El documento discute el futuro de Internet, argumentando que depende de si las fuerzas de la oscuridad o de la luz prevalecen. Mientras Internet ofrece oportunidades para mejorar la educación y participación pública, también amplifica los efectos negativos de la sociedad, como la pornografía infantil. El autor concluye que el lado oscuro de Internet somos nosotros mismos y nuestra sociedad.