Este resumen describe la observación de una niña de 9 a 11 años en un centro de psicología. Inicialmente, la niña se mostró enojada después de que un perro la mordiera jugando. Más tarde, cuando se le volvió a mostrar el perro, la niña se asustó y lloró, expresando miedo debido a una experiencia previa negativa con un perro. Los profesionales recomiendan remitir a la niña con un neurólogo y psicólogo para continuar trabajando en superar su miedo.