1. El hombre que se convirtió
en animal
Había una vez un hombre que vivía en una pequeña granja cerca de un
pueblo pequeño.
Era un viejo ermitaño se refugiaba en la soledad del desierto, se la pasaba
quejándose de todos sus problemas.
La gente no entendía como era posible que estuviera tan solo.
Hasta que un día llego un pueblerino a saludarlo y preguntándole.
-¿Qué es lo que ase aquí todo el día?, ¡esta tan solo!, ¿no cree que le hace
falta compañía?-
El pobre viejo le contesto:
-“tengo que dominar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener
quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un
león”.-
-no veo ningún animal en ningún lugar de la granja ¿Dónde están todos
estos animales?- le dijo el pueblerino
Entonces el viejo ermitaño dio una explicación que el pueblerino
comprendió…
-estos animales los llevo dentro; los dos halcones, se lanzan sobre todo lo
que se les presenta, bueno y malo. Tengo que entrenarlos para que solo se
lancen sobre personas buenas…SON MIS OJOS…!!!
Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan. Tengo que entrenarlas
para que solo se pongan al servicio y ayuden sin herir… SON MIS
MANOS…!!!
Y los conejos quieren ir a donde les pasca, huir de los demás y esquivar las
situaciones difíciles. Tengo que enseñarles a estar quietos aunque haya un

2. sufrimiento. Un problema o cualquier cosa que no me gusta…SON MIS
PIES…!!!
Lo mas difícil es vigilar la serpiente aunque se encuentra encerrada en una
jaula de 32 varillas. Siempre esta lista para morder y envenenar a los que la
rodean apenas se abre la jaula, si no la vigilo de cerca, hace daño…ES MI
LENGUA…!!!
El burro es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber. Pretende estar
cansado y no quiere llevar su carga de cada día…ES MI CUERPO…!!!
Finalmente necesito domar al león, quiere ser el rey, quiere ser siempre el
primero, es vanidoso y orgulloso…ESE…ES MI CORAZON…!!!
Es por eso que vivo solo, por que siempre me la pase juzgando y criticando
a todo aquel que me rodeaba y hasta ahora lo he comprendido pero hasta
ahora que lo he perdido casi todo; lo único que me queda es esta pobre
granja.
FIN.

3. EL CIELO
Había una vez una pequeña niña que vivía en la gran ciudad de Londres, su
casa era grande su cuarto quedaba en lo mas alto de la casa y desde hay
podía verse la calle y los techos de las demás casas.
Su cuarto tenia un balcón y hay se sentaba a admirar las estrellas, la luna y
el cielo.
Cada noche una bella mañana ella despertó, escucho ruido afuera, se
escuchaba el motor de un gran camión y voces, se asomo por el balcón de
su cuarto y efectivamente noto un camión de mudanza y muchas personas;
vio como bajaban muebles de aquel gran camión y los metían a la casa de
enfrente paso una semana y por primera vez después de aquella mañana
conoció a sus nuevos vecinos.
-¡hola!- le dijo samanta su nueva vecina.
-¡hola!- le contesto Melanie.
La niña cuando entro a su cuarto se sentó como cada noche en su balcón.
Samanta la miro pero no le tomo importancia y así pasaron días semanas y
meses.
-he notado que cada noche te sientas en aquel balcón mirando al CIELO por
un gran rato-.
-si así es – le respondió Melanie.
-¿Por qué lo ases?¿que tiene de especial?-.
-me gusta mirarlo, me gusta imaginar que estoy ahí, miro las estrellas he
imagino jugar con ellas y las formo de diferentes figuras, lo que me gusta
mas es la brillante luz de la luna, me relaja escuchar el cilencio de la noche
todo es tan tranquilo y me ase olvidar al mundo exterior.
Inténtalo-.
A si las dos niñas quedaron perdidamente mirando al CIELO y la sobra de
sus cuerpos se reflejaban sentadas en la gran luna brillante. FIN…