El documento contrasta el uso apropiado de la palabra y el silencio en diferentes situaciones. Habla de cómo la palabra puede usarse para defenderse de los enemigos, rectificar injusticias u ofrecer ayuda a otros, mientras que el silencio puede usarse para evitar lastimar a otros, mostrar humildad o heroísmo. Concluye que tanto la palabra como el silencio pueden usarse sabiamente o neciamente dependiendo del contexto.