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    Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología

      Recomendaciones para el uso de la insulina



                         Editores:
            Dr. Francisco Javier Gómez Pérez
              Dr. Sergio Hernández Jiménez



                        Autores:

                     Dra. Alicia Yépez
              Lic. Enf. María Luisa Velasco
                   Dra. Claudia Ramírez
                Dr. Daniel Cuevas Ramos
               Dra. Paloma Almeda Valdés
                Dr. Joaquín Joya Galeana
                 Dra. Alma Vergara López
                    Dra. Roopa Mehta
                 Dra. Margarita Barrientos
                 Dr. Israel Lerman Garber
              Dr. Oscar Lozano Castañeda
             Dr. Sergio Hernández Jiménez
            Dr. Francisco Javier Gómez Pérez




                                                      1
Prólogo.
Dr. Carlos A Aguilar Salinas
Presidente de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología 2009.


El manejo de la diabetes implica el desarrollo de varias competencias que no
están consideradas en la mayoría de los programas de las escuelas de Medicina.
La prescripción del tratamiento con insulina es una de ellas. El médico deberá
conocer los aspectos farmacológicos de las diversas formulaciones, seleccionar
los esquemas adecuados para cada caso, realizar los ajustes de la dosis en forma
oportuna y evitar los efectos adversos. Su empleo debe acompañarse de un
proceso educativo para el paciente y su familia, quienes serán los encargados de
la administración, almacenamiento, ajuste de la dosis y prevención o tratamiento
inmediato de la hipoglucemia. La complejidad del proceso se magnifica ante los
mitos que rodean su empleo. Como resultado, el porcentaje de las personas con
diabetes que    son tratadas con insulina es notablemente menor en México
comparado con lo que ocurre en otros países (5 vs 20% respectivamente). La
insulina es indicada en forma tardía. La dosis no es modificada con la frecuencia
debida, tomando en cuenta la alimentación, actividad física y el status del
paciente. Por ende, su empleo inadecuado es causa de hipoglucemias frecuentes,
aumento de peso y persistencia de la hiperglucemia.
El médico de primer contacto es el encargado del manejo de la mayoría de las
personas con diabetes. El uso de la insulina implica una curva de aprendizaje,
cuya pendiente puede ser modificada con el apoyo de herramientas educativas.
Es responsabilidad de los especialistas en endocrinología el desarrollo de
documentos que ayuden al médico y a los pacientes en la implementación de un
tratamiento correcto. La Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología
desarrolló este documento con tal fin. En él encontrará las nociones sobre la
farmacología de la hormona, la selección de un esquema, su adaptación a las
necesidades del paciente y el empleo de la insulina en grupos especiales.
Materiales de apoyo para ser distribuidos a sus pacientes están disponibles en
nuestro portal www.endocrinología.org.mx.    La SMNE debe ser un motor de
cambio para que las personas con diabetes reciban una atención de calidad.


                                                                               2
Todos podemos contribuir en hacer una realidad la misión de nuestra sociedad:
“Fomentar el conocimiento de la Nutrición y Endocrinología de sus agremiados
para que la prevención y la atención de enfermedades endócrinas y de la nutrición
sean ejercidas con calidad y excelencia”.




                                                                               3
Comentarios de los editores

La insulinoterapia ha sido una de las áreas terapéuticas que ha mostrado mayor

desarrollo en los últimos años, el uso de la insulina mediante nuevas moléculas y

métodos de administración ha sido motivo de importantes estudios que han

permitido llegar a niveles más cercanos a los fisiológicos con menor riesgo de

hipoglucemia.

Los conceptos vertidos por cada uno de los autores son exclusivamente de su

responsabilidad. En nuestro trabajo editorial hemos tratado de no modificar las

posiciones y preferencias de los expertos seleccionados para desarrollar cada

capítulo.

La selección de los autores se hizo pensando en sus características de ética y

compromiso que han demostrado en sus publicaciones y conferencias dentro de

la Endocrinología.

El diseño de esta obra se hizo considerando nuestra responsabilidad de transmitir

conocimientos sólidos y comprobados que pueden ser de utilidad sobre todo a

médicos no especializados en el campo.

Creemos que este esfuerzo editorial permitirá llevar mayor conocimiento de la

insulinoterapia en beneficio de los pacientes.


FJ Gómez Pérez
S Hernández Jiménez




                                                                               4
Contenido

A. Conocimientos requeridos por el médico, previos al empleo de la insulina


Capitulo 1. Farmacodinamia y farmacocinética de las insulinas convencionales
Dra. Alicia Yépez Rodríguez.



Capítulo 2. Farmacocinética y farmacodinamia de análogos de insulina
Dr. Daniel Cuevas Ramos, Dra. Paloma Almeda Valdés, Dr. Francisco J Gómez
Pérez


B. El tratamiento de la insulina en la práctica.


Capítulo 3: Esquemas de insulina: tipos e implementación
Dr. Sergio Hernández Jiménez


Capítulo 4: Insulinas premezcladas.
Dr. Israel Lerman Garber


Capitulo 5: Procedimientos para la aplicación y preservación de la insulina
Lic. Enf. María Luisa Velasco


Capítulo 6: Complicaciones durante el tratamiento con insulina
Dr. Joaquín Joya Galeana, Dra. Alma Vergara López


Capítulo 7: Ejercicio y la insulina: Recomendaciones
Dra. Roopa Mehta


Capítulo 8: Bombas de infusión continua de insulina.
Dr. Israel Lerman Garber


Capítulo 9: Otras vías de administración de insulina
Dra. Alicia Yépez Rodríguez

                                                                               5
C. El uso de la insulina en condiciones o grupos especiales


Capítulo 10: Esquemas de insulina en niños y adolescentes
Dra. Margarita Barrientos


Capítulo 11: Esquemas de insulina en pacientes hospitalizados
Dr. Sergio Hernández Jiménez


Capítulo 12: El manejo de insulina en cirugía
Dr. Oscar Lozano Castañeda


Capítulo 13: Esquemas de insulina en complicaciones agudas
Dra. Paloma Almeda Valdés, Dr. Sergio Hernández Jiménez




                                                                6
Farmacodinamia y farmacocinética de las insulinas convencionales
Dra. Alicia Yépez Rodríguez.

 La glucosa, como fuente primaria de energía de los tejidos, requiere de la unión
de la insulina a su receptor celular; para que esta interacción ocurra es preciso
que la insulina se encuentre en su forma monomérica. La insulina regular y sus
análogos, cuando son administrados en forma intravenosa, se encuentran en
forma de monómeros. Pero cuando las insulinas se administran en el tejido
subcutáneo, tienden a asociarse en forma de hexámeros, y dependiendo de su
estructura molecular se disociarán a monómeros para ejercer sus distintos efectos
biológicos.
  La modificación de la secuencia de ciertos residuos de aminoácidos altera la
afinidad de las cadenas B y su tendencia a asociarse (lo que afecta su duración y
velocidad de acción), pero también puede modificar su afinidad por el receptor de
insulina (lo que afecta su potencia), el tiempo que permanece unida a su receptor
(lo que afecta su variabilidad y su mitogenicidad) y por su interacción con el
receptor de IGF-1 (lo que se ha asociado con mutagenicidad, inhibición de la
apoptosis y estimulación de la proliferación en ciertas líneas celulares).
 Del 40 al 50% de la insulina circulante se elimina de la circulación en el hígado.
Del 30 al 40% es eliminada por vía renal. Su degradación tras su unión a su
receptor, ocurre a través de proteasas.
 La acción de algunas insulinas presenta una gran variabilidad intraindividual lo
que significa que una misma dosis de la misma insulina aplicada en el mismo
sujeto puede generar respuestas diferentes. Entre los factores que afectan la
velocidad de absorción de la insulina se encuentran: la actividad física del sujeto,
la vía de administración, el sitio de la inyección, la temperatura corporal y hasta la
temperatura ambiental1
 La insulina en los gránulos de las células beta (al igual que la insulina regular en
los viales farmacéuticos) se encuentra en forma de hexámeros. La tendencia a
agruparse de la insulina se explica por los enlaces de residuos de aminoácidos de
región carboxiterminal de la cadena B. Esta interacción ocurre por puentes de
hidrógeno que tienden a formar dímeros; 3 dímeros se agregan en una unidad
hexamérica estabilizada por 2 moléculas de zinc. Una formulación de insulina

                                                                                    7
regular en una concentración de 100 U/ml tiene que ser diluida más de 10,000
veces en el tejido subcutáneo para          disociarse en monómeros y para ser
reconocida por su receptor a fin de producir su efecto biológico2,3.
 La administración de insulina en forma monomérica permitiría un efecto casi
inmediato, pero tendría que diluirse en un volumen tal que no sería conveniente
para un tratamiento inyectable y crónico.
 Aun así, una vez que la insulina Regular es inyectada al tejido subcutáneo,
tiende a agregarse en forma de hexámeros, y su disociación a monómeros
requiere de 4 a 6 horas, por lo que la insulina en esta forma puede ser:
    Demasiado lenta para simular la fase aguda de secreción pancreática de
       insulina en respuesta a los niveles de glucosa que siguen al consumo de
       alimentos
    Demasiado rápida para simular la secreción de insulina basal.


 Lo anterior, es uno de los principales desafíos en el tratamiento de la diabetes
con insulina, pues lo que se pretende es imitar la función del páncreas.        En
sujetos sanos, el páncreas secreta insulina en forma continua, pero la ingestión de
alimentos genera un rápido incremento de la concentración de insulina que
alcanza un máximo a los 30-45 minutos, seguido por una disminución hasta los
niveles basales después de 2 horas.




                                                                                 8
Reproducir la secreción de insulina como medida terapéutica, podría requerir
varias dosis de insulina así como una apropiada sincronización de las aplicaciones
con los horarios de alimentación.
 Desde 1923, cuando la insulina estuvo disponible por primera vez como medida
terapéutica, se han hecho varios intentos de modificar su estructura molecular a fin
de optimizar su biodisponibilidad, y de esta manera obtener moléculas que se
conviertan a monómeros en forma muy lenta (para imitar la secreción continua de
insulina) o muy rápida (para imitar la secreción aguda y relativamente breve de
insulina que sigue al consumo de alimentos)4-6


INSULINA HUMANA REGULAR.
 La insulina es una hormona polipeptídica que se compone de 2 cadenas (A y B)
de 21 y 30 residuos de aminoácidos respectivamente. Ambas cadenas presentan
terminales amino y carboxilo. La cadena A tiene un puente disulfuro interno, y
otros 2 puentes la unen con la cadena B como se puede observar en el siguiente
esquema:




 Esta insulina se obtiene por manipulación genética del ADN recombinante en
cepas no patógenas de Escherichia coli.     En solución ácida, los monómeros de
insulina se ensamblan como dímeros mediante su porción carboxilo terminal. A un
pH neutro y en presencia de iones de zinc, se forman hexámeros, lo que retrasa
su efecto por varias horas, pues como se mencionó con anterioridad, debe
disociarse a monómeros para poder unirse a su receptor.
 Tras la administración subcutánea, su efecto se inicia a los 45 minutos, y
alcanza un pico en su concentración en 2 a 4 horas, aunque la duración de su
efecto puede esperarse de hasta 6 a 8 horas, dependiendo de la dosis. A mayor
dosis, mayor duración. Por su inicio de acción, es recomendable inyectarla 30 a
                                                                                  9
45 minutos antes de los alimentos. Debido a la duración de su efecto, algunos
pacientes    podrían   experimentar   hipoglucemia       4   horas   después   de   su
administración, lo que puede prevenirse mediante colaciones.
    Esta insulina se encuentra disponible para su administración subcutánea o
intravenosa, en una solución cristalina, estéril (con fenol como antimicrobiano) y
con zinc como estabilizador, en viales con 10 ml o en cartuchos para inyectores
“en pluma” de 3 ml. En ambos casos la concentración es de 100 UI por cada ml.
    Una vez que se abre un cartucho, éste puede permanecer hasta por 30 días a
temperatura ambiente (siempre y cuando ésta sea menor a 30oC). Si los viales
deben ser almacenados, estos deben permanecer en refrigeración entre 2 y 8 oC.


INSULINA NPH
La manipulación genética de plásmidos de Escherichia coli para obtener una
insulina lo más parecida posible a la humana, permitió que en 1980 se hicieron
las primeras pruebas en humanos con la insulina “humana” obtenida por
tecnología con DNA recombinante7. En 1982, Elli Lilly obtuvo la aprobación de la
FDA para el uso de dos insulinas humanas semisintéticas, la Insulina R y la NPH,
ésta última con una duración dependiente de su dosis de 9 a 18 horas, pero con
un pico de acción a las 5-6 horas, que en algunos pacientes se asocia con mayor
riesgo de hipoglucemia. NPH significa “Neutral Protamine Hagedorn” en memoria
de     Hans Christian Hagedorn quien en 1936         descubrió que la adición de
protamina a la insulina aumentaba la duración de su efecto sobre la glucosa (Esta
insulina apareció en el mercado hasta 1946). Desde 1982 se obtiene por
tecnología de DNA recombinante humano con plásmidos de Escherichia coli no
patógena.
.    Se presenta en una solución acuosa de aspecto lechoso, con un pH de 7.4 (a
temperatura ambiente). Su inicio de acción es lento con un pico de acción a las 4
o 5 horas de su administración y una vida media de 8 a 12 horas. Cuanta más alta
es la dosis, mas alto es el pico y duración de acción.
    La insulina NPH puede mezclarse en la misma jeringa con insulinas de acción
rápida o corta.




                                                                                    10
Farmacocinética de las insulinas convencionales
 Tipo de insulina     Inicio de acción     Tiempo al pico de       Duración de la
                                                acción                acción
Insulina regular      30 a 45 minutos         2 a 4 horas           5 a 8 horas
NPH                        2 horas            6 a 8 horas          10 a 18 horas


BIBLIOGRAFÍA
   1. Guerci B, Sauvanet JP. Subcutaneous insulin: pharmacokinetic variability and
      glycemic variability. Diabetes Metab. 2005;31:4S7-4S24
   2. Bakaysa D et al: Physicochemical basis for the rapid time-action of LysB28ProB29-
      insulin. Dissociation of a protein-ligand complex. Protein Sci 1996; 5:2521-31
   3. Brems D et al. Altering the association properties of insulin by aminoacid
      replacement. Protein Eng 1992;5:527-33
   4. Brange J; Volund A: Insulin analogs with improved pharmacokinetic profiles. Adv
      Drug Deliv Rev 1999; 35: 307-335
   5. Hoogwerf B et al. Advances in the treatment of diabetes mellitus in the elderly.
      Development of insulin analogues. Drugs Aging 1996; 9:438-48
   6. Vajo Z et al. Recombinant DNA technology in the treatment of diabetes: Insulin
      Analogs. Endocrine Reviews. 2001; 22:706-717
   7. Keen H, Glynne A, Pickup JC, et al: Human insulin produced by recombinant DNA
      technology: safety and hypoglycaemic potency in healthy men. Lancet 1980;ii:398–
      401.




                                                                                    11
Farmacocinética y farmacodinamia de los análogos de insulina

Dr. Daniel Cuevas Ramos, Dra. Paloma Almeda Valdés, Dr. Francisco J Gómez
Pérez

 La principal diferencia entre las distintas preparaciones de insulina es el tiempo
de duración de la acción hipoglucemiante. De acuerdo a este punto se clasifican
en cuatro categorías:
        1. Insulinas de acción ultra-rápida incluyendo los análogos de insulina
           llamados lispro, aspart y glulisina.
        2. Insulina de acción rápida incluyendo la insulina regular o “R”.
        3. Insulina de acción intermedia o NPH (Neutral Protamine Hagedorn) o “N”
        4. Insulinas de acción prolongada incluyendo los análogos de acción
           ultralarga llamados glargina y detemir.


Potencia de la insulina
 La potencia de la insulina es medida en unidades. Originalmente, las unidades
estaban basadas en actividad biológica, pero más recientemente, 1 mg insulina
fue definido como       24 unidades de actividad. Cada unidad tiene 41.6 µg En
México, la mayoría de las preparaciones de insulina contienen 100 unidades/ml.


Preparación de la insulina
 Por muchos años, la insulina fue obtenida por extracción desde páncreas
bovinos o porcinos. En la actualidad, la mayoría de las insulinas producidas
comercialmente es mediante tecnología de ADN recombinante. La insulina
preparada puede permanecer con la misma secuencia de aminoácidos que la
insulina original y por ello es llamada “insulina humana”. Cuando la secuencia de
aminoácidos es alterada intencionalmente tiene el objeto de producir análogos de
insulina con perfiles farmacológicos diferentes, ya sea con acción ultra-rápida
como lispro, aspart o glulisina; o con acción más prolongada como con glargina o
detemir. Las preparaciones recombinantes son menos alergénicas que cuando se
obtienen de extractos de animal.



                                                                                 12
Efecto de la insulina
 La insulina y sus análogos reducen las concentraciones de glucosa en sangre al
estimular la captura de glucosa periférica, especialmente por el músculo
esquelético y la grasa, y mediante la inhibición de la producción de glucosa
hepática. La insulina inhibe la lipólisis en el adipocito, inhibe la proteólisis e
incrementa la síntesis de proteínas.

Insulinas de acción ultra-rápida
 Las insulinas de acción ultra-rápida son tres:
      1. Insulina aspart
      2. Insulina glulisina
      3. Insulina lispro


 El inicio y la duración de la acción de las insulinas de acción ultra-rápida son
más cortos que la insulina Regular. Estas insulinas empiezan a actuar en 5 a 15
minutos (tabla 1), por ello, es importante que el paciente se las aplique cuando
está por consumir el alimento, idealmente, con el plato de comida enfrente, de lo
contrario, existirá el riesgo de hipoglucemia.

Tabla 1. Tiempo de acción de los análogos de insulina.

           Preparación                   Inicio de      Pico de       Duración de
                                          acción        acción         la acción
Análogos de acción ultra-rápida
Insulina lispro                        5 – 15 min    30 – 90 min     3 – 5 hr
Insulina aspart                        5 – 15 min    30 – 90 min     3 – 5 hr
Insulina glulisina                     5 – 15 min    30 – 90 min     3 – 5 hr
Análogos de acción prolongada
Insulina glargina                      2 – 4 hr      Ninguno         20 – 24 hr
Insulina detemir                       2 – 4 hr      6 – 14 hr       16 – 20 hr
Adaptado de la referencia (1).




                                                                                  13
El pico máximo de acción es en 30 a 90 minutos y la duración del efecto es de 3 a
5 horas (figura 1).

Figura 1. Esquema del efecto de los análogos de insulina con acción ultra-
rápida.


        EFECTO
       INSULINA
                  ANÁLOGO        ANÁLOGO             ANÁLOGO




                  DESAYUNO        COMIDA
                                                          CENA
                                   ALIMENTOS


 La actividad pico de los análogos de acción ultra-rápida no se incrementa al
aumentar la dosis aplicada, es decir, la longitud del tiempo de la actividad pico es
independiente de la dosis. El beneficio de su farmacocinética es la reducción de
eventos de hipoglucemia. Múltiples estudios que se resumen en revisiones
relativamente recientes2,3, han demostrado que el control de glucosa es semejante
con el uso de análogos de insulina de acción ultra-rápida o con la insulina
tradicional regular o “R”. Cuando el paciente se administra insulina regular y
presenta eventos de hipoglucemia repetitivos es adecuado pensar en sustituir la
insulina regular por un análogo de acción ultra-rápida.


Análogos de insulina de acción prolongada
Los análogos de insulina de acción prolongada son dos:
      1. Insulina glargina
      2. Insulina detemir


 Los análogos de acción prolongada tienen marcadas diferencias con la insulina
intermedia NPH. Aunque la insulina glargina y detemir empiezan a actuar después
de 2 a 4 horas, el resto de la farmacocinética es muy diferente (tabla 1). La
insulina glargina prácticamente carece de pico de acción con lo cual se reduce la
probabilidad de ocasionar hipoglucemia (figura 2).


                                                                                 14
Figura 2. Esquema del efecto del análogo de acción prolongada glargina.



    EFECTO
   INSULINA



                                                    GLARGINA




               DESAYUNO        COMIDA        CENA
                                                       HORA DE ACOSTARSE
                                 ALIMENTOS




 En cambio, la insulina detemir incrementa su acción llegando a un efecto
máximo alrededor de 6 a 14 horas después de su administración (figura 3).

Figura 3. Esquema del efecto del análogo de acción prolongada detemir.




 La duración de glargina es más prolongada que la de insulina detemir. Aunque
ambas insulinas fueron realizadas con la intención de cubrir 24 horas de duración,
ninguna de ellas suele prolongar su efecto durante todo un día. La insulina
glargina dura entre 20 a 24 horas y la insulina detemir entre 16 a 20 horas, en
ambos casos dependerá de la dosis administrada. Cuando la dosis es mayor el
efecto suele ser más prolongado, especialmente en el caso de insulina detemir.
De la misma forma como ocurre con los análogos de insulina de acción ultra-
rápida, el principal beneficio de utilizar glargina o detemir es con el objeto de


                                                                               15
reducir eventos de hipoglucemia dado que el grado de control es semejante con
los análogos de acción prolongada o con el uso de insulina intermedia NPH.


Absorción
 Son varios los factores que influencian la absorción de los análogos de insulina.
La velocidad de absorción y el tiempo de acción pueden variar considerablemente
de una persona a otra y aún en el mismo individuo. El sitio de inyección influye
considerablemente en la velocidad de inicio de acción de las insulinas de acción
ultra-rápida y prolongada. Es importante que se administre en la misma región,
aquella que sea la de mayor preferencia por el paciente. Sin embargo, es
importante recalcar que no es conveniente que dentro de la misma región, se
aplique en el mismo sitio. En efecto, el paciente deberá elegir una región donde
aplicará la insulina pero variar diariamente el sitio de inyección con una separación
de 0.5 a 1cm. El momento de la administración no debe de coincidir con actividad
física. En caso de que la región donde se administrará la insulina haya sido
utilizada durante el ejercicio debe tomarse en cuenta que tendrá mayor flujo
sanguíneo y ello pudiera propiciar una absorción más rápida.


Eliminación
 Todos los distintos tipos de insulinas se destruyen por vía renal. Cuando el
paciente padece de insuficiencia renal, la farmacocinética de las insulinas se
modifica considerablemente. Usualmente, el inicio de acción es semejante, sin
embargo, el pico de acción y la duración del efecto pueden ser más prolongados.
El riesgo de hipoglucemia incrementa y la dosis se tendrá que reducir
dependiendo el grado de insuficiencia renal.

Bibliografía
1. Skyler JS. Insulin Treatment. In Therapy for Diabetes Mellitus and Related
   disorders. Fourth edition Harold E. Lebovitz. American Diabetes Association,
   2004, pp 207-223
2. Gómez-Pérez FJ, Rull JA. Insulin therapy: current alternatives. Arch Med Res
   2005; 36: 258-72.
3. Gómez-Pérez FJ, Cuevas-Ramos D. Análogos de Insulina. En: Gómez-Pérez
   FJ, Hernández-Jiménez S, Aguilar-Salinas CA. Tratamiento del paciente
   diabético con insulina. 2008, cap 10; pag 129-145.


                                                                                  16
Esquemas de insulina: tipos e implementación

Dr. Sergio Hernández Jiménez


 Como se ha comentado, en condiciones fisiológicas, la liberación de insulina y
su concentración plasmática guardan una estrecha relación con las fluctuaciones
de la glucosa en sangre; se caracteriza por tener una curva similar a la que se
observa entre un cuerpo y su sombra. Para fines prácticos se puede considerar
que existe una concentración de insulina basal (insulinemia de ayuno y post-
absortiva) y una concentración de insulina post-prandial. (Figura 1).


Figura 1. Homeostasis glucémica y niveles de insulina en relación a
glucemias




Adaptado de Service FJ, Nelson RL. Characteristics of glycemic variability. Diabetes
Care 1980;3:58–62


 Entre alimentos, el organismo mantiene una secreción tónica y estable de
insulina, aunque no exactamente similar dada la diferente sensibilidad a la
hormona en diferentes horarios.      La concentración de insulina post-prandial
dependerá de la magnitud de las diferentes comidas.


                                                                                 17
En el paciente con diabetes, dicho equilibrio desaparece y la gravedad depende
de la reserva pancreática que mantenga el individuo afectado.       Dicho de otra
manera, mientras menor sea la capacidad de producción de insulina endógena,
habrá una mayor dependencia a la insulina exógena y mayor complejidad en los
esquemas necesarios para conseguir un control metabólico adecuado.
 Es indiscutible la indicación de establecer un tratamiento con insulina en la
diabetes tipo 1, en pacientes con diabetes tipo 2 que tengan descontrol metabólico
a pesar de tener un adecuado tratamiento con hipoglucemiantes orales (falla
secundaria a fármacos) y en situaciones en que estén contraindicados fármacos
hipoglucemiantes tales como embarazo, lactancia, nefropatía o hepatopatía
avanzada, hospitalizaciones por eventos agudos o cirugías y en pacientes con
diagnóstico reciente y que se encuentren muy sintomáticos, con peso subnormal o
con un estado catabólico evidente (pérdida de peso importante, desgaste o
enfermedades intercurrentes).
 Un esquema de insulina ideal es aquel que imite la secreción pancreática de
insulina, que no tenga gran variabilidad en su efecto, que reduzca los episodios de
hipoglucemia y que tenga un patrón de absorción predecible, lo cual hasta el
momento no ha sido posible obtener.       Esto se explica en gran parte por la
farmacocinética y farmacodinamia de los diferentes tipo de insulinas por lo que se
deben ajustar el tratamiento de acuerdo a distintos esquemas que se mencionan a
continuación.
 En principio, los esquemas de tratamiento con insulina se dividen en
convencionales e intensivos.    Los esquemas convencionales son aquellos que
consisten en una o dos inyecciones por día de insulina de acción prolongada con o
sin insulina rápida. Los esquemas intensivos son aquellos que incluyen 3 o mas
inyecciones de insulinas de larga duración e insulinas de corta duración. En estos
últimos se incluyen las bombas de infusión continua de insulina.




                                                                                18
Esquemas convencionales
Esquema de una aplicación de insulina de acción prolongada al día

  Es el tratamiento inicial con insulina en pacientes con diabetes tipo 2. Consiste
en la aplicación de insulina intermedia por la noche manteniendo la dosis de
hipoglucemiantes orales durante el día (dosis máximas de sulfonilureas y
biguanida).




  El objetivo es controlar la hiperglucemia que se presenta por la producción
hepática de glucosa durante la noche, sin embargo se recomienda que sea
aplicada a las 22-23 horas o al acostarse ya que el efecto de la insulina puede
terminar durante la madrugada y por la mañana presentar hiperglucemia
(“fenómeno del amanecer”).
 Es eficaz mientras aún haya reserva pancreática por lo que no se debe
considerar en pacientes con diabetes tipo 1.
 En este esquema se puede considerar el uso de análogos de acción prolongada
(glargina o detemir)
 La dosis recomendada en varios textos es de 10 unidades subcutáneas, lo cual
puede ser adecuado en pacientes con sobrepeso ú obesidad. Los enfermos con
peso subnormal por descontrol crónico o dietas inapropiadas pueden presentar
mayor sensibilidad a la insulina por lo que se recomienda iniciar con dosis de 0.1
unidades por kilogramo de peso.
                                                                                19
Los ajustes de dosis se deberán realizar cada 5 a 7 días, de acuerdo a los niveles
de glucemia matutina según la siguiente tabla:


             Glucemia matutina       Aumento de dosis de insulina
                  (mg/dL)            nocturna subcutánea de larga
                                         duración (unidades)
                  100-120                         2
                  121-140                         4
                  141-180                         6
                   >180                           8

Si en cualquier momento la glucemia es <70 mg/dL se recomienda no incrementar
dosis de insulina e inclusive se deberá valorar descenso en la dosis de insulina de
2 a 4 unidades, especialmente si el paciente presenta una glucemia <60 mg/dL o
una hipoglucemia grave (definida como aquel descenso de glucosa en el que el
paciente no es capaz de tratarse por sí mismo y requiere asistencia de otra
persona).
Si el paciente persiste con descontrol a pesar de recibir 15 unidades de insulina
por la noche, se deberá progresar al siguiente esquema.


Esquema de dos aplicaciones de insulina de acción prolongada al día
  Consiste en la aplicación de insulina intermedia (NPH) antes del desayuno y al
acostarse.




                                                                                20
Para iniciar este esquema se debe calcular la dosis de 0.4 a 0.7 unidades por
kilogramo de peso al día y administrar dos tercios en la mañana y 1/3 por la
noche. Por ejemplo, si un paciente de 70 kilogramos recibe 0.5 unidades por
kilogramo, entonces la dosis total sería de 35 unidades de insulina NPH,
indicándose 23 unidades por la mañana y 12 unidades por la noche. Estas dosis
se van ajustando de acuerdo a su meta de control y niveles de glucosa preprandial
cada 5 a 7 días. Para los ajustes de la dosis matutina se pueden seguir los
mismos principios de la tabla anterior.


             Glucemia antes de        Aumento de dosis de insulina
                  la cena             NPH subcutánea en la mañana
                 (mg/dL)                      (unidades)
                 100-120                           2
                 121-140                           4
                 141-180                           6
                    >180                           8




                                                                              21
Los ajustes de la dosis nocturna de insulina NPH se hacen de la misma manera
que en el esquema anterior.


            Glucemia matutina       Aumento de dosis de insulina
                 (mg/dL)             NPH subcutánea nocturna
                                            (unidades)
                  100-120                        2
                  121-140                        4
                  141-180                        6
                   >180                          8

Si el paciente presenta hipoglucemia durante el día, se deberán disminuir 2 a 4
unidades de la dosis aplicada antes del desayuno.         Si el paciente refiere
hipoglucemias durante la madrugada, se disminuyen 2 a 4 unidades de la insulina
de aplicación nocturna.
En este esquema se puede mantener el uso de biguanida (metformina) a dosis
máxima y generalmente se suspende la sulfonilurea ya que aquellos pacientes
que tienen requerimientos mayores de 25 a 30 unidades al día de insulina
difícilmente obtendrán mayores beneficios de este grupo de fármacos.


Esquema de dos aplicaciones de insulina de acción prolongada con insulina de
acción rápida al día
Se aplica en aquellos pacientes que persisten con elevaciones de glucosa basal y
además tienen hiperglucemia asociada a la ingesta de alimentos. Consiste en la
administración de insulina NPH con insulina de acción rápida y ultrarrápida antes
del desayuno y antes de la cena.




                                                                              22
El objetivo es buscar un mejor control al suprimir la hiperglucemia preprandial y
postprandial que se presenta conforme avanza el deterioro de la célula beta y por
consiguiente, de la reserva pancreática en pacientes con diabetes tipo 2. Este
esquema puede ser aún insuficiente en pacientes con diabetes tipo 1.
 Una forma simple de dosificación consiste en calcular 0.4 a 0.7 unidades por
kilogramo de peso al día y administrar dos tercios de insulina de larga duración y
un tercio de insulina de acción rápida o ultrarrápida. De la cantidad de insulina de
larga duración, se divide el total de la dosis en dos tercios para aplicarse en la
mañana y un tercio para aplicarse por la noche. Asimismo, de la cantidad total de
insulina de acción rápida o ultrarrápida, se administran dos tercios por la mañana y
un tercio por la noche. Por ejemplo, en el paciente de 70 kilogramos que recibe 0.5
unidades por kilogramo, la dosis total de insulina será de 35 unidades, pero serán
23 unidades de insulina NPH y 12 unidades de insulina rápida, lispro, aspart o
glulisina; de NPH se aplicarán 15 unidades por la mañana y 8 unidades por la
noche, 8 unidades de acción corta por la mañana y 4 por la noche. En concreto, al
paciente se indicará aplicar por la mañana 15 unidades de insulina NPH con 8
unidades de insulina de acción corta antes del desayuno y 8 unidades de insulina
NPH con 4 unidades de insulina rápida antes de la cena.

                                                                                 23
Cabe enfatizar que estas dosis son iniciales y se ajustarán de acuerdo a las
glucemias capilares y obtención de metas de control, cada 5 a 7 días. Tanto de la
dosis basal como la preprandial, se recomienda hacer ajustes con incrementos o
descensos de 2 unidades de insulina de acuerdo con la siguiente tabla:
 Momento de hiper o hipoglucemia          Insulina a cambiar
                                          De larga duración al acostarse o antes de
 Ayuno
                                          la cena
                                          Insulina de rápida acción antes del
 Después del desayuno
                                          desayuno
 Antes de la comida                       Insulina de larga duración en la mañana
 Antes de la cena                         Insulina de larga duración en la mañana
 Después de la cena                       Insulina rápida antes de la cena
                                          Insulina de larga duración al acostarse o
 Durante la noche
                                          rápida antes de la cena


 Un inconveniente de este esquema es que el efecto de la insulina rápida se
puede potenciar al sumarse con el pico de acción de la insulina NPH, lo que
produce hipoglucemia a mediodía y de las 00:00 a 3:00 hrs por lo que se hace
necesario mantener un horario estricto de alimentos e ingerir colaciones antes de
estos tiempos estimados de hipoglucemia.
 En este esquema se puede valorar proseguir con la administración de
metformina, pero definitivamente no tiene lugar el uso de otros hipoglucemiantes
orales.


Esquemas intensivos
   A medida que existe menor reserva pancreática, se va a requerir la
administración de esquemas más complejos como los que se presentan a
continuación.


Esquema de dos aplicaciones de insulina de acción prolongada y tres aplicaciones
de insulina de acción rápida al día
 Este esquema trata de simular la secreción fisiológica de insulina de una manera
más precisa y es recomendado para pacientes con diabetes tipo 1 o con diabetes
tipo 2 sin control con los esquemas previos.




                                                                                      24
En este esquema se aplica insulina de acción corta antes de cada alimento y
con insulina NPH basal antes del desayuno y antes de la cena. En ocasiones se
recomienda que se aplique la insulina NPH antes de acostarse en lugar de
administrase antes de la cena, para minimizar el riesgo de hipoglucemia y evitar
el fenómeno del amanecer.




                                                                             25
La dosis adicional de insulina de acción corta que se aplica en la comida será
necesaria ya que conforme progresa el descontrol, la insulina NPH puede tener
menor duración de efecto presentándose hiperglucemia antes de la cena.


Esquema con análogos de larga duración y con análogos de corta duración
 En este esquema se aplica una dosis de análogo de larga duración (glargina o
detemir) por la noche o por la mañana, y se aplican (en forma independiente ya
que no se pueden mezclar) análogos de acción corta (lispro, aspart, glulisina)
antes de cada alimento. Tiene como inconveniente ser el más costoso de los
esquemas.




                                                                            26
Los ajustes de estos últimos esquemas deberán ser más precisos con
incrementos o descensos de 2 a 4 unidades dependiendo de las glucemias en
diferentes momentos del día:
Momento de la hiper o hipoglucemia   Insulina a cambiar
                                     De larga duración al acostarse o antes de
Ayuno
                                     la cena
                                     Insulina de rápida acción antes del
Después del desayuno
                                     desayuno
Antes de la comida                   Insulina de larga duración en la mañana
                                     Insulina de larga duración en la mañana o
Después de la comida
                                     rápida antes de la comida
Antes de la cena                     Insulina de larga duración en la mañana
Después de la cena                   Insulina rápida antes de la cena
                                     Insulina de larga duración al acostarse o
Durante la noche
                                     rápida antes de la cena




                                                                                 27
Recomendaciones generales
 Cuando se decide iniciar un esquema de insulina es indispensable tomar en
cuenta los siguientes puntos:
   1. Independientemente del esquema que se vaya a aplicar, se requiere que el
      paciente tenga consistencia en los horarios de aplicación de insulina y en la
      ingesta de alimentos.
   2. Se deben eliminar los mitos e ideas falsas comunes sobre la insulina,
      haciendo énfasis en los beneficios del control glucémico y la reducción de
      desenlaces adversos que se pueden obtener con el tratamiento.
   3. La insulina no debe ser utilizada como “amenaza” para buscar adherencia
      al tratamiento o cambios de conducta. Se debe erradicar esta actitud y
      modificar el concepto a que se debe aplicar la insulina cuando es necesaria.
   4. El miedo a la inyección es común, pero la fobia a la agujas es muy rara.
   5. Se deben establecer metas reales para cada paciente. Por ejemplo, sería
      inconveniente aplicar esquemas intensivos en pacientes con alguna
      enfermedad concomitante con mal pronóstico a corto plazo.
   6. Los esquemas de tratamiento deben ser dinámicos, constantemente
      revisados y modificados según resultados.




                                                                                 28
Insulinas premezcladas.
Dr. Israel Lerman Garber


 Las insulinas premezcladas permiten en una sola inyección ofrecer cobertura
basal y postprandial a dosis fijas y representan un método relativamente simple y
accesible de aplicación de insulina. Habitualmente se recomiendan dos a tres
aplicaciones al día antes de los alimentos. Constituyen una forma sencilla de
aplicación y con menos posibilidad de errores de administración que cuando se
mezclan por separado dos tipos de insulina. En el paciente con diabetes tipo 1, el
uso por separado de la insulina basal y la insulina en bolos de acción rápida o
ultrarrápida es más congruente, segura y efectiva que administrar insulinas
premezcladas.


Insulina NPH/rápida 70/30
 Esta pre mezcla contiene cantidades variables de insulina rápida y de acción
intermedia (tabla 1).

Tabla 1. Características de la farmacocinética de los diferentes tipos de insulinas
premezcladas.

Insulina         Inicio (min)   Pico (hr)      Duración (hr)       Nombre comercial

Premezcladas
NPH/R 70/30         30 a 60             2a5             10-16             Varios

Premezcladas análogos
Aspart
Protamina/
Aspart libre       5-15           0.5 a 1.5              10-16
NovoLog Mix®
70/30

Lispro
Protamina/
Lispro libre            5-15                0.5 a 1.5     10-16
Humalog Mix®
75/25




                                                                                   29
Su diseño tiene la finalidad de ofrecer en una misma preparación, una insulina
con acción basal y de bolo para cubrir también las necesidades postprandiales.
Constituyó el primer tipo de insulina premezclada que entró al mercado con
proporciones de NPH de 70 o 50% y de insulina rápida de 30 y 50%
respectivamente. Las limitaciones de esta formulación es un pico de acción más
prolongado (2–5 hrs.) y una mayor duración de acción del componente de insulina
rápida (6–10 hrs.), lo que hacen, que esta formulación, no resulte fisiológicamente
ideal para cubrir los picos postprandiales y se pueda asociar a un mayor riesgo de
hipoglucemia. Se recomienda aplicar 30 minutos antes de los alimentos. Las
limitaciones en la farmacocinética y farmacodinamia de este tipo de insulina se
lograron superar con las nuevas formulaciones de insulina, con análogos de
acción ultrarrápida en combinación con una insulina basal.


Mezclas con análogos de insulina.
 En los últimos 20 años, con técnicas de ingeniería genética se ha logrado
desarrollar múltiples moléculas mediante insulinas modificadas. Estas moléculas
se han obtenido desde la estructura primaria de la proteína, a la cual, se le
agregan o se le sustituyen residuos de aminoácidos, o bien, se unen a otras
moléculas químicas, para modificar la velocidad y tiempo de acción. Estas
innovaciones han permitido esquemas de insulina mucho más fisiológicos y que
semejan la secreción de insulina en sujetos no diabéticos.
 En México contamos con dos análogos premezclados: insulina lispro 75/25 y la
insulina bifásica aspart 70/30 Estos análogos premezclados tienen un inicio y
duración de acción más predecible que la mezcla con insulina humana (tabla 1).


NPL-Lispro-75/25
 La combinación de insulina lispro libre y el complejo que resulta de la
cristalización de lispro y protamina (NPL, neutral protamine lispro) ofrece un efecto
dual, tanto de un análogo ultra-rápido como de un análogo de acción intermedia
(tabla 1). Estas preparaciones están disponibles en el mercado en México en
proporciones de 25/75 (mezcla baja: Humalog Mix25®). La vida media de NPL es
similar al de la insulina NPH.


                                                                                  30
Aspart/protamina-aspart cristalizada mezclada-30 (30% aspart libre-70% aspart
protamina cristalizada) (NovoLog Mix)
  Excepto por contener aspart en vez de lispro, este análogo es muy similar a la
mezcla descrita previamente, tanto en su acción como su diseño (tabla 1). La
formulación contiene 30% de insulina aspart libre y 70% de insulina aspart
cristalizada con protamina. Al igual que lo observado con la mezcla con lispro,
tienen un pico más temprano y más alto con respecto a la mezcla de regular y
NPH y favorecen una menor excursión glucémica postprandial.


Estudios comparativos
  La mayoría de los estudios comparan la pre mezcla de análogos con la mezcla
de insulina humana 70/30. A diferencia de las mezclas con insulina humana que
se administran 30 minutos antes de los alimentos, con análogos premezclados la
insulina debe administrarse entre 5 y 15 minutos antes de los alimentos. Esto
resulta más conveniente para la mayoría de los pacientes. El pico de la insulina de
acción ultrarrápida es dos veces mayor y se alcanza a la mitad del tiempo que con
las mezclas de insulina humana 70/30 (NPH y rápida).
  Múltiples estudios aleatorizados han demostrado que las insulinas lispro 75/25 y
BIAsp 70/30 (sin diferencias entre ambas), permiten un control más efectivo de la
excursión postprandial de la glucosa respecto a la insulina humana premezclada
70/30 o la aplicación exclusiva de insulina NPH. El control glucémico a largo plazo,
evaluado por cambios en la hemoglobina glucosilada A1c, no ha mostrado en la
gran mayoría de los estudios, diferencias significativas al comparar análogos
premezclados respecto a insulina humana premezclada 70/30 o a dos
aplicaciones diarias de insulina NPH.
  Tres estudios aleatorizados en pacientes con diabetes tipo 2, compararon la
aplicación de insulina glargina una vez al día versus análogos premezclados. El
uso de pre mezclas se acompaño de descensos más significativos de la HbA1c
(esto no se observó cuando las insulinas premezcladas se aplicaron una sola vez
al día).



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Control glucémico postprandial
 A pesar    que la glucemia postprandial contribuye en forma significativa a la
hiperglucemia diaria, la terapia del paciente con diabetes, particularmente con
diabetes tipo 2, se ha enfocado fundamentalmente al control de la glucemia de
ayuno. Numerosos estudios epidemiológicos, sugieren que la hiperglucemia
postprandial se asocia a una mayor morbilidad y mortalidad cardiovascular y que
cifras de HbA1c < 7% reducen el riesgo de complicaciones microvasculares
asociadas a la diabetes. En pacientes con diabetes tipo 1 o en pacientes con DM
tipo 2 de larga evolución, estas metas de control no son posibles de alcanzar si no
se reducen también las excursiones postprandiales de la glucosa.
 En un estudio en pacientes con diabetes tipo 2, el tratamiento con insulina lispro
75/25 redujo en forma significativa los picos de hiperglucemia (Cmaxglu) en
comparación con insulina humana premezclada 70/30 (–19%; p < 0.05) y con
insulina NPH (–32.7%; p < 0.005). En este y otro estudio similar, el área debajo de
la curva de la glucemia en el tiempo (AUCglu) se redujo (25–35%; p < 0.01) en
comparación a pacientes tratados con insulina humana 70/30. Con insulina BIAsp
70/ 30 se observa algo similar, el pico en la concentración de insulina se alcanza
más rápido (30–50%; p < 0.0001) y los picos son 30% a 50% más altos con
respecto a la insulina humana 70/30 (p < 0.001). Ventajas similares se observaron
en estudios de pacientes con diabetes tipo 1. El descenso en los valores de
HbA1c, no obstante, es similar con las diferentes insulinas premezcladas, algo
similar ocurre con los cambios en el peso corporal.


Abordaje del tratamiento intensivo en función de las metas terapéuticas.
 Se han realizado estudios cruzados, abiertos, en pacientes con diabetes tipo 2,
donde se comparan el uso de insulina glargina o detemir antes de acostarse vs
dos inyecciones de análogos premezclados, en ambos casos combinados con
metformina. El descenso de la HbA1c fue significativamente mayor en los
pacientes que recibieron la insulina premezclada. En otro estudio, al comparar
análogos de insulina premezclada con 2 aplicaciones de insulina NPH, las cifras
de HbA1c se redujeron en forma similar (- 0.67% y - 0.61%, respectivamente). Las
reducciones observadas en las glucemias de ayuno tampoco variaron con estos


                                                                                32
dos esquemas. Dos inyecciones de insulina premezcladas o de insulina NPH en
combinación con metformina, son superiores a una sola aplicación de análogos de
insulina de acción prolongada más metformina para poder lograr las metas
terapéuticas


Hipoglucemia
 En todo paciente con diabetes tipo 1 o con diabetes tipo 2 de varios años de
evolución, conforme más nos acercamos a las metas terapéuticas, mayor es el
riesgo de hipoglucemia. La mayoría de los estudios con insulinas premezcladas se
diseñaron para evaluar eficacia y no tanto seguridad, por ello muchos no incluyen
evaluación de factores que pudieran contribuir a un mayor riesgo de hipoglucemia,
esto es, olvidar un alimento, exceso de ejercicio, etc. En teoría por el pico más
temprano de acción los análogos de insulina premezcladas se acompañan de un
menor riesgo de hipoglucemia que la combinación de insulina humana 70/30.
Desde luego, el riesgo es mayor al comparase con esquemas que utilizan insulina
basal exclusivamente (NPH, glargina o detemir).
 La mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 son obesos y con resistencia a
la insulina, motivo por el cuál los episodios de hipoglucemia severa son muy poco
frecuentes. Estos episodios se pueden presentar si no se aplican las
recomendaciones para ajustar la dosis de insulina en días en que se consume
menor cantidad de alimentos, se realiza mayor actividad física o en pacientes sin
sobrepeso o de edad avanzada. En estos casos es preferible utilizar un esquema
con insulina basal y los bolos se deben ajustar en base a los requerimientos del
paciente.
 En el paciente de edad avanzada, esquemas con insulina NPH, glargina o
detemir permiten lograr objetivos de control muy similares, con menor riesgo de
hipoglucemia. Un estudio en este grupo de edad, reportó, episodios significativos
de hipoglucemia en más del 20% de los pacientes que recibieron un esquema a
base de insulinas premezcladas (reflejo de la fragilidad de la población estudiada).
 No se han observado diferencias en el riesgo de episodios leves o severos de
hipoglucemia con los dos tipos de análogos premezclados y si una menor
frecuencia de los mismos al compararse con la mezcla de insulina humana 70/30.


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A quien y como indicar insulinas premezcladas?
 Estás pueden ser algunas de las recomendaciones para utilizar insulinas
premezcladas:
• El deseo de utilizar un esquema sencillo y conveniente de aplicación de insulina.
• Pacientes que no desean administrarse múltiples (>3) inyecciones de insulina al
día.
• No pueden o no quieren utilizar un esquema que requiera ajustes en la dosis y
contar carbohidratos.
• Mantienen un estilo de vida muy similar día a día.
• Consumen sus alimentos en forma consistente y comen con horarios muy
regulares.
• Pacientes con diabetes tipo 1 rebeldes al tratamiento y a practicar monitoreo
frecuente de las glucemias capilares (habitualmente son adolescentes), que
acepten por lo menos aplicarse insulina 3 veces al día.


Estas son algunas contraindicaciones para su empleo
• Pacientes de edad avanzada con riesgo elevado de hipoglucemia (horarios y
alimentación poco predecibles).
• Pacientes muy sensibles a la insulina de acción rápida o ultrarrápida
(habitualmente no tienen sobrepeso) y que tienen mayor riesgo de hipoglucemia
con las dosis fijas de las insulinas premezcladas.


 En pacientes con diabetes tipo 2, al prescribir inicialmente insulina premezcladas
se recomienda continuar los hipoglucemiantes orales, particularmente la
metformina.   Esto   favorece     un   menor   incremento   de   peso   y   menores
requerimientos de insulina.
 La forma de iniciar las insulinas premezcladas, es prescribir alrededor de 6-8
unidades, idealmente dos veces al día antes del desayuno y cena, esto para
disminuir el riesgo de hipoglucemia y favorecer una mejor adherencia al
tratamiento. Progresivamente la dosis se debe ir incrementando utilizando 2/3
partes antes del desayuno y 1/3 parte antes de cenar. En caso de que el paciente
persista con glucemias elevadas antes de cenar y curse con tendencia a la


                                                                                 34
hipoglucemia a mediodía, debe entonces agregarse una tercera inyección antes
de comer quedando generalmente en la siguiente proporción (2/4,1/4,1/4). En
pacientes obesos con franca resistencia a la insulina, es poco común la presencia
de hipoglucemia y la insulina puede dividirse inicialmente en 2 y posteriormente 3
dosis en proporciones similares antes de cada alimento.
 Para lograr los objetivos terapéuticos (glucemias de ayuno y postprandiales
<130mg/dl y <180 mg/dl respectivamente, y HbA1c<7%), se recomienda
incrementar la dosis 1-2 unidades cada 3-4 días, vigilando no sobre-insulinizar al
paciente y que por lo mismo aumente en forma muy significativa de peso.
 Un esquema basal-bolos es más apropiado en pacientes con un estilo de vida
más flexible, horarios irregulares y cambios constantes en su actividad física.
 Las insulinas premezcladas se encuentran en viales y también en cartuchos
para plumas que facilitan su aplicación y adherencia al tratamiento. No hay que
olvidar recordarle al paciente como aplicarse la insulina en forma correcta. En el
caso de la pluma se debe mantener por más tiempo la presión sobre la misma a la
hora de su aplicación.


Conclusiones
 Las insulinas premezcladas deben recomendarse desde un inicio en dos
aplicaciones, antes del desayuno y de la cena. Pueden ser una buena alternativa,
particularmente en pacientes con diabetes tipo 2. Son atractivas por su facilidad de
empleo y convenientes ya que reducen la excursión glucémica postprandial. A
diferencia de la mezcla con insulina humana, las pre mezclas con análogos, tienen
un pico más temprano de acción y discreto menor riesgo de hipoglucemias sin
beneficios en el control glucémico a largo plazo. En pacientes de edad avanzada o
en aquellos sin sobrepeso o sin resistencia a la insulina las insulinas
premezcladas pueden asociarse a mayor riesgo de hipoglucemia.

BIBLIOGRAFIA

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                                                                                   36
Procedimientos para la aplicación y preservación de la insulina
Lic. Enf. María Luisa Velasco

 La diabetes es una enfermedad crónica que requiere para su control del apoyo
de un equipo de salud y la participación activa de la persona que vive con la
enfermedad por lo tanto es fundamental que conozca diferentes habilidades; en
este caso nos referiremos a la conservación preparación e inyección de la insulina.
 El conocimiento que se tenga para una cuidadosa preparación de la insulina
hará que se prevengan errores en la dosis del medicamento, en el uso de agujas
dañadas, la mala utilización de la insulina y desperdicio de la misma.
 El tratamiento se individualiza porque hay pacientes con limitaciones en su
capacidad de aprendizaje o quienes están experimentando altos niveles de
distracción o estrés que tiene relación con el inicio de la terapia de insulina y
llegan a tener una gran dificultad para interpretar las instrucciones recibidas1

Inyección de insulina

Material y equipo:
   -   Frasco ámpula o cartucho de insulina indicada
   -   Jeringa de 1 ml (100 UI), ½ ml (50 UI) o ⅓ ml (30 UI)
   -   Algodón humedecido con alcohol

Procedimiento:
   - Lavarse las manos con agua y jabón.
   -   Reunir el material que se requiere para la inyección.
   -   Sacar del refrigerador el frasco de insulina que se va a utilizar.
   -   Verificar la fecha de caducidad y la dosis indicada por el médico.
   -   Revisar la apariencia del medicamento; la insulina de acción regular, lispro,
       aspart y glargina deben ser claras o cristalinas; la insulina N y las
       premezclas son blanquecinas.
   -   Si la insulina ya caducó, tiene grumos, cambios en la coloración o está
       congelada debe desecharse.
   -   Limpiar con un algodón humedecido con alcohol la goma de caucho del
       frasco ámpula, si es nuevo retirar el disco protector pero no remover el
       tapón ni la banda de metal que está a su alrededor.
                                                                                   37
-   Si la insulina que se va a inyectar es NPH o premezcla se deberá mezclar
       rotando el frasco entre las manos y no agitándolo.

   Al preparar la insulina:

   -   Retirar el tapón de la jeringa cuidadosamente sin tocar la aguja para no
       contaminarla.

   -   Jalar el embolo hasta la dosis de insulina indicada.
   -   Insertar la aguja en el frasco de la insulina e inyectar el aire.
   -   Voltear el frasco con la aguja insertada, con una mano sostenerlo y con la
       otra lentamente extraer la dosis exacta de insulina en la jeringa.
   -   Revisar que no exista ninguna burbuja de aire en la jeringa, si la hay sin
       sacar la aguja del frasco, gentilmente presionar el émbolo y extraer
       nuevamente el medicamento.
   -   Sacar la aguja del frasco.
   -   Verificar nuevamente la dosis de insulina.
   -   La jeringa está lista para ser utilizada.


Mezcla de dos diferentes tipos de insulina en la misma jeringa

 Es frecuente la indicación de esquemas de insulina que requieren de la
aplicación de insulina de acción intermedia con insulina de acción rápida o regular.
Los pacientes pueden mezclar su propia dosis de insulina, siendo necesaria la
instrucción acerca de la técnica utilizada para hacer la mezcla y así evitar
contaminación del medicamento2.

 Para reducir el número de inyecciones se pueden preparar los dos tipos de
insulina en la misma jeringa, sin embargo es importante recordar que no todas las
insulinas se pueden mezclar ni tampoco se puede utilizar algún diluyente u otro
medicamento en la misma jeringa.

Preparación de la jeringa con dos tipos de insulina:
   - Lavarse las manos.
   -   Reunir el material e insulinas que se van a preparar.


                                                                                 38
-   Limpiar con un algodón humedecido con alcohol la goma de caucho de los
       frascos de insulina.
   -   Mezclar rotando entre la palma de las manos el frasco ámpula de la insulina
       intermedia.
   -   Inyectar aire en el frasco de insulina intermedia equivalente a la dosis
       indicada y remover la jeringa del frasco sin extraer el medicamento.
   -   Inyectar aire al frasco ámpula de insulina rápida o regular de acuerdo a la
       dosis indicada, con una mano sostener el frasco y con la otra jalar el
       embolo hasta las unidades deseadas, si hay burbujas presionar el embolo
       hacia el frasco ámpula, extraer la insulina y retirar la jeringa.
   -   Puncionar nuevamente el frasco ámpula de insulina intermedia y extraer
       suavemente la dosis del medicamento, sacar la aguja y revisar el total de
       unidades preparadas.
   -   La dosis de insulina está lista para ser inyectada. Recordar que la insulina
       que se prepara en primer lugar en la jeringa es la rápida o regular y
       enseguida la intermedia3, 4

Procedimiento para la aplicación de la insulina.

   -   La insulina debe ser inyectada en el tejido subcutáneo

   -   Hacer un pliegue de piel con la mano en un área aproximada de 2 cm.
   -   Con la otra mano tomar la jeringa como si fuera un lápiz e inyectar la
       insulina con un ángulo de 90° (perpendicular a la superficie de la piel); en
       personas muy delgadas o en niños es recomendable el uso de agujas
       cortas y aplicar con un ángulo de 45° para evitar llegar al músculo en el cual
       la absorción de insulina es más rápida.
   -   La aspiración con la jeringa previa a la inyección no es necesaria
       particularmente cuando se utiliza una pluma.
   -   Soltar el pliegue de piel.
   -   Si después de la inyección aparece alguna pequeña gota de sangre hacer
       presión con un algodón algunos segundos y no frotar la piel.
   -   Cuando los pacientes refieren dolor, inflamación, enrojecimiento o
       presencia de hematomas en el sitio de inyección, es probable que la técnica

                                                                                  39
utilizada sea incorrecta y el equipo de salud deberá                revisar el
       procedimiento de inyección.

Procedimiento para la inyección con pluma o inyector:
   -   Retirar la tapa de la pluma, siempre revisar la fecha de caducidad y la
       apariencia de la insulina a través del soporte del cartucho.
   -   Mezclar la pluma entre la palma de las manos o invertirla a 180°
       aproximadamente diez veces.
   -   Colocar la aguja.
   -   Marcar 2 unidades, disparar hacia arriba para sacar el exceso de aire.
   -   Marcar la dosis de insulina indicada.
   -   Seleccionar el sitio de inyección.
   -   Realizar asepsia.
   -   Hacer un pliegue de piel con una mano y con la otra tomar la pluma como
       un lápiz e inyectar con un ángulo de 45 a 90 grados.
   -   Inyectar la insulina presionando lentamente el botón de la pluma.
   -   Esperar 10 segundos y retirar la aguja
   -   No dar masaje.
   -   Inmediatamente después de la inyección quitar la aguja de la pluma para
       evitar que entre aire al cartucho.
   -   Las agujas deben utilizarse solo una vez.
   -   Las plumas se conservan a temperatura ambiente.

Sitios de inyección de la insulina

 La inyección puede ser en el tejido subcutáneo5, los sitios más comunes para la
inyección de insulina son el abdomen, brazos, glúteos y muslos3 ya que la capa de
grasa que se encuentra debajo de la piel ayuda a la absorción de la insulina y en
estas zonas hay menos terminaciones nerviosas que en otras partes del cuerpo.
En estas zonas es más fácil la inyección en el tejido subcutáneo.




                                                                                  40
El dolor causado por las inyecciones de insulina se puede disminuir
siguiendo las siguientes recomendaciones:
   -   Inyectar la insulina a temperatura ambiente.
   -   Revisar que la jeringa no tenga burbujas de aire.
   -   Esperar que el alcohol utilizado para la asepsia de la piel se evapore
       completamente antes de la inyección.
   -   Mantener relajados los músculos del área en que se va a inyectar.
   -   Introducir la aguja rápidamente.
   -   Evitar cambiar la dirección de la aguja una vez que se ha introducido en la
       piel.
   -   No reutilizar las jeringas o agujas.

Condiciones que alteran la absorción de la insulina

 Los cambios en el grado y velocidad de absorción de la insulina inyectada en la
grasa subcutánea dan lugar a variaciones en el tiempo de acción y efecto máximo
lo que resulta en variaciones para el control de la glucosa sanguínea17, Estas
variaciones son mas acentuadas con las insulina de acción rápida que con las
insulinas de larga duración (tabla 1).




                                                                               41
Tabla 1. Condiciones que alteran la absorción de la insulina subcutánea

            Condición                                   Variación


 • Sitio de aplicación.                La absorción de insulina es más rápida en el
                                       abdomen, intermedia en los brazos y más
                                       lenta en los muslos y región glútea.

 • Profundidad de la inyección.        La absorción de insulina es más rápida cuando
                                       se aplica en el muslo

                                       Mayor absorción de insulina en situaciones de
 • Temperatura local.                  aumento de temperatura inducido por el
                                       ejercicio, baños calientes o sauna, masaje
                                       local

 • Tabaquismo                          Reduce la absorción


Cambio del sitio de inyección

 Enseñar a los pacientes a variar los sitios de inyección previene la irritación
local1. Al inyectarse la insulina en el mismo lugar se puede causar alteración en la
grasa subcutánea.       De ahí la importancia de establecer diferentes puntos de
inyección dentro de un mismo sitio, por ejemplo, se puede dividir imaginariamente
el abdomen en líneas horizontales y verticales y cada inyección se hará en un
lugar diferente3, inyectarse dentro de una misma área en lugar de inyectarse en un
área diferente en cada inyección, puede disminuir la variabilidad en la absorción
de un día a otro6.

Conservación de los viales y cartuchos de insulina

 Los frascos y cartuchos de insulina deben ser refrigerados a una temperatura de
2 a 8 °C2 un buen sitio en el refrigerador la parte inferior de la puerta, lejos del
congelador7,(la      congelación   y   descongelación   desnaturalizan   la   insulina)
manteniéndolos así hasta la fecha de caducidad, impresa en la etiqueta de cada
frasco ámpula o cartucho.




                                                                                    42
También pueden conservarse a temperatura ambiente de 15 a          30 °C por un
periodo de un mes y reemplazarse después de este tiempo8,           por lo que se
recomienda escribir en la etiqueta de cada uno de ellos la fecha en que la insulina
es utilizada por primera vez y la fecha en que deben ser reemplazados (28 días
después)9, 10.   La estabilidad de los frascos ámpula de insulina depende de otros
factores además de la temperatura como son: el número de inyecciones por día, el
remanente de insulina en el frasco, la exposición a la luz, agitación y técnica
utilizada para la preparación de la dosis10.

Conclusiones:

  Es importante que el equipo de salud se asegure de que el paciente ha
entendido las instrucciones de la aplicación de insulina antes de irse del
consultorio médico o clínica como son; la preparación e inyección de la insulina,
rotación de las diferentes zonas de inyección, el almacenamiento y registro de la
insulina que va a utilizar.

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                                                                        44
Complicaciones durante el tratamiento con insulina
Dr. Joaquín Joya Galeana
Dra. Alma Vergara López

 En la primera parte de este capítulo hablaremos de la hipoglucemia iatrogénica
que es una complicación del tratamiento con insulina. La hipoglucemia iatrogénica
es resultado de un exceso relativo o absoluto de insulina, aunado a alteraciones
en las defensas fisiológicas que previenen la disminución en la concentración
plasmática de glucosa, lo que ocasiona un desbalance entre su producción y su
consumo.
 Clínicamente la hipoglucemia se define por la triada de Whipple: 1) presencia de
síntomas y/o signos compatibles con glucosa baja, 2) una determinación de
glucosa plasmática baja, y 3) resolución de los síntomas después de corregir la
glucosa baja.
 El reporte del Grupo de Trabajo en Hipoglucemia de la Asociación Americana de
Diabetes define hipoglucemia en pacientes con diabetes mellitus a una glucosa
plasmática < 70 mg/dL (3.9 mmol/L). Hay que señalar que la definición de
hipoglucemia en no diabéticos utiliza un punto de corte de glucosa más bajo.


Fisiopatología:
 En el ayuno el principal proveedor de glucosa es el hígado (90%) y en segundo
lugar el riñón. Las hormonas que favorecen la producción de glucosa son el
glucagon, las catecolaminas (epinefrina, norepinefrina), cortisol y la hormona de
crecimiento (HC); por otro lado la hormona que frena la producción hepática de
glucosa es la insulina.
 En condiciones fisiológicas desde que la glucosa disminuye a 84 mg/dL la
secreción pancreática de insulina también disminuye, cuando la glucosa
plasmática es ≤ 70 mg/dL la secreción de glucagon aumenta, y si la tendencia a la
baja continúa hasta una glucosa ≤ 68 mg/dL se secretan las catecolaminas de la
médula adrenal. El aumento en secreción de HC se da cuando la glucosa es ≤ 66
mg/dL y el aumento de cortisol cuando la glucemia es ≤ 57 mg/dL (figura 1).




                                                                               45
Figura 1.
                        90
                                 Respuesta fisiológica
                        80
                                  Secreción de insulina
        Glucosa         70        Secreción de glucagón/liberación de catecolaminas
       plasmática
          mg/dl         60        Secreción de cortisol
                                  Secreción de hormona de crecimiento
                        50       Síntomas adrenérgicos (glucosa 54 mg/dl)
                        40
                                 Alteraciones cognitivas (glucosa 48 mg/dl
                                 Coma
                        30




 Los síntomas iniciales en la hipoglucemia se deben a la secreción de epinefrina
y norepinefrina, por lo que se denominan síntomas adrenérgicos (hambre, temblor,
ansiedad, náusea, sudoración fría y palpitaciones).
 Debido a que el sistema nervioso central (SNC) utiliza        a la glucosa como
principal combustible, cuando las concentraciones de ésta en plasma disminuyen
tanto que se comprometen las funciones del SNC, es cuando se presentan los
síntomas neuroglucopénicos (confusión, cansancio, problemas para concentrarse,
alteraciones en el lenguaje, mareo, convulsiones y coma).
 Hay que considerar que en las personas que están en tratamiento con insulina,
estos mecanismos están comprometidos, ya que la insulina en la circulación
depende de la dosis que se inyecte el sujeto, así que a pesar de que la glucosa
disminuya, los niveles de insulina continúan sin cambio. Además se ha observado
en pacientes con diabetes mellitus tipo 1 (DMT1) que después de 5 años de
diagnóstico tienen alteraciones en la secreción glucagón en respuesta a la
hipoglucemia; este problema se presenta también en los pacientes con diabetes
mellitus tipo 2 (DMT2) de larga evolución.
 De acuerdo a su presentación clínica podemos clasificar la hipoglucemia en:
   a) Hipoglucemia leve: el paciente tiene síntomas adrenérgicos con glucosa
      < 70 mg/dL y puede tratarla por si mismo.
   b) Hipoglucemia severa: se requiere ayuda de una tercera persona para
      tratarla y/o hay síntomas neuroglucopénicos.
   c) Hipoglucemia asintomática: cifras de glucosa < 70 mg/dL sin síntomas.

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d) Hipoglucemia relativa: un evento con síntomas típicos de hipoglucemia pero
       con una determinación de glucosa > 70 mg/dL. Esto ocurre con más
       frecuencia en pacientes con descontrol crónico, cuando, al iniciar su control
       glucémico, sus cifras de glucosa se acercan a las concentraciones
       fisiológicas.


  En pacientes en tratamiento con insulina los cuadros de hipoglucemia son
frecuentes. Personas con DMT1 que intentan tener un adecuado control glucémico
presentan en promedio hipoglucemia asintomática hasta un 10% del tiempo, 2
cuadros de hipoglucemia sintomática (generalmente leve) a la semana, y           un
cuadro de hipoglucemia severa al año. Debido a esto las metas del tratamiento de
la diabetes mellitus son: el mejor control glucémico, con el menor riesgo de
hipoglucemia.
  La importancia de tener en cuenta la frecuencia de los cuadros de hipoglucemia
es porque el umbral de la respuesta adrenérgica se altera; por ejemplo si la
respuesta adrenérgica se inicia cuando la glucosa plasmática es 68 mg/dL, la
siguiente ocasión se iniciará hasta que la glucosa plasmática sea < 60mg/dL.
  Los síntomas adrenérgicos son una alerta de peligro y se presentan
normalmente antes de que existan alteraciones neurológicas, sin embargo en
ocasiones debido a cuadros repetidos de hipoglucemia los síntomas que se
presentan primero son los neuroglucopénicos, lo que pone en riesgo la vida.
Aunado a los cambios del umbral por la hipoglucemia la neuropatía autonómica
por sí misma es una causa que puede llevar a una tardía respuesta adrenérgica.


Factores de riesgo para hipoglucemia:
1) Deficiencia endógena de insulina (esto predice deficiencia de glucagon).
2) Hipoglucemia previa.
3) Control glucémico agresivo.
4) Ejercicio intenso o moderado reciente.
5) Sueño (el sujeto no se da cuenta de los síntomas).
6) Falla renal.



                                                                                 47
Evaluación del paciente con hipoglucemia recurrente: El automonitoreo del
paciente es crucial para determinar el horario en que se presenta hipoglucemia y
hacer los ajustes del tratamiento o conductuales necesarios.
 Hay que señalar que la hiperglucemia matutina puede ser el resultado de una
respuesta contrarreguladora a un cuadro de hipoglucemia nocturna así que antes
de aumentar la dosis de insulina del paciente hay que preguntar sobre signos de
hipoglucemia nocturna (sudoración, sueños vívidos o pesadillas) y solicitar      el
resultado del automonitoreo a las 3 a.m.
 En los pacientes que están en tratamiento con insulina y presentan
hipoglucemias recurrentes hay que considerar las siguientes causas:


1) Dosis altas de insulina.
   a) Si se presenta hipoglucemia en ayuno, hay que disminuir la dosis de
       insulina basal previa. (Si la hipoglucemia es nocturna otra opción es
       agregar una colación entre 10 y 11 p.m.)
   b) Si la hipoglucemia es postprandial, la causa es el bolo de insulina
       preprandial, hay que disminuir la dosis. Siempre que se revisa la dosis de
       insulina se revisan los horarios y la cantidad de los alimentos.


2) Ejercicio: cuando se realiza más actividad física de lo usual (moderada-intensa)
aumenta la sensibilidad de insulina. En estos casos la siguiente dosis de insulina
debe disminuirse.


3) Alcohol: algunas bebidas alcohólicas que tienen glucosa, como la sidra y la
cerveza, tienen como respuesta inicial hiperglucemia, pero el alcohol aumenta la
sensibilidad a la insulina e inhibe la gluconeogénesis lo que causa hipoglucemia
tardía, además el alcohol puede enmascarar los síntomas de adrenérgicos y llevar
hasta una hipoglucemia severa.


4) Considerar si existe deterioro de la función renal, cardiaca o hepática. Si hay
enfermedad autoinmune considerar insuficiencia suprarrenal.



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Cuando un paciente ha tenido varios cuadros de hipoglucemia y ha perdido los
síntomas de alerta, hace que sea más susceptible a otro cuadro de hipoglucemia.
Para volver a recuperar los síntomas adrenérgicos y regresar el umbral
adrenérgico a su rango normal, es necesario mantener al paciente por al menos 2-
3 semanas sin ningún cuadro de hipoglucemia y los mecanismos de alarma se
recuperan. Esto implica ser mas laxo en el control glucémico, en este periodo de
recuperación.


Tratamiento agudo de la hipoglucemia
1) Si el paciente está consciente y puede deglutir, se deben administrar de 15-20 g
de glucosa vía oral (tabletas de glucosa, 150 - 200 ml de jugo de fruta o soda no
dietética). Si no planea comer en la siguiente hora hay que administrar otros 20 g
de carbohidratos complejos (ejemplo: papa)


2) Paciente inconsciente o no puede deglutir:
a) Glucosa IV, se puede usar glucosa al 50 % (50ml) o glucosa al 10% (200ml).
b) Glucagón intramuscular (IM) 1 mg. Después de su administración hay que
administrar glucosa, oral si el paciente está alerta, o IV si continua inconsciente.


 El aumento en la glucosa plasmática se puede ver después de 10-15 min de
cualquiera de las intervenciones, si continúa baja se puede repetir la
administración de glucosa. De ser posible es recomendable tener una medición de
glucosa al inicio del cuadro, para poder evaluar la respuesta a la glucosa. Esto
evita el tratamiento exagerado de la hipoglucemia, el cual se debe evitar.




                                                                                       49
OTRAS COMPLICACIONES SECUNDARIAS AL USO DE LA INSULINA


 Además de la hipoglucemia hay algunos otros efectos secundarios frecuentes e
infrecuentes secundarios al uso de la insulina, que se resumen en la tabla 1.


Tabla 1. Otros efectos secundarios del tratamiento con insulina
   • Aumento de peso
   • Edema
   • Alergia
   • Lipoatrofia
   • Lipohipertrofia
   • Reacciones idiosincráticas


Aumento de peso
 El tratamiento con insulina, tanto en diabéticos tipo 1 como tipo 2, se relaciona
con incremento de peso. El mayor porcentaje de la ganancia de peso puede
atribuirse a la disminución de la glucosuria y la mayor utilización de las calorías
que previamente eran perdidas por la orina. En el Estudio del Control de la
Diabetes y sus Complicaciones (DCCT), los pacientes en tratamiento intensivo
aumentaron 5.1 kg contra los 2.4 kg que aumentaron los pacientes en tratamiento
convencional (4). En el caso de los diabéticos tipo 2, en el Estudio Prospectivo de
Diabetes del Reino Unido (UKPDS) los pacientes en tratamiento con insulina
aumentaron 10.4 kg, los que se trataron con sulfonilureas aumentaron 3.7 kg,
mientras que los que usaron metformín no aumentaron significativamente de peso
(5). En general, en diferentes estudios, se reporta que los pacientes diabéticos
tipo 2 presentan un incremento promedio de peso corporal de 3 a 9% dependiendo
de la duración del estudio y la intensidad del control de la glucosa En algunos
estudios como el de Henry y sus colaboradores se ha demostrado que el aumento
de peso está relacionado directamente con la concentración periférica de insulina
plasmática y la dosis total de insulina exógena. El incremento de peso resultante
del tratamiento corresponde al tejido adiposo en 66% y a masa corporal magra en
un 30%.




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En resumen, los factores que influyen en el incremento de peso son:
   a) La utilización de calorías antes perdidas por glucosuria
   b) La obesidad pre-tratamiento ya que los sujetos obesos requieren más
      insulina para lograr el control de la glucemia y, por consiguiente, tienen más
      hiperinsulinemia.
   c) El aumento del apetito y la disminución de la termogénesis, así como el
      mayor consumo de calorías secundario a la presentación de hipoglucemias
      o por temor a ellas.
   d) Edema


Medidas de control del aumento de peso
 Se puede disminuir al mínimo el aumento de peso utilizando la dosis más baja
posible de insulina para lograr la euglucemia, educando al paciente en cuanto a la
dieta, promoviendo el ejercicio o por lo menos la disminución del sedentarismo y
enseñando al paciente una conducta apropiada ante una hipoglucemia.


Edema
 Aunque en la práctica clínica se relaciona el tratamiento con insulina con el
desarrollo de edema, es probable que este efecto esté subidentificado, ya que el
peso del paciente puede aumentar hasta un 10% sin evidencia clínica de edema
pero puede progresar, en un número limitado de pacientes, a edema generalizado.
Este edema generalmente se autolimita, pero ocasionalmente puede precipitar
una insuficiencia cardiaca, sobre todo cuando hay daño cardiaco pre-existente o
cuando el tratamiento se combina con tiazolidinedionas.


Las causas del edema son:
Vasodilatación: el tratamiento con insulina puede asociarse con vasodilatación en
varios lechos arteriales, sobre todo en casos de hiperinsulinemia euglucémica, en
sujetos sanos y en diabéticos. La vasodilatación dependiente de insulina se puede
relacionar con la estimulación de la bomba de Na-K/ATPasa, estimulación β
adrenérgica, activación de mecanismos colinérgicos, estimulación de canales de



                                                                                 51
iones de potasio, atenuación de la reactividad a la vasoconstricción y estimulación
de la liberación de óxido nítrico.
Retención de sodio: varios reportes indican que el efecto primario de la insulina
en la reabsorción de sodio se lleva a cabo en el túbulo proximal, en el distal y en el
asa ascendente de Henle. El túbulo distal y el asa ascendente te Henle tienen una
mayor densidad de receptores a insulina. Además la insulina estimula la Na-
K/ATPasa, abundante en el túbulo distal. Este efecto tubular de la insulina puede
requerir calcio y hormona antidiurética como cofactores. El fenómeno de escape
contrarresta el efecto antinatriurético de la insulina en el túbulo distal.
Efectos secundarios de la insulina sobre la regulación del sodio: la
hipoglucemia puede estimular la secreción de cortisol, epinefrina, renina,
aldosterona y hormonas antidiurética, lo que resulta en retención de sodio y
disminución en la diuresis. Además, en pacientes mal controlados, los niveles de
glucosa que se requieren para una liberación significativa de las hormonas
contrarreguladoras son mayores que en los pacientes bien controlados, por lo que
en el grupo de pacientes mal controlados el edema es más frecuente.
Retención de sodio y agua en pacientes con pobre estatus nutricional: la
iniciación o intensificación del tratamiento con insulina se relaciona con cambios
en los niveles de glucagon plasmático y con cambios en el metabolismo de la
tiamina.


Glucagon: un aumento en el glucagon plasmático tiene efecto natriurético durante
la deprivación de alimentos, mientras que una reducción en el glucagon
plasmático durante la realimentación con carbohidratos aumenta la antinatriurésis
en el túbulo distal. La administración exógena de insulina en pacientes malnutridos
con diabetes puede potenciar el efecto del glucagon disminuido en la regulación
renal de sodio.


Insulina y deficiencia de tiamina: la insulina tiene un papel importante en el
metabolismo de los carbohidratos. Los pacientes catabólicos por descontrol
glucémico tienen una deficiencia subclínica de tiamina. En estos pacientes, un
estricto control glucémico con altas dosis de insulina en combinación con una


                                                                                   52
ingestión alta de carbohidratos puede aumentar la demanda de tiamina, causando
una depleción adicional de los depósitos. Cuando se desarrolla un estado
deficiente de tiamina la acumulación de lactato y piruvato produce vasodilatación
periférica y edema, que inicialmente involucra las piernas pero puede llegar a ser
generalizado con ascitis y derrame pleural.         Finalmente puede presentarse
insuficiencia cardiaca, provocando activación de los sistemas que retienen sodio.


Aumento en la permeabilidad capilar: se ha documentado un aumento en la
permeabilidad vascular en pacientes tratados con insulina. La hiperinsulinemia
aguda se ha asociado con escape de albúmina del intravascular, con declinación
significativa de albúmina del pool intravascular. Algunos estudios morfológicos
demuestran que el escape de albúmina puede relacionarse con alteraciones
inducidas por la insulina en las características morfológicas de las células
endoteliales, que conducen a un movimiento transcelular de vesículas
micropinocíticas al espacio extravascular, efectos mediados a través del receptor
de insulina y del IGF1.


Medidas de control del edema: se puede intentar una reducción en la dosis de
insulina hasta donde sea posible. También puede ayudar al paciente una dieta
baja en sodio o por lo menos una reducción en su ingestión. El uso de diuréticos
está en debate pues el edema puede resolverse con medidas generales, pero este
tratamiento debe tenerse en mente cuando la situación clínica del paciente así lo
requiera. También se mencionan dentro del tratamiento a los fármacos
vasocronstrictores, inhibidores de la ECA y al verapamilo.


Reacciones cutáneas locales y sistémicas:
 El uso de insulina puede causar efectos cutáneos adversos tales como la
lipoatrofia, la lipohipertrofia y las reacciones alérgicas. Estas reacciones ahora son
más raras, principalmente por el empleo de insulinas humanas, perfectamente
puras y con menos antigenicidad.




                                                                                   53
Alergia: parece haber una predisposición genética a la alergia a la insulina.
Algunos estudios han demostrado que es más probable que se formen
anticuerpos anti-insulina si un paciente tiene HLA-BW44 y DR7 o B15 o DR4. La
mayoría de las reacciones actuales (más del 75%) son locales e incluyen prurito,
eritema e induración en el sitio de la inyección. Estas reacciones generalmente se
resuelven en 2 a 3 semanas de iniciado el tratamiento. Los pacientes pueden
tener reacciones locales o sistémicas a los aditivos de la insulina tales como el
zinc y la protamina. Estos problemas se resuelven usando análogos de la insulina.
 La administración repetida de insulina en el mismo sitio puede provocar
lipohipertrofia. La lipoatrofia por el contrario está mediada por una respuesta
inmunológica, la grasa subcutánea se pierde en el sitio de la inyección, lo que
causa franca deformidad de la región. Se piensa que la reacción inmune causa
una citoquina lipolítica pues las biopsias contienen inmnunoglobulinas y C3.
 Algunas reacciones serias a la insulina incluyen anafilaxia, urticaria generalizada
y angioedema, mediadas a través de IgE. Se han descrito varios esquemas de
desensibilización.
 En la tabla 2 se comentan las complicaciones cutáneas de la insulina y su
tratamiento.




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Tabla 2. Complicaciones cutáneas relacionadas con la insulina
Comentarios                        Tratamiento
Lipoatrofia                        Se debe evitar la inyección en el área afectada.
Pérdida del tejido subcutáneo en el sitio de     Es difícil que haya resolución espontánea. Para
la inyección. Está mediada por procesos          corregir el área atrófica se debe inyectar
inflamatorios inmunes.                           repetidamente insulina recombinante o altamente
Más común en jóvenes y en aquéllos con           purificada en el área atrófica. Si no es suficiente,
reacciones previas.                              combinar insulina con 4 µg de dexametasona por
Generalmente se presenta después de 6 a          unidad de insulina. Después de la regresión se
24 meses del inicio del tratamiento              requiere la inyección ocasional de insulina para
                                                 mantener el área normal en apariencia.
Lipohipertrofia                                  Rotar el sitio de inyección.
Nódulos dérmicos suaves con la superficie        Cambiar a insulina de acción corta, o análogos de
de la epidermis de aspecto normal, con           acción rápida. Si no ocurre la regresión se puede
hipertrofia de adipocitos resultado del efecto   remover el sitio afectado usando liposucción
lipogénico de la insulina.                       asistida con jeringas
Se asocia con el inicio reciente de la
insulina, en jóvenes, con índice de masa
corporal bajo, aplicación en el abdomen y
falta de rotación del sitio de inyección.
La absorción de la insulina de estos sitios
está alterada debido a disminución de la
vascularidad
Alergia                                          Generalmente se resuelve de manera espontánea
Reacción local eritematosa, indurada más         en unas cuantas semanas, no obstante se siga
prurito en el sitio de aplicación.               aplicando la insulina.
La mayoría de los pacientes tienen               Se pueden usar antihistamínicos para controlar
reacciones inmunológicas a la insulina pero      los síntomas y bloquear la reacción cutánea.
desarrollan solamente reacción local.            Si la reacción persiste más de 2 a 4 semanas se
La reacción puede ser monofásica (se             debe cambiar a un análogo de la insulina.
resuelve en una hora), bifásica, (mediada        Si la reacción persiste con el cambio de insulina,
por IgG con una fase tardía que dura menos       se debe considerar dividir la dosis y variar el sitio
de 24 horas) y fase retardada semejante a        de aplicación; se puede añadir dexametasona 1
la reacción de tuberculina, caracterizada por    µg por cada unidad de insulina; usar
infiltración local de mononucleares que se       antihistamínicos orales o corticoesteroides;
desarrolla en 8 a 12 horas después de la         cambiar a bomba de infusión o iniciar esquema de
administración de insulina, tiene un pico 5 a    desensibilización de insulina
24 horas después y dura varios días.
El componente de la inyección que causa la
alergia puede ser la molécula misma de
insulina, zinc, protamina, etc.
Abscesos cutáneos o celulitis                    Prevenir infección con medidas antisépticas
Se presentan en el sitio de inyección o de       apropiadas.
infusión; la mayoría son de origen               Tratar con tratamiento antibacteriano y/o con
bacteriano (Staphylococcus o Streptococcus       desbridación quirúrgica
sp). Son muy raros con la inyección
subcutánea, más comunes con las bombas
de infusión.
Se asocia con pobre higiene durante el
cambio de equipo de infusión
Reacciones cutáneas idiosincráticas              Se puede necesitar la escisión de las lesiones
Pigmentación,      formación    de   placas,     amiloides.
amiloidosis localizada, lesiones amiloides y
queloides en los sitios de inyección
Modificado de Drugs Ther Perspect 2004; 20(9): 20-21


                                                                                                    55
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                                                                            56
Ejercicio y la diabetes: Recomendaciones
Dra. Roopa Mehta

Beneficios del ejercicio en la diabetes
 En pacientes con diabetes, el ejercicio es un componente fundamental del
tratamiento junto a la dieta y los medicamentos. Entre los beneficios, la actividad
física regular disminuye la morbi-mortalidad generada por la ateroesclerosis. Otros
beneficios del ejercicio incluyen:
   •   Mejoría en el perfil de lípidos (una disminución del colesterol VLDL y
       triglicéridos y un incremento del colesterol HDL)
   •   Reducción en la tensión arterial
   •   Reducción en la adiposidad
   •   Reducción en la perdida ósea
   •   Reducción en la adhesividad plaquetaria
   •   Beneficios psicológicos:      reducción en la ansiedad, la depresión y una
       mayor resistencia al estrés


 En la diabetes tipo 2, la actividad física regular mejora la sensibilidad a la
insulina y reduce las concentraciones de glucosa tanto de ayuno como
postprandial1.   Además, varios estudios han mostrado que el ejercicio constante
desempeña un papel importante en la prevención de diabetes tipo 22,3.


Riesgos del ejercicio en la diabetes
 Aunque el ejercicio proporciona numerosos beneficios para la salud de los
pacientes con diabetes, también acarrea riesgos potenciales.


1. Complicaciones agudas:
 La hiperglucemia tiende a ocurrir con mayor frecuencia en dos situaciones
   •   En pacientes diabéticos pobremente controlados (glucemia >250 mg/dL)
   •   En diabéticos tipo 1 que están involucrados en ejercicio de alta intensidad
       (>80% de la frecuencia cardiaca máxima).




                                                                                      57
Esto sucede porque existe una incapacidad de incrementar los niveles de
insulina durante la realización del ejercicio para contrarrestar la hiperglucemia
causada por el incremento en la producción hepática de glucosa4.
  En contraste, la hipoglucemia es la complicación más común del ejercicio,
particularmente en los diabéticos que se inyectan insulina o que toman
hipoglucemiantes orales. Este puede ocurrir durante, inmediatamente después y
tras varias horas de la realización del ejercicio.


Complicaciones macro y microvasculares:
  Las complicaciones crónicas de la diabetes pueden ser empeoradas por el
ejercicio. En la tabla 1 se describen estos riesgos:


Tabla 1: Riesgos del ejercicio en relación con las complicaciones crónicas
pre-existentes.
     Complicación diabética              Riesgos con el ejercicio
                                        Evento cardiovascular (arritmia, isquemia
         Ateroesclerosis                   miocárdica, infarto, paro cardiaco)

          Hipertensión                       Descontrol de la tensión arterial

                                        Elevación de la presión arterial que podría
    Retinopatía proliferativa              producir hemorragia vítrea o retinal y
                                                desprendimiento de retina

                                       Úlceras de pie, infecciones, lesión de tejidos
      Neuropatía periférica                  blandos, hueso y articulaciones

                                     Respuesta cardiovascular al ejercicio reducida,
                                    hipotensión postural, regulación inadecuada de la
                                          temperatura, corporal, hipoglucemia,
     Neuropatía autonómica           deshidratación, capacidad aeróbica disminuida,
                                     contrarregulación inadecuada e incapacidad de
                                                 percibir la hipoglucemia

                                    Elevación de la presión arterial e incremento de la
            Nefropatía                                 albuminuria



Valoración previa al ejercicio
  Los riesgos previamente descritos pueden ser evitados por medio de una
evaluación médica cuidadosa del paciente en la que se aborde voluntad al cambio,


                                                                                          58
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Guias de insulina

  • 1. Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología Recomendaciones para el uso de la insulina Editores: Dr. Francisco Javier Gómez Pérez Dr. Sergio Hernández Jiménez Autores: Dra. Alicia Yépez Lic. Enf. María Luisa Velasco Dra. Claudia Ramírez Dr. Daniel Cuevas Ramos Dra. Paloma Almeda Valdés Dr. Joaquín Joya Galeana Dra. Alma Vergara López Dra. Roopa Mehta Dra. Margarita Barrientos Dr. Israel Lerman Garber Dr. Oscar Lozano Castañeda Dr. Sergio Hernández Jiménez Dr. Francisco Javier Gómez Pérez 1
  • 2. Prólogo. Dr. Carlos A Aguilar Salinas Presidente de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología 2009. El manejo de la diabetes implica el desarrollo de varias competencias que no están consideradas en la mayoría de los programas de las escuelas de Medicina. La prescripción del tratamiento con insulina es una de ellas. El médico deberá conocer los aspectos farmacológicos de las diversas formulaciones, seleccionar los esquemas adecuados para cada caso, realizar los ajustes de la dosis en forma oportuna y evitar los efectos adversos. Su empleo debe acompañarse de un proceso educativo para el paciente y su familia, quienes serán los encargados de la administración, almacenamiento, ajuste de la dosis y prevención o tratamiento inmediato de la hipoglucemia. La complejidad del proceso se magnifica ante los mitos que rodean su empleo. Como resultado, el porcentaje de las personas con diabetes que son tratadas con insulina es notablemente menor en México comparado con lo que ocurre en otros países (5 vs 20% respectivamente). La insulina es indicada en forma tardía. La dosis no es modificada con la frecuencia debida, tomando en cuenta la alimentación, actividad física y el status del paciente. Por ende, su empleo inadecuado es causa de hipoglucemias frecuentes, aumento de peso y persistencia de la hiperglucemia. El médico de primer contacto es el encargado del manejo de la mayoría de las personas con diabetes. El uso de la insulina implica una curva de aprendizaje, cuya pendiente puede ser modificada con el apoyo de herramientas educativas. Es responsabilidad de los especialistas en endocrinología el desarrollo de documentos que ayuden al médico y a los pacientes en la implementación de un tratamiento correcto. La Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología desarrolló este documento con tal fin. En él encontrará las nociones sobre la farmacología de la hormona, la selección de un esquema, su adaptación a las necesidades del paciente y el empleo de la insulina en grupos especiales. Materiales de apoyo para ser distribuidos a sus pacientes están disponibles en nuestro portal www.endocrinología.org.mx. La SMNE debe ser un motor de cambio para que las personas con diabetes reciban una atención de calidad. 2
  • 3. Todos podemos contribuir en hacer una realidad la misión de nuestra sociedad: “Fomentar el conocimiento de la Nutrición y Endocrinología de sus agremiados para que la prevención y la atención de enfermedades endócrinas y de la nutrición sean ejercidas con calidad y excelencia”. 3
  • 4. Comentarios de los editores La insulinoterapia ha sido una de las áreas terapéuticas que ha mostrado mayor desarrollo en los últimos años, el uso de la insulina mediante nuevas moléculas y métodos de administración ha sido motivo de importantes estudios que han permitido llegar a niveles más cercanos a los fisiológicos con menor riesgo de hipoglucemia. Los conceptos vertidos por cada uno de los autores son exclusivamente de su responsabilidad. En nuestro trabajo editorial hemos tratado de no modificar las posiciones y preferencias de los expertos seleccionados para desarrollar cada capítulo. La selección de los autores se hizo pensando en sus características de ética y compromiso que han demostrado en sus publicaciones y conferencias dentro de la Endocrinología. El diseño de esta obra se hizo considerando nuestra responsabilidad de transmitir conocimientos sólidos y comprobados que pueden ser de utilidad sobre todo a médicos no especializados en el campo. Creemos que este esfuerzo editorial permitirá llevar mayor conocimiento de la insulinoterapia en beneficio de los pacientes. FJ Gómez Pérez S Hernández Jiménez 4
  • 5. Contenido A. Conocimientos requeridos por el médico, previos al empleo de la insulina Capitulo 1. Farmacodinamia y farmacocinética de las insulinas convencionales Dra. Alicia Yépez Rodríguez.
 Capítulo 2. Farmacocinética y farmacodinamia de análogos de insulina Dr. Daniel Cuevas Ramos, Dra. Paloma Almeda Valdés, Dr. Francisco J Gómez Pérez B. El tratamiento de la insulina en la práctica. Capítulo 3: Esquemas de insulina: tipos e implementación Dr. Sergio Hernández Jiménez Capítulo 4: Insulinas premezcladas. Dr. Israel Lerman Garber Capitulo 5: Procedimientos para la aplicación y preservación de la insulina Lic. Enf. María Luisa Velasco Capítulo 6: Complicaciones durante el tratamiento con insulina Dr. Joaquín Joya Galeana, Dra. Alma Vergara López Capítulo 7: Ejercicio y la insulina: Recomendaciones Dra. Roopa Mehta Capítulo 8: Bombas de infusión continua de insulina. Dr. Israel Lerman Garber Capítulo 9: Otras vías de administración de insulina Dra. Alicia Yépez Rodríguez 5
  • 6. C. El uso de la insulina en condiciones o grupos especiales Capítulo 10: Esquemas de insulina en niños y adolescentes Dra. Margarita Barrientos Capítulo 11: Esquemas de insulina en pacientes hospitalizados Dr. Sergio Hernández Jiménez Capítulo 12: El manejo de insulina en cirugía Dr. Oscar Lozano Castañeda Capítulo 13: Esquemas de insulina en complicaciones agudas Dra. Paloma Almeda Valdés, Dr. Sergio Hernández Jiménez 6
  • 7. Farmacodinamia y farmacocinética de las insulinas convencionales Dra. Alicia Yépez Rodríguez.
 La glucosa, como fuente primaria de energía de los tejidos, requiere de la unión de la insulina a su receptor celular; para que esta interacción ocurra es preciso que la insulina se encuentre en su forma monomérica. La insulina regular y sus análogos, cuando son administrados en forma intravenosa, se encuentran en forma de monómeros. Pero cuando las insulinas se administran en el tejido subcutáneo, tienden a asociarse en forma de hexámeros, y dependiendo de su estructura molecular se disociarán a monómeros para ejercer sus distintos efectos biológicos. La modificación de la secuencia de ciertos residuos de aminoácidos altera la afinidad de las cadenas B y su tendencia a asociarse (lo que afecta su duración y velocidad de acción), pero también puede modificar su afinidad por el receptor de insulina (lo que afecta su potencia), el tiempo que permanece unida a su receptor (lo que afecta su variabilidad y su mitogenicidad) y por su interacción con el receptor de IGF-1 (lo que se ha asociado con mutagenicidad, inhibición de la apoptosis y estimulación de la proliferación en ciertas líneas celulares). Del 40 al 50% de la insulina circulante se elimina de la circulación en el hígado. Del 30 al 40% es eliminada por vía renal. Su degradación tras su unión a su receptor, ocurre a través de proteasas. La acción de algunas insulinas presenta una gran variabilidad intraindividual lo que significa que una misma dosis de la misma insulina aplicada en el mismo sujeto puede generar respuestas diferentes. Entre los factores que afectan la velocidad de absorción de la insulina se encuentran: la actividad física del sujeto, la vía de administración, el sitio de la inyección, la temperatura corporal y hasta la temperatura ambiental1 La insulina en los gránulos de las células beta (al igual que la insulina regular en los viales farmacéuticos) se encuentra en forma de hexámeros. La tendencia a agruparse de la insulina se explica por los enlaces de residuos de aminoácidos de región carboxiterminal de la cadena B. Esta interacción ocurre por puentes de hidrógeno que tienden a formar dímeros; 3 dímeros se agregan en una unidad hexamérica estabilizada por 2 moléculas de zinc. Una formulación de insulina 7
  • 8. regular en una concentración de 100 U/ml tiene que ser diluida más de 10,000 veces en el tejido subcutáneo para disociarse en monómeros y para ser reconocida por su receptor a fin de producir su efecto biológico2,3. La administración de insulina en forma monomérica permitiría un efecto casi inmediato, pero tendría que diluirse en un volumen tal que no sería conveniente para un tratamiento inyectable y crónico. Aun así, una vez que la insulina Regular es inyectada al tejido subcutáneo, tiende a agregarse en forma de hexámeros, y su disociación a monómeros requiere de 4 a 6 horas, por lo que la insulina en esta forma puede ser:  Demasiado lenta para simular la fase aguda de secreción pancreática de insulina en respuesta a los niveles de glucosa que siguen al consumo de alimentos  Demasiado rápida para simular la secreción de insulina basal. Lo anterior, es uno de los principales desafíos en el tratamiento de la diabetes con insulina, pues lo que se pretende es imitar la función del páncreas. En sujetos sanos, el páncreas secreta insulina en forma continua, pero la ingestión de alimentos genera un rápido incremento de la concentración de insulina que alcanza un máximo a los 30-45 minutos, seguido por una disminución hasta los niveles basales después de 2 horas. 8
  • 9. Reproducir la secreción de insulina como medida terapéutica, podría requerir varias dosis de insulina así como una apropiada sincronización de las aplicaciones con los horarios de alimentación. Desde 1923, cuando la insulina estuvo disponible por primera vez como medida terapéutica, se han hecho varios intentos de modificar su estructura molecular a fin de optimizar su biodisponibilidad, y de esta manera obtener moléculas que se conviertan a monómeros en forma muy lenta (para imitar la secreción continua de insulina) o muy rápida (para imitar la secreción aguda y relativamente breve de insulina que sigue al consumo de alimentos)4-6 INSULINA HUMANA REGULAR. La insulina es una hormona polipeptídica que se compone de 2 cadenas (A y B) de 21 y 30 residuos de aminoácidos respectivamente. Ambas cadenas presentan terminales amino y carboxilo. La cadena A tiene un puente disulfuro interno, y otros 2 puentes la unen con la cadena B como se puede observar en el siguiente esquema: Esta insulina se obtiene por manipulación genética del ADN recombinante en cepas no patógenas de Escherichia coli. En solución ácida, los monómeros de insulina se ensamblan como dímeros mediante su porción carboxilo terminal. A un pH neutro y en presencia de iones de zinc, se forman hexámeros, lo que retrasa su efecto por varias horas, pues como se mencionó con anterioridad, debe disociarse a monómeros para poder unirse a su receptor. Tras la administración subcutánea, su efecto se inicia a los 45 minutos, y alcanza un pico en su concentración en 2 a 4 horas, aunque la duración de su efecto puede esperarse de hasta 6 a 8 horas, dependiendo de la dosis. A mayor dosis, mayor duración. Por su inicio de acción, es recomendable inyectarla 30 a 9
  • 10. 45 minutos antes de los alimentos. Debido a la duración de su efecto, algunos pacientes podrían experimentar hipoglucemia 4 horas después de su administración, lo que puede prevenirse mediante colaciones. Esta insulina se encuentra disponible para su administración subcutánea o intravenosa, en una solución cristalina, estéril (con fenol como antimicrobiano) y con zinc como estabilizador, en viales con 10 ml o en cartuchos para inyectores “en pluma” de 3 ml. En ambos casos la concentración es de 100 UI por cada ml. Una vez que se abre un cartucho, éste puede permanecer hasta por 30 días a temperatura ambiente (siempre y cuando ésta sea menor a 30oC). Si los viales deben ser almacenados, estos deben permanecer en refrigeración entre 2 y 8 oC. INSULINA NPH La manipulación genética de plásmidos de Escherichia coli para obtener una insulina lo más parecida posible a la humana, permitió que en 1980 se hicieron las primeras pruebas en humanos con la insulina “humana” obtenida por tecnología con DNA recombinante7. En 1982, Elli Lilly obtuvo la aprobación de la FDA para el uso de dos insulinas humanas semisintéticas, la Insulina R y la NPH, ésta última con una duración dependiente de su dosis de 9 a 18 horas, pero con un pico de acción a las 5-6 horas, que en algunos pacientes se asocia con mayor riesgo de hipoglucemia. NPH significa “Neutral Protamine Hagedorn” en memoria de Hans Christian Hagedorn quien en 1936 descubrió que la adición de protamina a la insulina aumentaba la duración de su efecto sobre la glucosa (Esta insulina apareció en el mercado hasta 1946). Desde 1982 se obtiene por tecnología de DNA recombinante humano con plásmidos de Escherichia coli no patógena. . Se presenta en una solución acuosa de aspecto lechoso, con un pH de 7.4 (a temperatura ambiente). Su inicio de acción es lento con un pico de acción a las 4 o 5 horas de su administración y una vida media de 8 a 12 horas. Cuanta más alta es la dosis, mas alto es el pico y duración de acción. La insulina NPH puede mezclarse en la misma jeringa con insulinas de acción rápida o corta. 10
  • 11. Farmacocinética de las insulinas convencionales Tipo de insulina Inicio de acción Tiempo al pico de Duración de la acción acción Insulina regular 30 a 45 minutos 2 a 4 horas 5 a 8 horas NPH 2 horas 6 a 8 horas 10 a 18 horas BIBLIOGRAFÍA 1. Guerci B, Sauvanet JP. Subcutaneous insulin: pharmacokinetic variability and glycemic variability. Diabetes Metab. 2005;31:4S7-4S24 2. Bakaysa D et al: Physicochemical basis for the rapid time-action of LysB28ProB29- insulin. Dissociation of a protein-ligand complex. Protein Sci 1996; 5:2521-31 3. Brems D et al. Altering the association properties of insulin by aminoacid replacement. Protein Eng 1992;5:527-33 4. Brange J; Volund A: Insulin analogs with improved pharmacokinetic profiles. Adv Drug Deliv Rev 1999; 35: 307-335 5. Hoogwerf B et al. Advances in the treatment of diabetes mellitus in the elderly. Development of insulin analogues. Drugs Aging 1996; 9:438-48 6. Vajo Z et al. Recombinant DNA technology in the treatment of diabetes: Insulin Analogs. Endocrine Reviews. 2001; 22:706-717 7. Keen H, Glynne A, Pickup JC, et al: Human insulin produced by recombinant DNA technology: safety and hypoglycaemic potency in healthy men. Lancet 1980;ii:398– 401. 11
  • 12. Farmacocinética y farmacodinamia de los análogos de insulina Dr. Daniel Cuevas Ramos, Dra. Paloma Almeda Valdés, Dr. Francisco J Gómez Pérez La principal diferencia entre las distintas preparaciones de insulina es el tiempo de duración de la acción hipoglucemiante. De acuerdo a este punto se clasifican en cuatro categorías: 1. Insulinas de acción ultra-rápida incluyendo los análogos de insulina llamados lispro, aspart y glulisina. 2. Insulina de acción rápida incluyendo la insulina regular o “R”. 3. Insulina de acción intermedia o NPH (Neutral Protamine Hagedorn) o “N” 4. Insulinas de acción prolongada incluyendo los análogos de acción ultralarga llamados glargina y detemir. Potencia de la insulina La potencia de la insulina es medida en unidades. Originalmente, las unidades estaban basadas en actividad biológica, pero más recientemente, 1 mg insulina fue definido como 24 unidades de actividad. Cada unidad tiene 41.6 µg En México, la mayoría de las preparaciones de insulina contienen 100 unidades/ml. Preparación de la insulina Por muchos años, la insulina fue obtenida por extracción desde páncreas bovinos o porcinos. En la actualidad, la mayoría de las insulinas producidas comercialmente es mediante tecnología de ADN recombinante. La insulina preparada puede permanecer con la misma secuencia de aminoácidos que la insulina original y por ello es llamada “insulina humana”. Cuando la secuencia de aminoácidos es alterada intencionalmente tiene el objeto de producir análogos de insulina con perfiles farmacológicos diferentes, ya sea con acción ultra-rápida como lispro, aspart o glulisina; o con acción más prolongada como con glargina o detemir. Las preparaciones recombinantes son menos alergénicas que cuando se obtienen de extractos de animal. 12
  • 13. Efecto de la insulina La insulina y sus análogos reducen las concentraciones de glucosa en sangre al estimular la captura de glucosa periférica, especialmente por el músculo esquelético y la grasa, y mediante la inhibición de la producción de glucosa hepática. La insulina inhibe la lipólisis en el adipocito, inhibe la proteólisis e incrementa la síntesis de proteínas. Insulinas de acción ultra-rápida Las insulinas de acción ultra-rápida son tres: 1. Insulina aspart 2. Insulina glulisina 3. Insulina lispro El inicio y la duración de la acción de las insulinas de acción ultra-rápida son más cortos que la insulina Regular. Estas insulinas empiezan a actuar en 5 a 15 minutos (tabla 1), por ello, es importante que el paciente se las aplique cuando está por consumir el alimento, idealmente, con el plato de comida enfrente, de lo contrario, existirá el riesgo de hipoglucemia. Tabla 1. Tiempo de acción de los análogos de insulina. Preparación Inicio de Pico de Duración de acción acción la acción Análogos de acción ultra-rápida Insulina lispro 5 – 15 min 30 – 90 min 3 – 5 hr Insulina aspart 5 – 15 min 30 – 90 min 3 – 5 hr Insulina glulisina 5 – 15 min 30 – 90 min 3 – 5 hr Análogos de acción prolongada Insulina glargina 2 – 4 hr Ninguno 20 – 24 hr Insulina detemir 2 – 4 hr 6 – 14 hr 16 – 20 hr Adaptado de la referencia (1). 13
  • 14. El pico máximo de acción es en 30 a 90 minutos y la duración del efecto es de 3 a 5 horas (figura 1). Figura 1. Esquema del efecto de los análogos de insulina con acción ultra- rápida. EFECTO INSULINA ANÁLOGO ANÁLOGO ANÁLOGO DESAYUNO COMIDA CENA ALIMENTOS La actividad pico de los análogos de acción ultra-rápida no se incrementa al aumentar la dosis aplicada, es decir, la longitud del tiempo de la actividad pico es independiente de la dosis. El beneficio de su farmacocinética es la reducción de eventos de hipoglucemia. Múltiples estudios que se resumen en revisiones relativamente recientes2,3, han demostrado que el control de glucosa es semejante con el uso de análogos de insulina de acción ultra-rápida o con la insulina tradicional regular o “R”. Cuando el paciente se administra insulina regular y presenta eventos de hipoglucemia repetitivos es adecuado pensar en sustituir la insulina regular por un análogo de acción ultra-rápida. Análogos de insulina de acción prolongada Los análogos de insulina de acción prolongada son dos: 1. Insulina glargina 2. Insulina detemir Los análogos de acción prolongada tienen marcadas diferencias con la insulina intermedia NPH. Aunque la insulina glargina y detemir empiezan a actuar después de 2 a 4 horas, el resto de la farmacocinética es muy diferente (tabla 1). La insulina glargina prácticamente carece de pico de acción con lo cual se reduce la probabilidad de ocasionar hipoglucemia (figura 2). 14
  • 15. Figura 2. Esquema del efecto del análogo de acción prolongada glargina. EFECTO INSULINA GLARGINA DESAYUNO COMIDA CENA  HORA DE ACOSTARSE ALIMENTOS En cambio, la insulina detemir incrementa su acción llegando a un efecto máximo alrededor de 6 a 14 horas después de su administración (figura 3). Figura 3. Esquema del efecto del análogo de acción prolongada detemir. La duración de glargina es más prolongada que la de insulina detemir. Aunque ambas insulinas fueron realizadas con la intención de cubrir 24 horas de duración, ninguna de ellas suele prolongar su efecto durante todo un día. La insulina glargina dura entre 20 a 24 horas y la insulina detemir entre 16 a 20 horas, en ambos casos dependerá de la dosis administrada. Cuando la dosis es mayor el efecto suele ser más prolongado, especialmente en el caso de insulina detemir. De la misma forma como ocurre con los análogos de insulina de acción ultra- rápida, el principal beneficio de utilizar glargina o detemir es con el objeto de 15
  • 16. reducir eventos de hipoglucemia dado que el grado de control es semejante con los análogos de acción prolongada o con el uso de insulina intermedia NPH. Absorción Son varios los factores que influencian la absorción de los análogos de insulina. La velocidad de absorción y el tiempo de acción pueden variar considerablemente de una persona a otra y aún en el mismo individuo. El sitio de inyección influye considerablemente en la velocidad de inicio de acción de las insulinas de acción ultra-rápida y prolongada. Es importante que se administre en la misma región, aquella que sea la de mayor preferencia por el paciente. Sin embargo, es importante recalcar que no es conveniente que dentro de la misma región, se aplique en el mismo sitio. En efecto, el paciente deberá elegir una región donde aplicará la insulina pero variar diariamente el sitio de inyección con una separación de 0.5 a 1cm. El momento de la administración no debe de coincidir con actividad física. En caso de que la región donde se administrará la insulina haya sido utilizada durante el ejercicio debe tomarse en cuenta que tendrá mayor flujo sanguíneo y ello pudiera propiciar una absorción más rápida. Eliminación Todos los distintos tipos de insulinas se destruyen por vía renal. Cuando el paciente padece de insuficiencia renal, la farmacocinética de las insulinas se modifica considerablemente. Usualmente, el inicio de acción es semejante, sin embargo, el pico de acción y la duración del efecto pueden ser más prolongados. El riesgo de hipoglucemia incrementa y la dosis se tendrá que reducir dependiendo el grado de insuficiencia renal. Bibliografía 1. Skyler JS. Insulin Treatment. In Therapy for Diabetes Mellitus and Related disorders. Fourth edition Harold E. Lebovitz. American Diabetes Association, 2004, pp 207-223 2. Gómez-Pérez FJ, Rull JA. Insulin therapy: current alternatives. Arch Med Res 2005; 36: 258-72. 3. Gómez-Pérez FJ, Cuevas-Ramos D. Análogos de Insulina. En: Gómez-Pérez FJ, Hernández-Jiménez S, Aguilar-Salinas CA. Tratamiento del paciente diabético con insulina. 2008, cap 10; pag 129-145. 16
  • 17. Esquemas de insulina: tipos e implementación Dr. Sergio Hernández Jiménez Como se ha comentado, en condiciones fisiológicas, la liberación de insulina y su concentración plasmática guardan una estrecha relación con las fluctuaciones de la glucosa en sangre; se caracteriza por tener una curva similar a la que se observa entre un cuerpo y su sombra. Para fines prácticos se puede considerar que existe una concentración de insulina basal (insulinemia de ayuno y post- absortiva) y una concentración de insulina post-prandial. (Figura 1). Figura 1. Homeostasis glucémica y niveles de insulina en relación a glucemias Adaptado de Service FJ, Nelson RL. Characteristics of glycemic variability. Diabetes Care 1980;3:58–62 Entre alimentos, el organismo mantiene una secreción tónica y estable de insulina, aunque no exactamente similar dada la diferente sensibilidad a la hormona en diferentes horarios. La concentración de insulina post-prandial dependerá de la magnitud de las diferentes comidas. 17
  • 18. En el paciente con diabetes, dicho equilibrio desaparece y la gravedad depende de la reserva pancreática que mantenga el individuo afectado. Dicho de otra manera, mientras menor sea la capacidad de producción de insulina endógena, habrá una mayor dependencia a la insulina exógena y mayor complejidad en los esquemas necesarios para conseguir un control metabólico adecuado. Es indiscutible la indicación de establecer un tratamiento con insulina en la diabetes tipo 1, en pacientes con diabetes tipo 2 que tengan descontrol metabólico a pesar de tener un adecuado tratamiento con hipoglucemiantes orales (falla secundaria a fármacos) y en situaciones en que estén contraindicados fármacos hipoglucemiantes tales como embarazo, lactancia, nefropatía o hepatopatía avanzada, hospitalizaciones por eventos agudos o cirugías y en pacientes con diagnóstico reciente y que se encuentren muy sintomáticos, con peso subnormal o con un estado catabólico evidente (pérdida de peso importante, desgaste o enfermedades intercurrentes). Un esquema de insulina ideal es aquel que imite la secreción pancreática de insulina, que no tenga gran variabilidad en su efecto, que reduzca los episodios de hipoglucemia y que tenga un patrón de absorción predecible, lo cual hasta el momento no ha sido posible obtener. Esto se explica en gran parte por la farmacocinética y farmacodinamia de los diferentes tipo de insulinas por lo que se deben ajustar el tratamiento de acuerdo a distintos esquemas que se mencionan a continuación. En principio, los esquemas de tratamiento con insulina se dividen en convencionales e intensivos. Los esquemas convencionales son aquellos que consisten en una o dos inyecciones por día de insulina de acción prolongada con o sin insulina rápida. Los esquemas intensivos son aquellos que incluyen 3 o mas inyecciones de insulinas de larga duración e insulinas de corta duración. En estos últimos se incluyen las bombas de infusión continua de insulina. 18
  • 19. Esquemas convencionales Esquema de una aplicación de insulina de acción prolongada al día Es el tratamiento inicial con insulina en pacientes con diabetes tipo 2. Consiste en la aplicación de insulina intermedia por la noche manteniendo la dosis de hipoglucemiantes orales durante el día (dosis máximas de sulfonilureas y biguanida). El objetivo es controlar la hiperglucemia que se presenta por la producción hepática de glucosa durante la noche, sin embargo se recomienda que sea aplicada a las 22-23 horas o al acostarse ya que el efecto de la insulina puede terminar durante la madrugada y por la mañana presentar hiperglucemia (“fenómeno del amanecer”). Es eficaz mientras aún haya reserva pancreática por lo que no se debe considerar en pacientes con diabetes tipo 1. En este esquema se puede considerar el uso de análogos de acción prolongada (glargina o detemir) La dosis recomendada en varios textos es de 10 unidades subcutáneas, lo cual puede ser adecuado en pacientes con sobrepeso ú obesidad. Los enfermos con peso subnormal por descontrol crónico o dietas inapropiadas pueden presentar mayor sensibilidad a la insulina por lo que se recomienda iniciar con dosis de 0.1 unidades por kilogramo de peso. 19
  • 20. Los ajustes de dosis se deberán realizar cada 5 a 7 días, de acuerdo a los niveles de glucemia matutina según la siguiente tabla: Glucemia matutina Aumento de dosis de insulina (mg/dL) nocturna subcutánea de larga duración (unidades) 100-120 2 121-140 4 141-180 6 >180 8 Si en cualquier momento la glucemia es <70 mg/dL se recomienda no incrementar dosis de insulina e inclusive se deberá valorar descenso en la dosis de insulina de 2 a 4 unidades, especialmente si el paciente presenta una glucemia <60 mg/dL o una hipoglucemia grave (definida como aquel descenso de glucosa en el que el paciente no es capaz de tratarse por sí mismo y requiere asistencia de otra persona). Si el paciente persiste con descontrol a pesar de recibir 15 unidades de insulina por la noche, se deberá progresar al siguiente esquema. Esquema de dos aplicaciones de insulina de acción prolongada al día Consiste en la aplicación de insulina intermedia (NPH) antes del desayuno y al acostarse. 20
  • 21. Para iniciar este esquema se debe calcular la dosis de 0.4 a 0.7 unidades por kilogramo de peso al día y administrar dos tercios en la mañana y 1/3 por la noche. Por ejemplo, si un paciente de 70 kilogramos recibe 0.5 unidades por kilogramo, entonces la dosis total sería de 35 unidades de insulina NPH, indicándose 23 unidades por la mañana y 12 unidades por la noche. Estas dosis se van ajustando de acuerdo a su meta de control y niveles de glucosa preprandial cada 5 a 7 días. Para los ajustes de la dosis matutina se pueden seguir los mismos principios de la tabla anterior. Glucemia antes de Aumento de dosis de insulina la cena NPH subcutánea en la mañana (mg/dL) (unidades) 100-120 2 121-140 4 141-180 6 >180 8 21
  • 22. Los ajustes de la dosis nocturna de insulina NPH se hacen de la misma manera que en el esquema anterior. Glucemia matutina Aumento de dosis de insulina (mg/dL) NPH subcutánea nocturna (unidades) 100-120 2 121-140 4 141-180 6 >180 8 Si el paciente presenta hipoglucemia durante el día, se deberán disminuir 2 a 4 unidades de la dosis aplicada antes del desayuno. Si el paciente refiere hipoglucemias durante la madrugada, se disminuyen 2 a 4 unidades de la insulina de aplicación nocturna. En este esquema se puede mantener el uso de biguanida (metformina) a dosis máxima y generalmente se suspende la sulfonilurea ya que aquellos pacientes que tienen requerimientos mayores de 25 a 30 unidades al día de insulina difícilmente obtendrán mayores beneficios de este grupo de fármacos. Esquema de dos aplicaciones de insulina de acción prolongada con insulina de acción rápida al día Se aplica en aquellos pacientes que persisten con elevaciones de glucosa basal y además tienen hiperglucemia asociada a la ingesta de alimentos. Consiste en la administración de insulina NPH con insulina de acción rápida y ultrarrápida antes del desayuno y antes de la cena. 22
  • 23. El objetivo es buscar un mejor control al suprimir la hiperglucemia preprandial y postprandial que se presenta conforme avanza el deterioro de la célula beta y por consiguiente, de la reserva pancreática en pacientes con diabetes tipo 2. Este esquema puede ser aún insuficiente en pacientes con diabetes tipo 1. Una forma simple de dosificación consiste en calcular 0.4 a 0.7 unidades por kilogramo de peso al día y administrar dos tercios de insulina de larga duración y un tercio de insulina de acción rápida o ultrarrápida. De la cantidad de insulina de larga duración, se divide el total de la dosis en dos tercios para aplicarse en la mañana y un tercio para aplicarse por la noche. Asimismo, de la cantidad total de insulina de acción rápida o ultrarrápida, se administran dos tercios por la mañana y un tercio por la noche. Por ejemplo, en el paciente de 70 kilogramos que recibe 0.5 unidades por kilogramo, la dosis total de insulina será de 35 unidades, pero serán 23 unidades de insulina NPH y 12 unidades de insulina rápida, lispro, aspart o glulisina; de NPH se aplicarán 15 unidades por la mañana y 8 unidades por la noche, 8 unidades de acción corta por la mañana y 4 por la noche. En concreto, al paciente se indicará aplicar por la mañana 15 unidades de insulina NPH con 8 unidades de insulina de acción corta antes del desayuno y 8 unidades de insulina NPH con 4 unidades de insulina rápida antes de la cena. 23
  • 24. Cabe enfatizar que estas dosis son iniciales y se ajustarán de acuerdo a las glucemias capilares y obtención de metas de control, cada 5 a 7 días. Tanto de la dosis basal como la preprandial, se recomienda hacer ajustes con incrementos o descensos de 2 unidades de insulina de acuerdo con la siguiente tabla: Momento de hiper o hipoglucemia Insulina a cambiar De larga duración al acostarse o antes de Ayuno la cena Insulina de rápida acción antes del Después del desayuno desayuno Antes de la comida Insulina de larga duración en la mañana Antes de la cena Insulina de larga duración en la mañana Después de la cena Insulina rápida antes de la cena Insulina de larga duración al acostarse o Durante la noche rápida antes de la cena Un inconveniente de este esquema es que el efecto de la insulina rápida se puede potenciar al sumarse con el pico de acción de la insulina NPH, lo que produce hipoglucemia a mediodía y de las 00:00 a 3:00 hrs por lo que se hace necesario mantener un horario estricto de alimentos e ingerir colaciones antes de estos tiempos estimados de hipoglucemia. En este esquema se puede valorar proseguir con la administración de metformina, pero definitivamente no tiene lugar el uso de otros hipoglucemiantes orales. Esquemas intensivos A medida que existe menor reserva pancreática, se va a requerir la administración de esquemas más complejos como los que se presentan a continuación. Esquema de dos aplicaciones de insulina de acción prolongada y tres aplicaciones de insulina de acción rápida al día Este esquema trata de simular la secreción fisiológica de insulina de una manera más precisa y es recomendado para pacientes con diabetes tipo 1 o con diabetes tipo 2 sin control con los esquemas previos. 24
  • 25. En este esquema se aplica insulina de acción corta antes de cada alimento y con insulina NPH basal antes del desayuno y antes de la cena. En ocasiones se recomienda que se aplique la insulina NPH antes de acostarse en lugar de administrase antes de la cena, para minimizar el riesgo de hipoglucemia y evitar el fenómeno del amanecer. 25
  • 26. La dosis adicional de insulina de acción corta que se aplica en la comida será necesaria ya que conforme progresa el descontrol, la insulina NPH puede tener menor duración de efecto presentándose hiperglucemia antes de la cena. Esquema con análogos de larga duración y con análogos de corta duración En este esquema se aplica una dosis de análogo de larga duración (glargina o detemir) por la noche o por la mañana, y se aplican (en forma independiente ya que no se pueden mezclar) análogos de acción corta (lispro, aspart, glulisina) antes de cada alimento. Tiene como inconveniente ser el más costoso de los esquemas. 26
  • 27. Los ajustes de estos últimos esquemas deberán ser más precisos con incrementos o descensos de 2 a 4 unidades dependiendo de las glucemias en diferentes momentos del día: Momento de la hiper o hipoglucemia Insulina a cambiar De larga duración al acostarse o antes de Ayuno la cena Insulina de rápida acción antes del Después del desayuno desayuno Antes de la comida Insulina de larga duración en la mañana Insulina de larga duración en la mañana o Después de la comida rápida antes de la comida Antes de la cena Insulina de larga duración en la mañana Después de la cena Insulina rápida antes de la cena Insulina de larga duración al acostarse o Durante la noche rápida antes de la cena 27
  • 28. Recomendaciones generales Cuando se decide iniciar un esquema de insulina es indispensable tomar en cuenta los siguientes puntos: 1. Independientemente del esquema que se vaya a aplicar, se requiere que el paciente tenga consistencia en los horarios de aplicación de insulina y en la ingesta de alimentos. 2. Se deben eliminar los mitos e ideas falsas comunes sobre la insulina, haciendo énfasis en los beneficios del control glucémico y la reducción de desenlaces adversos que se pueden obtener con el tratamiento. 3. La insulina no debe ser utilizada como “amenaza” para buscar adherencia al tratamiento o cambios de conducta. Se debe erradicar esta actitud y modificar el concepto a que se debe aplicar la insulina cuando es necesaria. 4. El miedo a la inyección es común, pero la fobia a la agujas es muy rara. 5. Se deben establecer metas reales para cada paciente. Por ejemplo, sería inconveniente aplicar esquemas intensivos en pacientes con alguna enfermedad concomitante con mal pronóstico a corto plazo. 6. Los esquemas de tratamiento deben ser dinámicos, constantemente revisados y modificados según resultados. 28
  • 29. Insulinas premezcladas. Dr. Israel Lerman Garber Las insulinas premezcladas permiten en una sola inyección ofrecer cobertura basal y postprandial a dosis fijas y representan un método relativamente simple y accesible de aplicación de insulina. Habitualmente se recomiendan dos a tres aplicaciones al día antes de los alimentos. Constituyen una forma sencilla de aplicación y con menos posibilidad de errores de administración que cuando se mezclan por separado dos tipos de insulina. En el paciente con diabetes tipo 1, el uso por separado de la insulina basal y la insulina en bolos de acción rápida o ultrarrápida es más congruente, segura y efectiva que administrar insulinas premezcladas. Insulina NPH/rápida 70/30 Esta pre mezcla contiene cantidades variables de insulina rápida y de acción intermedia (tabla 1). Tabla 1. Características de la farmacocinética de los diferentes tipos de insulinas premezcladas. Insulina Inicio (min) Pico (hr) Duración (hr) Nombre comercial Premezcladas NPH/R 70/30 30 a 60 2a5 10-16 Varios Premezcladas análogos Aspart Protamina/ Aspart libre 5-15 0.5 a 1.5 10-16 NovoLog Mix® 70/30 Lispro Protamina/ Lispro libre 5-15 0.5 a 1.5 10-16 Humalog Mix® 75/25 29
  • 30. Su diseño tiene la finalidad de ofrecer en una misma preparación, una insulina con acción basal y de bolo para cubrir también las necesidades postprandiales. Constituyó el primer tipo de insulina premezclada que entró al mercado con proporciones de NPH de 70 o 50% y de insulina rápida de 30 y 50% respectivamente. Las limitaciones de esta formulación es un pico de acción más prolongado (2–5 hrs.) y una mayor duración de acción del componente de insulina rápida (6–10 hrs.), lo que hacen, que esta formulación, no resulte fisiológicamente ideal para cubrir los picos postprandiales y se pueda asociar a un mayor riesgo de hipoglucemia. Se recomienda aplicar 30 minutos antes de los alimentos. Las limitaciones en la farmacocinética y farmacodinamia de este tipo de insulina se lograron superar con las nuevas formulaciones de insulina, con análogos de acción ultrarrápida en combinación con una insulina basal. Mezclas con análogos de insulina. En los últimos 20 años, con técnicas de ingeniería genética se ha logrado desarrollar múltiples moléculas mediante insulinas modificadas. Estas moléculas se han obtenido desde la estructura primaria de la proteína, a la cual, se le agregan o se le sustituyen residuos de aminoácidos, o bien, se unen a otras moléculas químicas, para modificar la velocidad y tiempo de acción. Estas innovaciones han permitido esquemas de insulina mucho más fisiológicos y que semejan la secreción de insulina en sujetos no diabéticos. En México contamos con dos análogos premezclados: insulina lispro 75/25 y la insulina bifásica aspart 70/30 Estos análogos premezclados tienen un inicio y duración de acción más predecible que la mezcla con insulina humana (tabla 1). NPL-Lispro-75/25 La combinación de insulina lispro libre y el complejo que resulta de la cristalización de lispro y protamina (NPL, neutral protamine lispro) ofrece un efecto dual, tanto de un análogo ultra-rápido como de un análogo de acción intermedia (tabla 1). Estas preparaciones están disponibles en el mercado en México en proporciones de 25/75 (mezcla baja: Humalog Mix25®). La vida media de NPL es similar al de la insulina NPH. 30
  • 31. Aspart/protamina-aspart cristalizada mezclada-30 (30% aspart libre-70% aspart protamina cristalizada) (NovoLog Mix) Excepto por contener aspart en vez de lispro, este análogo es muy similar a la mezcla descrita previamente, tanto en su acción como su diseño (tabla 1). La formulación contiene 30% de insulina aspart libre y 70% de insulina aspart cristalizada con protamina. Al igual que lo observado con la mezcla con lispro, tienen un pico más temprano y más alto con respecto a la mezcla de regular y NPH y favorecen una menor excursión glucémica postprandial. Estudios comparativos La mayoría de los estudios comparan la pre mezcla de análogos con la mezcla de insulina humana 70/30. A diferencia de las mezclas con insulina humana que se administran 30 minutos antes de los alimentos, con análogos premezclados la insulina debe administrarse entre 5 y 15 minutos antes de los alimentos. Esto resulta más conveniente para la mayoría de los pacientes. El pico de la insulina de acción ultrarrápida es dos veces mayor y se alcanza a la mitad del tiempo que con las mezclas de insulina humana 70/30 (NPH y rápida). Múltiples estudios aleatorizados han demostrado que las insulinas lispro 75/25 y BIAsp 70/30 (sin diferencias entre ambas), permiten un control más efectivo de la excursión postprandial de la glucosa respecto a la insulina humana premezclada 70/30 o la aplicación exclusiva de insulina NPH. El control glucémico a largo plazo, evaluado por cambios en la hemoglobina glucosilada A1c, no ha mostrado en la gran mayoría de los estudios, diferencias significativas al comparar análogos premezclados respecto a insulina humana premezclada 70/30 o a dos aplicaciones diarias de insulina NPH. Tres estudios aleatorizados en pacientes con diabetes tipo 2, compararon la aplicación de insulina glargina una vez al día versus análogos premezclados. El uso de pre mezclas se acompaño de descensos más significativos de la HbA1c (esto no se observó cuando las insulinas premezcladas se aplicaron una sola vez al día). 31
  • 32. Control glucémico postprandial A pesar que la glucemia postprandial contribuye en forma significativa a la hiperglucemia diaria, la terapia del paciente con diabetes, particularmente con diabetes tipo 2, se ha enfocado fundamentalmente al control de la glucemia de ayuno. Numerosos estudios epidemiológicos, sugieren que la hiperglucemia postprandial se asocia a una mayor morbilidad y mortalidad cardiovascular y que cifras de HbA1c < 7% reducen el riesgo de complicaciones microvasculares asociadas a la diabetes. En pacientes con diabetes tipo 1 o en pacientes con DM tipo 2 de larga evolución, estas metas de control no son posibles de alcanzar si no se reducen también las excursiones postprandiales de la glucosa. En un estudio en pacientes con diabetes tipo 2, el tratamiento con insulina lispro 75/25 redujo en forma significativa los picos de hiperglucemia (Cmaxglu) en comparación con insulina humana premezclada 70/30 (–19%; p < 0.05) y con insulina NPH (–32.7%; p < 0.005). En este y otro estudio similar, el área debajo de la curva de la glucemia en el tiempo (AUCglu) se redujo (25–35%; p < 0.01) en comparación a pacientes tratados con insulina humana 70/30. Con insulina BIAsp 70/ 30 se observa algo similar, el pico en la concentración de insulina se alcanza más rápido (30–50%; p < 0.0001) y los picos son 30% a 50% más altos con respecto a la insulina humana 70/30 (p < 0.001). Ventajas similares se observaron en estudios de pacientes con diabetes tipo 1. El descenso en los valores de HbA1c, no obstante, es similar con las diferentes insulinas premezcladas, algo similar ocurre con los cambios en el peso corporal. Abordaje del tratamiento intensivo en función de las metas terapéuticas. Se han realizado estudios cruzados, abiertos, en pacientes con diabetes tipo 2, donde se comparan el uso de insulina glargina o detemir antes de acostarse vs dos inyecciones de análogos premezclados, en ambos casos combinados con metformina. El descenso de la HbA1c fue significativamente mayor en los pacientes que recibieron la insulina premezclada. En otro estudio, al comparar análogos de insulina premezclada con 2 aplicaciones de insulina NPH, las cifras de HbA1c se redujeron en forma similar (- 0.67% y - 0.61%, respectivamente). Las reducciones observadas en las glucemias de ayuno tampoco variaron con estos 32
  • 33. dos esquemas. Dos inyecciones de insulina premezcladas o de insulina NPH en combinación con metformina, son superiores a una sola aplicación de análogos de insulina de acción prolongada más metformina para poder lograr las metas terapéuticas Hipoglucemia En todo paciente con diabetes tipo 1 o con diabetes tipo 2 de varios años de evolución, conforme más nos acercamos a las metas terapéuticas, mayor es el riesgo de hipoglucemia. La mayoría de los estudios con insulinas premezcladas se diseñaron para evaluar eficacia y no tanto seguridad, por ello muchos no incluyen evaluación de factores que pudieran contribuir a un mayor riesgo de hipoglucemia, esto es, olvidar un alimento, exceso de ejercicio, etc. En teoría por el pico más temprano de acción los análogos de insulina premezcladas se acompañan de un menor riesgo de hipoglucemia que la combinación de insulina humana 70/30. Desde luego, el riesgo es mayor al comparase con esquemas que utilizan insulina basal exclusivamente (NPH, glargina o detemir). La mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 son obesos y con resistencia a la insulina, motivo por el cuál los episodios de hipoglucemia severa son muy poco frecuentes. Estos episodios se pueden presentar si no se aplican las recomendaciones para ajustar la dosis de insulina en días en que se consume menor cantidad de alimentos, se realiza mayor actividad física o en pacientes sin sobrepeso o de edad avanzada. En estos casos es preferible utilizar un esquema con insulina basal y los bolos se deben ajustar en base a los requerimientos del paciente. En el paciente de edad avanzada, esquemas con insulina NPH, glargina o detemir permiten lograr objetivos de control muy similares, con menor riesgo de hipoglucemia. Un estudio en este grupo de edad, reportó, episodios significativos de hipoglucemia en más del 20% de los pacientes que recibieron un esquema a base de insulinas premezcladas (reflejo de la fragilidad de la población estudiada). No se han observado diferencias en el riesgo de episodios leves o severos de hipoglucemia con los dos tipos de análogos premezclados y si una menor frecuencia de los mismos al compararse con la mezcla de insulina humana 70/30. 33
  • 34. A quien y como indicar insulinas premezcladas? Estás pueden ser algunas de las recomendaciones para utilizar insulinas premezcladas: • El deseo de utilizar un esquema sencillo y conveniente de aplicación de insulina. • Pacientes que no desean administrarse múltiples (>3) inyecciones de insulina al día. • No pueden o no quieren utilizar un esquema que requiera ajustes en la dosis y contar carbohidratos. • Mantienen un estilo de vida muy similar día a día. • Consumen sus alimentos en forma consistente y comen con horarios muy regulares. • Pacientes con diabetes tipo 1 rebeldes al tratamiento y a practicar monitoreo frecuente de las glucemias capilares (habitualmente son adolescentes), que acepten por lo menos aplicarse insulina 3 veces al día. Estas son algunas contraindicaciones para su empleo • Pacientes de edad avanzada con riesgo elevado de hipoglucemia (horarios y alimentación poco predecibles). • Pacientes muy sensibles a la insulina de acción rápida o ultrarrápida (habitualmente no tienen sobrepeso) y que tienen mayor riesgo de hipoglucemia con las dosis fijas de las insulinas premezcladas. En pacientes con diabetes tipo 2, al prescribir inicialmente insulina premezcladas se recomienda continuar los hipoglucemiantes orales, particularmente la metformina. Esto favorece un menor incremento de peso y menores requerimientos de insulina. La forma de iniciar las insulinas premezcladas, es prescribir alrededor de 6-8 unidades, idealmente dos veces al día antes del desayuno y cena, esto para disminuir el riesgo de hipoglucemia y favorecer una mejor adherencia al tratamiento. Progresivamente la dosis se debe ir incrementando utilizando 2/3 partes antes del desayuno y 1/3 parte antes de cenar. En caso de que el paciente persista con glucemias elevadas antes de cenar y curse con tendencia a la 34
  • 35. hipoglucemia a mediodía, debe entonces agregarse una tercera inyección antes de comer quedando generalmente en la siguiente proporción (2/4,1/4,1/4). En pacientes obesos con franca resistencia a la insulina, es poco común la presencia de hipoglucemia y la insulina puede dividirse inicialmente en 2 y posteriormente 3 dosis en proporciones similares antes de cada alimento. Para lograr los objetivos terapéuticos (glucemias de ayuno y postprandiales <130mg/dl y <180 mg/dl respectivamente, y HbA1c<7%), se recomienda incrementar la dosis 1-2 unidades cada 3-4 días, vigilando no sobre-insulinizar al paciente y que por lo mismo aumente en forma muy significativa de peso. Un esquema basal-bolos es más apropiado en pacientes con un estilo de vida más flexible, horarios irregulares y cambios constantes en su actividad física. Las insulinas premezcladas se encuentran en viales y también en cartuchos para plumas que facilitan su aplicación y adherencia al tratamiento. No hay que olvidar recordarle al paciente como aplicarse la insulina en forma correcta. En el caso de la pluma se debe mantener por más tiempo la presión sobre la misma a la hora de su aplicación. Conclusiones Las insulinas premezcladas deben recomendarse desde un inicio en dos aplicaciones, antes del desayuno y de la cena. Pueden ser una buena alternativa, particularmente en pacientes con diabetes tipo 2. Son atractivas por su facilidad de empleo y convenientes ya que reducen la excursión glucémica postprandial. A diferencia de la mezcla con insulina humana, las pre mezclas con análogos, tienen un pico más temprano de acción y discreto menor riesgo de hipoglucemias sin beneficios en el control glucémico a largo plazo. En pacientes de edad avanzada o en aquellos sin sobrepeso o sin resistencia a la insulina las insulinas premezcladas pueden asociarse a mayor riesgo de hipoglucemia. BIBLIOGRAFIA 1. Quayyum R, Bolen SH, Maruthur N et al. Systematic review: Comparative effectiveness and safety of premixed insulin analogues in type 2 diabetes. Ann Intern Med 2008;149:1-11 2. Garber AJ. Premixed insulin analogues for the treatment of diabetes mellitus. Drugs 2006; 66:31-49 35
  • 36. 3. Rolla AR, Rakel RE. Practical approaches to insulin therapy for type 2 diabetes mellitus with premixed insulin analogues. Clin Ther 2005; 27: 1113- 25 4. Jacobsen LV, Sogaard B, Riis A. Pharmacokinetics and pharmacodynamics of a premixed formulation of soluble and protamine-retarded insulin aspart. Eur J Clin Pharmacol 2000; 399-403 5. Kilo C, Mezitis N, Jain R, et al. Starting patients with type 2 diabetes on insulin therapy using once-daily injections of and biphasic insulin aspart 70/30, biphasic human insulin 70/30, or NPH insulin in combination with metformin. J Diabetes Complications 2003; 17: 307-13 6. Malone JK, Kerr LF, Campaigne BN, et al. Combined therapy with insulin lispro Mix 75/25 plus metformin or insulin glargine plus metformin: a 16- week, randomized, open-label, crossover study in patients with type 2 diabetes beginning insulin therapy. Clin Ther 2004; 26: 2034-44 7. Malone JK, Bai S, Campaigne BN, et al. Twice-daily pre-mixed insulin rather than basal insulin therapy alone results in better overall glycaemic control in patients with type 2 diabetes. Diabet Med 2005; 22: 374-81 39: 1577-83 
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  • 37. Procedimientos para la aplicación y preservación de la insulina Lic. Enf. María Luisa Velasco La diabetes es una enfermedad crónica que requiere para su control del apoyo de un equipo de salud y la participación activa de la persona que vive con la enfermedad por lo tanto es fundamental que conozca diferentes habilidades; en este caso nos referiremos a la conservación preparación e inyección de la insulina. El conocimiento que se tenga para una cuidadosa preparación de la insulina hará que se prevengan errores en la dosis del medicamento, en el uso de agujas dañadas, la mala utilización de la insulina y desperdicio de la misma. El tratamiento se individualiza porque hay pacientes con limitaciones en su capacidad de aprendizaje o quienes están experimentando altos niveles de distracción o estrés que tiene relación con el inicio de la terapia de insulina y llegan a tener una gran dificultad para interpretar las instrucciones recibidas1 Inyección de insulina Material y equipo: - Frasco ámpula o cartucho de insulina indicada - Jeringa de 1 ml (100 UI), ½ ml (50 UI) o ⅓ ml (30 UI) - Algodón humedecido con alcohol Procedimiento: - Lavarse las manos con agua y jabón. - Reunir el material que se requiere para la inyección. - Sacar del refrigerador el frasco de insulina que se va a utilizar. - Verificar la fecha de caducidad y la dosis indicada por el médico. - Revisar la apariencia del medicamento; la insulina de acción regular, lispro, aspart y glargina deben ser claras o cristalinas; la insulina N y las premezclas son blanquecinas. - Si la insulina ya caducó, tiene grumos, cambios en la coloración o está congelada debe desecharse. - Limpiar con un algodón humedecido con alcohol la goma de caucho del frasco ámpula, si es nuevo retirar el disco protector pero no remover el tapón ni la banda de metal que está a su alrededor. 37
  • 38. - Si la insulina que se va a inyectar es NPH o premezcla se deberá mezclar rotando el frasco entre las manos y no agitándolo. Al preparar la insulina: - Retirar el tapón de la jeringa cuidadosamente sin tocar la aguja para no contaminarla. - Jalar el embolo hasta la dosis de insulina indicada. - Insertar la aguja en el frasco de la insulina e inyectar el aire. - Voltear el frasco con la aguja insertada, con una mano sostenerlo y con la otra lentamente extraer la dosis exacta de insulina en la jeringa. - Revisar que no exista ninguna burbuja de aire en la jeringa, si la hay sin sacar la aguja del frasco, gentilmente presionar el émbolo y extraer nuevamente el medicamento. - Sacar la aguja del frasco. - Verificar nuevamente la dosis de insulina. - La jeringa está lista para ser utilizada. Mezcla de dos diferentes tipos de insulina en la misma jeringa Es frecuente la indicación de esquemas de insulina que requieren de la aplicación de insulina de acción intermedia con insulina de acción rápida o regular. Los pacientes pueden mezclar su propia dosis de insulina, siendo necesaria la instrucción acerca de la técnica utilizada para hacer la mezcla y así evitar contaminación del medicamento2. Para reducir el número de inyecciones se pueden preparar los dos tipos de insulina en la misma jeringa, sin embargo es importante recordar que no todas las insulinas se pueden mezclar ni tampoco se puede utilizar algún diluyente u otro medicamento en la misma jeringa. Preparación de la jeringa con dos tipos de insulina: - Lavarse las manos. - Reunir el material e insulinas que se van a preparar. 38
  • 39. - Limpiar con un algodón humedecido con alcohol la goma de caucho de los frascos de insulina. - Mezclar rotando entre la palma de las manos el frasco ámpula de la insulina intermedia. - Inyectar aire en el frasco de insulina intermedia equivalente a la dosis indicada y remover la jeringa del frasco sin extraer el medicamento. - Inyectar aire al frasco ámpula de insulina rápida o regular de acuerdo a la dosis indicada, con una mano sostener el frasco y con la otra jalar el embolo hasta las unidades deseadas, si hay burbujas presionar el embolo hacia el frasco ámpula, extraer la insulina y retirar la jeringa. - Puncionar nuevamente el frasco ámpula de insulina intermedia y extraer suavemente la dosis del medicamento, sacar la aguja y revisar el total de unidades preparadas. - La dosis de insulina está lista para ser inyectada. Recordar que la insulina que se prepara en primer lugar en la jeringa es la rápida o regular y enseguida la intermedia3, 4 Procedimiento para la aplicación de la insulina. - La insulina debe ser inyectada en el tejido subcutáneo - Hacer un pliegue de piel con la mano en un área aproximada de 2 cm. - Con la otra mano tomar la jeringa como si fuera un lápiz e inyectar la insulina con un ángulo de 90° (perpendicular a la superficie de la piel); en personas muy delgadas o en niños es recomendable el uso de agujas cortas y aplicar con un ángulo de 45° para evitar llegar al músculo en el cual la absorción de insulina es más rápida. - La aspiración con la jeringa previa a la inyección no es necesaria particularmente cuando se utiliza una pluma. - Soltar el pliegue de piel. - Si después de la inyección aparece alguna pequeña gota de sangre hacer presión con un algodón algunos segundos y no frotar la piel. - Cuando los pacientes refieren dolor, inflamación, enrojecimiento o presencia de hematomas en el sitio de inyección, es probable que la técnica 39
  • 40. utilizada sea incorrecta y el equipo de salud deberá revisar el procedimiento de inyección. Procedimiento para la inyección con pluma o inyector: - Retirar la tapa de la pluma, siempre revisar la fecha de caducidad y la apariencia de la insulina a través del soporte del cartucho. - Mezclar la pluma entre la palma de las manos o invertirla a 180° aproximadamente diez veces. - Colocar la aguja. - Marcar 2 unidades, disparar hacia arriba para sacar el exceso de aire. - Marcar la dosis de insulina indicada. - Seleccionar el sitio de inyección. - Realizar asepsia. - Hacer un pliegue de piel con una mano y con la otra tomar la pluma como un lápiz e inyectar con un ángulo de 45 a 90 grados. - Inyectar la insulina presionando lentamente el botón de la pluma. - Esperar 10 segundos y retirar la aguja - No dar masaje. - Inmediatamente después de la inyección quitar la aguja de la pluma para evitar que entre aire al cartucho. - Las agujas deben utilizarse solo una vez. - Las plumas se conservan a temperatura ambiente. Sitios de inyección de la insulina La inyección puede ser en el tejido subcutáneo5, los sitios más comunes para la inyección de insulina son el abdomen, brazos, glúteos y muslos3 ya que la capa de grasa que se encuentra debajo de la piel ayuda a la absorción de la insulina y en estas zonas hay menos terminaciones nerviosas que en otras partes del cuerpo. En estas zonas es más fácil la inyección en el tejido subcutáneo. 40
  • 41. El dolor causado por las inyecciones de insulina se puede disminuir siguiendo las siguientes recomendaciones: - Inyectar la insulina a temperatura ambiente. - Revisar que la jeringa no tenga burbujas de aire. - Esperar que el alcohol utilizado para la asepsia de la piel se evapore completamente antes de la inyección. - Mantener relajados los músculos del área en que se va a inyectar. - Introducir la aguja rápidamente. - Evitar cambiar la dirección de la aguja una vez que se ha introducido en la piel. - No reutilizar las jeringas o agujas. Condiciones que alteran la absorción de la insulina Los cambios en el grado y velocidad de absorción de la insulina inyectada en la grasa subcutánea dan lugar a variaciones en el tiempo de acción y efecto máximo lo que resulta en variaciones para el control de la glucosa sanguínea17, Estas variaciones son mas acentuadas con las insulina de acción rápida que con las insulinas de larga duración (tabla 1). 41
  • 42. Tabla 1. Condiciones que alteran la absorción de la insulina subcutánea Condición Variación • Sitio de aplicación. La absorción de insulina es más rápida en el abdomen, intermedia en los brazos y más lenta en los muslos y región glútea. • Profundidad de la inyección. La absorción de insulina es más rápida cuando se aplica en el muslo Mayor absorción de insulina en situaciones de • Temperatura local. aumento de temperatura inducido por el ejercicio, baños calientes o sauna, masaje local • Tabaquismo Reduce la absorción Cambio del sitio de inyección Enseñar a los pacientes a variar los sitios de inyección previene la irritación local1. Al inyectarse la insulina en el mismo lugar se puede causar alteración en la grasa subcutánea. De ahí la importancia de establecer diferentes puntos de inyección dentro de un mismo sitio, por ejemplo, se puede dividir imaginariamente el abdomen en líneas horizontales y verticales y cada inyección se hará en un lugar diferente3, inyectarse dentro de una misma área en lugar de inyectarse en un área diferente en cada inyección, puede disminuir la variabilidad en la absorción de un día a otro6. Conservación de los viales y cartuchos de insulina Los frascos y cartuchos de insulina deben ser refrigerados a una temperatura de 2 a 8 °C2 un buen sitio en el refrigerador la parte inferior de la puerta, lejos del congelador7,(la congelación y descongelación desnaturalizan la insulina) manteniéndolos así hasta la fecha de caducidad, impresa en la etiqueta de cada frasco ámpula o cartucho. 42
  • 43. También pueden conservarse a temperatura ambiente de 15 a 30 °C por un periodo de un mes y reemplazarse después de este tiempo8, por lo que se recomienda escribir en la etiqueta de cada uno de ellos la fecha en que la insulina es utilizada por primera vez y la fecha en que deben ser reemplazados (28 días después)9, 10. La estabilidad de los frascos ámpula de insulina depende de otros factores además de la temperatura como son: el número de inyecciones por día, el remanente de insulina en el frasco, la exposición a la luz, agitación y técnica utilizada para la preparación de la dosis10. Conclusiones: Es importante que el equipo de salud se asegure de que el paciente ha entendido las instrucciones de la aplicación de insulina antes de irse del consultorio médico o clínica como son; la preparación e inyección de la insulina, rotación de las diferentes zonas de inyección, el almacenamiento y registro de la insulina que va a utilizar. BIBLOGRAFÍA 1. American Association of Diabetes Educators. Insulin self-administration instruccion: Use of engineered sharps injury protection devices to meet OSHA regulations. Diabetes Educators 2002; 28: 730-734. 2. American Association of Diabetes Educators. Clinical Perspectives in Type 2 Diabetes Care: Optimizing Glycemic Control with Insulin Therapy. The Diabetes Educators 2005; Suppl: S3-12. 3. Gehling E. Injecting insulin. In: The best of Diabetes. Ed. Diabetes Self- Management Books. New York, 2002; p 97-103. 4. Scheiner G. The myth of brittle diabetes. Diabetes self-management 2003: 64-73. 5. Childs B. Treatment Strategies for Type 1 Diabetes. In: Complete Nurses Guide to Diabetes Care. Ed. American Diabetes Association. Alexandria, 2005: 33-48. 6. American Diabetes Association. Insulin Administration. Diabetes Care. 2004; Suppl 1: S106-S110 7. Gómez Pérez FJ, Hernández S, Mancillas L. Tratamiento con insulina. En: Gómez Pérez FJ y Aguilar Salinas CA (eds): Diabetes, Actualidades Terapéuticas. Edit. Medicina y Mercadotecnia 1ª. Edición. México: 2004; p 193-210. 8. White JR, Campbell RK. Pharmacologic Therapies for glucose Management. In: A Core Curriculum for Diabetes Educators; 2003; p 93- 153. 43
  • 44. 9. Carlisle BA, Kroon LA, Koda-Kimble MA. How to get the most out of your insulin therapy. In Carlisle BA, Kroon LA, Koda-Kimble MA editors. Medication Tips for people with diabetes. Alexandria: American Diabetes Association; 1999; p 58-61. 10. Grajower MM, Fraser CG, Holcombe JH, et al. How long should insulin be used once a vial is started? Diabetes Care.2003: 26 : 2665-69 44
  • 45. Complicaciones durante el tratamiento con insulina Dr. Joaquín Joya Galeana Dra. Alma Vergara López En la primera parte de este capítulo hablaremos de la hipoglucemia iatrogénica que es una complicación del tratamiento con insulina. La hipoglucemia iatrogénica es resultado de un exceso relativo o absoluto de insulina, aunado a alteraciones en las defensas fisiológicas que previenen la disminución en la concentración plasmática de glucosa, lo que ocasiona un desbalance entre su producción y su consumo. Clínicamente la hipoglucemia se define por la triada de Whipple: 1) presencia de síntomas y/o signos compatibles con glucosa baja, 2) una determinación de glucosa plasmática baja, y 3) resolución de los síntomas después de corregir la glucosa baja. El reporte del Grupo de Trabajo en Hipoglucemia de la Asociación Americana de Diabetes define hipoglucemia en pacientes con diabetes mellitus a una glucosa plasmática < 70 mg/dL (3.9 mmol/L). Hay que señalar que la definición de hipoglucemia en no diabéticos utiliza un punto de corte de glucosa más bajo. Fisiopatología: En el ayuno el principal proveedor de glucosa es el hígado (90%) y en segundo lugar el riñón. Las hormonas que favorecen la producción de glucosa son el glucagon, las catecolaminas (epinefrina, norepinefrina), cortisol y la hormona de crecimiento (HC); por otro lado la hormona que frena la producción hepática de glucosa es la insulina. En condiciones fisiológicas desde que la glucosa disminuye a 84 mg/dL la secreción pancreática de insulina también disminuye, cuando la glucosa plasmática es ≤ 70 mg/dL la secreción de glucagon aumenta, y si la tendencia a la baja continúa hasta una glucosa ≤ 68 mg/dL se secretan las catecolaminas de la médula adrenal. El aumento en secreción de HC se da cuando la glucosa es ≤ 66 mg/dL y el aumento de cortisol cuando la glucemia es ≤ 57 mg/dL (figura 1). 45
  • 46. Figura 1. 90 Respuesta fisiológica 80  Secreción de insulina Glucosa 70  Secreción de glucagón/liberación de catecolaminas plasmática mg/dl 60  Secreción de cortisol  Secreción de hormona de crecimiento 50 Síntomas adrenérgicos (glucosa 54 mg/dl) 40 Alteraciones cognitivas (glucosa 48 mg/dl Coma 30 Los síntomas iniciales en la hipoglucemia se deben a la secreción de epinefrina y norepinefrina, por lo que se denominan síntomas adrenérgicos (hambre, temblor, ansiedad, náusea, sudoración fría y palpitaciones). Debido a que el sistema nervioso central (SNC) utiliza a la glucosa como principal combustible, cuando las concentraciones de ésta en plasma disminuyen tanto que se comprometen las funciones del SNC, es cuando se presentan los síntomas neuroglucopénicos (confusión, cansancio, problemas para concentrarse, alteraciones en el lenguaje, mareo, convulsiones y coma). Hay que considerar que en las personas que están en tratamiento con insulina, estos mecanismos están comprometidos, ya que la insulina en la circulación depende de la dosis que se inyecte el sujeto, así que a pesar de que la glucosa disminuya, los niveles de insulina continúan sin cambio. Además se ha observado en pacientes con diabetes mellitus tipo 1 (DMT1) que después de 5 años de diagnóstico tienen alteraciones en la secreción glucagón en respuesta a la hipoglucemia; este problema se presenta también en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) de larga evolución. De acuerdo a su presentación clínica podemos clasificar la hipoglucemia en: a) Hipoglucemia leve: el paciente tiene síntomas adrenérgicos con glucosa < 70 mg/dL y puede tratarla por si mismo. b) Hipoglucemia severa: se requiere ayuda de una tercera persona para tratarla y/o hay síntomas neuroglucopénicos. c) Hipoglucemia asintomática: cifras de glucosa < 70 mg/dL sin síntomas. 46
  • 47. d) Hipoglucemia relativa: un evento con síntomas típicos de hipoglucemia pero con una determinación de glucosa > 70 mg/dL. Esto ocurre con más frecuencia en pacientes con descontrol crónico, cuando, al iniciar su control glucémico, sus cifras de glucosa se acercan a las concentraciones fisiológicas. En pacientes en tratamiento con insulina los cuadros de hipoglucemia son frecuentes. Personas con DMT1 que intentan tener un adecuado control glucémico presentan en promedio hipoglucemia asintomática hasta un 10% del tiempo, 2 cuadros de hipoglucemia sintomática (generalmente leve) a la semana, y un cuadro de hipoglucemia severa al año. Debido a esto las metas del tratamiento de la diabetes mellitus son: el mejor control glucémico, con el menor riesgo de hipoglucemia. La importancia de tener en cuenta la frecuencia de los cuadros de hipoglucemia es porque el umbral de la respuesta adrenérgica se altera; por ejemplo si la respuesta adrenérgica se inicia cuando la glucosa plasmática es 68 mg/dL, la siguiente ocasión se iniciará hasta que la glucosa plasmática sea < 60mg/dL. Los síntomas adrenérgicos son una alerta de peligro y se presentan normalmente antes de que existan alteraciones neurológicas, sin embargo en ocasiones debido a cuadros repetidos de hipoglucemia los síntomas que se presentan primero son los neuroglucopénicos, lo que pone en riesgo la vida. Aunado a los cambios del umbral por la hipoglucemia la neuropatía autonómica por sí misma es una causa que puede llevar a una tardía respuesta adrenérgica. Factores de riesgo para hipoglucemia: 1) Deficiencia endógena de insulina (esto predice deficiencia de glucagon). 2) Hipoglucemia previa. 3) Control glucémico agresivo. 4) Ejercicio intenso o moderado reciente. 5) Sueño (el sujeto no se da cuenta de los síntomas). 6) Falla renal. 47
  • 48. Evaluación del paciente con hipoglucemia recurrente: El automonitoreo del paciente es crucial para determinar el horario en que se presenta hipoglucemia y hacer los ajustes del tratamiento o conductuales necesarios. Hay que señalar que la hiperglucemia matutina puede ser el resultado de una respuesta contrarreguladora a un cuadro de hipoglucemia nocturna así que antes de aumentar la dosis de insulina del paciente hay que preguntar sobre signos de hipoglucemia nocturna (sudoración, sueños vívidos o pesadillas) y solicitar el resultado del automonitoreo a las 3 a.m. En los pacientes que están en tratamiento con insulina y presentan hipoglucemias recurrentes hay que considerar las siguientes causas: 1) Dosis altas de insulina. a) Si se presenta hipoglucemia en ayuno, hay que disminuir la dosis de insulina basal previa. (Si la hipoglucemia es nocturna otra opción es agregar una colación entre 10 y 11 p.m.) b) Si la hipoglucemia es postprandial, la causa es el bolo de insulina preprandial, hay que disminuir la dosis. Siempre que se revisa la dosis de insulina se revisan los horarios y la cantidad de los alimentos. 2) Ejercicio: cuando se realiza más actividad física de lo usual (moderada-intensa) aumenta la sensibilidad de insulina. En estos casos la siguiente dosis de insulina debe disminuirse. 3) Alcohol: algunas bebidas alcohólicas que tienen glucosa, como la sidra y la cerveza, tienen como respuesta inicial hiperglucemia, pero el alcohol aumenta la sensibilidad a la insulina e inhibe la gluconeogénesis lo que causa hipoglucemia tardía, además el alcohol puede enmascarar los síntomas de adrenérgicos y llevar hasta una hipoglucemia severa. 4) Considerar si existe deterioro de la función renal, cardiaca o hepática. Si hay enfermedad autoinmune considerar insuficiencia suprarrenal. 48
  • 49. Cuando un paciente ha tenido varios cuadros de hipoglucemia y ha perdido los síntomas de alerta, hace que sea más susceptible a otro cuadro de hipoglucemia. Para volver a recuperar los síntomas adrenérgicos y regresar el umbral adrenérgico a su rango normal, es necesario mantener al paciente por al menos 2- 3 semanas sin ningún cuadro de hipoglucemia y los mecanismos de alarma se recuperan. Esto implica ser mas laxo en el control glucémico, en este periodo de recuperación. Tratamiento agudo de la hipoglucemia 1) Si el paciente está consciente y puede deglutir, se deben administrar de 15-20 g de glucosa vía oral (tabletas de glucosa, 150 - 200 ml de jugo de fruta o soda no dietética). Si no planea comer en la siguiente hora hay que administrar otros 20 g de carbohidratos complejos (ejemplo: papa) 2) Paciente inconsciente o no puede deglutir: a) Glucosa IV, se puede usar glucosa al 50 % (50ml) o glucosa al 10% (200ml). b) Glucagón intramuscular (IM) 1 mg. Después de su administración hay que administrar glucosa, oral si el paciente está alerta, o IV si continua inconsciente. El aumento en la glucosa plasmática se puede ver después de 10-15 min de cualquiera de las intervenciones, si continúa baja se puede repetir la administración de glucosa. De ser posible es recomendable tener una medición de glucosa al inicio del cuadro, para poder evaluar la respuesta a la glucosa. Esto evita el tratamiento exagerado de la hipoglucemia, el cual se debe evitar. 49
  • 50. OTRAS COMPLICACIONES SECUNDARIAS AL USO DE LA INSULINA Además de la hipoglucemia hay algunos otros efectos secundarios frecuentes e infrecuentes secundarios al uso de la insulina, que se resumen en la tabla 1. Tabla 1. Otros efectos secundarios del tratamiento con insulina • Aumento de peso • Edema • Alergia • Lipoatrofia • Lipohipertrofia • Reacciones idiosincráticas Aumento de peso El tratamiento con insulina, tanto en diabéticos tipo 1 como tipo 2, se relaciona con incremento de peso. El mayor porcentaje de la ganancia de peso puede atribuirse a la disminución de la glucosuria y la mayor utilización de las calorías que previamente eran perdidas por la orina. En el Estudio del Control de la Diabetes y sus Complicaciones (DCCT), los pacientes en tratamiento intensivo aumentaron 5.1 kg contra los 2.4 kg que aumentaron los pacientes en tratamiento convencional (4). En el caso de los diabéticos tipo 2, en el Estudio Prospectivo de Diabetes del Reino Unido (UKPDS) los pacientes en tratamiento con insulina aumentaron 10.4 kg, los que se trataron con sulfonilureas aumentaron 3.7 kg, mientras que los que usaron metformín no aumentaron significativamente de peso (5). En general, en diferentes estudios, se reporta que los pacientes diabéticos tipo 2 presentan un incremento promedio de peso corporal de 3 a 9% dependiendo de la duración del estudio y la intensidad del control de la glucosa En algunos estudios como el de Henry y sus colaboradores se ha demostrado que el aumento de peso está relacionado directamente con la concentración periférica de insulina plasmática y la dosis total de insulina exógena. El incremento de peso resultante del tratamiento corresponde al tejido adiposo en 66% y a masa corporal magra en un 30%. 50
  • 51. En resumen, los factores que influyen en el incremento de peso son: a) La utilización de calorías antes perdidas por glucosuria b) La obesidad pre-tratamiento ya que los sujetos obesos requieren más insulina para lograr el control de la glucemia y, por consiguiente, tienen más hiperinsulinemia. c) El aumento del apetito y la disminución de la termogénesis, así como el mayor consumo de calorías secundario a la presentación de hipoglucemias o por temor a ellas. d) Edema Medidas de control del aumento de peso Se puede disminuir al mínimo el aumento de peso utilizando la dosis más baja posible de insulina para lograr la euglucemia, educando al paciente en cuanto a la dieta, promoviendo el ejercicio o por lo menos la disminución del sedentarismo y enseñando al paciente una conducta apropiada ante una hipoglucemia. Edema Aunque en la práctica clínica se relaciona el tratamiento con insulina con el desarrollo de edema, es probable que este efecto esté subidentificado, ya que el peso del paciente puede aumentar hasta un 10% sin evidencia clínica de edema pero puede progresar, en un número limitado de pacientes, a edema generalizado. Este edema generalmente se autolimita, pero ocasionalmente puede precipitar una insuficiencia cardiaca, sobre todo cuando hay daño cardiaco pre-existente o cuando el tratamiento se combina con tiazolidinedionas. Las causas del edema son: Vasodilatación: el tratamiento con insulina puede asociarse con vasodilatación en varios lechos arteriales, sobre todo en casos de hiperinsulinemia euglucémica, en sujetos sanos y en diabéticos. La vasodilatación dependiente de insulina se puede relacionar con la estimulación de la bomba de Na-K/ATPasa, estimulación β adrenérgica, activación de mecanismos colinérgicos, estimulación de canales de 51
  • 52. iones de potasio, atenuación de la reactividad a la vasoconstricción y estimulación de la liberación de óxido nítrico. Retención de sodio: varios reportes indican que el efecto primario de la insulina en la reabsorción de sodio se lleva a cabo en el túbulo proximal, en el distal y en el asa ascendente de Henle. El túbulo distal y el asa ascendente te Henle tienen una mayor densidad de receptores a insulina. Además la insulina estimula la Na- K/ATPasa, abundante en el túbulo distal. Este efecto tubular de la insulina puede requerir calcio y hormona antidiurética como cofactores. El fenómeno de escape contrarresta el efecto antinatriurético de la insulina en el túbulo distal. Efectos secundarios de la insulina sobre la regulación del sodio: la hipoglucemia puede estimular la secreción de cortisol, epinefrina, renina, aldosterona y hormonas antidiurética, lo que resulta en retención de sodio y disminución en la diuresis. Además, en pacientes mal controlados, los niveles de glucosa que se requieren para una liberación significativa de las hormonas contrarreguladoras son mayores que en los pacientes bien controlados, por lo que en el grupo de pacientes mal controlados el edema es más frecuente. Retención de sodio y agua en pacientes con pobre estatus nutricional: la iniciación o intensificación del tratamiento con insulina se relaciona con cambios en los niveles de glucagon plasmático y con cambios en el metabolismo de la tiamina. Glucagon: un aumento en el glucagon plasmático tiene efecto natriurético durante la deprivación de alimentos, mientras que una reducción en el glucagon plasmático durante la realimentación con carbohidratos aumenta la antinatriurésis en el túbulo distal. La administración exógena de insulina en pacientes malnutridos con diabetes puede potenciar el efecto del glucagon disminuido en la regulación renal de sodio. Insulina y deficiencia de tiamina: la insulina tiene un papel importante en el metabolismo de los carbohidratos. Los pacientes catabólicos por descontrol glucémico tienen una deficiencia subclínica de tiamina. En estos pacientes, un estricto control glucémico con altas dosis de insulina en combinación con una 52
  • 53. ingestión alta de carbohidratos puede aumentar la demanda de tiamina, causando una depleción adicional de los depósitos. Cuando se desarrolla un estado deficiente de tiamina la acumulación de lactato y piruvato produce vasodilatación periférica y edema, que inicialmente involucra las piernas pero puede llegar a ser generalizado con ascitis y derrame pleural. Finalmente puede presentarse insuficiencia cardiaca, provocando activación de los sistemas que retienen sodio. Aumento en la permeabilidad capilar: se ha documentado un aumento en la permeabilidad vascular en pacientes tratados con insulina. La hiperinsulinemia aguda se ha asociado con escape de albúmina del intravascular, con declinación significativa de albúmina del pool intravascular. Algunos estudios morfológicos demuestran que el escape de albúmina puede relacionarse con alteraciones inducidas por la insulina en las características morfológicas de las células endoteliales, que conducen a un movimiento transcelular de vesículas micropinocíticas al espacio extravascular, efectos mediados a través del receptor de insulina y del IGF1. Medidas de control del edema: se puede intentar una reducción en la dosis de insulina hasta donde sea posible. También puede ayudar al paciente una dieta baja en sodio o por lo menos una reducción en su ingestión. El uso de diuréticos está en debate pues el edema puede resolverse con medidas generales, pero este tratamiento debe tenerse en mente cuando la situación clínica del paciente así lo requiera. También se mencionan dentro del tratamiento a los fármacos vasocronstrictores, inhibidores de la ECA y al verapamilo. Reacciones cutáneas locales y sistémicas: El uso de insulina puede causar efectos cutáneos adversos tales como la lipoatrofia, la lipohipertrofia y las reacciones alérgicas. Estas reacciones ahora son más raras, principalmente por el empleo de insulinas humanas, perfectamente puras y con menos antigenicidad. 53
  • 54. Alergia: parece haber una predisposición genética a la alergia a la insulina. Algunos estudios han demostrado que es más probable que se formen anticuerpos anti-insulina si un paciente tiene HLA-BW44 y DR7 o B15 o DR4. La mayoría de las reacciones actuales (más del 75%) son locales e incluyen prurito, eritema e induración en el sitio de la inyección. Estas reacciones generalmente se resuelven en 2 a 3 semanas de iniciado el tratamiento. Los pacientes pueden tener reacciones locales o sistémicas a los aditivos de la insulina tales como el zinc y la protamina. Estos problemas se resuelven usando análogos de la insulina. La administración repetida de insulina en el mismo sitio puede provocar lipohipertrofia. La lipoatrofia por el contrario está mediada por una respuesta inmunológica, la grasa subcutánea se pierde en el sitio de la inyección, lo que causa franca deformidad de la región. Se piensa que la reacción inmune causa una citoquina lipolítica pues las biopsias contienen inmnunoglobulinas y C3. Algunas reacciones serias a la insulina incluyen anafilaxia, urticaria generalizada y angioedema, mediadas a través de IgE. Se han descrito varios esquemas de desensibilización. En la tabla 2 se comentan las complicaciones cutáneas de la insulina y su tratamiento. 54
  • 55. Tabla 2. Complicaciones cutáneas relacionadas con la insulina Comentarios Tratamiento Lipoatrofia Se debe evitar la inyección en el área afectada. Pérdida del tejido subcutáneo en el sitio de Es difícil que haya resolución espontánea. Para la inyección. Está mediada por procesos corregir el área atrófica se debe inyectar inflamatorios inmunes. repetidamente insulina recombinante o altamente Más común en jóvenes y en aquéllos con purificada en el área atrófica. Si no es suficiente, reacciones previas. combinar insulina con 4 µg de dexametasona por Generalmente se presenta después de 6 a unidad de insulina. Después de la regresión se 24 meses del inicio del tratamiento requiere la inyección ocasional de insulina para mantener el área normal en apariencia. Lipohipertrofia Rotar el sitio de inyección. Nódulos dérmicos suaves con la superficie Cambiar a insulina de acción corta, o análogos de de la epidermis de aspecto normal, con acción rápida. Si no ocurre la regresión se puede hipertrofia de adipocitos resultado del efecto remover el sitio afectado usando liposucción lipogénico de la insulina. asistida con jeringas Se asocia con el inicio reciente de la insulina, en jóvenes, con índice de masa corporal bajo, aplicación en el abdomen y falta de rotación del sitio de inyección. La absorción de la insulina de estos sitios está alterada debido a disminución de la vascularidad Alergia Generalmente se resuelve de manera espontánea Reacción local eritematosa, indurada más en unas cuantas semanas, no obstante se siga prurito en el sitio de aplicación. aplicando la insulina. La mayoría de los pacientes tienen Se pueden usar antihistamínicos para controlar reacciones inmunológicas a la insulina pero los síntomas y bloquear la reacción cutánea. desarrollan solamente reacción local. Si la reacción persiste más de 2 a 4 semanas se La reacción puede ser monofásica (se debe cambiar a un análogo de la insulina. resuelve en una hora), bifásica, (mediada Si la reacción persiste con el cambio de insulina, por IgG con una fase tardía que dura menos se debe considerar dividir la dosis y variar el sitio de 24 horas) y fase retardada semejante a de aplicación; se puede añadir dexametasona 1 la reacción de tuberculina, caracterizada por µg por cada unidad de insulina; usar infiltración local de mononucleares que se antihistamínicos orales o corticoesteroides; desarrolla en 8 a 12 horas después de la cambiar a bomba de infusión o iniciar esquema de administración de insulina, tiene un pico 5 a desensibilización de insulina 24 horas después y dura varios días. El componente de la inyección que causa la alergia puede ser la molécula misma de insulina, zinc, protamina, etc. Abscesos cutáneos o celulitis Prevenir infección con medidas antisépticas Se presentan en el sitio de inyección o de apropiadas. infusión; la mayoría son de origen Tratar con tratamiento antibacteriano y/o con bacteriano (Staphylococcus o Streptococcus desbridación quirúrgica sp). Son muy raros con la inyección subcutánea, más comunes con las bombas de infusión. Se asocia con pobre higiene durante el cambio de equipo de infusión Reacciones cutáneas idiosincráticas Se puede necesitar la escisión de las lesiones Pigmentación, formación de placas, amiloides. amiloidosis localizada, lesiones amiloides y queloides en los sitios de inyección Modificado de Drugs Ther Perspect 2004; 20(9): 20-21 55
  • 56. BIBLIOGRAFÍA 1) American Diabetes Association Workgroup on Hypoglycemia (2005). Defining and Reporting Hipoglucemia in Diabetes: A Report from the American Diabetes Association Workgroup on Hypoglycemia. Diabetes Care 28:1245-1249. 2) DeFronzo RA, Ferrannini E, Keen H, et al. International Textbook of Diabetes Mellitus. 3er edición. John Wiley & Sons Ltd. Milan, Italia. 2004 3) Kahn R, Weir G, King G, et al. Joslin’s Diabetes Mellitus 14a edición. Lippincott Williams ƹ Wilkins. Boston, E.U.A. 2005 4) The DCCT Research Group. The effect of intensive treatment of diabetes on the development and progression of long-term complications in insulin dependent diabetes mellitus. N Engl J Med 1993; 329:977-986. 5) UK Prospective Diabetes Study Group. UK prospective diabetes study 16. Overview of 6 years therapy of type II diabetes: a progressive disease. Diabetes 1995; 44:1249-1258. 6) Henry RR, Cumbiner B, Ditzler T, et al. Intensive conventional insulin therapy for type 2 diabetes. Metabolic effects during a 6 month outpatient trial. Diabetes Care 1993; 16:21. 7) Kalmbokis GN, Tsatsoulis AA, Tsianos EV. The edematogenic properties of insulin. Am J Kidney Dis 2004; 44:575-590. 56
  • 57. Ejercicio y la diabetes: Recomendaciones Dra. Roopa Mehta Beneficios del ejercicio en la diabetes En pacientes con diabetes, el ejercicio es un componente fundamental del tratamiento junto a la dieta y los medicamentos. Entre los beneficios, la actividad física regular disminuye la morbi-mortalidad generada por la ateroesclerosis. Otros beneficios del ejercicio incluyen: • Mejoría en el perfil de lípidos (una disminución del colesterol VLDL y triglicéridos y un incremento del colesterol HDL) • Reducción en la tensión arterial • Reducción en la adiposidad • Reducción en la perdida ósea • Reducción en la adhesividad plaquetaria • Beneficios psicológicos: reducción en la ansiedad, la depresión y una mayor resistencia al estrés En la diabetes tipo 2, la actividad física regular mejora la sensibilidad a la insulina y reduce las concentraciones de glucosa tanto de ayuno como postprandial1. Además, varios estudios han mostrado que el ejercicio constante desempeña un papel importante en la prevención de diabetes tipo 22,3. Riesgos del ejercicio en la diabetes Aunque el ejercicio proporciona numerosos beneficios para la salud de los pacientes con diabetes, también acarrea riesgos potenciales. 1. Complicaciones agudas: La hiperglucemia tiende a ocurrir con mayor frecuencia en dos situaciones • En pacientes diabéticos pobremente controlados (glucemia >250 mg/dL) • En diabéticos tipo 1 que están involucrados en ejercicio de alta intensidad (>80% de la frecuencia cardiaca máxima). 57
  • 58. Esto sucede porque existe una incapacidad de incrementar los niveles de insulina durante la realización del ejercicio para contrarrestar la hiperglucemia causada por el incremento en la producción hepática de glucosa4. En contraste, la hipoglucemia es la complicación más común del ejercicio, particularmente en los diabéticos que se inyectan insulina o que toman hipoglucemiantes orales. Este puede ocurrir durante, inmediatamente después y tras varias horas de la realización del ejercicio. Complicaciones macro y microvasculares: Las complicaciones crónicas de la diabetes pueden ser empeoradas por el ejercicio. En la tabla 1 se describen estos riesgos: Tabla 1: Riesgos del ejercicio en relación con las complicaciones crónicas pre-existentes. Complicación diabética Riesgos con el ejercicio Evento cardiovascular (arritmia, isquemia Ateroesclerosis miocárdica, infarto, paro cardiaco) Hipertensión Descontrol de la tensión arterial Elevación de la presión arterial que podría Retinopatía proliferativa producir hemorragia vítrea o retinal y desprendimiento de retina Úlceras de pie, infecciones, lesión de tejidos Neuropatía periférica blandos, hueso y articulaciones Respuesta cardiovascular al ejercicio reducida, hipotensión postural, regulación inadecuada de la temperatura, corporal, hipoglucemia, Neuropatía autonómica deshidratación, capacidad aeróbica disminuida, contrarregulación inadecuada e incapacidad de percibir la hipoglucemia Elevación de la presión arterial e incremento de la Nefropatía albuminuria Valoración previa al ejercicio Los riesgos previamente descritos pueden ser evitados por medio de una evaluación médica cuidadosa del paciente en la que se aborde voluntad al cambio, 58