2. Despertar cada mañana sintiendo los rayos del sol,
escuchar a los pajarillos cantar, encontrar una nueva flor
en el jardín... y no tener a quién agradecer...
3. Levantar los brazos,
caminar, respirar,
mirar, oír, tocar...
cosas naturales,
cotidianas... tomar
con indiferencia el
privilegio que
significa poder
hacerlo…
4. No tener a quién
encomendarse, al
amanecer enfermo
o
sufrir una cruel
desilusión.
Sentirse solo,
abandonado
por todos, caer en
depresión,
no querer vivir...
5. Sentir que el alma
llora y sentir un
enorme vacío dentro
del ser, que se
pretende llenar con
cosas materiales, con
placeres, con
alcohol... para
después seguir
sintiéndose igual y
repetir el ciclo…
6. Mirar al cielo, que solo representa una bóveda celeste... Sentirse
sumido en los problemas que parecen puñaladas profundas y
mortales y no tener a quien clamar por ayuda. Sufrir angustia ante
la muerte de un ser querido y no encontrar consuelo...
7. Subsistir en lugar de vivir... Cada día acompañado de la
ansiedad, de los afanes, de los problemas... Cargar con un
pasado que ha dejado heridas abiertas, sangrantes, sin tener
quién las sane... Temer al futuro, temer a la vida misma...
8. Desear tener alguna
esperanza, desear tener
un consuelo que no
llega, sentirse como un
niño indefenso,
vulnerable, que
necesita ser protegido.
Soledad, desesperanza,
vacío, incertidumbre ...
9. Vengan a mí todos ustedes que están cansados y
agobiados, y yo les daré descanso.
Mateo 11:28
10. Vengan a mí todos ustedes que están cansados y
agobiados, y yo les daré descanso.
Mateo 11:28