El documento analiza la situación del empleo femenino y las políticas de igualdad. Explica que la división tradicional del trabajo, con las mujeres encargadas del trabajo doméstico y los hombres del trabajo remunerado, está en crisis. También destaca que las tasas de actividad y empleo femenino han aumentado en las últimas décadas, aunque siguen siendo menores que las masculinas, y que el nivel educativo de las mujeres está más relacionado con el acceso al empleo.
Beginners Guide to TikTok for Search - Rachel Pearson - We are Tilt __ Bright...
Empleo femenino y políticas de igualdad
1. El Opinión
El
Empleo femenino y políticas de igualdad cc
{SI
na
cil
ci
el
Por Francisca Salvà i Munt
di
Doctora en Ciencias de la Educación hI
el
Universidad de las Islas Baleares
di
.f
y
u
a
S
E
Pese a los avances que se estan produciendo en el ambito de la igualdad entre los hom bres y las mujeres, éstas se encuen-
tran todavía en una situación de desventaja. Por este motivo se desarrollan politicas y estrategias dirigidas expresamente
a superar dicha situación. Éstas, junto con los principales elementos que configuran la problematica actual de las mujeres
en relación con el empleo, constituyen el contenido del presente texto.
JaJLa división sexual del trabajo y la perspectiva de la producciónlreproducción
La división sexual del trabajo es conside- lan a través de las formas de trabajo asa- - La ubicación en una u otra esfera lleva a
rada como elemento central de la desigual· lariado propiamente masculinas. la desigualdad "al sólo contabilizarse eco-
dad entre las mujeres y los hom bres. nómicamente y priorizarse socialmente las
Según la teoria del rol social, es ésta la De hecho, la inclusión del trabajo domés- actividades y las actitud es ligadas a la
causa fundamental de las diferencias aso- tico como variable en los estudios sobre el esfera de la producción ". Todo lo relacio-
ciadas a las personas en función del sexo. trabajo es reciente. Torns, Carrasquer, nado con el ambito reproductivo queda,
Y ello por un doble motivo: por una parte, Romero (1997, 14) sitúan buena parte de por tanto , en una situación de invisibili-
"la asignación de papeles entre los sexos sus orígenes en una polémica de finales de dad.
orienta las motivaciones y el aprendizaje de los años setenta entre Braverman y algu-
habilidades diferenciales en una dirección nas feministas marxistas. A partir de esto - La generalización de este modelo lleva a
estereotipicamente masculina o femenina, se consideró la existencia del trabajo considerar como natural lo que es fruto de- - - -
limitando la capacidad de mujeres y varo· doméstico y se valoró su importancia. Todo la construcción social.
nes para trascender las posiciones asigna· ello condujo a una nueva perspectiva en
das. Por otro lado, las expectativas tienen los estudios sobre el trabajo, denominada - Existe interdependencia y conflicto entre
una influencia directa sobre el comporta- producción/reproducción. Esta perspec- los ambitos de la producción y de la
miento y las disposiciones conductuales, tiva parte de las siguientes concepciones reproducción
que se basan en la conformidad de las per- (Torns, Carrasquer, Romero, 1997, 14-16):
sonas que tienden a comportarse de modo En la actualidad , se esta mostrando con
consistente con esos pape les y con las - El papel determ inante de l trabajo especial intensidad precisamente el con-
consecuencias que esperan de su desem- doméstico en la reproducción, el apoyo y flicto entre los ambitos de la producción
peño:' (Bonilla, 1998, 156). el mantenimiento de la fuerza de trabajo. y de la reproducción . La mayor incorpora-
ción de las mujeres al trabajo productivo
Esta división del trabajo con lleva una - La propia construcción social de género no ha sido acompañada de la participa-
situación de desigualdad social y econó- (proceso de socialización diferenciado a ción de los hom bres en el ambito de la
mica de las mujeres en relación con los partir de diferencias inicialmente biológicas) reproducción. Ello ha lIevado a la realiza-
hombres: el trabajo doméstico es el tra- contribuye a que los sujetos masculinos se ción de una doble jornada de trabajo por
bajo invisible, que no otorga poder social ubiquen en la esfera de la producción, y los parte de muchas mujeres y a una mayor
ni da derechos si no que éstos se vehicu- femeninos en la de la reproducción. demanda de servicios públicos.
FORMACIÓN XXI p.46
2. Las Dlujel'eS y los trabajos
El elemento definitorio de las relaciones Estudios del Cambio Social. Fundación La relación entre tasa de actividad y nivel
contemporaneas entre género y empleo Encuentro, 1999, 147, Commissio n euro- de estudios superiores es especialmente
(se utiliza el térm ino empleo para desig- péenne, 2001 a, 85, 90) . relevante en un momento en el que, por
nar el trabajo en la esfera de la "produc - primera vez en la historia, las mujeres
c ión ") es la c risis de la repartición tradi- Esta tasa se distribuye de forma desigual estudian mas que los hom bres y presen-
cional de tareas. La OCDE se refiere a por grupos de edad, acentuandose la des- tan niveles de estudios superiores a ellos.
ello como la crisis del contrato social tra- igualdad en las mujeres. Un analisis de las
dicional relativo, por una parte al papel del curvas de actividad femenina en España Si comparamos el número de mujeres en
hombre y de la mujer y, por otra, al entre 1964 Y 1998 evidencia una ruptura la enseñanza superior por cada 100 hom-
empleo. Según éste, la mujer se encarga con el modelo tradicional en la c urva de bres, se ha pasado, para el conjunto de
del cuidado de los miembros de la familia 1998. En ésta la incorporación de las paises de la UE, del 80% (1981/82) al
y del trabajo doméstico y el hombre ejerce mujeres hasta los 20 años se reduce, pero 107% (1997). En 1981/82, ya Francia,
un trabajo que le ocupa todo el dia y se acerca al 80% en el grupo de 25 a 29 Portugal y Suecia tenian un porcentaje
aporta un salario que permite a la familia años, y la reducción a partir de los 30 años superior a 100, Y en 1997 era la situación
su bienestar (OCDE, 1995, 13). es muy progresiva hasta los 44 años, edad mayoritaria. En España esta tasa ha
en la que la tasa de actividad esta por pasado del 83 al 112% (Commission
Es a todas luces evidente que este con- encima del 60%. Se considera que si européenne, 2001 b, 118).
trato esta en crisis en ambos modelos : el siguen las tendencias actuales, se asistira
masculino y el femenino. La familia tradi- en un periodo de diez a quince años a una Entre la población recién titulada, también
cional en la que la mujer se ocupa sola- importante disminución de las diferencias son mayoria las mujeres. Según datos de
mente del cuidado de los miembros de la generacionales que llevara a unas tasas 1999, el 26% de las mujeres europeas de
familia y del trabajo doméstico, y el hom- de actividad muy parecidas en todo el 25 a 29 años tienen un diploma universi-
bre ejerce un trabajo que le permite obte- periodo de los 25 a los 54 años (Centro tari o o equivalente, mientras que en los
ner un salario con el cual se puede afron- de Estudios del Cambio Social. Fundación varones el porcentaje es del 22 ,5%
tar las necesidades de toda la familia , y Encuentro, 1999, 152). (Commission européenne, 2001 a, 41-2) .
todo ello durante toda la vida, es una
situación en clara recesión . En cambio, se Las tasas de actividad también estan El empleo de 1 1l111jeres
estan desarrollando cada vez con mayor estrechamente relacionadas con la situa- La evolución de las tasas de empleo (por-
intensidad nuevas formas de relación y de ción familiar y el nivel educativo. Las esta- centaje de personas ocupadas en rela-
distribución del trabajo que lIevan a reco- disticas co nfirman la influencia del matri- c ión con la población en edad de traba-
nocer diversos tipos de familias y de divi- monio y los hijos en el descenso de la acti- jar) en los paises de la U E revela que,
siones del trabajo dentro y fuera de ésta. vidad femenina. No obstante, esta tenden- entre 1975 y 1999 la tasa de empleo
El aumento del número de familias co n cia esta adquiriendo nuevas formas y cada femenino ha aumentado 8 ,8 puntos,
una mujer como cabeza de familia, la dis- vez es mas frecuente la situación de las pasando del 43 ,8% al 52 ,6%. En los
minución de las que tienen como único mujeres que se casan y siguen trabajando, hombres ha pasado del 83,4% al 71 ,6%,
sustentador al hombre, la mayor diversi- e incluso de las que lo siguen haciendo disminuyendo 11 ,8 puntos. Según las
dad e inestabilidad de las estructuras después de tener el primer hijo. Lo que se mismas fuentes, la tasa de empleo feme-
familiares , son algunos de los cambios esta convirtiendo en mas determinante es nino en España ha pasado del 30 ,4% en
fundamentales que se estan produciendo el número de hijos, cuyo aumento va corre- 1975 al 37,3% en 1999, y la de empleo
(Lean, 1996, 25). lativo a la disminu ción de la tasa de activi- masculino era del 84,5% en 1975 y del
dad femenina. Pero estas situaciones se 67,8% en 1999 (Commission europé-
Los apartados que siguen ilustran estos dan de forma muy diferenciada según los en ne, 2001 a, 85, 90).
cambios y aportan elementos para su ana- niveles de estudios, siendo especialmente
lisis. destacable la situación de las que tienen Destaca el aumento del nivel de estudios
estudios universitarios, grupo en el cualla de las mujeres ocupadas, que se ha tra-
Tasas de aeti vidad. g1'l1POS de diferencia en la tasa de actividad entre ducido en una incorporación mas tardia al
edud y ni vele de fOl'maciól1 casadas y solteras es sólo de un punto, y trabajo. En España, en 1976 el 70% tenia
Si analizamos la evolución del empleo de tampoco se detecta que la tenen cia de como maximo estudios primarios, mien-
las mujeres en los últimos años observa- hijos en estas mujeres disminuya su tasa tras que en 1998 sólo se hallaba en esta
mos su progresiva incorporación. La tasa de acti vi dad (C entro de Estudios del si tuació n el 27 % . En el primer año de
de actividad femenina (porcentaje de Cambio Soc ial. Fundación Encuentro, referencia el 5,5% tenia estudios univer-
mujeres que buscan empleo o lo tienen en 1999, 155, 160). sitarios , y en 1998 el 24% (Centro de
relación con el total de mujeres en edad Estudios del Cambio Social, Fundación
de trabajar) en España ha pasado del 26% Efectivamente, el hecho de tener estudios Encuentro, 1999, 181).
en 1960 al 49% en 1999. En los hom- superiores es el que marca claramente la
bres, la tendencia se ha invertido y han inflexión de la actividad femenina y la sitúa a En el grupo de jóvenes de 25 a 29 años,
pasado de una tasa del 99,5% en 1960 a menos de diez puntos de la masculina en destaca el mayor porcentaje de universi-
ot ra del 77% en 1999. Para el conjunto de todos los casos, y en la mayoria en diferen- tarias entre las personas con empleo.
la Unión Europea (UE), la tasa de actividad cias que oscilan entre uno y dos puntos. En Para el ambito de la U E, Y tomando como
femenina ha pasado del 42,1 % al 59,6%, los estudios superiores de tercer ciclo la tasa referencia 1999, el 31 % de las mujeres
y la masculina del 96 ,1% al 78 ,8% en los de actividad femen ina se sitúa poco mas de empleadas de esta edad tenia un diploma
mismos años de referencia (Centro de un punto por encima de la masculina. universitario o equivalente, mientras que
p.47 FORMACIÓN XXI
3. Opinión
sa
Alv
E
La
En
lo
da
nu
hi
bl
• " ~I'
L
rr
VI
(:
fr
en los hom bres sólo el 23 ,5% se hallaba en esta situación número de horas de trabajo, mientras que la tasa de empleo
(Commission européenne, 2001 a, 41-42) . utilizada habitualmente (tasa de empleo simple) se calcula
E
sobre el número de personas que trabajan. Si analizamos la tasa
Igualmente, y tal como ocurre con las tasas de actividad, en las de empleo ETP, las diferencias entre hom bres y mujeres aumen- r
mujeres, el nivel de instrucción esta mas estrechamente relacio- tan . En los hom bres, ambas tasas son practicamente idénticas,
nado con el acceso al empleo que en los hombres. Mientras que mientras que en las mujeres se observan diferencias importan-
el 80% de las mujeres europeas de 25 a 64 años con un tes. Para 1999, según datos del informe anual sobre el empleo
diploma universitario o equivalente tenían empleo, sólo el 40% (Commission européenne, 2001 a) , hay alrededor de 11 puntos
de las que tenían un nivel correspondiente a la enseñanza basica de diferencia para el conjunto de la UE y casi 5 para España.
estaban empleadas. En los hombres, las cifras son del 85% y
del 70% (Commission européenne, 2001 a, 41). España es el país de la UE con una tasa de empleo inferior
tanto si consideramos la tasa simple como la ETP.
Respecto a las características de la incorporación de la mujer al
mercado de trabajo, ha sido y esta siendo principalmente la En relación con los salarios, ademas de las diferenc ias asocia-
incorporación a un mercado de trabajo segmentado en sus seg- das a profesiones y sectores de actividad mas o menos fem i-
mentos inferiores o bien en sectores muy feminizados. Y la con- nizados , también se dan c uando se realizan trabajos equiva-
centración del empleo femenino en un número reducido de sec- lentes. Según los datos de la Encuesta de Estructura Salarial ,
tores ha aumentado en los últimos años (Commission europé- las mujeres españolas cobran entre el 31 ,5% y el 43,4%
en ne, 2001 a, 38). menos que los hombres con su mismo nivel de estudios , dan-
dose las mayores diferencias en los dos grupos extremos: "sin
En el contexto de esta situación, destaca "la polarización cre- estudios y educación primaria" y "con estudios universitarios"
ciente del empleo femenino: aumenta considerablemente el (Centro de Estudios del Cambio Social. Fundación Encuentro,
número de mujeres colocadas en puestos de trabajo de alta 1999, 200) . Para el conjunto de la UE, el salario medio men-
cualificación , en general seguros y bien remunerados, pero sual bruto de una mujer trabajando a tiempo completo es el
también lo hace el número de las que trabajan en empleos que 74% del de un hombre (Commission européenne, 2000, 36).
no requieren cualificación y que estan sometidas a condicio-
nes laborales menos ventajosas y, con frecuencia, manifiesta- Las tasas de desempleo
mente precarias" (Centro de Estudios del Cambio Social. Fun- Si las tasas de actividad femenina estan -a pesar de su pro-
dación Encuentro, 1999, 188). gresivo aumento- por debajo de las masculinas , las de des-
empleo estan por encima. Es decir, hay menos mujeres entre
En cuanto al tiempo de trabajo, el 80% de las personas que el grupo de las que tienen o buscan empleo , pero dentro de
trabajan a tiempo parcial en la UE son mujeres. Si tomamos este grupo son mas la que buscan empleo que las que lo
como referencia 1999, para el conjunto de la UE los empleos encuentran comparativamente con los hombres. La tasa de
a tiempo parcial de las mujeres suponen el 33 ,5% sobre el paro femenino es, para el conjunto de los países de la UE y
total de empleo femenino , y los de los hombres el 6,1% sobre según datos referidos a 1999, del 10,9% frente al 7,9% en los
el total de empleo masculino. En España los porcentajes son hom bres. Para el mismo año, la tasa de desempleo femenino
inferiores en ambos casos, pero también muestran importan- en España es la mas elevada de Europa (23%) frente al 11 ,2%
tes diferencias entre las mujeres (17,6%) y los hombres (3%) en los hombres (Commission européenne, 2001 a, 85 , 90).
(Commission européenne, 2001 a, 30, 85 , 90).
A ello hay que añadir que las mujeres son la mayor parte de las
El aumento del trabajo a tiempo parcial ha lIevado a estable- personas paradas de larga duración. Según los resultados de
cer, como indicador de empleo, la tasa de empleo en equiva- un reciente estudio sobre el paro de larga duración en España,
lente a tiempo pleno (ETP) . Esta se calcula en relación con el las mujeres con estudios universitarios y las mujeres solteras
FORMACIÓN XXI p.48
4. salen antes del desempleo que las que tienen estudios inferiores y las casadas (Alba,
Alvarez, Pagan , 1999, 138, 155).
El trabajo doméstico
Las mujeres que estan fu era del mercado de trab aj o (inactivas en tèrminos de la
Encuesta de Población Activa -EPA-) son mas numerosas que los hombres en todos
los grupos de edad, pero especialmente entre las personas de 25 a 55 años. Son fun-
damentalmente las que se ocupan de las tare as del hogar. Algunas no han trabajado
nun ca, otras han tomado la decisión de dejarlo o interrumpirlo para ocuparse de los
hijos(as) y otras no bu scan empleo por desanimo (consideran practicamente imposi-
ble encontrar empleo) .
Pero no só lo las "inactivas " se dedi can a las tareas dom èsticas o de reproducción.
Tambièn lo hacen en mayor grado que los hom bres las mujeres en general y, entre
èstas, tambièn las que tienen un empleo.
Las mujeres asumen mas del 80% de las tareas domèsticas en todos los Estados
miembros, excepto los Estados escandinavos y el Reino Unido. Las mujeres son dos
veces mas numerosas que los hombres en el cuidado no remunerado de los niños(as)
(31 % contra 15%), y el número med io de horas dedicadas a ello es de 41 por semana
frente a 21 en los hombres (Commission euro pèenne, 2000) .
En España, el número de mujeres que se dedica sólo a las tareas del hogar decrece,
pero según la EPA del tercer trim estre de 1999, todavía 5 ,3 millones de mujeres se
encuentran en esta situación . Se estim a en 2,5 millones las mujeres que, en jornada
de duración variable, desempeñan doble jornada al simultanear empleo remunerado y
labores domèsticas (Consejo Económico y Social, 2000).
Según un estudio sobre el uso del tiempo de trabajo, en días laborables, de la pobla-
ción española mayor de 18 años , las muj eres trabaj an un promedio de 56 ,1 horas
semanales , de las c uales 8,9 corresponen a trabajo remunerado y 47,2 a trabajo no
remunerado. Los hombres trabajan un promedio de 36 ,4 horas semanales, de las cua-
les 22 ,7 son de trabajo remunerado y 13,7 no remun erado. En tèrminos relativos, las
mujeres se hacen cargo del 60,6% y los hom bres del 39,4% del total de horas de tra-
bajo, pero las mujeres se dedican principalmente al trabajo no remunerado (el 77,5%
es realizado por mujeres y el 22 ,5% por hombres) , y los hombres al remunerado (el
71,8% es realizado por hombres y el 28 ,2% por mujeres) (CSIC, a partir de la encuesta
de CIRES sobre uso del tiempo, 1996 citado en Consejo Económico y Social, 2000).
Los datos que siguen complementan los anteriores (Centro de Estudios del Cambio
Soc ial. Fundación Encuentro, 1999):
- Las mujeres ocupadas dedi can al trabajo dom èsti co una media de 4 h y 26 min los
días laborab les, 5 h Y 41 min los sabados, y 4 h Y 15 min los domingos.
- Las varones ocu pados dedican al trabajo domèstico una media de 1 h y 28 min los
días laborables, 2 h y 48 min los sabados, y 1 h Y 56 min los domingos.
- Las mujeres no ocupadas ded ican al trabajo domèsti co una media de 7 h y 20 min
los días laborables, 8 h y 14 min los sabados, y 5 h Y 44 min los domingos.
- Las varones no ocupados dedican al trabajo domèstico una media de 1 h y 57 min
los días laborables, 2 h y 3 min los sabados, y 1 h Y 12 min los domingos.
Tal como podemos observar, si com param os las mujeres ocupadas y los varones no
ocupados, observamos que las primeras se dedican entre dos y tres veces mas que
~.
los segundos a las tareas del hogar. Po r tanto, la dedicación a las tareas domèsticas
no esta ligada principalm ente al hech o de que una persona tenga empleo o no, sino a
la construcción social de gènero .
•
p.49 FORMACIÓN XXI
5. Opinión
Las poIíticas para la igualdad en el empleo
La consecución del pleno acceso de la que, por razones diversas (históricas, eco- pueden tener efectos diferenciales signifi-
mujer a los derechos sociales y económi- nómicas, políticas, culturale s), presentan cativos en la situación de los hombres y las
cos en situación de igualdad con el hom- determinados colectivos, entre éstos el de mujeres; en consecuencia, para contribuir
bre, es el eje en torno al cual se construyen las mujeres. Las acciones positivas a favor en mayor medida a la igualdad entre los
las políticas de igualdad de oportunidades. de las mujeres pueden definirse como "un hom bres y las mujeres, es preciso tener en
Éstas vienen determinadas por la historia, sistema temporal de ventaja o compensa- cuenta dichos efectos".
la cultura y las características socioeconó- ción que venga a cubrir un déficit individual
micas de cada país, así como por las orien- y colectivo sufrido por las mujeres en cual- La estrategia marco comunitaria sobre la
taciones mas relevantes de los organismos quier ambito de la vida social: trabajo, fami- igualdad entre mujeres y hombres (2001-
y las conferencias internacionales '. Y se lia, política o cultura" (Alberdi, 1996, 16). 2005) es el referente para la U E de estas
reflejan en los planes de igualdad de opor- políticas. Realiza por primera vez un plan-
tunidades, los cuales traducen la política Pero las políticas de disc riminación posi- teamiento global e integrado, que incluye
de la institución que los adopta en relación tiva, aunque han supuesto avances impor- diversos programas e iniciativas que con
con la igualdad entre mujeres y hom bres. tantes, se consideran en estos momentos anterioridad se trataban de forma sepa-
En estos planes, los objetivos y las actua- insuficientes y se plantea la necesidad de rada. Combina medidas específicas con un
ciones en el ambito del empleo suelen ocu- integrar la igualdad de oportunidades en enfoque transversal y se centra en los
par un papel importante puesto que la divi- todas las políticas y programas. Esta polí- siguientes objetivos: (a) igualdad en la vida
sión sexual del trabajo es considerada el tica, denominada de mainstreaming, ha económica; (b) igualdad de representación
elemento clave de la desigualdad entre sido objeto de una comunicación especí- y participación en la toma de decisiones;
hom bres y mujeres. fica de la Comisión de las Comunidades (c) igualdad en la vida social; (d) igualdad
Europeas, en la que se define de la en la vida cívica; (e) modificar los roles
Las políticas de igualdad en el empleo pue- siguiente forma (Comisión de las Comuni- establecidos en función del sexo y superar
den definirse como un compromiso para dades Europeas, 1996,2): los estereotipos tradicionales (Comisión de
llevar a cabo practicas y procedimientos no las Comunidades Europeas, 2001 , 5).
discriminatorios en el empleo, y que facili- "De lo que se trata es de no limitar los
ten la igualdad entre los individuos de dis- esfuerzos de promoción de la igualdad a la En cuanto a la política específica de
tintos grupos o sexo para conseguir un ejecución de medidas específicas a favor empleo , uno de los cuatro pilares adopta-
empleo completo, productivo y libremente de las mujeres, si no de movilizar explícita- dos a partir de la Cumbre de Luxemburgo
elegido (Lean, 1996, 110). mente -con vistas a la igualdad- todas las (1997), alrededor de los cuales giran las
acciones y políticas generales teniendo en políticas comunitarias y estatales, es el de
Estas políticas se han centrado en primer cuenta activa y visiblemente en el diseño la igualdad de oportunidades. La cuestión
lugar en conseguir una legislación igualita- de las mismas sus posibles efectos sobre fundamental es "cómo crear ';::x:-.-;;-,-,-+-,,;--.....,
ria y no discriminatoria. Pero la igualdad las situaciones respectivas de los hom bres nes para que los hom bres e
legislativa se ha mostrado insuficiente para y de las mujeres ("gender perspective") compartan en pie de igualdad las respo--
llegar a la igualdad real. Por este motivo, se (perspectiva de las diferencias sociocultu- sabilidades familiares y tengan las mismas
han ideado estrategias específicas para raies entre los sexos con vistas a la igual- oportunidades profesionales, y cómo reac-
conseguir dicha igualdad en la realidad: se dad). Para ello es preciso analizar sistema- cionar ante los cambios demograticos, que
trata de las acciones positivas a favor de ticamente esas acciones y políticas y tener nos obligan a mantener las condiciones de
las mujeres y de la lIamada política de en cuenta, al definirlas y aplicarlas, esos crecimiento con una mayor incorporación
mainstreaming o de transversalidad. posibles efectos : por ejemplo, las políticas de las mujeres al empleo" (Dirección
de desarrollo, la organización del trabajo , General de Empleo, Relaciones Laborales
La acción positiva es un tipa de interven- las opciones en materia de transportes, la y Asuntos Sociales de la Comisión Euro-
ción compensatoria de las desigualdades definición de los horarios escolares , etc. pea, 1999, 14).
11 Las orientaciones mas recientes que cabe reseñar en el8mbito internacional son las derivadas de la Plataforma para la Acción de la Cua.rta
Conferencia MWlClial de Naciones Unidas sobre las Mujeres (adoptadas por 189 naciones-Estada en Beijing en 1995), y del Programa de Acción
de la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social (aceptadas por 117 jefes de Estada o de Gobierno en Copenhague en IIIlIl'ZO de 1995) Y Beijing + 5
(Nuava York, 2000). En todos los casos, se enfatiza en la neoosidad de intervenir para mejorar la si.tuación. de la mujer en relación con el empleo.
Se considera esencial para la igualdad tanto en sí misma como por sus efecros posi.ti.vos sobre otras 3.reas críticas como son la erradicación de la
pobreza, el ejercicio de derechos fundamentaJes Y la educación. de hijos(as).
FORMACIÓN XXI p.
6. Las estrategias para la igualdad
en el marco de las políticas de forma.ción y empleo
El Acta Única Europea (1986) marcó el ini- De ello se deriva una serie de orientacio- empleo. Son estrategias mas complemen-
cio de las políticas europeas de formación nes para la intervención. Las mas relevan- tari as que excluyentes, que se pueden dar
y empleo. Como parte de las mismas, se tes son las siguientes: separada o conjuntamente, y cuyo peso
crearon las primeras iniciativas dirigidas relativo sera mayor o menor en función del
específicamente a las mujeres. La mas (a) Puesto que las diferencias entre muje- proyecto en el que se inscriban.
conocida y la que ha producido mas litera- res y hombres son fundamentalmente cul-
tura hasta el momento es la Iniciativa turales, es posible y conveniente para la Estrategias formativas
Comunitaria NOW (Nuevas oportunidades igualdad que las mujeres ocupen puestos La intervención mas habitual es la que
para las mujeres). reservados tradicionalmente a los hom- parte de los desajustes entre las formacio-
bres. De aquí deriva toda una serie de nes de las personas que buscan empleo y
Los programas y planes de igualdad de acciones destinadas a que las mujeres se las demandas del mercado de trabajo , y
oportunidades derivados de las conferen- incorporen a profesiones consideradas tra- oferta formaciones dirigidas a lIenar estos
cias mundiales, junta al impulso europeo a dicionalmente masculinas y en las que vacíos . Las formaciones que se ofrecen
políticas dirigidas específicamente a mejo- estan subrepresentadas. - pueden ser mas o menos polivalentes o
rar la situación de las mujeres en relación específicas, y pueden centrarse mas o
con el empleo, actuaron de forma sinérgica (b) Puesto que las características relacio- menos en la recuperación de la formación
con una mayor sensibilización social y un nadas con el estereotipo femenino no son basica o en la formación profesional. Las
mayor protagonismo social de las mujeres. negativas en sí mismas, hay que aprove- medidas de formación se muestran cada
char sus potencialidades en relación con vez mas inoperativas cuando se plantean
En este contexto, se plantean diversas el trabajo. De aquí deriva toda una serie de de forma aislada y tienden a ser, cada vez
estrategias dirigidas a mejorar la situación acciones que promueven el ac ces o a nue- mas, medidas clave pero con la condición
de las mujeres en relación con el empleo. vas profesiones no asociadas a género y de que se den estrechamente relacionadas
defienden una mayor idoneidad de la mujer con otras. Los contenidos de la formación
La igualdad en la düerencia: J.íneas para responder a las nuevas necesidades pueden ser de diversos tipos :
de intervención del mercado de trabajo, fundamentandose
La primera cuestión que se plantea en en sus mayores capacidades en relación (a) Relacionados con empleos y/o profe-
relación con las estrategias para la forma- con: flexibilidad, creatividad, relaciones siones consideradas femeninas: son las
ción y el empleo de las mujeres afecta a interpersonales, etc. formaciones que se dan en el ambito del
las propias concepciones sobre la igual- sistema educativo y de la formación ocupa-
dad y la desigualdad entre mujeres y hom- (e) Puesto que el valor del trabajo produ- cional para profesiones que incluyen un
bres. Las concepciones predominantes cido por las mujeres no es inferior, sino que amplio abanico que va desde estudios uni-
se alinean con los resultados de la inves- este valor inferior se le atribuye por su versitarios conducentes a profesiones
tigación feminista, la cual "ha puesto de situación de inferioridad, hay que revalori - como maestra o enfermera, hasta los cur-
relieve el poder de los sistemas de creen- zar este trabajo en su justa medida a través sos ocupacionales para trabajadoras fami-
cias, símbolos y construcciones mentales, de acciones dirigidas no sólo directamente liares. En estos casos el problema que se
como nexos que vinculan el hecho natural a las mujeres sino sobretodo a los meca- plantea tiene relación con la calidad de la
de las diferencias y los significados sim- nismos que hacen subalternas las profesio- inserción: trabajo en la economía informal
bólicos genéricos que estructuran las nes femeninas. Aquí encontramos también y en situaciones de precariedad y segrega-
desigualdes entre los sexos" (Bonilla, la perspectiva de servicios de proximidad ción vertical (no ocupación de los puestos
1998, 172). El planteamiento es el en nuevos yacimientos de empleo. directivos propios o relacionados con la
siguiente: (a) existen diferencias entre profesión) para las mujeres que se han for-
mujeres y hom bres; (b) estas diferencias (d) Puesto que los cambios de poder mado en profesiones que requieren menos
son debidas a la construcción de género siempre provo can resistencias, es nece- cualificación y segregación vertical en las
y no directamente al sexo ni , por lo tanto, sario que las acciones a favor de estos de mayor cualificación.
a la naturaleza de las mujeres y los hom - cambios en las mujeres incluyan acciones
bres; (c) las relaciones entre mujeres y mas amplias de acompañamiento para En relación con la formación para profesio-
hom bres son asimétricas, siendo el grupo afrontarlos. nes consideradas poco cualificadas, cabe
dominante el masculino y el dominado el reseñar las intervenciones relacionadas
femenino ; (d) la infravaloración de las Estrategias de intel'veneión con nuevas profesiones en el marco de los
características asociadas al estereotipo Las principales estrategias de intervención denominados nuevos yacimientos de
femenino no se debe a su propia natura- pueden clasificarse según tengan como empleo. Entre los servicios que se consi-
leza si no al hecho de considerarse pro- elemento dominante la formación , la infor- deran demandados figuran algunos relacio-
pias de dicho grupo. mación y la orientación o la creación de nados con actividades consideradas feme-
p.51 FORMACIÓN XXI
7. I
• .
Opinión
7'-, .. ~ .
...... ninas: servici os a domicilio (tanto para per- relaciona los nuevos estilos de dirección y
sonas que necesitan ayuda debido a difi- liderazgo con características consideradas
cultades físicas o a la edad principalmente, femeninas, tal como se ha descrito ante-
como para personas que no pueden real i- riormente.
F- . zarlas de manera satisfactoria porque tra-
bajan) y cuidado de los niños(as). Se trata También en relación con esta cuestión se
de tareas asociadas tradicionalmente al estan desarrollando iniciativas para la acre-
trabajo doméstico que la incorporación de ditación de la experiencia de gestión, direc-
la mujer al trabajo, la vida en las grandes ción y liderazgo de las mujeres no sólo rela-
ciudades y el alargamiento de la esperanza tivas al trabajo doméstico sino a su partici-
de vida han hecho que se conviertan en pación en organizaciones de voluntariado.
espacios de posi ble actividad económica.
(c) Relacionadas con nuevos empleos y
En este contexto se plantean dos cuestio- profesiones no asociados a género : a
nes fundamentales : la valorización de estos estas formaciones se atribuyen dos venta-
nuevos trabajos y la acreditación de la jas: (i) no estan afectadas por la presión
experiencia de las mujeres en el trabajo social propia de las profesiones y los
doméstico y las responsabilidades familia- empleos asociados tradicionalmente a
res para facilitar su acceso tanto a la for- género ; (ii) se dan mayoritariamente en el
mación como directamente al empleo. Se sector servicios y requieren capacidades
I trata de un tipo de intervenciones que se asociadas tradicionalmente al trabajo
considera que pueden aportar importantes femenino (comunicación, relación con per-
elementos de avance , sobretodo para sonas, etc.) . Entre éstas figuran las corres-
. mujeres adultas con baja cualificación y pondientes a diversos ambitos de los nue-
- ' responsabilidades familiares que quieren vos yacimientos de empleo, entre los que
incorporarse por primera vez o reincorpo - cabe destacar los servicios culturales y de
rarse (en la mayoda de los casos) después ocio (nuevas formas de turismo, patrimonio
de una larga ausencia. cultural, desarrollo de la cultura local) y los
servicios de medio ambiente (gestión de
(b) Relacionados con empleos o profe- los residuos y del agua, protección y man-
siones en los cuales las mujeres estan tenimiento de espacios naturales ... ).
subrepresentadas: se trata de acciones
J que fomentan la participación de las Estrategias de información y orientación
~ mujeres en estudios universitarios, ciclos para el empleo
formativos y formaciones ocupacionales Las actuaciones mas tradicionales son las
que Ilevan al acceso de las mujeres a de información sobre las posibles ocupa-
. profesiones consideradas típicamente ciones y actividades formativas. Pe ro , cada
'masculinas: ingenierías, arquitectura, vez mas, las estrategias de información y
albañilería entre otros. La presión y los orientación se construyen como: (i) un con-
estereotipos sociales dificultan el ejerci- junto integrado de intervenciones (informa-
cio profesional incluso en el caso de ción , orientación , asesoramiento y forma-
mujeres que han cursado con buenos ción) ; (ii) con contenidos diversos (carac-
resultados los estudios, sobretodo en las terísticas del mundo del trabajo y mas
profesiones no asociadas a títulos uni- específicamente del trabajo de las mujeres,
versitarios. Es un tipo de planteamiento opciones profesionales, estrategias de
interesante pero que necesita darse búsqueda de empleo , autoconocim iento,
paralelamente a los cambios en las con- elaboración de proyecto personal) ; (iii) diri-
cepciones relativas a género. Si en un gidas a colectivos específicos ; y (iv) en las
principio fue la perspectiva dominante {la cuales los métodos grupales tienen un
igualdad con patrón masculino), la expe- papel fundamental. Los desarrollos mas
riencia acumulada aconseja ser pru- importantes se han dado con mujeres adul-
• dente, sobretodo en relación con los tra- tas con bajo nivel de cualificación que
•
dicionales "oficios" masculinos (meca- desean reincorporarse al trabajo y, en
nico, electricista, albañil entre ot ros) y en segundo término, en el marco de la orien-
mujeres adultas no jóvenes. tación profesional para jóvenes estud ian-
tes.
I •
En este ambito cabe destacar las formacio-
nes dirigidas a ocupar puestos directivos (a) La orientación para mujeres adu ltas
que ayuden a suprimir la segregación verti- que desean reincorporarse al trabaj o: la
cal a la que en el apartado anterior me refe- asunción clara de una perspect iva de
da. En la línea de analizar ventajas y no sólo género en las acciones integradas de info -
dificultades en las relaciones entre estere- mación y orientación ha recibido un fu erte
otipos femeninos y empleo , una de las impulso a partir del trabajo con cole ctivos
argumentaciones que se utiliza es la que de mujeres adultas, con responsabilid ades
FORMACIÓN XXI p.52 _ _
8. familiares y baja cualificación, que se rein- tener éxito y a persistir en matematicas y en Estrategias de creación de empleo
corporan al trabajo después de una larga ciencias, y globalmente a lo largo de la La necesidad de crear nuevos puestos de
ausencia, generalmente para dedicarse a escolaridad con el fin de aumentar sus trabajo como instrumento de lucha contra
las tareas del hogar y al cuidado de la fami- posibilidades de empleo y remuneración ; el desempleo ha supuesto dar un papel
lia. En estos casos, la toma de conciencia (iv) aumentar sus capacidades y su facili- central a las estrategias de creación de
de la propia situación y la capacidad de dad de adaptación a las situaciones cam- empleo, tanto en la perspectiva de crea-
manejaria, el aumento de la autoestima, la biantes, tanto en el plano personal como ción de empresas como de trabajo por
capacidad de elaborar un proyecto perso- laboral y prepararlas para convertirse en cuenta pro pia.
nal son considerados elementos centrales adultas autónomas y productivas.
para el éxito en el proyecto profesional de Los proyectos centrados en la creación de
las mujeres. La valorización de las tareas En cuanto a las acciones en este sentido, empleo comprenden un amplio conjunto
del hogar y del cuidado de familiares como cabe remarcar una serie de programas de actividades de relevancia relativa en fun-
punto fuerte de las mujeres en relación con financiados por CMRJ-Iniciativa cana- ción de cada proyecto.
el empleo y las dinamicas grupales en las diense de financiación para mejorar la
cuales se debate en torno a las problema- orientación profesional dirigidos a la ela- En las experiencias en este senti do se
ticas y las situaciones particulares son los boración de nuevos métodos de orienta- pueden diferenciar dos líneas de actua-
dos ejes centrales en torno a los cuales ción profesional para las jóvenes y a la ción: una dirigida a mujeres con altos
giran las intervenciones. correspondiente formación de orientado- niveles en la línea de formación de muje-
ras y de orientadores. A partir de esta ini- res empresarias en el sentido tradicional ,
En el ambito internacional, son pioneras las ciativa, se han desarrollado novedosas y y ot ra a las de bajo nivel en la línea princi-
experiencias de los talleres Ouestion de con frecuencia originales estrategias de palmente de autoempleo, microempresas,
Compétences (OC) (Canada) y el "Curso acción. Entre otras: inclusión de la pers- cooperativas.
de Orientación Profesional y Laboral para la pectiva de género en acciones como
Reinserción Laboral de la Mujer" que ofre- salones de carreras o cursos de orienta- Dentro de las estrategias de creación de
cen los centros "Mujer y Trabajo" de ción; acciones dirigidas específicamente empleo merecen mención aparte las que
Holanda. En el Estado español, cabe citar a chicas o a chicos para promover una se dirigen a los colectivos en situaciones
los materiales de apoyo editados por el Ins- actitud favorable a una elección mas de pobreza y exclusión social. La ex pe-
tituto de la Mujer y el Fondo Social Europeo amplia de carrera; Open Doors (reperto- riencia pionera y mas paradigmat ica es
dirigidos sobretodo a promover la diversifi- rios de mujeres que juegan diversos roles la del Banco Grameen (Bangladesh) , el
cación de opciones profesionales y el tra- profesionales no tradi c ionales y que parti- mas antiguo de los banco s solidarios .
bajo específico con grupos de mujeres de cipan en las escuelas), Pathmakers (acti- Otorga microcréditos a las personas
cara a la elaboración de un proyecto perso- vidad en la cual se relacionan chicas de pobres y tiene organizado un complejo y
nal y profesional propio (Descubre otras pro- establecimientos postsecundarios que no exitoso sistema de desarrollo personal y
fesiones y Diversificación de Opciones Pro- realizan estudios tradicionales con las de social alrededor de ellos . Tiene mas de
fesionales son algunos de los ejemplos mas las escuelas secundarias). A ello hay que dos millones de clientes, de los cuales el
relevantes) , y a la motivación y apoyo a muje- añadir, como valor mayor de la iniciativa, 94% son mujeres. Diversos estudios han
res emprendedoras (Emprendedoras) . que ha permitido establecer una serie de constatado una evolución positiva en la
cuestiones esenciales para la intervención vida de sus clientes: "las viviendas son
(b) Orientación profesional para jóvenes (Sayer, 1992), entre elias: mas sólidas", las condiciones sanitarias
estudiantes: otra línea de trabajo a desta- y de higiene han mejorado y la tasa de
car es la que plantea la incorporación de - Partir del punto de vista de las adolescen- escolarización aumenta. AI mismo
una perspectiva de género en las estrate- tes y no de las personas adultas, y ayudar- tiempo , las mujeres han adquirido mas
gias de orientación para niñas, adolescen- las a reflexionar sobre éste. poder de decisión , luchan en contra de
tes y jóvenes. las formas tradi cio nales de discrimina-
- El método que se ha mostrado mas eficaz ción sexual y participan en la vida polí-
A partir del analisis sobre los elementos para influenciar los proyectos de futuro de tica " (Yunus, 1997, 23).
que configuran la elección profesional de las chicas es el que utiliza modelos de rol.
las chicas se plantea la necesidad de intro- Es fundamental ver en muchas situaciones A partir de la experiencia de Bangladesh
ducir diversos elementos de orientación y durante mucho tiempo mujeres que ejer- se han realizado proyectos en la línea del
profesional que faciliten las elecciones pro- cen profesiones deseables. Banco Grameen en diversos países en vías
fesionales no tradicionales. Las actividades de desarrollo, pero también en Europa y en
de este tipo deben tener los siguientes - La gestión de las emociones es especial- Estados Unidos (Yunus, 1998).
objetivos (Sayer, 1992, 16): (i) promover mente importante porque con frecuencia
muy pronto que las niñas se interesen en las chicas presentan una menor confianza Estas estrategias han supuesto un
tomar parte mas activa en la planificación en sí mismas y porque dan mayor importan- avance muy importante en el terreno de
de sus estudios y carrera; (i i) aumentar su c ia a las relaciones y a la comunicación. En la formación y el empleo de las mujeres.
capacidad de tomar decisiones con cono- este sentido es importante trabajar cues- Han dado lugar a proyectos donde las
cimiento de causa gracias a un mejor tiones sobre los aspectos relacionales que protagonistas son las mujeres y donde
conocimiento de sí mismas (competencias, permiten conciliar vida familiar y profesio- las mujeres han encontrado un espacio
intereses) y de las elecciones posibles nal, mostrar ejemplos de parejas donde de mayor autonomía y re co nocimiento
(estudios posibles, desarrollo de carrera, ambos desarrollan su carrera y de mujeres personal y social. Pero también han evi-
tareas y contextos profesionales); (iii) dar- que han tenido éxito no só lo en lo profesio- denciado los límites de este tipo de inter-
Ies en primer lugar confianza en sí mismas nal sino también en sus relaciones interper- venciones en el contexto de las actuales
(en su eficacia personal) y motivarlas a sonales. políticas.
p.53 FORMACIÓN XXI
9. Opinión
Nuevas exigencias para hacer realidad la igualdad:
de las políticas de igualdad en el empleo a las políticas de igual dad en el trabajo
El hecho de que las situaciones de inferioridad en relación con el (a) Puesto que uno de los obstaculos a la igualdad de las mujeres es
trabajo se den incluso cuando las mujeres presentan niveles de estu- la asunción por su parte de unos porcentajes de aproximadamente el
dios elevados y tienen un empleo, no hace prever que la situación 80% del trabajo no remunerado, es imprescindible que la mitad de
evolucione por sí sola hacia una mayor igualdad. Se trata de un tipo población que realiza el 20% asuma su parte. Para ello hay que pro-
distinto de organización social en el que "pierde peso el modelo mas poner una redistribución del trabajo no remunerado y acciones positi-
tradicional de la mujer ama de casa a tiempo completo, y se va trans- vas a favor de los hom bres para que concilien vida familiar y profesio-
formando y tal vez consolidando una nueva situación en la que la nal (los permisos exclusivos para hombres con motivo del nacimiento
mujer realiza dos trabajos -asalariado y familiar- y los hom bres con- de hijos(as) recientemente implantados en Francia son un ejemplo
tinúan con su participación unidimensional en el trabajo de mercado" próximo). Y las políticas europeas, estatales y autonómicas de trabajo
(Carrasco, C. y o., 1997,218). deben contemplar objetivos progresivos y cuantificables al respecto.
Las políticas de igualdad en el empleo no plantean de forma explí- (b) El desarrollo de esta línea de actuación daría un impulso impor-
cita la relación entre el trabajo en el ambito de la producción y el tra- tante a políticas de conciliación de la vida familiar y laboral y ayuda-
bajo en el ambito de la reproducción. Este último es considerado ría a pasar de un modelo familista a otro con un mayor pape I del
como algo que afecta a la individualidad y a la vida privada de las Estado. Deberían aumentarse los servicios públicos de educación
personas. Las investigaciones feministas han evidenciado la falacia infantil para el tramo de O a 3 años; los servicios públicos de aten-
de estos planteamientos y su sesgo de género. ción a las personas mayores y/o enfermas; facilitar la flexibilidad en
los horarios de trabajo; mejorar las condiciones laborales del trabajo
En España, el paso de un sistema autoritario (con una estricta a tiempo parcial, etc. Ello incidiría, ademas, en la mejo'ra de la situa-
separación de roles reflejada en la legislación familiar, social y ción de las familias monoparentales, la mayoría encabezadas por
laboral) a otro democratico "no llega a significar una verdadera mujeres, que son las mas expuestas a situaciones de pobreza si no
reforma estructural capaz de alterar la base de titularidad de la se realizan políticas adecuadas '.
provisión de bienestar que hubiera permitido -entre otros efec-
tos- eliminar o disminuir las desigualdades en los derechos (e) Revalorizar los trabajos tradicionalmente femeninos: realizar polí-
sociales de mujeres y hom bres ". Excepto en la sanidad y en ticas públicas de apoyo a los empleos tradicionalmente femeninos
determinados niveles de la educación , la protección social es que se realizan en la economía sumergida (afloración de los mis-
de caracter fundamentalmente contributivo, y las pensiones no mos) y de mejora de las condiciones laborales en los sectores mas
contributivas estan ligadas a la insuficiencia de recursos feminizados. Un tema prioritario es el de servicios domésticos que
(Carrasco y o. , 1997, 221) . A ello hay que añadir "que partici- se realizan en el marco de la economía sumergida o en regímenes
par en el mercado laboral es só lo un prerrequisito para tener especial es de contratación.
acceso a derechos individuales, pero aunque es una condición
necesaria, no resulta suficiente. Existen condiciones adiciona- (d) Las resistencias a los cambios requieren de estrategias de
les que determinan qué trabajadoras(es) son beneficiarias(os) acompañamiento y de sensibilización social. Aquí la formación tiene
de estos derechos" (Carrasco y o., 1997, 223). un pape I fundamental. En palabras de Victoria Camps: "Estamos en
un terrena de cambio de construcciones sociales, de mentalidades,
Algunas(os) autoras(es) destacan el elevado grado de fami- de actitudes o de epistemologías, que no se resuelve sólo con leyes,
lismo del modelo de bienestar meridional o mediterraneo. El porque la guerra que hay que hacer es bastante mas compleja"
familismo se entiende como "una confianza permanente en la (Camps, 2000, 64).
familia, en su solidaridad intergeneracional y en su estructura
de género, como proveedora de trabajo y de servicios asisten- Las nuevas exigencias de formación para el trabajo (título de este
ciales ...", dandose por descontado "no tanto la figura del hom- monografico) son, pues, apasionantes: la utización pedagógica de
bre mantenedor como la solidaridad familiar - ... - y la respon- los medios considerados en el ambito de la educación informal
sabilidad prioritari a de las mujeres (casadas y madres) en el (medios de comunicación social e Intemet principalmente), la incor-
proveimiento de la asistencia" (Saraceno, 1995, citado en Fla- poración de la ética del cuidado como complemento de la ética de
quer, 2000, 36-37). la justicia y como parte de la virtud de la solidaridad (Camps, 2000,
72-73); etc.
En este contexto, las políticas para la igualdad en el empleo
deben convertirse en políticas para la igualdad en el trabajo y Pero la mejor pedagogía sera la de la democracia paritaria. La difi-
considerar globalmente y como dos caras de la misma moneda cultad de pasar de un Estado familista a uno con servicios a las fami-
el trabajo remunerado (de producción) y el trabajo no remune- lias (en sus mas diversas modalidades) en un momento de crisis del
rado (de reproducción) . Ello implica cambios fundamentales Estado del bienestar y de predominio de las políticas neoliberales,
en las políticas y en las estrategias. Con mas animo de debate difícilmente se resolvera en términos de igualdad real entre mujeres
que de exhaustividad, planteo a continuación algunas líneas y hom bres si no es en una democracia en la cual estemos represen-
de intervención que me parecen fundamentales: tadas y representados en régimen de paridad. O
21 En un estudio compa.rado sobre deSígU8ldlid y reza (Rainwa , 1996) se observa enorme Sl con 'tiCiiS
públicas al respecto. En todos los paises estudi.ados (trace paises europeos, Australia, CanadlÍ., Israel Y Estades Unidos) hay manos probabilidades
de ser pobre en una familia biparental que en una monoparental femenina, d8.nd.ose las mayores diferencias en Estades Unidos_"Ahora bien, si.
se compara por ejemplo Suecia y EEUU, las tasas de pobreza infantil antes de la actuación gubernamental son, respecti.vamente para niñas(os)
que viven en bogares biparentales o sóIo con sus madres, 12,5% Y 54,9% para Suecia, Y 13,9% Y 69,9% para EEUU. Sin embargo, los resultades
obtenidos después de la aooión de las po1íticas públicas son 2,2% Y 5,2% para Suecia Y 11,1% Y 59,5% para EEUU (Carrasca Y o., 1997, 18'7)_
FORMACIÓN XXI p.54
10. Alba, A, Alvarez, G., Pagàn, R. (1999) Parados de larga duración ¿Cuantos son, quiénes son, qué tipa de empleo buscan y
cuanto tardan en encontrar trabajo. Col. Informes y Estudios. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Social es.
Alberdi, I. (1996) "Las acciones positivas y la igualdad de oportunidades", Mujeres , 21, 16-20.
Bonilla, A. (1998) "Los roles de género", en Fernàndez, J. (coord.). Género y sociedad. Madrid: Piràmide, 141-176.
Camps, V. (2000) El siglo de las mujeres. Madrid: Càtedra.
Carrasco y o. (1997) Mujeres, trabajos y política s sociales: una aproximación al caso español. Madrid : Ministerio de Trabajo y
Asuntos Social es. Instituto de la Mujer.
Centro de Estudios del Cambio Social. Fundación En cuentro (1999) "Inserción sociolaboral de la mujer", en VV.AA Informe
España 1998 Una interpretación de su realidad social. Madrid: Fundación Encuentro, 137-210.
Comisión de las Comunidades Europeas (1996). "Comunicación de la Comisión 'Integrar la igualdad entre hombres y mujeres
en el conjunto de las políticas y acciones comunitarias' ". Bru selas, 21.02.1996. COM (96) 67 final.
Comisión de las Comunidades Europp.as (2001). "Informe de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Eco-
nòmico y Social y al Comité de las Regiones. Informe anual sobre la igualdad de oportunidades entre mujeres y hom bres en
la Unión Europea (2000) ". Bru selas, 2.04.2001 . COM(2001) 179 final.
Commission Européenne (2000) La situation sociale dans rUnion européenne 2000. Luxembourg: Oficina de Publicaciones
Oficiales de las Comunidades. Luxembourg: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas.
Commission Européenne (2001 a) L'emploi en Europe 2000. Luxembourg: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comuni-
dades Europeas.
Commission Européenne (200 1 b) La situation sociale dans l'Union européenne 2001 . Luxembourg: Oficina de Publicaciones
Oficiales de las Comunidades Europeas.
Consejo Económ ico y Social. CES (2000) Panorama sociolaboral de la mujer en España, 19, 1-2.
Dirección General de Empleo, Relaciones Laborales y Asuntos Sociales de la Comisión Europea (1999) "La estrategia euro-
pea para el empleo", en Empleo y asuntos sociales. Forum. Forum especial Cinco años de política social. Bruselas: Comisión
Europea, 11-1 7.
Flaqu er, L. (2000) Les polítiques familiars en una perspectiva comparada. Barcelona: Fundació "la Caixa".
Lean, L. (1996) More and betler jobs for women an action guide. Geneva: International Labour Office.
OCDE. Organització de Cooperació i Desenvolupament Econòmic (1995) Conduir el canvi estructural. El paper de les
dones . Barcelona: Generalitat de Catalunya. Institut Català de la Dona.
Saraceno, C. (1995) "Familismo ambivalente y clientelismo categórico en el Estado de bienestar italiano", en Sarasa, Moreno,
L. (eds.) El Estado del bienestar en la Europa del suro Madrid: CSIC/ I ESA, 261-288.
Sayer, L.A (1992). "Carrières et projets d'avenir des adolescentes canadiennes". Canadà. Doc. fotoc.
Torns, T., Carrasquer, P. , Romero, A (1997) El perfil socio-Iaboral del paro femenino en España. Madrid: Ministerio de Asun-
tos Sociales. Instituto de la Mujer.
Yunus, M. (1997) "Bangladesh: els pioners ", El Correu de la UNESCO, febrer, 20-23.
Yunus, M. (1998) Hacia un mundo sin pobreza. Barcelona: Andrés Bello.
p.55 FORMACIÓN XXI