La Revolución Francesa tuvo varias causas económicas, sociales y político-ideológicas. Las causas económicas incluyeron una crisis financiera, malas cosechas y deudas externas. Las causas sociales fueron mayores impuestos y la burguesía ganando poder político. Las causas político-ideológicas fueron las ideas de los ilustrados que proporcionaron una base para derrocar el antiguo régimen.