En un edificio antiguo, construido sobre lo que fue un gran molino, se hallaban los departamentos para estudiantes de la universidad ( Carolina del Sur - EEUU), que quedaba a una cuadra. Allí moraban brillantes jóvenes “importados” desde los países subdesarrollados.
1. En un edificio antiguo,
construido sobre lo que
fue un gran molino, se halla-
ban los departamentos para
estudiantes de la universidad
( Carolina del Sur - EEUU),
que quedaba a una cuadra.
Allí moraban brillantes jóve-
nes “importados” desde los
países subdesarrollados.
En el grupo (Molectronic)
donde había sido invitado a
trabajar, como posdoctorado,
tenía seis peruanos todos
electrónicos: 4 haciendo
maestría y doctorado y 1 to-
davía en pregrado, todos ve-
nían de la UNI. El grupo se
completaba con dos argenti-
nos, 1 chino, 1 americano y 4
hindúes. Esta preferencia por
peruanos, era porque el que
dirigía el grupo también era
peruano, ingeniero electróni-
co, maestro en física y doctor
en química, nacido en Piura y
egresado de la UNI.
Mientras compartíamos los
trabajos, ellos comentaban
que provenían del interior del
país, otros nacidos y residen-
tes en barrios de la periferia
de Lima. Uno de ellos había
vivido en la residencia de
estudiantes de la universidad,
sus padres vivían en Huanca-
yo, sus apellidos resaltaban
su origen andino.
Ahora en EEUU, ellos esta-
ban viviendo con mayor co-
modidad, tenían sus autos,
departamentos amoblados,
viajaban a diferentes confe-
rencias dentro del país y a
veces salían a Europa. Sus
trabajos siendo muy novedo-
sos, se hacían realizables, en
los plazos, porque disponían
todo, tanto los suministros y
equipos de laboratorio mo-
dernos, cuanto el acceso digi-
tal a todas las revistas cientí-
ficas. En las conferencias
donde asistían, veían en di-
recto a los autores de libros,
teorías y artículos decisivos,
argumentando sus puntos de
vista en debates fantásticos.
Estas eran oportunidades para
conversar con los integrantes
de los diversos equipos cien-
tíficos que trabajaban en te-
mas similares. En el almuer-
zo, o en la cena eran momen-
tos de gran producción cientí-
fica, de intercambio de ideas
y también de esparcimiento.
Haciendo un estimado grueso
y considerando a todas las
universidades de los Estados
Unidos, los estudiantes y
profesores peruanos instala-
dos, con mas de tres años,
tranquilamente superan los
300. Así el Perú contribuye a
este país con unos 250 docto-
res o científicos en actividad.
Situación similar observé
cuando visité
en Ginebra,
ciudad fron-
teriza de
Suiza con
Francia, el
Centro de
Investiga-
ción Nuclear
Europeo
(CERN).
Allí, cuatro
físicos perua-
nos, 3 se San
Marcos y 1 de la UNI, traba-
jaban en oficinas muy agra-
dables, parecían ambientes de
hoteles, ellos participaban en
experimentos relacionados
con colisiones nucleares de
alta energía. Tenían visa de
diplomáticos, la institución
les proveía de vitaminas para
incorporarlas en sus desayu-
nos o cenas en su departa-
mento. Con ese dinero ya
habían llevado a sus padres
de visita, otros a su novia y
comenzaban a instalarse para
formar una nueva familia.
Tenían la seguri-
dad que termina-
do su doctorado,
proseguirían el
postdoctorado y
luego, se instala-
rían en alguna
universidad. Para
ese fin tenían que
trabajar durísimo,
hacer publicacio-
EL SUBSIDIO A LOS PAÍSES RICOS: REGALAMOS TALENTOS
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VOLUMEN 1 Nº 3
“En las conferencias
donde asistían, veían
en directo a los
autores de libros,
teorías y artículos
decisivos,
argumentando sus
puntos de vista en
debates fantásticos”
Frontis de la Universidad de Carolina del Sur
Parte del grupo de electrónica molecular, hindúes, chino y
peruano
2. nes, partici-
par en pro-
yectos, acu-
mular puntos
para el con-
curso, que es
estrictamente
objetivo y
libre.
En mi estadía
en Brasil en
la facultad de
física el nú-
mero de estu-
diantes de posgrado eran 70,
de ellos 15 peruanos, casi el
20%. Tomando en cuenta a
toda la universidad, la cifra
alcanzaba 80, que extendién-
dola a todas las universidades
de Brasil, se llegaría a los
300. Ellos eran mayoritaria-
mente de ciencias e ingenie-
ría, provenían de las universi-
dades públicas de Lima y del
sur del Perú.
Ellos no pretendían volver al
país, sabían hasta la saciedad,
las dificultades que tuvieron
mientras estudiaban pregrado
sea para adquirir libros, dis-
poner dinero para el pasaje y
comida o ayudar a sus padres,
tenían que vender ropa duran-
te los meses de enero, febrero
y marzo para financiar sus
estudios del semestre, cami-
nar por todo Lima enseñando
cursos de nivelación. Muchos
de ellos vivieron en cuartos
de 4 m2, en las azoteas de las
casas al frente de la universi-
dad.
Sabían de los bajos salarios
de los profesores, por lo que
tenían que trabajar en dos o
tres universidades para sol-
ventar los gastos familiares.
Conocían de las dificultades
de ser reconocidos por su
grado, consideraban que en la
universidad e instituciones
similares los concursos no se
ganaban por mérito, sino por
intereses de grupo, “no hay
que dar cabida a estos docto-
res, antes que se ponga opera-
tivo ese plan de carrera, nom-
brémonos directivos de carre-
ra, ninguno de nosotros tiene
algún articulo publicado en
revistas internacionales, así
nos van a bajar de nivel, fi-
nalmente nosotros somos mas
antiguos”. O bajo el amiguis-
mo o clientelaje o falsa leal-
tad, “tu vas a tal cargo porque
me gusta que trabajas calladi-
to, nunca reclamas, ni eres
sindicalista”. También cono-
cían de las dificultades de
conseguir vacantes, sabían
que en mucho de los concur-
sos ocurría que: “ vamos ha-
cer los requisitos de manera
que entren los que queremos,
la convocatoria es para darle
legalidad, no se preocupen,
no importa el grado que trai-
gan”.
Mientras tanto en el extranje-
ro, por ejemplo Brasil, desde
el comienzo les ofrecía una
beca de estudio que, les per-
mitía alquilar un departamen-
to, amoblarlo, volver al país
de ves en cuando, llevar a sus
padres a visitarlos, facilitar la
llegada de un hermano u otro
amigo, y si se dan las condi-
ciones de hacer familia, me-
jor, de esa manera asegura-
rían su legalidad de residen-
cia. Con esos antecedentes y
bajo esas condiciones impe-
rantes, con seguridad mas del
90% no volverían al país.
Así el número de científicos e
investigadores peruanos en
ciencias e ingeniería en
EEUU, EUROPA Y BRA-
SIL, bordean los 800. Que es
igual o mayor que el número
de científicos activos, presen-
tes en el Perú. Esta es la im-
portación gratuita que los
países ricos, desarrollados,
inteligentes, hacen de los
países subdesarrollados y
EL SUBSIDIO ...
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EL ZAGUÁN DE ORO PUQUIO
“ vamos hacer los
requisitos de manera
que entren los que
queremos, la
convocatoria es para
darle legalidad, no se
preocupen, no importa
el grado que traigan”.
Fisicos san marquinos en el CERN, haciendo física de altas
energías
Físicos peruanos en Brasil, doctores en diversas especialidades, de ellos
solo uno volvió
3. fenómeno hace muchos años
cuando dijo que:
"Solamente serán exitosos los
pueblos que entiendan cómo
generar conocimientos y có-
mo protegerlos; cómo buscar
a los jóvenes que tengan la
capacidad de hacerlo y asegu-
rarse de que se queden en el
país.
Las otras naciones se queda-
rán con litorales hermosos,
con iglesias, con minas, con
una historia espléndida; pero
probablemente no se queden
ni con las mismas banderas,
ni con las mismas fronteras.
Y mucho menos con capaci-
dad económica"
La Pluma del Viento
Lima, 08 de abril de 2007
pobres, que desconocen la
importancia de valorar a sus
jóvenes mas brillantes. Es lo
que llamamos el subsidio que
nuestro país hace a los países
ricos entregándoles gratuita-
mente nuestros mejores cere-
bros.¿Hasta cuándo los go-
biernos no se darán cuenta,
que es imprescindible modi-
ficar las condiciones para
que ellos vuelvan al país. A
poner todos sus conoci-
mientos alcanzados en be-
neficio del Perú?. Porque
por mas distante que estén el
amor a sus raíces no se puede
borrar, ni sus intenciones de
aportar a su desarrollo.
Cierro este espacio citando a
Einstein quién advirtió este
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VOLUMEN 1 Nº 3
Conocían de las
dificultades de ser
reconocidos por su
grado, consideraban
que en la universidad
e instituciones
similares los
concursos no se
ganaban por mérito,
sino por intereses de
grupo,
Grupo de Huellas Nucleares en la Universidad de Campinas, Brasil dirigido por el Prof. Julio C. Hadler, donde hice mi doctorado.
En la consola del reactor nuclear RA-3, Centro Atómico Eseiza, Argenti-
na, durante el entrenamiento específica en física de reactores en 1981.