1. Crear según el diccionario de la real academia es producir algo de la nada y solo se aceptara el término de este significado seria evidentemente impropio hablar de la creatividad humana, cuyas obras parten siempre de algo existente. No obstante, Ferrarte Mora, en su diccionario de filosofía abreviada, puntualiza que el termino creación puede entenderse también como producción humana de algo a partir de alguna realidad de existente y es en esta acepción que ha de entenderse crear en este contexto.<br />Crear es aportar algo imprevisto, algo que no previene como una inferencia de lo establecido, algo que desborda el marco de lo esperable. Es, en cierto, la manifestación de una rebelión latente contra la realidad heredada. La creatividad persigue un constante desmarque con esa realidad: lo hecho, lo que ya existe, se haya encerrado en sí mismo y solo permite lo que es. Todo lo que es, ha sido en función de un momento coyuntural y transitorio y otro momento, habrá de generar, forzosamente, algo distinto. Hay que añadir que no todas las obras que acomete el hombre para lograr esa superación de la realidad alcanzan su objetivo<br />Aun cuando el ser creativo opera según unos mecanismos parecidos en todos los ámbitos de la cultura: arte, ciencia, o humanidades y solo varían la finalidades, mi intento de limitarme específicamente al ámbito de lo objetual, de las cosas útiles. Un ámbito que es familiar y lo que llamamos diseño esta actividad que se centran en crear las cosas, los útiles que nos asisten está profundamente vinculada como hemos visto a la afirmación del hombre como especie dominante<br />No existe un método que pueda revelar la compleja mecánica creativa. Podemos inducir hasta donde lo permite esa misma complejidad las grandes líneas que se vislumbran al observar ciertas constantes de la conducta creativa una tentativa que pueda aportar algo de luz sobre esta potencialidad que el hombre posee cuyos los ocultos mecánicos no han sido han sometidos a la rigorosa investigación que merecen<br />