Para ser un buen orador, es importante dominar el tema a explicar, tener claro el objetivo de la presentación y conocer el nivel de conocimiento de la audiencia. La estructura de una buena presentación debe incluir una introducción, un desarrollo con la información principal y una conclusión. Las diapositivas deben tener un título claro, texto breve y conciso, y utilizar imágenes, videos y sonidos que acompañen pero no distraigan a la audiencia.