SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 84
Baixar para ler offline
Parrincesto


      edita




     2011
Palimpsesto-Parrincesto, Antología enfermiza.
Autores varios. Ed. Ananga Ranga. Chaco-Corrientes, 2011.

Antólogo: Tony Zalazar (chukidelmal@hotmail.com)
Diseño y Diagramación: El Click (elclick_msn@hotmail.com)

Ilustración de Portada: Las Meninas de Pablo Picasso.
Ilustración de Contratapa: La Mona Lisa de Marcel Duchamp.

Ananga Ranga Taller agradece a los autores que inocentemente se
prestaron a este libro y ruega la reproducción parcial o total de la obra en
los formatos que estén a su alcance: fotocopias, inseminación artificial,
espiritismo, injerto o chisme limpio.
Empresa Pirata
         Después del vilipendio antológico de "Poemas con
Famosos" el Ananga Ranga Taller no madura y lanza esta nueva
antología enfermiza que surge del indiscreto deseo de conocer y
exhibir qué poema ajeno rescatan los poetas de la vasta biblioteca
universal. Tarea ardua o misión imposible, elegir Un poema entre
los tantos leídos y relamidos en la vida. Pero este deseo
impertinente, atizado aún más por la curiosidad, no se conformó
con el apriete electivo, sino que nos impulsó a solicitarles que
expliquen brevemente el atractivo que dicho poema ejerce sobre
ellos, poetas-lectores. Y para finalizar, ya obsedidos por el
fisgoneo, les demandamos sin escrúpulos que intenten una nueva
versión del poema elegido.

         Difícil, sacrílego, generoso, inmodesto, inocente… y
demás adjetivos son insuficientes para dimensionar las
pretensiones de esta empresa pirata que 28 astutos y devotos poetas
lograron cumplier con elegancia.

          Palimpsesto tituló Gérard Genette a su estudio sobre las
diversas relaciones que mantienen los textos entre sí. Y nosotros,
comprendiendo el carácter dialógico de la literatura y buscones
precisamente de ese contacto textual, le encimamos la palabra
Parrincesto. Para sumar a esa idea de copresencia efectiva de un
texto en otro, que es la intertextualidad, la sensación enfermiza de
acoplarse a un padre que se lo mata para convertirlo en hijo al que se
lo monta con la misma intención sexhomicida, y de paso sentir a
flor de piel –in Bloom- la angustia de las influencias. Pero esto en
verdad nada tiene que ver con el contenido del libro. Había que
ponerle un título original y escandaloso para llamar la atención, y
pobremente se nos ocurrió este parásito para citar. ¡Viva la
heteroglosia y el diálogo con ideas ajenas! ¡Mueran los salvajes
plagiarios! Y como dijo Crist-Eva "todo texto es la absorción o
transformación de otro texto". Así que Amén.




                                                                    3
Arrancamos la antología con tres princesitas, Eugenia
Segura, Leonor Silvestri y Romina Freschi. La primera
reescribe desgeneradamente la historia de Rapunzel de los
Hermanos Grimm y le toma el pelo a esos cuentos infantiles que
enredan la cabeza de los niños y enmarañan su porvenir. En tanto
que Leonor y Romina se prenden de la preciosista princesa de
Rubén Darío, que alguna vez, en la voz de un padre y de una abuela,
respectivamente, las supo encantar. Pero que ahora, desde una
visión madura, a Leonor la lleva a comparar el cuento de hadas con
la pesadilla noventosa de la superficialidad y la pose farandúlica de
los políticos de ese tiempo; en tanto que Romina emprosando la
lírica del texto lo revierte hacia el interior de una princesa moderna,
con juegos de palabras y neologismos que hacen a la canción y al
sentido movilizar el corazón. Gabriel Jiménez, rompedor de la
lengua castallana, Girondea tras una prinsexy para sacarle luz de
canción erótico-tecno a la flor del placer, una poesía labiodental
fricativa sorda: fff.

           Ahí no más el trío Arnolfi, Zalazar y Peyseré viven
poemas como instrucciones y reactualizan experiencias
contenidas en los poemas elegidos. Jimena Arnolfi, como
respondiendo a una demanda de Durand (escribir para la
incomodidad propia y ajena), con preguntas retóricas retruca la
pose del poeta y de los circuitos que actualmente empotran al bardo
en el jet set de las apariencias. Paula Peyseré cabecea las ideas de
libertad y miedo presentes en los consejos imperativos de
Almafuerte. Y Tony Zalazar encuentra una explicación al poema
de Casas en la proyección del mismo a una relación afectiva.

          De doppelganger hay tres fantasmas que se atreven a
enfrentar al otro que se les parece o que encarnan fatalmente:
Fernando Acosta revive la Actitud poética del perdido Bukowski
(borracho o genio que recibe el auxilio de los demás y se pregunta
por qué lo ayudan, el mejor patetismo de por acá). Tomás Watkins
tomó la forma de tomar de Li Po y LiBó para actualizar esa soledad
acompañada de luna-sombra-vino en whiskey-luna-hielo, y
reconocer al beodo eterno que se posa en las carnes sensibles. Y al
final Rubén Vedobaldi intenta desdoblar los pasos de un escritor-
persona comido por la tradición (ejercicio Borgesiano sobre
ejercicio Stevensoniano).
4
Completan un trío de “colgados de las tetas de Borges”
Darío Oliva que llega a la síntesis reflexiva del suicidio a partir de
una sentencia poética del autor. Y Alejandro Mauriño que se
atreve a imitar tanto en forma (un soneto) como en contenido (el
nunca pasado de moda tópico del penta rei) la Nube II de Borges.

          Darío Schvetz calca un poema de Ungaretti y todo el
optimismo negativo del italiano resulta en un pesimismo cálido y
tropical, de sustrato Guaranítico, que también es bello. Luis
Argañarás se acopla a Luis Meloni y ensaya el mismo ascetismo y
conciencia ante el paso histórico del día.

         Nicolai Petelski continúa la diatriba Baudelaireana, un
mismo poeta contra el mismo cinismo del capital. Jorge Dipré
hace su viaje poético en busca de Nicanor, parricida en pablicidio,
engulle Chile y la picante ausencia del antipoeta lo hace vomitar
con delicadez el poema.

         El triplete Eliana Drajer, Carlos Juárez Aldazábal y
Mariana Rinesi eligen el filo misterioso de las palabras que aguzó
Pizarnik y con ese sufrir demasiado se lanzan en busca de una
identidad más auténtica.

          Silvia Castro y Martín Pucheta se lo enduplan a Vallejo.
La primera continúa el sentimiento humanitario del poeta en una
obra en construcción donde pedazos de palabras caen en escaleras y
se encastran para revivir nuevos sentidos; y el segundo lo
recontradice en su espíritu sufriente de santo heresiarca para hablar
de un dios superlativamente jaranero.

          Alelí Jait impulsada por la calamidad de una tragedia
austera, revive el fuego del incendio que cantó Sylvia Plath y con
idénticas palabras vive las secuelas de la quemazón del hogar de
una amiga y del fuego fatuo que es la vida. Gabriela Bejerman,
sopesando la consistencia de las palabras que usó Georg Trakl pinta
un paisaje tangible para los sentidos todos.



                                                                    5
Gastón Sibilla se convierte en el vecino del Gelman que
mira caer la lluvia y lo trae del exilio con su carta de amor. Amor
que Claudia Masin retoma de Louise Glück para poner a prueba
su resistencia ante la muerte.

          Para cerrar el libro con la misma fantasía del comienzo, la
de los cuentos hadas y princesas. Los príncipes del planeta Nux y
de El Querido, Juan López y Germán Arens, y la Princesa
Mónica Kreibohm se calzan el vate y nos profetizan el porvenir
con relatitos del futuro puestos en pasado, es decir
cienciaficcionalizando la poesía. El proceso de Mónica es la
subversión de la negatividad de un futuro mediante la fuerza del
amor. En tanto que Germán reacciona a un poema de Carlos
Moisés que habla de su pueblito natal donde planta la
perdurabilidad de la naturaleza, que Germán extinguirá con
dolencia. Finalmente Juan López hace eco de Silvain y nos informa
de un porvenir con necesidades y búsquedas idénticas, la
ecopoesía.



          Sin más que mentir ni copiar ni pegar se abre la función. A
bichear se ha dicho.



                                                      Tony Zalazar
Hermanos Grimm
                                      Eugenia Segura
Versión vintage de Rapunzel, pero con puente levadizo
¿Quién te puso allá tan cerca de las nubes
y no blanqueando trapos al costado del río
con la camisa arremangada, mmm, hasta los codos?

Decíme, che
¿uno sólo, o varios cocodrilos?
¿le dan al trago tus guardias?

Princesita soy incapaz
de poner un pie luego otro
en el espacio-entre
ladrillos.

No sé nadar, no quiero
ensuciarme la ropa y después
tener que ir, mmm, donde las lavanderas.

Yo sólo quiero ser señor del reino éste
sacarle la lengua desde arriba
a todos esos giles de trovar dulce
que se ejercitan con paciencia
en salto con garrocha y serenatas
con covers de Pretenders.

Vos tejé una buena trenza
que por verte
he dejado asuntos importantes
pendientes, eh, pendientes

Me importa poco si estropeo
tu cuero cabelludo

dale
tiráme un rizo aunque sea

de El detector de princesas y otros cuentos.




                                                   7
Siempre me fascinó esa cuestión de los arquetipos que se ponen en
juego en los cuentos infantiles, que a veces contienen pedacitos de sabiduría
ancestral –y entonces son muy liberadores- y a veces son verdaderas tecnologías
de dominio, primorosamente ilustradas, con las que se intenta formatear
subjetividades y disciplinar los cuerpos desde la más tierna infancia –y entonces
son traumatizantes.
           Hay toda una biopolítica –del poder o de la gracia- en el modo en que
cada época y cada cultura los hace, los versiona y reversiona, de qué manera se
transmiten, qué elementos permanecen y cuáles se alteran. Basta pensar en las
versiones de Disney, o en esa versión (obligatoria para todos los niños
sanjuaninos en edad escolar) de Blancanieves en la que los siete enanitos vienen
cantando maravillas de la Barrick Gold Corp.[1]
            Pero todo esto lo pensé después, claro. En esta versión vintage de
Rapunzel la primera impresión es, precisamente, la que cuenta.
           Cuando lo oí por primera vez era una niña analfabeta (por ende, tenía
poquísima data sobre lo que es el género, literario, y del otro), y en las infinitas
veces en las que me lo habrán tenido que repetir para que me durmiera, siempre
me quedaba esta inquietud, rayana en la desconfianza: cómo le debe haber
dolido a esta tipa que un idiota que seguramente debe pesar un montón de kilos
más que ella (si es tan musculoso y azul como el texto dice) le tire el pelo de esa
manera. En vez de dormir, me quedaba pensando en que nadie que tuviera el
pelo largo podría escribir una cosa así, esto debe habérsele ocurrido a alguna
persona rapada o, directamente, calva. Pero ¿con qué fin? Podía ser por la mera
envidia, o bien, para amedrentarnos. Como si ya no tuviéramos suficiente con
tener que desenredarlo todos los días.
           En el poema que hice, ya de adulta, hay un intertexto con ¿Uno solo o
varios lobos?, de Deleuze (que es a su vez un remix de un texto de Freud); y con
una teoría de Héctor Libertella sobre los géneros literarios, pero casi ni se notan.
Hay también un rechinar de dientes en el narrador o punto de vista que elegí para
versearlo. Lo situé en el Medioevo para resaltar la actualidad de un
pseudoarquetipo de tipo abundante en esta fase de la civilización occidental que
nos toca vivir.
           Fundamentalmente es un chiste, y es un bajón tener que explicarlo.
También podría ser que Rapunzel, allá en lo alto de la torre, fuera un muchacho
de pelo largo, y ahí te quiero ver. Pero esa es otra historia.
          Eugenia Segura Nació en Mendoza, en 1978. Produjo los ciclos de
poesía y performance: Priapismo (biblioteca itinerante, revista y performances,
1998-2000), La voz obra (2002), Secretos de eficacia (2003), la ópera-animé
Bonus track (premio Escenarios 2004). Es coeditora de Protocultura. Colabora
en Eloísa Cartonera. Publicó La traición de Sarah Kay (2005). Estudia Letras en
la UBA.

         [1] Esto está pasando, ahora ya. Posta




8
Rubén Darío
              Leonor Silvestri
Isabel

La condesa está triste
¿Qué tendrá la condesa?
Los insultos se escapan
de su boca de mierda
que ha perdido la risa
que ha ganado en color (rojo).
Está muda la noble
en su trono de oro,
y en el piso olvidada
se desmaya una aldeana.
La condesa moderna,
es cruel cruellísima
(Cruella de vil
=
María Julia arrebujada en sus pieles)
La condesa actúa
madrastra con sus súbditos
La condesa bruja
de cuento de hadas
La vieja está en la cueva
¡Qué llueva
Qué llueva!
sangre.

Isabel
The countess is sad
What's wrong with the countess?
The insults escape her
From her mouth of shit
Which has lost its laughter
Which has gained some colour (red)
The noble woman is dumb
In her throne of gold
And on the floor, long forgotten
A country girl faints
The modern countess
Is cruel cruellissima
(Cruella de Vil
=
                                    9
Elegí este poema dedicado a María Julia Alsogaray y su famosa tapa
en la revista Gente, porque mi papá me lo leía de chica.

         Leo(nor) Silvestri, (1976), biopoliticamente asignada al sexo
“mujer” y fugada de esa identidad hacia ningún lugar realmente. Poeta,
traductora, periodista, performer, activista de género anarquista, especialista en
Literatura Antigua por la Universidad de Buenos Aires, puta, dominatrix S/M.
Libros Publicados: la compilación y traducción de Irlandesas, 14 poetas
contemporáneas, (de Bajo la Luna. 2011), el ensayo Catulo, Poemas. Una
introducción crítica (Santiago Arcos. 2005); el libro de poemas El Don de
Creer (Curcuma 2010, Ardiente Claridad Buenos Aires, 2° edición en
Ediciones Germinal Costa Rica, Santa Muerte Cartonera México, 2009), y los
siguientes poemarios bilingües (español -inglés) auto-traducidos: Después de
vos (Ardiente Claridad. 2007. Con ilustraciones de Cristina Lacenlotti), el
curso. mitología grecolatina. (en formato libro- objeto CD-rom. Voy a salir y si
me hiere un rayo. 2006, con un subsidio otorgado por el Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires); y Nugae, Teoría de la traducción (Simurg. 2003). Forma
parte de las siguientes antologías de poesía: El management envilece al
mundo, (antología de tres poetas, Clase Turista, 2010), Poemas con Famosos
(Ed. Ananga Ranga, Chaco, Argentina), El libro de los gatos (Bajo la Luna.
2009 - con poemas propios y traducciones de Denise Levertov, Elizabeth
Bishop y Lawrence Ferlinghetti), Interdicciones (publicación sobre
Intersexualidad a cargo de Mauro Cabral, (Ed. Anarrés), Una Antología de la
poesía Argentina (Chile- a cargo de Jorge Fondebrider); Memoria del
Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango, Animal del Monte,
Guatemala; Luz y Fuerza (Milena Caserola, 2008), Felicidades También
(2006, antología autogestionada del taller de Diana Bellesi de la Casa de la
Poesía de Buenos Aires); y de la publicación de la 1ª Feria del Libro
Independiente (FLIA-2006).




10
Sonatina

 La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
Que ha perdido la risa, que ha perdido el color
La princesa está pálida en su silla de oro,
Está mudo el teclado de su clave sonoro;
Y en un vaso olvidada se desmaya una flor.

 El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
Y, vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
La princesa persigue por el cielo de Oriente
La libélula vaga de una vaga ilusión.

 ¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda ó de China,
Ó en el que ha detenido su carroza argentina
Para ver de sus ojos la dulzura de luz?
Ò en el rey de las Islas de las Rosas Fragantes
Ó en el que es soberano de los claros diamantes
Ó en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

  ¡Ay! la pobre princesa de la boca de rosa,
Quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
Tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
Ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
Saludar a los lirios con los versos de Mayo,
Ó perderse en el viento sobre el trueno del mar.

 Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata
Ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
Ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
Los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
De Occidente las dalias y las rosas del Sur.

 ¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
En la jaula de mármol del palacio real;
El palacio soberbio que vigilan los guardas,
Que custodian cien negros con sus cien alabardas,
Un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

                                                       11
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara á la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
Más brillante que el alba, más hermoso que Abril!

 Calla, calla, princesa, - dice el hada madrina –
En caballo de alas, hacia acá se encamina,
En el cinto la espada y en la mano el azor,
El feliz caballero que te adora sin verte,
Y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
Á encenderte los labios con su beso de amor!

                                      Rubén Darío




12
Rubén Darío
                                                     Romina Freschi
Cuentecillo Cortés

Ella pasareva en su vestido amoroso amorado por aquél, el moro alféizar
de su ventana como un cuadro pasar de pestañebo del viento.

Bajo los umbrales, los suspirantes simploran borboteando el deseo
encorazonado en confites, ramilletes, bombonerías...              se lucen
entrenando animales para los belludos números que encarnaran,
pobrecillos, asimpáticos entre sí, más sí antropoidales de torpecillas en las
mentes pretendientes, bachilleres del valentín, oh juguetones, oh cómo
pueden soportar as mordidas sólo por ese beso suspirado casi en
portugués desde allá arriba, lejano, amoratado, en cayendo y
balconeando, ay, no se sabe, ni se sabrá, lo acariciador qué sería...

Quizás se lo robara el viento escatimándole el sabor...

  Cuán arrojona sea, la mora muchacha se sonroja, ...resuena en ella el
agua del desmayo que ha seguido siempre su paso ignoroso de amor... en
sonatina desperdiciante, su beso, vuela en desperezo, sapientísimo su
desprecioso destino, marfilada su atorranta belheza.

     Texto perteneciente a la serie El Cuadernilho Lapislázuli de Stella
                                       Maris, incluida en Estremezcales
                                                  (Bs. As., tsé tsé, 2000)




                                                                         13
Punto rojo insoportable
           Mi nona fue una inmigrante italiana que llegó al país casada por poder
con un hombre, mi nono, al que había visto un par de veces en su país natal. Vino
en barco en el '35, tenía 18 años y había hecho – en Italia y en italiano – tercer
grado de primaria. Cuando yo vine al mundo ya era una señora de unos sesenta
años y parecía diez años más. Hablaba un castellano cocoliche, con marcado
acento, apenas leía y tenía una letra infantil y enorme, que me avergonzaba y me
admiraba a la vez.
           En los años que vivimos en su casa, y después, durante el tiempo en que
ella vivió en casa de mis padres, cuidó de mí, sin que yo pudiera valorarlo
demasiado entonces. Recuerdo sin embargo, con esa misma mezcla de
vergüenza y admiración, su mano fuerte al cruzar la calle y –esto sí viene al caso-
cómo ella recitaba para mí, casi impecablemente –a pesar de ser prácticamente
analfabeta y de no haber abandonado el italiano– varias estrofas de la Sonatina de
Rubén Darío. Yo era, por supuesto, la princesa.
           En mi casa había –y es la edición que hoy muestro con orgullo al contar
esto mismo – una edición de Prosas Profanas de Rubén Darío, del año ´25. Hoy
no puedo recordar –y todos los protagonistas de esta historia ya no pueden
responderme –si había sido de mi abuela paterna, la antítesis de mi nona:
descendiente de españoles, pero criolla, maestra, budista, divorciada; o había
sido de mi madre, comprado en una mesa de saldos antes de que cerraran la
Facultad. Lo que sí recuerdo con gracia era el goce inconfesable que me producía
el libro: apoteóticamente cursi, no podía casi abrirlo.
           Mi concepción infantil de la poesía -alimentada por muchas gruesas
maestras de buena voluntad pero con lamentables coreografías de la expresión –
me impedía leer el libro, y al mismo tiempo, lo atesoraba. Durante muchos años,
lo escondí. Me lo apropié sin embargo, lo puse entre mis cosas y, evidentemente,
lo dejé para el futuro.
           Muchísimos años después, ya en la universidad y decidida a abordar la
poesía de una buena vez –los dos escritores a quienes había mostrado mis escritos
habían dado el mismo veredicto: “Romina, lo que vos hacés es poesía”-encontré
leyendo a Pizarnik un texto perdido con el título Sobre un poema de Rubén
Darío, y allí vino todo a mi memoria. Fui a buscar el libro ahí donde lo había
escondido. Ya no me separo de él.
           Y por supuesto, empecé a releer a Darío entonces. Me sorprendió su
pensamiento y su plasticidad, expuestos en sus textos poéticos, y en sus
maravillosas crónicas, y adopté por puro amor, su optimismo. Si hay algo que me
maravilla de la poesía es la libertad, y de los poetas -y de poetas como Rubén
Darío- es la capacidad cierta de transformación de sí mismos –y de otros- a través
de la libertad que les da la poesía.
           Atrás de ese recuerdo de infancia, siguieron Perlongher, Di Giorgio,
Agustini, Echavarren y muchos otros. Poetas que despiertan en mí esa sensación
inconfundible aunque inasible, mezcla de pudor y alegría, “cosita” hubiera
podido decir de niña, diamante terrible* diría Darío, rapto certero, abducción,
sonrojo, contradicción ridícula y exacta, vilo entre lo inconfesable y lo
innegable, punto rojo insoportable de tan íntimo y tan monumental, señal
increíble -por su rotunda claridad- y adorable, de pasión.

14
En esos años, además de las lecturas, tenía diálogo con muchos de mis
compañeros de Facultad, no tanto por el estudio en común, sino en virtud de lo
que escribíamos. Y una discusión en particular -ahora digo discusión, pero
entonces era algo así como una atmósfera mediada por los encuentros amistosos,
de estudio y de trabajo, y las lecturas de poemas que escribíamos y
encontrábamos- con Ximena Espeche, acerca de si era posible o no escribir
entonces como Darío, retomar su pomposa proa abandonada, o si al contrario no
quedaba otra elección u otro trabajo que desandarlo, desarmarlo.
          Por otro lado, aquel poema de Pizarnik discutía con el poema de Darío
–al tiempo que lo homenajeaba, claro está– y proponía un sujeto femenino que -
al contrario que la “princesa” de la que solo sabemos su exterioridad, “está
pálida”- es una pura interioridad y efectúa una elección otra, diferente de la que
somete a la princesa. Ese tema y esa inflexión de Pizarnik es algo que había que
agregarle a Darío, claramente es algo que también me interesa a mí.
          Así, entre esos debates y preocupaciones literarias y aquellos fuertes
recuerdos personales –más otras cosas que hoy no vienen al caso, claro- fue que
nació el poema que aquí comparto, el Cuentecillo Cortés, y también casi toda la
sección El cuadernilho lapislázuli de Stella Maris, de mi segundo libro,
Estremezcales.
          La palabra lapislázuli me viene de Darío, obviamente. Stella Maris no
es otra cosa que un seudónimo que intenta emular ese otro binomio, Rubén
Darío. La idea de cuaderno de poemas, bueno, es algo más general y abunda en
muchos libros. Ahora vienen a mi mente el Cuaderno de Tapas Azules en el Adán
Buenosayres, y el Primer cuaderno de poesía del alumno Oswald de Andrade,
pero sin duda, la tierna idea del cuaderno de poeta viene de muchos lugares. La
primera versión de ese título proponía alusiones más directas y cansadoras que
por suerte atiné a eliminar.
          En el Cuentecillo Cortés, sin embargo, hay una “princesa” también, y
una idea del amor, y un diálogo claro e ineludible, con Darío (y Pizarnik,
Espeche, Martí, mis abuelas, mis profesores, mi amor de entonces, etcétera,
etcétera). En un punto, hasta aquí la génesis. Para lo demás, espero que los textos
hablen por sí mismos.

          *La frase destacada pertenece al poema de Darío, Alaba los ojos negros
de Julia, de Prosas Profanas. Entre muchos otros motivos, este poema justifica la
elección del nombre Julia para nombrar a uno de los seres de mi familia electiva,
mi perra Julia, de ojos y alma increíbles.




                                                                               15
Oliverio Girondo
Gabriel Jiménez
Flopi Fan Flow

Flopi la sopla fantástico
no es falaz que la sople tan fuerte
como una fender amplificada en un marshal,
el funk de flopi te flipéa
la masturbatoria, feroz, invasiva y fantástica de sus fauces
fueron, son y serán:
fantástico huracán / furia de fans / febriles fenómenos / fabulosas
felatios

fue in de facto
en esa fuente del falo/ el placer frénetico/ enfundado en el foso /
profundo de su face,

el doble faz
de su flow te flipa
en un fondo de felpa y celofán
fluye
un fonde de cave / fase de exportación
la fábrica de felar, su boca
en faraónica felación constante
funde motores a velocidad Ferrari
la facilidad de la fe
y la función fundamental
de un
final feliz.-




16
Mi lumía

Mi Lu
mi lubidulia
mi golocidalove
mi lu tan luz tan tu que me enlucielabisma
y descentratelura
y venusafrodea
y me nirvana el suyo la crucis los desalmes
con sus melimeleos
sus eropsiquisedas sus decúbitos lianas y dermiferios limbos y
gormullos
mi lu
mi luar
mi mito
demonoave dea rosa
mi pez hada
mi luvisita nimia
mi lubísnea
mi lu más lar
más lampo
mi pulpa lu de vértigo de galaxias de semen de misterio
mi lubella lusola
mi total lu plevida
mi toda lu
lumía.

Oliverio Girondo
Del libro "En la masmédula" (1957)




                                                            17
Nunca fue mi idea intentar reescribir el texto de Oliverio, pero sí jugar
con las formas y estructuras que utiliza, de algún modo probar, intentar,
experimentar. De ese modo llega el texto que presento, un ejercicio sonoro que si
se lo mira con mucho cariño podrá emparentarse desde lejos con el de Oliverio.
          Flopi Fan Flow es un texto que está pensado para leerse a velocidad in
crescendo y haciendo incapié en ciertos juegos consonantes.

          La ciudad de Mendoza fue diseñada urbanísticamente para que
creciera hacia el norte, quizás por eso Gabriel nació en Godoy Cruz, creció en
Ciudad y luego se mudó a Las Heras, persiguiendo algún tipo de patrón análogo
entre desarrollo urbano y personal. Lamentablemente la ciudad creció hacia el
sur.
          Hincha confeso del club Gimnasia y Esgrima, profesor de Filosofía,
docente en contextos de encierro, escritor de oficio, son muestras de que el éxito
también corrió hacia el sur.
          La dirección asintotico@hotmail.com
          y el sitio www.el-chabon.blogspot.com lo acercan hoy a la esfera
flogger.




18
Jimena Durand
                          Daniel
                                 Arnolfi
las nélidas lobato de la poesía*

a cuánto cotiza la línea de poesía?
sinceramente
a quién le importa la línea de poesía?
la línea de un poeta
a quién le importa?
pero la línea importa
importa no perder la línea
importa la línea de merca
la línea aérea
la línea de largada
la línea plus digital
la línea de colectivo de subte
la línea de la vida
está entre el dedo índice y el dedo pulgar
pero la línea de un verso tuyo
no le importa ni a tu vieja

el Pato tiene razón
el poder de la poesía
no sirve ni para el rimmel
del hedonismo con el que se va a un vernisagge

pero ellos se amontonan
forman filas
se aplauden
se aplauden mucho porque sí
porque hay que aplaudirse mucho en la poesía

y cómo se llama ésta?
qué edad tiene?
de dónde salió?
alguna vez publicó?
alguna vez militó?

cuántos poemas escribió?
cuántas páginas escribió?
cuántos versos escribió?


                                             19
la invitamos a leer?
trae público?

que sea un poeta de verdad
que sea un poeta de pies a cabeza
te lo pido por favor

no sabemos qué escribe
pero todo el mundo habla muy bien de ella
todo el mundo habla muy mal de ella
nadie la publica

con quién estudió? tiene que leer más?
qué clase de lumpenismo practica?
a cuántas lecturas fue este mes?

leyó en la cárcel?
en el Borda?
en el Moyano?

a ver/ vos/ decime/
estás en alguna antología?
qué tal mordés el significado?
la pathos?

qué clase de poesía hacés?

hacés mail poetry?
poesía blogger? tweet? novela?

qué hacés?

poesía sanguínea?
peronista?
neo peronista?
poesía con Cristina?

poesía puta? homosexual? conversacional?

poesía collage? pop art? copypaste?

poesía masturbada?
a dos manos? a tres manos?

20
leés en la ducha?
tenés un blog?
cuántas visitas por día?
cuántos comentarios por posteo?

quién vende más?
quién sale en la eñe/ en radar?

y si no te invitan a leer
hacéte un ciclo
ah sí? tenés un ciclo de poesía?
tenés cinco para la birra?
tenés un novio escritor?
tenés un novio editor?

quién se puede mirar a los ojos?
quién tira la primera piedra?
el mejor verso?
el mejor veneno?
te tira lo nuevo o te tira lo viejo?

quién es más poeta de los de acá?
quién es más montonero?
más compañero?

a ver quién es más maldito?
más romántico?
más culto?
más cool?

quién es tu maestro?
quién se pega un tiro?
quién leyó más?
a ver quién sabe más de poesía erótica francesa?
quién sabe más de surrealistas?
de política de mitología grecolatina?

quién tiene una editorial?
una revistita un fanzine?
quién tiene obra reunida?
a quién le va mejor con los talleres?
con los grupos de lectura?


                                              21
[tomá, acá hay otra palabra que rima bien con vergüenza]

a ver quién recita los mejores versos esta noche?
a quién aplauden más?
es la hora de verdad
a ver si aplauden a la cuenta de tres
1, 2, 3,
a ver si aplauden que termino el poema
esto no es un poema

[o mejor sí…]

este es otro poema que no vale la pena

*Gracias Pato Torne por las sabias palabras




22
MARQUINA EN LA MAÑANA REPARANDO LOS RASTROS
QUE LA DEBILIDAD LE DEJA CUANDO DUERME

          no permitas que nadie te enseñe a escribir, no dejes que nadie te
dé indicaciones, no te desalientes, no preguntes, aprendé solo, fijate que
la inmensa mayoría es basura, que no te guste lo que escribís porque le
gusta a la que te gusta, si lo que escribís le gusta a la que querés tirá todo
eso, dejá lo que no entendés, no tirés nunca lo que te da vergüenza, poné
los nombres verdaderos de tus parientes y amigos, si los cambiás vas a
ver que ya no existen, y no se puede escribir de lo que no existe, no dejes
que nadie te alabe, cuando te digan que es muy bueno lo que escribís
empezá con otra cosa, si se te ocurre un poema escribí en prosa, si te viene
una novela, escribí un poemita, nunca corrijas textos que sabés que
pueden mejorar, corregí lo que no te acordabas que existía, no te olvides
que los bailes están cargados, alguien los puso ahí para que vayas y creas
que podés contarlos, escribí de lo que va a pasar como si estuviera
pasando, inventá una escritura biográfica, no dejés que la realidad
destruya tus papeles, cambiá la realidad para que se parezca a lo que
escribís. si cogés que sea para contarlo, no te encames por amor, nunca, si
sufrís que sea para darle existencia a un personaje, no dejés que la
experiencia te sirva para algo fuera de la literatura, sé un perro, siempre,
apostá al caos, el tiempo después ordena todo, lo junta, la gente le pone
nombre a todo lo que hiciste, no hagás caso, de nada, no sirve estar triste
por lo que pasa, los que te destruyeron te odian, nunca olvides eso, los
que te odian te envidian, no hay vuelta, los que te envidian te aman, y no
olvides que esa noche de gloria es eterna y sirve para siempre, nunca vas
a poder quejarte. ah, me olvidaba, hay que borrar todo esto…

(De: “Marquina”, incluido en “El Estado y él se amaron”, Daniel
Durand)




                                                                           23
Cada tanto vuelvo a leer el poema de Durand. Me gusta porque es
incómodo y bardero. Escribí la palabra “bardero” y me acordé de otro verso del
poeta entrerriano que me gusta mucho: “belleza me canso y te bardeo”. Durand
cuenta que ese verso salió en medio del cansancio que le produjo la traducción
de un poema de no recuerdo quién. Un amigo me decía que le gusta ese verso
porque le hace acordar a su convivencia, a las peleas que tiene con su mujer y a
esta idea de que el amor se termina cuando uno empieza a convivir con él. Fabián
Casas escribió un poema que decía algo así como “cuando vivamos juntos y
tengamos hijos se acaba esto,/ se acaba el cannabis, el whisky, el tai chi a
cualquier hora…”. Me estoy dispersando. Entonces la última vez que leí
“Marquina…”, se me ocurrió que quizás lo podía juntar con este poema que
escribí el verano pasado después de escuchar a un par de poetas discutir de
política. No sé qué hace que un poema funcione. Tampoco sé si un poema tiene
que funcionar. Me gusta sentirme incómoda. Es decir, cuando leo y cuando
escribo me gusta sentirme incómoda. Creo que esa es la Voz Extraña de la que
habla Durand en este poema y la que describe Casas en alguno de sus ensayos al
respecto. Él dice que un escritor tiene que ir en contra de su habilidad,
descontrolar el texto de tal manera que el resultado te dé vergüenza ajena. Hay
que destruir el ego hasta dejarse extraño lleno de desolación y caos. Todo eso que
tenemos y con lo que se complica vivir.
          Jimena Arnolfi es periodista, guionista y escribe poesía. Publica sus
poemas en el blog www.enquimera.blogspot.com y en breve publicará su primer
poemario en papel. Actualmente escribe para Miradas al Sur. Su twitter:
@enquimera




24
Almafuerte
                                Paula Peyseré
Aguante

No se perdona, aun perdonando.
Esto es lo que me pasó. Y me esclavicé
tratando de organizar el tamaño de unos clavos.
Tiemblo un poco al pensar en la libertad,
en la fuerza de la libertad y del miedo.
Me agarran de la capucha y le arrancan a mi buzo
fácilmente un pedazo.


Dios no llora. El diablo no reza.
Y la grandeza de esas decisiones
proviene del hechizo con que repiten sus comienzos.
Vuelven a empezar, a decidir cada día
nuevamente lo que no hacen. Muerden truenos
como si galletitas fueran.
Quiero aprender de ellos
y dejar de poner en entredicho
lo que temo y lo que libero.
Quiero aprender de ellos
que no se patean su propia cabeza.

Paula Peyseré
(2011)




                                                   25
PIU AVANTI!

No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua, y no la implora...

Que muerda y vocifere vengadora,
¡ya rodando en el polvo, tu cabeza!


Almafuerte (1907)




         Aguante se inspiró en el consejo bravo, medio resentido y amoroso del
poeta argentino Almafuerte (Pedro Bonifacio Palacios, 1854-1917). Es una
versión humilde y libre de “PIU AVANTI!”, uno de los Siete sonetos medicinales
del poeta.
         Paula Peyseré Nació en Buenos Aires, en abril de 1981. Publicó las
plaquetas de poesía La Racha (2003), Llorona (2004) y ¡España, qué hermosa
eres! (2005) por Guacha editora. Integró la Antología Las Letras y el Tiempo con
el cuento Aparición del niño electrocutado. Acaba de publicar, en noviembre de
2007, Las afueras, bajo el sello editorial Siesta.




26
Fabián Casas
                             Tony Zalazar
Hacían talismanes
Bajo el sol y esperando un colectivo
le había leído el poema de Casas,
ese de pibes que ponen monedas en las vías
y ven pasar el tren que las aplasta,
y entonces ríen, corren, las sacan
y luego ponen más
            y eso es todo.
En eso el colectivo me alejó
feliz por el poema compartido
triste por partirme de ella.


En la próxima visita abrió sus manos
y ovalados pedazos de lata
casi brillaron ahí
son para la suerte me dijo
y nos pusimos los collares
                     con esa fe
que aun aplastada
nos unía contra el cáncer.


Los poemas como instrucciones


nos llevan al centro del talismán.




                                        27
Paso a nivel en Chacarita

Los chicos ponen monedas en las vías,
miran pasar el tren que lleva gente
hacia algún lado.
Entonces corren y sacan las monedas
alisadas por las ruedas y el acero;
se ríen, ponen más
sobre las mismas vías
y esperan el paso del próximo tren.
Bueno, eso es todo.


(de Tuca)
Fabián Casas




           “Poesía en la Fisura” (otra antología) me permitió conocer este
poema que desde la primera lectura me encantó. Era lo que yo quería y podía
escribir, eso dicen de los textos que más seducen. Lo leía y lo literal me gustaba
–era algo que podía ver en la calle, un juego más de los márgenes-, lo leía con el
espíritu romántico del que busca símbolos y metáforas, y también me gustaba
–pensaba en la indiferencia de los pibes ante el cobre de la piedad, y lo más
fuerte, su aplastamiento-. Y así andaba con el poema mostrándolo a todo el
mundo, hasta que un día se lo leí a una amiga, y ella, en un encuentro posterior,
me dio una posible explicación del acto de los pibes: me entregó una moneda
alisada por las vías del tren para usarla de dije. El espíritu mágico se superpone al
utilitario y me dije que esos pibes hacían talismanes. Desde ese día, sumé a las
lecturas gustosas la presencia de mi amiga en este poema, y así, con la suma del
afecto, nace mi reescritura del mismo.

         Tony Zalazar nació en Chaco, el 28 de juLeo de 1980. Es Profesor en
Letras y fundador del Ananga Ranga Taller, junto a Mario Caparra y Luis
Argañarás. Publicó Poemas de Tractores y Dios TV en coautoría con Mario
Caparra. Ser De Ruido y Quherencia. Además realizó las antologías Ida y Vuelta
(poesía actual de Chaco y Corrientes), y Poemas con Famosos, junto a José
Fraguas y Alejandro Raymond respectivemente.




28
Jorge Luis Borges
                                                           Darío Oliva
                             Nada en nadie

                             nada
                                    en nadie
                                               es el olvido
                                                              de algo
                                                                        en alguien

                             El Suicida

                             No quedará en la noche una estrella.
                             No quedará la noche.
                             Moriré y conmigo la suma
                             del intolerable universo.
                             Borraré las pirámides, las medallas,
                             los continentes y las caras.
                             Borraré la acumulación del pasado.
                             Haré polvo la historia, polvo el polvo.
                             Estoy mirando el último poniente.
                             Oigo el último pájaro.
                             Lego la nada a nadie.

                                                     Jorge Luis Borges




         Darío Oliva, poeta de Villa Mercedes (San Luis), nacido en el 76.
         El poema me gusta mucho porque me da qué pensar con respecto a lo
que todos pensamos: el fin de la vida y cómo será ese viaje a la no memoria, a la
desmemoria final que supone dejar de ser algo físico, o dejar de ser
completamente. Y además, el sentido que inyectamos en alguien para pervivir en
recuerdos, en vivencias con nuestros pares y seres queridos. Por ejemplo, me
surgió un brevísimo poema y lo asocié a la memoria de mi compadre fallecido; se
llama Inmortalidad: tu inmortalidad/ perecerá conmigo... Es decir, en tanto viva,
mi mejor amigo también vivirá. Se puede decir que la existencialidad me ganó en
el estómago como un dolor necesario para disfrutar más de la vida y lo que ella
me ofrece.




                                                                                29
Jorge Luis Borges
  Alejandro Mouriño
NUBES
(Paráfrasis del poema de JLB, con igual rima)


Ni ríos, ni llanuras, ni montañas
son dueños de la luz y de las sombras
que dibujan las nubes. Asombran
sin cesar, cotidianas y extrañas.

Obsequios de los cielos, cada día
navegan con imposibles alardes
y en el más oscuro ocaso, arden,
como esta pasión del alma mía.

Tienen amos las nubes: aventura
y azar. Un poeta las necesita
cada hora para su obra escrita

que no cesa. ¿Es mía esta locura?
De todos: Lo que veo esta mañana
existirá siempre en mi ventana.


               Alejandro Mauriño
               (Noruega, 2011)




30
NUBES II

                               Por el aire andan plácidas montañas
                               o cordilleras trágicas de sombra
                               que oscurecen el día. Se las nombra
                               nubes. Sus formas suelen ser extrañas.

                               Shakespeare observó una. Parecía
                               un dragón. Esa nube de una tarde
                               en su palabra resplandece y arde
                               y la seguimos viendo todavía.

                               ¿Qué son las nubes? ¿Una arquitectura
                               del azar? Quizá Dios las necesita
                               para la ejecución de Su infinita

                               obra y son hilos de la trama oscura.
                               Quizá la nube sea no menos vana
                               que el hombre que la mira en la mañana.


                                                      Jorge Luis Borges
                                                      ("Los conjurados", 1985)




         La maestría de Borges se pone de manifiesto, una vez más, en este
soneto en donde describe algo tan insustancial como la nube. Las metáforas son
de una gran belleza: "plácidas montañas", "cordilleras trágicas de sombra",
"arquitectura del azar", "hilos de la trama oscura"... Evoca un texto de
Shakespeare y dice que "esa nube de una tarde en su palabra resplandece y arde
y la seguimos viendo todavía". JLB fue un convencido agnóstico, quizás aún
más, ateo, pero con gran ironía y profunda duda, menciona a Dios. El poema está
inserto en su último libro, "Los conjurados", y el remate magistral
probablemente alude a su propio fin: "tal vez la nube sea no menos vana que el
hombre que la mira en la mañana".
         Allá por 1948, gracias a un 28 de junio y a mamá, nací. Una enfermedad
terminal me acosa desde aquella jornada: soy hincha de Racing. La mayor parte
de todos los libros que edité (unos 29) debería no existir. Asistí al patético fracaso
del marxismo, aunque muchos aún no se han percatado. Sigo siendo
heterosexual, y hasta ayer, además, fui inmortal.


                                                                                  31
Jorge Luis Borges
  Rubén Vedovaldi
YO Y EL OTRO

         Al otro, a Vedovaldi, es a quien le trabaja el nombre o su eco. Yo
camino por la vieja casa, voy al fondo del lote y me doy a ver cómo crece
el lapacho rosado que me regalaron como bonsái y puse en libertad en la
tierra. De Vedovaldi tengo noticias por el correo, por Internet, por
teléfono, y leo sus versos publicados en tal libro, en tal periódico, en tal
otra revista.
         Me gustan las tetitas de las quinceañeras en flor, las piernas de las
locas perdidas, el cine de Polansky, las canciones de los Beatles, Pink
Floyd y Almendra, el olor de una tira de asado en la parrilla, y la voces de
Gelman, Diana Bellesi y Galeano; el otro comparte o no comparte esas
preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de
un actor. Nuestra relación no es hostil, yo sobrevivo para que él pueda
estrofar su obra más o menos literaria y eso más o menos me justifica.
         Ha logrado ciertas páginas más o menos válidas, entre montañas
de hojarasca prescindible, pero esas líneas, arañazos de gato en la niebla,
no me pueden salvar, quizás porque lo aprobado ya no es de nadie, ni
siquiera del otro, sino del lenguaje y del siglo. Yo estoy destinado a
perderme, y sólo algún instante de mí podrá trascender en el otro. Poco a
poco voy cediéndole todo, aunque me consta su viciada costumbre de
extrañarse en la lengua y el habla.
         Heráclito entendió que todo cambia; la piedra antes no era piedra
y después dejará de ser piedra; el río antes no era río y, si el planeta se
calcina, dejará de ser río.
         Yo he de quedar en Vedovaldi, no en mí (si es que alguien soy),
aunque me reconozca menos en sus borradores eternos que en los libros
de otras y otros o que en un solo salvaje de saxo.
         Traté de correrme de él, y pasé del delirio surrealista a la
búsqueda de una síntesis, al ejercicio del estrato fónico y del significante,
pero esos ejercicios y piruetas de estilo son de Vedovaldi ahora y tendré
que idear otras para mí, para el estilo de mi muerte.
         Todo lo pierdo en los basurales del mercado. Todo es del olvido,
de la AFIP, o del otro.
         Uno siembra y canta en el desierto radioactivo, el otro recoge
placer y dolor del cuerpo; desaciertos, desconciertos, melancolías y
malentendidos. ¿Cuál de los dos está más solo, más lejos?




32
BORGES Y YO

          Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por
Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco
de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y
veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico.
Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII,
las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte
esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en
atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es
hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su
literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha
logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar,
quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del
lenguaje o de la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme,
definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro.
Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa
costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas
quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el
tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy),
pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el
laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de liberarme de él y
pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo
infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras
cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del
otro.
          No sé cuál de los dos escribe esta página.

       Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899 - Ginebra, 1986). El
Hacedor, 1960.




                                                                         33
BORGES Y YO es un magistral juego del doble extrañado. Un
milagro horroroso. La conciencia del desdoblamiento que la escritura como
ejercicio de ficción hace entre el hombre o ciudadano y el personaje-autor creado
como imagen para los lectores. El final parece abolir la línea que debería separar
al uno del otro cuando dice "No sé cuál de los dos escribe esta página." Todo
artista crea o actúa, como un ventrílocuo, un otro para el público. Pero Borges va
más allá; aprovecha ese personaje-autor para poder hablar de sí como de otro y de
su obra también como ajena. No sé si llamar reescritura a mi intento, porque
Borges me ganó, siento que no he podido salir de su juego-laberinto estilístico
hacia una escena propia.
           Rubén Vedovaldi publicó: CULTURICIDIO EN ARGENTINIEBLA
y PROBLEMAS PARA QUEDAR MAL CON DIOS Y CON EL DIABLO
–poemas- Ediciones “NO MUERDEN” Rosario, 1991
           LAUREL DE FUEGO & BOCA DE TORMENTA –aforismos y
poemas, año 2008 Ediciones EN LA CLARIDAD DE LA NOCHE Ciudad
Autónoma Bs. As.
           Escritos suyos figuran en revistas y antologías nacionales y extranjeras.
Difunde su obra por lecturas públicas, radio e internet Colabora en
CONTRATAPAS de Rosario/12. "Su inconformismo -dijo Horacio Castillo- es
la mejor prueba de su conciencia estética."




34
Charles Bukowski
                                                  Fernando Acosta
DOPPELGANGER
(inspirado, en parte, en Bukowski)

1
es necesario empezar un diario: bahía, julio 2008. esa fecha parece el
futuro pero todo sigue tan igual como siempre. Anoche he bebido hasta el
hartazgo y en el bamboleo de la borrachera me rompí la cabeza contra un
adoquín. Un muchacho me levantó, me llevó a su departamento, me
limpió la herida de la cabeza mientras miraba sus libros, editoriales
conocidas, autores que conocía pero que no leeré nunca. Cómo te llamas
le pregunté y me dijo Fernando, qué nombre de mierda le dije y se rió.
Desapareció por un instante y se volvió con una bata roja de seda, su
cuerpo era esbelto y tenía una erección que se marcaba en la bata. Sin
decir mucho me invitó una botella de vino que estaba hasta la mitad,
cuando la levanté sobre mi boca se apresuró a desprenderme el pantalón y
a chupármela, no aguanté la risa y escupí el vino mientras el muchacho
seguía en lo suyo, esta historia es conocida le dije y me mostró la
dentadura con mi miembro rígido separándola. Le apreté la cabeza hacia
adentro en el final y luego le di una soberana golpiza hasta destrozarme
las manos en su cara simétricamente perfecta. Con la botella un poco
cargada y el miembro aún afuera, miré su cuerpo inconsciente tendido
sobre las baldosas blancas, su sangre ganaba espacio lentamente o era su
bata que se iba derritiendo, no estoy muy seguro, pero lo que si le dije: yo
también soy un ladrón de bukowski, di la vuelta y me fui dando tragos,
chocando las paredes de lado a lado por el largo pasillo




                                                                         35
2
No me viste cuando entraste al bar, estabas hermosa y sola y pediste un
blenders con la naturalidad de los conocedores. Sin hielo por favor, como
los que saben. Afuera llovía y pensé que no ibas a dormir sola esa noche.
Sacaste un cigarro delicado, fino y lo sostuviste apagado entre los dedos
esperando a que se acercara alguien a encenderlo.
Ella se te acercó suavemente, como el desliz de una sombra, te dio fuego
con esa sonrisa de costado y me di cuenta de que no dormirías sola. No
me viste. Ella sí me miraba mientras te decía algo, simpatías, halagos,
embrujos, mientras tomaban del mismo vaso. Tiraron un billete de 10
cada una y salieron como si no lloviera, riéndose de todo y de todos.
Seguro te habrá besado, te habrá chupado, te habrá lamido con fuerza
mientras te tapaba la boca y después mientras fumaban en la cama, esa
que compramos juntos, te habrá preguntado por mí para que le dijeras
que ya me habías olvidado o que era un pésimo amante y luego te dieras
vuelta para que te abrazara de atrás y con el sonido fino de sus
respiraciones se durmieran mientras la lluvia seguía golpeando las
ventanas y yo en el bar mirándola caer, pensando en todo esto.




no creo que exista escritura literaria que no se relacione con otras, ni nada que
esté flotando solo en su burbuja, aislado de todo lo demás. Estamos procesando
textos todo el tiempo porque estamos leyendo todo el tiempo, y a esas lecturas
las devolvemos con los colores particulares que les da nuestro prisma, caso
contrario a este sería cortarpegar un texto de otro y firmarlo caraduramente con
nombre propio - pequeña anécdota al respecto de esto último: en un taller
literario un joven recitó este supuesto poema de su autoría: me llamo barro
aunque Rolando me llame* - pero sin intención de caer en algo semejante y
teniendo conciencia de que somos parte de un mundo mucho mayor de escritos
literarios de los cuales nos valemos para formar nuestra propia personalidad
poética, escribimos "a la manera de..." y a veces sin darnos cuenta. Como dice
W. Cucurto en un epílogo de "La máquina de hacer paraguayitos": "yo no afano,
simplemente escribo “a la manera de"; aparte, ni el más genial creador podría
plagiar magistralmente como yo. si plagiamos al plagiario, saldrá algo
maravilloso, lo mismo que si plagiamos a un muerto, a un queso, pues no se lo
puede hacer peor, sólo nos queda ir mejorando". Yo he escrito a la manera de
Bolaño, de Bukowski, de Calveira y de Viel Temperley como a la manera de
tantos otros, y no sé a la manera de cuantos más voy a escribir... ya que me falta
tanto por leer todavía.

*el original de Miguel Hernández reza "me llamo barro aunque Miguel me
llame".

36
Li Tai Po
                                Tomás Watkins
Las mejores duplas de la hora

Palermo y el Guille, Batman y Sancho,
la trompeta y el saxo de estos que justo justo justo
y se merecen todo el oro,
yo y mi whiskey, Platero y yo
o sea la estela que forma la luna
cuando adopta un formato de amor o de silencio.

Mi whiskey, en tanto, deambula entre hielos.
Yo lo dejo; es como un perro mi whiskey,
como Jerry corriendo por la orilla
de un psico––trópico: mi whiskey y yo,
la barca, la luna y el río.

Pero el domingo no es bueno para el whiskey.
a la tarde se me asusta como en fiestas
de petardos y lechón y gente fría. Jerry,
¡vuelva, hijo mío! No se asuste, le pongo la tele,
vamos, mi guacho: hay perras en celo,
suba a la mano.

Ignore al afuera.

¡Déjeme un hielo…!




                                                     37
Mientras bebo, solo, a la luz de la luna

Un vaso de vino entre las flores:
bebo solo, sin amigo que me acompañe.
Levanto el vaso e invito a la luna:
con ella y con mi sombra seremos tres.
Pero la luna no acostumbra beber vino,
y mi perezosa sombra sólo sabe seguirme.
Festejemos, con mi amiga luna y mi sombra esclava,
mientras aún es primavera.
En las canciones que entono vibran rayos lunares;
en la danza que ensayo mi sombra se aferra y deshace.
Los tres juntos, antes de beber, holgábamos;
ahora, ebrios, cada cual va por su lado.
¡Regocijémonos muchas horas todavía,
en nuestro extraño festín inanimado,
para encontrarnos al fin en el Río de las Nubes!

                                                 Li Po




         Imposible reescribir el poema. Apenas adjunto uno propio para
acompañar pero que, en el fondo, no es más que una sombra ebria: al final se
perderá.
         La elección de Li Po: este poema ––junto con otros del gran poeta
chino–– formaba parte del espectáculo de Celebriedades, el grupo que integré
hace años con el que viajé por la Patagonia y por el sur de Chile. Si resulta
maravilloso lo que podemos apreciar del texto en nuestro idioma, lo que debe ser
contemplar el original, ¿no?
         La idea de mi poema surgió en un ENIE, no recuerdo bien en cuál.
Durante una de las buenas charlas que tuvimos en cualquier bar, yo dije que “el
whisky me chupa los hielos”. Nos reímos de la imagen. Yo volví a Neuquén
pensando en hacer algo con ello. Puse “whiskey” porque era eso lo que bebía
cuando escribí: irlandés.
         Tomás Watkins (Neuquén, 1978). Poeta peso completo (lechuga,
tomate, huevo, jamón). Le mordisqueó la oreja a Tyson con intenciones
románticas. Perdió. A veces, cuando habla, escribe bien. No logra escribir como
habla. Sus poemas fueron traducidos parcialmente al español.
tomaswatkins@yahoo.com.ar



38
Aledo Luis Meloni
                 Luis Argañarás
GLOSA II

Como una lección de historia,
 por experiencia diría
que lo vivido es memoria,
memoria y melancolía.
Fatigado de la noria
 de no pensar ni sentir,
procuro el día vivir
como una lección de historia.

Que la pena y la alegría,
como el triunfo y el fracaso,
son golondrinas de paso
por experiencia diría.

La más aguda oratoria,
la más elevada ciencia,
no opacan esta evidencia:
que lo vivido es memoria.

Y lo que deje o no el día,
lo que lleve o no el olvido,
todo ha de ser lo vivido,
memoria y melancolía.

                          Luis Argañarás




                                      39
GLOSA
Adondequiera que voy
la misma pena me espera:
pena de ser como soy
y no ser como quisiera.

Ayer y mañana y hoy
y con constancia de sombra,
una certeza me nombra
adondequiera que voy.

Melancólica y viajera
certeza de andar y andar
y de saber que al llegar
la misma pena me espera.

Y aunque me alegro y me doy
cantando por el camino,
palpita siempre en mi vino
pena de ser como soy.

Me libre tu primavera
de esta carga no querida,
de ir rodando por la vida
y no ser como quisiera.

           Aledo Luis Meloni


LAS COPLAS Y ALEDO LUIS MELONI
           Desde chico me gustaron las coplas. Las conocí con el condimento de la
oralidad. Después las he disfrutado leídas, como ésta de Jorge Calvetti: “Como
un animal voraz / la muerte me anda siguiendo. / Voy a entregarle mi cuerpo / y
voy a seguir viviendo.” O ésa que aparece en el Santos Vega de Rafael Obligado,
pero es anónima: “No me entierren en sagrado / donde una cruz me recuerde. /
Entiérrenme en campo verde / donde me pise el ganado.”
           Entre muchos poemas que me gustan, me gustan las coplas por su raíz
popular, su origen anónimo, su capacidad de síntesis, todo lo que puede expresar
en cuatro octosílabos. En general, me gustan las coplas de Meloni y siempre quise
hacer algo con algunas de ellas. Como estas glosas de un par de coplas suyas:
           Luis Edgardo Argañarás nació en Resistencia, Chaco en 1961. Es
Profesor en Letras, poeta, narrador, ensayista y dramaturgo. Miembro fundador
del taller literario Ananga Ranga. Publicó los poemarios “Rituales y Fantasmas”,
“Cuerpo en Pena” y “Hechicerías”. Entre sus obras de teatro se destacan “Alias
Matecocido”, “La Patria que nos parió” y “Estrella tan pequeña y tan azul”. Y la
novela “La extranjera” (2011).

40
Giuseppe Ungaretti
                                                     Darío Schvetz
SOY UNA CRIATURA

Como esta itá payé/ del Paraná/ tan caliente/tan suave/ tan mojada/ tan
vibrante/ tan totalmente exótica.

Como esta itá payé/ es mi sapucái/ que se escucha.

La vida se paga muriendo.

(Itá payé del guaraní= piedra embrujada)
(Sapucái del guaraní= gritar, clamar)




SOY UNA CRIATURA

Como esta piedra/ del S. Michele/ tan fría/ tan dura/ tan reseca/ tan
refractaria/ tan totalmente inanimada.

Como esta piedra/ es mi llanto/ que no se ve.

La muerte se paga viviendo.

                                 "La alegría" Giuseppe Ungaretti




                                                                        41
Giuseppe Ungaretti (1888-1970) Poeta italiano. Junto a los poetas
Eugenio Montale y Salvatore Quasimodo fue uno de los fundadores de la
"Escuela Hermética Italiana". Integro su grupo de "fans" desde que publiqué mi
primer libro de poesía (no creo que seamos muchos sus fans fuera de Italia y
tampoco creo que en la Italia de Berlusconi le den mucha bola). Estoy seguro que
si preguntás en la calle, por supuesto en Italia, te mirarán desorientados; con cara
de "¿Qué carajo me preguntás?" y pensarán si es un nuevo refuerzo del Inter de
Milán. Yo lo amo como poeta y siempre que releo sus poemas me deja tirado en
el ring, nocaut (knock-out) contra las cuerdas. Un abrazo.
           Darío Schvetz nació en Corrientes en 1957. Es Profesor en Letras.
Dirigió la Revista de Literatura “Proemio” (Premio Fondo Nacional de las
Artes) desde 1983 hasta 1987, y la Revista Cultural del Nordeste “Escritores sin
Fronteras”. Fue colaborador y columnista de diarios y revistas literarias de todo
el país. Y Presidió la S.A.D.E (Sociedad Argentina de Escritores-Corrientes). De
su vasta obra poética, se destacan “La basura” (2001), seleccionado por la
UNNE para su colección de autores regionales, “De héroes y mal paridos”
(2001), “El bar el andén” (2003) y “Laboratorio” (Inédito) con el que obtuvo el
1er Premio del Certamen Literario Anual 2007 de la Provincia de Corrientes.
Como narrador ha publicado: “La flauta mágica” y “Columnas desde el
subtrópico” (2006). Y tiene dos ensayos inéditos “Educación Argentina (terapia
intensiva) y “La novela en Corrientes” (Premio Certamen Literario Anual 2007
de la Provincia de Corrientes). En colaboración con Marily Morales Segovia,
Martín Alvarenga, José Gabriel Ceballos y Luis Llarens ecribió: “Cuentos
duros” (1996), “Nuevos cuentos duros” (1998) y “Los mejores cuentos duros”
(2005). “Hostal del Faro” (2010)




42
Charles Baudelaire
                   Nicolai Petelski
AL LECTOR

Como el oro de los tontos
encontramos en un cascote de hormigón
el brillo
de la estupidez humana
y a la vez se prende un cigarrillo
por cada día que pierde su cauce
y el hombre disfruta como un pirómano
ver quemarse la vida.
A sus pies desarma una prostituta
y un coro de hongos
espolvorea sus esporas
para deshacer
todo lo que hacemos a diario.
Las monedas no paran de rodar
de los super y el todo por dos pesos
se vomita una orgía de cosas inútiles
nos revolcamos en el vómito
y salimos empapados
para volver a meter los dedos de la plata
en la úvula del mercado.
El hombre inventa monstruos cotidianos
en una fábrica de libros
y leemos los cuentos todos los días
antes de ir a dormir
para zambullirnos en una película
que todavía no termina.




                                        43
Al lector

La necedad, el error, la codicia, el pecado
invaden nuestro espíritu y agotan nuestro cuerpo;
y alimentamos todos nuestros remordimientos
como alimentan los mendigos su miseria.
Los pecados son tercos, débil nuestro pesar;
nos hacemos pagar todas las confesiones,
y tornamos, alegres, al camino fangoso,
creyendo que un vil llanto borra todas las manchas.
Del mal en la molicie es Satán Trimegisto
quien largamente mece nuestro hechizado espíritu
y el metal opulento de nuestra voluntad
se evapora al influjo de tan sabio alquimista.
El diablo es quien nos mueve igual que a marionetas.
En lo más repugnante hallamos un imán;
descendemos un paso, cada día, al infierno,
sin horror, a través de tinieblas que hieden.
Y como un laberinto que devora y que besa
el seno maltratado de una hetaria decrépita,
hurtamos al pasar un goce clandestino
exprimiéndolo igual que una naranja seca.
Espeso, hormigueando cual un millón de helmintos,
hierven en nuestros cerebros un pueblo de Demonios
y cuando respiramos, baja a nuestros pulmones,
la Muerte, río invisible, entre sordos gemidos.
Si el estupro, el veneno, el puñal, el incendio,
no han realzado ya con sus amables trazos
el trivial cañamazo de un mísero destino
es porque nuestras almas no son bastante audaces.
Pero entre los chacales, las panteras, las perras,
los monos y escorpiones, los buitres, las serpientes,
y esos monstruos que ladran, rugen, gimen y reptan
en el infame circo de todos nuestros vicios.
Hay uno más horrible, más vil y más inmundo.
Aunque no manotea ni exhala grandes gritos
es capaz de trocar la tierra en un despojo
y en un solo bostezo se tragaría el mundo.
¡Es el tedio - empapado de involuntarias lágrimas
sueña en vagos cadalsos mientras fuma su opio.
Ya conoces lector al delicado monstruo,
-¡hipócrita lector - igual a mí -, mi hermano!

                         Charles Baudelaire, Las Flores del mal
44
Este poema lo leí cuando me regalaron Las flores del mal para mi
cumpleaños. Fue el primer libro que me regalaron. Me gusta mucho este poema y
la obra en general, porque significó una influencia muy grande en mis poemas.
Tardé mucho en leer el libro porque nunca había leído algo igual, al principio me
parecía muy tedioso pero a pesar de que en las traducciones se pierde gran
esencia de las poesías, creo que fue el click que cambió mi poesía, y es uno de los
pocos libros que me gusta releer.
         André Nicolai Petelski (Chaco, 1990) elaboró una vertiginosa
producción literaria. En 2005 publicó “Huellas, recuerdos e historias”, su primer
poemario. Lo siguieron: “Cronología” en 2007, “Moléculas” en 2009 y en el
mismo año “Entre sombras” (poemas y caligramas). Alquímico (2011). E-mail
nicopetelski@hotmail.com




                                                                               45
Nicanor Parra
 Jorge Dipré
CHILE
Anduve, con un poeta amigo
buscando
a lo largo de la carretera
desde el sureño puerto
y el sabor de los frutillares
enredado en las maderas
          de Osorno
navegando en ese río valdiviano
    el más largo lago de Chile
hundiendo la nariz en el paisaje
         de cerezas ofrecidas
anduve y anduvimos
Chile es una larga carretera, dijimos
metíamos el hocico en las librerías
y nos enojábamos con libreros
dónde están tus obras
      tus antiobras
      tus antiobras completas
         viejo Nicanor.
El mar, que en los bordes combate
     el agua dulce de los ríos,
estallaba en espuma picante
         los ojos ciegos
salvo para ver nadar pequeños cetáceos
desde la montura herrumbrada
de un viejo cañón español.
No queríamos sentirnos turistas
cámara colgando
comiendo porquerías
repartiendo limosna
      como cuando los turistas
        vienen a nuestro país
y como buenos chilenos
te buscamos en Chillán un día
hecho hoja en algún viñedo
más al centro
entre puesto y puesto
de mote con huesillo
con un continuo cerco de frambuesas
                  aún verdes
46
hacia esa negra ciudad de humo
del desierto que decís
que llamás Santiago de Chile.
Pensiones, Hoteles y Hoteles por hora,
Residenciales Estudiantiles, Ahumada,
manifestaciones en contra y a favor
de la guerra en el golfo,
la calle San Diego, por fin,
entre viejas ediciones del Quijote
(lectura obligatoria en el secundario)
y turistas, muchos turistas
     chorreantes de salchichas
más panzones que tus chilenos de más de cuarenta.
Ni un solo libro, señor
todos se han vendido ya
       se han vendido
       se han vendido.
Pensamos que como el cuervo aquel,
de cuyo amo miserable aprendió el estribillo,
repetía sin cesar como un treno funeral
       se han vendido
       se han vendido ya
Le ofrezco Cagliostro, del benemérito Huidobro
o una Obra Gruesa
me queda, en el depósito,
almacenado, para coleccionistas, sabe
igual que este Cervantes, pero no lo vendo
un español hace unas semanas, no más,
hace unas semanas
se llevó todo al tiro
libros y libros de Parra y Huidobro
no queda nada
salvo esta Obra Gruesa en almacén
pero no tan gruesa
no queda nada
sólo Neruda, Neruda, Neruda
por todos los ángulos.
Chile es una larga carretera
tapizada de libros de Neruda.
Neruda abunda, chorrea, inunda,
          empalaga, asquea.
Náuseas
      todos esos libros viejos

                                               47
son de Neruda
son de Neruda
     todos los nuevos libros
también lo son
     lo son.
Pero en el fondo del corredor
               Nicanor
una estrella me guiña
  como la pátina de una roca.
No todos los Pablos se llaman Neruda
                  en Chile
       No señor!
otro Pablo, un Pablo de piedra, golpea, y duro
azota como un vendaval
toda la poesía
de esa larga carretera
plagada de gasolineras
libros de Neruda
y ausencias presentes
         Nicanor.

Jorge Dipré, de “Parricidio”, siempre inédito.




48
CHILE

Llegan a los 40 con barriga
Andan a salivazos con el cielo
No reconocen méritos a nadie
Dicen estar enfermos y están sanos
Y lo peor de todo
dejan papeles sucios en el prado.

Nicanor Parra (extraído de Obra Gruesa, tercera edición, Editorial
Universitaria, Chile, 1973)




          En realidad, más que la reescritura de un poema, lo que tengo es todo
un libro que alterna con la poesía de un autor.
          Los poemas que conforman 'Parricidio', fueron escritos a fines de 1980
y principios de 1990, en un momento en que sentí la necesidad de despegarme
de, digamos, mi padre textual, o, al menos, del autor que más influencia ejerció
sobre mi escritura: Nicanor Parra. Una de las estrategias posibles era mimar los
procedimientos hasta convertirlos en otra cosa. Estos poemas, básicamente
discursivos, dialogan con la obra de Parra; citan, copian, despedazan. Quizá el
más conocido sea 'Chile', que soportó unas cuantas rondas de lecturas públicas y
otras tantas reproducciones en diversas revistas. Muchos se ilusionaron con la
idea de que el poema fuese un brulote contra Neruda. En realidad es un diario de
viaje que da cuenta del hallazgo de un libro, un objeto de esos que suelen
entusiasmar a todos aquellos que aman los libros: una edición rústica y de
proporciones descomunales de una antología de Pablo de Rokha, cuando
estuvimos en Chile con Jorge Yakoncick.




                                                                            49
Alejandra Pizarnik
Carlos Aldazábal Juárez
Divergencias

He conocido al monstruo.

Era gentil,
hablaba sobre el hombre,
sobre el sagaz ladrón,
sobre el perverso aliento de las hadas.

He desafiado al monstruo.

Ahora me mastica cortésmente
y descuartiza al que fui
en épocas remotas,
en el minuto previo al desafío.

Escucho que murmura:
        "He pronunciado al hombre,
         todavía no me atrevo a digerirlo
             o a darle la revancha
           de la brutalidad inmensa
              de lo oscuro".

Escucho que se burla:
        "He pronunciado al hombre.
         Todavía no me atrevo a conocerlo".




50
14
                                   El poema que no digo,
                                   el que no merezco.
                                   Miedo de ser dos
                                   camino del espejo:
                                   alguien en mí dormido
                                   me come y me bebe.

                                    Alejandra Pizarnik, de Árbol de Diana.




           Yo había llegado hacía muy poco a Buenos Aires (tenía veinte años), y
la lectura de Pizarnik me había quitado el aliento. El resultado fue esta relectura a
la que titulé “Divergencias”. El poema se publicó en mi primer libro, La soberbia
del monje, que se editó en 1996 gracias a un subsidio de la Fundación Antorchas:
           Carlos J. Aldazábal (Salta, 1974). Ha publicado los libros de poesía
La soberbia del monje (1996), Por qué queremos ser Quevedo (1999), Nadie
enduela su voz como plegaria (2003), El caserío (2007), Heredarás la tierra
(2007) y El banco está cerrado (2010). Entre otros, obtuvo el Primer Premio del
Concurso "Identidad, de las huellas a la palabra", organizado por Abuelas de
Plaza de Mayo. Es cofundador del proyecto editorial el suri porfiado
(www.elsuriporfiado.blogspot.com) y de la revista de poesía La costurerita
(www.la-costurerita.com.ar). Coordina el Espacio Literario Juan L. Ortiz del
Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, en la ciudad de Buenos Aires
(www.centrocultural.coop).




                                                                                 51
Alejandra Pizarnik
     Eliana Drajer
S/T
Sangre camina con Hijo por la estación
Las valijas al barco
y en el banco nada que inventar

Hijo cantó anoche Oíd mortales en el jardín
Despide a pajarito verde
y los pocos amigos resisten

Sangre carga condena
agua
y una pregunta.


13
explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome

                     Alejandra Pizarnik


         No reescribí el poema de Alejandra. Es absurdo hacerlo. También fue
ilusorio elegir otra poesía. Mis primeras lecturas consientes partieron de sus
libros. Así como después mis textos tuvieron que enfrentarse y despegarse de su
poética. Busqué una cajita frágil pero urgente, guarde la existencia, cerré los ojos
y me senté a escribir. Es mi homenaje aunque ya lo hice en
“Muñequitachocadora”.
         Nací en la isla de San Martín, Mendoza en 1979. Tuve la mejor niñez
que alguien puede soñar. Después comí, crecí, fracasé, dormí, escribí, fui feliz y
soñé. Soy profesora y licenciada en Comunicación Social (UNCuyo). Algunos
de mis textos han sido seleccionados desde 2004 para integrar diversas
antologías de Argentina, México y España, además de ser salir premiada alguna
que otra vez en concursos. Trabajé como periodista en medios gráficos y
electrónicos de Mendoza y en prensa institucional. Participé en el grupo de
poetas mendocinos “Carne Fresca” y “Faltan 2” y actualmente me reúno a
“moler” palabras con La Moledora de Carne. Formo parte de la Red Nacional
Itinerante de Escritores. En el verano español de 2008 residí en el Instituto Rural
de Artes de Casas del Cerro (España) gracias a una beca concedida por la
UNESCO para corregir mi primer libro y armar nuevos poemas y relatos. Fui
becaria del Fondo Nacional de las Artes para capacitarme en poesía con Alicia
Genovese. “Muñequitachocadora” es mi primer libro (Buenos Aires, El Suri
Porfiado, 2009) que fue seleccionado y subsidiado por el Fondo Provincial de la
Cultura de Mendoza. Actualmente ejerzo la docencia en nivel secundario.

52
Alejandra Pizarnik
                                                   Mariana Rinesi
La única herida
es ésta, este corazón presto al zarpazo y la melancolía. Solo.
Como si me hubiese caído de algún lado y conservase los magullones
encarnados por dentro y mirase hacia el cielo y el hogar estuviese ahí
de todos modos
y no hubiese aviones, ni catapultas,
ni vos ni ningún otro
respiro fácil y suficiente
entre tanto polvo lento que se acumula.


La única herida
De vuelta de mí, sólo postales de lugares lejanos donde nunca he
estado.
Camino y desando. Sopeso los pros y los contras de este tour
en vuelo clase turista, con azafatas que indican qué hacer
/en caso de accidente
Y un horizonte de nucas que duermen
 / hasta la próxima parada.


La única herida
abierta
ese rasguño por donde se abre el horizonte
y se amarran estos ojos
hasta que lágrimas y mar podrían ser la misma cosa
(como si no lo hubiesen sido).


La única herida
Llevo el llanto solo, como una maleta de ruedas rotas
al aeropuerto de no sé donde, en que ningún vuelo me está esperando.

Aguardo que llamen a abordar.

Prejuzgo el valor del cielo en el sabor tierno de sus pájaros caídos.




                                                                        53
La única herida
cicatrizó hace tiempo: conservando bisturíes, fórceps y pinzas
olvidadas,
de esas que pinchan por todos lados.
Tenaz aguarda el tiempo de abrirse en flor y brotar en amapolas,
el tiempo de ser alguna otra cosa:
algo parecido a la transmutación de la herrumbre en polen.

Sí, así de sencillo.

                                             Mariana Rinesi




La única herida

¿Qué bestia caída de pasmo
se arrastra por mi sangre
y quiere salvarse?

He aquí lo difícil:
Caminar por las calles
y señalar el cielo o la tierra

Alejandra Pizarnik




54
Mi poema preferido sería un rejunte de versos de muchos poemas, un
poco sin ton ni son y un tanto aberrante; pero en el apure de decidirme por uno,
elijo este poema de Pizarnik: me gusta la idea de encontrar en el fondo la bestia
que nos habita por dentro, que somos nosotros y que quiere salvarse. Conciso,
evocador, tocante. Sí, me gusta. No sé si es la única herida, pero es.
           Lo reescribiría (rescribiéndome, muchas veces, como lamiéndolo) así:
           Mariana Rinesi: 1981, Corrientes. Profesora en Letras. Abogada.
Integra “La Nueva Literatura Correntina” (N.L.C.) - grupo de escritores que
organizan encuentros culturales con el fin de contactar a los escritores del interior
de la provincia con las poéticas de la capital-. Publicó los siguientes libros de
poesía: El Mondongo Ataráxico I (palabras desde el interior de mi mondongo),
publicado junto a Nicolás A. Quaranta, Ramiro A. Gauna y Alejandro E.
Zvedeñiuk, 2001. El Mondongo Ataráxico II (digestivos para el alma),
publicado junto a Nicolás A. Quaranta y Ramiro A. Gauna, 2003. De cuerpo(s) y
alma(s), exposición fotopoética itinerante, junto a Matías Benítez Medina, 2005.
El ombligo de Eva, 2008. 5:25 (2011).Y el libro de cuentos Lapsus Linguae,
publicado junto a Kevin Oviedo y María Eugenia Melzner, 2008. Participó en las
siguientes antologías: Ida y Vuelta, antología de la poesía actual de Chaco y
Corrientes, y Nuestrario de la Nueva Literatura Correntina, 2007.




                                                                                 55
César Vallejo
Silvia Castro
Pedros*

 Un obrero murió y otros cinco resultaron heridos luego de caerse los
      andamios de la obra en construcción de un supermercado, en el
 barrio porteño de Mataderos, mientras otro albañil falleció tras caer
    de un piso 16 en el Abasto. No son casos aislados, el martes de la
    semana pasada un tercer trabajador, Romualdo Lasarte, se había
   matado tras caer desde un puente-grúa, ubicado a ocho metros de
    altura dentro del antiguo mercado del Abasto, que actualmente es
                                                          remodelado.
                                 Diario Hoy. La Plata, 29/7/ 1998 **

            ¿Querés que te diga la verdad? ¿Cuál es el gran enemigo?
        Es González Tuñon; los albañiles que se caen de los andamios,
      toda esa sanata, la cosa llorona, bolche, quejosa, de lamentarse.
                         Osvaldo Lamborghini. Lecturas críticas.1980


dan
de alta en el cielo
a la cabecera de su aire escrito

dan gritos cas/
                  coces amarillas
dan
donde le buele al buitre no dan abas/
                  trepanan al hambre
               pan
             pan
         y no le dan
en las entrañas le piden
cascos cascos cas/
                     coces al sol que buele
                                              /migo quién duele
migas al sol migas de hombre hor/
                                    migas cabecitas
hormigón al pie de un dedo grande
piedra cal hierro y porlan pie
que pierde pide al aire pul/
                              moneda grande al aire grande

56
sólo un dedo y
una coz la voz de balde capataz y nombre

Osvaldo
                 y nombre
buitre
                 y nombre
ARTe
                 y más nombre
Pedro
                 y sus dos /muerden
                                     pedros de habas tomar
                                 y mal abasto van
                         habas abajo

oyéndonos contar
los Pedros cuatro Pedros diarios que baja La Gran Obra
a cal y can/
tocamos la can
                 /tidad Su Cantidad
como estatuas de cal por el pacto
es aún
por el plato
es un plato la cantidad de Padre de pedros a comer
por niños proletarios dados a la doma sin cuchara
sin dedos de pasar el pan

no cabe duda no quepen amuchados
como palos
han colgado en su madero
el palo palo palito palo
                          /brero la pala la
                 pala lá /upa la sombra al aire
al sol que quema el asfalto aquí cos/
                          quillas del hierro que te pi/
                          caliente por el sol que se saca se
rasca lo que pi/
                 can pican los andamios
se sacuden como piojos que viste
/cómo caen como moscas
                          como árboles



                                                               57
migas de sombra
migas pasan con temor
no tengan miedo no y no
                               se alejen
                                           más
                                                 del cielo




Pedro Rojas

Solía escribir con su dedo grande en el aire:
“¡Viban los compañeros! Pedro Rojas”,
de Miranda del Ebro, padre y hombre,
marido y hombre, ferroviario y hombre,
padre y más hombre, Pedro y sus dos muertes.
Papel de viento, lo han matado: ¡pasa!
Pluma de carne, lo han matado: ¡pasa!
“¡Abisa a todos compañeros pronto!”

Palo en el que han colgado su madero,
lo han matado;
¡lo han matado al pie de su dedo grande!
¡Han matado, a la vez, a Pedro, a Rojas!
¡Viban los compañeros
a la cabecera de su aire escrito!
¡Viban con esta b del buitre en las entrañas
de Pedro y de Rojas, del héroe y del mártir!

Registrándole, muerto, sorprendiéronle
en su cuerpo un gran cuerpo,
para el alma del mundo,
y en la chaqueta una cuchara muerta.
Pedro también solía comer
entre las criaturas de su carne, asear, pintar
la mesa y vivir dulcemente
en representación de todo el mundo.
Y esta cuchara anduvo en su chaqueta,
despierto o bien cuando dormía, siempre,
cuchara muerta viva, ella y sus símbolos.
58
¡Abisa a todos compañeros pronto!
       ¡Viban los compañeros al pie de esta cuchara para siempre!
       Lo han matado, obligándole a morir
       a Pedro, a Rojas, al obrero, al hombre, a aquél
       que nació muy niñín, mirando al cielo,
       y que luego creció, se puso rojo
       y luchó con sus células, sus nos,
       sus todavías, sus hambres, sus pedazos.
       Lo han matado suavemente
       entre el cabello de su mujer, la Juana Vásquez,
       a la hora del fuego, al año del balazo
       y cuando andaba cerca ya de todo.
       Pedro Rojas, así, después de muerto,
       se levantó, besó su catafalco ensangrentado,
       lloró por España.
       y volvió a escribir con el dedo en el aire:
       ”¡Viban los compañeros! Pedro Rojas”.

       Su cadáver estaba lleno de mundo.

       César Vallejo del libro “España, aparta de mí este cáliz”, 1939.




Los obreros caen por el andamio, dicen los diarios, sea cual fuere la fecha de
edición. Aquí aparece una referencia del año 1998, a algunos de los tantos
muertos que tuvo como precio el reciclado del Mercado del Abasto de la ciudad
de Buenos Aires. Los acápites del poema dan pistas acerca de su construcción.
Un poeta argentino, Osvaldo Lamborghini, se refiere peyorativamente a la
tradición de poetas de andamio, como R. González Tuñón. Pedros aparece como
una respuesta a este juicio, convocando al Pedro Rojas de César Vallejo y al
célebre tema Mañana en el Abasto de Luca Prodan.
Silvia Castro. (Río Negro, 1968) Patagónica, reside en Bs As desde 1993.
Como fotógrafa, editó los libros Anagramas, Sphera, Pehuén, Abra, Sin
párpados, La soga de la ropa, y Dulce Aldea/Copahue. Su serie Instrumentos de
viento ilustra el libro Trenes de Alberto Muñoz. Como bibliotecaria editó Léale
sus derechos, la fotonovela Amor en Lezama, y el CD Poemas y Canciones de
Federico García Lorca. Integró el grupo Tura de Tex de poesía, con el que
publicó las plaquetas Tura y Nos. Como performer presentó Los textos del Río,
La Mujer de Shakespeare, y otros trabajos poéticos. En 2006 publicó el libro de
poesía La Selva Fría. Integra el consejo de redacción de las revistas El Camarote
y La Costurerita. Coordina ciclos literarios en el Centro Cultural de la
Cooperación de Buenos Aires.


                                                                              59
Martín Vallejo
 César
       Pucheta
SUPERGESIA

Pero yo nací una tarde
que Dios estuvo en joda,
y salían
como estrellas
re mimosas
bolaceras
las Palabras
¡virgen jesusita,
supernova
mamarracha!

El Verbo en el principio
se tentaba, andaba loco.
El Logo' sacachispa
a ras del tiempo,
ras de luz.
El Logo' feroz.

Y si Dios decía luz
salía una chancho,
Y si Dios decía sombra
un chancho capuchón.
Una tarde
que se moría de risa.

Ya saben los gurises
el solar haraganeo
de mi cuerpo a punto pastito,
que ese clínamen mamengo
me deja sobre el elan más bebé.

Pero no tal vez-quizá
de los templos de este circo.
Que es el circo
en tren de templos
propulsor locomotora
y un payaso el maquinista
como Ariel lo dibujó:

60
un cruz en cada ojo.
O que un templo en el subsuelo
tiene un circo.
O que un templo se hace circo
de girar
en la nada
como un trompo.

Porque yo nací una tarde
que Dios estuvo en joda
y se llenaba su risa de culitos.
¡Qué guasada!

¡Y sí!
Hay un rayo
en mi aire gurisito
a raíz del corazón. Y siga
la corriente
el que toque mis flores:
jardín de un grito que canta.
Porque yo nací una tarde
que Dios era flor de vivo
que Dios se clavaba a sí mismo.

No te vayas... por favor
cirqueame un templo
templame un circo.
Porque yo nací una tarde
que Dios se tomó su vino
y se llenaba de risa su sangre.

Si sufro como todos yo no sé...
golpes como del orto de Dios,
que es culo y es alba,
una aurora que se llena de culitos.
Yo justo nací una tarde
que sangraba y se ría a la vez,
que le sangraba de risa la carne.

Dirán qué vivo, pero tocan
de oído, no oyen
que en mi verso cuchichea,
chinchudo chupetín de un muerto,

                                   61
viento
cargoso
y falluto
desenredado con el peine
de los sauces que serenan
la barranca
invisible de la Duda
en la Orilla del Silencio.

Todos dicen y no dicen
que la Luz es regalona
y la Sombra
un charco chirlito.

No dicen que el Misterio simpatiza,
que es el seno (teta y panza)
musical en que se intuye
el paso litoral y macanudo
de las lindas a las Lindas.

Yo nací un día
que Dios estaba alegre
suave.



pd:
Y moriré acá cerca
con lluvia de verano
una tarde que ya fue,

creo.




62
Espergesia

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hermano, escucha, escucha...
Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que mastico... y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de féretro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.

Todos saben... Y no saben
que la Luz es tísica,
y la Sombra gorda...
Y no saben que el misterio sintetiza...
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.


                                                63
Yo nací un día
     que Dios estuvo enfermo,
     grave.

                        César Vallejo




               Hay tres palabras que me impresionan mucho en tanto culo, cabeza
     y corazón. Magnetizan mi lengua formando campos o templos magnéticos más o
     menos alternos o continuos. Cada poema puede ser un rítmico campito gótico.
     Cristo, Virgen y Dios son palabras realmente impresionantes.
               Vallejo me cala hondo porque en la Gracia de su lenguaje yo me
     intensifico. Tal vez con el ritmo se crea el sutil filamento con los rulitos
     necesarios para no estallar, sino para que la lámpara se encienda.
               Alegría de lector y deseo de escribir. Alérgica liturgia. Siempre pienso
     en Vallejo como en un Aconcagua. No sé si mi alegría niega su tristeza mineral y
     demasiada humana quizá es una forma más vital de enlazarme a su dolor. Yo
     también fui a misa en fila india, pero jugaba al fútbol en las orillas y me
     trompeaba bajo las tribunas del Carnaval.
               Martín Pucheta (Gualeguaychú, 1981). Publicó las plaquetas
     Superbóreos (Zorra/poesía, 2009), Matota (El chancho armónico, 2009) y
     Sonajero de misterio: los tomuer, 2009, esta última junto a Nicolás Cambon,
     fruto de la Fiesta de los Muertos. Participó en las antologías Última poesía
     argentina (En Danza, 2008) y Felicidades también (18 poetas), 2005. Canta y
     compone en Leda Lid y Arboreal. También escribe canciones junto a Juan Pablo
     Pérez: “Psicodelia entrerriana”, “Estrellas de la lluvia”. Es padre de Ariel
     (Gchú., 2000), el autor de Poemas de Dito Paz. Su blog es:
     www.superjardin.blogspot.com.




64
Sylvia Plath
                                         Alelí Jait
                                         (a Dafne)
                     la casa en ruinas

salva lo que puede
como cualquier ama de casa
siempre hija
secuela
fuera de ella la calamidad
o prestada su estancia
le vuelve la espalda

como fuego mueve
la tapia
su esqueleto inventario
de carnaza y pira
                  hogar
es ceniza



SECUELA

Impulsados por el imán de la calamidad
merodean y miran como si la casa
quemada fuera de ellos, o como si pensaran
que en cualquier momento algún escándalo pudiera
escurrirse
de un armario asfixiado por el humo;
ni muertes ni heridas prodigiosas
sacian a estos cazadores de la vieja carnaza,
de rastro de sangre de tragedia austera.

Madre Medea con su túnica verde
se mueve humilde como cualquier ama de casa por
sus estancias en ruinas, haciendo el inventario
de zapatos calcinados, de tapicería empapada:
privada de la pira y la tortura,
la multitud le sorbe la última lágrima y le vuelve la
espalda.

                                         Sylvia Plath
                                                     65
Este poema lo elegí casi al azar. Y funcionó como una reescritura de un suceso
     ocurrido en la casa de Dafne, amiga mía. Sylvia Plath, entonces, actuó como el
     disparador de la escena de incendio que, a su vez, reescribí. Al principio pensé en
     llamarlo Raymundo, por su gato gris, resto de todo lo que sobrevive y acompaña
     con astucia y sapiencia a los que salen del fuego.
     Soy Alelí Jait, Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) y estoy
     finalizando mi tesis de maestría en relación a la revista de poesía XUL. Mi línea
     de investigación es sobre poéticas tecnológicas, poesía visual y experimental
     argentina. Fui miembro de El Perseguidor. Revista de letras; y de Lamás Médula.
     Formo parte del Colectivo Ludion.




66
Georg Trakl
                                 Gabriela Bejerman
Dos caballos negros

¿Oyes el grito?
(susurran dos caballos)
¿Oyes la noche?
(murciélagos susurran)

¡Magnífico! degustar el vino rojo
¡Magnífico! a través del atardecer
¿Bebes? La copa de rocío
¿Bebes? El gusto de la noche

¿Oyes ahora? Campanas por el prado,
tabernas del camino.
Hora tras hora ves las sombras tambalearse
cerca del bosque, del arce crepuscular.
Susurran al caminante: ¿Gustas?

Ya saltan a través del ramaje
Por la cara gotea rocío
Y se escapan más lejos…

¡Dadle nueces, dadle vino!




Al anochecer mi corazón

Al anochecer se oye el grito de los murciélagos.
Dos caballos negros saltan por el prado.
Susurra el arce rojo.
Ante el caminante aparece la pequeña taberna del camino.
Magnífico gustar el vino nuevo y nueces.
Magnífico: tambalearse borracho en el bosque crepuscular.
A través del ramaje negro suenan campanas lastimeras.
Sobre la cara gotea rocío.

                                             Georg Trakl

                                                           67
Como trabajo dando talleres de escritura, he dado muchísimas
consignas relativas a la reescritura. Siempre me sorprendo de lo buenos que
salen los poemas que reversionan otros y esta vez me tocó hacerlo a mí. Las
palabras ya están escritas y de alguna manera toda escritura es una reescritura,
todo poema es una combinatoria de elementos que ya estaban ahí.
         Disfruto mucho de Georg Trakl, del que me enamoré cuando lo conocí
a través de su poesía. Me gusta cómo arma los versos, que son unidades,
oraciones, donde posiciona elementos muy precisos que pintan una escena en
donde uno entra, como un caminante un poco ebrio al atardecer, fascinado y
perdido entre la melancolía y el placer.
         Gabriela Bejerman publicó libros de poesía Alga (Siesta), Crin
(Belleza y Felicidad, 2001), Pendejo (Eloísa Cartonera, 2002), Ubre (Eloísa
cartonera, 2009). Novelas: Presente perfecto (Interzona, 2004) y Linaje
(Mansalva, 2010). Además, forma parte de numerosas antologías.




68
Gastón Gelman
                                    Juan
                                          Sibilla
Lluvia

Ahora el cielo se muestra gris,
en realidad el cielo se muestra siempre,
sólo que no siempre lo vemos.
El cielo se muestra y se hace escuchar,
como ahora que está gris y gritando truenos,
en unos instantes va a llover.
Me gusta la lluvia
y no entiendo a quienes no les gusta.

Ya comenzó.
La lluvia cae y me gusta mirarla,
escucharla y sentirla,
la lluvia es como algunas personas,
que hay que saber mirar,
escuchar y sentir.

A veces creo que la lluvia toma forma humana,
forma de mujer,
y llega trayendo su magia,
sus sonidos, su compañía, sus conversaciones.
Nunca estás solo cuando llega ella,
la lluvia siempre cuenta algo y también te deja contar.

Semanas atrás vino la lluvia vestida de mujer,
trajo su magia, contó sobre su vida
y me dejó contar sobre la mía,
vino y se fue como hace siempre la lluvia,
sin ser esperada, sin saber cuándo se va a ir,
hoy quizás vuelva, aunque claro no lo sé.
Con ella, con la lluvia, nunca se sabe.




                                                    69
Lluvia
Hoy llueve mucho, mucho,
y pareciera que están lavando el mundo.
mi vecino de al lado mira la lluvia
y piensa escribir una carta de amor/
una carta a la mujer que vive con él
y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él
y se parece a su sombra/
mi vecino nunca le dice palabras de amor a la mujer/
entra a la casa por la ventana y no por la puerta/
por una puerta se entra a muchos sitios/
al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
a todos los edificios del mundo/
pero no al mundo/
ni a una mujer/ni al alma/
es decir/a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así/
como hoy/que llueve mucho/
y me cuesta escribir la palabra amor/
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra
cosa/
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran/
y cuándo/y cómo/
pero el alma qué puede explicar/
por eso mi vecino tiene tormentas en la boca/
palabras que naufragan/
palabras que no saben que hay sol porque nacen y
mueren la misma noche en que amó/
y dejan cartas en el pensamiento que él nunca
escribirá/
como el silencio que hay entre dos rosas/
o como yo/que escribo palabras para volver
a mi vecino que mira la lluvia/
a la lluvia/
a mi corazón desterrado/

                                  Juan Gelman

         Hay un poema de Juan Gelman que me gusta mucho, que tiene
sencillez en algunas palabras que elije pero a la vez profundidad como: “porque
el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa”, también me gusta la lluvia
y bueno por eso elijo este poema.
         Me llamo Gastón Sibilla, nací en Barranqueras un 9 de abril (como
Baudelaire, pero es la única coincidencia que tengo con él) de 1980, publiqué
algunos textos en Sr. Alelí (tengo mucho afecto por esa gran revista), y
frecuentemente lo hago en www.elduendedelpatio.blogspot.com
70
Claudia Glück
                                                      Louise
                                                             Masin
La chispa

algo terrible está ocurriendo -mi amor
se está muriendo nuevamente, mi amor que ya murió:
murió y ya lo lloré. Y continúa la música,
la música de la separación: los árboles
se vuelven instrumentos.
                                      Louise Glück

Ya lo lloré, decía, tenía que llorar porque no hay palabra así, no hay.
Cuando yo buscaba esa, la perfecta, capaz de hacer
resucitar los muertos, venía el viento y no dejaba nada en pie.
No hay modo de remediar en el pensamiento ni en el corazón
lo que ocurre en el mundo, te lo dice cada una
de las hierbas del romero, alzando sus ramitas orgullosas
en su época de esplendor, las mismas que van a quebrarse, míseras,
maltratadas por el sol al poco tiempo. Quizás no importa nada
advertir cualquier belleza, quizás importaría
si esa atención puesta por un momento sobre ella
pudiera salvarla. Pero el deterioro es la fuente,
el agua de la que todos bebemos: amantes, animales, raíces,
el caracol dormido al que la marea le arrebata el caparazón
en la tormenta. Si amor es lo que nunca se deteriora,
lo que se entierra y vuelve, deberá ser ahí donde busquemos,
no en los rituales conocidos del grito
y el lamento, sino en ese silencio previo al sonido humilde
con que se prende un tronco de madera tocado por una chispa,
e inicia el fuego que responde al encuentro de dos fuerzas, es decir,
a la atracción indestructible de las partículas del universo
las unas por las otras, nosotros mismos perdidos entre ellas.




                                                                          71
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf
Palimpsesto interior en pdf

Mais conteúdo relacionado

Mais procurados

Taller de cuento escuela del maestro (1)
Taller de cuento escuela del maestro (1)Taller de cuento escuela del maestro (1)
Taller de cuento escuela del maestro (1)Sofía Díaz B.
 
Intertextualidad curso tic 2010
Intertextualidad curso tic 2010Intertextualidad curso tic 2010
Intertextualidad curso tic 20108misspati
 
LAS HADAS (1953) María Luisa Gefaell
LAS HADAS (1953) María Luisa GefaellLAS HADAS (1953) María Luisa Gefaell
LAS HADAS (1953) María Luisa GefaellJulioPollinoTamayo
 
Queridos monstruos
Queridos monstruosQueridos monstruos
Queridos monstruosCura - Kuens
 
LA SONRISA Y LA HORMIGA (1962) María Jesús Echevarría
LA SONRISA Y LA HORMIGA (1962) María Jesús EchevarríaLA SONRISA Y LA HORMIGA (1962) María Jesús Echevarría
LA SONRISA Y LA HORMIGA (1962) María Jesús EchevarríaJulioPollinoTamayo
 
Boletin novidades de literatura de outubro de 2017
Boletin novidades de literatura de outubro de 2017Boletin novidades de literatura de outubro de 2017
Boletin novidades de literatura de outubro de 2017Bibliotecadicoruna
 
EQUIPAJE DE ARENA (1962) Anna Langfus (Trilogía del Holocausto - 2)
EQUIPAJE DE ARENA (1962) Anna Langfus (Trilogía del Holocausto - 2)  EQUIPAJE DE ARENA (1962) Anna Langfus (Trilogía del Holocausto - 2)
EQUIPAJE DE ARENA (1962) Anna Langfus (Trilogía del Holocausto - 2) JulioPollinoTamayo
 
La celestina
La celestinaLa celestina
La celestinafernandoi
 
Propostas de lectura club 3º y 4º
Propostas de lectura club 3º y 4ºPropostas de lectura club 3º y 4º
Propostas de lectura club 3º y 4ºbibliotecaelvina08
 
Cervantes Y El Quijote//http://cuadernodelasletras.blogspot.com/
Cervantes Y  El Quijote//http://cuadernodelasletras.blogspot.com/Cervantes Y  El Quijote//http://cuadernodelasletras.blogspot.com/
Cervantes Y El Quijote//http://cuadernodelasletras.blogspot.com/Maria José
 
FLOR DE PASIÓN (1883) Matilde Serao
FLOR DE PASIÓN (1883) Matilde SeraoFLOR DE PASIÓN (1883) Matilde Serao
FLOR DE PASIÓN (1883) Matilde SeraoJulioPollinoTamayo
 

Mais procurados (20)

Taller de cuento escuela del maestro (1)
Taller de cuento escuela del maestro (1)Taller de cuento escuela del maestro (1)
Taller de cuento escuela del maestro (1)
 
Intertextualidad curso tic 2010
Intertextualidad curso tic 2010Intertextualidad curso tic 2010
Intertextualidad curso tic 2010
 
Libro italiano 3 al 25 junio 2010
Libro italiano 3 al 25 junio 2010Libro italiano 3 al 25 junio 2010
Libro italiano 3 al 25 junio 2010
 
LAS HADAS (1953) María Luisa Gefaell
LAS HADAS (1953) María Luisa GefaellLAS HADAS (1953) María Luisa Gefaell
LAS HADAS (1953) María Luisa Gefaell
 
Queridos monstruos
Queridos monstruosQueridos monstruos
Queridos monstruos
 
El género narrativo
El género narrativoEl género narrativo
El género narrativo
 
Los hombres obscuros - Nicomedes Guzman
Los hombres obscuros - Nicomedes GuzmanLos hombres obscuros - Nicomedes Guzman
Los hombres obscuros - Nicomedes Guzman
 
LA SONRISA Y LA HORMIGA (1962) María Jesús Echevarría
LA SONRISA Y LA HORMIGA (1962) María Jesús EchevarríaLA SONRISA Y LA HORMIGA (1962) María Jesús Echevarría
LA SONRISA Y LA HORMIGA (1962) María Jesús Echevarría
 
Boletin novidades de literatura de outubro de 2017
Boletin novidades de literatura de outubro de 2017Boletin novidades de literatura de outubro de 2017
Boletin novidades de literatura de outubro de 2017
 
EQUIPAJE DE ARENA (1962) Anna Langfus (Trilogía del Holocausto - 2)
EQUIPAJE DE ARENA (1962) Anna Langfus (Trilogía del Holocausto - 2)  EQUIPAJE DE ARENA (1962) Anna Langfus (Trilogía del Holocausto - 2)
EQUIPAJE DE ARENA (1962) Anna Langfus (Trilogía del Holocausto - 2)
 
La celestina
La celestinaLa celestina
La celestina
 
Propostas de lectura club 3º y 4º
Propostas de lectura club 3º y 4ºPropostas de lectura club 3º y 4º
Propostas de lectura club 3º y 4º
 
El Amenazado
El AmenazadoEl Amenazado
El Amenazado
 
Leídos
LeídosLeídos
Leídos
 
Cortázar
CortázarCortázar
Cortázar
 
Cervantes Y El Quijote//http://cuadernodelasletras.blogspot.com/
Cervantes Y  El Quijote//http://cuadernodelasletras.blogspot.com/Cervantes Y  El Quijote//http://cuadernodelasletras.blogspot.com/
Cervantes Y El Quijote//http://cuadernodelasletras.blogspot.com/
 
FLOR DE PASIÓN (1883) Matilde Serao
FLOR DE PASIÓN (1883) Matilde SeraoFLOR DE PASIÓN (1883) Matilde Serao
FLOR DE PASIÓN (1883) Matilde Serao
 
La universalidad de El Quijote
La universalidad de El QuijoteLa universalidad de El Quijote
La universalidad de El Quijote
 
Canon y dialogismo
Canon y dialogismoCanon y dialogismo
Canon y dialogismo
 
Camus hacker-final1
Camus hacker-final1Camus hacker-final1
Camus hacker-final1
 

Semelhante a Palimpsesto interior en pdf

Semelhante a Palimpsesto interior en pdf (20)

Farol (1)
Farol (1)Farol (1)
Farol (1)
 
Elsa bornemann
Elsa bornemannElsa bornemann
Elsa bornemann
 
De Poemas Y Centones
De Poemas Y Centones
De Poemas Y Centones
De Poemas Y Centones
 
Cuento (Hermanos Grimm)
Cuento (Hermanos Grimm)Cuento (Hermanos Grimm)
Cuento (Hermanos Grimm)
 
Cuento De Terror
Cuento De Terror
Cuento De Terror
Cuento De Terror
 
Novedades (2da) Febrero 2018
Novedades (2da) Febrero 2018Novedades (2da) Febrero 2018
Novedades (2da) Febrero 2018
 
3802432 mauricio-wacquez-excesos
3802432 mauricio-wacquez-excesos3802432 mauricio-wacquez-excesos
3802432 mauricio-wacquez-excesos
 
EL RAYO COLGADO (1986-1988) Francisco Nieva
EL RAYO COLGADO (1986-1988) Francisco Nieva EL RAYO COLGADO (1986-1988) Francisco Nieva
EL RAYO COLGADO (1986-1988) Francisco Nieva
 
CINCO SOMBRAS (1946) Eulalia Galvarriato
CINCO SOMBRAS (1946) Eulalia GalvarriatoCINCO SOMBRAS (1946) Eulalia Galvarriato
CINCO SOMBRAS (1946) Eulalia Galvarriato
 
Lecturas para segundo de eso
Lecturas para segundo de esoLecturas para segundo de eso
Lecturas para segundo de eso
 
Lecturas rocío
Lecturas rocíoLecturas rocío
Lecturas rocío
 
Estudios de lambayeque: mitos y leyendas
Estudios de lambayeque: mitos y leyendasEstudios de lambayeque: mitos y leyendas
Estudios de lambayeque: mitos y leyendas
 
Conceptos Literarios
Conceptos LiterariosConceptos Literarios
Conceptos Literarios
 
Lecturas soledad
Lecturas soledadLecturas soledad
Lecturas soledad
 
La brecha
La brechaLa brecha
La brecha
 
Propostas de lectura club bach
Propostas de lectura  club  bachPropostas de lectura  club  bach
Propostas de lectura club bach
 
Navegacion
Navegacion
Navegacion
Navegacion
 
Article Leyendas (50)
Article   Leyendas (50)Article   Leyendas (50)
Article Leyendas (50)
 
SHF HispanismeS 3 PELLICER Gemma VALLS GUZMAN Fernando.pdf
SHF HispanismeS 3 PELLICER Gemma VALLS GUZMAN Fernando.pdfSHF HispanismeS 3 PELLICER Gemma VALLS GUZMAN Fernando.pdf
SHF HispanismeS 3 PELLICER Gemma VALLS GUZMAN Fernando.pdf
 
Itinerario Lector Segundo Ciclo
Itinerario Lector Segundo CicloItinerario Lector Segundo Ciclo
Itinerario Lector Segundo Ciclo
 

Mais de RinesiMarianaMitre (20)

Ficha bibliográfica web
Ficha bibliográfica webFicha bibliográfica web
Ficha bibliográfica web
 
Ficha bibliográfica biblio
Ficha bibliográfica biblioFicha bibliográfica biblio
Ficha bibliográfica biblio
 
Plan de trabajo
Plan de trabajoPlan de trabajo
Plan de trabajo
 
Tp2 storyboard
Tp2 storyboardTp2 storyboard
Tp2 storyboard
 
Tp2 guión de audio
Tp2 guión de audioTp2 guión de audio
Tp2 guión de audio
 
Storyboard
StoryboardStoryboard
Storyboard
 
Tp9 color
Tp9 colorTp9 color
Tp9 color
 
Tp8 filtros (waves)
Tp8 filtros (waves)Tp8 filtros (waves)
Tp8 filtros (waves)
 
Tp7 filtros (noise)
Tp7 filtros (noise)Tp7 filtros (noise)
Tp7 filtros (noise)
 
Tp6 retoques
Tp6 retoquesTp6 retoques
Tp6 retoques
 
Tp5 retoque
Tp5 retoqueTp5 retoque
Tp5 retoque
 
Cmap textos instrumentales
Cmap textos instrumentalesCmap textos instrumentales
Cmap textos instrumentales
 
Tp4 retoques
Tp4 retoquesTp4 retoques
Tp4 retoques
 
TP3 composición
TP3 composiciónTP3 composición
TP3 composición
 
TP2 composicion
TP2 composicionTP2 composicion
TP2 composicion
 
TP1 Selección
TP1 SelecciónTP1 Selección
TP1 Selección
 
Rinesi cmap prueba
Rinesi cmap pruebaRinesi cmap prueba
Rinesi cmap prueba
 
Rinesimc2tpfinal carta
Rinesimc2tpfinal cartaRinesimc2tpfinal carta
Rinesimc2tpfinal carta
 
Rinesimc2tpfinal cv
Rinesimc2tpfinal cvRinesimc2tpfinal cv
Rinesimc2tpfinal cv
 
Rinesimc2 c3tp3
Rinesimc2 c3tp3Rinesimc2 c3tp3
Rinesimc2 c3tp3
 

Último

Programación Anual 2024 - CIENCIAS SOCIALES.docx
Programación Anual 2024  - CIENCIAS SOCIALES.docxProgramación Anual 2024  - CIENCIAS SOCIALES.docx
Programación Anual 2024 - CIENCIAS SOCIALES.docxJhordanBenitesSanche1
 
EL ECLIPSE DE LA PAZ (cuento literario). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLA
EL ECLIPSE DE LA PAZ (cuento literario). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLAEL ECLIPSE DE LA PAZ (cuento literario). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLA
EL ECLIPSE DE LA PAZ (cuento literario). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLAJAVIER SOLIS NOYOLA
 
Concurso de Innovación Pedagógica T3 FONDEP 2024 Ccesa007.pdf
Concurso de Innovación Pedagógica  T3  FONDEP 2024 Ccesa007.pdfConcurso de Innovación Pedagógica  T3  FONDEP 2024 Ccesa007.pdf
Concurso de Innovación Pedagógica T3 FONDEP 2024 Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
Evaluacion Diagnostica Matematica 5to C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 5to  C2 Secundaria Ccesa007.pdfEvaluacion Diagnostica Matematica 5to  C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 5to C2 Secundaria Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
UNIDAD DE APRENDIZAJE MARZO 2024.docx para educacion
UNIDAD DE APRENDIZAJE MARZO 2024.docx para educacionUNIDAD DE APRENDIZAJE MARZO 2024.docx para educacion
UNIDAD DE APRENDIZAJE MARZO 2024.docx para educacionCarolVigo1
 
Tarea 2 - Sociologia de la organizacion-1.docx
Tarea 2 - Sociologia de la organizacion-1.docxTarea 2 - Sociologia de la organizacion-1.docx
Tarea 2 - Sociologia de la organizacion-1.docxmiguelramosvse
 
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 link
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 linkKirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 link
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 linkMaximilianoMaldonado17
 
la forma de los objetos expresión gráfica preescolar
la forma de los objetos expresión gráfica preescolarla forma de los objetos expresión gráfica preescolar
la forma de los objetos expresión gráfica preescolarCa Ut
 
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdfEvaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
Escrito administrativo técnico y comerciales
Escrito administrativo técnico y comercialesEscrito administrativo técnico y comerciales
Escrito administrativo técnico y comercialesmelanieteresacontrer
 
Los escritos administrativos, técnicos y comerciales
Los escritos administrativos, técnicos y comercialesLos escritos administrativos, técnicos y comerciales
Los escritos administrativos, técnicos y comercialeshanda210618
 
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCERO
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCEROCIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCERO
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCEROCEIP TIERRA DE PINARES
 
GALATAS Y ROMANOS EXAMEN PARA LOS ALUMNO
GALATAS Y ROMANOS EXAMEN PARA LOS ALUMNOGALATAS Y ROMANOS EXAMEN PARA LOS ALUMNO
GALATAS Y ROMANOS EXAMEN PARA LOS ALUMNOJoseAmaya49
 
Recursos Tecnológicos, página AIP-CRT 2 0 2 4.pdf
Recursos Tecnológicos, página  AIP-CRT 2 0 2 4.pdfRecursos Tecnológicos, página  AIP-CRT 2 0 2 4.pdf
Recursos Tecnológicos, página AIP-CRT 2 0 2 4.pdfNELLYKATTY
 
EL BRILLO DEL ECLIPSE (CUENTO LITERARIO). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLA
EL BRILLO DEL ECLIPSE (CUENTO LITERARIO). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLAEL BRILLO DEL ECLIPSE (CUENTO LITERARIO). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLA
EL BRILLO DEL ECLIPSE (CUENTO LITERARIO). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLAJAVIER SOLIS NOYOLA
 
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdfEvaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
GUÍA SIANET - Agenda - Tareas - Archivos - Participaciones - Notas.pdf
GUÍA SIANET - Agenda - Tareas - Archivos - Participaciones - Notas.pdfGUÍA SIANET - Agenda - Tareas - Archivos - Participaciones - Notas.pdf
GUÍA SIANET - Agenda - Tareas - Archivos - Participaciones - Notas.pdfNELLYKATTY
 
Semana Santa en Popayán para el año 2024
Semana Santa en Popayán para el año 2024Semana Santa en Popayán para el año 2024
Semana Santa en Popayán para el año 2024yaco173
 

Último (20)

Programación Anual 2024 - CIENCIAS SOCIALES.docx
Programación Anual 2024  - CIENCIAS SOCIALES.docxProgramación Anual 2024  - CIENCIAS SOCIALES.docx
Programación Anual 2024 - CIENCIAS SOCIALES.docx
 
EL ECLIPSE DE LA PAZ (cuento literario). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLA
EL ECLIPSE DE LA PAZ (cuento literario). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLAEL ECLIPSE DE LA PAZ (cuento literario). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLA
EL ECLIPSE DE LA PAZ (cuento literario). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLA
 
Concurso de Innovación Pedagógica T3 FONDEP 2024 Ccesa007.pdf
Concurso de Innovación Pedagógica  T3  FONDEP 2024 Ccesa007.pdfConcurso de Innovación Pedagógica  T3  FONDEP 2024 Ccesa007.pdf
Concurso de Innovación Pedagógica T3 FONDEP 2024 Ccesa007.pdf
 
Evaluacion Diagnostica Matematica 5to C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 5to  C2 Secundaria Ccesa007.pdfEvaluacion Diagnostica Matematica 5to  C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 5to C2 Secundaria Ccesa007.pdf
 
UNIDAD DE APRENDIZAJE MARZO 2024.docx para educacion
UNIDAD DE APRENDIZAJE MARZO 2024.docx para educacionUNIDAD DE APRENDIZAJE MARZO 2024.docx para educacion
UNIDAD DE APRENDIZAJE MARZO 2024.docx para educacion
 
Tarea 2 - Sociologia de la organizacion-1.docx
Tarea 2 - Sociologia de la organizacion-1.docxTarea 2 - Sociologia de la organizacion-1.docx
Tarea 2 - Sociologia de la organizacion-1.docx
 
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 link
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 linkKirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 link
Kirpi-el-erizo libro descargar pdf 1 link
 
la forma de los objetos expresión gráfica preescolar
la forma de los objetos expresión gráfica preescolarla forma de los objetos expresión gráfica preescolar
la forma de los objetos expresión gráfica preescolar
 
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdfEvaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C2 Secundaria Ccesa007.pdf
 
Escrito administrativo técnico y comerciales
Escrito administrativo técnico y comercialesEscrito administrativo técnico y comerciales
Escrito administrativo técnico y comerciales
 
Los escritos administrativos, técnicos y comerciales
Los escritos administrativos, técnicos y comercialesLos escritos administrativos, técnicos y comerciales
Los escritos administrativos, técnicos y comerciales
 
Sesión de clase ES: Adoración sin fin...
Sesión de clase ES: Adoración sin fin...Sesión de clase ES: Adoración sin fin...
Sesión de clase ES: Adoración sin fin...
 
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCERO
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCEROCIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCERO
CIENCIAS SOCIALES SEGUNDO TRIMESTRE TERCERO
 
GALATAS Y ROMANOS EXAMEN PARA LOS ALUMNO
GALATAS Y ROMANOS EXAMEN PARA LOS ALUMNOGALATAS Y ROMANOS EXAMEN PARA LOS ALUMNO
GALATAS Y ROMANOS EXAMEN PARA LOS ALUMNO
 
Recursos Tecnológicos, página AIP-CRT 2 0 2 4.pdf
Recursos Tecnológicos, página  AIP-CRT 2 0 2 4.pdfRecursos Tecnológicos, página  AIP-CRT 2 0 2 4.pdf
Recursos Tecnológicos, página AIP-CRT 2 0 2 4.pdf
 
EL BRILLO DEL ECLIPSE (CUENTO LITERARIO). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLA
EL BRILLO DEL ECLIPSE (CUENTO LITERARIO). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLAEL BRILLO DEL ECLIPSE (CUENTO LITERARIO). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLA
EL BRILLO DEL ECLIPSE (CUENTO LITERARIO). Autor y diseñador JAVIER SOLIS NOYOLA
 
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdfEvaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdf
Evaluacion Diagnostica Matematica 2do C1 Secundaria Ccesa007.pdf
 
GUÍA SIANET - Agenda - Tareas - Archivos - Participaciones - Notas.pdf
GUÍA SIANET - Agenda - Tareas - Archivos - Participaciones - Notas.pdfGUÍA SIANET - Agenda - Tareas - Archivos - Participaciones - Notas.pdf
GUÍA SIANET - Agenda - Tareas - Archivos - Participaciones - Notas.pdf
 
Semana Santa en Popayán para el año 2024
Semana Santa en Popayán para el año 2024Semana Santa en Popayán para el año 2024
Semana Santa en Popayán para el año 2024
 
Power Point E. Sab: Adoración sin fin...
Power Point E. Sab: Adoración sin fin...Power Point E. Sab: Adoración sin fin...
Power Point E. Sab: Adoración sin fin...
 

Palimpsesto interior en pdf

  • 1. Parrincesto edita 2011
  • 2. Palimpsesto-Parrincesto, Antología enfermiza. Autores varios. Ed. Ananga Ranga. Chaco-Corrientes, 2011. Antólogo: Tony Zalazar (chukidelmal@hotmail.com) Diseño y Diagramación: El Click (elclick_msn@hotmail.com) Ilustración de Portada: Las Meninas de Pablo Picasso. Ilustración de Contratapa: La Mona Lisa de Marcel Duchamp. Ananga Ranga Taller agradece a los autores que inocentemente se prestaron a este libro y ruega la reproducción parcial o total de la obra en los formatos que estén a su alcance: fotocopias, inseminación artificial, espiritismo, injerto o chisme limpio.
  • 3. Empresa Pirata Después del vilipendio antológico de "Poemas con Famosos" el Ananga Ranga Taller no madura y lanza esta nueva antología enfermiza que surge del indiscreto deseo de conocer y exhibir qué poema ajeno rescatan los poetas de la vasta biblioteca universal. Tarea ardua o misión imposible, elegir Un poema entre los tantos leídos y relamidos en la vida. Pero este deseo impertinente, atizado aún más por la curiosidad, no se conformó con el apriete electivo, sino que nos impulsó a solicitarles que expliquen brevemente el atractivo que dicho poema ejerce sobre ellos, poetas-lectores. Y para finalizar, ya obsedidos por el fisgoneo, les demandamos sin escrúpulos que intenten una nueva versión del poema elegido. Difícil, sacrílego, generoso, inmodesto, inocente… y demás adjetivos son insuficientes para dimensionar las pretensiones de esta empresa pirata que 28 astutos y devotos poetas lograron cumplier con elegancia. Palimpsesto tituló Gérard Genette a su estudio sobre las diversas relaciones que mantienen los textos entre sí. Y nosotros, comprendiendo el carácter dialógico de la literatura y buscones precisamente de ese contacto textual, le encimamos la palabra Parrincesto. Para sumar a esa idea de copresencia efectiva de un texto en otro, que es la intertextualidad, la sensación enfermiza de acoplarse a un padre que se lo mata para convertirlo en hijo al que se lo monta con la misma intención sexhomicida, y de paso sentir a flor de piel –in Bloom- la angustia de las influencias. Pero esto en verdad nada tiene que ver con el contenido del libro. Había que ponerle un título original y escandaloso para llamar la atención, y pobremente se nos ocurrió este parásito para citar. ¡Viva la heteroglosia y el diálogo con ideas ajenas! ¡Mueran los salvajes plagiarios! Y como dijo Crist-Eva "todo texto es la absorción o transformación de otro texto". Así que Amén. 3
  • 4. Arrancamos la antología con tres princesitas, Eugenia Segura, Leonor Silvestri y Romina Freschi. La primera reescribe desgeneradamente la historia de Rapunzel de los Hermanos Grimm y le toma el pelo a esos cuentos infantiles que enredan la cabeza de los niños y enmarañan su porvenir. En tanto que Leonor y Romina se prenden de la preciosista princesa de Rubén Darío, que alguna vez, en la voz de un padre y de una abuela, respectivamente, las supo encantar. Pero que ahora, desde una visión madura, a Leonor la lleva a comparar el cuento de hadas con la pesadilla noventosa de la superficialidad y la pose farandúlica de los políticos de ese tiempo; en tanto que Romina emprosando la lírica del texto lo revierte hacia el interior de una princesa moderna, con juegos de palabras y neologismos que hacen a la canción y al sentido movilizar el corazón. Gabriel Jiménez, rompedor de la lengua castallana, Girondea tras una prinsexy para sacarle luz de canción erótico-tecno a la flor del placer, una poesía labiodental fricativa sorda: fff. Ahí no más el trío Arnolfi, Zalazar y Peyseré viven poemas como instrucciones y reactualizan experiencias contenidas en los poemas elegidos. Jimena Arnolfi, como respondiendo a una demanda de Durand (escribir para la incomodidad propia y ajena), con preguntas retóricas retruca la pose del poeta y de los circuitos que actualmente empotran al bardo en el jet set de las apariencias. Paula Peyseré cabecea las ideas de libertad y miedo presentes en los consejos imperativos de Almafuerte. Y Tony Zalazar encuentra una explicación al poema de Casas en la proyección del mismo a una relación afectiva. De doppelganger hay tres fantasmas que se atreven a enfrentar al otro que se les parece o que encarnan fatalmente: Fernando Acosta revive la Actitud poética del perdido Bukowski (borracho o genio que recibe el auxilio de los demás y se pregunta por qué lo ayudan, el mejor patetismo de por acá). Tomás Watkins tomó la forma de tomar de Li Po y LiBó para actualizar esa soledad acompañada de luna-sombra-vino en whiskey-luna-hielo, y reconocer al beodo eterno que se posa en las carnes sensibles. Y al final Rubén Vedobaldi intenta desdoblar los pasos de un escritor- persona comido por la tradición (ejercicio Borgesiano sobre ejercicio Stevensoniano). 4
  • 5. Completan un trío de “colgados de las tetas de Borges” Darío Oliva que llega a la síntesis reflexiva del suicidio a partir de una sentencia poética del autor. Y Alejandro Mauriño que se atreve a imitar tanto en forma (un soneto) como en contenido (el nunca pasado de moda tópico del penta rei) la Nube II de Borges. Darío Schvetz calca un poema de Ungaretti y todo el optimismo negativo del italiano resulta en un pesimismo cálido y tropical, de sustrato Guaranítico, que también es bello. Luis Argañarás se acopla a Luis Meloni y ensaya el mismo ascetismo y conciencia ante el paso histórico del día. Nicolai Petelski continúa la diatriba Baudelaireana, un mismo poeta contra el mismo cinismo del capital. Jorge Dipré hace su viaje poético en busca de Nicanor, parricida en pablicidio, engulle Chile y la picante ausencia del antipoeta lo hace vomitar con delicadez el poema. El triplete Eliana Drajer, Carlos Juárez Aldazábal y Mariana Rinesi eligen el filo misterioso de las palabras que aguzó Pizarnik y con ese sufrir demasiado se lanzan en busca de una identidad más auténtica. Silvia Castro y Martín Pucheta se lo enduplan a Vallejo. La primera continúa el sentimiento humanitario del poeta en una obra en construcción donde pedazos de palabras caen en escaleras y se encastran para revivir nuevos sentidos; y el segundo lo recontradice en su espíritu sufriente de santo heresiarca para hablar de un dios superlativamente jaranero. Alelí Jait impulsada por la calamidad de una tragedia austera, revive el fuego del incendio que cantó Sylvia Plath y con idénticas palabras vive las secuelas de la quemazón del hogar de una amiga y del fuego fatuo que es la vida. Gabriela Bejerman, sopesando la consistencia de las palabras que usó Georg Trakl pinta un paisaje tangible para los sentidos todos. 5
  • 6. Gastón Sibilla se convierte en el vecino del Gelman que mira caer la lluvia y lo trae del exilio con su carta de amor. Amor que Claudia Masin retoma de Louise Glück para poner a prueba su resistencia ante la muerte. Para cerrar el libro con la misma fantasía del comienzo, la de los cuentos hadas y princesas. Los príncipes del planeta Nux y de El Querido, Juan López y Germán Arens, y la Princesa Mónica Kreibohm se calzan el vate y nos profetizan el porvenir con relatitos del futuro puestos en pasado, es decir cienciaficcionalizando la poesía. El proceso de Mónica es la subversión de la negatividad de un futuro mediante la fuerza del amor. En tanto que Germán reacciona a un poema de Carlos Moisés que habla de su pueblito natal donde planta la perdurabilidad de la naturaleza, que Germán extinguirá con dolencia. Finalmente Juan López hace eco de Silvain y nos informa de un porvenir con necesidades y búsquedas idénticas, la ecopoesía. Sin más que mentir ni copiar ni pegar se abre la función. A bichear se ha dicho. Tony Zalazar
  • 7. Hermanos Grimm Eugenia Segura Versión vintage de Rapunzel, pero con puente levadizo ¿Quién te puso allá tan cerca de las nubes y no blanqueando trapos al costado del río con la camisa arremangada, mmm, hasta los codos? Decíme, che ¿uno sólo, o varios cocodrilos? ¿le dan al trago tus guardias? Princesita soy incapaz de poner un pie luego otro en el espacio-entre ladrillos. No sé nadar, no quiero ensuciarme la ropa y después tener que ir, mmm, donde las lavanderas. Yo sólo quiero ser señor del reino éste sacarle la lengua desde arriba a todos esos giles de trovar dulce que se ejercitan con paciencia en salto con garrocha y serenatas con covers de Pretenders. Vos tejé una buena trenza que por verte he dejado asuntos importantes pendientes, eh, pendientes Me importa poco si estropeo tu cuero cabelludo dale tiráme un rizo aunque sea de El detector de princesas y otros cuentos. 7
  • 8. Siempre me fascinó esa cuestión de los arquetipos que se ponen en juego en los cuentos infantiles, que a veces contienen pedacitos de sabiduría ancestral –y entonces son muy liberadores- y a veces son verdaderas tecnologías de dominio, primorosamente ilustradas, con las que se intenta formatear subjetividades y disciplinar los cuerpos desde la más tierna infancia –y entonces son traumatizantes. Hay toda una biopolítica –del poder o de la gracia- en el modo en que cada época y cada cultura los hace, los versiona y reversiona, de qué manera se transmiten, qué elementos permanecen y cuáles se alteran. Basta pensar en las versiones de Disney, o en esa versión (obligatoria para todos los niños sanjuaninos en edad escolar) de Blancanieves en la que los siete enanitos vienen cantando maravillas de la Barrick Gold Corp.[1] Pero todo esto lo pensé después, claro. En esta versión vintage de Rapunzel la primera impresión es, precisamente, la que cuenta. Cuando lo oí por primera vez era una niña analfabeta (por ende, tenía poquísima data sobre lo que es el género, literario, y del otro), y en las infinitas veces en las que me lo habrán tenido que repetir para que me durmiera, siempre me quedaba esta inquietud, rayana en la desconfianza: cómo le debe haber dolido a esta tipa que un idiota que seguramente debe pesar un montón de kilos más que ella (si es tan musculoso y azul como el texto dice) le tire el pelo de esa manera. En vez de dormir, me quedaba pensando en que nadie que tuviera el pelo largo podría escribir una cosa así, esto debe habérsele ocurrido a alguna persona rapada o, directamente, calva. Pero ¿con qué fin? Podía ser por la mera envidia, o bien, para amedrentarnos. Como si ya no tuviéramos suficiente con tener que desenredarlo todos los días. En el poema que hice, ya de adulta, hay un intertexto con ¿Uno solo o varios lobos?, de Deleuze (que es a su vez un remix de un texto de Freud); y con una teoría de Héctor Libertella sobre los géneros literarios, pero casi ni se notan. Hay también un rechinar de dientes en el narrador o punto de vista que elegí para versearlo. Lo situé en el Medioevo para resaltar la actualidad de un pseudoarquetipo de tipo abundante en esta fase de la civilización occidental que nos toca vivir. Fundamentalmente es un chiste, y es un bajón tener que explicarlo. También podría ser que Rapunzel, allá en lo alto de la torre, fuera un muchacho de pelo largo, y ahí te quiero ver. Pero esa es otra historia. Eugenia Segura Nació en Mendoza, en 1978. Produjo los ciclos de poesía y performance: Priapismo (biblioteca itinerante, revista y performances, 1998-2000), La voz obra (2002), Secretos de eficacia (2003), la ópera-animé Bonus track (premio Escenarios 2004). Es coeditora de Protocultura. Colabora en Eloísa Cartonera. Publicó La traición de Sarah Kay (2005). Estudia Letras en la UBA. [1] Esto está pasando, ahora ya. Posta 8
  • 9. Rubén Darío Leonor Silvestri Isabel La condesa está triste ¿Qué tendrá la condesa? Los insultos se escapan de su boca de mierda que ha perdido la risa que ha ganado en color (rojo). Está muda la noble en su trono de oro, y en el piso olvidada se desmaya una aldeana. La condesa moderna, es cruel cruellísima (Cruella de vil = María Julia arrebujada en sus pieles) La condesa actúa madrastra con sus súbditos La condesa bruja de cuento de hadas La vieja está en la cueva ¡Qué llueva Qué llueva! sangre. Isabel The countess is sad What's wrong with the countess? The insults escape her From her mouth of shit Which has lost its laughter Which has gained some colour (red) The noble woman is dumb In her throne of gold And on the floor, long forgotten A country girl faints The modern countess Is cruel cruellissima (Cruella de Vil = 9
  • 10. Elegí este poema dedicado a María Julia Alsogaray y su famosa tapa en la revista Gente, porque mi papá me lo leía de chica. Leo(nor) Silvestri, (1976), biopoliticamente asignada al sexo “mujer” y fugada de esa identidad hacia ningún lugar realmente. Poeta, traductora, periodista, performer, activista de género anarquista, especialista en Literatura Antigua por la Universidad de Buenos Aires, puta, dominatrix S/M. Libros Publicados: la compilación y traducción de Irlandesas, 14 poetas contemporáneas, (de Bajo la Luna. 2011), el ensayo Catulo, Poemas. Una introducción crítica (Santiago Arcos. 2005); el libro de poemas El Don de Creer (Curcuma 2010, Ardiente Claridad Buenos Aires, 2° edición en Ediciones Germinal Costa Rica, Santa Muerte Cartonera México, 2009), y los siguientes poemarios bilingües (español -inglés) auto-traducidos: Después de vos (Ardiente Claridad. 2007. Con ilustraciones de Cristina Lacenlotti), el curso. mitología grecolatina. (en formato libro- objeto CD-rom. Voy a salir y si me hiere un rayo. 2006, con un subsidio otorgado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires); y Nugae, Teoría de la traducción (Simurg. 2003). Forma parte de las siguientes antologías de poesía: El management envilece al mundo, (antología de tres poetas, Clase Turista, 2010), Poemas con Famosos (Ed. Ananga Ranga, Chaco, Argentina), El libro de los gatos (Bajo la Luna. 2009 - con poemas propios y traducciones de Denise Levertov, Elizabeth Bishop y Lawrence Ferlinghetti), Interdicciones (publicación sobre Intersexualidad a cargo de Mauro Cabral, (Ed. Anarrés), Una Antología de la poesía Argentina (Chile- a cargo de Jorge Fondebrider); Memoria del Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango, Animal del Monte, Guatemala; Luz y Fuerza (Milena Caserola, 2008), Felicidades También (2006, antología autogestionada del taller de Diana Bellesi de la Casa de la Poesía de Buenos Aires); y de la publicación de la 1ª Feria del Libro Independiente (FLIA-2006). 10
  • 11. Sonatina La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, Que ha perdido la risa, que ha perdido el color La princesa está pálida en su silla de oro, Está mudo el teclado de su clave sonoro; Y en un vaso olvidada se desmaya una flor. El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales. Parlanchina, la dueña dice cosas banales, Y, vestido de rojo piruetea el bufón. La princesa no ríe, la princesa no siente; La princesa persigue por el cielo de Oriente La libélula vaga de una vaga ilusión. ¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda ó de China, Ó en el que ha detenido su carroza argentina Para ver de sus ojos la dulzura de luz? Ò en el rey de las Islas de las Rosas Fragantes Ó en el que es soberano de los claros diamantes Ó en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz? ¡Ay! la pobre princesa de la boca de rosa, Quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, Tener alas ligeras, bajo el cielo volar, Ir al sol por la escala luminosa de un rayo, Saludar a los lirios con los versos de Mayo, Ó perderse en el viento sobre el trueno del mar. Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata Ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, Ni los cisnes unánimes en el lago de azur. Y están tristes las flores por la flor de la corte; Los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, De Occidente las dalias y las rosas del Sur. ¡Pobrecita princesa de los ojos azules! Está presa en sus oros, está presa en sus tules, En la jaula de mármol del palacio real; El palacio soberbio que vigilan los guardas, Que custodian cien negros con sus cien alabardas, Un lebrel que no duerme y un dragón colosal. 11
  • 12. ¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! (La princesa está triste. La princesa está pálida) ¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! ¡Quién volara á la tierra donde un príncipe existe (La princesa está pálida. La princesa está triste.) Más brillante que el alba, más hermoso que Abril! Calla, calla, princesa, - dice el hada madrina – En caballo de alas, hacia acá se encamina, En el cinto la espada y en la mano el azor, El feliz caballero que te adora sin verte, Y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, Á encenderte los labios con su beso de amor! Rubén Darío 12
  • 13. Rubén Darío Romina Freschi Cuentecillo Cortés Ella pasareva en su vestido amoroso amorado por aquél, el moro alféizar de su ventana como un cuadro pasar de pestañebo del viento. Bajo los umbrales, los suspirantes simploran borboteando el deseo encorazonado en confites, ramilletes, bombonerías... se lucen entrenando animales para los belludos números que encarnaran, pobrecillos, asimpáticos entre sí, más sí antropoidales de torpecillas en las mentes pretendientes, bachilleres del valentín, oh juguetones, oh cómo pueden soportar as mordidas sólo por ese beso suspirado casi en portugués desde allá arriba, lejano, amoratado, en cayendo y balconeando, ay, no se sabe, ni se sabrá, lo acariciador qué sería... Quizás se lo robara el viento escatimándole el sabor... Cuán arrojona sea, la mora muchacha se sonroja, ...resuena en ella el agua del desmayo que ha seguido siempre su paso ignoroso de amor... en sonatina desperdiciante, su beso, vuela en desperezo, sapientísimo su desprecioso destino, marfilada su atorranta belheza. Texto perteneciente a la serie El Cuadernilho Lapislázuli de Stella Maris, incluida en Estremezcales (Bs. As., tsé tsé, 2000) 13
  • 14. Punto rojo insoportable Mi nona fue una inmigrante italiana que llegó al país casada por poder con un hombre, mi nono, al que había visto un par de veces en su país natal. Vino en barco en el '35, tenía 18 años y había hecho – en Italia y en italiano – tercer grado de primaria. Cuando yo vine al mundo ya era una señora de unos sesenta años y parecía diez años más. Hablaba un castellano cocoliche, con marcado acento, apenas leía y tenía una letra infantil y enorme, que me avergonzaba y me admiraba a la vez. En los años que vivimos en su casa, y después, durante el tiempo en que ella vivió en casa de mis padres, cuidó de mí, sin que yo pudiera valorarlo demasiado entonces. Recuerdo sin embargo, con esa misma mezcla de vergüenza y admiración, su mano fuerte al cruzar la calle y –esto sí viene al caso- cómo ella recitaba para mí, casi impecablemente –a pesar de ser prácticamente analfabeta y de no haber abandonado el italiano– varias estrofas de la Sonatina de Rubén Darío. Yo era, por supuesto, la princesa. En mi casa había –y es la edición que hoy muestro con orgullo al contar esto mismo – una edición de Prosas Profanas de Rubén Darío, del año ´25. Hoy no puedo recordar –y todos los protagonistas de esta historia ya no pueden responderme –si había sido de mi abuela paterna, la antítesis de mi nona: descendiente de españoles, pero criolla, maestra, budista, divorciada; o había sido de mi madre, comprado en una mesa de saldos antes de que cerraran la Facultad. Lo que sí recuerdo con gracia era el goce inconfesable que me producía el libro: apoteóticamente cursi, no podía casi abrirlo. Mi concepción infantil de la poesía -alimentada por muchas gruesas maestras de buena voluntad pero con lamentables coreografías de la expresión – me impedía leer el libro, y al mismo tiempo, lo atesoraba. Durante muchos años, lo escondí. Me lo apropié sin embargo, lo puse entre mis cosas y, evidentemente, lo dejé para el futuro. Muchísimos años después, ya en la universidad y decidida a abordar la poesía de una buena vez –los dos escritores a quienes había mostrado mis escritos habían dado el mismo veredicto: “Romina, lo que vos hacés es poesía”-encontré leyendo a Pizarnik un texto perdido con el título Sobre un poema de Rubén Darío, y allí vino todo a mi memoria. Fui a buscar el libro ahí donde lo había escondido. Ya no me separo de él. Y por supuesto, empecé a releer a Darío entonces. Me sorprendió su pensamiento y su plasticidad, expuestos en sus textos poéticos, y en sus maravillosas crónicas, y adopté por puro amor, su optimismo. Si hay algo que me maravilla de la poesía es la libertad, y de los poetas -y de poetas como Rubén Darío- es la capacidad cierta de transformación de sí mismos –y de otros- a través de la libertad que les da la poesía. Atrás de ese recuerdo de infancia, siguieron Perlongher, Di Giorgio, Agustini, Echavarren y muchos otros. Poetas que despiertan en mí esa sensación inconfundible aunque inasible, mezcla de pudor y alegría, “cosita” hubiera podido decir de niña, diamante terrible* diría Darío, rapto certero, abducción, sonrojo, contradicción ridícula y exacta, vilo entre lo inconfesable y lo innegable, punto rojo insoportable de tan íntimo y tan monumental, señal increíble -por su rotunda claridad- y adorable, de pasión. 14
  • 15. En esos años, además de las lecturas, tenía diálogo con muchos de mis compañeros de Facultad, no tanto por el estudio en común, sino en virtud de lo que escribíamos. Y una discusión en particular -ahora digo discusión, pero entonces era algo así como una atmósfera mediada por los encuentros amistosos, de estudio y de trabajo, y las lecturas de poemas que escribíamos y encontrábamos- con Ximena Espeche, acerca de si era posible o no escribir entonces como Darío, retomar su pomposa proa abandonada, o si al contrario no quedaba otra elección u otro trabajo que desandarlo, desarmarlo. Por otro lado, aquel poema de Pizarnik discutía con el poema de Darío –al tiempo que lo homenajeaba, claro está– y proponía un sujeto femenino que - al contrario que la “princesa” de la que solo sabemos su exterioridad, “está pálida”- es una pura interioridad y efectúa una elección otra, diferente de la que somete a la princesa. Ese tema y esa inflexión de Pizarnik es algo que había que agregarle a Darío, claramente es algo que también me interesa a mí. Así, entre esos debates y preocupaciones literarias y aquellos fuertes recuerdos personales –más otras cosas que hoy no vienen al caso, claro- fue que nació el poema que aquí comparto, el Cuentecillo Cortés, y también casi toda la sección El cuadernilho lapislázuli de Stella Maris, de mi segundo libro, Estremezcales. La palabra lapislázuli me viene de Darío, obviamente. Stella Maris no es otra cosa que un seudónimo que intenta emular ese otro binomio, Rubén Darío. La idea de cuaderno de poemas, bueno, es algo más general y abunda en muchos libros. Ahora vienen a mi mente el Cuaderno de Tapas Azules en el Adán Buenosayres, y el Primer cuaderno de poesía del alumno Oswald de Andrade, pero sin duda, la tierna idea del cuaderno de poeta viene de muchos lugares. La primera versión de ese título proponía alusiones más directas y cansadoras que por suerte atiné a eliminar. En el Cuentecillo Cortés, sin embargo, hay una “princesa” también, y una idea del amor, y un diálogo claro e ineludible, con Darío (y Pizarnik, Espeche, Martí, mis abuelas, mis profesores, mi amor de entonces, etcétera, etcétera). En un punto, hasta aquí la génesis. Para lo demás, espero que los textos hablen por sí mismos. *La frase destacada pertenece al poema de Darío, Alaba los ojos negros de Julia, de Prosas Profanas. Entre muchos otros motivos, este poema justifica la elección del nombre Julia para nombrar a uno de los seres de mi familia electiva, mi perra Julia, de ojos y alma increíbles. 15
  • 16. Oliverio Girondo Gabriel Jiménez Flopi Fan Flow Flopi la sopla fantástico no es falaz que la sople tan fuerte como una fender amplificada en un marshal, el funk de flopi te flipéa la masturbatoria, feroz, invasiva y fantástica de sus fauces fueron, son y serán: fantástico huracán / furia de fans / febriles fenómenos / fabulosas felatios fue in de facto en esa fuente del falo/ el placer frénetico/ enfundado en el foso / profundo de su face, el doble faz de su flow te flipa en un fondo de felpa y celofán fluye un fonde de cave / fase de exportación la fábrica de felar, su boca en faraónica felación constante funde motores a velocidad Ferrari la facilidad de la fe y la función fundamental de un final feliz.- 16
  • 17. Mi lumía Mi Lu mi lubidulia mi golocidalove mi lu tan luz tan tu que me enlucielabisma y descentratelura y venusafrodea y me nirvana el suyo la crucis los desalmes con sus melimeleos sus eropsiquisedas sus decúbitos lianas y dermiferios limbos y gormullos mi lu mi luar mi mito demonoave dea rosa mi pez hada mi luvisita nimia mi lubísnea mi lu más lar más lampo mi pulpa lu de vértigo de galaxias de semen de misterio mi lubella lusola mi total lu plevida mi toda lu lumía. Oliverio Girondo Del libro "En la masmédula" (1957) 17
  • 18. Nunca fue mi idea intentar reescribir el texto de Oliverio, pero sí jugar con las formas y estructuras que utiliza, de algún modo probar, intentar, experimentar. De ese modo llega el texto que presento, un ejercicio sonoro que si se lo mira con mucho cariño podrá emparentarse desde lejos con el de Oliverio. Flopi Fan Flow es un texto que está pensado para leerse a velocidad in crescendo y haciendo incapié en ciertos juegos consonantes. La ciudad de Mendoza fue diseñada urbanísticamente para que creciera hacia el norte, quizás por eso Gabriel nació en Godoy Cruz, creció en Ciudad y luego se mudó a Las Heras, persiguiendo algún tipo de patrón análogo entre desarrollo urbano y personal. Lamentablemente la ciudad creció hacia el sur. Hincha confeso del club Gimnasia y Esgrima, profesor de Filosofía, docente en contextos de encierro, escritor de oficio, son muestras de que el éxito también corrió hacia el sur. La dirección asintotico@hotmail.com y el sitio www.el-chabon.blogspot.com lo acercan hoy a la esfera flogger. 18
  • 19. Jimena Durand Daniel Arnolfi las nélidas lobato de la poesía* a cuánto cotiza la línea de poesía? sinceramente a quién le importa la línea de poesía? la línea de un poeta a quién le importa? pero la línea importa importa no perder la línea importa la línea de merca la línea aérea la línea de largada la línea plus digital la línea de colectivo de subte la línea de la vida está entre el dedo índice y el dedo pulgar pero la línea de un verso tuyo no le importa ni a tu vieja el Pato tiene razón el poder de la poesía no sirve ni para el rimmel del hedonismo con el que se va a un vernisagge pero ellos se amontonan forman filas se aplauden se aplauden mucho porque sí porque hay que aplaudirse mucho en la poesía y cómo se llama ésta? qué edad tiene? de dónde salió? alguna vez publicó? alguna vez militó? cuántos poemas escribió? cuántas páginas escribió? cuántos versos escribió? 19
  • 20. la invitamos a leer? trae público? que sea un poeta de verdad que sea un poeta de pies a cabeza te lo pido por favor no sabemos qué escribe pero todo el mundo habla muy bien de ella todo el mundo habla muy mal de ella nadie la publica con quién estudió? tiene que leer más? qué clase de lumpenismo practica? a cuántas lecturas fue este mes? leyó en la cárcel? en el Borda? en el Moyano? a ver/ vos/ decime/ estás en alguna antología? qué tal mordés el significado? la pathos? qué clase de poesía hacés? hacés mail poetry? poesía blogger? tweet? novela? qué hacés? poesía sanguínea? peronista? neo peronista? poesía con Cristina? poesía puta? homosexual? conversacional? poesía collage? pop art? copypaste? poesía masturbada? a dos manos? a tres manos? 20
  • 21. leés en la ducha? tenés un blog? cuántas visitas por día? cuántos comentarios por posteo? quién vende más? quién sale en la eñe/ en radar? y si no te invitan a leer hacéte un ciclo ah sí? tenés un ciclo de poesía? tenés cinco para la birra? tenés un novio escritor? tenés un novio editor? quién se puede mirar a los ojos? quién tira la primera piedra? el mejor verso? el mejor veneno? te tira lo nuevo o te tira lo viejo? quién es más poeta de los de acá? quién es más montonero? más compañero? a ver quién es más maldito? más romántico? más culto? más cool? quién es tu maestro? quién se pega un tiro? quién leyó más? a ver quién sabe más de poesía erótica francesa? quién sabe más de surrealistas? de política de mitología grecolatina? quién tiene una editorial? una revistita un fanzine? quién tiene obra reunida? a quién le va mejor con los talleres? con los grupos de lectura? 21
  • 22. [tomá, acá hay otra palabra que rima bien con vergüenza] a ver quién recita los mejores versos esta noche? a quién aplauden más? es la hora de verdad a ver si aplauden a la cuenta de tres 1, 2, 3, a ver si aplauden que termino el poema esto no es un poema [o mejor sí…] este es otro poema que no vale la pena *Gracias Pato Torne por las sabias palabras 22
  • 23. MARQUINA EN LA MAÑANA REPARANDO LOS RASTROS QUE LA DEBILIDAD LE DEJA CUANDO DUERME no permitas que nadie te enseñe a escribir, no dejes que nadie te dé indicaciones, no te desalientes, no preguntes, aprendé solo, fijate que la inmensa mayoría es basura, que no te guste lo que escribís porque le gusta a la que te gusta, si lo que escribís le gusta a la que querés tirá todo eso, dejá lo que no entendés, no tirés nunca lo que te da vergüenza, poné los nombres verdaderos de tus parientes y amigos, si los cambiás vas a ver que ya no existen, y no se puede escribir de lo que no existe, no dejes que nadie te alabe, cuando te digan que es muy bueno lo que escribís empezá con otra cosa, si se te ocurre un poema escribí en prosa, si te viene una novela, escribí un poemita, nunca corrijas textos que sabés que pueden mejorar, corregí lo que no te acordabas que existía, no te olvides que los bailes están cargados, alguien los puso ahí para que vayas y creas que podés contarlos, escribí de lo que va a pasar como si estuviera pasando, inventá una escritura biográfica, no dejés que la realidad destruya tus papeles, cambiá la realidad para que se parezca a lo que escribís. si cogés que sea para contarlo, no te encames por amor, nunca, si sufrís que sea para darle existencia a un personaje, no dejés que la experiencia te sirva para algo fuera de la literatura, sé un perro, siempre, apostá al caos, el tiempo después ordena todo, lo junta, la gente le pone nombre a todo lo que hiciste, no hagás caso, de nada, no sirve estar triste por lo que pasa, los que te destruyeron te odian, nunca olvides eso, los que te odian te envidian, no hay vuelta, los que te envidian te aman, y no olvides que esa noche de gloria es eterna y sirve para siempre, nunca vas a poder quejarte. ah, me olvidaba, hay que borrar todo esto… (De: “Marquina”, incluido en “El Estado y él se amaron”, Daniel Durand) 23
  • 24. Cada tanto vuelvo a leer el poema de Durand. Me gusta porque es incómodo y bardero. Escribí la palabra “bardero” y me acordé de otro verso del poeta entrerriano que me gusta mucho: “belleza me canso y te bardeo”. Durand cuenta que ese verso salió en medio del cansancio que le produjo la traducción de un poema de no recuerdo quién. Un amigo me decía que le gusta ese verso porque le hace acordar a su convivencia, a las peleas que tiene con su mujer y a esta idea de que el amor se termina cuando uno empieza a convivir con él. Fabián Casas escribió un poema que decía algo así como “cuando vivamos juntos y tengamos hijos se acaba esto,/ se acaba el cannabis, el whisky, el tai chi a cualquier hora…”. Me estoy dispersando. Entonces la última vez que leí “Marquina…”, se me ocurrió que quizás lo podía juntar con este poema que escribí el verano pasado después de escuchar a un par de poetas discutir de política. No sé qué hace que un poema funcione. Tampoco sé si un poema tiene que funcionar. Me gusta sentirme incómoda. Es decir, cuando leo y cuando escribo me gusta sentirme incómoda. Creo que esa es la Voz Extraña de la que habla Durand en este poema y la que describe Casas en alguno de sus ensayos al respecto. Él dice que un escritor tiene que ir en contra de su habilidad, descontrolar el texto de tal manera que el resultado te dé vergüenza ajena. Hay que destruir el ego hasta dejarse extraño lleno de desolación y caos. Todo eso que tenemos y con lo que se complica vivir. Jimena Arnolfi es periodista, guionista y escribe poesía. Publica sus poemas en el blog www.enquimera.blogspot.com y en breve publicará su primer poemario en papel. Actualmente escribe para Miradas al Sur. Su twitter: @enquimera 24
  • 25. Almafuerte Paula Peyseré Aguante No se perdona, aun perdonando. Esto es lo que me pasó. Y me esclavicé tratando de organizar el tamaño de unos clavos. Tiemblo un poco al pensar en la libertad, en la fuerza de la libertad y del miedo. Me agarran de la capucha y le arrancan a mi buzo fácilmente un pedazo. Dios no llora. El diablo no reza. Y la grandeza de esas decisiones proviene del hechizo con que repiten sus comienzos. Vuelven a empezar, a decidir cada día nuevamente lo que no hacen. Muerden truenos como si galletitas fueran. Quiero aprender de ellos y dejar de poner en entredicho lo que temo y lo que libero. Quiero aprender de ellos que no se patean su propia cabeza. Paula Peyseré (2011) 25
  • 26. PIU AVANTI! No te des por vencido, ni aún vencido, no te sientas esclavo, ni aún esclavo; trémulo de pavor, piénsate bravo, y acomete feroz, ya mal herido. Ten el tesón del clavo enmohecido que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo; no la cobarde estupidez del pavo que amaina su plumaje al primer ruido. Procede como Dios que nunca llora; o como Lucifer, que nunca reza; o como el robledal, cuya grandeza necesita del agua, y no la implora... Que muerda y vocifere vengadora, ¡ya rodando en el polvo, tu cabeza! Almafuerte (1907) Aguante se inspiró en el consejo bravo, medio resentido y amoroso del poeta argentino Almafuerte (Pedro Bonifacio Palacios, 1854-1917). Es una versión humilde y libre de “PIU AVANTI!”, uno de los Siete sonetos medicinales del poeta. Paula Peyseré Nació en Buenos Aires, en abril de 1981. Publicó las plaquetas de poesía La Racha (2003), Llorona (2004) y ¡España, qué hermosa eres! (2005) por Guacha editora. Integró la Antología Las Letras y el Tiempo con el cuento Aparición del niño electrocutado. Acaba de publicar, en noviembre de 2007, Las afueras, bajo el sello editorial Siesta. 26
  • 27. Fabián Casas Tony Zalazar Hacían talismanes Bajo el sol y esperando un colectivo le había leído el poema de Casas, ese de pibes que ponen monedas en las vías y ven pasar el tren que las aplasta, y entonces ríen, corren, las sacan y luego ponen más y eso es todo. En eso el colectivo me alejó feliz por el poema compartido triste por partirme de ella. En la próxima visita abrió sus manos y ovalados pedazos de lata casi brillaron ahí son para la suerte me dijo y nos pusimos los collares con esa fe que aun aplastada nos unía contra el cáncer. Los poemas como instrucciones nos llevan al centro del talismán. 27
  • 28. Paso a nivel en Chacarita Los chicos ponen monedas en las vías, miran pasar el tren que lleva gente hacia algún lado. Entonces corren y sacan las monedas alisadas por las ruedas y el acero; se ríen, ponen más sobre las mismas vías y esperan el paso del próximo tren. Bueno, eso es todo. (de Tuca) Fabián Casas “Poesía en la Fisura” (otra antología) me permitió conocer este poema que desde la primera lectura me encantó. Era lo que yo quería y podía escribir, eso dicen de los textos que más seducen. Lo leía y lo literal me gustaba –era algo que podía ver en la calle, un juego más de los márgenes-, lo leía con el espíritu romántico del que busca símbolos y metáforas, y también me gustaba –pensaba en la indiferencia de los pibes ante el cobre de la piedad, y lo más fuerte, su aplastamiento-. Y así andaba con el poema mostrándolo a todo el mundo, hasta que un día se lo leí a una amiga, y ella, en un encuentro posterior, me dio una posible explicación del acto de los pibes: me entregó una moneda alisada por las vías del tren para usarla de dije. El espíritu mágico se superpone al utilitario y me dije que esos pibes hacían talismanes. Desde ese día, sumé a las lecturas gustosas la presencia de mi amiga en este poema, y así, con la suma del afecto, nace mi reescritura del mismo. Tony Zalazar nació en Chaco, el 28 de juLeo de 1980. Es Profesor en Letras y fundador del Ananga Ranga Taller, junto a Mario Caparra y Luis Argañarás. Publicó Poemas de Tractores y Dios TV en coautoría con Mario Caparra. Ser De Ruido y Quherencia. Además realizó las antologías Ida y Vuelta (poesía actual de Chaco y Corrientes), y Poemas con Famosos, junto a José Fraguas y Alejandro Raymond respectivemente. 28
  • 29. Jorge Luis Borges Darío Oliva Nada en nadie nada en nadie es el olvido de algo en alguien El Suicida No quedará en la noche una estrella. No quedará la noche. Moriré y conmigo la suma del intolerable universo. Borraré las pirámides, las medallas, los continentes y las caras. Borraré la acumulación del pasado. Haré polvo la historia, polvo el polvo. Estoy mirando el último poniente. Oigo el último pájaro. Lego la nada a nadie. Jorge Luis Borges Darío Oliva, poeta de Villa Mercedes (San Luis), nacido en el 76. El poema me gusta mucho porque me da qué pensar con respecto a lo que todos pensamos: el fin de la vida y cómo será ese viaje a la no memoria, a la desmemoria final que supone dejar de ser algo físico, o dejar de ser completamente. Y además, el sentido que inyectamos en alguien para pervivir en recuerdos, en vivencias con nuestros pares y seres queridos. Por ejemplo, me surgió un brevísimo poema y lo asocié a la memoria de mi compadre fallecido; se llama Inmortalidad: tu inmortalidad/ perecerá conmigo... Es decir, en tanto viva, mi mejor amigo también vivirá. Se puede decir que la existencialidad me ganó en el estómago como un dolor necesario para disfrutar más de la vida y lo que ella me ofrece. 29
  • 30. Jorge Luis Borges Alejandro Mouriño NUBES (Paráfrasis del poema de JLB, con igual rima) Ni ríos, ni llanuras, ni montañas son dueños de la luz y de las sombras que dibujan las nubes. Asombran sin cesar, cotidianas y extrañas. Obsequios de los cielos, cada día navegan con imposibles alardes y en el más oscuro ocaso, arden, como esta pasión del alma mía. Tienen amos las nubes: aventura y azar. Un poeta las necesita cada hora para su obra escrita que no cesa. ¿Es mía esta locura? De todos: Lo que veo esta mañana existirá siempre en mi ventana. Alejandro Mauriño (Noruega, 2011) 30
  • 31. NUBES II Por el aire andan plácidas montañas o cordilleras trágicas de sombra que oscurecen el día. Se las nombra nubes. Sus formas suelen ser extrañas. Shakespeare observó una. Parecía un dragón. Esa nube de una tarde en su palabra resplandece y arde y la seguimos viendo todavía. ¿Qué son las nubes? ¿Una arquitectura del azar? Quizá Dios las necesita para la ejecución de Su infinita obra y son hilos de la trama oscura. Quizá la nube sea no menos vana que el hombre que la mira en la mañana. Jorge Luis Borges ("Los conjurados", 1985) La maestría de Borges se pone de manifiesto, una vez más, en este soneto en donde describe algo tan insustancial como la nube. Las metáforas son de una gran belleza: "plácidas montañas", "cordilleras trágicas de sombra", "arquitectura del azar", "hilos de la trama oscura"... Evoca un texto de Shakespeare y dice que "esa nube de una tarde en su palabra resplandece y arde y la seguimos viendo todavía". JLB fue un convencido agnóstico, quizás aún más, ateo, pero con gran ironía y profunda duda, menciona a Dios. El poema está inserto en su último libro, "Los conjurados", y el remate magistral probablemente alude a su propio fin: "tal vez la nube sea no menos vana que el hombre que la mira en la mañana". Allá por 1948, gracias a un 28 de junio y a mamá, nací. Una enfermedad terminal me acosa desde aquella jornada: soy hincha de Racing. La mayor parte de todos los libros que edité (unos 29) debería no existir. Asistí al patético fracaso del marxismo, aunque muchos aún no se han percatado. Sigo siendo heterosexual, y hasta ayer, además, fui inmortal. 31
  • 32. Jorge Luis Borges Rubén Vedovaldi YO Y EL OTRO Al otro, a Vedovaldi, es a quien le trabaja el nombre o su eco. Yo camino por la vieja casa, voy al fondo del lote y me doy a ver cómo crece el lapacho rosado que me regalaron como bonsái y puse en libertad en la tierra. De Vedovaldi tengo noticias por el correo, por Internet, por teléfono, y leo sus versos publicados en tal libro, en tal periódico, en tal otra revista. Me gustan las tetitas de las quinceañeras en flor, las piernas de las locas perdidas, el cine de Polansky, las canciones de los Beatles, Pink Floyd y Almendra, el olor de una tira de asado en la parrilla, y la voces de Gelman, Diana Bellesi y Galeano; el otro comparte o no comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Nuestra relación no es hostil, yo sobrevivo para que él pueda estrofar su obra más o menos literaria y eso más o menos me justifica. Ha logrado ciertas páginas más o menos válidas, entre montañas de hojarasca prescindible, pero esas líneas, arañazos de gato en la niebla, no me pueden salvar, quizás porque lo aprobado ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje y del siglo. Yo estoy destinado a perderme, y sólo algún instante de mí podrá trascender en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su viciada costumbre de extrañarse en la lengua y el habla. Heráclito entendió que todo cambia; la piedra antes no era piedra y después dejará de ser piedra; el río antes no era río y, si el planeta se calcina, dejará de ser río. Yo he de quedar en Vedovaldi, no en mí (si es que alguien soy), aunque me reconozca menos en sus borradores eternos que en los libros de otras y otros o que en un solo salvaje de saxo. Traté de correrme de él, y pasé del delirio surrealista a la búsqueda de una síntesis, al ejercicio del estrato fónico y del significante, pero esos ejercicios y piruetas de estilo son de Vedovaldi ahora y tendré que idear otras para mí, para el estilo de mi muerte. Todo lo pierdo en los basurales del mercado. Todo es del olvido, de la AFIP, o del otro. Uno siembra y canta en el desierto radioactivo, el otro recoge placer y dolor del cuerpo; desaciertos, desconciertos, melancolías y malentendidos. ¿Cuál de los dos está más solo, más lejos? 32
  • 33. BORGES Y YO Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o de la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de liberarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro. No sé cuál de los dos escribe esta página. Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899 - Ginebra, 1986). El Hacedor, 1960. 33
  • 34. BORGES Y YO es un magistral juego del doble extrañado. Un milagro horroroso. La conciencia del desdoblamiento que la escritura como ejercicio de ficción hace entre el hombre o ciudadano y el personaje-autor creado como imagen para los lectores. El final parece abolir la línea que debería separar al uno del otro cuando dice "No sé cuál de los dos escribe esta página." Todo artista crea o actúa, como un ventrílocuo, un otro para el público. Pero Borges va más allá; aprovecha ese personaje-autor para poder hablar de sí como de otro y de su obra también como ajena. No sé si llamar reescritura a mi intento, porque Borges me ganó, siento que no he podido salir de su juego-laberinto estilístico hacia una escena propia. Rubén Vedovaldi publicó: CULTURICIDIO EN ARGENTINIEBLA y PROBLEMAS PARA QUEDAR MAL CON DIOS Y CON EL DIABLO –poemas- Ediciones “NO MUERDEN” Rosario, 1991 LAUREL DE FUEGO & BOCA DE TORMENTA –aforismos y poemas, año 2008 Ediciones EN LA CLARIDAD DE LA NOCHE Ciudad Autónoma Bs. As. Escritos suyos figuran en revistas y antologías nacionales y extranjeras. Difunde su obra por lecturas públicas, radio e internet Colabora en CONTRATAPAS de Rosario/12. "Su inconformismo -dijo Horacio Castillo- es la mejor prueba de su conciencia estética." 34
  • 35. Charles Bukowski Fernando Acosta DOPPELGANGER (inspirado, en parte, en Bukowski) 1 es necesario empezar un diario: bahía, julio 2008. esa fecha parece el futuro pero todo sigue tan igual como siempre. Anoche he bebido hasta el hartazgo y en el bamboleo de la borrachera me rompí la cabeza contra un adoquín. Un muchacho me levantó, me llevó a su departamento, me limpió la herida de la cabeza mientras miraba sus libros, editoriales conocidas, autores que conocía pero que no leeré nunca. Cómo te llamas le pregunté y me dijo Fernando, qué nombre de mierda le dije y se rió. Desapareció por un instante y se volvió con una bata roja de seda, su cuerpo era esbelto y tenía una erección que se marcaba en la bata. Sin decir mucho me invitó una botella de vino que estaba hasta la mitad, cuando la levanté sobre mi boca se apresuró a desprenderme el pantalón y a chupármela, no aguanté la risa y escupí el vino mientras el muchacho seguía en lo suyo, esta historia es conocida le dije y me mostró la dentadura con mi miembro rígido separándola. Le apreté la cabeza hacia adentro en el final y luego le di una soberana golpiza hasta destrozarme las manos en su cara simétricamente perfecta. Con la botella un poco cargada y el miembro aún afuera, miré su cuerpo inconsciente tendido sobre las baldosas blancas, su sangre ganaba espacio lentamente o era su bata que se iba derritiendo, no estoy muy seguro, pero lo que si le dije: yo también soy un ladrón de bukowski, di la vuelta y me fui dando tragos, chocando las paredes de lado a lado por el largo pasillo 35
  • 36. 2 No me viste cuando entraste al bar, estabas hermosa y sola y pediste un blenders con la naturalidad de los conocedores. Sin hielo por favor, como los que saben. Afuera llovía y pensé que no ibas a dormir sola esa noche. Sacaste un cigarro delicado, fino y lo sostuviste apagado entre los dedos esperando a que se acercara alguien a encenderlo. Ella se te acercó suavemente, como el desliz de una sombra, te dio fuego con esa sonrisa de costado y me di cuenta de que no dormirías sola. No me viste. Ella sí me miraba mientras te decía algo, simpatías, halagos, embrujos, mientras tomaban del mismo vaso. Tiraron un billete de 10 cada una y salieron como si no lloviera, riéndose de todo y de todos. Seguro te habrá besado, te habrá chupado, te habrá lamido con fuerza mientras te tapaba la boca y después mientras fumaban en la cama, esa que compramos juntos, te habrá preguntado por mí para que le dijeras que ya me habías olvidado o que era un pésimo amante y luego te dieras vuelta para que te abrazara de atrás y con el sonido fino de sus respiraciones se durmieran mientras la lluvia seguía golpeando las ventanas y yo en el bar mirándola caer, pensando en todo esto. no creo que exista escritura literaria que no se relacione con otras, ni nada que esté flotando solo en su burbuja, aislado de todo lo demás. Estamos procesando textos todo el tiempo porque estamos leyendo todo el tiempo, y a esas lecturas las devolvemos con los colores particulares que les da nuestro prisma, caso contrario a este sería cortarpegar un texto de otro y firmarlo caraduramente con nombre propio - pequeña anécdota al respecto de esto último: en un taller literario un joven recitó este supuesto poema de su autoría: me llamo barro aunque Rolando me llame* - pero sin intención de caer en algo semejante y teniendo conciencia de que somos parte de un mundo mucho mayor de escritos literarios de los cuales nos valemos para formar nuestra propia personalidad poética, escribimos "a la manera de..." y a veces sin darnos cuenta. Como dice W. Cucurto en un epílogo de "La máquina de hacer paraguayitos": "yo no afano, simplemente escribo “a la manera de"; aparte, ni el más genial creador podría plagiar magistralmente como yo. si plagiamos al plagiario, saldrá algo maravilloso, lo mismo que si plagiamos a un muerto, a un queso, pues no se lo puede hacer peor, sólo nos queda ir mejorando". Yo he escrito a la manera de Bolaño, de Bukowski, de Calveira y de Viel Temperley como a la manera de tantos otros, y no sé a la manera de cuantos más voy a escribir... ya que me falta tanto por leer todavía. *el original de Miguel Hernández reza "me llamo barro aunque Miguel me llame". 36
  • 37. Li Tai Po Tomás Watkins Las mejores duplas de la hora Palermo y el Guille, Batman y Sancho, la trompeta y el saxo de estos que justo justo justo y se merecen todo el oro, yo y mi whiskey, Platero y yo o sea la estela que forma la luna cuando adopta un formato de amor o de silencio. Mi whiskey, en tanto, deambula entre hielos. Yo lo dejo; es como un perro mi whiskey, como Jerry corriendo por la orilla de un psico––trópico: mi whiskey y yo, la barca, la luna y el río. Pero el domingo no es bueno para el whiskey. a la tarde se me asusta como en fiestas de petardos y lechón y gente fría. Jerry, ¡vuelva, hijo mío! No se asuste, le pongo la tele, vamos, mi guacho: hay perras en celo, suba a la mano. Ignore al afuera. ¡Déjeme un hielo…! 37
  • 38. Mientras bebo, solo, a la luz de la luna Un vaso de vino entre las flores: bebo solo, sin amigo que me acompañe. Levanto el vaso e invito a la luna: con ella y con mi sombra seremos tres. Pero la luna no acostumbra beber vino, y mi perezosa sombra sólo sabe seguirme. Festejemos, con mi amiga luna y mi sombra esclava, mientras aún es primavera. En las canciones que entono vibran rayos lunares; en la danza que ensayo mi sombra se aferra y deshace. Los tres juntos, antes de beber, holgábamos; ahora, ebrios, cada cual va por su lado. ¡Regocijémonos muchas horas todavía, en nuestro extraño festín inanimado, para encontrarnos al fin en el Río de las Nubes! Li Po Imposible reescribir el poema. Apenas adjunto uno propio para acompañar pero que, en el fondo, no es más que una sombra ebria: al final se perderá. La elección de Li Po: este poema ––junto con otros del gran poeta chino–– formaba parte del espectáculo de Celebriedades, el grupo que integré hace años con el que viajé por la Patagonia y por el sur de Chile. Si resulta maravilloso lo que podemos apreciar del texto en nuestro idioma, lo que debe ser contemplar el original, ¿no? La idea de mi poema surgió en un ENIE, no recuerdo bien en cuál. Durante una de las buenas charlas que tuvimos en cualquier bar, yo dije que “el whisky me chupa los hielos”. Nos reímos de la imagen. Yo volví a Neuquén pensando en hacer algo con ello. Puse “whiskey” porque era eso lo que bebía cuando escribí: irlandés. Tomás Watkins (Neuquén, 1978). Poeta peso completo (lechuga, tomate, huevo, jamón). Le mordisqueó la oreja a Tyson con intenciones románticas. Perdió. A veces, cuando habla, escribe bien. No logra escribir como habla. Sus poemas fueron traducidos parcialmente al español. tomaswatkins@yahoo.com.ar 38
  • 39. Aledo Luis Meloni Luis Argañarás GLOSA II Como una lección de historia, por experiencia diría que lo vivido es memoria, memoria y melancolía. Fatigado de la noria de no pensar ni sentir, procuro el día vivir como una lección de historia. Que la pena y la alegría, como el triunfo y el fracaso, son golondrinas de paso por experiencia diría. La más aguda oratoria, la más elevada ciencia, no opacan esta evidencia: que lo vivido es memoria. Y lo que deje o no el día, lo que lleve o no el olvido, todo ha de ser lo vivido, memoria y melancolía. Luis Argañarás 39
  • 40. GLOSA Adondequiera que voy la misma pena me espera: pena de ser como soy y no ser como quisiera. Ayer y mañana y hoy y con constancia de sombra, una certeza me nombra adondequiera que voy. Melancólica y viajera certeza de andar y andar y de saber que al llegar la misma pena me espera. Y aunque me alegro y me doy cantando por el camino, palpita siempre en mi vino pena de ser como soy. Me libre tu primavera de esta carga no querida, de ir rodando por la vida y no ser como quisiera. Aledo Luis Meloni LAS COPLAS Y ALEDO LUIS MELONI Desde chico me gustaron las coplas. Las conocí con el condimento de la oralidad. Después las he disfrutado leídas, como ésta de Jorge Calvetti: “Como un animal voraz / la muerte me anda siguiendo. / Voy a entregarle mi cuerpo / y voy a seguir viviendo.” O ésa que aparece en el Santos Vega de Rafael Obligado, pero es anónima: “No me entierren en sagrado / donde una cruz me recuerde. / Entiérrenme en campo verde / donde me pise el ganado.” Entre muchos poemas que me gustan, me gustan las coplas por su raíz popular, su origen anónimo, su capacidad de síntesis, todo lo que puede expresar en cuatro octosílabos. En general, me gustan las coplas de Meloni y siempre quise hacer algo con algunas de ellas. Como estas glosas de un par de coplas suyas: Luis Edgardo Argañarás nació en Resistencia, Chaco en 1961. Es Profesor en Letras, poeta, narrador, ensayista y dramaturgo. Miembro fundador del taller literario Ananga Ranga. Publicó los poemarios “Rituales y Fantasmas”, “Cuerpo en Pena” y “Hechicerías”. Entre sus obras de teatro se destacan “Alias Matecocido”, “La Patria que nos parió” y “Estrella tan pequeña y tan azul”. Y la novela “La extranjera” (2011). 40
  • 41. Giuseppe Ungaretti Darío Schvetz SOY UNA CRIATURA Como esta itá payé/ del Paraná/ tan caliente/tan suave/ tan mojada/ tan vibrante/ tan totalmente exótica. Como esta itá payé/ es mi sapucái/ que se escucha. La vida se paga muriendo. (Itá payé del guaraní= piedra embrujada) (Sapucái del guaraní= gritar, clamar) SOY UNA CRIATURA Como esta piedra/ del S. Michele/ tan fría/ tan dura/ tan reseca/ tan refractaria/ tan totalmente inanimada. Como esta piedra/ es mi llanto/ que no se ve. La muerte se paga viviendo. "La alegría" Giuseppe Ungaretti 41
  • 42. Giuseppe Ungaretti (1888-1970) Poeta italiano. Junto a los poetas Eugenio Montale y Salvatore Quasimodo fue uno de los fundadores de la "Escuela Hermética Italiana". Integro su grupo de "fans" desde que publiqué mi primer libro de poesía (no creo que seamos muchos sus fans fuera de Italia y tampoco creo que en la Italia de Berlusconi le den mucha bola). Estoy seguro que si preguntás en la calle, por supuesto en Italia, te mirarán desorientados; con cara de "¿Qué carajo me preguntás?" y pensarán si es un nuevo refuerzo del Inter de Milán. Yo lo amo como poeta y siempre que releo sus poemas me deja tirado en el ring, nocaut (knock-out) contra las cuerdas. Un abrazo. Darío Schvetz nació en Corrientes en 1957. Es Profesor en Letras. Dirigió la Revista de Literatura “Proemio” (Premio Fondo Nacional de las Artes) desde 1983 hasta 1987, y la Revista Cultural del Nordeste “Escritores sin Fronteras”. Fue colaborador y columnista de diarios y revistas literarias de todo el país. Y Presidió la S.A.D.E (Sociedad Argentina de Escritores-Corrientes). De su vasta obra poética, se destacan “La basura” (2001), seleccionado por la UNNE para su colección de autores regionales, “De héroes y mal paridos” (2001), “El bar el andén” (2003) y “Laboratorio” (Inédito) con el que obtuvo el 1er Premio del Certamen Literario Anual 2007 de la Provincia de Corrientes. Como narrador ha publicado: “La flauta mágica” y “Columnas desde el subtrópico” (2006). Y tiene dos ensayos inéditos “Educación Argentina (terapia intensiva) y “La novela en Corrientes” (Premio Certamen Literario Anual 2007 de la Provincia de Corrientes). En colaboración con Marily Morales Segovia, Martín Alvarenga, José Gabriel Ceballos y Luis Llarens ecribió: “Cuentos duros” (1996), “Nuevos cuentos duros” (1998) y “Los mejores cuentos duros” (2005). “Hostal del Faro” (2010) 42
  • 43. Charles Baudelaire Nicolai Petelski AL LECTOR Como el oro de los tontos encontramos en un cascote de hormigón el brillo de la estupidez humana y a la vez se prende un cigarrillo por cada día que pierde su cauce y el hombre disfruta como un pirómano ver quemarse la vida. A sus pies desarma una prostituta y un coro de hongos espolvorea sus esporas para deshacer todo lo que hacemos a diario. Las monedas no paran de rodar de los super y el todo por dos pesos se vomita una orgía de cosas inútiles nos revolcamos en el vómito y salimos empapados para volver a meter los dedos de la plata en la úvula del mercado. El hombre inventa monstruos cotidianos en una fábrica de libros y leemos los cuentos todos los días antes de ir a dormir para zambullirnos en una película que todavía no termina. 43
  • 44. Al lector La necedad, el error, la codicia, el pecado invaden nuestro espíritu y agotan nuestro cuerpo; y alimentamos todos nuestros remordimientos como alimentan los mendigos su miseria. Los pecados son tercos, débil nuestro pesar; nos hacemos pagar todas las confesiones, y tornamos, alegres, al camino fangoso, creyendo que un vil llanto borra todas las manchas. Del mal en la molicie es Satán Trimegisto quien largamente mece nuestro hechizado espíritu y el metal opulento de nuestra voluntad se evapora al influjo de tan sabio alquimista. El diablo es quien nos mueve igual que a marionetas. En lo más repugnante hallamos un imán; descendemos un paso, cada día, al infierno, sin horror, a través de tinieblas que hieden. Y como un laberinto que devora y que besa el seno maltratado de una hetaria decrépita, hurtamos al pasar un goce clandestino exprimiéndolo igual que una naranja seca. Espeso, hormigueando cual un millón de helmintos, hierven en nuestros cerebros un pueblo de Demonios y cuando respiramos, baja a nuestros pulmones, la Muerte, río invisible, entre sordos gemidos. Si el estupro, el veneno, el puñal, el incendio, no han realzado ya con sus amables trazos el trivial cañamazo de un mísero destino es porque nuestras almas no son bastante audaces. Pero entre los chacales, las panteras, las perras, los monos y escorpiones, los buitres, las serpientes, y esos monstruos que ladran, rugen, gimen y reptan en el infame circo de todos nuestros vicios. Hay uno más horrible, más vil y más inmundo. Aunque no manotea ni exhala grandes gritos es capaz de trocar la tierra en un despojo y en un solo bostezo se tragaría el mundo. ¡Es el tedio - empapado de involuntarias lágrimas sueña en vagos cadalsos mientras fuma su opio. Ya conoces lector al delicado monstruo, -¡hipócrita lector - igual a mí -, mi hermano! Charles Baudelaire, Las Flores del mal 44
  • 45. Este poema lo leí cuando me regalaron Las flores del mal para mi cumpleaños. Fue el primer libro que me regalaron. Me gusta mucho este poema y la obra en general, porque significó una influencia muy grande en mis poemas. Tardé mucho en leer el libro porque nunca había leído algo igual, al principio me parecía muy tedioso pero a pesar de que en las traducciones se pierde gran esencia de las poesías, creo que fue el click que cambió mi poesía, y es uno de los pocos libros que me gusta releer. André Nicolai Petelski (Chaco, 1990) elaboró una vertiginosa producción literaria. En 2005 publicó “Huellas, recuerdos e historias”, su primer poemario. Lo siguieron: “Cronología” en 2007, “Moléculas” en 2009 y en el mismo año “Entre sombras” (poemas y caligramas). Alquímico (2011). E-mail nicopetelski@hotmail.com 45
  • 46. Nicanor Parra Jorge Dipré CHILE Anduve, con un poeta amigo buscando a lo largo de la carretera desde el sureño puerto y el sabor de los frutillares enredado en las maderas de Osorno navegando en ese río valdiviano el más largo lago de Chile hundiendo la nariz en el paisaje de cerezas ofrecidas anduve y anduvimos Chile es una larga carretera, dijimos metíamos el hocico en las librerías y nos enojábamos con libreros dónde están tus obras tus antiobras tus antiobras completas viejo Nicanor. El mar, que en los bordes combate el agua dulce de los ríos, estallaba en espuma picante los ojos ciegos salvo para ver nadar pequeños cetáceos desde la montura herrumbrada de un viejo cañón español. No queríamos sentirnos turistas cámara colgando comiendo porquerías repartiendo limosna como cuando los turistas vienen a nuestro país y como buenos chilenos te buscamos en Chillán un día hecho hoja en algún viñedo más al centro entre puesto y puesto de mote con huesillo con un continuo cerco de frambuesas aún verdes 46
  • 47. hacia esa negra ciudad de humo del desierto que decís que llamás Santiago de Chile. Pensiones, Hoteles y Hoteles por hora, Residenciales Estudiantiles, Ahumada, manifestaciones en contra y a favor de la guerra en el golfo, la calle San Diego, por fin, entre viejas ediciones del Quijote (lectura obligatoria en el secundario) y turistas, muchos turistas chorreantes de salchichas más panzones que tus chilenos de más de cuarenta. Ni un solo libro, señor todos se han vendido ya se han vendido se han vendido. Pensamos que como el cuervo aquel, de cuyo amo miserable aprendió el estribillo, repetía sin cesar como un treno funeral se han vendido se han vendido ya Le ofrezco Cagliostro, del benemérito Huidobro o una Obra Gruesa me queda, en el depósito, almacenado, para coleccionistas, sabe igual que este Cervantes, pero no lo vendo un español hace unas semanas, no más, hace unas semanas se llevó todo al tiro libros y libros de Parra y Huidobro no queda nada salvo esta Obra Gruesa en almacén pero no tan gruesa no queda nada sólo Neruda, Neruda, Neruda por todos los ángulos. Chile es una larga carretera tapizada de libros de Neruda. Neruda abunda, chorrea, inunda, empalaga, asquea. Náuseas todos esos libros viejos 47
  • 48. son de Neruda son de Neruda todos los nuevos libros también lo son lo son. Pero en el fondo del corredor Nicanor una estrella me guiña como la pátina de una roca. No todos los Pablos se llaman Neruda en Chile No señor! otro Pablo, un Pablo de piedra, golpea, y duro azota como un vendaval toda la poesía de esa larga carretera plagada de gasolineras libros de Neruda y ausencias presentes Nicanor. Jorge Dipré, de “Parricidio”, siempre inédito. 48
  • 49. CHILE Llegan a los 40 con barriga Andan a salivazos con el cielo No reconocen méritos a nadie Dicen estar enfermos y están sanos Y lo peor de todo dejan papeles sucios en el prado. Nicanor Parra (extraído de Obra Gruesa, tercera edición, Editorial Universitaria, Chile, 1973) En realidad, más que la reescritura de un poema, lo que tengo es todo un libro que alterna con la poesía de un autor. Los poemas que conforman 'Parricidio', fueron escritos a fines de 1980 y principios de 1990, en un momento en que sentí la necesidad de despegarme de, digamos, mi padre textual, o, al menos, del autor que más influencia ejerció sobre mi escritura: Nicanor Parra. Una de las estrategias posibles era mimar los procedimientos hasta convertirlos en otra cosa. Estos poemas, básicamente discursivos, dialogan con la obra de Parra; citan, copian, despedazan. Quizá el más conocido sea 'Chile', que soportó unas cuantas rondas de lecturas públicas y otras tantas reproducciones en diversas revistas. Muchos se ilusionaron con la idea de que el poema fuese un brulote contra Neruda. En realidad es un diario de viaje que da cuenta del hallazgo de un libro, un objeto de esos que suelen entusiasmar a todos aquellos que aman los libros: una edición rústica y de proporciones descomunales de una antología de Pablo de Rokha, cuando estuvimos en Chile con Jorge Yakoncick. 49
  • 50. Alejandra Pizarnik Carlos Aldazábal Juárez Divergencias He conocido al monstruo. Era gentil, hablaba sobre el hombre, sobre el sagaz ladrón, sobre el perverso aliento de las hadas. He desafiado al monstruo. Ahora me mastica cortésmente y descuartiza al que fui en épocas remotas, en el minuto previo al desafío. Escucho que murmura: "He pronunciado al hombre, todavía no me atrevo a digerirlo o a darle la revancha de la brutalidad inmensa de lo oscuro". Escucho que se burla: "He pronunciado al hombre. Todavía no me atrevo a conocerlo". 50
  • 51. 14 El poema que no digo, el que no merezco. Miedo de ser dos camino del espejo: alguien en mí dormido me come y me bebe. Alejandra Pizarnik, de Árbol de Diana. Yo había llegado hacía muy poco a Buenos Aires (tenía veinte años), y la lectura de Pizarnik me había quitado el aliento. El resultado fue esta relectura a la que titulé “Divergencias”. El poema se publicó en mi primer libro, La soberbia del monje, que se editó en 1996 gracias a un subsidio de la Fundación Antorchas: Carlos J. Aldazábal (Salta, 1974). Ha publicado los libros de poesía La soberbia del monje (1996), Por qué queremos ser Quevedo (1999), Nadie enduela su voz como plegaria (2003), El caserío (2007), Heredarás la tierra (2007) y El banco está cerrado (2010). Entre otros, obtuvo el Primer Premio del Concurso "Identidad, de las huellas a la palabra", organizado por Abuelas de Plaza de Mayo. Es cofundador del proyecto editorial el suri porfiado (www.elsuriporfiado.blogspot.com) y de la revista de poesía La costurerita (www.la-costurerita.com.ar). Coordina el Espacio Literario Juan L. Ortiz del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, en la ciudad de Buenos Aires (www.centrocultural.coop). 51
  • 52. Alejandra Pizarnik Eliana Drajer S/T Sangre camina con Hijo por la estación Las valijas al barco y en el banco nada que inventar Hijo cantó anoche Oíd mortales en el jardín Despide a pajarito verde y los pocos amigos resisten Sangre carga condena agua y una pregunta. 13 explicar con palabras de este mundo que partió de mí un barco llevándome Alejandra Pizarnik No reescribí el poema de Alejandra. Es absurdo hacerlo. También fue ilusorio elegir otra poesía. Mis primeras lecturas consientes partieron de sus libros. Así como después mis textos tuvieron que enfrentarse y despegarse de su poética. Busqué una cajita frágil pero urgente, guarde la existencia, cerré los ojos y me senté a escribir. Es mi homenaje aunque ya lo hice en “Muñequitachocadora”. Nací en la isla de San Martín, Mendoza en 1979. Tuve la mejor niñez que alguien puede soñar. Después comí, crecí, fracasé, dormí, escribí, fui feliz y soñé. Soy profesora y licenciada en Comunicación Social (UNCuyo). Algunos de mis textos han sido seleccionados desde 2004 para integrar diversas antologías de Argentina, México y España, además de ser salir premiada alguna que otra vez en concursos. Trabajé como periodista en medios gráficos y electrónicos de Mendoza y en prensa institucional. Participé en el grupo de poetas mendocinos “Carne Fresca” y “Faltan 2” y actualmente me reúno a “moler” palabras con La Moledora de Carne. Formo parte de la Red Nacional Itinerante de Escritores. En el verano español de 2008 residí en el Instituto Rural de Artes de Casas del Cerro (España) gracias a una beca concedida por la UNESCO para corregir mi primer libro y armar nuevos poemas y relatos. Fui becaria del Fondo Nacional de las Artes para capacitarme en poesía con Alicia Genovese. “Muñequitachocadora” es mi primer libro (Buenos Aires, El Suri Porfiado, 2009) que fue seleccionado y subsidiado por el Fondo Provincial de la Cultura de Mendoza. Actualmente ejerzo la docencia en nivel secundario. 52
  • 53. Alejandra Pizarnik Mariana Rinesi La única herida es ésta, este corazón presto al zarpazo y la melancolía. Solo. Como si me hubiese caído de algún lado y conservase los magullones encarnados por dentro y mirase hacia el cielo y el hogar estuviese ahí de todos modos y no hubiese aviones, ni catapultas, ni vos ni ningún otro respiro fácil y suficiente entre tanto polvo lento que se acumula. La única herida De vuelta de mí, sólo postales de lugares lejanos donde nunca he estado. Camino y desando. Sopeso los pros y los contras de este tour en vuelo clase turista, con azafatas que indican qué hacer /en caso de accidente Y un horizonte de nucas que duermen / hasta la próxima parada. La única herida abierta ese rasguño por donde se abre el horizonte y se amarran estos ojos hasta que lágrimas y mar podrían ser la misma cosa (como si no lo hubiesen sido). La única herida Llevo el llanto solo, como una maleta de ruedas rotas al aeropuerto de no sé donde, en que ningún vuelo me está esperando. Aguardo que llamen a abordar. Prejuzgo el valor del cielo en el sabor tierno de sus pájaros caídos. 53
  • 54. La única herida cicatrizó hace tiempo: conservando bisturíes, fórceps y pinzas olvidadas, de esas que pinchan por todos lados. Tenaz aguarda el tiempo de abrirse en flor y brotar en amapolas, el tiempo de ser alguna otra cosa: algo parecido a la transmutación de la herrumbre en polen. Sí, así de sencillo. Mariana Rinesi La única herida ¿Qué bestia caída de pasmo se arrastra por mi sangre y quiere salvarse? He aquí lo difícil: Caminar por las calles y señalar el cielo o la tierra Alejandra Pizarnik 54
  • 55. Mi poema preferido sería un rejunte de versos de muchos poemas, un poco sin ton ni son y un tanto aberrante; pero en el apure de decidirme por uno, elijo este poema de Pizarnik: me gusta la idea de encontrar en el fondo la bestia que nos habita por dentro, que somos nosotros y que quiere salvarse. Conciso, evocador, tocante. Sí, me gusta. No sé si es la única herida, pero es. Lo reescribiría (rescribiéndome, muchas veces, como lamiéndolo) así: Mariana Rinesi: 1981, Corrientes. Profesora en Letras. Abogada. Integra “La Nueva Literatura Correntina” (N.L.C.) - grupo de escritores que organizan encuentros culturales con el fin de contactar a los escritores del interior de la provincia con las poéticas de la capital-. Publicó los siguientes libros de poesía: El Mondongo Ataráxico I (palabras desde el interior de mi mondongo), publicado junto a Nicolás A. Quaranta, Ramiro A. Gauna y Alejandro E. Zvedeñiuk, 2001. El Mondongo Ataráxico II (digestivos para el alma), publicado junto a Nicolás A. Quaranta y Ramiro A. Gauna, 2003. De cuerpo(s) y alma(s), exposición fotopoética itinerante, junto a Matías Benítez Medina, 2005. El ombligo de Eva, 2008. 5:25 (2011).Y el libro de cuentos Lapsus Linguae, publicado junto a Kevin Oviedo y María Eugenia Melzner, 2008. Participó en las siguientes antologías: Ida y Vuelta, antología de la poesía actual de Chaco y Corrientes, y Nuestrario de la Nueva Literatura Correntina, 2007. 55
  • 56. César Vallejo Silvia Castro Pedros* Un obrero murió y otros cinco resultaron heridos luego de caerse los andamios de la obra en construcción de un supermercado, en el barrio porteño de Mataderos, mientras otro albañil falleció tras caer de un piso 16 en el Abasto. No son casos aislados, el martes de la semana pasada un tercer trabajador, Romualdo Lasarte, se había matado tras caer desde un puente-grúa, ubicado a ocho metros de altura dentro del antiguo mercado del Abasto, que actualmente es remodelado. Diario Hoy. La Plata, 29/7/ 1998 ** ¿Querés que te diga la verdad? ¿Cuál es el gran enemigo? Es González Tuñon; los albañiles que se caen de los andamios, toda esa sanata, la cosa llorona, bolche, quejosa, de lamentarse. Osvaldo Lamborghini. Lecturas críticas.1980 dan de alta en el cielo a la cabecera de su aire escrito dan gritos cas/ coces amarillas dan donde le buele al buitre no dan abas/ trepanan al hambre pan pan y no le dan en las entrañas le piden cascos cascos cas/ coces al sol que buele /migo quién duele migas al sol migas de hombre hor/ migas cabecitas hormigón al pie de un dedo grande piedra cal hierro y porlan pie que pierde pide al aire pul/ moneda grande al aire grande 56
  • 57. sólo un dedo y una coz la voz de balde capataz y nombre Osvaldo y nombre buitre y nombre ARTe y más nombre Pedro y sus dos /muerden pedros de habas tomar y mal abasto van habas abajo oyéndonos contar los Pedros cuatro Pedros diarios que baja La Gran Obra a cal y can/ tocamos la can /tidad Su Cantidad como estatuas de cal por el pacto es aún por el plato es un plato la cantidad de Padre de pedros a comer por niños proletarios dados a la doma sin cuchara sin dedos de pasar el pan no cabe duda no quepen amuchados como palos han colgado en su madero el palo palo palito palo /brero la pala la pala lá /upa la sombra al aire al sol que quema el asfalto aquí cos/ quillas del hierro que te pi/ caliente por el sol que se saca se rasca lo que pi/ can pican los andamios se sacuden como piojos que viste /cómo caen como moscas como árboles 57
  • 58. migas de sombra migas pasan con temor no tengan miedo no y no se alejen más del cielo Pedro Rojas Solía escribir con su dedo grande en el aire: “¡Viban los compañeros! Pedro Rojas”, de Miranda del Ebro, padre y hombre, marido y hombre, ferroviario y hombre, padre y más hombre, Pedro y sus dos muertes. Papel de viento, lo han matado: ¡pasa! Pluma de carne, lo han matado: ¡pasa! “¡Abisa a todos compañeros pronto!” Palo en el que han colgado su madero, lo han matado; ¡lo han matado al pie de su dedo grande! ¡Han matado, a la vez, a Pedro, a Rojas! ¡Viban los compañeros a la cabecera de su aire escrito! ¡Viban con esta b del buitre en las entrañas de Pedro y de Rojas, del héroe y del mártir! Registrándole, muerto, sorprendiéronle en su cuerpo un gran cuerpo, para el alma del mundo, y en la chaqueta una cuchara muerta. Pedro también solía comer entre las criaturas de su carne, asear, pintar la mesa y vivir dulcemente en representación de todo el mundo. Y esta cuchara anduvo en su chaqueta, despierto o bien cuando dormía, siempre, cuchara muerta viva, ella y sus símbolos. 58
  • 59. ¡Abisa a todos compañeros pronto! ¡Viban los compañeros al pie de esta cuchara para siempre! Lo han matado, obligándole a morir a Pedro, a Rojas, al obrero, al hombre, a aquél que nació muy niñín, mirando al cielo, y que luego creció, se puso rojo y luchó con sus células, sus nos, sus todavías, sus hambres, sus pedazos. Lo han matado suavemente entre el cabello de su mujer, la Juana Vásquez, a la hora del fuego, al año del balazo y cuando andaba cerca ya de todo. Pedro Rojas, así, después de muerto, se levantó, besó su catafalco ensangrentado, lloró por España. y volvió a escribir con el dedo en el aire: ”¡Viban los compañeros! Pedro Rojas”. Su cadáver estaba lleno de mundo. César Vallejo del libro “España, aparta de mí este cáliz”, 1939. Los obreros caen por el andamio, dicen los diarios, sea cual fuere la fecha de edición. Aquí aparece una referencia del año 1998, a algunos de los tantos muertos que tuvo como precio el reciclado del Mercado del Abasto de la ciudad de Buenos Aires. Los acápites del poema dan pistas acerca de su construcción. Un poeta argentino, Osvaldo Lamborghini, se refiere peyorativamente a la tradición de poetas de andamio, como R. González Tuñón. Pedros aparece como una respuesta a este juicio, convocando al Pedro Rojas de César Vallejo y al célebre tema Mañana en el Abasto de Luca Prodan. Silvia Castro. (Río Negro, 1968) Patagónica, reside en Bs As desde 1993. Como fotógrafa, editó los libros Anagramas, Sphera, Pehuén, Abra, Sin párpados, La soga de la ropa, y Dulce Aldea/Copahue. Su serie Instrumentos de viento ilustra el libro Trenes de Alberto Muñoz. Como bibliotecaria editó Léale sus derechos, la fotonovela Amor en Lezama, y el CD Poemas y Canciones de Federico García Lorca. Integró el grupo Tura de Tex de poesía, con el que publicó las plaquetas Tura y Nos. Como performer presentó Los textos del Río, La Mujer de Shakespeare, y otros trabajos poéticos. En 2006 publicó el libro de poesía La Selva Fría. Integra el consejo de redacción de las revistas El Camarote y La Costurerita. Coordina ciclos literarios en el Centro Cultural de la Cooperación de Buenos Aires. 59
  • 60. Martín Vallejo César Pucheta SUPERGESIA Pero yo nací una tarde que Dios estuvo en joda, y salían como estrellas re mimosas bolaceras las Palabras ¡virgen jesusita, supernova mamarracha! El Verbo en el principio se tentaba, andaba loco. El Logo' sacachispa a ras del tiempo, ras de luz. El Logo' feroz. Y si Dios decía luz salía una chancho, Y si Dios decía sombra un chancho capuchón. Una tarde que se moría de risa. Ya saben los gurises el solar haraganeo de mi cuerpo a punto pastito, que ese clínamen mamengo me deja sobre el elan más bebé. Pero no tal vez-quizá de los templos de este circo. Que es el circo en tren de templos propulsor locomotora y un payaso el maquinista como Ariel lo dibujó: 60
  • 61. un cruz en cada ojo. O que un templo en el subsuelo tiene un circo. O que un templo se hace circo de girar en la nada como un trompo. Porque yo nací una tarde que Dios estuvo en joda y se llenaba su risa de culitos. ¡Qué guasada! ¡Y sí! Hay un rayo en mi aire gurisito a raíz del corazón. Y siga la corriente el que toque mis flores: jardín de un grito que canta. Porque yo nací una tarde que Dios era flor de vivo que Dios se clavaba a sí mismo. No te vayas... por favor cirqueame un templo templame un circo. Porque yo nací una tarde que Dios se tomó su vino y se llenaba de risa su sangre. Si sufro como todos yo no sé... golpes como del orto de Dios, que es culo y es alba, una aurora que se llena de culitos. Yo justo nací una tarde que sangraba y se ría a la vez, que le sangraba de risa la carne. Dirán qué vivo, pero tocan de oído, no oyen que en mi verso cuchichea, chinchudo chupetín de un muerto, 61
  • 62. viento cargoso y falluto desenredado con el peine de los sauces que serenan la barranca invisible de la Duda en la Orilla del Silencio. Todos dicen y no dicen que la Luz es regalona y la Sombra un charco chirlito. No dicen que el Misterio simpatiza, que es el seno (teta y panza) musical en que se intuye el paso litoral y macanudo de las lindas a las Lindas. Yo nací un día que Dios estaba alegre suave. pd: Y moriré acá cerca con lluvia de verano una tarde que ya fue, creo. 62
  • 63. Espergesia Yo nací un día que Dios estuvo enfermo. Todos saben que vivo, que soy malo; y no saben del diciembre de ese enero. Pues yo nací un día que Dios estuvo enfermo. Hay un vacío en mi aire metafísico que nadie ha de palpar: el claustro de un silencio que habló a flor de fuego. Yo nací un día que Dios estuvo enfermo. Hermano, escucha, escucha... Bueno. Y que no me vaya sin llevar diciembres, sin dejar eneros. Pues yo nací un día que Dios estuvo enfermo. Todos saben que vivo, que mastico... y no saben por qué en mi verso chirrían, oscuro sinsabor de féretro, luyidos vientos desenroscados de la Esfinge preguntona del Desierto. Todos saben... Y no saben que la Luz es tísica, y la Sombra gorda... Y no saben que el misterio sintetiza... que él es la joroba musical y triste que a distancia denuncia el paso meridiano de las lindes a las Lindes. 63
  • 64. Yo nací un día que Dios estuvo enfermo, grave. César Vallejo Hay tres palabras que me impresionan mucho en tanto culo, cabeza y corazón. Magnetizan mi lengua formando campos o templos magnéticos más o menos alternos o continuos. Cada poema puede ser un rítmico campito gótico. Cristo, Virgen y Dios son palabras realmente impresionantes. Vallejo me cala hondo porque en la Gracia de su lenguaje yo me intensifico. Tal vez con el ritmo se crea el sutil filamento con los rulitos necesarios para no estallar, sino para que la lámpara se encienda. Alegría de lector y deseo de escribir. Alérgica liturgia. Siempre pienso en Vallejo como en un Aconcagua. No sé si mi alegría niega su tristeza mineral y demasiada humana quizá es una forma más vital de enlazarme a su dolor. Yo también fui a misa en fila india, pero jugaba al fútbol en las orillas y me trompeaba bajo las tribunas del Carnaval. Martín Pucheta (Gualeguaychú, 1981). Publicó las plaquetas Superbóreos (Zorra/poesía, 2009), Matota (El chancho armónico, 2009) y Sonajero de misterio: los tomuer, 2009, esta última junto a Nicolás Cambon, fruto de la Fiesta de los Muertos. Participó en las antologías Última poesía argentina (En Danza, 2008) y Felicidades también (18 poetas), 2005. Canta y compone en Leda Lid y Arboreal. También escribe canciones junto a Juan Pablo Pérez: “Psicodelia entrerriana”, “Estrellas de la lluvia”. Es padre de Ariel (Gchú., 2000), el autor de Poemas de Dito Paz. Su blog es: www.superjardin.blogspot.com. 64
  • 65. Sylvia Plath Alelí Jait (a Dafne) la casa en ruinas salva lo que puede como cualquier ama de casa siempre hija secuela fuera de ella la calamidad o prestada su estancia le vuelve la espalda como fuego mueve la tapia su esqueleto inventario de carnaza y pira hogar es ceniza SECUELA Impulsados por el imán de la calamidad merodean y miran como si la casa quemada fuera de ellos, o como si pensaran que en cualquier momento algún escándalo pudiera escurrirse de un armario asfixiado por el humo; ni muertes ni heridas prodigiosas sacian a estos cazadores de la vieja carnaza, de rastro de sangre de tragedia austera. Madre Medea con su túnica verde se mueve humilde como cualquier ama de casa por sus estancias en ruinas, haciendo el inventario de zapatos calcinados, de tapicería empapada: privada de la pira y la tortura, la multitud le sorbe la última lágrima y le vuelve la espalda. Sylvia Plath 65
  • 66. Este poema lo elegí casi al azar. Y funcionó como una reescritura de un suceso ocurrido en la casa de Dafne, amiga mía. Sylvia Plath, entonces, actuó como el disparador de la escena de incendio que, a su vez, reescribí. Al principio pensé en llamarlo Raymundo, por su gato gris, resto de todo lo que sobrevive y acompaña con astucia y sapiencia a los que salen del fuego. Soy Alelí Jait, Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) y estoy finalizando mi tesis de maestría en relación a la revista de poesía XUL. Mi línea de investigación es sobre poéticas tecnológicas, poesía visual y experimental argentina. Fui miembro de El Perseguidor. Revista de letras; y de Lamás Médula. Formo parte del Colectivo Ludion. 66
  • 67. Georg Trakl Gabriela Bejerman Dos caballos negros ¿Oyes el grito? (susurran dos caballos) ¿Oyes la noche? (murciélagos susurran) ¡Magnífico! degustar el vino rojo ¡Magnífico! a través del atardecer ¿Bebes? La copa de rocío ¿Bebes? El gusto de la noche ¿Oyes ahora? Campanas por el prado, tabernas del camino. Hora tras hora ves las sombras tambalearse cerca del bosque, del arce crepuscular. Susurran al caminante: ¿Gustas? Ya saltan a través del ramaje Por la cara gotea rocío Y se escapan más lejos… ¡Dadle nueces, dadle vino! Al anochecer mi corazón Al anochecer se oye el grito de los murciélagos. Dos caballos negros saltan por el prado. Susurra el arce rojo. Ante el caminante aparece la pequeña taberna del camino. Magnífico gustar el vino nuevo y nueces. Magnífico: tambalearse borracho en el bosque crepuscular. A través del ramaje negro suenan campanas lastimeras. Sobre la cara gotea rocío. Georg Trakl 67
  • 68. Como trabajo dando talleres de escritura, he dado muchísimas consignas relativas a la reescritura. Siempre me sorprendo de lo buenos que salen los poemas que reversionan otros y esta vez me tocó hacerlo a mí. Las palabras ya están escritas y de alguna manera toda escritura es una reescritura, todo poema es una combinatoria de elementos que ya estaban ahí. Disfruto mucho de Georg Trakl, del que me enamoré cuando lo conocí a través de su poesía. Me gusta cómo arma los versos, que son unidades, oraciones, donde posiciona elementos muy precisos que pintan una escena en donde uno entra, como un caminante un poco ebrio al atardecer, fascinado y perdido entre la melancolía y el placer. Gabriela Bejerman publicó libros de poesía Alga (Siesta), Crin (Belleza y Felicidad, 2001), Pendejo (Eloísa Cartonera, 2002), Ubre (Eloísa cartonera, 2009). Novelas: Presente perfecto (Interzona, 2004) y Linaje (Mansalva, 2010). Además, forma parte de numerosas antologías. 68
  • 69. Gastón Gelman Juan Sibilla Lluvia Ahora el cielo se muestra gris, en realidad el cielo se muestra siempre, sólo que no siempre lo vemos. El cielo se muestra y se hace escuchar, como ahora que está gris y gritando truenos, en unos instantes va a llover. Me gusta la lluvia y no entiendo a quienes no les gusta. Ya comenzó. La lluvia cae y me gusta mirarla, escucharla y sentirla, la lluvia es como algunas personas, que hay que saber mirar, escuchar y sentir. A veces creo que la lluvia toma forma humana, forma de mujer, y llega trayendo su magia, sus sonidos, su compañía, sus conversaciones. Nunca estás solo cuando llega ella, la lluvia siempre cuenta algo y también te deja contar. Semanas atrás vino la lluvia vestida de mujer, trajo su magia, contó sobre su vida y me dejó contar sobre la mía, vino y se fue como hace siempre la lluvia, sin ser esperada, sin saber cuándo se va a ir, hoy quizás vuelva, aunque claro no lo sé. Con ella, con la lluvia, nunca se sabe. 69
  • 70. Lluvia Hoy llueve mucho, mucho, y pareciera que están lavando el mundo. mi vecino de al lado mira la lluvia y piensa escribir una carta de amor/ una carta a la mujer que vive con él y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él y se parece a su sombra/ mi vecino nunca le dice palabras de amor a la mujer/ entra a la casa por la ventana y no por la puerta/ por una puerta se entra a muchos sitios/ al trabajo, al cuartel, a la cárcel, a todos los edificios del mundo/ pero no al mundo/ ni a una mujer/ni al alma/ es decir/a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así/ como hoy/que llueve mucho/ y me cuesta escribir la palabra amor/ porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa/ y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran/ y cuándo/y cómo/ pero el alma qué puede explicar/ por eso mi vecino tiene tormentas en la boca/ palabras que naufragan/ palabras que no saben que hay sol porque nacen y mueren la misma noche en que amó/ y dejan cartas en el pensamiento que él nunca escribirá/ como el silencio que hay entre dos rosas/ o como yo/que escribo palabras para volver a mi vecino que mira la lluvia/ a la lluvia/ a mi corazón desterrado/ Juan Gelman Hay un poema de Juan Gelman que me gusta mucho, que tiene sencillez en algunas palabras que elije pero a la vez profundidad como: “porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa”, también me gusta la lluvia y bueno por eso elijo este poema. Me llamo Gastón Sibilla, nací en Barranqueras un 9 de abril (como Baudelaire, pero es la única coincidencia que tengo con él) de 1980, publiqué algunos textos en Sr. Alelí (tengo mucho afecto por esa gran revista), y frecuentemente lo hago en www.elduendedelpatio.blogspot.com 70
  • 71. Claudia Glück Louise Masin La chispa algo terrible está ocurriendo -mi amor se está muriendo nuevamente, mi amor que ya murió: murió y ya lo lloré. Y continúa la música, la música de la separación: los árboles se vuelven instrumentos. Louise Glück Ya lo lloré, decía, tenía que llorar porque no hay palabra así, no hay. Cuando yo buscaba esa, la perfecta, capaz de hacer resucitar los muertos, venía el viento y no dejaba nada en pie. No hay modo de remediar en el pensamiento ni en el corazón lo que ocurre en el mundo, te lo dice cada una de las hierbas del romero, alzando sus ramitas orgullosas en su época de esplendor, las mismas que van a quebrarse, míseras, maltratadas por el sol al poco tiempo. Quizás no importa nada advertir cualquier belleza, quizás importaría si esa atención puesta por un momento sobre ella pudiera salvarla. Pero el deterioro es la fuente, el agua de la que todos bebemos: amantes, animales, raíces, el caracol dormido al que la marea le arrebata el caparazón en la tormenta. Si amor es lo que nunca se deteriora, lo que se entierra y vuelve, deberá ser ahí donde busquemos, no en los rituales conocidos del grito y el lamento, sino en ese silencio previo al sonido humilde con que se prende un tronco de madera tocado por una chispa, e inicia el fuego que responde al encuentro de dos fuerzas, es decir, a la atracción indestructible de las partículas del universo las unas por las otras, nosotros mismos perdidos entre ellas. 71