El estudiante decidió pintar el castigo de Prometeo por robar el fuego para los humanos. En su cuadro, representó a Prometeo como solo un hígado siendo devorado agresivamente por un águila, mientras que en el fondo se ve a humanos usando el fuego. El estudiante analizó el cuadro y explicó que se inspiró en una pintura de José Ramón Zaragoza sobre el mismo tema.