentes. Aquellos La diferenciación campesina que emigran, envían remesas a los miembros de sus familias campesinas. De este modo, las Las políticas neoliberales han dado un nuevo actividades y fuentes de ingresos de los hoga- impulso a la diferenciación campesina. La res campesinos se han diversificado creciente pauperización de los campesinos significativamente. Para muchos hogare s debido a su cada vez menor acceso a los re- campesinos los ingresos no agropecuarios ya cursos productivos, especialmente la tierra, superan los ingresos provenientes de las acti- los obliga a buscar otras oportunidades de vidades agropecuarias del predio. Entre los empleo e ingresos. Generalmente sólo logran ingresos extra-parcelarios predominan cada asalariarse en condiciones muy precarias, es vez más los ingresos provenientes de activida- decir en empleos temporales mal remunera- des asalariadas y las remesas de los emigrantes dos. Por tanto la pluriactividad es sólo un me- (Reardon et al. 2001). Los pocos estudios que canismo de sobrevivencia para los campesinos existen sobre el uso de las remesas indican pobres. En cambio aquellos hogares campesi- que generalmente son destinadas a la compra nos con mayores recursos productivos y con de bienes de consumo y al mejoramiento de mejores niveles de educación logran insertar- las viviendas en vez de invertirse en activida- se en otras actividades productivas más renta- des productivas. Se crea así una dependencia bles que la agropecuaria a través de sus activi- de los hogares campesinos de las remesas. dades micro e m p resariales y comerc i a l e s Algo similar ocurre a nivel nacional. En va- (Dirven 2004a). En caso de asalariarse logran rios países las remesas ya constituyen la se- acceso a empleo de mayor calidad y producti- gunda fuente de ingresos de divisas del país vidad, que requiere mayores niveles de califi- superando en algunos casos el valor de las ex- cación y, por tanto, redunda en mayores sala- portaciones agropecuarias. Los gobiernos se rios que los obtenidos por los campesinos han percatado tardíamente de esta situación y más pobres (Reardon et al. 2001). por lo general todavía no se han diseñado po- Por lo tanto, para los campesinos ricos la líticas públicas para proveer incentivos para el pluriactividad es una oportunidad para la uso productivo de tales remesas. acumulación de capital y para su ascenso eco- nómico y social. Debido a que son una mi- noría y a la luz de la gran desigualdad en la La brecha entre la economía empresarial distribución de la tierra, esta oportunidad de y la economía campesina acumular capital es insuficiente para generar un proceso de desarrollo capitalista en el agro Las políticas neoliberales han profundizado desde abajo. O sea, la vía campesina al capi- las desigualdades entre las granjas capitalistas talismo agrario sigue subordinada, incluso y las parcelas campesinas (Rubio 2003). La cada vez más, a la vía capitalista desde arriba promesa de los neoliberales era que la libera- 34 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 5. Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina lización de los mercados beneficiaría al sector bientales aún son inciertos. La soya también agrícola, que según ellos sufrió discrimina- ha desplazado otros cultivos, tales como el ción durante el período de industrialización trigo que es el ingrediente básico para los pro- por sustitución de importaciones (ISI), por- ductos alimenticios basados en la harina. La que se reforzarían las ventajas comparativas gran demanda por tierra de la soya también del sector agropecuario. Con ello se dinami- ha provocado el desplazamiento de cientos de zaría la agricultura y en especial sus exporta- miles de productores campesinos, ya sea por ciones que también beneficiaría a los campe- la venta de sus tierras o por otros medios de sinos tanto a través del crecimiento de sus ex- presión, que no siempre son legítimos. Todo portaciones en su calidad de productores esto ha afectado la seguridad alimentaria en como por las mayores oportunidades de em- dichos países y ha creado inseguridad en las pleo y aumento en los salarios en su calidad zonas rurales (Teubal et al. 2005). de asalariados. Sin embargo, el desempeño En el caso de la fruticultura la situación del sector agropecuario en cuanto a creci- también favorece a los productores con capi- miento económico y creación de empleos ha tal, pero a través de los contratos con la sido inferior en el período neoliberal compa- agroindustria frutícola existen ciertas posibili- rado con el período del desarrollo hacia aden- dades para la economía campesina. Sin em- tro o de la ISI (David 2001). bargo, en la mayoría de los casos dichos con- Es cierto que las exportaciones agropecua- tratos favorecen a la agroindustria y los ries- rias no tradicionales, tales como las frutas, gos son generalmente asumidos por los cam- hortalizas, flores y la soya han prosperado en pesinos. La evidencia indica que son pocos las últimas décadas y en algunos casos inclu- los campesinos capaces de insertarse en la fru- so han superado el valor de las exportaciones ticultura y aquellos que logran hacerlo a tra- tradicionales tales como el azúcar, café y ba- vés de los años entran en quiebra por las deu- nano. Pero los beneficiarios fueron los pro- das acumuladas o revierten a sus cultivos tra- d u c t o res capitalistas y los conglomerados dicionales (Murray y Silva 2004). agroindustriales transnacionales. Sólo en al- En los cultivos hortícolas la economía gunas instancias puntuales algunos producto- campesina tiene mejores posibilidades com- res campesinos lograron captar parte de los petitivas, pero éstas se manifiestan más en la beneficios. producción para el mercado doméstico. El La soya ha tenido un crecimiento explosi- mercado de exportación es más exigente en vo, siendo los productores principales Brazil y términos de calidad, controles fitosanitarios, Argentina quienes dominan el mercado mun- acceso a los compradores tales como las gran- dial, habiendo desplazado a los Estados des cadenas de supermercados, etc. Todos Unidos (EEUU). Bolivia, Paraguay y Uru- estos requerimientos favorecen a la agroin- guay también son exportadores importantes dustria que tiene los capitales y conocimien- del producto. El cultivo de la soya favorece la tos, realiza el procesamiento y otras etapas de gran agricultura por la existencia de econo- la cadena productiva donde captura la mayor mías de escala y por ser un cultivo extensivo parte del valor agregado y de las ganancias. y por la mecanización, se crean muy pocos Cuando contrata la producción prefiere ha- empleos por hectárea cultivada. Además, las cerlo con los grandes productores. Aquellos consecuencias ecológicas son preocupantes, pequeños productores que entran en una re- ya que su expansión ha ampliado la frontera lación con la agroindustria están expuestos a agrícola destrozando bosques y por el domi- sus abusos. Las relaciones de poder de nego- nio de la soya transgénica cuyos efectos am- ciación son muy desiguales y el Estado gene- 35 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 6. Cristóbal Kay ralmente no se interesa en reglamentar los La feminización del trabajo contratos o es incapaz de hacerlo. asalariado rural La otra cara de la liberalización es que ha facilitado la importación de alimentos. Es re- El surgimiento del movimiento feminista ha conocido que los altos subsidios recibidos por estimulado una serie de estudios sobre la los productores en los países desarrollados mujer rural y ha presionado a los gobiernos a crean una competencia desleal con los de los introducir legislación a favor de la equidad de países subdesarrollados. La creciente importa- género. Destacan los trabajos sobre las histo- ción de alimentos baratos, especialmente de rias de vida, tanto de líderes campesinas e in- los EEUU y la Unión Europea (UE), ha lle- dígenas como de otras mujeres en sus varios vado a la ruina a muchísimos productores quehaceres, los análisis sobre su creciente par- campesinos e incluso ha provocado dificulta- ticipación en el mercado laboral, las relacio- des para los productores capitalistas. Pero los nes domésticas, la violencia contra la mujer, granjeros capitalistas han tenido más posibili- su discriminación en cuanto al acceso a los re- dades de responder frente al reto de las im- cursos productivos, su doble jornada de tra- portaciones baratas ya que tienen los medios bajo, entre otros aspectos de sus vidas. Las económicos para incrementar la eficiencia agencias internacionales de cooperación y las productiva o reconvertir su producción hacia instituciones nacionales ofrecen más recursos p roductos más re m u n e r a t i vos como, por para la investigación sobre las relaciones de ejemplo, cambiar del cultivo de cereales al género y también para proyectos de desarro- cultivo de los productos de agroexportación llo enfocados a aumentar las capacidades de no tradicionales. las mujeres en sus varios contextos tanto pro- En breve, los productores campesinos son ductivos como sociales y políticos. Muchos asediados en el mercado doméstico tanto por países introducen legislación para eliminar la las importaciones de alimentos baratos como discriminación contra la mujer y facilitar su por los productores capitalistas internos que empoderamiento. Así, por ejemplo, en los logran ser más competitivos que los campesi- proyectos de registro, saneamiento y titula- nos a través de la biotecnología y otras inno- ción de tierras que se han introducido en la vaciones tecnológicas que requieren de una mayoría de los países latinoamericanos en las serie de recursos de difícil acceso para los últimas décadas, se ha estimulado la titula- campesinos. A su vez las nuevas oportunida- ción conjunta o mancomunada del predio a des abiertas a las exportaciones agropecuarias nombre de la pareja y en caso de los hogares no tradicionales son de difícil acceso directo dirigidos por mujeres reforzar sus derechos para los campesinos. En caso de lograr su in- sobre la propiedad (Deere 2001, Deere y serción en dicho mercado es a través de la León 2001, Lastarria et al. 2003). agroindustria que capta la mayor parte de los La feminización de la agricultura se debe a posibles beneficios. La participación campesi- la crisis de la economía campesina causada na en dichas exportaciones es principalmente tanto por la creciente escasez de tierra a su como asalariados de las empresas productoras disposición como por la política neoliberal y procesadoras de dichos productos. Por que no la favorece. Ello ha forzado a los todas estas razones la globalización neoliberal miembros del hogar a ampliar sus opciones está generando una “agricultura a dos veloci- de ingreso lo que ha tenido varios efectos dades” aumentando así la brecha entre los sobre las mujeres. Con los ajustes estructura- productores capitalistas y los campesinos. les de los 1980s, los gobiernos trataron de es- timular las agroexportaciones para lograr ma- 36 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 7. Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina yores ingresos en divisas para el pago de la laborales. Ello ha llevado a muchos abusos deuda externa. Con el arranque de las agroex- por parte de los empleadores que se han apro- portaciones no tradicionales, que tienden a vechado de la mano obra barata para mejorar ser intensivas en el uso de mano de obra, se su competitividad en el mercado y aumentar abrieron nuevas posibilidades de trabajo asa- sus ganancias. Sin embargo, muchas mujeres lariado para la mujer, aunque muchas veces valoran su participación en el mercado laboral sólo temporalmente. Muchos hombres se ya que les da una fuente de ingreso propia con d e s p l a z a ro geográficamente emigrando a n la cual pueden negociar mejores relaciones otras regiones o a otros países en busca de em- con los hombres y les da un espacio de acción pleo con lo cual la jefatura del hogar campe- fuera de la dominación patriarcal en el hogar. sino fue asumida por la mujer quien general- Es difícil saber en qué medida ha mejora- mente se hizo cargo de las actividades agrope- do la situación de la mujer rural y si las re l a- cuarias en la finca campesina. ciones de género se han vuelto más equitati- Con el despegue de las agroexportaciones vas. Sin duda que la mujer tiene hoy en día no tradicionales, la participación de la mujer una mayor presencia en los estudios y en la so- en la horticultura, floricultura y fruticultura ciedad y es probable que algunos progresos en es especialmente evidente y particularmente su condición se hayan materializados en la agroindustria de empaque y procesado- (Hamilton 1998). O sea, lo nuevo reside en ra. Se estima que las mujeres proporcionan al- que la participación de la mujer en el trabajo rededor de la mitad de la mano de obra en las se ha hecho notoriamente más visible al ocu- actividades agrícolas y la gran mayoría de la par una posición tan clave en el sector más di- mano de obra en las actividades agroindus- námico de la agroexportación comparado con triales de estos cultivos (Deere 2006). Los su invisibilidad o subvaloración de su trabajo empleadores favorecen el empleo de las muje- no remunerado tanto en los quehaceres del res por su mayor disposición a trabajar tem- hogar como en las actividades en el predio. poralmente, su mejor rendimiento en el tra- Sin embargo, se ha observado que en muchos bajo, manipulación más cuidadosa de los pro- casos la mayor incorporación de la mujer en el ductos perecederos como las flores, su perci- m e rcado laboral ha significado una mayor in- bida mayor docilidad y menor presión por tensidad de su trabajo y una jornada más larga organizarse en sindicatos y porque sus salarios -“la doble jornada”- ya que el hombre gene- tienden a ser más bajos que los percibidos por ralmente no ha aumentado significativamente los hombres. Las condiciones de empleo son su participación en las actividades del hogar. muy precarias. Los contratos, si es que exis- ten, favorecen al empleador y dan poca pro- tección laboral. Los pocos empleos perma- La precarización del trabajo rural nentes tienden a ser reservados para los hom- bres (Barrientos et al. 1999, Korovkin 2003, La precarización y flexibilización del mercado y Korovkin y Sanmiguel en este número de laboral es una característica notoria de la glo- Iconos). balización neoliberal que afecta a todos los La legislación social en cuanto a salario s e c t o res pro d u c t i vos y a ambos géneros mínimo, maternidad, accidentes de trabajo, (Rubio et al. 2002). Con la transformación jubilación, seguro social, derecho a sindicali- de la hacienda tradicional en empresa capita- zación y a la huelga, etc. es muy deficiente. El lista, que está expuesta a la competencia del Estado por lo general no asume una actitud mercado global y que ha perdido muchos de activa en cuanto a la defensa de los derechos los privilegios económicos, sociales y políticos 37 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 8. Cristóbal Kay de los antiguos latifundistas, se han modifica- lizadas en el sector rural. Ello ha atraído no do profundamente las relaciones de trabajo solamente a las mujeres al mercado laboral, en la agricultura. La cesión de un pedazo de sino también a trabajadores urbanos, ya que tierra a los campesinos de la hacienda (lláme- muchas veces los pobladores de bajos ingresos se inquilino, pongo, peón acasillado, colono, viven en la periferia de los centros urbanos y etc.) para su usufructo, como forma de pago en ciudades intermedias, y son a veces mi- por sus servicios de trabajo para el patrón, y grantes recientes del campo a la ciudad y -por la mediería casi han desaparecido. Las relacio- la falta de oportunidad de empleo en la ciu- nes de servidumbre, a pesar de su carácter dad- trabajan temporalmente en el campo abusivo, proporcionaban a la familia campe- compitiendo con la mano de obra rural. Ello sina un medio de subsistencia y cierta estabi- ha llevado a la proliferación de los contratis- lidad. La expulsión de los trabajadores con tas que se especializan en buscar trabajadores derechos de usufructo a la tierra y su trans- para las empresas. formación en asalariados los ha expuesto a los A veces el empleador o contratista tienden vaivenes y caprichos del mercado. Las políti- a desarrollar relaciones clientelares con el tra- cas neoliberales incluso han modificado la le- bajador, para disciplinarlos e incentivarlos gislación laboral quitando derechos ya adqui- con el fin de asegurarse una oferta de mano ridos por los trabajadores para facilitar su ex- de obra segura y de buena calidad. En tales si- plotación, aumentar las ganancias, estimular tuaciones es posible hablar de “trabajo tem- la inversión y con ello el crecimiento. poral permanente” que, por cierto, es muy Algunos autores han caracterizados esta ventajosa para el empresario ya que no nece- nueva agricultura como “posfordista”, que está sita cargar con los costos de mano de obra du- integrada al mercado mundial, produciendo rante el tiempo muerto, evita o evade los cos- una variedad de nuevos productos para los tos de seguro social, maternidad, indemniza- mercados cada vez diversificados, cambiantes ción, jubilación, entre otros, y le facilita el y sofisticados, especialmente en los países de- control social sobre los trabajadores. sarrollados (Lara 1999, Phillips 2006). Se tra- Debido al excedente de mano de obra, la taría de una agricultura sometida a las cadenas situación de los trabajadores es muy vulnera- productivas controladas por los conglomera- ble y por ello se ven obligados a someterse a dos agroindustriales, en la cual diversos esla- las condiciones más precarias y flexibles del bones del proceso pro d u c t i vo están localiza- mercado neoliberal. Las empresas buscan la dos en los lugares más competitivos del mayor flexibilidad ya que con la globalización mundo. La re volución en el transporte, re f r i- la competencia internacional es más intensa, geración y distribución (con el creciente con- por la estacionalidad de la producción agríco- trol de los supermercados) junto a los cambios la, por las fluctuaciones las cosechas y en la en los hábitos de consumo exigen una mayor demanda y por el carácter más perecible de flexibilización, coordinación e integración de las agroexportaciones no tradicionales. Con los varios eslabones de la cadena pro d u c t i va. ello las empresas buscan minimizar los riesgos Ello ha conducido a la modificación de las re- y lograr una mayor capacidad de reacción laciones laborales haciéndolas más flexible, frente a las situaciones cambiantes con el ob- precarias y temporales (Lara 1998). jetivo de siempre de maximizar sus ganancias. Con el desarrollo de las cadenas producti- Los mercados laborales se han vuelto más seg- vas, el trabajo en el predio asume menor im- mentados con la segregación ocupacional por portancia y se abren posibilidades de trabajo sexo que permite el empleo de mujeres en fuera del predio que parcialmente están loca- condiciones más desfavorables que el empleo 38 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 9. Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina de hombres. También se ha vuelto más visión y la explosión de los nuevos medios de común la remuneración a destajo o por tarea, comunicación tales como los teléfonos móvi- lo que tiende a intensificar el ritmo de traba- les o celulares y el internet intensifican la in- jo y/o a alargar la jornada de trabajo con el fluencia de la cultura urbana y global en el consiguiente mayor desgaste físico de la per- medio rural. Pero, a su vez, el campo también sona. No sorprende por tanto que algunos logra una mayor difusión en las ciudades. autores denominen esta situación de “flexibi- Varios programas de gobierno también tratan lización primitiva o salvaje” ya que el costo de de comunicar una nueva imagen del campo, la globalización neoliberal lo asumen los tra- por ejemplo, a través de los programas educa- bajadores y las ganancias las empresas, repro- tivos e interculturales. El desarrollo del turis- duciéndose así la ya muy desigual distribu- mo rural y ecológico es otra fuente de comu- ción del ingreso (Lara 1995). nicación rural-urbana. También crecen y sur- gen nuevas ciudades intermedias con el con- tinuo crecimiento demográfico y con la trans- Las nuevas relaciones rurales-urbanas formación de la hacienda en empresa capita- lista. Los trabajadores permanentes, los cuales La dualidad rural-urbano tan notoria en el eran parcialmente remunerados con acceso a pasado, aunque todavía no se desvanece, sí una vivienda, a un pedazo de tierra y/o pastos adquiere nuevas características por la mayor de la hacienda y por tanto residían dentro de interrelación y fluidez rural-urbana, la forma- la hacienda, son expulsados. Algunos de ellos ción de los nuevos espacios periurbanos y la se trasladan a dichas ciudades intermedias o a c reciente pluriactividad (Neimann y pequeños centros urbanos porque quedan Craviotti 2005). Con las altas tasas de migra- más cercanos a sus lugares de trabajo, incluso ción rural-urbanas durante el último medio trabajando para el antiguo patrón, pero ahora siglo, ya hace tres décadas atrás Bryan Roberts en condición de asalariado temporal o en (1978) hablaba de las ciudades de campesi- otras actividades rurales y urbanas. nos. Por cierto que los recientes inmigrantes a La creciente cercanía de lo rural y urbano las ciudades vivían en condiciones miserables con la formación de espacios “rururbanos” en la periferia de las ciudades. también ha resultado en una serie de acciones Con el desarrollo de la infraestructura de c o l e c t i vas entre los pobladores rurales y urba- transporte y las transformaciones del merca- nos (Giarracca y Teubal 2005). Esta mayor in- do laboral descritas anteriormente, se intensi- terrelación rural-urbana lleva a algunos cientí- fica el movimiento de personas entre la ciu- ficos sociales a pronosticar el fin de la sociolo- dad y el campo y ya no sólo en una dirección gía rural. Pero estas transformaciones pueden sino en ambas. También el capital adquiere dar un nuevo impulso a los estudios rurales re- una nueva movilidad y origen ya que no sólo quiriendo quizás una redefinición del campo penetran nuevos capitales extranjeros sino teórico y práctico de la sociología rural. que también fluyen nuevos capitales urbanos nacionales al sector rural, en especial relacio- nado con la agroindustria. Surgen nuevos El surgimiento del movimiento empresarios en el campo que son de origen campesino e indígena urbano y su capital proviene de actividades fi- nancieras, comerciales e industriales. Uno de los grandes temas que ha irrumpido La mayor difusión de los tradicionales me- en los estudios rurales es la emergencia del dios de comunicación como la radio y la tele- movimiento indígena desde los años ochenta 39 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 10. Cristóbal Kay del siglo pasado. El resurgimiento de los mo- subsistencia. Dichas políticas junto con el vimientos sociales en el campo tales como el ajuste estructural tuvieron repercusiones ne- movimiento zapatista liderado por el Ejército gativas sobre los niveles de vida de la pobla- Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en ción indígena y campesina. La pobreza rural Chiapas, el Movimento dos Trabalhadores aumenta notoriamente durante la década de Rurais Sem Terra (MST) en Brasil y el movi- los ochenta. En varios países también se in- miento indígena en Ecuador, Bolivia y en troducen nuevas legislaciones que ponen fin a otros países, ha inspirado a muchos investiga- la reforma agraria e incluso revierten tierras dores sociales y vigorizado a los estudios rura- del sector reformado a los antiguos dueños o les (Zamosc 1994, Veltmeyer 1997, Harvey las venden a nuevos capitalistas. Los jóvenes 1998, Petras y Veltmeyer 2001, Bretón y indígenas y campesinos ya no logran visuali- García 2003, Giarracca y Levy 2004, ALAS- zar un futuro mejor en el campo. RU 2005). El interés por investigar a los pue- La represión al movimiento campesino y blos indígenas ya no se limita a los antropó- de los partidos políticos que los representa- logos sino que abarca también a otras ciencias ban durante el periodo de las dictaduras en sociales y a los historiadores. Se revaloriza la muchos países del continente, junto el pa- cultura indígena, su tecnología y conocimien- quete de las medidas neoliberales con sus tos ancestrales, su sentido comunitario y eco- leyes antisindicales y la transformación del lógico, entre otros aspectos de la vida indíge- mercado de trabajo, debilitan e incluso des- na. Las acciones colectivas de los campesinos, mantelan a las organizaciones campesinas y a indígenas y las mujeres rurales, junto con las sus aliados del movimiento obrero. Ello ha n u e vas experiencias migratorias, provocan debilitado enormemente al movimiento cam- una serie de estudios sobre la identidad y la pesino tradicional. A su vez, la opción socia- cultura (León y otros 1999, Piñeiro 2004). lista pierde credibilidad con el derrumbe del Las corrientes de pensamiento postmodernis- socialismo real en los países de Eu ro p a tas que ponen el énfasis sobre lo étnico, cul- Oriental. En general, los movimientos popu- tural y la identidad logran mayor influencia lares pierden el apoyo que recibían del Estado en los estudios rurales y se establecen nuevas populista y desarrollista con su transforma- revistas especializadas sobre la temática. ción en un Estado tecnocrático y neoliberal. Algunos de estos escritos dentro de esta co- Frente a tal cercamiento, el campesino in- rriente postmodernista asumen posiciones dígena rescata su identidad indígena con sus demasiado idealizadas o utópicas (Burbach organizaciones comunitarias, lo que les per- 1994, Brass 2000). Sin embargo, el vuelco mite una mayor protección y autonomía de sobre la temática indígena ha enriquecido los acción para enfrentar los nuevos desafíos de la estudios rurales (Lee Van Cott 1995, Assies et globalización neoliberal. El indígena, con la al. 2000, Bengoa 2000, Yashar 2005, Assies et reforma agraria y la sindicalización campesina al. 2005). en la época del Estado desarrollista y los go- Son varios los posibles factores que expli- biernos populistas, se transformó en campesi- can el reforzamiento de la identidad indígena no, proceso que se podría denominar la por sobre la identidad campesina de la pobla- “campesinización” del indígena, adquiriendo ción indígena rural. Las políticas neoliberales con ello ciertos derechos ciudadanos. Pero con su política de privatizaciones y de libera- frente al vuelco neoliberal se transforma nue- lización de los mercados han sido percibidas vamente en indígena. Pero esta vez su vuelta por parte de la población indígena como un a lo indígena, o sea, su “descampesinización” asalto a su modo de vida y a las bases de su o “re-indigenización”, no es por la acción pa- 40 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 11. Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina ternalista del Estado, sino que proviene de sus El caso boliviano se presenta por el mo- propias bases, alimentado por su nueva con- mento más optimista. El movimiento de los ciencia, sus propias organizaciones y una campesinos cocaleros formó la base de apoyo nueva intelectualidad indígena que ha pasado de su líder Evo Morales, quien logró formar generalmente por una experiencia urbana un partido, el Movimiento al Socialismo (Bengoa 2003). Sin embargo, tal énfasis en (MAS), que aglutina tanto a indígenas como las demandas exclusivamente étnicas tiene sus a mestizos y forja alianzas con otras organiza- limitaciones a la larga, tal como se ha visto en ciones sociales. A través de movilizaciones li- el caso ecuatoriano (Bretón 2005). deradas principalmente por el MAS logró que Se puede observar, en base de la contribu- renuncie el Presidente Carlos Mesa en 2005 y ción de Victor Bretón a este número de en las elecciones posteriores ganó por mayo- Iconos, que con el viraje de la demanda por ría absoluta la presidencia, la cual asume a co- tierra y de apoyo a la producción campesina mienzos de 2006. Gran parte de su apoyo se hacia la demanda indígenas con énfasis prin- debe a su programa de nacionalización del gas cipalmente en lo étnico como la plurinacio- y petróleo, su promesa de refundar el país con nalidad y la autodeterminación, el movi- una nueva constitución a través de una asam- miento indígena no logra mantener la alianza blea constituyente que termine con la discri- con los sectores campesinos mestizos y popu- minación contra los pueblos indígenas y de- lares en las ciudades, perdiendo así su centra- sarrolle su plena ciudadanía, y su intención lidad en los acontecimientos políticos recien- de renovar y acelerar la reforma agraria en las tes. Al triunfar el etnicismo, el movimiento tierras bajas del oriente del país. O sea, su perdió de vista el problema de la tierra y de la programa es nacionalista y popular y no se li- producción campesina que siguen siendo los mita exclusivamente a lo étnico (Urioste y principales problemas en el campo (Martínez Kay 2005). 2006a). El MST en Brasil es el movimiento cam- Por cierto que las luchas de clase y de pesino más grande de América Latina. Surgió identidad indígena del movimiento campesi- a mediados de los 1980 en el sur del país pero no indígena no se pueden separar, pero a su rápidamente logró establecerse en casi todas vez el justo equilibrio entre ambos tampoco las regiones. Tal como su nombre lo indica, su asegura el éxito de sus demandas ya que ello lucha principal es por la tierra a través de una depende de varios otros factores. Esto se reforma agraria (Aznárez y Arjona 2002). Su puede ejemplificar a través de las luchas del táctica principal ha sido la ocupación de tie- movimiento zapatista en Chiapas que, ade- rra para movilizar a sus bases a la acción y así más de las demandas étnicas y de mayor au- presionar al gobierno a que expropie la tierra tonomía, plantea demandas que van más allá y la distribuya a los campesinos necesitados de lo étnico con su programa de democrati- (Branford y Rocha 2002). Es fundamental- zación de la sociedad mexicana y de apoyo a mente un movimiento clasista, con una la economía popular tanto rural como urba- membresía variada; incorpora a trabajadores na. El movimiento zapatista, que nació en asalariados rurales, minifundistas empobreci- 1994 en contra de la política económica neo- dos con insuficiente tierra, aparceros o me- liberal, logró al principio el apoyo de vastos dieros, ocupantes individuales ilegales de tie- sectores de la sociedad mexicana y una amplia rra, residentes de las poblaciones periféricas solidaridad internacional, sin embargo, hoy urbanas, desempleados y personas en busca día está lejos de conseguir sus objetivos prin- de un sustento de vida, entre otros sectores cipales (Bartra y Otero 2006). sociales. Actualmente tiene casi dos millones 41 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 12. Cristóbal Kay de miembros y el movimiento organizó más La vigencia de la reforma agraria de 1.500 invasiones de tierras no trabajadas o mal explotadas por los latifundistas. A través El gran auge de los estudios sobre la estructu- de sus acciones logró el establecimiento de ra y la reforma agraria ocurrió durante el pe- más de 1.300 asentamientos, un logro muy ríodo inmediatamente antes y especialmente notable (Meszaros 2000, Na va r ro 2000, durante el período de la implementación de Stédile 2002). las reformas agrarias en la mayoría de los paí- Un aspecto importante del éxito del MST ses de América Latina, desde los 1960s a los se debe a su estrategia de establecer alianzas 1970s. El legado de las reformas agrarias fue con organizaciones obreras, aunque estas a mixto. Aunque la promesa a los campesinos veces se han resquebrajado por diferencias de acceso a la tierra sólo se cumplió muy par- políticas y tácticas. También ha logrado obte- cialmente, las reformas agrarias señalaron el ner y mantener el apoyo de vastos sectores ur- comienzo del fin del latifundio y tuvieron el banos a través de sus campañas. Incluso el efecto de acelerar la transformación capitalis- MST apoyó la fundación en 1992 del movi- ta en el agro (Baumeister 2001, Kay 2002a, miento internacional de campesinos y granje- Alegrett 2003 y Teubal 2003). ros Vía Campesina, y ha sido un activo parti- Con el ajuste estructural, las reformas cipante de este movimiento logrando así una agrarias desaparecieron de la agenda política proyección y soporte internacional. Aunque en la década de los 1980s y parte de los el MST apoyó la candidatura presidencial de 1990s. Al contrario, se puso fin a la reforma Luiz Inácio Lula da Silva, se crearon tensiones agraria en varios países e incluso hubo proce- porque la esperanza era grande a la expectati- sos parciales de contra reforma agraria. va que su gobierno acelere la reforma agraria A mediados de la década de los noventa, (al principio sucedió todo lo contrario, con la estudiosos y políticos pusieron nuevamente el consiguiente frustración de aquellos que to- tema de la reforma agraria en la agenda polí- davía están luchando por un pedazo de tie- tica, influenciados por la creciente preocupa- rra). Tal situación llevó a nuevas movilizacio- ción pública sobre la pobreza y también por nes, presionando al gobierno a aumentar el la renovada movilización de los campesinos ritmo de la distribución de tierra. Ello se sin tierra y los pueblos indígenas que, entre logró pero se está todavía lejos de satisfacer la otros derechos, también reclamaban tierras. demanda por tierra (Leite 2006, Deere y En la era actual de la globalización neoliberal, Madeiros 2007). El MST ha tenido bastante el clima político para una reforma agraria ra- éxito en mediar entre sus asociados y el go- dical es desfavorable debido a que el papel y bierno y en crear un sentido de comunidad el poder del Estado están más limitados, entre sus miembros (Wolford 2003). Sin em- mientras que es mayor el alcance y el poder bargo, con el tiempo también se están crean- de las fuerzas del mercado. Es por ello que en do algunas divisiones al interior del movi- este nuevo contexto neoliberal se están pro- miento por la diversidad de intereses de sus poniendo reformas más amigables con el miembros, especialmente entre aquellos que mercado. ya lograron el acceso a la tierra y aquellos que El Banco Mundial ha reconocido la im- todavía luchan por obtenerla (Wright y portancia del acceso a la tierra y sus ventajas Wolford 2003). para reducir los conflictos sociales y la pobre- za rural, de manera que ha propuesto políti- cas de reforma agraria “asistidas por el merca- do” o “negociadas” (Deininger 2003). Ya an- 42 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 13. Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina teriormente habían propuesto un conjunto socio-político para abrazar las dimensiones de medidas de registro y titulación de tierras étnicas, de género, ecológicas y culturales así dentro de una perspectiva neoliberal de afian- como la multifuncionalidad del territorio. zar los derechos sobre la propiedad privada y Segundo, la solución de la cuestión agraria, para estimular al mercado de tierras. Dichas entendida en términos de lograr un nivel de políticas crearían un “campo de juego más ni- vida digno para los pobres rurales, requiere velado”, reducirían los costos de la transac- una nueva estrategia de desarrollo que supere ción, evitarían sobreprecios y facilitarían el el patrón de desarrollo excluyente y desigual acceso a la tierra, vía compra o arrendamien- del modelo neoliberal actual. Finalmente, no to, a un segmento más amplio de campesinos, se puede obtener una solución sostenible al a la vez que alentaría la inversión, productivi- problema de la tierra y de la desigualdad den- dad, producción y los ingresos de los peque- tro de los confines del Estado-nación por la ños productores (de Janvry et al. 2001, Carter globalización y, por tanto, se necesita refor- 2006). La realidad ha resultado ser diferente. mar el sistema mundial para establecer rela- Numerosos estudios indican que la experien- ciones más justas y equitativas entre el Norte cia de las reformas agrarias asistidas por el y el Sur. mercado en Brasil, Colombia, Guatemala y otros países ha sido más bien limitada, si no es que decepcionante (Borras Jr., 2003, Conclusiones Rosset 2006, Sauer y Mendes 2006). Sin em- bargo, todas estas posibilidades alternativas Como se puede apreciar del análisis realizado para ampliar el acceso a la tierra deberían ser en este ensayo, los estudios rurales en exploradas. Pero, debido al contexto de mer- América Latina están realizando un aporte cado de estas políticas, es absolutamente ne- importante al conocimiento de la realidad del cesario para el Estado aplicar una variedad de mundo rural de la región. Aunque algunas re- innovaciones institucionales que protejan los vistas pioneras como Estudios Rurales derechos adquiridos de campesinos y comu- Latinoamericanos, que en su primer número nidades indígenas, así como proporcionar los en 1976 publicó el artículo pionero de recursos y los estímulos económicos para ase- Eduardo Archetti “Una visión general de los gurar que tal proceso de ensanchamiento del estudios sobre el campesinado”, y los acceso a la tierra adquiera el ímpetu suficien- Cuadernos Agrarios (Nueva Época) han desa- te para llegar a ser posible, sostenible e irre- p a recido, otras revistas sobre la temática vocable. rural, tales como la Revista ALASRU Nueva Debido a las limitaciones de las reformas Época: Análisis Latinoamericano del Medio agraria de mercado y la persistente demanda Rural, han surgido. El VII Congreso por tierra de los campesinos es necesario re- Latinoamericano de Sociología Rural efectua- plantearse la reforma agraria conducida por el do del 20 al 25 de noviembre de 2006 en Estado, pero aprendiendo las lecciones del Quito (en la sede de FLACSO Ecuador) reci- pasado y asegurando esta vez una mayor par- bió 920 propuestas y resúmenes, reunió a más ticipación campesina en su diseño y ejecución de 600 investigadores y se presentaron más de (Chonchol 2006, Eguren 2006, Borras et al. 500 ponencias en 30 Grupos de Trabajo, 2007). A mi juicio, hay tres temas clave a ser Mesas Redondas y Conferencias Magistrales. considerados hoy con respecto a las reformas Ello indica el gran interés que hay por los es- agrarias. Primero, hay que situarla en un con- tudios rurales hoy en día a pesar de la cre- texto que vaya más allá de lo económico y ciente urbanización del continente. 43 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 14. Cristóbal Kay Hay otras temáticas que han sido aborda- erosionando aún más la biodiversidad. La in- das por los estudiosos de la realidad rural que dustrialización de la agricultura empresarial, no he analizado en absoluto o sólo parcial- cuya punta de lanza son los conglomerados mente. Son temas también de importancia a g roindustriales transnacionales, aumentan pero que por razones de espacio no he logra- aún más la fragilidad de los ecosistemas de la do abordarlos en el presente ensayo. La pro- región y son una amenaza para los campesi- blemática de la pobreza rural con sus diferen- nos y las comunidades rurales (Bartra 2006). tes enfoques analíticos la he estudiado am- Otra temática que requiere a mi juicio pliamente en un ensayo reciente, ver Kay mayor atención son las políticas públicas. (2006). En cuanto a los estudios sobre la glo- Aunque existe un buen número de estudios es balización y sus varios impactos sobre la eco- necesario seguir trabajando esta temática para nomía y sociedad rural, ver, por ejemplo, seguir rescatando el rol del Estado en los pro- Teubal (1995), Valdivia de Ortega (1998), cesos de desarrollo rural (Quintana et al. Edelman (1999), Renard y Espinosa (1999), 2003 y Assies 2003). Se requieren nuevas for- Sánchez y Niño (2002), Teubal y Rodríguez mas de interacción entre los campesinos y el (2002), Barbosa y Neiman (2005) y Bonanno Estado y otros actores claves con el propósito (2006). Un aspecto muy debatido son los tra- de aumentar las capacidades campesinas, de- tados de libre comercio (TLCs), especialmen- sarrollar sus potencialidades, democratizar las te por su impacto negativo sobre los campesi- prácticas sociales y crear relaciones más pro- nos y la seguridad alimentaria (Rubio 1999, vechosas con el sistema mundial para que se Pérez 2003, Llambí 2005 y Martínez 2006b). correspondan a los intereses de la mayoría de Otra de las cuestiones que han sido anali- la población rural y del país. zadas por los estudiosos del mundo rural es la Una de las grandes deficiencias para los es- temática de los territorios y se relaciona tam- tudios rurales es la falta de estadísticas. El bién con el asunto de la globalización. Se exa- aparato público todavía no genera suficientes minan las relaciones entre lo local y lo global y buenas estadísticas que permitan fortalecer incluso creándose el término “glocalización” el sustento empírico de las investigaciones. para indicar la estrecha relación que se estable- En varios países de América Latina no se rea- ce en algunas regiones entre ambos. Se pre s e n- lizan censos agropecuarios desde ya hace dé- tan propuestas de desarrollo local, muchas cadas y muchos de los que existen adolecen veces con énfasis en lo endógeno, y de desa- de ciertas deficiencias o no se ejecutan con la rrollo territorial rural dentro del ámbito nacio- frecuencia necesaria como para poder captar nal con el fin de buscar su complementación. los rápidos cambios que se están generando a La literatura sobre la temática del desarrollo te- raíz de la mundialización. A pesar de la im- rritorial rural es muy amplia y se puede con- portancia que ha adquirido la temática de gé- sultar a Llambí y Du a rte (2006), Schejtman y nero gracias al movimiento feminista, Be rdegué (2003), Bendini y St e i m b re g e r Carmen Diana Deere (2006) llama la aten- (2003), Sepúlveda et al. (2003), Giarracca ción sobre la persistente falta de datos sobre (2003) y Manzanal et al. (2006), entre otras. los múltiples aspectos de las relaciones de gé- La problemática ecológica sigue presente nero en el mundo rural. Algo similar ocurre en los estudios rurales y también en las otras en otras áreas de la vida rural. Una base em- disciplinas. Preocupa en especial la deforesta- pírica sólida es una de las condiciones necesa- ción, el asunto del agua y la continua erosión rias para seguir avanzando en los estudios ru- de los suelos. Con la penetración de la bio- rales y para mejorar el diseño y la implemen- tecnología y las semillas transgénicas se está tación de políticas públicas. 44 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 15. Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina Bibliografía Bartra, Armando y Gerardo Otero, 2006, “Indian peasant movements in Mexico: the struggle for ALASRU, editor, 2005, Revista ALASRU Nueva land, autonomy and democracy”, en Sam Moyo Época, Análisis Latinoamericano del Medio Rural, y Paris Yeros, editores, Reclaiming the Land: The No. 2, Tema: “Movimientos Sociales en América Resurgence of Rural Movements in Africa, Asia and Latina”, ALASRU, Chapingo. Latin America, Zed Books, Londres. Alegrett, Raúl, 2003, “Evolución y tendencias de las Baumeister, Eduardo, 2001, “Peasant initiatives in reformas agrarias en América Latina”, Land land reform in Central America”, en Krishna B. Reform, Land Settlements and Cooperatives, No. Gh i m i re, editor, Land Re f o rm and Peasant 2, FAO, Roma, pp. 112-126. Livelihoods: The Social Dynamics of Rural Poverty Arias, Eliézer, 2006, “Reflexión crítica de la nueva and Agrarian Reform in Developing Countries, ruralidad en América Latina”, en Revista ALAS- ITDG Publishing, Londres. RU Nueva Época, Análisis Latinoamericano del Bendini, Mónica, 2006, “Modernización y persis- Medio Rural, No. 3. Asociación Latinoamericana tencias en el campo latinoamericano”, en Revista de Sociología Rural, Chapingo, pp. 139-168. ALASRU Nueva Época, Análisis Latinoamericano Assies, Willem, editor, 2003, Gobiernos locales y re- del Medio Rura l, No. 4, Asociación forma del Estado en América Latina, El Colegio Latinoamericana de Sociología Rural, Chapingo, de Michoacán, Zamora. pp. 221-241. Assies, Willem, Marco A. Calderón y Ton Salman, Bendini, Mónica y Norma Steimbreger, editores, editores, 2005, Citizenship, Political Culture and 2003, Territorios y organización social de la State Transformation in Latin America. Dutch Ag r i c u l t u ra, Editorial La Colmena, Buenos University Press, Amsterdam. Aires. Assies, Willem, Gemma van der Haar y André Bendini, Mónica, Salete Cavalcanti, Miguel Murmis Hoekema, editores, 2000, The Challenge of y Pedro Tsakoumagkos, editores, 2003, El campo Diversity: Indigenous Peoples and Re f o rm of the en la sociología actual. Una Pe r s p e c t i va State in Latin Am e r i c a,Thela Thesis, Ámsterdam. Latinoamericana, Editorial La Colmena, Buenos Aznárez, Carlos y Javier Arjona, 2002, Rebeldes sin Aires. tierra. Historia del MST de Brasil, Txalaparta, Bengoa, José, 2003, “25 años de estudios rurales”, Tafalla, Nafarroa. en Sociologías, Vol. 5, No. 10, Universidade Barbosa, Josefa S. y Guillermo Neiman, editores, Federal do Rio Grande do Sul, Porto Alegre, pp. 2005, Ac e rca de la Globalización en la 36-98. Agricultura: territorios, empresas y desarrollo local Bengoa, José, 2000, La Emergencia Indígena en en América Latina, Ediciones CICCUS, Buenos América Latina, Fondo de Cultura Económica, Aires. Santiago. Barkin, D., 2001, “La nueva ruralidad y la globali- Bonanno, Alessandro, 2006, “La globalización agro- zación”, en Edelmira Pérez y María Adelaida alimentaria: elementos empíricos y reflexiones Farah, editores, La Nueva Ruralidad en América teóricas”, en Revista ALASRU Nu e va Época, Latina, Pontificia Un i versidad Ja ve r i a n a , Análisis Latinoamericano del Medio Rural, No. 4, Bogotá, Tomo 2. Asociación Latinoamericana de So c i o l o g í a Barrientos, Stephanie, Anna Bee, Ann Matear e Rural, Chapingo, pp. 243-263. Isabel Vogel, 1999, Women and Agribusiness: Borras Jr., Saturnino, 2003, “Questioning market- Working Miracles in the Chilean Export Sector, led agrarian reform: experiences from Brazil, Londres, Macmillan Colombia and South Africa”, en Journal of Bartra, Armando, 2006, “Del capitán Swing a José Ag rarian Change, Vol. 3, No. 3, Bl a c k we l l Buvé: los trabajadores del campo contra el hom- Publishing, Oxford, pp. 367-394. bre de hierro”, en Revista ALASRU Nueva Época, Borras Jr., Saturnino, Cristóbal Kay y A. Haroon Análisis Latinoamericano del Medio Rural, No. 4, Akram-Lodhi, 2007, “Agrarian reform and rural Asociación Latinoamericana de Sociología development: historical overview and current is- Rural, Chapingo, pp. 137-156. sues”, en A. Haroon Akram-Lodhi, Saturnino 45 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 16. Cristóbal Kay M. Borras Jr. y Cristóbal Kay, editores, Land, Latinoamericano del Medio Rura l, No. 4, Pove rty and Li velihoods in an Era of Asociación Latinoamericana de Sociología Globalization: Perspectives from Developing and Rural, Chapingo, pp. 15-28. Transition Countries, Londres y Nueva York, CEPAL, 2005, Panorama Social de América Latina Routledge. 2005, Naciones Unidas, CEPAL, Santiago. Branford, Sue y Jan Rocha, 2002, Cutting the Wire: Clemens, Harry y Raúl Ruben, editores, 2001, The Story of the Landless Movement in Brazil, Nueva ruralidad y política agraria: una alternati- Latin America Bureau, Londres. va neoinstitucional para Centroamérica, Nueva Brass, Tom, 2003, “Latin American peasants – new Sociedad, Caracas. paradigms for old?”, en Tom Brass, editor, 2003, David, María Beatriz de Albuquerque, editor, 2001, Latin American Peasants, Frank Cass, Londres. Desarrollo rural en América Latina y el Caribe, Brass, Tom, 2000, Peasants, Populism and Alfaomega, Bogotá. Postmodernism, Frank Cass, Londres. de Janvry, Alain, Gustavo Gordillo, Jean-Philippe Bretón, Víctor, 2005, “Los paradigmas de la ‘nueva’ Platteau y Elizabeth Sadoulet, editores, 2001, ruralidad a debate: el proyecto de desarrollo de Access to Land, Rural Poverty, and Public Action, los pueblos indígenas y negros del Ecuador”, en Oxford University Press, Nueva York. Revista Europea de Estudios Latinoamericanos y Deere, Carmen Diana, 2006, “¿La feminización de del Caribe, No. 78, CEDLA, Ámsterdam, pp. 7- la agricultura? Asalariadas, campesinas y rees- 30. tructuración económica en la América Latina Bretón, Víctor, 2001, Cooperación al desarrollo y de- rural?, Revista ALASRU Nueva Época, Análisis mandas étnicas en los Andes ecuatorianos, FLAC- Latinoamericano del Medio Rura l, No. 4, SO-Ecuador, Quito. Asociación Latinoamericana de Sociología Bretón, Víctor y Francisco García, editores, 2003, Rural, Chapingo, pp. 77-136. Es t a d o, etnicidad y movimientos sociales en Deere, Carmen Diana, 2001, “Who owns the land? América Latina, Icaria, Barcelona. Gender and land titling programmes in Latin Brumer, Anita y Diego Piñeiro, 2005, “Uma visão America”, Journal of Agrarian Change, Vol. 1, panorâmica da Sociologia rural na América No. 3, pp. 440-467. Latina”, en Anita Brumer y Diego Piñeiro, Deere, Carmen Diana y Leonilde Se rvolo de editores, Agricultura Latino-Americana: Novos Madeiros, 2007, “Agrarian reform and poverty Arranjos e Velhas Questões, Editora da UFRGS, reduction: lessons from Brazil”, en A. Haroon Porto Alegre. Akram-Lodhi, Saturnino M. Borras Jr. y Burbach, Roger, 1994, “Roots of the postmodern Cristóbal Kay, editores, Land, Pove rty and rebellion in Chiapas”, en New Left Review, No. Livelihoods in an Era of Globalization: Perspec- 205, Londres, pp. 113-124. tives from Developing and Transition Countries, Burchardt, Hans-Jürgen, 2004, “El nuevo combate Londres y Nueva York, Routledge. internacional contra la pobreza: ¿perspectivas Deere, Carmen Diana y Magdalena León, 2001, para América Latina?”, Nueva Sociedad, No. Gé n e ro, propiedad y empoderamiento: tierra , 193, Caracas, pp. 119-132. Estado y mercado en América Latina, Te rc e r Carter, Michael R., 2006, “Land markets and pro- Mundo, Bogotá. poor growth: from neo-structuralist skepticism Deininger, Klaus, 2003, Land Policies for Growth to policy innovation”, Ensayo presentado a la and Poverty Reduction: A World Bank Policy conferencia internacional Land, Poverty, Social Re s e a rch Re p o rt, World Bank y Oxford Justice and Development, 9-14 de enero, University Press, Nueva York. Institute of Social Studies, La Haya, disponible Dirven, Martine, 2004a, “El empleo rural no agrí- en www.iss.nl. cola y la diversidad rural”, en Revista de la Chonchol, Jacques, 2006, “Por una nueva concep- CEPAL, No. 83, Santiago, pp. 49-69. ción de la reforma agraria y del desarrollo rural: Dirven, Martine, 2004b, Alcanzando las metas del asegurar la multifuncionalidad de la tierra”, en milenio: una mirada hacia la pobreza rural y agrí- Revista ALASRU Nueva Época, Análisis cola, Comisión Económica para América Latina 46 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 17. Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina y el Caribe, División de Desarrollo Productivo y Kay, Cristóbal, 2002a, “Agrarian reform and the ne- Empresarial, Serie Desarrollo Productivo, No. oliberal counter-reform in Latin America”, en 146, Santiago. Jacqueline Chase, editor, The Space of Neoliberal- Edelman, Marc, 1999, Peasants against globalization: ism: Land, Place and Family in Latin America, Rural Social Movements in Costa Rica, Stanford Kumarian Press, Bloomfield, Connecticut. University Press, Stanford, California. Kay, Cristóbal, 2002b, “Reforma agraria, industria- Eguren, Fernando, editor, 2006, Reforma agraria y lización y desarrollo: ¿porqué Asia Oriental su- desarrollo rural en la región andina, Centro peró a América Latina?”, en Debate Agrario, No. Peruano de Estudios Sociales, Lima. 34, CEPES, Lima, pp. 45-94. Giarracca, Norma, editor, 2003, Territorios y lugares. Kay, Cristóbal, 2001, “Los paradigmas de desarrollo Entre las fincas y la ciudad lules en Tucumán, rural en América Latina”, en Francisco García Editorial La Colmena, Buenos Aires. Pascual, editor, El mundo rural en la era de glo- Giarracca, Norma, editor, 2001, ¿Una nueva rurali- balización: incert i d u m b res y potencialidades, dad en América Latina?, Consejo Latinoameri- Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación cano de Ciencias Sociales, CLACSO, Buenos y Universitat de Lleida, Madrid y Lleida. Aires. Kay, Cristóbal, 1988, “The landlord road and sub- Giarracca, Norma y Miguel Teubal, editores, 2005, ordinate peasant road to capitalism in Latin El campo argentino en la encrucijada: estrategias y America”, Etudes rurales, No. 77, Paris, pp. 5-20. resistencias sociales, eco en la ciudad, Alianza Korovkin, Tanya, 2003, “Cut-flower explorts, fe- Editorial, Buenos Aires. male labor, and community participation in Giarracca, Norma y Bettina Levy, editores, 2004, highland Ec u a d o r, en Latin Am e r i c a n Ruralidades Latinoamericanas: identidades y lu- Perspectives, Vol. 30, No. 4, Thousand Oaks, chas sociales, Consejo Latinoamericano de California, pp. 18-42. Ciencias Sociales, CLACSO, Buenos Aires. Lara, Sara María, 1999, “Criterios de calidad y em- Gómez, Sergio, 2002, La “Nueva ruralidad”: ¿Qué pleo en la agricultura latinoamericana: un deba- tan nueva?, LOM Ediciones, Santiago. te con el postford i s m o”, en Hu b e rt C. de Gómez, Sergio, 1992, “Dilemas de la sociología rural Grammont, editor, Empresas, re e s t ru c t u ración frente a la agricultura y el mundo rural en la productiva y empleo en la agricultura mexicana, América Latina de hoy”, en Revista Latinoameri- Plaza y Valdés Editores, Ciudad de México. cana de Sociología Rura l, No. 1, Universidad Lara, Sara María, 1998, Nuevas experiencias produc- Austral de Chile, Valdivia, pp. 75-87. tivas y nuevas formas de organización flexible del Hamilton, Sarah, 1998, The Two-Headed Household: trabajo en la agricultura mexicana, Juan Pablos Gender and Rural Development in the Ecuadorean Editores, México, D.F. An d e s, Un i versity of Pittsburgh Pre s s , Lara, Sara María, 1995, “La feminización del traba- Pittsburgh. jo asalariado en los cultivos de exportación no Harvey, Neil, 1998, The Chiapas Rebellion: The tradicionales en América Latina: efectos de una Struggle for Land and De m o c ra c y, Duke flexibilidad salvaje”, en Sara María Lara Flores, University Press, Durham, North Carolina. editor, Jornaleras, temporeras y Bóias-Frias: el ros- Hidalgo, Francisco, 2006, “Reprimarización expor- tro femenino del mercado de trabajo rural en tadora y resistencia indígena-campesina frente al América Latina, Editorial Nueva Sociedad, TLC”, en Revista ALASRU Nueva Época, Análisis Caracas. Latinoamericano del Medio Ru ra l, No. 4, Lastarria-Cornhiel, Susana, Sonia Agurto, Jennifer Asociación Latinoamericana de Sociología Brown y Sara Elisa Rosales, 2003, Titulación Rural, Chapingo, pp. 423-438. mancomunada en Ni c a ragua, Indonesia y Kay, Cristóbal, 2006, “Una reflexión sobre los estu- Honduras, Land Tenure Center, University of dios de pobreza rural y estrategias de desarrollo Wisconsin, Madison. en América Latina”, en Revista ALASRU Nueva Lee van Cott, Donna, editora, 1995, Indigenous Época, Análisis Latinoamericano del Medio Rural, Peoples and Democracy in Latin America, St. No. 4, Chapingo, pp. 29-76. Martin’s Press, Nueva York. 47 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 18. Cristóbal Kay Leite, Sérgio, 2006, “Agrarian Reform, Social Justice Martínez, Luciano, 2006b, “Pequeños productores and Sustainable Development”, documento pre- rurales frente a la globalización”, ponencia pre- sentado al International Conference on Agrarian sentada en el XXVI Congreso Internacional de la Reform and Rural Development (ICARRD), Asociación de Estudios Latinoamericanos Issue Paper Four, FAO, Roma y Porto Alegre, (LASA), 15-18 de marzo, San Juan, Puerto Rico. disponible en www.iccard.org. Martínez, Luciano 2005, “El movimiento indígena León, Art u ro, Carlos Cortez, Elisa Gómez y ecuatoriano en la encrucijada”, en Revista ALAS- Roberto Diego Quintana, 1999, Cultura e iden- RU Nueva Época, Análisis Latinoamericano del tidad en el campo Latinoamericano, Universidad Medio Rural, No. 2, Asociación Latinoamericana Autónoma Metropolitana, Xochimilco. de Sociología Rural, Chapingo, pp. 121-141. Llambí, Luis, 2005, “Tratados de libre comercio y Martínez, Luciano, 2000, Economías rurales: activi- pequeña agricultura en los países andinos”, en dades rurales no agrícolas en Ecuador, Centro Revista ALASRU Nueva Época, Análisis Andino de Acción Popular (CAAP), Quito. Latinoamericano del Medio Ru ra l, No. 1, Meszaros, George, 2000, “No ordinary revolution: Asociación Latinoamericana de Sociología Barzil’s landless worker’s movement”, en Race Rural, Chapingo, pp. 219-247. and Class, Vol. 42, No. 2, Londres, pp. 1-18. Llambí, Luis, 2004, “Nueva ruralidad, multifuncio- Murmis, M., 1994a, ‘Algunos temas para la discu- nalidad de los espacios rurales y desarrollo local sión en la sociología rural latinoamericana: rees- endógeno”, en Edelmira Pérez y María Adelaida tructuración, desestructuración y problemas de Farah, editores, Desarrollo rural y nueva rurali- excluidos e incluidos’, en Revista Latinoameri- dad en América Latina y la Unión Europea, cana de Sociología Ru ra l, No. 2, ALASRU, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Universidad Austral de Chile, Valdivia, pp. 5-28. Llambí, Luis, 1994, “Globalización y nueva rurali- Murmis, Miguel, 1994b, ‘Incluidos y excluidos en la dad en América Latina: Una agenda teórica y de re e s t ructuración del agro Latinoamericano’, investigación”, en R evista Latinoamericana de Debate Agrario, No. 18, CEPES, LIma, pp. Sociología Rural, No. 2, Asociación Latinoameri- 101-133. cana de Sociología Rural, Universidad Austral de Murray, Warwick E. y Eduardo Silva, 2004, “The Chile, Valdivia, pp. 29-39. political economy of sustainable development”, Llambí, Luis y Magda Duarte, 2006, “Procesos de en Robert N. Gwynne y Cristóbal Kay, editores, crecimiento endógeno y desarrollo territorial Latin America Transformed: Globalization and rural en América Latina: enfoques teóricos y Modernity, segunda edición, Hodder Arnold y propuestas de política”, en R evista ALASRU Oxford University Press, Londres y Nueva York. Nueva Época, Análisis Latinoamericano del Medio Navarro, Zander, 2000, “Breaking new grounds: Rural, No. 3, Asociación Latinoamericana de Br a z i l’s MST”, en NACLA Re p o rt on the Sociología Rural, Chapingo, pp. 223-250. Americas, Vol. 33, No. 5, North American López, Ramón y Alberto Valdés, editores, 2000, Congress on Latin America (NACLA), Nueva Rural Poverty in Latin Am e r i c a. Macmillan, York, pp. 36-39. Londres. Neimann, Guillermo y Clara Craviotti , 2005, Entre Manzanal, Mabel, Guillermo Neiman y M r i o a el campo y la ciudad: desafíos y estrategias de la Lattuada, editores, 2006, Desarrollo rural: orga- pluriactividad en el agro, Ediciones CICCUS, nizaciones, instituciones y territorios, Ediciones Buenos Aires. CICCUS, Buenos Aires. North, Liisa y John D. Cameron, editors, 2003, Martínez, Luciano, 2006a, “Empleo y desigualdad Rural Progress, Rural Decay: Neoliberal Adjust- social en el medio rural: reflexiones desde el caso ment Policies and Local Initiatives, Kumarian ecuatoriano”, en Revista ALASRU Nueva Época, Press, Bloomfield, Connecticut. Análisis Latinoamericano del Medio Rural, No. 4, Pérez, Edelmira y María Adelaida Farah, 2004, Asociación Latinoamericana de Sociología Desarrollo rural y nueva ruralidad en América Rural, Chapingo, pp. 205-220. Latina y la Unión Europea, Pontifia Universidad Javeriana, Bogotá. 48 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 19. Algunas reflexiones sobre los estudios rurales en América Latina Pérez, Edelmira, María Adelaida Farah, y otros, edi- lidad y empleo no-agrícola en Uruguay”, en tores, 2001, La nueva ruralidad en América Mónica Bendini y Norma Steimbreger, editores, Latina. Maestría en Desarrollo Rural 20 Años, Territorios y organización social de la agricultura, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Editorial La Colmena, Buenos Aires. Pérez, Mamerto, 2003, Apertura comercial y sector Roberts, Bryan R., 1978, Cities of Peasants: The agrícola campesino. La otra cara de la pobreza del Political Economy of Urbanization in the Third campesino andino, Centro de Estudios para el World, Edward Arnold, Londres. Desarrollo Laboral y Agrario, La Paz. Rosset, Peter, Raj Patel y Michael Courville, edi- Petras, James y Henry Veltmeyer, 2001, “Are Latin tores, 2006, Promised Land: Competing Visions of American peasant movements still a force for Ag rarian Reform, Food First, Oakland, change? Some new paradigms revisited”, en The California. Jo u rnal of Peasant St u d i e s, Vol. 28, No. 2, Rubio, Blanca, 2006, “Exclusión rural y resistencia Londres, pp. 83-118. social en América Latina”, en Revista ALASRU Phillips, Lynne, 2006, “Food and Globalization” en Nueva Época, Análisis Latinoamericano del Medio Annual Review of Anthropology, Vol. 35, No. 1, Rural, No. 4, Asociación Latinoamericana de pp. 37-57. Sociología Rural, Chapingo, pp. 1-28. Picari, Nina, 1996, “Ecuador: taking on the neolib- Rubio, Blanca, 2003, Explotados y excluidos: los cam- eral agenda”, en NACLA Report on the Americas, pesinos Latinamericanos en la fase agroexportadora Vol. 29, No. 5, North American Congress on neoliberal, Plaza y Valdés Editores, México, D.F. Latin America, Nueva York, pp. 23-32. Rubio, Blanca, 1999, “Las consecuencias de los tra- Piñeiro, Diego E., 2004, En busca de la identidad. La tados comerciales sobre los campesinos latinoa- acción colectiva en los conflictos agrarios, Consejo mericanos: los casos del TLC y el MERCO- Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLAC- SUR”, en Raymond Bu ve y M r i a n n e a SO , Buenos Aires. Wiesebron, editores, Procesos de integración en Piñeiro, Diego, 2000, 30 Años de sociología rural en América Latina: perspectivas y experiencias América Latina, Asociación Latinoamericana de Latinoamericanas y Eu ro p e a s, CEDLA, Sociología Rural , Montevideo. Amsterdam y Universidad Ib e roamericana, Plaza, Orlando, 1998, Desarrollo rural: enfoques y México, D.F. métodos alternativos, Fondo Editorial Pontificia Rubio, Blanca, Cristina Martínez, Mercedes Jimé- Universidad Católica del Perú, Lima. nez y Eloísa Valdivia, editores, 2002, Reestructu- Quintana, Roberto Diego y Luciano Concheiro y ración productiva, comercialización y reorganiza- Patricia Couturier, editores, 2003, Políticas pú- ción de la fuerza de trabajo agrícola en América blicas para el desarrollo rural, Casa Juan Pablos, Latina, Plaza y Valdés Editores, México, D.F. México, D.F. Sá n c h ez, Armando y Ed i l b e rto Niño, editores, Ramírez, César Adrián y Blanca Rubio, editores, 2002, Globalización y cambio social en América 2006, “El debate teórico rural contemporáneo”, Latina, ALASRU y Un i versidad Autónoma en Revista ALASRU Nueva Época, An á l i s i s Metropolitana-Azcapotzalco, México, D.F. Latinoamericano del Medio Ru ra l, No. 4, Sauer, Sérgio y João Márcio Mendes, editores, 2006, Asociación Latinoamericana de Sociología Capturando a Terra: Banco Mundial, Políticas Rural, Chapingo. Fundiárias Ne o l i b e rais e Reforma Ag rária de Re a rdon, Thomas, Julio Berdegué y Germán Mercado, Editora Expressão Popular, São Paulo. Escobar, 2001, “Rural nonfarm employment Schejtman, Alexander y Julio A. Berdegué, 2003, and incomes in Latin America”, en Wo rl d Desarrollo territorial rural, RIMISP, Santiago, Development, Vol. 29, No. 3, pp. 395-409. Chile. Renard, María Cristina y Gisela Espinosa, coordina- Se p ú l veda, Sergio, Adrián Rodríguez, Rafael doras, 1999, “Globalización y sociedades rura- Echeverri y Melania Portilla, 2003, El enfoque te- les”, Cuadernos Agrarios Nueva Época, No. 17- rritorial del desarrollo rural, Instituto 18, Tlalpan D.F. Interamericano de Cooperación para la Riella, Alberto y Juan Romero, 2003, “Nueva rura- Agricultura , San José, Costa Rica. 49 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50
  • 20. Cristóbal Kay Stédile, João Pedro, 2002, “Landless batallions: the Valdivia de Ortega, Martha Eloísa, coordinadora, Sem Terra movement”, en New Left Review, No. 1998, Globalización, crisis y desarrollo ru ral en 15, Londres, pp. 77-105. América Latina: memorias de sesiones plenarias, Teubal, Miguel, 2003, “La tierra y la reforma agra- Comité Organizador del V Congreso de ALA S- ria en América Latina”, en Realidad Económica, RU y Un i versidad Autónoma Chapingo, México. No. 200, IADE, Buenos Aires, pp. 130-162. Veltmeyer, Henry, 1997, “New social movements in Teubal, Miguel, 1995, Globalización y expansión Latin America: the dynamics of class and identi- a g roindustrial: ¿Superación de la pobreza en ty”, en The Journal of Peasant Studies, Vol. 25, América Latina?, Ediciones Corregidor, Buenos No. 1, Londres, pp. 139-169. Aires. Wolford, Wendy, 2003, “Producing community: Teubal, Miguel, Diego Domínguez y Pablo The MST and land reform settlements in Brazil”, Sabatino, 2005, “Transformaciones agrarias en en Journal of Agrarian Change, Vol. 3, No. 4, la Argentina. Agricultura industrial y sistema Blackwell Publishing, Londres, pp. 500-520. agroalimentario”, en Norma Giarracca y Miguel Wright, Andy and Wendy Wolford, 2003, To Inherit Teubal, editores, El campo argentino en la encru- the Ea rth: The Landless Movement and the cijada: estrategias y resistencias sociales, ecos en la Struggle for a New Brazil. Food Fi r s t ciudad, Alianza Editorial, Buenos Aires. Publications, Oakland, California. Teubal, Miguel y Javier Rodríguez, 2002, Agro y ali- Yashar, Deborah J., 2005, Contesting Citizenship in mentos en la globalización: una perspectiva crítica, Latin America: The Rise of Indigenous Movements Editorial La Colmena, Buenos Aires. and the Po s t l i b e ral Challenge, Cambridge Urioste, Miguel y Cristóbal Kay, 2005, Latifundios, University Press, Cambridge. avasallamientos y autonomías: la reforma agraria Zamosc, León, 1994, “Agrarian protest and the inconclusa en el oriente de Bolivia, Fundación Indian movement in the Ecuadorean highlands”, TIERRA, La Paz. en Latin American Research Review, Vol. 29, No. 3, Austin, Texas, pp. 37-68. 50 ÍCONOS 29, 2007, pp. 31-50