San Pedro le da pastillas a un hombre gay fallecido que causan diarreas prolongadas para prepararlo a responder correctamente sobre el propósito del culo antes de entrar al paraíso. Después de tres dosis de pastillas de tamaños crecientes que resultan en diarreas de 10 minutos, 3 horas y 36 horas respectivamente, San Pedro determina que el hombre finalmente está listo.
Juicio final para un gay promiscuo: ¿Has entendido para qué sirve el culo
1.
2. Llega el día del juicio final para un
gay, famoso en los bares de
ambiente del mundo entero por su
promiscuidad. Tras morir tiene es
llamado a la presencia de San
Pedro.
3. San Pedro se acerca a él y de forma
paternal le dice:
‘Hijo mio, deseo que entres en el
paraíso pero antes debes
responder a una pregunta. No
obstante, debido a tu reputación
creo que aún no estás preparado
para responder correctamente…
así que toma esta pastilla’
4. San Pedro le da un comprimido
blanco del tamaño de un botoncito.
'Ve al baño y tómala con un poco de
agua, luego vuelve a mí…‘.
5. El gay, aunque extrañado, no duda
en llevar a cabo la orden y,
después de algunos, segundos va
al baño, donde se libera en una
terrible mal oliente diarrea que
dura por lo menos 10 minutos
seguidos.
6. Terminado su suplicio, se
reencuentra blanco y demacrado
de frente a San Pedro, que lo mira
con ojo clínico, y le dice: ‘Creo
que aún no estás listo para
responder a mi pregunta’.
Seguidamente le da una pastilla
del tamaño de un cacahuete y le
invita a hacer lo mismo que antes.
7. El efecto de la pastilla es esta vez
demoledor. La diarrea le dura por
lo menos 3 horas ininterrumpidas.
Cuando termina, estenuado, se
presenta de nuevo ante el santo.
8. Tras un exhaustivo examen, le dice
San Pedro: ‘Hijo mio, todavía no
estás preparado' y vuelve a darle
una pastilla, esta vez del tamaño
de una nuez. El efecto es el
esperado pero de dimensiones
faraónicas. Una diarrea que dura
36 horas y que incluyó una fisura
anal y hemorroides múltiples.
9. El gay, ya convertido en una larva
humana, vuelve a la presencia del
Santo hombre, que lo mira y
asintiendo con la cabeza le dice…
‘Sí, seguramente ya estás listo
para responder correctamente a mi
pregunta’
10. Hijo mio, ¿has entendido
para qué sirve el culo?
Con cariño (razonable) para nuestros amigos gays.