3. CONTENIDO.
Postura correcta en la mesa.
Uso correcto de la servilleta.
Usos correctos de los cubiertos.
Gemas Elena G. White.
4. Postura correcta en la mesa.
Una buena postura no solamente es amiga de una buena salud y de una
silueta favorecedora; es una señal que demuestra buena educación y
control de nuestro cuerpo. A la hora de sentarnos a la mesa, es importante
tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. Sentarse derecho: Quizá la más obvia, y no solo relacionada con comer.
La espalda derecha (pero no tiesa) y los hombros relajados son buenos
para tu espalda y forman la postura ideal.
2. Acercarse al borde de la mesa: No debe haber un gran espacio entre el
cuerpo y el borde de la mesa. Eso facilita que algo caiga y ensucie tu
vestuario, además, hace más largo el trayecto de los alimentos hasta tu
boca.
3. Los codos: Codos sobre la mesa son considerados de mal gusto, además
de aumentar las probabilidades de que ensucies tus mangas, hacen que sea
fácil llevar las manos a la cara o tocar el cabello, otros "no no" de una
posición elegante.
5. 4. Las piernas: Preferiblemente no cruzarlas o al menos, hacerlo
sin explayarse o temblar bajo la mesa. Es muy mala educación
patear a otro comensal por accidente (y mucho peor adrede, pero
eso ya es otra historia), además, puedes ensuciar la ropa de
alguien o hacer que algo en la mesa se derrame por un tropiezo.
5. Tus manos: Mientras no comes, tus manos pueden descansar
sobre tu regazo o sobre la mesa (pero no todo el brazo, hasta la
muñeca está bien).
6.
7. Usos correctos de la
servilleta.
La servilleta se toma de la mesa, y se desdobla y se coloca en el
rezago. En el caso de que la servilleta tenga un tamaño
considerable, se puede colocar en el regazo doblada por la mitad.
La servilleta nunca se coloca al cuello, como un babero.
Para levantarnos o hacer cualquier tipo de pausa que requiera
nuestra ausencia de la mesa, la servilleta se deposita, ligeramente
arrugada en el lado derecho del plato. Nunca se deja totalmente
doblada como si no se hubiese utilizado.
La servilleta solo debe utilizarse para limpiarse los labios antes y
después de beber, y para quitar cualquier pequeña mancha de
comida de la cara.
8. La servilleta no se utiliza para secarse el sudor, sonarse la nariz,
limpiar una copa o un cubierto, limpiarse los zapatos, etc.
Cualquier uso que no sea el descrito anteriormente, limpieza de los
labios y manchas de comida, no es correcto.
Cuando terminamos de comer, la servilleta se deja de la misma
manera que para hacer una pausa. Al lado derecho, ligeramente
arrugada, pero nunca doblada como sino se hubiese utilizado.
Si hemos tomado algún alimento, que nos ha hecho manchar
bastante la servilleta, lo mejor es dejarla por el lado que menos
suciedad tenga.
9.
10. Uso correcto de los
cubiertos.
El tenedor: utilizado en solitario se toma con la mano derecha y
con las púas hacia arriba. Se utiliza para llevar los alimentos a la
boca, y para trocear alimentos blandos como verduras, tortillas
y huevos. Si se utiliza con el cuchillo, el tenedor se toma con la
mano izquierda y las púas hacia abajo, siendo su misión llevar
los alimentos a la boca. Se toma entre los dedos pulgar, índice
y corazón.
11. La cuchara: se toma con la mano derecha y la concavidad hacia
arriba. Es utilizada para alimentos líquidos (sopas), pastosos
(cremas, purés) y otros platos como legumbres y platos caldosos.
Al igual que el tenedor se toma entre los dedos pulgar, índice y
corazón.
El cuchillo: se toma con la mano derecha y el filo hacia abajo.
Y se utiliza haciendo una ligera presión con el dedo índice, por la
parte opuesta al filo. El cuchillo nunca se lleva a la boca, ni se
chupa ni se limpia.
12. Cuando estamos en la mesa y
queremos hacer una pausa los
cubiertos deben reposar en el plato y
no, sobre el mantel o la servilleta. Se
deben colocar en ángulo de 45º, el
tenedor con las púas hacia abajo y el
cuchillo con el filo hacia adentro.
Si terminamos y deseamos que nos
retiren el plato, debemos colocar los
cubiertos, colocados de forma
paralela, a un lado del plato
(haciendo la similitud con las agujas
de un reloj, en la posición de las
cuatro y veinte).