1. La Historia de Favila y la
osa
Sus obras y logros

2. La vida de la osa

3. Cuando era pequeña la osa asesina de favila aprendía
muchas cosas de su madre…
Lo haré
mamá.
Cariño, cuando
seas mayor,
huirás a los
montes y
matarás a
cualquier
humano que se
acerque a ti.

4. Cuando pasó el tiempo, la osa creció y su madre murió. Un día la osa
fingió que dormía para aprovechar y escapar de la prisión de los
humanos
Espero que no
se den cuenta
de la farsa…

5. Después, rápidamente, la osa corrió como un rayó para llegar cuánto
antes al bosque más cercano.
¡Ay que no
llego!
Será que
como
demasiado
…

6. Al final la osa llegó a un maravilloso bosque donde la osa viviría
hasta su muerte.
¡Al fin
llego!
¡Ya era
hora!

7. Viviré aquí
en paz toda
mi vida
La osa encontró una cueva y pensó que si se quedaba allí siempre
estaría a salvo de los humanos.

8. La osa, desde una colina observaba a Favila.
Pienso
cumplir
mi
promesa.

9. Días después un rey llamado favila( rey de Asturias) se acercó a la
cueva de la osa y la osa fiel a la promesa de su madre, se abalanzó
sobre favila.

10. Al final, la osa mató a favila por el gran mordisco. A partir de entonces la
osa vivió tranquila para siempre.
Seguro
que mi
madre
se
siente
orgu-
llosa.
Ay..

11. La vida de Favila

12. Hace mucho tiempo en Asturias, en la Edad Media, el rey Pelayo habló
muy seriamente con su hijo Favila.
Protegerás
esta tierra de
las criaturas
salvajes de los
musulmanes y
de las
criaturas

13. Un día Favila se dio cuenta de que unos musulmanes
intentaron entrar en Asturias por la cordillera cantábrica. Se
dirigió a las montañas y se adentró en un frondoso bosque
para ver si había algún islámico.
Seguidme,
mis hombres,
los
musulmanes
están por
aquí.

14. La osa, desde una colina observaba a Favila.
Pienso
cumplir
mi
promesa.

15. La osa salió corriendo y se abalanzó sobre Favila.
¡Yo te
mato!

16. Entonces, aunque valientemente, favila murió asesinado por la osa.
Seguro que
mi madre se
sentiría
orgullosa.
Ay…

17. Desde entonces, Favila pasó a la historia.

18. Créditos
• Álvaro Martínez Quintana
• 6ºA
• Abril 2012
• C.P. Laviada