Este poema desea cosas buenas para la persona a la que va dirigido, como amar y ser amado, tener amigos leales aunque imperfectos, tener enemigos que lo cuestionen para no ser demasiado seguro, ser útil pero no insustituible, ser tolerante especialmente con quienes se equivocan mucho, experimentar cada edad de manera apropiada, estar triste solo un día al año, poder llorar sin lamentarse cuando un afecto muera, y tener una buena pareja con la que hablar de amor.

1. Diseño: Cristina Jiménez G. Texto: Víctor Hugo Música: Moonlight.

2. Te deseo primero que
ames, y que amando,
también seas amado.
Y que, de no ser así,
seas breve en olvidar
y que después de
olvidar, no guardes
rencores.

3. Te deseo también
que tengas amigos,
y que, incluso malos
e inconsecuentes,
sean valientes
y fieles, y que
por lo menos haya
uno en quien
puedas confiar
sin dudar.

4. Y porque la vida es así,
te deseo también que
tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos,
en la medida exacta,
para que, algunas
veces, te cuestiones
tus propias certezas.
Y que entre ellos, haya
por lo menos uno que
sea justo, para que no
te sientas
demasiado seguro.

5. Te deseo además
que seas útil, mas
no insustituible.
Y que en los
momentos malos,
cuando no quede
más nada,
esa utilidad sea
suficiente para
mantenerte en pie.

6. Igualmente, te deseo
que seas tolerante,
no con los que se
equivocan poco,
porque eso es fácil,
sino con los que se
equivocan mucho
e irremediablemente,
y que haciendo buen
uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo
a otros.

7. Te deseo que siendo
joven no madures
demasiado
deprisa, y que ya
maduro, no insistas en
rejuvenecer,
y que siendo viejo
no te dediques
al desespero.
Porque cada edad
tiene su placer
y su dolor y es necesario
dejar que influyan
en nosotros.

8. Te deseo de paso
que estés triste, no
todo el año, sino
apenas un día.
Pero que en ese día
descubras que la risa
diaria es buena,
que la risa habitual
es sosa y la risa
constante es
malsana.

9. Te deseo también
que ninguno
de tus afectos
muera, pero que si
muere alguno,
puedas llorar sin
lamentarte
y sufrir sin sentirte
culpable.

10. Te deseo por fin que,
siendo hombre,
tengas una buena
mujer, y que siendo
mujer, tengas un
buen hombre,
mañana y al día
siguiente,
y que cuando estén
exhaustos y
sonrientes,
hablen sobre amor
para recomenzar.

11. Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte…