Las energías renovables no son todas limpias. Algunas como la eólica y hidroeléctrica pueden causar problemas ambientales como dañar poblaciones de aves y peces. Si bien no producen gases de efecto invernadero durante su funcionamiento, su construcción y algunos sistemas de biomasa sí generan contaminación. No todas las energías renovables son completamente limpias aunque la mayoría contamina menos que los combustibles fósiles.