Exaltación y fogosidad del ánimo, excitado por algo que no admire o cautive. Adhesión fervorosa que mueve a favorecer una causa o empeño. El entusiasta cree en su capacidad de transformar el mundo y a sí mismo. A diferencia del optimista que espera que pasen cosas favorables, el entusiasta sabe que todo depende de su esfuerzo y voluntad.
3. Definición del entusiasmo
• Exaltación y fogosidad del ánimo, excitado
por algo que no admire o cautive.
• Adhesión fervorosa que mueve a favorecer
una causa o empeño.
• El entusiasta cree en su capacidad de
transformar el mundo y a sí mismo.
• A diferencia del optimista que espera que
pasen cosas favorables, el entusiasta sabe
que todo depende de su esfuerzo y voluntad.
3
4. Optimismo y entusiasmo
• El optimismo está más conectado con la
visión que uno tiene, pero el entusiasmo va
más al fondo, porque moviliza la energía,
que te saca de un estancamiento, que te
hace creer que lo aparentemente imposible
es posible, que te mantiene en una
capacidad de hacer y actuar.
• Pero no existen personas pesimistas
entusiastas.
4
5. La falta de motivación
• El caso contrario, la falta de motivación nos impide
implicarnos en nuestros proyectos, nos hace
improductivos, incluso podemos llegar a ser contra
productivos. Cuando la desmotivación se prolonga
acaba produciendo estrés negatividad, ansiedad, un
estado de angustia crónica, desánimo y quizás
depresión.
• Un primer paso hacer crecer nuestro entusiasmo es
detectar cuáles son nuestras fuentes de motivación
en el trabajo, en las relaciones familiares y sociales,
y también en el ámbito más intimo y personal.
5
6. El entusiasmo y la iniciativa
• En lugar de esperar que las cosas vayan bien, el
entusiasta provoca los acontecimientos.
• La campaña de Obama culminada con éxito
demostró que el entusiasmo mueve montañas.
• El entusiasmo nos permite mantener nuestra
motivación para llevar a cabo aquello que nos
hemos propuesto, sin que nos paralicen las
dificultades.
• Bill Gates: El secreto de mi éxito ha sido
compartir mi entusiasmo.
6
7. Como se inspira el entusiasmo
1. Identificando el sentido e importancia que
tiene en su vida, el proyecto que quiere iniciar.
A mayor sentido, más entusiasmo y más
implicación.
2. Facilitando que el interesado visualice y crea en
el éxito y que crea que se lo merece.
3. Potenciando la capacitación personal, el
sentido de la eficacia e identificación de sus
recursos potenciales.
4. Encajando con naturalidad posibles resultados
no deseados y contratiempos, desterrando el
miedo a que esto suceda.
7
8. El enamoramiento
• Con el entusiasmo uno se atreve a poner el
listón alto, a pensar en grande y por tanto llegar
más lejos.
• El enamoramiento provoca un entusiasmo muy
elevado que provoca la generación de una
energía extra, un sueño y entregarte al otro.
• No sólo podemos enamorarnos de personas.
También de cosas, proyectos, objetivos, ideales,
o el trabajo que haces.
• El entusiasmo marca la diferencia entre el
mediocre y la persona que se realiza a si mismo.
8
9. La motivación es colateral al entusiasmo
1. Nuestros objetivos pueden ser grandes, pero los
tenemos que dividir en pequeñas partes asumibles
para no desanimarnos.
2. Tenemos que terminar aquello que empezamos.
3. Hemos de buscar la compañía de personas con
intereses similares para alimentar nuestros
proyectos.
4. Nunca podemos dejar de aprender, ya que cerrarnos
en aquello que ya sabemos nos lleva a la apatía.
5. Vale la pena correr riesgos controlados, porque el
entusiasmo depende de saber vivir lo que hacemos
como una aventura.
6. Los descontentos, criticones, infelices y apáticos, son
amistades tóxicas para el entusiasta.
9
10. Conclusiones
• Pregúntate ¿Qué puedo hacer yo, que puedo
aportar a determinada situación? ¿Cómo puedo
conseguir ayuda?
• Hacerse preguntas refuerzan la capacidad de
ilusionarte y de ver que puedes aportar una
diferencia.
• Las emociones se contagian, tanto las negativas
como las positivas. Por tanto para crear un
equipo entusiasta, debemos irradiar energía,
ilusión, optimismo y por tanto entusiasmo.
10
11. Final de “Entusiasmo”
• Rogamos vuestra valoración, positiva o
negativa, para ayudarnos a mejorar el
curso, con un correo electrónico a
vitalitat.net@hotmail.com
• Para seguir con la siguiente presentación
de las 20 que componen este curso
dirígete a la siguiente página web, donde
encontrarás el directorio con el enlace
para seguir con la siguiente
presentación:
http://vitalitat.net/formacion.htm
11
Notas do Editor
El optimismo está más conectado con la visión que uno tiene, pero el entusiasmo va más al fondo, porque moviliza la energía, que te saca de un estancamiento, que te hace creer que lo aparentemente imposible es posible, que te mantiene en una capacidad de hacer y actuar.
Pero no existen personas pesimistas entusiastas.
El caso contrario, la falta de motivación nos impide implicarnos en nuestros proyectos, nos hace improductivos, incluso podemos llegar a ser contra productivos. Cuando la desmotivación se prolonga acaba produciendo estrés negatividad, aseidad, un estado de angustia crónica, desánimo y quizás depresión.
Un primer paso hacer crecer nuestro entusiasmo es detectar cuáles son nuestras fuentes de motivación en el trabajo, en las relaciones familiares y sociales, y también en el ámbito más intimo y personal.
El caso contrario, la falta de motivación nos impide implicarnos en nuestros proyectos, nos hace improductivos, incluso podemos llegar a ser contra productivos. Cuando la desmotivación se prolonga acaba produciendo estrés negatividad, aseidad, un estado de angustia crónica, desánimo y quizás depresión.
Un primer paso hacer crecer nuestro entusiasmo es detectar cuáles son nuestras fuentes de motivación en el trabajo, en las relaciones familiares y sociales, y también en el ámbito más intimo y personal.
El caso contrario, la falta de motivación nos impide implicarnos en nuestros proyectos, nos hace improductivos, incluso podemos llegar a ser contra productivos. Cuando la desmotivación se prolonga acaba produciendo estrés negatividad, aseidad, un estado de angustia crónica, desánimo y quizás depresión.
Un primer paso hacer crecer nuestro entusiasmo es detectar cuáles son nuestras fuentes de motivación en el trabajo, en las relaciones familiares y sociales, y también en el ámbito más intimo y personal.
Yo no espero que lo alumnos tengan ganas de aprender, los arraso con mi optimismo y mi entusiasmo y no les doy opción a no aprender.
Hay una gran diferencia entre las personas que esperan que las cosas vayan bien externamente, que todo venga rodado, que todo vaya bien y tenga un trabajo fácil, que sean los demás los que tengan motivación, y el que ve claramente que puede generar esto.
No podemos permitir que el entorno acabe apagando nuestro nivel de entusiasmo. Cuanto más te centras en lo que tú mismo puedes contribuir, más que esperar que te vengan las situaciones fáciles, más motivado te mantienes.
Qué has hecho tu para mejorar las cosas y cómo el resultado de lo que haces o las consecuencias de lo que haces dependen de tu actitud, de lo que has pensado, de cómo has sentido.
Identificando el sentido e importancia que tiene en su vida, el proyecto que quiere iniciar. A mayor sentido, más entusiasmo y más implicación.
Facilitando que el interesado visualice y crea en el éxito y que crea que se lo merece.
Potenciando la capacitación personal, el sentido de la eficacia e identificación de sus recursos potenciales.
Encajando con naturalidad posibles resultados no deseados y contratiempos, desterrando el miedo a que esto suceda.
Con el entusiasmo uno se atreve a poner el listón alto, a pensar en grande y por tanto llegar más lejos.
El enamoramiento provoca un entusiasmo muy elevado que provoca la generación de una energía extra, un sueño y entregarte al otro.
No sólo podemos enamorarnos de personas. También de cosas, proyectos, objetivos, ideales, o el trabajo que haces.
El entusiasmo marca la diferencia entre el mediocre y la persona que se realiza a si mismo.
Nuestros objetivos pueden ser grandes, pero los tenemos que dividir en pequeñas partes asumibles para no desanimarnos.
Tenemos que terminar aquello que empezamos.
Hemos de buscar la compañía de personas con intereses similares para alimentar nuestros proyectos.
Nunca podemos dejar de aprender, ya que cerrarnos en aquello que ya sabemos nos lleva a la apatía.
Vale la pena correr riesgos controlados, porque el entusiasmo depende de saber vivir lo que hacemos como una aventura.
Los descontentos, criticones, infelices y apáticos, son amistades tóxicas para el entusiasta.
Pregúntate ¿Qué puedo hacer yo, que puedo aportar a determinada situación? ¿Cómo puedo conseguir ayuda?
Hacerse preguntas refuerzan la capacidad de ilusionarte y de ver que puedes aportar una diferencia.
Las emociones se contagian, tanto las negativas como las positivas. Por tanto para crear un equipo entusiasta, debemos irradiar energía, ilusión, optimismo y por tanto entusiasmo.