Un flautista mágico acabó con una plaga de ratas en un pueblo tocando su flauta y atrayéndolas hasta el río para que se ahogaran. Sin embargo, el alcalde se negó a pagarle como habían acordado. El flautista enfurecido tocó de nuevo y esta vez atrajo a todos los niños del pueblo a una cueva, amenazando con no devolverlos a menos que el alcalde pagara. Finalmente, el alcalde pagó y el flautista devolvió a los niños sanos y salvos a sus